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Apología de Sócrates

Sócrates fue condenado a muerte por tres adversarios, Melito quien era
poeta, Anito un político y Licon un orador. Los tres acusaban a Sócrates de
corromper a los jóvenes y no creer en los dioses. Durante el juicio Sócrates
explica que las acusaciones no eran verdaderas, cabe destacar que Sócrates
no preparo discurso alguno para convencer a los jueces, sino que él hablo
solo de sus principios y su forma de pensar.

En la primera parte del juicio, Sócrates busca desmentir las acusaciones


falsas. En ningún momento las negó, sin embargo, se da cuenta de que son
malentendidos. Empieza explicando que lo culpan por corromper a los
jóvenes y por seducir con sus palabras a los mismos, lo cual esta mal
interpretado ya que él solo predicaba lo poco que sabía. Sócrates alguna vez
pregunto de manera indirecta al Oráculo, ¿Quién era el hombre más sabio?,
y esté afirmaba que él era el hombre más sabio y que Dios lo había escogido,
pero Sócrates no creía en ello y comenzó a estudiar a hombres más sabios
que él para comprobar que el Oráculo le había dado una respuesta errónea.
Al estudiarlos, se dio cuenta que no sabían tanto como hacían creer a la
gente, su conocimiento era muy escaso. Sócrates reconocía su ignorancia,
pero era consciente de que sabia un poco más que todos los que se creían
sabios; después de estudiar a los más sabios se dedico a transmitir su nuevo
conocimiento a la sociedad, su palabra tuvo tanto impacto que empezó a
contar con muchos seguidores, gracias a sus argumentaciones de que había
personas que creían saber mucho y en realidad no sabían nada, además hizo
ver que la mayoría de esas personas eran egoístas y se aprovechaban de los
demás.

Es por esto que aclara que la acusación de corromper a los jóvenes estaba
malinterpretada, porque no buscaba hacerlo, incluso admite que solo quería
que practicaran la virtud, también argumento que, si ese fuera su fin, los
padres prohibirían a sus hijos escuchar sus ideas. Por otro lado, aquellos que
se creían sabios y en realidad no lo eran, comenzaron a ponerse en contra
de Sócrates porque era una persona directa y eso no era agradable, pues
siempre señalaba errores, sin importar de que persona se tratase.

El segundo delito fue no creer en los dioses, por consiguiente, Sócrates


expone nuevamente que dicha acusación es falsa, incluso se dirige
especialmente a Melito quien argumentaba la acusación y sumaba que creía
en lo demonios. Sócrates si creía en los dioses, refutando que Melito no tenia
argumentaciones coherentes porque lo culpaba de creer en los demonios y
de incitar a la gente a creer en ellos (pero si él creía en los demonios
evidentemente tenía que creer en los dioses) por lo que melito no era
coherente al acusarlo, sin embargo Sócrates no era ateo, creía en Dios, quien
lo había mandado a la tierra con la misión de persuadir a los hombres para
que fueran buenos y practicaran la virtud; en cuanto a los demonios decía
que tenía una voz demoniaca que a veces lo frenaba a realizar ciertas cosas,
dejando claro que era una voz interior como la que todos tenemos.

Después de reprochar a Melito su falsa acusación, pasamos a la segunda


parte del juicio en donde los jueces deliberan y solo por 6 votos más en su
contra continúo siendo culpable. Sócrates quedo impresionado porque a
pesar de no preparar algún discurso que convenciera a los jueces, la
diferencia de votos fue pequeña. Era consciente de que si preparaba un
discurso, podría haber ganado pero para Sócrates fue muy importante ser el
mismo sin intentar engañar a la gente como los sofistas lo hacían, no se
lamentaba ni se arrastraba ante los jueces intentando decir lo que querían
escuchar.

Respecto a los mandatos de Dios, refirió que la virtud es lo más importante


del hombre y que fue elegido por Dios para transmitir a las personas que ser
bueno era algo tan importante, que las riquezas no traían virtud, al contrario,
la virtud traía las riquezas.

Replico que jamás enseño con la intención de generar ganancias, eso era
una gran mentira porque las personas lo buscaban con el fin de obtener
conocimiento y no se negaba a transmitirlo, porque quería que todos fueran
virtuosos. Durante el juicio, noto que estaban varios de sus discípulos y por
ello sugirió una condena económica a los jueces para sí mismo, porque tenía
la esperanza de que aquellos seguidores presentes, le ayudarían a cumplirla.

A raíz de esto los jueces volvieron a votar para decidir cuál sería su castigo y
finalmente lo condenan a muerte, Sócrates no se lamentó, tranquilamente
acepto su condena y expreso por último que, en los hombres de bien jamás
afectaría que otra persona quisiera perjudicarles, inclusive veía a la muerte
como una transición a otro mundo en donde habría justicia y estarían todos
aquellos hombres que como el mueren injustamente tratando de hacer el
bien.

Después de aceptar la condena de muerte, culpa a los jueces, por privar de


la vida al hombre elegido por Dios para hacer el bien en la tierra y refiere que,
si Dios se compadece de todos, enviaría a otro hombre con las mismas
cualidades que él, interesado por los hombres y en transmitir la práctica de la
virtud, para hacer de la sociedad un ambiente justo. Por último, pide a sus
discípulos y a todos los atenienses que, si sus hijos llegasen a creerse sabios
y fuesen lo contrario, deberían ser juzgados y exhibidos ante todos por
engañar a la gente y no ser virtuosos. Finalmente, se despide y cumple su
condena.
Teoría del Estado

Robles Arauz Yazmin

No. Cuenta: 423087905

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