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ACTIVIDADES

¿Cuál es su importancia para el desarrollo


económico nacional?
R.- Permite a Bolivia exportar recursos sin pagar algún tributo o impuesto.

¿Qué beneficios se obtienen de estos recursos


naturales y de qué manera son distribuidos a la
población boliviana?
R.- Incrementa la economía lo cual puede generar una mejor calidad de vida a la población, también no depender de un
extremo por gas y otro hidrocarburo.

BIOGRAFÍA DE FRANZ TAMAYO


Franz Tamayo Solares fue un poeta, político e intelectual boliviano, considerado una de las figuras centrales de la
literatura boliviana del siglo XX. Nació en La Paz el 28 de febrero de 1879 y murió el 29 de julio de 1956.
Franz Tamayo fue el primogénito de Felicidad Solares, mujer de sangre indígena, e Isaac Tamayo Sanjinez, político
paceño que se desempeñó como diputado, diplomático y ministro de estado.
De familia acomodada, vivió parte de sus primeros años en las haciendas paternas y en el exterior del país. Aunque pasó
algunos meses por las aulas del Colegio Nacional Ayacucho, recibió principalmente educación privada de humanidades,
piano, alemán, latín y francés entre otras materias.24 Su padre fue nombrado representante diplomático en Brasil, y
luego de la revolución federal de 1899, se estableció con su familia en Europa. Tamayo regresó a Bolivia en 1904, pero
abandonó nuevamente el país en 1908 para estudiar en La Sorbona.2 En Londres, conoció y se casó con la francesa
Blanca Bouyon. La pareja vivió unos años en Europa y otros cinco en Bolivia, tras lo cual la unión fue disuelta. Las dos
hijas del matrimonio murieron a corta edad.
Tiempo después, alrededor de 1910, conoció y se enamoró de Luisa Galindo, con quien formalizó una relación al margen
del matrimonio, a pesar de la oposición familiar.
Junto a Tomás Manuel Elio y otros jóvenes intelectuales, Tamayo fundó el Partido Radical en 1911, que en la década
siguiente se dividiría en varias facciones. En 1914 fue elegido diputado por La Paz y en 1917 fue candidato a la
presidencia de la República. A lo largo de su carrera política, fue un duro crítico de los mandatarios Ismael Montes,
Bautista Saavedra y Hernando Siles.
Su ideología política y la de su partido se fueron plasmando en varios artículos publicados en El Diario. En 1915 fundó un
nuevo periódico, El Fígaro, y en 1917, El Hombre Libre, que dirigió. Desde un principio Tamayo realizó una crítica
continua a los personajes del poder, tanto desde el parlamento como la prensa.
Sin embargo, sirvió como representante boliviano ante la Sociedad de Naciones en 1921, para plantear la revisión del
tratado de 1904 con Chile. Luego, en 1926, fue nombrado consultor del Ministerio de Relaciones Exteriores, durante la
presidencia de Siles, y ministro de esa cartera en el gobierno de Daniel Salamanca. Fue presidente de la Asamblea
Legislativa en 1931.
Ganó las elecciones presidenciales de 1934, pero no pudo asumir el cargo debido al golpe de Estado que jóvenes
oficiales de la Guerra del Chaco perpetraron contra Salamanca, un hecho que se conoce en la historia de Bolivia como el
Corralito de Villamontes. Tamayo no hizo defensa de su calidad de presidente electo; consideraba que, caído el gobierno
de Salamanca, su triunfo en los comicios quedaba anulado. Después de la anulación de las elecciones, se produjeron
actos vandálicos contra algunas propiedades de Tamayo, hechos que influyeron en su retirada de la vida pública y
política por 10 años.
En diciembre de 1943, la logia militar Razón de Patria y el Movimiento Nacionalista Revolucionario, encabezan un golpe
contra Enrique Peñaranda, imponiendo a Gualberto Villarroel como presidente de facto. El nuevo régimen convocó a
una Asamblea Constituyente en la que Tamayo fue elegido representante por La Paz y designado presidente de dicha
asamblea por aclamación. Durante el ejercicio de su mandato le tocó vivir los fusilamientos de Chuspipata, una serie de
ejecuciones a líderes de un movimiento insurreccional en noviembre de 1944. Villarroel negó haber dado la orden de
ejecución, pero reconoció la responsabilidad de su gobierno en tales hechos. El escritor relataría su accionar frente a los
fusilamientos en su opúsculo Tamayo rinde cuenta, donde aclara que, aunque no pudo regresar a la vida a los primeros
fusilados, evitó la muerte de otros sesenta mediante su arenga en la Asamblea Legislativa. Renunció a su cargo en 1945.

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