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EMPRENDIMIENTO FEMENINO: OPORTUNIDAD PARA REDUCIR LA

DESIGUALDAD EN AMÉRICA LATINA

Jaime Alberto Lamprea Aguilar


jaime.lamprea@campusucc.edu.co

Eveling Alexandra Tocora Daza


eveling.tocorad@campusucc.edu.co

Ingrid Joana Reyes Cardneas


ingrid.reyesc@campusucc.edu.co

Resumen
Este articulo investigativo está centrado en identificar grupos de mujeres emprendedoras en
América Latina que pertenezcan a diferentes poblaciones vulnerables con el fin de
presentar al lector un panorama general de las vulnerabilidades inherentes que se les
pueden asociar en función del contexto del que son parte. Para la realización de esta
investigación se abordarán de manera sistemática los principales impedimentos que se les
presentan a las mujeres que han sido o pertenecen a sectores de doble vulneración, junto
con las brechas que un siguen existiendo frente a la mujer, por ende, se establece el
concepto de vulneración y los tipos existentes.

Por otro lado se establece las transgresiones estudiadas como lo es la violencia


intrafamiliar, las poblaciones rurales, el racismo, los grupos indígenas, las desigualdades
laborales aun existentes en la sociedad, como resultado podemos determinar que a pesar de
que existen diferentes impedimentos para que la mujer vulnerable surja, estas encuentran
diferentes motivaciones que les permiten sobresalir y hacer parte activa de la sociedad
mediante la creación de diferentes negocios que mejoran su calidad de vida, además de eso
que cuentan con la implementación de políticas de los diferentes gobiernos de
Latinoamérica que trabajan para mitigar estas brechas y brindar apoyo para que sus
emprendimientos sean exitosos, finalizando se evidencian diferentes ejemplos de
superación de estas mujeres pertenecientes a diferentes grupos que han logrado emprender
exitosamente.
Palabras clave: emprendimiento femenino, desigualdad, América Latina
Abstract
This research article focuses on identifying groups of women entrepreneurs in Latin
America who belong to different vulnerable populations in order to present the reader with
an overview of the inherent vulnerabilities that can be associated with them depending on
the context of which they are part. In order to carry out this research, the main obstacles
faced by women who have been or belong to sectors of double vulnerability will be
systematically addressed, together with the gaps that still exist in relation to women, thus
establishing the concept of vulnerability and the existing types.
On the other hand, the transgressions studied are established, such as domestic violence,
rural populations, racism, indigenous groups, and lab our inequalities that still exist in
society. as a result we can determine that although there are different impediments for
vulnerable women to emerge, they find different motivations that allow them to excel and
become an active part of society by creating different businesses that improve their quality
of life,
as well as the implementation of policies of the different Latin American governments that
work to mitigate these gaps and provide support for their successful ventures, At the end of
the workshop, there are different examples of how these women belonging to different
groups have been able to successfully undertake.

Introducción

El cambio en las condiciones socioeconómicas de las familias ha hecho que las mujeres se
involucren dentro del sistema productivo ya sea a través del empleo o a través del
emprendimiento. Si bien cualquiera de los dos medios implica disminución en los tiempos
dedicados al cuidado familiar –esfera privada- para dedicarlo a la producción – esfera
pública-, es la creación de empresas propias la que puede representar mayor comodidad en
las mujeres para combinar el cuidado de la familia con la búsqueda de ingresos (Santamaría
Freire & Pico Barrionuevo, 2015).

No obstante, se identifican dificultades en la creación de nuevos emprendimientos


considerando entre otros, la dificultad que encuentran las mujeres para salir del ámbito
privado, en tanto que tradicionalmente las mujeres se han visto relegadas por el entorno y
por sí mismas a la esfera privada o doméstica, que existen dificultades para obtener
financiación por bajo historial crediticio o que sus emprendimientos no tienen la
sostenibilidad suficiente para mantenerse en el tiempo.

Igualmente, se encuentra que además de pertenecer a un grupo que ha sido


tradicionalmente apartado del ámbito económico, existen otras vulneraciones asociadas con
raza, etnia, edad, violencia intrafamiliar o discapacidad que hacen que las mujeres
emprendedoras se enfrenten a una doble vulneración (Alameda Castillo, 2017) y que cada
vez sea más compleja la vinculación económica pero que igualmente encuentra
oportunidades en la resiliencia para sacar avente sus proyectos de emprendimientos.

En esta investigación se busca conocer las condiciones de vulnerabilidad de doble


dimensión con respecto a los entornos en que viven, las políticas de los estados para
auxiliar a estas mujeres, pero sobre todo las iniciativas que ellas mismas conciben a manera
de emprendimiento por su cuenta, teniendo presente que no hay una respuesta clara sobre
como las mujeres con problemáticas sociales variadas generan iniciativas de desarrollo,
pues son estas ideas las que pueden dar en el mediano y largo plazo los medios para
sobresalir en una sociedad que no les ha brindado toda la atención y apoyo que debería.

Para lograr una radiografía situacional del emprendimiento femenino en América Latina
se deben introducir en la investigación tantos factores como sean identificables en cada
comunidad, que afectan o que intervienen de alguna manera en los emprendimientos objeto
de investigación, es decir saber qué retos económicos, sociales, culturales y entre otros
deben afrontar las mujeres emprendedoras para solucionar problemas asociados con el
lugar donde conviven y qué ventajas podrían aprovechar para la consumación exitosa de las
iniciativas.

El concepto de vulnerabilidad

En América Latina se observa que las mujeres son diversas y como tal pueden pertenecer a
grupos etarios, raciales y situacionales que las separan del ejercicio pleno de los derechos
financieros. En este caso se observa que existe una multitud de problemas asociados a la
vulneración de derechos de las mujeres solo en el ámbito social que son el reflejo de una
cultura patriarcal e indiferente a temas de fondo. Si bien, en el mundo estos se vienen
reclamando; se encuentra que no se han reconocido con el mismo rigor en América Latina
aún. En ese sentido, es necesario hacer una identificación y descripción amplia de las
situaciones sociales que afrontan las mujeres doblemente vulneradas que impiden el
apropiado respeto de los derechos de las mujeres en Latinoamérica. A partir de la Tabla 1. .
Tipos de vulnerabilidad en las mujeres se recogen la descripción y las características que se
asocian a cada uno de estos fenómenos.

Tipo de vulnerabilidad Descripción Características en las


condiciones de las mujeres

Violencia Actos de violencia que están Se caracteriza por generar daño


basados en la permanencia al físico psicológico y/o sexual entre
género femenino. otros

Vulneración física Acciones que afectan la Maltrato por parte de personas


integridad personal de una mujer de su entorno o ajenas que
o su entorno familiar. genera secuelas físicas.

Vulneración psicológica. Esta problemática afecta el Este tipo de vulneración es


estado mental de la mujer propia de personas que en
generando problemas de como la momentos dados afectan la sique
ansiedad y estrés. de las mujeres a de la coerción y
las amenazas.

Vulneración económica Se presenta cuando se realiza La falta de acceso a recursos


una restricción a recursos económicos crea una diversidad
económicos y /o a medios para de barreras para las mujeres y
obtenerlos. limita su empoderamiento.

Tabla 1. Tipos de vulnerabilidad en las mujeres. Fuente: (Restrepo Sani & Lena Krook,
2015)

Violencia intrafamiliar

Las situaciones de violencia dentro del hogar que se observan en la sociedad son
diversas y se encuentran determinadas por múltiples factores como lo son el nivel
socioeconómico, la escolaridad, el grupo de edad, el estado civil, el haber sufrido abuso o
violencia durante la infancia o el haber sido testigo de ella, la condición de ocupación de la
pareja; el número de hijos, el número de años de la unión, y el consumo de alcohol; y
finalmente la existencia de una marcada asimetría de poder en la pareja, así como la
existencia de una ideología de los roles de género (Buvinic et al. 2014).

La persistencia de estos factores impide o mengua la participación femenina en la


sociedad y genera situaciones de opresión en la vida social y familiar. Esta dinámica se ve
reflejada en ámbitos como el de la familia que inculca una ideología sexista sobre ellas, a
su vez que hay una mentalidad errónea y descaminada concepción de superioridad del
hombre sobre la mujer que le impide ser un actor de más trascendencia en la comunidad.

América Latina conforma un 8% de la población mundial, sin embargo es una de las


regiones con mayor tasa de violencia intrafamiliar según Guedes, García & Bott (2014) en
países como Brasil, Colombia, México y Venezuela que en su momento eran considerados
como los países más violentos en el mundo han logrado por medio de políticas nacionales
implementar leyes que respaldan y protegen a las mujeres víctimas de esta problemática
social.

En los últimos años se han generado diferentes modificaciones en las legislaciones de


estos países tomando en cuenta la situación de indefensión que afecta a la población
femenina y asumiendo la realidad de la violencia que se ejerce en su contra principalmente
desde el seno familiar y así lograr la disminución en el tema de impunidad. (Nieves Rico,
2014)

La violencia de pareja en América Latina muestra un panorama realmente


preocupante sobre la protección de la integridad física, psicológica, moral entre otras de un
numero alármate de victimas de que día a día sufren en carne propia este flagelo. Por
ejemplo, solo en Colombia hay un gran número de casos de este tipo ya que según el texto
estrategias de afrontamiento en mujeres víctimas de violencia de pareja en la ciudad de
Bogotá la violencia contra la mujer en el año 2016 alcanzo 54461 casos de los cuales 8138
correspondían a la capital Bogotá (Lancheros Guerrero, 2017)

Por otro lado, en la comunidad internacional ha reconocido con cada vez más seriedad el
maltrato hacia la mujer como un tema de salud pública directamente relacionado con la
violación directa de los derechos humanos y una barrera al desarrollo económico. Y en
respuesta a esta problemática la asamblea general de las naciones unidas realizo la
declaración de la eliminación de la violencia contra la mujer. (Bott, 2014)

En función de erradicar la violencia contra la mujer se han realizado multitud de


estudios para hacer un diagnóstico de esta situación, pero a menudo comparar los datos de
las diferentes investigaciones resulta muy complicado porque los métodos de estas son tan
variados que muchas veces se presentan resultados muy irregulares, por ello hay dos
investigaciones que aunque no tiene como eje central la violencia contra la mujer si
muestran resultados comparables en este campo. (Bott, 2014)

Estas investigaciones son las Encuestas de demográfica y salud (DHS) y las encuestas
de salud reproductiva (RHS) y recogen datos de la población de 12 países de América
latina y el caribe entre el año 2003 y 2009 y son datos obtenidos con cada mujer en el
ámbito doméstico, para llegar a realizar un estudio más a fondo de las problemáticas y del
entono del cual hacen parte.

Naciones unidas establece diferentes cifras dependiendo de las zonas en distintos tipos
de violencia contra la mujer, tales como la violencia de pareja que se presenta tanto física
como psicológica en todos los niveles socioeconómicos y en todas las poblaciones en
donde destacan las mujeres de bajos recursos económicos, las mujeres de educación
insuficientes, las mujeres casadas y las habitantes de zonas rurales. (Bott, 2014)

Las variedades de problemáticas expuestas anteriormente se discutieron en la


convención interamericana de la OEA (Organización de Estados Americanos) para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer realizada en el año dos mil
quince donde se trazaron estrategias para prevenir y generar un cambio socio cultural de
cara a esta problemática. Por ello en esta convención se establecieron grupos para generar y
dar inicio a la implementación de estrategias que serían planteadas a partir de grupos de
trabajo que se centraron en temáticas específicas. (Avalos Carrillo, 2015)

Entre estos temas se destaca el trabajo en términos socio culturales en función de hacer
conciencia para disminuir la discriminación de género. Se enfatizó en la necesidad de
generar normas en los estados para la proteger y reparar a mujeres víctimas de violencia
dando especial atención a mujeres indígenas y campesinas que constituyen grupos muy
vulnerables. Estas iniciativas estarán complementadas con atención en salud física y
psicológica por parte del estado, que también estará obligado tener bases de datos para
obtener estadísticas y resultados de las políticas. (Avalos Carrillo, 2015)

Las anteriores acciones establecen estrategias de fondo para prevenir y combatir la


violencia contra la mujer. Las mujeres emprendedoras enfrentan obstáculos que impiden su
empoderamiento y realización en la sociedad actual además la violencia contra ellas es sin
duda una de estas dificultades pues el maltrato que ellas viven a diario en muchas partes de
América Latina obstaculiza su formación productiva por ello al implementar de forma
adecuada las estrategias descritas son de vital importancia para que las mujeres encaren sus
emprendimientos en forma equitativa y para que el estado difunda y proteja estos
emprendimientos con la eficacia que se requiere. (Avalos Carrillo, 2015)

La relación entre la violencia y la dificultad para emprender se hace evidente, pues en


países como Perú las mujeres que pierden sus empleos y que no pueden encontrar otro
generalmente toman la decisión de emprender, pero si ellas son víctimas de violencia
doméstica se ven en serias dificultades porque rara vez ellas tendrán la autonomía para
manejar estos emprendimientos debido al maltrato que sufren, y además está el temor de
que sus parejas les arrebaten las utilidades y peor aún la financiación del proyecto que en
ese país casi siempre se obtiene a través de microcréditos con corporaciones financieras.
(Puente Custodio, 2015)

Por la situación anteriormente descrita muchas mujeres cuando logran autonomía para la
administración de sus procesos productivos deben esconder de sus parejas la financiación
obtenida a través de créditos para poder disponer de los recursos. Además de que existe un
agravante en caso de que este dinero le sea arrebatado a la mujer y es que a no poder
generar beneficios en su emprendimiento se puede afirmar casi con absoluta certeza que
habrá mora en el pago de estos créditos lo que lleva a inferir que una parte importante de
mujeres dueñas de microempresas tengan comportamientos de pago irregulares
directamente relacionados con el maltrato de que son víctimas. (Puente Custodio, 2015)
Desigualdad laboral

El fuerte incremento de la participación laboral femenina (PLF) constituye uno de los


fenómenos socioeconómicos más sobresalientes en América Latina en el último medio
siglo. (Foro Económico Mundial, 2014), por ende, ha sido fundamental la incursión de la
mujer dentro del ámbito laboral ya que le ha permitido cobrar un papel protagónico dentro
de la economía logrando cambiar así su pensamiento y desarrollo dentro del mismo
entorno.

Este cambio no sólo implica una intensa transformación en la vida diaria de millones de
mujeres y familias, sino que también tiene importantes consecuencias laborales, sociales y
económicas a nivel global. La pobreza, la desigualdad, el desempleo y la educación, por
nombrar solo algunas de las temáticas sociales más importantes, se ven significativamente
afectadas por la mayor entrada de la mujer a la fuerza laboral. (Gasparini & Marchionni,
2015)

A pesar del notable avance, Gasparini & Marchionni, (2015) establecen que los logros
han sido insuficientes para cerrar la brecha con los hombres en términos de salarios, nivel
de empleo y participación en la fuerza laboral, la igualdad de género en el mercado de
trabajo continúa siendo un difícil desafío para la región. Sin embargo, en algunas regiones
se reflejan fuertes cambios en cuanto a las oportunidades que los gobiernos corporativos
brindan a este tipo de mujeres por medio de la fomentación de microempresas u oferta
laboral.

Por otro lado, en América latina se ha visto que las empresas tienen un crecimiento y un
desarrollo que es más lento que el de las empresas de países en otros continentes, esta
situación se da porque las empresas no invierten en investigación y desarrollo tanto como
se debería. Por ello varios postulados han llegado a la conclusión razonable de que el
equilibrio de género en las organizaciones es muy beneficioso desde el punto de vista
financiero a su vez que los equipos de trabajo integrados proporcionalmente de mujeres y
hombres son más eficientes y productivos (Mediavilla Vargas, 2018).
Es por ello que a lo largo del tiempo se han registrado una situación que vale la pena
analizar. Si vemos el panorama de los últimos veinte años, cincuenta millones de mujeres
se han incorporado al mercado laboral en América latina, pero esta incorporación no se ha
dado únicamente porque la brecha se halla superado sino también por el crecimiento
poblacional normal esto sin mencionar que el desempleo femenino es 30% mayor que el de
los hombres aun así la participación en de la mujer paso de 45.5% en 1995 a 53% en el año
2015, teniendo en cuenta esto sería pertinente que las mujeres realizaran investigación y
desarrollo dentro de las organización a manera de emprendimiento para hacer que más
mujeres entren en este mercado si lo desean (Mediavilla Vargas, 2018).

Racismo, Grupos indígenas y Poblaciones rurales

Como lo evidencia Reygadas (2014), los negros, los indígenas, y las poblaciones del
sector campesino, han aumentado su participación de manera representativa,
reconociéndolo desde las políticas de Estado de cada país de América Latina, así como
también aparecieron varias organizaciones que reivindicaron la participación de estas
poblaciones, tanto en la economía como en su cooperación global del entorno social, dando
reconocimiento a la diversidad étnica y el carácter multicultural de estas poblaciones.

Por otro lado, dan a conocer como estos grupos han querido demostrar su
reconocimiento dentro de la economía y como han respetado su cultura para poder combatir
la pobreza y su búsqueda de desarrollar proyectos empresariales que permitan mejorar su
situación económica, emprendiendo pequeños negocios dentro de la economía informal,
participando de manera activa dentro de la sociedad. (Acosta González, Zambrano Vargas,
& Suárez Pineda, 2017).

Como evidencia el autor Garcés (2016), da a entender que la economía étnica se ha


basado en el informalismo y el emprendimiento basado en una segmentación del mercado
relacionado a su cultura e ideología lo cual ha permitido establecer redes de solidaridad
intergrupal para el sostenimiento de las empresas que mitigan las necesidades de estas
poblaciones.
Aun así las brechas étnicas en América Latina persisten; los gobiernos de estos Estados
han generado diversas fuentes de apoyo para las comunidades femeninas, con el fin de
mitigar las diferencias y realizar la inclusión económica de estas poblaciones dentro de la
economía mediante las Cooperativas sociales, por lo cual se han dedicado a generar
organizaciones que ayuden al desarrollo de las diversas actividades económicas en donde
los mayores beneficiados sean estas comunidades (Lemaitre & Richer, 2015).

Otro de los grupos más relevantes para la economía es el emprendimiento rural


femenino el cual ha tomado un gran auge ya que se deriva de unas principales fuentes
económicas de América Latina, sin embargo es el sector que menos apoyo tiene a nivel
económico para desarrollar su emprendimiento, ya que se han catalogado como
emprendimientos empíricos que no tienen ningún valor de innovación frente al mercado.
(Acosta González, Zambrano Vargas, & Suárez Pineda, 2017).

De acuerdo a lo anteriormente mencionado se puede concluir que es necesario


implementar diferentes políticas de apoyo financiero para los diferentes grupos que se
encuentran vulnerados frente a sus aspectos culturales, regionales y étnicos, para fomentar
el desarrollo económico y de emprendimiento para las mujeres de estas poblaciones.

Motivaciones de las mujeres para emprender

En cuanto a la situación familiar, las mujeres emprendedoras siempre han buscado una
iniciativa familiar, como lo muestra Uzcategui Sánchez, C. D., Zambrano Morales, Á., &
Beltrán Vega, A. (2017). Que según su estudio determinó que los principales factores
motivacionales dentro de este emprendimiento se encuentra la familia, debido a las
necesidades económicas, la falta de empleo apropiado, y sus requerimientos personales y
familiares, siempre se buscara tener un entorno familiar adecuado.

En donde siempre estará ligada a la parte afectiva de las relaciones familiares, el apoyo
moral que generará la influencia de sus familias, para el desarrollo personal de las mujeres
emprendedoras y de ahí nace la necesidad de emplearse u ocuparse para lograr obtener un
mayor beneficio para sus seres queridos.
Podemos encontrar que la familia también se destaca por ser un factor importante para
emprender, según Saavedra & Camarena (2015), se puede encontrar más fácil el equilibrio
entre la familia y la vida laboral si se decide emprender, ya que se puede integrar la vida
personal y familiar con el negocio, ya que se puede llevar a cabo una empresa familiar que
integre y fortalezca aún más sus alianzas afectivas logrando emprender.

La desigualdad de género es una de las problemáticas más comunes dentro del


desarrollo de emprendimiento femenino como lo evidencian Olaz & Ortiz (2017), quienes
determinan que la diferencia de ambos sexos en la parte de la creación de empresas es
notable ya que la mujer va más enfocada al consumismo además de eso que tiene poco
desarrollo tecnológico, contrario a las empresas que son fundadas por hombres que son más
prosperas debido a los valores agregados que le infunden dentro del mismo
emprendimiento.

Sin embargo, Saavedra (2015) infiere de acuerdo a estudios realizados que la


desigualdad de género en América latina ha disminuido considerablemente gracias a las
diversas políticas en las que las mujeres han sido reconocidas como agentes indispensables
del crecimiento económico, por ende desarrollan de manera más prospera sus
emprendimientos.

De acuerdo con el informe emitido por la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe CEPAL (2017), reflejan los diferentes planes que se están llevando a cabo frente a
la igualdad de género los cuales permiten orientar las acciones de los Estados frente a esta
inclusión de género femenino a la sociedad para disminuir la brecha existente, por lo cual
con el siguiente cuadro evidenciamos los diferentes planes y las entidades que están a cargo
de los mismos.
Tabla 2. Planes de Igualdad en América Latina y el Caribe Fuente: (Comision Economica
para América Latina y el Caribe CEPAL, 2017)

Experiencias de emprendimientos en Latinoamérica

En América Latina se han dado diversos tipos de experiencias del emprendimiento los
cuales han permitido el desarrollo de la economía, a continuación, mencionaremos algunos
casos de emprendimiento que han realizado diferentes grupos que pertenecen a grupos
vulnerables.

Un ejemplo es un grupo de mujeres de una comunidad rural del Perú llamada Taquile en
Puno que han iniciado una actividad de turismo rural que les ha permitido promocionar su
hogar como destino de entretenimiento a los extranjeros y les ha permitido empoderarse y
hacerse con un perfil más igualitario en relación con los hombres. En consecuencia, las
mujeres de esta comunidad rural han ejercido un papel más activo en los procesos de
desarrollo de su entorno. (Pérez Galán, 2015)
De acuerdo a la investigación realizada por Meza Clark & Meza Clark (2018) en la que
se tomó una muestra de ciento noventa emprendedoras de bajos recursos en la ciudad de
Guayaquil en la que se evidencio que este grupo poblacional mediante la generación de
microempresas han encontrado un método para acceder a una independencia económica
ante el abandono del estado. Estos emprendimientos destacan que a pesar de la educación
básica que tenían estas mujeres pudieron incluso acceder a financiación por medio de
microcréditos y a capacitación para la gestión de estos.

México es uno de los países que más avances ha tenido con la inclusión de la mujer
dentro de la economía rural como lo evidencia Chong González (2018), en donde se
establece que las mujeres del sector han generado empresas Pymes exitosas que han
generado empleo a las mujeres campesinas y aportando a la economía del país en la parte
agrónoma, desarrollando actividades para explotar la parte agraria que está desarrollada por
mujeres campesinas las cuales se ven beneficiadas por su situación familiar lo cual les
permite mejorar su calidad de vida.

En Ecuador se encontró que le están dando una importancia significativa a las empresas
de economía solidaria y a las empresas que están conformadas por indígenas las cuales han
tenido un mayor desarrollo en los últimos años, como por ejemplo la empresa Camari la
que proviene de la tribu quichua la cual se dedica a la comercialización de productos
agrícolas mediante el fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP), que es una entidad
privada con finalidades sociales, la cual surgió para ayudar a las comunidades a
comercializar sus productos agrícolas y artesanales. (Coral Guerrero, Chávez Rivera,
Fernandéz García, & Pérez Rico, 2018)

Otro claro ejemplo que nos muestran los autores Coral Guerrero, Chávez Rivera,
Fernández García, & Pérez Rico, (2018) es la empresa El Salinerito, empresa que forma
parte del Gruppo Salinas la cual es una cooperativa integrada por el 47% de personal
femenino empoderadas, que se ha interesado por el bienestar de las comunidades de
mujeres de salinas en las que les ayudan la producción de sus quesos, turrones y gran
variedad de artesanías para ejercer actividades de exportación dándose a conocer como una
de las grandes cooperativas que prestan mayores beneficios a las comunidades de esta
región mediante el emprendimiento femenino de las líderes de las familias de estas
comunidades.

Conclusiones

Las mujeres en estado de vulnerabilidad enfrentan muchas circunstancias adversas que


les dificultan la iniciación de procesos productivos autónomos, por lo que es necesario dar
celeridad a las políticas de mitigación de violencia de género y exclusión social de las que
son víctimas estos grupos poblaciones. Teniendo en cuenta todos los diagnósticos y
soluciones planteadas por diversas organizaciones internacionales como la ONU, CEPAL
entre otras se evidencia que aún falta voluntad política de los gobiernos para emprender
acciones de fondo para disminuir y en el largo plazo acabar con las circunstancias
anteriormente descritas.

Se puede observar que a pesar de las diferentes brechas que aún existen en América
Latina hay ejemplos de mujeres que en diferentes contextos han logrado desarrollar de
manera autónoma ideas e iniciativas que se han traducido en proyectos productivos exitosos
que han aportado al progreso de sus entornos y comunidades además de empoderarlas y
hacer ver que en sus casos su fragilidad no es algo inherente a ellas sino que es
consecuencia directa de un gobierno indiferente y de una sociedad machista y poco
desarrollada culturalmente.

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