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Medicina familiar

La medicina familiar es una especialidad clínica ambulatoria que implica la


atención integral de los pacientes y sus familias. Al ser una disciplina integradora,
su alcance no se limita a un órgano o sistema específico, sino que incluye un
contexto global y diverso de situaciones de salud/enfermedad que pueden
presentarse en la vida de una persona. Esta es una especialidad muy completa y
compleja, tiene sus propias herramientas y conocimientos y puede usarlo. Esto
requiere un programa especial de maestría (estadía, consentimiento) y requiere
actualizaciones continuas. Su capacitación incluye principalmente la educación en
los problemas de gestión de políticas más comunes, independientemente de los
órganos o sistemas y sistemas afectados, así como el monitoreo y la atención al
problema de la hospitalización. Los médicos de familia, además de la experiencia
en la práctica de medicina familiar, están capacitados para realizar diversas
intervenciones, tales como: discusiones familiares, atención de niños, adultos y
ancianos, práctica ginecológica, seguimiento del embarazo, operaciones en
menores, parto, psicología, conversaciones sociales. y posiblemente otras
prácticas relacionadas con la resolución compartida de problemas en la práctica
profesional.

Debido a que los médicos de familia se ocupan de una variedad de situaciones,


esta profesión es quizás una de las más flexibles y eclécticas, y evoluciona según
lo dictan las necesidades e idiosincrasias de la familia. En este contexto, están
implícitas las especificidades de la cultura, los sistemas de salud, las instituciones
y los pacientes y su entorno.
A modo de conclusión, describiremos algunas características básicas que
componen e identifican a la medicina familiar:

• Los modelos longitudinales de relación médico-paciente con las personas y sus


familias conducen a un modelo de atención en el que el contacto médico-paciente
no se limita a situaciones de enfermedad (es decir, una visita al médico no tiene
que ser por enfermedad), lo que permite estrategias preventivas. y un estilo de
vida saludable.

• El entendimiento mutuo desarrollado con el tiempo entre pacientes y médicos


crea un vínculo de confianza y respeto que es una de las herramientas
diagnósticas y terapéuticas más poderosas utilizadas en medicina familiar. La
capacidad de seguir a los pacientes durante muchos años revela sus preferencias,
valores, creencias y características personales, así como la dinámica familiar y los
antecedentes sociales, información que ayuda a guiar su atención cuando
enfrentan una variedad de problemas de salud.

• Ser capaz de ayudar a personas y familias en diferentes etapas de la vida (niño,


joven, adulto joven, vejez), permitiendo la integración de la dinámica familiar y el
contexto para hacer frente a diversas crisis importantes que se desarrollarán con
normalidad. Vida. • Por ser una especialidad interdisciplinaria, los médicos de
familia están preparados para trabajar en equipo y coordinar la atención al
paciente, teniendo en cuenta las competencias y responsabilidades de otros
profesionales en el campo. (Médicos especialistas, enfermeras, fisioterapeutas,
nutricionistas).

• Los médicos de cabecera están capacitados para brindar una escucha física y
emocional amplia, integral e integrada. • Respetar la autonomía del paciente y el
principio de “primero no hacer daño”, en definitiva, no enfermar al sano y no
dificultar la vida del paciente, son principios básicos de la medicina de familia.

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