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Por cuestiones de extensión del periodo analizado, consideramos que un análisis por década no podría
darle su respectiva continuidad y explicación necesaria a las décadas adyacentes, por lo que se
procederá a explicar con base a dos criterios. El primero: el contexto nacional e internacional que nos
brindará explicaciones en los cambios de tendencia de ciertas variables en periodos no homogéneos de
tiempo, y la segunda, con base a las tendencias económicas de las políticas implementadas, tanto en
materia económica como en materia social.
Así pues, iniciamos el periodo desde el año de 1900 abarcando una parte del porfiriato, donde
por el lado económico, vamos a tener que prevalecía el modelo primario exportador, que duró desde la
conquista española hasta el inicio de la industrialización de México en 1940 ( que coincide con la falta
del sector indutrial o tan siquiera su concepción
en México sumado a la teoría económica
mercantilista y la importancia de promover el
sector primario en México debido a la carencia
de infraestructura para producir productos con
valor agregado)
Simultáneamente, por el lado de la situación
social de México, destacamos el estallido de la
Revolución Mexicana que duró de 1910 a
1917 y que se visualiza como un descenso
visible en la tasa de crecimiento de la
población para ese periodo, y como una
lateralización o periodo de estancamiento para el total de la población para ese mismo periodo, que se
prolongó hasta 1940, pues incluso podemos ver en las tasas medias de crecimiento por década de la
población, un promedio de 0.73% para el periodo de 1900-1930 contra los siguientes 30 años, con un
promedio de 2.52%. El hecho de que coincida
un aumento de la población y su tasa de
crecimiento a partir de ese periodo de años, no
es una coincidencia, pues el PIB y su tasa de
crecimiento siguen la misma tendencia:
mientras que de 1900 a 1939 la tasa promedio
de crecimiento fue de 1.73%, para los
primeros 10 años siguientes ( 1940-195) fue
de 5.63%.
México se enfrentaría a 3 crisis en los años siguientes: El efecto tequila de 1994, la crisis
hipotecaria de 2008 y la crisis pandémica de 2020 que se desarrollarán más adelante, aunque de igual
manera, se pueden apreciar en la gráfica de evolución del PIB anual en México como un pequeño
retroceso ( en perspectiva histórica y no de variación porcentual) en la tendencia del nivel de
producto. Al final, la relación que queda entre las tres variables principales analizadas en este inciso
(PIB, PIB per cápita y población) es evidente. Como se puede observar en la gráfica de tasa media de
crecimiento por década, existe una relación positiva ( o al menos tendencialmente proporcional) entre
las tasas de crecimiento del producto y las de población, que inevitablemente relacionan a las tasas de
crecimiento del PIB per cápita. Viéndose así como ante una fase de expansión de la economía
mexicana, incrementa el PIB y por lo tanto, se nota también un incremento en la tasa de crecimiento
de la población, y en épocas de crisis, relacionando la gráfica de la evolución, disminuye la tasa de
crecimiento, por lo que aumenta la inflación ( de lo que se hablará más adelante) y con ella el costo de
vida, lo que desde la corriente heterodoxa, podría analizarse como una modificación en las
expectativas futuras de los individuos para contemplar el costo de tener uno o más hijos y con ello,
disminuye la tasa de crecimiento y los hijos por familia ( lo que se relaciona desde la perspectiva
social, con las políticas antinatalistas propuestas en México a partir de 1974) . Lo único que queda por
reflexionar, son las consecuencias que habrá cuando la tasa de crecimiento de población baje ( fuerza
productiva) al mismo tiempo que baja también el nivel de producto, o incluso, si el incremento en el
número de estados con un PIB per cápita mayor al promedio se puede considerar un indicador del
mejoramiento de la economía mexicana, o únicamente como una explicación lógica ante el descenso
del pib per cápita promedio anual.
Análisis conjunto del PIB, PIB per cápita, precios, población y empleo para
el periodo 1970- 2020.
Para hacer más sencillo el análisis, dividiremos la información por década, resaltando las
observaciones más importantes.
1970-1980
Durante esta década comenzaron a notarse algunos problemas en la economía mexicana. La
tasa media de crecimiento de la población fue la más grande de todo el siglo, siendo de 3.32 % la
media nacional. La población se encontraba en un periodo de expansión que pronto se buscaría frenar,
ya que el crecimiento económico no tenía el mismo camino.
Podemos considerar a la década de 1970 como un parteaguas para la economía mexicana,
pues es donde comienza a plantearse un cambio en el modelo de crecimiento (sustitución de
importaciones)1, que ya venía a la baja. Para muestra de ello el PIB, que mostró un crecimiento
cercano al 6%, mientras el PIB per cápita creció solo 3.28% durante toda la década. Se suma a este
bajo crecimiento, una inflación mayor al 15%.
Se intentó fortalecer el sector industrial para reducir la protección comercial, eliminando
subsidios y promocionando exportaciones (López, 2014)2. Lo más rescatable fue el aumento del
empleo formal, medido con los derechohabientes del IMSS; la tasa de crecimiento en promedio fue de
7.5%.
Dos variables que dejamos fuera de la ecuación son la deuda externa y el petróleo, sin
embargo, es importante recordar la relevancia que tuvieron en esta década. El modelo de crecimiento
seguido durante años se agotó, aumentando la deuda para sostener al país, mientras que la economía
se hacía cada vez más dependiente de los ingresos petroleros (es necesario recordar, el precio del
hidrocarburo estaba a la alza, así como las exportaciones).
1981-1990
La política económica se alejó cada vez más de la sustitución de importaciones, disminuyendo
el proteccionismo. En 1986 México entró al GATT, iniciando la apertura comercial. En general, fue
una de las peores décadas para la economía de México. La inflación anual promedio de casi 70% se
debió a los serios desajustes en la cuenta corriente, así como a la fuga de capitales del país.
La economía mexicana, cayó cuando el precio del hidrocarburo comenzó a disminuir en 1981
Para muestra de ello el PIB per cápita de Campeche (que es el más alto entre todos los estados), no
logró alcanzar los niveles de 1981. Hasta el 50% del petróleo era exportado hacia Estados Unidos 3,
haciendo a México todavía más dependiente de dicho país.
A partir de la década de 1970 se comenzaron campañas de planificación familiar, para
motivar la reducción en el número de hijos por pareja. Aunque los resultados tardaron en verse, se
logró disminuir la tasa media de crecimiento a 1.97%. en 1980. El empleo formal siguió creciendo,
con una tasa promedio de 5.5%, debido a que el abandono del campo fue paulatino, y los jóvenes
buscaban trabajo principalmente en las industrias o los servicios 4.
1
Cosío, D. (2017). Historia mínima de México (17th ed.). El Colegio de México.
2
López, J. (2014). DEL PROTECCIONISMO A LA LIBERALIZACIÓN INCOMPLETA: INDUSTRIA Y MERCADOS. In Historia económica general
de México (2nd ed., pp. 1036–1039). El Colegio de México.
3
Delgado, G. (2015). Historia de México Legado histórico y pasado reciente (3rd ed.). Pearson educación de México.
4
Cosío, D. (2017). Historia mínima de México (17th ed.). El Colegio de México.
El crecimiento del PIB fue prácticamente nulo. En promedio se creció en toda la década
1.59%, llegando a tener decrecimientos en 1982, 1983 y 1986. El PIB per cápita tuvo niveles aún
peores, reduciéndose un 0.02% en promedio. Producto de malas decisiones respecto al mercado de
petróleo, un terremoto en 1985, de la adquisición de más deuda externa y de una apertura comercial
para la cual no se preparó debidamente la industria nacional, se dio la “década perdida”.
1991-2000
En la primera mitad de esta década, Salinas se encargó del TLCAN, que entró en vigor el 1 de
diciembre de 1994, un tratado muy ambicioso que buscó una mayor apertura comercial, bajando
aranceles y dejando fluir capitales hacia nuestro país. Después del TLCAN, más tratados llegaron. La
postura de Salinas siempre fue a favor de un modelo neoliberal.
Los niveles de inflación bajaron considerablemente, llegando a un promedio para la década de
18.69%. Es importante mencionar, en 1994 Banxico comenzó a ser autónomo, por lo que el gobierno
ya no podía disponer a su voluntad de él. En ese mismo año el EZLN se levantó en armas. Hay
décadas en las que no pasa nada y semanas en las que pasan décadas, decía Lenin. En 1994 se le dio la
razón a esta frase, al menos en México.
La apertura comercial aumentó las importaciones y las exportaciones, sin embargo, el PIB no
mostró grandes cambios, creció en promedio 3.57% durante toda la década. Resulta más alarmante el
crecimiento del PIB per cápita (1.71%), pues a pesar de que no se decreció como la década pasada, el
aumento fue prácticamente nulo. La población tuvo tasas mayores que las del PIB (1.81%), sin
embargo, no tuvo aumentos significativos. El empleo formal tuvo crecimientos similares a los de
décadas pasadas, manteniendo un promedio de 4.18% para este periodo, aunque en 1995 disminuyó
un 5.44%, producto del efecto tequila.
2001-2010
En esta década México estaba al mandato del Presidente Vicente Fox (2000-2006), abordando
el tema de la economía mexicana, se experimentó una evolución en los mercados internos y en los
mercados externos, analizando las tasas de crecimiento anual del PIB en esta década en el año 2001
teníamos un decrecimiento negativo de -1.55% ya que se tuvieron pérdidas en los niveles de
exportación, actividad económica y empleo, debido a los ataques terroristas contra Estados Unidos el
11 septiembre del mismo año, así como la disminución del petróleo que afectó a la economía mexica.
Una vez finalizada el sexenio de Vicente Fox, inició la etapa presidencial de Felipe Calderón
(2006-2012), que iniciaría con una fuerte crisis externa por parte de los Estados Unidos de América en
el año 2008 con la caída financiera internacional de Lehman Brothers cuyo origen son problemas de
las hipotecas subprime. En este mismo año, la tasa de crecimiento anual del PIB en México fue de
-0.55%, consecuencia de que las exportaciones cayeron considerablemente, y con el debilitamiento de
la demanda interna se transformó el repunte del desempleo, la disminución del crédito para el
consumo y el menor ingreso de remesas del exterior. Respecto al PIB per cápita durante esta década
en promedio aumentó 0.07%, es decir, el crecimiento fue prácticamente nulo, mostrando serios
decrecimientos entre 2008 y 2009, siendo la peor caída un -6.87%, tras la crisis de 2008. Esta misma
crisis afectó al empleo, reduciendo casi un millón de derechohabientes del IMSS en un solo año.
2011-2020
La crisis de 2008 y la de 2020 son dos crisis con un origen totalmente distintas. Para esta
década México presentaba un cambio de gobierno, bajo el presidente Felipe Calderón (2 últimos años)
y el nuevo comienzo del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018). Abordaremos principalmente
los años claves en esta década, donde el crecimiento anual del PIB del 2011-2017 fue de 2.78%,
donde su aumento se debió a que se recuperó el precio del petróleo mexicano (el precio anual del
barril fue de 98.5 dls en 2013). En 2017 se registró un aumento en el PIB (2.1%) debido al balance
que se ajustaba a los ingresos públicos y del precio del petróleo.
En el siguiente año, en el 2018 fue como parteaguas donde México tuvo una estabilización
económicamente buena de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), puesto
que tuvo un ligero incremento en el PIB 2.2% respectivamente al año anterior 2017, después de las
afectaciones de los desastre naturales del terremoto que sacudió al país. Este resultado se debe
principalmente a una mejora del desempeño del sector externo (en particular, como resultado de un
incremento del comercio con los Estados Unidos), debido a lo anterior se observa que la ocupación
de empleo tuvo un 19.9% principalmente en actividades primarias. Ahora bien, estimando que en el
2018 obtuvo tasa de crecimiento anual del PIB per cápita del 1.03% como índice general anualizado,
gracias a esto, cabe destacar en este periodo (2017-2018) se llegó a un nuevo acuerdo (sustituyendo
TLCAN) entre los países de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), concretando este tratado en
septiembre de 2018, integrando un mejoramiento y modernizaciòn a las pequeñas y grandes empresas
(pymes), obteniendo nuevos comercios electrónicos y facilitaciòn aduanera.
En el 2020, la inflación fue de 3.4%. Por la crisis sanitaria Covid-19 se decretó el cierre temporal de
lugares públicos y turísticos, esto llevó a que los ingresos disminuyeran, y con esto el desplome de los
ingresos petroleros. El PIB de 2020 registró una contracción de casi el 8% respecto al 2019, producto
del paro de la actividad económica. El promedio de derechohabientes del IMSS durante 2019 fue de
20,440,029 personas; cifra que disminuyó a 19,926,017 en 2020. Cesar la actividad económica
condujo a la disminución de los puestos de empleo, tanto en el sector formal como el informal. La
crisis sanitaria afectó al turismo del país, actividad de la que dependen un gran número de personas.
A partir de 1990, las economías capitalistas abandonaron las políticas del Estado de Bienestar e
incursionaron en el modelo neoliberal que buscaba la menor intervención del Estado. En un escenario
donde la inflación era sumamente inestable, el desempleo era alto y el PIB presentaba graves caídas,
sumado a una presión internacional por adoptar un nuevo modelo económico, el gobierno mexicano
paulatinamente dejó atrás el proteccionismo que se implementó en los años 40, De la Madrid inició el
proceso privatizando algunas empresas paraestatales y con políticas públicas que anunciaban la
apertura al mercado. Este proceso continuó durante dos sexenios logrando hasta 1993 la
desincorporación de 942 empresas paraestatales.
Pero para comprender porque el modelo neoliberal representó una buena alternativa a la
sustitución de importaciones, debemos entender que México adopta este modelo en un contexto
mundial que le permitió aumentar considerablemente su nivel de venta al mercado externo, el
incremento del producto permitió un aumento de la inversión pública y el surgimiento de empresas
nacionales que cubriera la demanda del país. El Estado de Bienestar mejoró la calidad de vida de
muchos mexicanos, sin embargo, aumentó el gasto público y cuando el nivel de producto decreció,
posterior al “milagro mexicano”, el gobierno se vio obligado a aumentar la deuda externa, lo que
incrementó el déficit público en los siguientes años.
En general, el modelo de sustitución de importaciones funcionó en la abundancia, pero en un
esfuerzo por mantener un ritmo acelerado de crecimiento, se sustituyeron las pérdidas con la
exportación masiva de petróleo, volviendo al país dependiente de las fluctuaciones de precios del
hidrocarburo, lo que hizo insostenible el modelo subsidiario cuando el precio en el mercado
internacional cayó. Además, durante decadas se había apostado por impulsar el mercado interno con
la ayuda e intervención del estado, el proteccionismo mantuvo a las empresas del país aisladas de la
competencia internacional y subsidiadas por una economía que ya tenía muchos conflictos para
mantenerlas funcionando, esto debilitó fuertemente el sector productivo de nuestro país y ocasionó un
gran desequilibrio en la balanza de pagos.
El modelo neoliberal permitió el incremento de las cifras económicas durante su introducción
al país y al mismo tiempo modernizó la infraestructura de las empresas y le brindó la tecnología de la
que se había privado durante tantos años de proteccionismo. Por la apertura al mercado, se
beneficiaron las zonas donde hubo inversión extranjera directa, por ejemplo, la participación en el PIB
de estados del norte se incrementó con la llegada de plantas de manufactura del sector automotriz,
esto también incrementó el nivel de empleo y las exportaciones.
La política fiscal restrictiva que acompañó al neoliberalismo, disminuyó el gasto público y los
impuestos a la producción, pero incrementó los del consumidor, además la modificación de las leyes
para un libre mercado, permitió a las empresas trasladar sus costos a los precios sin ningún tipo de
restricción, lo que disminuye el poder adquisitivo de la población y elevar la brecha desigualdad. En
teoría, esta política disminuiría la deuda (por la austeridad), pero debido a una mala toma de
decisiones la deuda se multiplicó, pero nuevamente, esto solo perjudicó a la población. La firma del
TLCAN fue lo que reafirmó que el estado ya no intervendría en el mercado y además, se firmó la
sentencia de la dependencia del extranjero.
En conclusión, pudimos encontrar que México es vulnerable a las fluctuaciones del precio del
petróleo, estas variaciones han sido en varias ocasiones, la causa de un auge o una crisis en nuestra
historia, el petróleo es tan importante que los estados petroleros son los que más porcentaje del PIB
aportan. Nuestro país tiene también una gran dependencia del mercado externo, debido a su relación
con el país hegemónico y a la inversión extranjera que ha percibido, esta ha impulsado el crecimiento
económico, principalmente en estados donde se observaba un bajo o nulo crecimiento, pero esto no
quiere decir que se haya permitido el pleno desarrollo de la población. Los mexicanos no han gozado
de las mismas oportunidades desde que se introdujo el neoliberalismo en nuestro país. El modelo
neoliberal ha sido una estructura que favorece a una minoría y a través de cifras ha logrado esconder
la realidad.
Por todas las razones anteriormente presentadas, un análisis de nuestra economía se vuelve
aún más complicado que el de otros países y es por eso que los instrumentos de política
macroeconómica no aplican de la misma manera, debemos tomar en cuenta sucesos que no se
documentan, sumado a las variables del exterior y el cambio sexenal de los proyectos nacionales. De
cualquier manera, para una mejor toma de decisiones, es importante estudiar la historia de nuestra
economía con datos.
Bibliografía