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1) Marcos Conceptuales Geografía Económica - Liberali, Ana María
1) Marcos Conceptuales Geografía Económica - Liberali, Ana María
Resumen
Abstract
The present paper has as objective the enunciation of conceptual frameworks destined to its
application both in the teaching as in the investigations referring to the Economic Geography.
There is a tendency at world level and, from Argentina, to consider that this discipline can only
be developed from mere statistics that, although they are essential in an early stage of all
scientific knowledge, should not lack a conceptual framework that makes sense.
*
Universidad Nacional de Mar del Plata
Co-directora del Grupo de Estudios Regionales
And although in this case an analytical development of such concepts is not done,
unconventional forms of interpreting the reality that have in common the ascription to Marxist
theory are put on the board.
Introducción
“El entorno material que rodea (al hombre) no es algo directamente dado desde toda
una eternidad y constantemente igual a sí mismo sino el producto de la industria y del estado
social, en el sentido de que es un producto histórico, el resultado de la actividad de toda una
serie de generaciones, cada una de las cuales se encarama sobre los hombros de la anterior,
sigue desarrollando su industria y su intercambio y modifica su organización social con
arreglo a las nuevas necesidades” (Marx, La Ideología Alemana, 1959).
Parecería que la contaminación fuera un fenómeno que el “hombre” como ser biótico,
uno más del ecosistema global, generara sobre la naturaleza prístina sólo por maldad intrínseca,
como fiel descendiente de Caín. Se despoja así al “hombre” de la sociedad, aquel contexto en
el cual le toca vivir y que lo modifica y condiciona a su antojo, por más que intente, a veces,
evadirse. Sin embargo, el lugar social que se ocupará no está desligado del económico, y por
ende, tampoco del “ambiente natural” del cual se podrá disponer. Es así como los aspectos
socio-económicos son en sí mismos inseparables de los físico-ecológicos.
Cada sociedad tiene una organización interna que permite lograr a algunos de sus
miembros, los objetivos más trascendentes e imprescindibles, los de la subsistencia; mientras
que a otros, les otorga beneficios materiales muy superiores, como hiperconsumo de bienes
suntuarios. Así es como una sociedad, a partir del desarrollo de determinado modo de
producción, hace uso y abuso de los elementos provenientes de la naturaleza que tiene a su
alcance. Por lo tanto, la contaminación de la naturaleza o del medio, del ambiente, del hábitat
o como se lo prefiera denominar, dependerá de las necesidades de lograr beneficios económicos
inmediatos a menores costos, por parte de quienes hegemonizan los medios de producción.
Si bien podría llegarse a la conclusión, de que por estar presentes en la corteza terrestre,
todos contaminamos, los beneficios, las responsabilidades y los costos, serán diferentes, tanto
como las desigualdades socio-económicas. Habrá entonces quienes concentrarán los beneficios
y otros que sólo pagarán los costos.
Las manifestaciones geográficas no son más que un espejo de las socio-económicas,
cumpliéndose la misma lógica territorial con absoluta prolijidad.
Define a la formación social, como la totalidad que expresa la forma en que, en cada
momento histórico, la sociedad humana ha logrado transformar la naturaleza.
En la organización del espacio se ven reflejadas las relaciones de clase de la sociedad
instalada en un determinado territorio, sea en el arreglo de los mismos objetos espaciales
(catedrales, hospitales, cárceles, fábricas, viviendas, etc.) o en el conjunto de los mismos, desde
las áreas residenciales urbanas hasta los usos del espacio agrícola, las redes de transporte y la
estructura misma del espacio nacional.
“(…) el modo como los hombres producen sus medios de vida depende, ante todo, de la
naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que se trata de reproducir”
(…) Es “un determinado modo de vida de los mismos. Tal y como los individuos
manifiestan su vida, así son. Lo que coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con
lo que producen como con el modo como producen. Lo que los individuos son, depende, por
tanto, de las condiciones materiales de su producción” (Marx, K.; La Ideología Alemana,
1959).
PRIMERA NATURALEZA
Los factores naturales no llegan a ser esenciales en tanto elementos constituyentes del
mundo social, a menos que el hombre los incorpore al ámbito de su práctica productiva.
Los mares o tierras bajas que representaban obstáculos para la práctica humana,
actualmente son vías de comunicación y tierras de apropiación agropecuaria, industrial o
residencial.
ASENTAMIENTO HUMANO
Producto del proceso de sedentarización
Se vincula con su actividad productiva
Es el resultado de la división social territorial del trabajo
Unidad dialéctica de relaciones humanas y naturales
FORMACIÓN DE ASENTAMIENTOS
DOMINIO TERRITORIAL:
Es el territorio ocupado efectivamente por una FORMACIÓN SOCIAL que ha
establecido su asiento; y organizado su vida colectiva y defensa.
FORMACIÓN ESPACIAL:
Es el patrón de usos del espacio.
=UNIDAD DIALÉCTICA=
=MUDABLE Y CONTRADICTORIA
FORMACIÓN ESPACIAL:
- contradicción entre su carácter natural e histórico: ambos planos de la realidad
que deben captarse en forma conjunta.
AL CAMBIAR LA FORMACIÓN SOCIAL como consecuencia de la práctica
revolucionaria de las masas, la FORMACIÓN ESPACIAL asociada se torna obsoleta pero
algunos elementos no desaparecen totalmente, sino que aun degradados, se reintegran con otros
roles.
REGIÓN: es el conjunto relativamente homogéneo de relaciones sociales de
producción, localizado, asociado a un tipo específico de producción, sea éste agrario, industrial,
forestal o minero que se cumple acorde con un dado patrón de división social territorial del
trabajo más elementos superestructurales.
La REGIÓN es el PRODUCTO
DE LA DIVISIÓN SOCIAL TERRITORIAL DEL TRABAJO
La FORMACIÓN ESPACIAL
es la totalidad que expresa las relaciones entre la sociedad humana y el espacio
RELACIÓN HOMBRE-NATURALEZA
La NATURALEZA SOCIAL tiene distinto carácter en cada etapa histórica. Las fuerzas
productivas de la sociedad (incluidas las naturales), se desarrollan a distinto ritmo (lucha de
clases).
RELACIÓN TÉCNICO-
NATURAL RELACIÓN HISTÓRICO-
SOCIAL
Hombre-naturaleza
Hombres-hombres
PRODUCCIÓN (Y DISTRIBUCIÓN)
Y CAMBIO
Son ARTICULACIONES de una TOTALIDAD
MODO DE PRODUCCIÓN DOMINANTE
SEGUNDA NATURALEZA: - nueva dimensión como soporte y como escenario.
ESTRUCTURA ECONÓMICA: - fundamento y razón de ser de la sociedad.
SUPERESTRUCTURA: -relaciones de dominación, jurídicas, políticas, etc. que también
toma al ESPACIO como escenario de estas actividades= consolidación de un dominio
territorial cuyos recursos utiliza en su provecho y defiende (diplomacia y guerras), y
mantener su usufructo o pretendiendo la anexión de otros territorios y grupos sociales a
fin de promover la expansión de sus fuerzas productivas.
ESPACIO:
Condición originaria
Naturaleza transformada
Lugar de paso de los flujos
Subordinación no siempre lograda: naturaleza adaptada a prácticas humanas ajenas a
ese espacio (SUPERESTRUCTURAL)
SISTEMA REGIONAL
ESTRUCTURA INTERNA DE LAS DIFERENTES REGIONES
FORMAS DE
INTERCONEXIÓN
ROL DE CADA
UNO DE LOS
ASENTAMIENTOS
FORMAS DE FORMAS DE
INTERCONEXIÓN INTERCONEXIÓN
R R
FORMACIÓN SOCIAL
FORMACIÓN ESPACIAL
UNIDAD DIALÉCTICA por lo tanto mudable y contradictoria,
que expresa las condiciones de desarrollo del proceso de humanización
de la naturaleza.
PERIFERIA CAPITALISTA
ENTRE PAÍSES
AL INTERIOR DE CADA PAÍS
DENTRO DE LOS SECTORES PRODUCTIVOS
ENTRE LA AGRICULTURA Y LA INDUSTRIA
ENTRE LOS DIFERENTES ASENTAMIENTOS HUMANOS
ENTRE LAS REGIONES
ENTRE LA CIUDAD Y EL CAMPO
EN EL SENO DE LAS CLASES SOCIALES
Si bien durante más de medio siglo, la CEPAL ha sido la principal fuente mundial de
información y análisis sobre la realidad económica y social de América Latina y el Caribe, y a
través de los diferentes decenios pueden marcarse cuatro rasgos, como el enfoque histórico-
estructuralista, la inserción internacional, el análisis de los condicionantes estructurales internos
(del crecimiento y del progreso técnico, y de las relaciones entre éstos, el empleo y la
distribución del ingreso), y el análisis de las necesidades y posibilidades de acción estatal, la
riqueza del método cepalino reside en haberse basado en la oposición entre “centro” y
“periferia”. A partir de la abstracción teórica generada por Prebisch, el método sirvió para
afirmar que la inserción de América Latina en la economía mundial era a nivel de periferia,
produciendo bienes y servicios con una demanda internacional poco dinámica, y a la vez
importadora de bienes y servicios con una demanda interna en rápida expansión y asimiladora
de patrones de consumo y tecnologías adecuadas para el centro, pero inadecuadas para la
disponibilidad de recursos y los niveles de ingreso de la periferia; además del modo singular de
industrialización, con sus consecuentes diferencias en la forma de introducir el progreso técnico
y crecer, así como la absorción de la fuerza de trabajo y la distribución del ingreso.
A modo de ejemplo de lo que se ha enunciado precedentemente, podríamos considerar
la existencia de periferias de periferias. Un caso paradigmático es el del área algodonera del
Chaco que constituye una periferia dentro del mapa provincial, siendo a la vez el Nordeste en
su conjunto, una periferia de la región pampeana, que a la vez pertenece a un país
latinoamericano periférico a nivel mundial.
Modo de producción es, según la teoría marxista, el conjunto de las fuerzas productivas
y las relaciones que las personas de una determinada sociedad establecen entre sí para producir
los bienes necesarios para su desarrollo. El término fue utilizado por primera vez en el folleto
inédito La ideología Alemana de Karl Marx y Friedrich Engels.
Este modo de producción no debe considerarse solamente en el sentido de la
reproducción de la existencia física de los individuos. Es más bien, un determinado modo de la
actividad de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un determinado
modo de vida… Los individuos son tal y como manifiestan su vida. Lo que son coincide, por
consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen como con el modo de cómo
producen. Lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su
producción. Esta producción sólo aparece al multiplicarse la población, y presupone, a su vez,
un trato entre los individuos. La forma de este intercambio se halla condicionada, a su vez, por
la producción (Karl Marx y Friedrich Engels, La ideología alemana, 1845).
Las relaciones de producción que las personas establecen entre sí se expresan,
jurídicamente, en determinadas relaciones de propiedad de los medios de producción.
El modo de producción capitalista es uno de los que Marx definió como estadios de la
evolución de la historia económica caracterizados por un determinado nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas y una forma particular de relaciones de producción.
La definición marxista del modo de producción capitalista se centra en el
establecimiento de unas relaciones de producción basadas socialmente en la existencia de
proletarios que no poseen medios de producción ya que pertenecen a los capitalistas, con los
que realizan un contrato de trabajo, mediante el cual venden su fuerza de trabajo, que es la única
propiedad que tienen, a cambio de un salario, como única manera de conseguir los medios
necesarios para su subsistencia. Es el capitalista el que organiza la producción, que en su
aspecto técnico está determinada por un nivel de desarrollo económico propio de la época
industrial, en que el capital ha adquirido el predominio sobre la tierra, que era la fuerza
productiva dominante en los modos de producción anteriores (esclavismo y feudalismo).
La clave de la concepción marxista del capitalismo está en los conceptos de alienación
(el hecho de que el proceso y el producto del trabajo devienen ajenos al trabajador); y de
plusvalía, o sea, el valor incorporado por el trabajador asalariado al producto que excede en
valor al que representa el salario (teoría del valor-trabajo). En esa diferencia de valor estriba
para Marx el beneficio del capitalista, puesto que es éste el que realiza el valor de lo producido
mediante la venta en el mercado, que genera un precio que ha de ser superior al costo de
producción si es que la actividad económica ha sido exitosa.
La apariencia libre del contrato entre capitalistas y trabajador (que según la teoría liberal
habría de ser individual y sin interferencias de negociación colectiva de sindicatos o legislación
protectora del Estado) apenas enmascara la presión a la que está sometido éste por la existencia
de un ejército industrial de reserva, que es como Marx denomina a los desempleados que están
dispuestos a sustituirle. No es original de Marx, sino de Ricardo y otros pensadores liberales,
la idea de que el funcionamiento libre del mercado somete a los salarios a una ley de bronce
que impide que asciendan más allá del límite de la subsistencia. Los proletarios deben de cuidar
ellos mismos de la reproducción de la fuerza de trabajo.
La crítica marxista al capitalismo sostiene que este modo de producción contiene
contradicciones inherentes que provocan las crisis cíclicas. Karl Marx, en su obra El Capital,
fundamenta esta opinión aduciendo que cada vez es más difícil para el capitalista valorizar su
capital. Las relaciones de competencia a las que está sujeto el capitalista, obligan a éste a
implementar de manera constante y creciente nueva y mejor maquinaria para incrementar la
productividad del trabajo y, de esta forma, vender sus mercancías a precio más bajo que sus
competidores directos. De este modo, disminuye el componente "trabajo vivo" (la contratación
de trabajadores) dando lugar a lo que Marx denomina "ejercito industrial de reserva" es decir,
una considerable parte de la clase obrera que queda a la espera de un trabajo. Esta espera forzosa
que impone el capitalismo a la clase obrera, hace que este "ejercito industrial de reserva" se
convierta, por un lado, en una importante masa de pobres e indigentes, y, por otro lado, en causa
de la imposibilidad de que el salario ascienda rápidamente (debido al excedente de oferta de
fuerza de trabajo).
Este es el caso de la agricultura en los países periféricos, donde tanto el ejército
industrial de reserva como la posibilidad de que la fuerza de trabajo sea reemplazada por la
maquinaria, sostienen al salario en valores de mínima subsistencia, por lo cual ingresa en el
proceso todo el grupo familiar. Por otra parte, tanto por agotamiento de los suelos sobre-
explotados como por la variación de los precios en el mercado, hacen que los dueños de los
medios de producción, utilicen agrotóxicos para sostener los márgenes de ganancias.
Para Ernest Laclau, los modos de producción se definen a partir de cinco preguntas
básicas:
¿Qué se produce?
¿Dónde se produce?
¿Cómo se produce?
¿Quién produce?
¿Para quién se produce?
¿Qué se produce?, estaría refiriéndose al producto central generado, que puede ser
tanto de carácter agropecuario como forestal, pesquero o minero.
¿Dónde se produce?, determinaría el espacio geográfico o territorio.
¿Cómo se produce?, haciendo referencia a cuestiones tecnológicas, que puede ser con
una alta participación de mano de obra con técnicas tradicionales muy rudimentarias, o bien
con tecnología de última generación.
¿Quién produce?, presentándose aquí una doble significación. Por un lado, las
empresas o productores individuales que administran y comercializan, y por otro, los
trabajadores que llevan a cabo la tarea específica en el campo.
¿Para quién se produce?, buscando definir los mercados, que podrían ser tanto de
carácter nacional como internacional.
5. De lo rural a lo urbano
La separación entre el espacio rural y el urbano depende exclusivamente de
delimitaciones arbitrarias, basadas en el tamaño de los municipios o en la participación
porcentual de la población en actividades primarias. Sin embargo, podríamos diferenciar esos
espacios, a partir del valor de la tierra cuando se trata de la expansión de un centro urbano.
Pero en cuanto a los hábitos, actitudes, valores y demandas, como en cuanto a las
estructuras y relaciones de producción, no podemos establecer diferencias en la actualidad.
Mientras que la sociedad industrial se definió como un proceso civilizatorio, uno de
cuyos elementos fundamentales fue la urbanización, lo rural nunca se ha definido, quedando
como residuo de lo que aún no es urbano.
Cuando Henri Lefebvre habla de la urbanización del mundo campesino, quiere decir
que lo urbano ya no está únicamente en las ciudades; y ese proceso que se veía como de
colonización cultural, es en realidad la extensión del núcleo civilizatorio –capitalista e industrial
de los siglos XIX y XX a la totalidad del territorio social.
La urbanización es un proceso indisociable de la revolución industrial y el capitalismo,
de forma que únicamente allí donde las formas de intercambio y de relación no sean de tipo
capitalista, podríamos hablar tal vez de cultura rural, es decir preindustrial, y en ese sentido,
pre-capitalista. Pero según Lefebvre, allí donde triunfan el intercambio de mercancías, el dinero,
la economía monetaria y el individualismo, la comunidad se disuelve, es reemplazada por la
exterioridad recíproca de los individuos y el “libre contrato de trabajo”.
En realidad, esta tesis es de Marx, quien en el Manifiesto Comunista afirma que el
capitalismo “ha sometido el campo a la ciudad”. Y no solo por el mero efecto de la
concentración demográfica, sino también por la ruptura de las relaciones sociales y de
producción tradicionales. Por lo tanto, ¿cuál es el sentido de hablar hoy en día de lo rural y lo
urbano como categorías con vida propia?
Por lo tanto, no mantendremos en este trabajo las ficciones epistemológicas de geografía
rural y geografía urbana, como meras nominaciones al tamaño demográfico. La dicotomía no
nos sirve, y si bien pueden existir gradaciones, no es sencillo determinarlas, y tampoco
necesario. Ya el aislamiento informacional casi no existe, tanto por los medios de comunicación
masivos como por las redes de telefonía e internet.
Lefebvre es consciente de que este proceso en absoluto deja fuera a los supuestos
rurales: "¿El campo?: ya no es más -nada más- que 'los alrededores' de la ciudad, su horizonte,
su límite.” ¿Y las gentes de la aldea? Desde su punto de vista ya no trabajan para los señores
terratenientes. Ahora producen para la ciudad, para el mercado urbano. Y si bien saben que los
negociantes de trigo o madera los explotan, no obstante, encuentran en el mercado el camino
de la libertad. Información, cultura, poder de decisión, son en suma los elementos claves en el
proceso de urbanización.
Sin conclusiones
Por tratarse de un ensayo donde solamente se enuncian diversas teorías, este trabajo
carece de conclusiones. Simplemente se invita a docentes e investigadores a aplicar estos
marcos conceptuales a la enseñanza y a la investigación en Geografía Económica.
BIBLIOGRAFÍA