En los últimos años, el esposo de Pelosi se ha convertido en el centro de atención del
mercado de valores estadounidense por su visión sospechosamente «mágica» de comprar y vender acciones antes de que el gobierno estadounidense introdujera determinadas políticas.
En mayo de 2021, Paul Pelosi compró repentinamente una gran cantidad de acciones al
gigante tecnológico Amazon. No mucho tiempo después de eso, el Departamento de Defensa anunció la cancelación de un contrato de computación en la nube de 10 mil millones de dólares originalmente ganado por Microsoft. Tal noticia fue muy positiva para su competidor, Amazon. El precio de las acciones de esta compañía aumentaron considerablemente y Paul obtuvo una gran ganancia. De la misma manera, Paul Pelosi aumentó su participación en acciones de Tesla el año pasado. El gobierno estadounidense no tardó en anunciar que gastaría una gran suma de dinero para comprar vehículos eléctricos para reemplazar los 650 mil vehículos de gasolina existentes en el gobierno federal. Tan pronto como salió la noticia, el precio de las acciones de Tesla se dispararon, marcando el comienzo de una oleada de ganancias para los Pelosi. El esposo de la congresista también compró 20 mil acciones de Nvidia este año, con un valor de mercado total de hasta 5 millones de dólares. Seguidamente, hubo otra «coincidencia» muy lucrativa para la familia Pelosi: la Cámara de Representantes, de la que Nancy es presidenta, estaba discutiendo la aprobación de un proyecto de ley que proporcionaría hasta 52 mil millones de dólares a la industria nacional de semiconductores de Estados Unidos.
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, que ha
socavado gravemente la estabilidad en la región asiática e incluso del mundo, por su insistencia en ir a la isla de Taiwán, decidida a provocar con una confrontación con China a través del Estrecho de Taiwán y socavar las relaciones chino-estadounidenses, al parecer iba llena de cálculos políticos y financieros cuando realizó el viaje. Paul Pelosi, esposo de la congresista demócrata, ha sido señalado numerosas veces por tráfico de información privilegiada en acciones y se ha convertido en blanco de la críticas públicas, la más reciente de ellas muy cerca del viaje de Nancy Pelosi a Taiwán, por haber conducido ebrio en las calles de California, lo cual le valió una sanción de cinco días de prisión y una multa de 6 mil dólares. Por lo tanto, hasta cierto punto, la visita de Nancy Pelosi a la región china de Taiwán también fue una especie de estrategia para desviar la atención y encubrir los escándalos de corrupción, que podrían entorpecer su posición política en las próximas elecciones de medio término. Sin dudas, la irresponsabilidad de la legisladora no tiene límites, al mismo nivel de la megalomanía y la mediocridad de la clase política estadounidense.