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Objetivo general:
Conocer si existe una relación entre el bienestar espiritual y la resiliencia que tienen las personas
durante el proceso de duelo.
Objetivo(s) específicos:
Conocer el nivel de bienestar espiritual de las personas durante el proceso de duelo
Conocer el nivel de resiliencia que tienen las personas durante el proceso de duelo.
Hipótesis:
Cuanto menor bienestar espiritual existe, mayor complicación durante el proceso del duelo.
Preguntas de investigación:
¿Qué relación hay entre el bienestar espiritual y la resiliencia que tienen las personas durante el
duelo?
¿Cuál es el nivel de bienestar espiritual de las personas durante el proceso de duelo?
¿Cuál es el nivel de resiliencia que tienen las personas durante el proceso de duelo?
Antecedentes
El duelo se conoce como un proceso natural en el que el doliente pasa una serie de fases,
etapas o tareas según el autor que dirige a la superación o adaptación de dicho proceso. Es
importante destacar que no es necesario que cada persona y proceso de duelo experimente
cada una de las fases y que estas fases se cumplan con una secuencia determinada. (Ortego
y Alconero, 2001)
Acinas (2011) destaca los siguientes factores de vulnerabilidad para padecer un duelo patológico o
complicado: Circunstancias específicas de la muerte. Se consideran más traumáticas las muertes
súbitas inesperadas e inoportunas, las muertes múltiples, las muertes por asesinato o catástrofe y
las muertes por suicidio o autonegligencia. Por otro lado, cuando la muerte se produce tras largas
enfermedades y el cuidador principal ha sido una única persona, el superviviente se siente vacío
tras el fallecimiento. También hay dificultades cuando la pérdida es incierta (Ej. un soldado en acto
de servicio no se sabe si está vivo o muerto) y cuando hay pérdidas múltiples.
https://www.psicociencias.org/pdf_noticias/Duelo_patologico.pdf
La resiliencia comprende al menos dos niveles. En primer lugar está la resistencia o la capacidad de
permanecer integro frente al “golpe”; además, la resiliencia comprende la capacidad de construir
o de realizarse positivamente pese a las dificultades (Vanistendael, 1995).
Planteamiento del problema:
El duelo es una respuesta psicofisiológica la cual se presenta ante una perdida significativa donde
existe unas manifestaciones a nivel cognitivo, comportamientos, emociones y sentimientos.
(Villagómez, Peña y Franco, sf ). Es un proceso único e individual que está en constante
movimiento, es decir, no es un estado estático con secuencias establecidas.
Existe un duelo complicado DC donde se presentan factores de riesgo las cuales alteran el bienestar
psicosocial del doliente. Este tipo de duelo se caracteriza por la prolongación de los síntomas que
usualmente se presentan a las pocas semanas de la muerte del ser querido, sin embargo, el duelo
complicado se caracteriza por que los síntomas perduran a través del tiempo y existe una
disfuncionalidad en la vida del doliente. (Villagómez, Peña y Franco, s.f) Los síntomas que
prevalecen son ansiedad por separación, dolor ante el recuerdo del difunto, dificultad para aceptar la
pérdida, evitación de recuerdos, personas, objetos o lugares relacionados con el fallecido, hay un
sentimiento de vacío o pérdida de sentido, y una sensación de entumecimiento emocional. (Estevan,
2017).
A lo largo de la vida del ser humano está obligado a experimentar ciertos procesos de duelo los
cuales no son percibidos como perdidas, por ejemplo, el divorcio de los padres, cambio de hogar o
de escuela, transición de infancia a la adolescencia, diagnóstico de enfermedades, desempleo, etc.
(Cabodevilla, 2007).
Según varios estudios sobre duelo, Luna (2017) señala que cada muerte puede afectar en promedio
hasta a diez personas, y se estima que alrededor del 10% de los dolientes sufren los problemas de
duelo que están atravesando los tienen graves consecuencias para su salud física y mental.
De acuerdo con el sitio web Worldometers (2020), en el presente año se estima que murieron
22.009.912 personas en todo el mundo, lo que significa que hay más de mil millones de personas
que está pasando por un proceso de duelo.
Según la Instituto Nacional de Geografía e Información Estadística INEGI (2019), en México
fallecieron un total de 722,611 personas, por lo que se puede estimar que más de 7 millones de
personas lloraron ese año y más de 700,000 experimenta un duelo complejo que nos impulsa a
prestar especial atención a este proceso (Luna, 2017).
Yoffe (2013) menciona “En mi investigación se corroboró que los participantes religiosos contaron
con mayores recursos que las personas no religiosas, ya que recibieron - no sólo apoyo social
(práctico, emocional y cognitivo) de familiares y amigos-, sino también apoyo espiritual de clérigos
y maestros y de pares del grupo religioso en el duelo anticipado, en las ceremonias funerarias y a lo
largo de todo su duelo. El apoyo espiritual ayudó en la disminución del malestar, en la promoción
de estados positivos, en las tareas de búsqueda y atribución de sentidos que les permitieron alcanzar
la aceptación de la pérdida del ser amado”. Religión, espiritualidad y psicoterapia en el duelo. |
Laura yoffe - Academia.edu
Justificación:
El interés por investigar esta problemática surgió con el fin de comprobar la importancia de la
espiritualidad durante un hecho tan significativo como la pérdida de un ser querido, y como la
espiritualidad nos ayuda en ser seres resilientes ante momentos tan difíciles. Este proyecto se lleva a
cabo por que según los antecedentes existe una relación entre ambas variables, es así como surge
necesidad de concientizar de como la religión ayuda al proceso de adaptación ante una pérdida.
Es importante mencionar que dicha investigación se llevara a cabo de carácter cuantitativo-
correlacional ya que se medirá el nivel de espiritualidad mediante la Escala de Bienestar Espiritual
(EBE), donde se prende interpretar la relación que hay entre la espiritualidad y la resiliencia durante
el proceso del duelo.
Los resultados que nos arrojará en dicha investigación nos servirán para comprobar que es una
problemática social ya que en la actualidad hablar de luto y muerte sigue siendo un tema tabú.
Normalmente la sociedad no es tolerable, empática o respetuosa con el doliente, y estos son factores
para llevar un proceso sano.
Referencias