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EL LARGO CAMINO DESDE LAS CAVERNAS HASTA LA CULTURA HUMANA

RESTOS HUMANOS ENCONTRADOS: SU ANTIGÜEDAD Y SU UBICACIÓN GEOGRÁFICA


La Tierra, el escenario de la historia del hombre, tiene su propia historia que se ha prolongado por millones
de años durante los cuales la superficie terrestre ha sufrido muchos cambios. Un millón de años atrás
comenzó una época que ha sido llamada Edad Glacial porque por razones desconocidas, el sol perdió
entonces algo de su poder calorífico e inmensas masas de hielo cubrieron gran parte de los continentes.
Las primeras huellas que el hombre ha dejado en la historia datan de los comienzos de la Edad de los Hielos.
Sólo pocos restos se han conservado de aquellos tiempos tan remotos. Entre ellos se han encontrado partes
de esqueletos que tienen casi más parecido a los animales que a los hombres. Las armas y herramientas que
se han hallado junto a las osamentas prueban que se trata inconfundiblemente de seres humanos, ya que
sólo el hombre es capaz de inventar herramientas y de dominar y aprovechar la fuerza del fuego.
Los miles de años que transcurrieron hasta que el hombre inventara la escritura y pudiera dejar testimonios
escritos dé su existencia reciben el nombre de Prehistoria. El conocimiento de la prehistoria se basa en los
restos materiales de aquellos tiempos: herramientas, armas, cerámica, pinturas, sepulturas, huesos. Con
inmensa paciencia y dedicación y usando complicadas técnicas los hombres de ciencia pudieron reconstruir
los aspectos más importantes de la vida del hombre durante la prehistoria. Muchas ciencias han tenido que
colaborar en esta tarea. La Paleontología examina los fósiles, o sea, los restos que se han conservado de las
distintas formas de vida de otras edades. La Antropología examina los huesos, cráneos, dientes; determina
los rasgos físicos y la naturaleza biológica del ser humano y estudia la actitud del hombre primitivo frente a la
naturaleza y la sociedad. La Arqueología analiza los instrumentos, la cerámica y otros artefactos hechos por
el hombre en aquellos tiempos con el fin de conocer sus formas de vida. La Química está en condiciones de
determinar la edad de los restos prehistóricos.
En 1959 el doctor Louis Leakey, un antropólogo inglés, junto con su esposa Mary, desenterró en Tanzania
(África oriental), el cráneo de una criatura que, si bien se parece al chimpancé, ya debe ser calificado de ser
humano. Se ha calculado que vivió hace 1.750.000 años. Este tipo humano recibió el nombre de Zindjant-
hropus. Ya en 1892 el médico y antropólogo holandés Eugenio Dubois había encontrado en el lecho de un
río en la isla de Java los restos de un esqueleto humano: partes del cráneo, tres dientes, parte de la cadera
izquierda. Con estos restos los antropólogos reconstruyeron un tipo de hombre primitivo que existió hace
unos 500.000 años y al que llamaron hombre de Java. Un poco más reciente, de unos 360.000 años es el
hombre de Pekín, cuyos restos fueron encontrados cerca de esta ciudad.
Bastante tiempo después apareció el hombre de Neanderthal, llamado así porque los primeros restos de este
tipo humano fueron hallados en el lugar de este nombre, en Alemania a 10 kms. de la ciudad de Dusseldorf.
Los hombres de Neanderthal no estuvieron limitados a Alemania, sino que existieron en distintas partes de
Europa, África y Asia. Se calcula que vivieron unos 150.000 a 45.000 años atrás. A diferencia de los hombres
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de Java y Pekín el hombre de Neanderthal es ya un verdadero ser humano; sin embargo, aún se
diferenciaba hondamente del hombre actual: tenía frente huidiza y carecía de mentón.
Finalmente, entre 50.000 y 20.000 años atrás, vivió en Europa el hombre Cro Magnon, que debe su nombre
al hecho de que restos de este tipo humano fueron encontrados en el lugar de Cro Magnon en Francia. El
hombre Cro Magnon fue un hombre alto y de facciones muy parecidas al hombre actual; con él hace su
aparición en la historia el Homo sapiens.

LAS EDADES PREHISTÓRICAS


El Paleolítico o los primeros tiempos
La edad que se extiende desde la primera aparición del hombre hasta hace unos 3000 años a.C. ha recibido
el nombre de paleolítico o los primeros tiempos. Recibe el nombre de Época Lítica o Edad de la Piedra,
porque durante este período el hombre hizo casi todas sus armas y herramientas de piedra. Este período se
divide a su vez en dos épocas: el Paleolítico o Edad de la Piedra Antigua, caracterizada por el uso de la
piedra tallada y que se extendió hasta hace unos 8.000 años a.C, y el Neolítico o Edad de la Piedra Nueva en
que se usó la piedra pulimentada y que se extiende hasta 3000 años antes de Cristo.
Durante el Paleolítico las condiciones de vida fueron extremadamente duras. Enormes masas de hielo
avanzaron desde las zonas polares hacia los trópicos. Abundaban feroces animales como el mamut, el
bisonte, el elefante, el rinoceronte, el oso y el león. El hombre vivió de la caza, de la pesca y de la recolección
de frutas silvestres. Se agrupaba en pequeñas comunidades. En vista de que los animales emigraban en
busca de pasto o impulsados por los cambios de clima, los hombres los tuvieron que seguir y cambiar
periódicamente de vivienda: los hombres eran nómades. Habitaban en cuevas que les daban protección
natural y sabían fabricar carpas de cuero.
El hombre habría perecido en medio de la naturaleza hostil, si no hubiera estado dotado de inteligencia
gracias a la cual pudo fabricar armas y herramientas y utilizar el fuego. Además de tallar la piedra aprendió a
aprovechar los huesos para hacer agujas y puntas, de flechas y arpones.
Los hombres enterraban a sus muertos y depositaban alimentos y herramientas en las tumbas, ya que creían
en una vida después de la muerte. Hacia los fines del Paleolítico vivieron los primeros grandes artistas que
conoce la historia universal. En algunas cuevas del norte de España y en Francia, en Altamira y Lascaux, se
han descubierto maravillosas pinturas rupestres que representan bisontes, ciervos, caballos y otros animales.
Las representaciones animales, hechas en color sobre la arcilla blanda de las paredes rocosas, tenían un fin
mágico: por medio de la magia de la caza el hombre quería dominar las fieras peligrosas.

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Edad neolítica o el gran avance del hombre
Durante el Neolítico el hombre logró aumentar en forma decisiva su dominio sobre la naturaleza. Aprendió
a pulir y perforar la piedra lo que le permitió fabricar instrumentos más finos y perfectos. Las mejores
herramientas le permitieron cortar los árboles y construir habitaciones de madera. El hombre inventó el huso
y el telar y desarrolló técnicas para hilar y tejer la lana y el lino. Descubrió que la greda se endurecía al fuego
y con el tiempo aprendió a fabricar una gran variedad de objetos de cerámica: vasos, ollas, platos. Con el
tiempo también desarrolló técnicas para decorar la cerámica con figuras y colores. Un árbol ahuecado le
sirvió de bote para la pesca. Inventó el arco y la flecha, las armas más importantes para cazadores y
guerreros y que se seguirían usando hasta que, a partir del siglo xiv d.C, serían reemplazadas por las armas
de fuego.
Basado en los nuevos medios técnicos, el hombre pudo dar dos pasos decisivos que revolucionaron
radicalmente la existencia humana y que crearon las bases para el desarrollo de las culturas superiores: el
hombre aprendió a domesticar el animal y a criar ganado y aprendió a cultivar la tierra.
En las extensas estepas del interior del Asia los hombres se convirtieron en pastores: criaban ovejas, cabras,
vacunos y, finalmente, caballos. Como había que proveer a los animales de pasto, los hombres cambiaban
periódicamente de lugar. Los pueblos pastores continuaron la vida nómade.
El hombre hizo entonces uno de los descubrimientos más grandes de todos los tiempos: vio que las semillas
puestas en la tierra brotaban y producían nuevas plantas y semillas. A partir de entonces empezó a cultivar la
tierra. Ya no dependió de los productos que la naturaleza le entregaba azarosamente, sino que pudo
producir su alimentación. No tuvo que vivir al día, sino que pudo producir excedentes y planear su futuro. La
agricultura lo ató a la tierra: el hombre pasó a la vida sedentaria.
Los campesinos tomaron posesión de la tierra y la consideraron propiedad de ellos y de su grupo. Con el fin
de proteger sus propiedades, los grupos de campesinos formaron aldeas y pequeñas ciudades y las
rodearon de muros defensivos.
La vida en comunidad obligó a establecer reglas y a constituir alguna autoridad que hiciera cumplir las leyes.
Como en aquellos tiempos aún no existía la escritura, no había leyes escritas. Los hombres se regían por la
costumbre y el derecho consuetudinario. La tradición fijaba las normas para los matrimonios, la educación
de los niños, la distribución de los alimentos. La autoridad era ejercida a veces por los guerrerosmás valientes
o por los vecinos más acaudalados. A veces se elegía a un jefe que tomaba las decisiones para todo el
grupo.
Se desarrollaron variadas formas religiosas. La religión y la magia estaban estrechamente relacionadas. Los
hombres recurrían al mago para que conjurara las plagas, las hambrunas, las sequías y las inundaciones.
Con el fin de ganar los favores de los espíritus de la naturaleza, los hombres desarrollaron ritos y ceremonias
religiosas, especialmente las danzas. Muchos creyeron que los poderes de la naturaleza eran fuerzas divinas.
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Los hombres elevaban sus oraciones a los dioses y les presentaban sacrificios y ofrendas para obtener su
ayuda. Con el tiempo los clanes familiares y las pequeñas comunidades se unieron en tribus y pueblos. Cada
pueblo desarrolló su propia lengua y sus propias formas de vida. Las tradiciones y costumbres de un pueblo,
su religión, su arte y sus formas de vida constituyen la cultura de ese pueblo.

La Edad de los Metales


Si bien el hombre había logrado perfeccionar cada vez más las técnicas para labrar la piedra, sus
instrumentos seguían siendo toscos y su uso era limitado. Los instrumentos de piedra se quebraban y
gastaban fácilmente. Para fabricar instrumentos mejores se necesitaba un material más resistente y más fácil
de trabajar. En los fines del Neolítico los hombres en el Cercano Oriente descubrieron que se podía usar el
cobre para la fabricación de herramientas y armas. Primero daban la forma con el martillo, luego
aprendieron a fundir el cobre, vaciar el cobre en un molde y hacer instrumentos de cualquier tamaño y
forma. Más tarde descubrieron que se podía mezclar el cobre con estaño y que esta aleación, el bronce,
tenía cualidades superiores al cobre puro. Durante unos 2000 años el bronce fue el metal más usado, por lo
que se dio a este período el nombre de Edad del Bronce. Esta época comenzó hacia 3000 a.C.
Al mismo tiempo el hombre hizo otros inventos importantes. Uno de éstos fue el arado tirado por animales
que permitió abandonar el método primitivo de hacer simplemente un hoyo con un palo aguzado para
plantar la semilla. Se pudo ampliar considerablemente el área de cultivo. Se empezó a construir canales y
diques con el fin de repartir las aguas y proteger el campo contra las inundaciones.
Otro de los inventos importantes fue la rueda. Siempre había sido un problema transportar cargas pesadas;
ahora el hombre unió dos ruedas mediante un eje y construyó los primeros carruajes. Al mismo tiempo se
perfeccionaron los transportes por agua. Se inventó el bote a vela que permitió al hombre ascender por los
ríos y cruzar los mares. Los nuevos medios de transporte facilitaron el intercambio de productos: nació el
comercio. Los campesinos enviaban sus productos a los centros urbanos. Se empezaron a intercambiar
materias primas y productos elaborados.
Todos estos inventos y descubrimientos exigían o imponían una cierta especialización. Los hombres ya no
siguieron siendo sólo cazadores, pastores o agricultores, sino que se hicieron comerciantes, marineros y
artesanos especializados en la fabricación de armas, cerámica o herramientas.
La cultura humana se tornó cada vez más diferenciada. No todos los pueblos recorrieron las mismas etapas.
Algunos siguieron en la Edad de la Piedra. Algunos continuaron la vida nómade. Otros, como los japoneses,
se saltaron la Época del Bronce y pasaron de la Edad de la Piedra directamente a la Edad del Hierro.

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