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Santiago (Jacobo)

Autor

La auto-identificación del autor como Jacobo, su aceptación y su preservación como una carta con autoridad
apostólica en la iglesia muy temprano indica que el autor era muy conocido y con autoridad. Hay cuatro individuos
identificados como Jacobo en el NT.

1. Jacobo, el padre del Apóstol Judas (Lucas 6:16; Hechos 1:13). Este Apóstol Judas era distinguido del traidor
por el nombre de su padre. Este individuo es demasiado poco conocido para ser considerado el autor de la
Epístola.

2. Jacobo, el hijo de Alfeo, era un Apóstol (Marcos 3:18). Probablemente él es el mismo hombre llamado Jacobo,
el menor (Marcos 15:40). Pero, hay muy poco mención de él como alguien de mucha importancia en la iglesia
primitiva.

3. Jacobo, el hijo de Zebedeo era uno de los Apóstoles y el hermano del Apóstol Juan (Marcos 1:19; 5:37; 9:2;
10:35; 14:33). Orígenes (185-254 d.C.) atribuyó la Epístola a un Apóstol (Comentario sobre Juan, frag. 126).
Pero, su martirio (c. 44 d.C.) (Hechos 12:2) era muy temprano.

4. El candidato más ideal para el autor es Jacobo, el hermano de Jesús (Hechos 12:7; 15:13; 21:18; Gálatas 1:9).

Hay varias buenas razones para aceptar este Jacobo como el autor:

1. Él es el líder más destacado en la iglesia primitiva con el nombre Jacobo.

2. Hay semejanzas entre el griego de la Epístola y el discurso de Jacobo en Hechos 15:13-21.

3. Hay muchas alusiones a las enseñanzas de Jesús en la Epístola. El autor es muy familiar, en una manera
independiente, con el mensaje de Jesús, lo cual da evidencia a una persona que tenía acceso a una forma oral de
estas enseñanzas y que escribe antes que fueron escritas en los Evangelios Sinópticos.

4. El libro tiene un ambiente muy judío. La situación de los cristianos judíos en la Epístola es similar a las
condiciones en Jerusalén en el medio del primer siglo d.C., dónde Jacobo era el anciano de la iglesia. Patrones
ricos aprovechaban de los pobres (5:1-6) y había muchas facciones y divisiones entre los judíos luchando para
controlar a los judíos y la ciudad (4:1).

5. El autor presume a tener autoridad sobre los cristianos judíos a los cuales él escriba. Ellos viven en la diáspora,
y es muy probable que Jacobo quería animarlos como líder de la primera iglesia en Jerusalén.

6. Eusebio (c. 325 d.C.) clamó que la carta fue atribuido por la mayoría a Jacobo, el hermano de Jesús, pero que
había algunos que dudaban esta identidad para el autor (H.E. 3.25.3; 2.23.25).

7. A pesar que la Epístola no era incluida en las listas canónicas tempranas, era conocida y citada al final del
primer siglo (Pastor de Hermas, 1 Clemente).

La autoría de Santiago (Jacobo) es considerada seudónima por muchos estudiantes por varias razones:

1. Muchos dudan que el autor es Jacobo porque él no se identifica a sí mismo como el hermano de Jesús ni
menciona su encuentro con el Cristo resucitado (1 Corintios 15:7). Pero, ésta es una buena razón de aceptar la
Epístola como genuina porque el anciano Jacobo no aprovechó de su relación familiar con Jesús. Lucas
tampoco no identifica su relación familiar con Jesús en Hechos.
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2. La carta fue escrita en un griego bien helenística. Pero, es posible que un judío de palestina podía tener fluencia
en griego. La Epístola fue escrita bien, pero no como algo del griego clásico de las obras muy literarias del día.
No tiene el mismo nivel de griego que Lucas tiene. La Epístola tiene más en común con obras escritas en
Griego por otros judíos del primer siglo que obras clásicas helenísticas. Es siempre posible que Jacobo encontró
ayuda con su griego también.

3. Algunos argumentan que el autor, en contraste a lo que es conocido de Jacobo (Gálatas 2:12; Hechos 21:17-
25), toma un punto de vista liberal de la Ley, porque la llama, “la ley de libertad” (1:25; 2:12). Pero, no se
puede concluir con certeza que Jacobo era un cristiano judaizante de los datos en Hechos y Gálatas. Santiago
no argumenta una libertad de la Ley de Moisés y es consecuente con lo que Lucas describe en Hechos en
cuanto a la obediencia de los cristianos judíos a la Ley. La Epístola es consecuente con el discurso de Jacobo en
Hechos 15.

4. Algunos argumentan que el autor es totalmente consciente de la Epístolas paulinas, entiende mal la teología
paulina acerca de la justificación y escribe una polémica contra Pablo usando el nombre de Jacobo para que
tenga más autoridad. Pero, el autor nunca cita Pablo. Su ignorancia de Pablo da más evidencia a la teoría que
Jacobo escribió antes que reunió con Pablo que después. La falta de una referencia al debate judío—gentil en
Hechos 15, habla de un tiempo antes que la controversia empezó. Si el autor es consciente de la enseñanza
paulina sobre la justificación por fe aparte de la Ley, su conocimiento no es basado sobre las Epístolas paulinas,
sino sobre rumores.

Jacobo es nombrado primero en la lista de los hermanos de Jesús (Mateo 13:55; Marcos 6:3). Esto puede
indicar que él era el segundo hijo en la familia, o puede ser una alusión a su importancia en la iglesia primitiva.
Como uno de los hermanos de Jesús, él no creyó en Jesús durante su ministerio terrenal (Marcos 6:4; Juan 7:5). Los
hermanos procuran persuadir a Jesús a abandonar su ministerio y dudaban su buen juicio (Mateo 12:46; Marcos
3:20-21, 31-32). Pero, después de la resurrección, el Señor apareció especialmente a su hermano Jacobo (1
Corintios 15:7). Llegó a ser uno de los líderes principales de la iglesia en Jerusalén y probablemente era considerado
un anciano. Nunca fue nombrado Apóstol en Hechos. Pablo lo llamó una columna de la iglesia en Jerusalén
(Gálatas 2:9) con lo cual reunió en su primera visita a Jerusalén tres años después de su conversión (Gálatas 1:19;
Hechos 9) y otra vez once años después en su segunda visita (Gálatas 2:9; Hechos 11–12).

La importancia de Jacobo en la iglesia en Jerusalén se ve temprano en Hechos 12:17 donde él recibe honor de
Pedro cuando el Apóstol se escapa de la cárcel. Aunque la Epístola probablemente fue escrita antes del concilio de
Hechos 15, era la opinión y el consejo de Jacobo que más persuadió a los cristianos judíos (15:12-21). Jacobo toma
la postura de Pablo en argumentar que los gentiles no son requeridos a obedecer las demandas ceremoniales de la
Ley para entrar en la iglesia. Nada en su opinión expresa la libertad de los judíos cristianos de la Ley. La obediencia
a la Ley se ve bien en la última visita de Pablo a (Hechos 21:18). La petición de Jacobo en cuanto a la ofrenda de
sacrificios para purificar algunos hermanos judíos, los cuales hicieron votos nazarenas, refleja la práctica de los
cristianos judíos primitivos que mantenían su obediencia a la Ley de Moisés.

Jacobo fue martirizado alrededor de 62 d.C. en las manos del sumo-sacerdote, Ananías. Ananías aprovechó de
la muerte de Festo para llamar un concilio para juzgar a los judíos cristianos. “Festo era muerto ahora, y Albinio
estaba en el camino; entonces (Ananías) llamó el sanedrín de jueces, y trajo antes de ellos el hermano de Jesús,
llamado el Cristo, el cual era llamado Jacobo, y algunos otros; y cuando formó una acusación contra ellos, como
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desobedientes de la ley, los entregó a ser apedreados.” Las acusaciones eran falsas y la sentencia ilegal, por las
cuales los judíos no-cristianos acusaron a Ananías y él perdió su puesto de sumo-sacerdote.

Así que, el autor es un líder judío cristiano obediente a la Ley de la iglesia primitiva en Jerusalén. Él también
refleja una dedicación sin compromiso a las enseñanzas de su hermano, Jesús.

1
Josefo Antigüedades, 20.9.1 (§200).
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Trasfondo histórico
La situación más probable de la Epístola presume que Jacobo escribe una carta pastoral a cristianos judíos que
fueron forzados a huir de Jerusalén para vivir entre los judíos de la diáspora (Hechos 8:1; 11:19). Lucas describe a
estos cristianos judíos perseguidos como los “esparcidos” [Oi` diaspare,ntej] (Hechos 11:19). Parece que la
Epístola fue escrita a estos mismos cristianos judíos que ahora viven en la dispersión [evn th/| diaspora/|] (1:1).
Puesto que Jacobo no escribe acerca de la presencia de gentiles en la iglesia, la cual era de mucha controversia al
punto del concilio de Jerusalén (Hechos 15), es posible argumentar que la Epístola tiene una fecha entre el martirio
de Esteban y el concilio.

Algunos observan en Santiago un conocimiento de parte de Jacobo de algunos abusos del argumento de Pablo
de la justificación por fe. Pablo clama que le explicó su evangelio a Jacobo durante su primer viaje a Jerusalén
(Gálatas 1; Hechos 9). Durante los años que Pablo ministró en Antioquía con Bernabé, rumores de su doctrina de
justificación por fe podría llegar a Jerusalén. Así que, es posible que la Epístola fue escrita en medio de la década 40
d.C. Es dudoso que la carta fue escrita al final de la década sin mencionar algo de la controversia judía—gentil en la
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iglesia; especialmente porque la controversia tiene una asociación con Jacobo (Gálatas 2:12; Hechos 15).

Si esta situación es correcta, entonces la Epístola era probablemente una carta circular con la intención que
fuera llevada a las muchas colonias judías fuera de Palestina, posiblemente comenzando con Antioquía. Lucas
escribe que los judíos cristianos perseguidos “llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía” (Hechos 11:19).

Propósito y temas mayores


Jacobo escribe una carta pastoral a los judíos cristianos que antes estaban en la iglesia de Jerusalén con el
propósito de animarles a soportar las muchas pruebas y tentaciones que ellos sufren como resultado de ser
esparcidos y perseguidos. Él exhorta a estos judíos cristianos que mantengan el carácter cristiano necesario para
aguantar tales pruebas y tentaciones. Ellos tienen que ser prontos para oír, lentos para hablar y lentos para la ira
(1:19). Estas tres exhortaciones son desarrolladas en el cuerpo de la Epístola. Los lectores tienen que ser prontos
para oír por medio de su obediencia a las Escrituras y las enseñanzas de Jesús. Para Jacobo, solamente los que
obedecen la revelación de Dios, son los que de veras la escuchan. Tal obediencia tiene su desarrollo práctico por
medio de obras de piedad y misericordia. Tales obras de piedad y misericordia revelan la verdadera fe del cristiano
que es verdaderamente justificado por Dios.

Los lectores también deben ser tardos para hablar. Jacobo desarrolla la exhortación por medio del uso
apropiado de las palabras de los cristianos. El cristiano debe evitar el uso de palabras malas por medio de hablar
según la sabiduría de Dios. En tercer lugar, los lectores deben ser tardos para la ira. La tercera exhortación es
desarrollada por medio de enseñanza contra los conflictos en la iglesia por medio del arrepentimiento, respeto
mutuo y humildad. Incluido en su exhortación de evitar el conflicto es una llamada por el arrepentimiento de los
cristianos ricos que explotan a los pobres. Sus exhortaciones a la conclusión llaman por paciencia y resistencia
mientras que los cristianos esperan la venida de Jesucristo.

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Estos judaizantes no reflejan la misma opinión de Jacobo, pero tienen alguna relación con él.
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Bosquejo Analítico
El bosquejo que sigue es basado en las tres exhortaciones encontradas en 1:19-20. Después de su introducción,
en la cual Jacobo anima que los lectores tengan un gozo paciente en medio de tentaciones y pruebas (1:1-18); él
introduce el cuerpo de la Epístola con tres exhortaciones: (1) “sea pronto para oír” (1:21–2:26); (2) “sea tardo para
hablar” (3:1-18); y (3) “sea tardo para airarse” (4:1–5:6). Estas tres exhortaciones proveen los temas para las tres
secciones mayores del cuerpo. Jacobo concluye la Epístola con más exhortaciones acerca de la perseverancia
paciente a la luz de la venida del Señor (5:7-11) y el ánimo mutuo de los hermanos cristianos que tienen necesidades
(5:13-20).

I. Introducción: Jacobo saluda a los cristianos judíos que han sido dispersados y les anima a perseverar en medio
de pruebas y tentaciones (1:1-18).

A. Jacobo saluda a los cristianos judíos que han sido dispersados (1:1).

Jacobo se llama a sí mismo un esclavo de Dios y del Señor Jesucristo, a pesar que él es el hermano físico del
Señor y el primer anciano de la iglesia en Jerusalén. Él está para exhortar a sus lectores como un pastor con
autoridad sobre ellos, pero tiene la humildad de un esclavo. Él saluda a sus hermanos cristianos judíos que han sido
dispersados desde Judea y ahora viven en medio de los judíos de la diáspora judía en muchos lugares alrededor del
imperio romano. Tales judíos son la descendencia de las doce tribus de Israel. En efecto, ellos forman el verdadero
remanente de Israel porque recibieron con fe al Mesías. Su audiencia se forma de cristianos judíos (1:2, 9; 2:1).
Ellos son los hermanos espirituales que tienen fe en el Señor Jesucristo (2:1). Ellos forman el verdadero remanente
entre las doce tribus de Israel (Romanos 9:6-7; 11:4-5).

La diáspora puede ser una referencia simple a las colonias judías en varios lugares del imperio romano como
resultado de la cautividad babilonia. Pero, aquí, puede tener una referencia más específica a la dispersión de
cristianos judíos de Jerusalén (Hechos 8:1; 11:19).

B. Pruebas y tentaciones tienen resultados positivos cuando son recibidas con paciencia (1:2-18).

1. Pruebas producen carácter maduro cuando son recibidas con sabiduría y gozo (1:2-11).

a. El resultado de pruebas es madurez (1:2-4).

Jacobo exhorta a sus lectores a considerar sus pruebas una razón de gozo. Ellos deben gozarse por causa del
resultado positivo que pruebas producen. La fe probada es una fe que es aprobada por medio de pruebas. Los
lectores tienen una fe que es mezclada con prejuicios (2:1) y por eso pruebas tendrían el resultado de una fe más
pura, aprobada y probada. La fe probada produce encima de todo una perseverancia madura. Los lectores son
exhortados a permitir que su perseverancia desarrolle hacia una madurez cristiana completa.

b. El resultado de pruebas es madurez por causa de oración a Dios por sabiduría sin la duda (1:5-8).

Pruebas proveen la sabiduría cristiana práctica. La sabiduría aquí es la habilidad de perseverar con paciencia en
medio de las pruebas. En Proverbios, “sabiduría” es cómo vivir justamente con éxito. “Sabiduría” en Proverbios es
la destreza experta de vivir con justicia ante Dios y la humanidad. Jacobo exhorta a sus lectores a orar por tal
sabiduría de Dios quien es generoso y no reprocha a los que la piden. La oración por sabiduría es realizada con toda
confianza en Dios sin un debate interno de duda acerca de la confianza cristiana en Dios en medio de las pruebas.

Si el cristiano ore por la sabiduría para perseverarse durante las pruebas (o soportar las pruebas), pero sigue con
dudas acerca de su confianza en Dios, entonces no va a recibir tal sabiduría. Tal cristiano literalmente tiene dos
“almas” [di,yucoj] en el sentido de una confianza dividida. Él es inestable porque no tiene una confianza completa
en Dios durante las pruebas.
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c. El resultado de pruebas es madurez por causa de gozo en medio de las circunstancias (1:9-11).

Jacobo escribe de dos circunstancias: humillación y riquezas. Pero, hay razones para gozarse [kauca,omai] en
medio de las dos circunstancias cuando hay pruebas.

El verbo kauca,omai puede tener un significado positivo, “tener orgullo, gloriarse, gozarse, estar satisfecho en
algo”; y un significado negativo, “jactarse, tener soberbia”. Aquí la idea es “gloriarse o gozarse”.

El hermano humilde sin posesiones es exaltado a una posición alta en medio de las pruebas (2:5; 4:10). Es una
exaltación de los pobres si pueden soportar pruebas a favor de Dios porque esto quiere decir que ellos son dignos de
sufrir a favor del nombre de Cristo. Sin embargo, pruebas para los ricos les enseñan que ellos no deben confiar en
sus riquezas. Cuando cristianos ricos sufren pruebas, ellos aprenden que cosas materiales tienen poco valor. La
persona rica va a desaparecer en cuanto a su manera entera de vivir igual como las flores se marchitan bajo el sol.

2. Perseverancia en medio de pruebas resulta en la promesa de recompensas eternas (1:12-18).

a. El cristiano que persevera bajo pruebas es prometido grandes recompensas (1:12).

El cristiano que persevera bajo pruebas es prometido grandes recompensas (1:12). Tal perseverancia paciente es
la fuerza para continuar con esperanza en el futuro sin rendirse. Cuando la fe de tal cristiano es aprobada (o
probada) (1:4), la persona va a recibir “la corona de vida”. El ste,fanoj de los juegos olímpicos era la guirnalda o
la corona dada a los atletas victoriosos (1 Corintios 9:25; 2 Timoteo 2:5). Estas coronas van a vivir para siempre y
nunca van a marchitarse como las riquezas materiales (1:10-11). Son dadas a cristianos que soportan pruebas y son
victoriosos sobre todas las fuerzas espirituales. Por causa de la relación entre Jacobo y las enseñanzas de Jesús en el
Sermón del Monte, entendemos la “corona de vida” como una recompensa especial en el futuro reino. Las otras
opciones son (2) recompensas presentes, “la vida abundante”, o (3) la vida eterna.

Discusión acerca de la corona de vida

Hay varias posibilidades para entender la “corona de vida” que Dios dará a los cristianos que persevera.
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1. La corona de vida refiere a la vida cristiana abundante.

El cristiano que soporta pruebas y es victorioso sobre las tentaciones recibirá una vida cristiana bendecida ahora
en el tiempo presente. La frase, “bienaventurada es la persona” (1:12) viene la literatura de sabiduría del AT
(Salmos 1:1; 32:2; 34:8; 84:12; Proverbios 8:34; Jeremías 17:7). La corona es la experiencia de tener una vida
presente llena de bendiciones (Proverbios 1:9; 4:9; 8:35-36; 12:4; 16:31; 17:6). Así que, desde el punto de vista de
la literatura judía de sabiduría, la corona es la vida abundante cristiana.
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2. La corona de vida refiere a la vida eterna (Apocalipsis 2:10).

La corona es la vida que cristianos va a gozar en el futuro después de su vida natural de sufrimiento. Este tema
es muy común entre esperanzas judías escatológicas.

3
J. Ronald Blue, “James” en The Bible Knowledge Commentary , edición del Nuevo Testamento
(Wheaton, IL: Victor, 1983), 821; y Donald W. Burdick, “James” en The Expositor's Bible Commentary, tomo 12
(Grand Rapids, MI: Zondervan, 1981) 170-71.
4
Ralph P. Martin, James, WBC, tomo 48 (Waco, TX: Word, 1988), 32-33; J. P. Lange y J. J. Van
Oosterzee, The General Epistle of James (NY: Scribner, 1869), 47; y E. M. Sidebottom, James, Jude, 2 Peter,
NCBC (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1967), 29.
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Los justos, en cambio, viven por siempre,


y su premio está en las manos del Señor.
El Altísmo es quien les cuida.
Del Señor recibirán el reino de la gloria y la corona hermosa,
pues los protegerá con su mano
y los amparará con su brazo (Sabiduría de Salomón 5:15-16).
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Algunos estudiantes argumentan que la vida eterna es la recompensa divina por la perseverancia. Pero, la
promesa puede ser una simple motivación y consolación para los que sufren en el presente. Los cristianos pueden
soportar mejor sus sufrimientos presentes si ellos saben que van a tener un descanso futuro, la vida eterna. Así que,
desde el punto de vista de las esperanzas apocalípticas judías (Isaías 56:1-2; Daniel 12:12-13), la corona es vida
eterna.

3. La corona de vida es una recompensa especial para los cristianos que soportan bien las pruebas de la vida
presente (1 Corintios 9:25; Filipenses 4:1; 1 Tesalonicenses 2:19; 2 Timoteo 2:5; 4:8; 1 Pedro 5:4; Apocalipsis
6
2:10; 3:11; 4:4, 10).

Desde el punto de vista de varios autores del NT y el Sermón del Monte, la corona es una recompensa futura
dada a los cristianos fieles en soportar pruebas. Si Jacobo escribió la Epístola con las enseñanzas del Sermón del
Monte en mente, entonces la corona puede ser entendida como las recompensas futuras prometidas por Jesús para
los cristianos que viven fielmente (5:4-7, 12, 19; 6:1-6, 16-20). En Mateo hay varios niveles de recompensas futuras
(Mateo 25:14-30), pero el cristiano infiel que nunca produce fruto no tiene vida eterna ni recompensas. Todos los
verdaderos cristianos reciben tanto vida eterna como recompensas (y las recompensas dependen de su nivel de
fidelidad). Todos los infieles que producen nada, ni tienen recompenses ni vida eterna. La teología de recompensas
en Mateo corresponde bien a la teología de Santiago.

Comparación entre Santiago y el Sermón del Monte

Santiago Mateo
1:2 “Tened por sumo gozo, hermanos míos, 5:10- “Bienaventurados aquellos que han sido
el que os halléis en diversas pruebas,” 12 perseguidos por causa de la justicia, pues
de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os
insulten y persigan, y digan todo género
de mal contra vosotros falsamente, por
causa de mí. Regocijaos y alegraos,
porque vuestra recompensa en los cielos
es grande, porque así persiguieron a los
profetas que fueron antes que vosotros.”
1:4 “y que la paciencia ha de tener su 5:48 “Por tanto, sed vosotros perfectos como
perfecto resultado, para que seáis vuestro Padre celestial es perfecto.”
perfectos y completos, sin que os falte
nada.”

5
James B. Adamson, The Epistle of James, NICNT (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1976), 67-68; y Peter
H. Davids, The Epistle of James, NIGTC (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982), 79-80.
6
R. V. G. Tasker, The General Epistle of James, TynNTC (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982), 44-45.
7

1:5; “Pero si alguno de vosotros se ve falto de 7:7- “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
5:15 sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a 12 llamad, y se os abrirá. Porque todo el que
todos abundantemente y sin reproche, y le pide, recibe; y el que busca, halla; y al
será dada.” que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre
hay entre vosotros que si su hijo le pide
pan, le dará una piedra, o si le pide un
pescado, le dará una serpiente? Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas
dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará
cosas buenas a los que le piden? Por eso,
todo cuanto queráis que os hagan los
hombres, así también haced vosotros con
ellos, porque esta es la ley y los profetas.”
1:9 “Pero que el hermano de condición 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu,
humilde se gloríe en su alta posición,” pues de ellos es el reino de los cielos.”
1:20 “pues la ira del hombre no obra la justicia 5:22 “Pero yo os digo que todo aquel que esté
de Dios.” enojado con su hermano será culpable
ante la corte; y cualquiera que diga:
‘Raca’ a su hermano, será culpable
delante de la corte suprema; y cualquiera
que diga: ‘Idiota’, será reo del infierno de
fuego.”
2:13 “Porque el juicio será sin misericordia 5:7; “Bienaventurados los misericordiosos,
para el que no ha mostrado misericordia; 6:14- pues ellos recibirán misericordia.”
la misericordia triunfa sobre el juicio.” 15 “Porque si perdonáis a los hombres sus
transgresiones, también vuestro Padre
celestial os perdonará a vosotros. Pero si
no perdonáis a los hombres, tampoco
vuestro Padre perdonará vuestras
transgresiones.”
3:12 “¿Acaso, hermanos míos, puede una 7:16 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se
higuera producir aceitunas, o una vid recogen uvas de los espinos o higos de
higos? Tampoco la fuente de agua salada los abrojos?”
puede producir agua dulce.”
3:17- “Y la semilla cuyo fruto es la justicia se 5:9 “Bienaventurados los que procuran la
18 siembra en paz por aquellos que hacen la paz, pues ellos serán llamados hijos de
paz.” Dios.”
4:4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la 6:24 “Nadie puede servir a dos señores;
amistad del mundo es enemistad hacia porque o aborrecerá a uno y amará al
Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo otro, o se apegará a uno y despreciará al
del mundo, se constituye enemigo de otro. No podéis servir a Dios y a las
Dios.” riquezas.”
4:10 “Humillaos en la presencia del Señor y Él 5:3- “Bienaventurados los pobres en espíritu,
os exaltará.” 5 pues de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran, pues
ellos serán consolados. Bienaventurados
los humildes, pues ellos heredarán la
tierra.”
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4:11 “Hermanos, no habléis mal los unos de 7:1-2 “No juzguéis para que no seáis juzgados.
los otros. El que habla mal de un hermano Porque con el juicio con que juzguéis,
o juzga a su hermano, habla mal de la ley seréis juzgados; y con la medida con que
y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, midáis, se os medirá.”
no eres cumplidor de la ley, sino juez de
ella.”
5:2 “Vuestras riquezas se han podrido y 6:19 “No os acumuléis tesoros en la tierra,
vuestras ropas están comidas de polilla.” donde la polilla y la herrumbre destruyen,
y donde ladrones penetran y roban;”
5:10 “Hermanos, tomad como ejemplo de 5:12 “Regocijaos y alegraos, porque vuestra
paciencia y aflicción a los profetas que recompensa en los cielos es grande,
hablaron en el nombre del Señor.” porque así persiguieron a los profetas que
fueron antes que vosotros.”
5:12 “Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, 5:33- “Pero yo os digo: no juréis de ninguna
ni por el cielo, ni por la tierra, ni con 37 manera; ni por el cielo, porque es el trono
ningún otro juramento; antes bien, sea de Dios; ni por la tierra, porque es el
vuestro sí, sí, y vuestro no, no, para que estrado de sus pies; ni por Jerusalén,
no caigáis bajo juicio.” porque es LA CIUDAD DEL GRAN
REY. Ni jurarás por tu cabeza, porque no
puedes hacer blanco o negro ni un solo
cabello. Antes bien, sea vuestro hablar:
"Sí, sí" o "No, no"; y lo que es más de
esto, procede del mal.”

b. La tentación y la muerte vienen del ser humano (1:13-15).

Jacobo exhorta a sus lectores a perseverar para ganar recompensas futuras. Para perseverar es necesario vencer
sobre pruebas que llegan a ser tentaciones a pecar. Tales tentaciones y la muerte que resulta vienen del ser humano
y no de Dios (1:13-15).

Jacobo usa la misma palabra para el concepto dual de prueba y tentación [peirasmo,j]. Con cada prueba hay
la posibilidad de una tentación. La reacción del individuo a las pruebas que Dios permite determinará si la situación
va a ser una tentación para pecar. Pero, nadie puede acusar ni a Dios ni a Satanás como la fuente de las tentaciones.
Cristianos tienen que tomar toda la responsabilidad por sus pecados. Ellos no pueden acusar a Dios porque Dios no
puede ser tentado ni tienta a nadie. Ellos no pueden acusar a Satanás porque tentaciones ocurren cuando una
persona es atraída y seducida por sus propios deseos.

Son palabras de pescar. El pescador baja un anzuelo (gancho) con el cebo para atraer el pez y atraparlo. La
concupiscencia o la lujuria de los seres humanos es el anzuelo, el cebo y la trampa.

Jacobo no es claro si su descripción de tentación, pecado y muerte es (1) una descripción general de toda la
humanidad, o (2) es algo aplicado solamente a cristianos; o (3) solamente a los no cristianos. Su principio tiene
aplicaciones a toda la humanidad. El fin de los pecados del no cristiano es la muerte física y la separación eterna de
Dios. El fin de los pecados de los verdaderos cristianos también puede resultar en la muerte física y también en la
muerte de la vida espiritual (entendida como la falta de la vida espiritual de funcionar). Una buena posibilidad es
que Jacobo piensa en los “cristianos” que no son salvos porque nunca tienen, de verdad, una relación salvífica con
Dios mostrada en su falta de obras. La persona que solamente dice que tiene fe, pero nunca tiene obras, no es salva.

La persona que permite sus propios deseos (carnales o lujosos) crecer es como una prostituta. Ella concibe y da
luz a un hijo despreciado por todos. Este “hijo”, que representa el pecado que viene de los deseos carnales del ser
humano, va a llegar finalmente a la muerte si es permitido madurarse. La persona que permite el crecimiento del
pecado sin confesión ni arrepentimiento va a morir en una manera espiritual.
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Discusión sobre la muerte que viene del pecado

Hay varias posibilidades para entender la muerte que resulta de pecado.


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1. La muerte es solamente física.

2. La muerte es la pérdida de la vida abundante del cristiano.

3. La muerte es la pérdida de las recompensas en el reino futuro de Jesucristo.


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4. La muerte es el Infierno, la separación eterna de Dios, que es el fin del no cristiano.

Jacobo hace un contraste entre el verdadero cristiano que tiene la vida eterna (la corona de vida) y el no
cristiano que permite que sus deseos y pecado lo lleven al punto de la muerte eterna. Dios no es el autor de la
tentación que lleva al no cristiano a pecar. En Santiago 2, hay una fe muerta porque es una confesión de fe que
nunca resulta en obras. Tal persona no es salva ni es justificada. Su condición muerta indica la falta de salvación.

5. La muerte es la inhabilidad para funcionar en la vida espiritual.

Dentro de Santiago (2:17, 20, 26), muerte es una descripción de algo que no funciona como debe: Fe no
funciona sin obras; el cuerpo no funciona sin aliento. Así que, el cristiano que sigue en sus pecados pueden llegar a
un punto en el cual su vida espiritual no funciona más. Jacobo no usa la idea de muerte para significar una
separación de Dios.

b. Las cosas buenas vienen de Dios (1:16-18).

En contraste con la tentación que viene de los deseos carnales del ser humano, solamente buenas cosas vienen
de Dios (1:16-18). El cristiano que soporta pruebas y tentaciones recibe la promesa de recompensas eternas en lugar
de la muerte de su vida espiritual. Tal cristiano puede confiar en Dios para cumplir su promesa porque es Dios que
da todas las cosas buenas. Los lectores reciben la exhortación de no ser engañados en pensar que Dios es la fuente
de la tentación. Dios no produce tentaciones, sino promete recompensas eternas. Sus promesas son seguras y firmes
igual como Dios es firme. Dios, y sus promesas, están en contraste con los luminarios del cosmos que él creó. Las
estrellas, sol y luna tienen variaciones y sombras, pero no el Creador.

El mejor ejemplo de los regalos de Dios es el nuevo nacimiento del cristiano (1:18). El nuevo nacimiento es
una creación de Dios según su voluntad por medio de su palabra viva, Jesucristo. La voluntad de Dios, en la cual él
traer nueva vida al cristiano, es la evidencia segura que él va a recompensar al cristiano en el futuro.

II. El cuerpo: Por causa de pruebas, cristianos deben ser obedientes, hablar con sabiduría y ser pacíficos con otros
por medio de la humildad (1:19–5:6).

A. Jacobo introduce el cuerpo de la Epístola con tres exhortaciones necesarias en medio de pruebas (1:19-20).

Los lectores saben que pruebas resultan en madurez y que Dios va a recompensar su perseverancia con
recompensas eternas, porque Dios solamente permite que las cosas buenas ocurran para ellos. Pero, Jacobo quiere
desarrollar con más detalles cómo ellos deben perseverar en medio de las pruebas de la vida con tres exhortaciones:
(1) “ser pronto para oír” (1:21–2:26); (2) “ser tardo para hablar” (3:1-18); y (3) “ser tardo para airarse” (4:1–5:6).

7
Blue, 822.
8
Adamson, 73; Davids, 85; y Tasker, 47.
10

En lugar de corregir a Dios por permitir pruebas y tentaciones, los lectores deben escucharlo y obedecerlo. En
lugar de estar enojados con Dios, ellos deben obedecer y vivir en paz unos con otros. Existe un enojo justo o ira
justa (Efesios 4:26-27), pero la ira humana por causa de pruebas nunca obra la justicia de Dios.

B. “Pronto para oír”: Los lectores deben practicar la verdad que escuchan (1:21–2:26).

Jacobo exhorta a los lectores a “ser pronto para oír” por medio de practicar las enseñanzas de Jesucristo. Todos
los que de verdad escuchan la verdad va a obedecerla (1:21-27). Esta obediencia a las enseñanzas de Jesús va a
resultar en hechos de misericordia a favor de los pobres y necesitados (2:1-13). Jacobo defiende su exhortación por
medio de argumentar que buenas obras de misericordia revelan la fe genuina del verdadero creyente (2:14-26).

1. Los que de verdad escuchan la verdad, van a obedecerlo (1:21-27).

Jacobo exhorta a los lectores a desechar la maldad y recibir la palabra (1:21). Esta “palabra implantada” es un
resultado del nuevo nacimiento (1:18). Es la presencia moradora de las enseñanzas de Jesús en el cristiano. La
exhortación de Jacobo es que el cristiano es responsable para desechar (o dejar atrás) la maldad y recibir las
enseñanzas de Jesús porque su palabra ya es implantada a partir del nuevo nacimiento y porque el poder de esta
palabra puede salvar la persona. Esta salvación es segura por causa del nuevo nacimiento. Ahora es la
responsabilidad de la persona salva a desechar el pecado y recibir (obedecer) las enseñanzas del salvador, Jesús.

Discusión acerca de la salvación del alma

Hay varias interpretaciones en cuanto al concepto de la salvación del alma en Santiago.


9
1. La salvación del alma es la preservación de la vida física o abundante.

El argumento de Zane Hodges es que el pecado de un creyente puede resultar en la muerte física (1:15) y que el
creyente que persevera recibe la recompensa de la vida abundante (1:12). Por esto, la palabra puede literalmente
salvar al creyente de la muerte física como resultado de los pecados del cristiano. Por medio de su obediencia a la
palabra, el cristiano no va a perder su vida física ni su vida abundante. El punto se repite en 5:20. Para Hodges, el
“alma” es la experiencia de vida o el principio de vida. Es posible “salvar” un hermano cristiano por medio de
llevarlo al arrepentimiento antes que experimente los efectos mortales de su pecado en su vida cristiana abundante.

9
Zane Hodges, Dead Faith (Dallas, TX: Redención Viva, 1987), 11-13; e idem, The Gospel Under Siege
(Dallas, TX: Redención Viva, 1981), 23-25.
11

10
2. La salvación del alma es la preservación de la persona del infierno.

“Alma” [yuch,] indica la persona entera (Deuteronomio 6:5; Job 33:28; Isaías 42:2; Marcos 8:35; Juan 10:11;
Hechos 2:41). Debemos entender la frase en la manera siguiente: “ustedes reciban con humildad la palabra [de Jesús
o que es Jesús mismo] que es (1) implantada innata dentro de ustedes, por causa del nuevo nacimiento; y (2) que es
poderosamente capaz para salvar la persona entera”.

La frase ocurre con mucha repetición en los Evangelios (Mateo 16:25; Marcos 3:4; 8:35; Lucas 6:9; 9:24;
12:13-21; Juan 12:27) pero ocurre poco en las Epístolas (Santiago 1:21; 5:20; 1 Pedro 1:9). Hay contextos en los
cuales Jesús usa la frase en referencia a la salvación física (Marcos 3:4; Lucas 6:9; Juan 12:27) y otros donde la
salvación en cuestión es eterna (Marcos 8:35; Mateo 16:25; Lucas 9:24). En el contexto de una futura salvación, la
idea más simple es que Jesús va a salvar al creyente del infierno (1 Pedro 1:9). Marcos es muy claro cuando escribe
que la salvación del “alma” que Jesús ofrece a sus discípulos fieles es vida eterna en contraste con infierno (Marcos
9:42-48; Mateo 18:6-10).

Por causa de las enseñanzas de Jesús que han sido implantadas y que son capaces a salvar completamente la
persona entera, Jacobo exhorta a los lectores a practicar estas enseñanzas en lugar de solamente oírlas (1:22).
Escuchar las palabras de Jesús implica obediencia. Jacobo hace un contraste entre los que solamente oyen y los que
de verdad practican la verdad (1:23-27). Los que solamente oyen son prontos para olvidar, pero los que practican la
verdad son los que recuerdan, hacen aplicaciones personales y son bendecidos (1:23-25).

La palabra es comparada a un espejo (1:23). Esta palabra es a ley perfecta de libertad (1:25) como fue enseñada
por Jesucristo. La persona que mira en la palabra descubre lo que naturalmente debe ser como un cristiano. Esta
persona aprenda lo que un verdadero hijo de es, pero luego olvida lo que vio. En contraste con la persona de 1:23-
24, que solamente consideró [katanoe,w] la palabra; el verdadero hacedor de la palabra considera intensamente o
examina precisamente [paraku,ptw] la palabra; persevera en su obediencia a la palabra; recuerda la palabra; y es
bendecido en sus hechos misericordiosos de amor.

Un contraste más es hecho entre los que piensan que son religiosos sin el control de su lenguaje; y los que
hacen obras misericordiosas de amor (1:26-27). Religión [qrhskei,a] es el culto formal y público rendido a Dios.
Cualquiera forma del culto público rendido a Dios, que no resulta en hechos misericordiosos de amor, es vana. El
culto formal y público de la sinagoga no sirve si los devotos no pueden controlar su lenguaje y son engañados. El
verdadero culto resulta en obras de misericordia y vidas separadas de los pecados de la humanidad incrédula.
Jacobo luego va a exhortar a sus lectores porque sus cultos religiosos no muestran la verdadera misericordia y amor
de Cristo (2:1-4).

2. Los que practican la verdad van a mostrar misericordia a los pobres y necesitados (2:1-13).

a. Jacobo exhorta a los lectores a no practicar parcialidad con los que asisten su asamblea (2:1-4).

Literalmente Jacobo exhorta a los lectores a no “levantar sus cabezas con respeto” [proswpolhmyi,] a
solamente los ricos (Santiago 2:1; 2 Reyes 3:14). Estos cristianos judíos ya están en la asamblea de la sinagoga
[sunagwgh,n] (2:2). Pero, su fe en el Señor Jesús como su Mesías nunca cambió su actitud hacia los ricos y pobres.
Los ricos reciben los mejores lugares para sentarse donde ellos pueden escuchar la lectura de las Escrituras mejor, y
donde van a recibir la santa cena primero. Pero, los pobres tienen que pararse o sentarse en el piso. Tal prejuicio
viene de la práctica pecaminosa de hacer distinciones y condenaciones entre los miembros. Esta práctica es causa de
división entre ellos (4:1).

10
Adamson, 79-80; Davids, 95; Martin, 48-49; y Tasker, 51.
12

b. A pesar que los cristianos se condenan unos a otros, Dios no juzga a los seres humanos según el
dinero que poseen (2:5-7).

En contraste con la creencia popular judía que los ricos son bendecidos por Dios por causa de su justicia,
Jacobo aplica la enseñanza de Jesús acerca de riquezas a estos lectores. Dios escogió a los pobres para que sean
ricos en fe y heredar el reino. Pero, estos lectores despreciaron a los pobres y dieron honor a los ricos pecadores que
abusan, aprovechan, explotan, condenan y blasfeman el nombre de Jesús.

Discusión acerca de los herederos del reino

La identidad de los herederos del reino es discutida por los que argumentan que solamente los cristianos fieles
heredan las recompensas del reino mientras otros cristianos infieles solamente entran sin recompensas en el reino
futuro.

1. Zane Hodges argumenta que los herederos del reino son estos creyentes que son fieles y que reciben todos los
11
beneficios del reino futuro de Cristo.

Estos herederos son distintos de otros cristianos salvos que pierden sus recompensas, pero ya entran en el reino.
Hay condiciones puestas sobre los que van a recibir todos los beneficios del reino. Ellos tienen que sufrir,
perseverar, ser ricos en fe, y amar a Jesús (Romanos 8:16-17; 2 Timoteo 2:12; 1 Corintios 6:8-10). Pero, hay
solamente una sola condición para entrar en el reino, la fe.

2. Es mucho mejor entender que todos los verdaderos cristianos van a heredar el reino.

Si el Sermón del Monte provee un trasfondo para interpretar Santiago, es claro que Jesús ofreció su reino a
12
todos los que lo recibió con humildad y especialmente a los pobres (Mateo 5:3-12). En Mateo hay condiciones
para entrar en el reino, especialmente el arrepentimiento. Es mejor argumentar que las condiciones para heredar el
reino son iguales para entrar en el reino. Estas condiciones son las características de verdaderos discípulos de Cristo.
Sin tales características la persona no es un verdadero discípulo y no va a entrar en el reino ni heredarlo.

Discusión acerca de la “asamblea” (culto o juicio)

“La interpretación común y tradicional de 2:2-4 es que este ejemplo describe a dos personas que entran en una
reunión a adorar. La parcialidad está demostrada en la forma en que estas dos personas están sentadas o ubicadas
durante el culto. Pero esta interpretación involucra varios problemas, todos los cuales giran sobre la presuposición
de que estas dos personas son extrañas a la asamblea. Algunos textos rabínicos (e.g. Sifra, Qedoshim 4:4), que
tienen que ver con procedimientos judiciales, indican la preocupación de que las diferencias en la vestimenta no
13
lleven a la parcialidad y en consecuencia a un juicio injusto.”

11
Hodges, The Gospel Under Siege, 109-20.
12
La frase, “heredero del reino” siempre debe ser entendida como una descripción de todos los verdaderos
cristianos que tienen una promesa de participar en el reino futuro de Cristo. En Romanos 8:16-17, Pablo usa la
primera clase condicional porque presume la verdad que los verdaderos cristianos son tanto hijos como herederos,
“puesto que es la verdad que ellos sufren juntamente con Cristo”.
13
Pablo A. Deiros, Santiago, Judas, Comentario bíblico hispanoamericarno, ed. Justo L. González (Miami,
FL: Caribe, 1992), 118.
13

Deiros depende de Davids que cita varias obras rabínicas que muestran un trasfondo judío de un juicio y no un
culto. Tenemos algo similar en 1 Corintios 6:1-11. Las obras citadas son “Dt. Rab. Shofetim 5:6 sobre Dt. 16:19; b.
14
Shebu. 31a; Sipra Kedoshim Perek 4:4 sobre Lv. 19:15; b. Shebu. 30a; t. Sanh. 6:2; Abot R. Nat. 1:10).”

“. . . cuando el ejemplo es leído como informado por la tradición judicial, la persona descrita como ‘pobre’ debe
ser considerada como un miembro que viene a la asamblea judicial. Además, este ejemplo es consistente con la
15
distinción aguda entre los ‘pobres’ y los ‘ricos’ en 2:5-7 y en otros lugares de Santiago.”

c. Los que actúan con prejuicio desobedecen a Jesús y van a ser juzgados por su falta de
misericordia (2:8-13).

“La ley real” es la ley enseñada por el Rey Mesías, Jesús. Jacobo fundamenta su argumento en las enseñanzas
de Jesús acerca de la Ley de Moisés (Levítico 19:18; Mateo 19:19; Marcos 12:31, 33; Lucas 10:27) (Éxodo 20:14;
Deuteronomio 5:18; Mateo 5:27) (Éxodo 20:13; Deuteronomio 5:17; Mateo 5:21). Desobediencia al segundo
mandamiento más grande (el amor para el prójimo) resulta en la culpa de la Ley entera. El que desobedece el
mandamiento del amor al prójimo tiene la misma culpa de la persona que quiebra el quinto y el sexto mandamiento.

Pero, la ley de libertad es una ley de misericordia. El perdón de Dios depende del perdón mutuo de sus hijos
(Mateo 5:7; 6:14-15). Jesucristo va a juzgar según la misericordia que personas muestran a sus siervos (Mateo
25:31-46). Pero, los que actúan con prejuicio sin misericordia, van a ser juzgados sin misericordia (2:13). Toda la
humanidad va a ser juzgada en la manera en que juzga a otros.

3. Obras revelan la fe del verdadero cristiano (2:14-26).

a. Fe sin obras es muerta. El hecho es probado por el ejemplo de los que no practican misericordia
(2:14-17).

Jacobo proclama que la fe de alguien que no tiene obras no puede salvar. Tal fe es inútil. La aserción es
probada por el ejemplo de la persona que simplemente dice al pobre que tenga ropa y comida a pesar que el pobre
no tienen recursos y a pesar que el rico no provee al pobre lo que necesita. Fe sin obras es inútil para el propósito de
salvación.

Algunos mantienen que esta fe es la verdadera fe que salva al creyente del infierno, pero esta fe sin obras no
puede preservar el “alma” o la “vida” del verdadero creyente. Así que, los versos son interpretados para clamar que
un cristiano verdadero es salvado del infierno porque tiene la verdadera fe en Jesucristo, pero pierde su “vida”
16
físicamente o espiritualmente, porque no tiene misericordia.

Pero, Jacobo es claro que describe una persona que profesa que tiene fe, pero que esta fe no produce buenas
obras. Tal fe profesada sin buenas obras no puede salvar del infierno según Jesús (Mateo 7:21-23; 13:3-23).

b. Jacobo presenta el argumento de un antagonista que opone su exhortación (2:18-19).

Para reforzar su argumento, Jacobo expresa las palabras de un adversario que argumenta al contrario. Para
Jacobo, hay una relación estrecha entre fe y obras. Si existe la verdadera fe, va a resultar en obras. Sin obras, no hay
fe. El adversario declara que no existe tal relación entre fe y obras.

14
Davids, 109.
15
Deiros, 119.
16
Hodges.
14

Hay mucha discusión en cuanto a cuáles palabras son atribuidas por Jacobo a su adversario imaginario. Aquí
hay cuatro opciones sugeridas:
17
1. “¿Tú tienes fe?”
18
2. “Tú tienes fe, y yo tengo obras.”

3. “Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin las obras, y voy a mostrarte mi fe por medio de mis
19
obras.”

4. “Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin las obras, y voy a mostrarte mi fe por medio de mis obras.
Tú crees que Dios es uno. Tú vives bien (o como resultado de su creencia, tú vives correctamente); los
20
demonios también creen, pero (solamente) tiemblan.”

El problema de las primeras dos posturas es que el adversario no realmente opone el argumento de Jacobo. En
la primera postura el adversario solamente plantea una pregunta al cual Jacobo responde. Pero, no hay buena
relación entre la pregunta y las respuestas que siguen.

En cuanto a la segunda postura, no es probable que 2:18b es la respuesta de Jacobo a su adversario en 2:18a.
Puesto que el adversario declara que tiene obras sin fe (Jacobo tiene fe, y el adversario tiene obras), entonces Jacobo
debería responder “muéstrame tus obras sin fe.” Pero, Jacobo escribe, “muéstrame tu fe sin obras”. La persona
acaba de declarar que tiene solamente obras sin fe. Sería imposible e ilógico demandar de tal persona que muestre
su fe cuando nunca declara que la tiene.

Por esto, es más probable que el adversario también es la fuente de todo el verso 2:18. Puesto que 2:20 es una
respuesta clara de Jacobo al argumento de la persona vana, entonces nos parece probable y posible que el argumento
del adversario también incluye 2:19.

El argumento del adversario que habla a Jacobo es una situación hipotética de dos personas. Una persona
solamente tiene fe y la otra solamente tiene obras. El adversario procura probar que alguien puede tener una sin la
otra. Según el adversario es posible tener dos personas, como Jacobo y él, (“tú, Jacobo, tienes solamente fe; y yo
tengo solamente obras”), en que uno solamente tiene fe y el otro solamente tiene obras.

Ahora, el adversario manda que la persona con solamente fe muestre su fe sin hacer buenas obras. Si la persona
con fe puede demostrar su fe sin hechos de misericordia, entonces no hay lógicamente una relación entre fe y obras.
Jacobo exhorta que fe solamente puede ser mostrada por medio de hechos de misericordia, pero el adversario
argumenta que es posible mostrar fe sin tales hechos.

El adversario argumenta más, porque si la persona con solamente obras puede dar evidencia de una fe que no
existe, entonces hay más evidencia que no hay una relación estrecha entre fe y obras. Muchos filántropos son
considerados buenos cristianos sin fe en Jesucristo. Puesto que es posible demostrar una fe que no existe por medio
de grandes obras de misericordia, entonces no hay relación entre fe y obras.

Los demonios (2:19) son evidencia más dada por el adversario. Los demonios tienen la misma fe que Jacobo
tiene en cuanto a la unidad de Dios. La fe de Jacobo en Dios resulta en buenas obras. Pero, la misma creencia de

17
Deiros, 153.
18
Burdick, 183; Davids, 123-25; y Tasker, 63-64. Modern Language Bible. The Revised Standard Version.
The New International Version.
19
New American Standard Bible. The Living Bible.
20
Blue, 825-26; Hodges, The Gospel Under Siege, 27; y Martin, 86-90.
15

parte de los demonios resulta en obras malas y el temblar. Entonces, no hay relación entre fe y obras, puesto que la
misma fe puede producir buenas obras en algunos y malas obras en otros.

Así que, el adversario argumenta que no hay una relación entre fe y obras basado sobre cuatro evidencias: (1)
una persona puede tener solamente fe y otra puede tener solamente obras; (2) una persona puede revelar o demostrar
su fe sin obras; (3) una persona puede hacer buenas obras que aparecen que son el fruto de una fe genuina que
realmente no tiene; y (4) la misma creencia acerca de Dios puede producir buenas obras en algunos y malas obras en
otros.

c. Jacobo defiende su postura con tres ejemplos (2:20-26).

El argumento de Jacobo es que existe una relación muy importante entre fe y obras porque buenas obras
revelan la fe de los seres humanos que son verdaderamente justificados por Dios. Una fe solamente profesada, tal
como tienen los demonios, es absolutamente vana sin la manifestación de buenas obras que revelan que la persona
es verdaderamente justificada por Dios.

El primer ejemplo de Jacobo es Abraham que fue justificado cuando creyó a Dios (Génesis 15:6) y que reveló
su justificación cuando ofreció a su hijo Isaac como un sacrificio (2:20-24). Su fe genuina resultó y llegó a madurez
en sus buenas obras. Jacobo implica que, sin obras, Abraham no habría tenido la fe que resultó en su justificación.
Así que, tanta la fe como las obras que resultan de la fe genuina son necesarias para que haya una justificación
genuina.

Por tanto, hay dos aspectos de justificación reflejados en una comparición entre Pablo y Jacobo. En Romanos,
hay justificación de pecado cuando Dios declara que el creyente en Cristo es justo. En Jacobo, hay justificación
cuando el creyente genuino manifiesta verdaderamente la justicia que Dios impartió al tiempo de la fe.

Justificación por fe es enfatizada por Pablo en Romanos 4 basada sobre Génesis 15:6. Justificación por obras es
enfatizada por Jacobo basada sobre Génesis 22 (Hebreos 11:17-19). La fe de Abraham en un Dios de la resurrección
lo llevó a obediencia cuando ofreció a Isaac porque creyó que Dios lo habría resucitado de la muerte en
cumplimiento de sus promesas. Su obediencia reflejó la justificación que él recibió en Genesis 15:6.

Jacobo también incluye a Rahab como un ejemplo de alguien que manifestó su fe por medio de sus hechos
(Hebreos 11:31; Santiago 2:25). Por fin, Jacobo usa el ejemplo del cuerpo humano sin aliento (2:26). Un cuerpo sin
aliento está muerto. La fe que no produce buenas obras también es inútil. Tal fe no puede salvar ni justificar al ser
humano.
16

Comparación entre Pablo y Jacobo

Doctrine Jacobo Pablo


Una declaración o una confesión La fe salvadora que es la confianza
que contiene palabras que pueden total necesariamente puesta en la
Fe ser usadas para evitar la obra completa de Jesucristo en
responsabilidad de hechos de lugar de buenas obras.
misericordia.
Una expresión de misericordia y El esfuerzo de una persona que
amor que revela que alguien tiene procura justificarse ante de Dios.
Obras la verdadera fe. Es un hecho de La persona pone confianza en
amor en obediencia a Jesucristo. buenas obras para evitar la ira de
Dios contra pecados.
Vida eterna. Salvación del Vida eterna. Salvación de la
Salvación infierno. condenación y la separación eterna
de Dios.
La posición del creyente declarado La declaración de Dios que el
Justificación justo por causa de su fe que resulta pecador ahora es justo por causa de
en buenas obras. su fe en Jesucristo.

C. “Tardo para hablar”: Jacobo exhorta a sus lectores a controlar su manera de hablar y hablar con sabiduría
(3:1-18).

1. Jacobo exhorta a sus lectores a controlar su manera de hablar (3:1-12).

a. Jacobo advierta acerca de las consecuencias de hablar (3:1-5).

Jacobo primero advierte a sus lectores acerca de las consecuencias de enseñar (3:1). Los que enseñan están
sujetos a un juicio más estricto. Dios va a juzgar al maestro según el mismo nivel o las mismas reglas que el maestro
pone para otros. En segundo lugar, Jacobo anima a sus lectores en que su habilidad de controlar su manera de hablar
resulta en la madurez cristiana (3:2). El cristiano que puede controlar su hablar y evitar ofensas es maduro. Si
alguien puede controlar su manera de hablar, también puede controlar su cuerpo entero (3:3).

Jacobo usa tres ejemplos de cosas pequeñas que tienen grandes consecuencias para apoyar su argumento que la
manera de hablar de una persona puede tener grandes efectos (3:3-5). El freno del caballo puede controlar todo el
caballo (3:3). El timón de un barco puede dirigir el curso de todo el barco (3:4). Un fuego pequeño puede quemar
un bosque entero (3:5). Palabras son muy poderosas y tienen gran influencia. Palabras pueden animar, motivar o
destruir a otros.

b. Jacobo advierta que el hablar es difícil controlar y es hipócrita (3:6-12).

Jacobo da siete razones por qué el hablar es difícil controlar (3:6-8): es como fuego; contiene mucha iniquidad;
21
corrompe el resto del cuerpo; daña el curso de la vida personal; es inspirado por Satanás (Mateo 16:23); es malo; y
está lleno de veneno. El hablar también es hipócrita (3:9-12). De la misma boca, personas hablan bendiciones y
maldiciones. Jacobo exhorta a sus lectores contra tal hipocresía porque es contra la naturaleza.

21
Las malas consecuencias del hablar afecta nuestras vidas en todo su curso futuro (vueltas o ciclos).
Jacobo ilustra la vida humana como una rueda. No es la “rueda de creación”, sino la “rueda de nuestra experiencia o
existencia” [to.n troco.n th/j gene,sewj].
17

2. Jacobo anima a sus lectores a hablar con sabiduría por medio de la conducta y actitud sabia (3:13-18).

La buena conducta revela la sabiduría humana más que su hablar (3:13). En lugar de hablar, Jacobo exhorta a
mostrar sabiduría y discernimiento por medio de la buena conducta. Tal sabiduría está en contraste con la jactancia
que viene de la ambición personal (3:14-16). La “sabiduría” que manifiesta desorden y contención no es de Dios.

Jacobo describe la sabiduría divina en términos de la conducta cristiana más que en términos del contenido de
sabiduría (3:17-18). La sabiduría divina es pura, pacífica, amorosa, sumisa a Dios, misericordiosa, fructífera, firme
y genuina.

D. “Tardo para airarse”: Jacobo explica que sus lectores tienen conflictos por causa de sus deseos y orgullo, y
les exhorta a aplicar su solución por medio de la humildad (4:1–5:6).

1. Jacobo explica que las contenciones y conflictos de sus lectores vienen de sus propios deseos
codiciosos y orgullo (4:1-6).

La fuente de conflicto entre los lectores es sus pasiones inmorales, codicia, envidia y placeres (4:1-3). Ellos son
codiciosos y cometen homicidio (probablemente en sus corazones como en Mateo 5:21-22). Jacobo da la secuencia
lógica del desarrollo de lujuria y codicia.

1. Ellos codician las cosas que no tienen.

2. Ellos matan emocionalmente por causa de su envidia, pero no pueden obtener lo que quieren. Con sus actitudes,
ellos se deshacen de los obstáculos humanos con odio y envidia porque otros tienen lo que ellos quieren.

3. Ellos pelean y disputan. Empiezan batallas acaloradas con los que tienen envidia.

4. Ellos mismos no tienen las posesiones de otros porque no pidieren. Ellos no oraron a Dios.

5. Por fin, oran a Dios con motivos de envidia, pero reciben nada por causa de sus motivos malos y egoístas.

Jacobo, como Juan (1 Juan 2:16), describe tal codicia como amistad con el “mundo” (4:4-6). Tales personas son
enemigos de Dios (4:4). Cometen adulterio espiritual por medio de su infidelidad a Dios por causa de una idolatría
en la cual ellos desean la ganancia material más que desean la justicia de Dios.

Pero, Dios es celoso de su Santo Espíritu (4:5). Puede ser que Jacobo da una paráfrasis de varios pasajes
cuando cita las Escrituras acerca del celo de Dios (Éxodo 20:5; 34:14; Zecarías 8:2). Dios, el Espíritu Santo, es
celoso de las afecciones y lealtad de los “cristianos” en los cuales él habita. Jacobo advierte más a tales “cristianos”
que Dios opone a los orgullos (4:6). En lugar de ser amigos con el “mundo” y codicia las cosas del “mundo”, Dios
puede proveer más y más gracia a los cristianos humildes. Pero, Dios va a oponer a los orgullosos (Salmo 138:6;
Proverbios 3:34; Mateo 23:12).

2. Jacobo exhorta a los lectores a aplicar su solución a sus conflictos por medio de humildad (4:7–5:6).

Jacobo exhorta a los lectores a resolver sus conflictos en tres maneras: tener una actitud arrepentida hacia Dios
(4:7-10); tener una actitud respetuosa hacia unos con otros (4:11-12); y tener una actitud moderada hacia las
riquezas (4:13–5:6).

a. Jacobo exhorta a los lectores a tener una actitud arrepentida hacia Dios porque la verdadera
humildad hacia Dios tiene grandes resultados (4:7-10).

Por causa de la gracia de Dios, cristianos deben someterse a él, acercarse a él, y arrepentirse ante él. Tal
sumisión humilde y arrepentimiento tiene tres resultados: Satanás va a ser derrotado; Dios va a acercarse; y el
cristiano va a ser exaltado.
18

Jacobo da una buena descripción del verdadero arrepentimiento que es requerido de un cristiano que tiene la
culpa de los pecados descritos en 4:1-6. Hay esperanza para los cristianos que pecan (5:19-20). Por medio del
verdadero arrepentimiento, hay más y más gracia y exaltación. El verdadero arrepentimiento consiste de sumisión a
Dios; resistencia a Satanás; acercamiento a Dios; la purificación de acciones y actitudes; aflicción (compunción);
lamentación; llanto y humillación.

b. Jacobo exhorta a los lectores a tener una actitud respetuosa hacia unos a otros porque los que
hablan en contra a los hermanos no toman en cuenta el verdadero juez, Dios (4:11-12).

Jacobo exhorta a los lectores a no se calumnien unos a otros (4:11) por tres razones:

1. Cuando cristianos calumnia a sus hermanos no obedecen la ley del amor de Cristo (2:8).

2. Cuando cristianos desobedecen esta ley, entonces actúan como jueces sobre la ley. En lugar de escuchar a Jesús
en obediencia, ellos decidieron que la ley no tiene razón.

3. Cristianos no pueden dar ni destruir vida como Dios. Solamente Dios tiene el poder para dar su ley, porque
solamente él tiene el poder de salvar o destruir a los seres humanos.

Solamente Dios tiene el poder para juzgar a los seres humanos, entonces cristianos no deben juzgarse unos a
otros. En lugar de juzgar, ellos deben permitir a Dios a juzgar. Él lo hace más justamente, completamente y
peligrosamente.

c. Jacobo exhorta a sus lectores a tener una actitud moderada hacia las riquezas (4:13–5:6).

(1). Los que se jactan de sus actividades comerciales no toman en cuenta la voluntad de Dios
(4:13-17).

Jacobo describe las palabras exactas de cómo una persona de negocios calcula sus proyectos (4:13). La persona
decidió viajar a tal ciudad. El viaje va a durara exactamente dos días. Luego va a hacer su negocio allá exactamente
un año. Pero, tales personas olvidaron en su planificación varias cosas más importantes.

1. Ellos realmente no saben el futuro.

2. Sus vidas existen por un período muy corto.

3. El Señor puede tener otros planes. Ellos solamente pueden ir y hacer lo que el Señor permite. Ellos tienen
absolutamente nada que no han recibido del Señor, pero se jactan de sus logros comerciales. Tal soberbia es
mala y perversa.

4. Ellos ocupan todo su tiempo con sus intereses comerciales y por esto se olvidaron cómo hacer actos de
misericordia. Su omisión de tales buenas obras, las cuales que ellos saben que deben cumplir, es pecado. Según
Jacobo, son solamente cristianos “profesantes” (falsos) si no tienen ninguna buena obra de misericordia.

(2). Jacobo advierta a los cristianos profesantes ricos que son injustos que ellos merecen juicio
(5:1-6).

Las riquezas y abundancia de los ricos injustos van a ser destruidas como castigo por sus pecados (5:1-3).
Jacobo demanda lamentaciones como uno de los profetas (Joel 1:5, 13; Isaías 13:6; 14:31; 15:3; 16:7; Jeremías 4:8).
Llama al pueblo a arrepentirse con gran compunción. Estos cristianos profesantes tienen que arrepentirse o van a
sufrir la pérdida de sus riquezas. Todas sus riquezas van a ser destruidas tan ciertamente que Jacobo usa verbos
pasados. Ellos van a perder sus depósitos de comida y grano; su ropa fina (2:2-3); su oro y plata; y por fin, sus
vidas.
19

Tales cristianos profesantes ricos merecen tal juicio porque explotan y matan a los pobres (5:4-6). Sus pecados
violan la Ley de Moisés (Levítico 19:13; Deuteronomio 24:14-15) y la ley del amor de Cristo. Ellos rehusaron pagar
el salario diario (jornal) debido a los labradores pobres que trabajan en sus campos. Ellos viven lujosamente con
placeres libres como si vivieran constantemente durante los días de fiesta cuando los animales engordados son
matados.

III. Jacobo concluye el cuerpo de la Epístola por medio de una serie de exhortaciones que anima perseverancia en
medio de pruebas por causa de la pronta venida del Señor (5:7-12).

A. Jacobo exhorta a los lectores a tener paciencia porque el Señor viene pronto (5:7-8).

Los ricos cristianos-profesantes también olvidaron la segunda venida de Cristo. Pero, el verdadero cristiano,
que puede sufrir la explotación de los ricos, necesita ánimo para perseverar con paciencia y soportar mientras que
espera la venida de Cristo sin rendirse. Estos cristianos que sufren deben ser como el agricultor que tiene que
esperar las primeras lluvias para el tiempo de sembrar y tiene que esperar las últimas lluvias para el tiempo de la
cosecha.

B. Jacobo exhorta a los lectores a no quejarse (5:9).

Por causa de la pronta venida de Cristo, cristianos no deben murmurar [Mh. katalalei/te] (4:11) ni quejarse
[mh. stena,zete] (5:9). Cristo está listo volver como si fuera aproximando la sala del corte y listo a juzgar la
humanidad. Puesto que los ricos cristianos-profesantes van a ser juzgados, Jacobo espera que sus lectores en general
no vayan a caer en el mismo juicio.

C. Jacobo exhorta a los lectores a considerar el ejemplo de los profetas (5:10-11).

Los profetas y Job sufrieron horriblemente, pero por causa de su paciencia fueron bendecidos. Los lectores
saben el fin de la vida de Job. El Señor tenía buenas intenciones de mostrar a Job su misericordia y compasión. Los
cristianos que soportan con perseverancia las pruebas deben saber que el Señor va a volver pronto y recompensar su
perseverancia. Tal conocimiento va a dar a ellos gran gozo en medio de las pruebas (1:2).

D. Jacobo exhorta a los lectores a ser honestos en todos sus asuntos (5:12).

Por causa de la segunda venida de Cristo y su juicio, cristianos deben ser honestos en todos sus asuntos. Si ellos
usan juramentos con el propósito de evitar el decir la verdad, ellos van a ser juzgados (Mateo 15:4-6).

Jesús y los juramentos (Mateo 5:33-37; 15:1-20)

5:33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No jurarás falsamente sino cumplirás al Señor tus
juramentos.

Éxodo 20:7; Levítico 19:12; Números 30:2; Deuteronomio 5:11; 6:3; 22:21-23; 23:21.

5:34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
5:36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
5:37 Pero sea vuestra palabra: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.

El pecado que Jesús condena es el uso liberal de juramentos con el propósito de mentir o engañar. Los judíos
usaron juramentos para hacer votos a Dios. Un juramento debe llamar el juicio de Dios sobre la persona en caso que
la persona no cumpla su voto. Los judíos usaban cualquier cosa como testigo en vez de Dios: cielo, tierra, Jerusalén
o su cabeza. Su idea era si la cosa no estaba cerca de Dios, entonces el voto no tenía peso. En vez de tener respeto a
Dios como juez de sus votos, ellos usaron cosas físicas como testigos de sus palabras. Jesús corrigió la práctica
20

porque Dios es el único juez y cualquier mentira va a resultar en su castigo. Lo mejor es hablar la verdad sin la
necesidad de jurar. Los juramentos son malos porque llevan el engaño de que la persona es más confiable bajo un
juramento que en otros tiempos. Si no son confiables siempre, no son confiables bajo el juramento.

Jesús no condena todos los juramentos sino los que tienen el propósito de engañar y evitar el deber de un voto.
En la Biblia, votos y juramentos no son malos en sí mismo en un contexto de confianza y la verdad (Gén. 9:9-11;
Luc. 1:68, 73; Salmo 16:10; Hechos 2:27-31; Heb. 6:17; Rom. 1:9; 2 Cor. 1:23; 1 Tes. 2:5, 10; Fil. 1:8; Mat. 26:63-
64).

Un ejemplo del abuso de votos que Jesús condena es la práctica de Qorban (Mateo 15:1-20). Contra la
acusación que sus discípulos violan las tradiciones, Jesús argumenta que los fariseos violan la Ley por sus
tradiciones (15:1-20 = Marcos 7:1-23).

Mateo usa una historia de Marcos (7:1-23) para mostrar la oposición creciente judía contra Jesús. Los fariseos y
escribas acusan a los discípulos de violar sus tradiciones en cuanto a lavar manos. La “tradición de los ancianos”
(15:2) es la ley oral. Es la enseñanza de los rabinos acerca de la aplicación de la Ley de Moisés. En los días de
Jesús, esta “tradición” era oral y a los fariseos se la consideraba con la misma autoridad de la Ley escrita. La
sinagoga era el lugar donde la ley oral fue enseñada y discutida. En el segundo siglo d. C., estas tradiciones fueron
escritas en la Misná. Una de las secciones mayores trata el asunto de las manos (Yadaim: “manos”). La sección
presenta diferentes opiniones de los rabinos acerca de la cantidad de agua necesaria para derramar sobre las manos
antes de comer y las diferentes maneras en que las manos pueden estar inmundas.

En contraste con los fariseos, Jesús mantiene una distinción entre la Ley de Moisés (“el mandamiento de Dios”)
y la tradición (15:3). Contra la acusación que sus discípulos violan (parabai,nousin) estas tradiciones, Jesús
argumenta que por medio de sus tradiciones, los fariseos violan (parabai,nete) la ley. Jesús usa el ejemplo de cómo
las tradiciones judías permiten a una persona evitar sus votos a sus padres por medio de declarar que lo que debe a
ellos ha sido dedicado al templo. La Ley es clara que es la voluntad de Dios de honrar a sus padres (Éxodo 20:12) y
que la muerte física es el castigo justo que uno merece por hablar mal (kakologe,w) contra sus padres (Éxodo 21:17;
también Deuteronomio 27:16; Proverbios 1:8; 20:20; 30:17). Sin embargo, los judíos tienen la opción de declarar
que algo es “qorban”; una ofrenda dedicada al templo (Levítico 27:9, 16).

15:4 Porque Dios dice: Honra al padre y a la madre; y: El que habla mal [o` kakologw/n] del padre o de la
madre, ¡que muera la muerte!

Las citas son de Éxodo 20:12 y 21:17 (también Deut. 27:16; Prov. 1:8; 20:20; 30:17). La idea es que la persona
que no honra a sus padres y habla mal de ellos sin respeto merece el castigo de la muerte física.

La “ofrenda” [korban en Hebreo] en 15:5-6 es algo dedicado al templo (Levítico 27:9, 16). La tradición
permitió a los judíos declarar una cosa dedicada al templo para evitar el uso de la cosa en el apoyo de sus padres. La
sección Nedarim de la Misná contiene la tradición de cómo una persona puede declarar un voto por medio de
korban, y luego anularlo.

El punto de Jesús es que hay hipocresía cuando tradiciones permiten a la persona desobedecer la voluntad
mandada de Dios. Lavando las manos con agua no limpia al corazón de donde vienen las contaminaciones de
pecado (Mateo 15:19-20).

En Nedarim, la Misná contiene reglas por tales votos y cómo uno puede anularlos. Hay diferencia de opinión
entre los rabinos si alguien puede negar beneficio a sus padres por medio de declarar algo como qorban. Nedarim
3:2 permite beneficios a los padres si alguien declara algo como qorban; Nedarim 5:6 y 11:4 no permite los
beneficios; Nedarim 9:1 es dividido.
R. Eliezer dice: se comienza a hablar con una persona [=la persona está libre de un voto]
(haciendo mención) del honor de su padre y madre. Los sabios los prohiben. R. Sadoq dice: antes que
comenzar hablándole del honor del padre y de la madre, se ha de comenzar hablándole del honor de
21

Dios. Si fuere así, no habría votos. Los sabios están de acuerdo con R. Eliezer que si se trata de algo
referente a él y a su padre o madre, se ha de comenzar hablándole del honor de su padre o madre. (m.
Ned. 9:1).

La Misná permite que una persona ayude a sus padres aun después de declarar algo “qorban”, pero solamente
si la persona quiere ser librado de su voto. Jesús argumenta que tales tradiciones son hipócritas porque una persona
puede fingir una dedicación a Dios para evitar el cumplimiento de la voluntad de Dios.

Isaías 29:13 es citado apoyando el argumento de Jesús que estas tradiciones son mandamientos enseñados por
seres humanos como si fuera iguales a la Escritura. La enseñanza de Jesús llega a ser la interpretación con autoridad
de la Escritura en lugar de la tradición de los fariseos. Una persona no es contaminada por medio de comer algo
inmundo, sino por medio de hechos inmundos como homicidio, adulterio, sexo perverso, robo, mentira, y
22
blasfemia.

Mateo agrega a Marcos que los fariseos son ofendidos por la parábola de Jesús. Ellos son como plantas que el
Padre no plantó y por eso van a ser desarraigados. También son guías ciegos que van a caer en el hoyo junto con los
que les siguen. Mateo también es el único en declarar la conclusión que el comer con manos no lavadas no
contamina al ser humano.

IV. Jacobo da una serie final de exhortaciones para animar a los lectores a ministrar a unos a otros en todas las
varias circunstancias de la vida espiritual (5:13-20).

Jacobo describe cuatro circunstancias o situaciones en las cuales cristianos pueden encontrarse. Él da
instrucciones para cada situación.

A. Los afligidos deben orar (5:13).

B. Los alegres deben cantar alabanzas (5:13).

C. Los débiles espiritualmente deben llamar a los ancianos para que oren por ellos (5:14-18).

Jacobo enseña los débiles espiritualmente deben llamar a los ancianos para que oren por ellos. Los ancianos
deben orar y ungir con aceite con el propósito de animar a los débiles espiritualmente. Jacobo promete que tales
hechos de ánimo espiritual van a tener grandes resultados. Dios va a levantar y restaurar a tales cristianos débiles
espiritualmente. Jacobo no describe cristianos físicamente “enfermos”, sino los que están débiles espiritualmente
[avsqenei/] (5:14) y fatigados [ka,mnonta] (5:15). Tal debilidad espiritual no es necesariamente el resultado del
pecado, pero, si la persona ha pecado, sus pecados le serán perdonados como el resultado del ministerio de
restauración de los ancianos. Su tiempo de oración con los débiles deben incluir la confesión de pecados para haya
una restauración [ivaqh/te] completa (5:16).

Elías es un buen ejemplo de oraciones durante tiempos del conflicto interno y debilidad. Él era afligido tanto
externamente como internamente (1 Reyes 19:1-5). Pero, sus oraciones fueron muy efectivas. Él tenía los mismos
sentimientos de estos cristianos débiles y afligidos, pero él fue levantado y restaurado victoriosamente.

22
La lista de Mateo es más corta que la de Marcos. Los falsos testimonios [yeudomarturi,ai] van a ser
un tema importante durante el conflicto creciente con los líderes religiosos (Mateo 15:19; 19:18; 26:59, 60).
22

Discusión sobre la interpretación de Santiago 5:14-16

Hay varias distintas interpretaciones del pasaje.

1. Una persona físicamente enferma debe llamar a los ancianos que vienen para orar y ungir con aceite. El aceite
23
tiene poder sobrenatural para curar al cristiano enfermo.

2. Una persona físicamente enferma debe llamar a los ancianos que vienen para orar y ungir con aceite. El aceite
24
funciona como medicina para curar.

3. Una persona débil espiritualmente debe llamar a los ancianos que vienen para orar y ungir con aceite. El aceite
25
es un acto de honor y hospitalidad con el propósito de animar a la persona.

El significado básico de la palabra avsqene,w (5:14) es “estar débil”. A veces, la debilidad es física y, a veces, es
emocional o espiritual (Hechos 20:35; Romanos 4:19; 8:3; 14:1-2, 21; 1 Corintios 8:11-12; 2 Corintios 11:21, 29;
12:10; 13:3-4, 9). El contexto de Santiago 5:14-16 favorece una idea de una debilidad espiritual.

1. La palabra kakopaqe,w (5:13) refiere a aflicciones externas, tales como persecución o ataques satánicos.
Después de 5:13, Jacobo describe una debilidad interna causada por tentaciones satánicas internas.

2. Una idea similar se encuentra en Hechos 20:35 donde los ancianos deben, “ayudar a los débiles” [tw/n
avsqenou,ntwn]. La misma palabra implica que Pablo da una instrucción similar (a la de Jacobo) a los ancianos
en Éfeso a visitar a los débiles y ayudarlos.

3. Aceite era usado tanto para medicina como ánimo y honor. El verbo “ungir” [avlei,fw] es usado en el NT para
“lavar” (Mateo 6:17; Marcos 16:1); “dar honor” (Lucas 7:38, 46; Juan 11:2; 12:3); “mostrar hospitalidad”
26
(Lucas 7:46); o “curar al enfermo” (Marcos 6:13).

D. Cristianos que yerran necesitan los que pueden volverlos a arrepentimiento (5:19-20).

Elías volvió la nación entra a arrepentimiento. La asamblea local puede hacer igual para los cristianos errantes
que han desviados de la verdad. Jacobo piensa en cristianos que pecan porque desviaron de la conducta cristiana
justa. Ellos no son solamente débiles por causa de unos pecados posibles que tienen que confesar; sino que ellos
pecan abiertamente. Hay dos resultados cuando tales cristianos pecadores sean vueltos a arrepentimiento: (1) sus
almas son salvados de muerte, i.e. ellos son restaurados a una vida espiritual vital; y (2) sus pecados son perdonados
(4:15-16).

23
Davids, 193; y Tasker, 130.
24
Alexander Ross, The Epistles of James and John, NIC (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1954), 99; y John
Wilkinson, “Healing in the Epistle of James”, Scottish Journal of Theology 24 (1971): 338-39.
25
Daniel R. Hayden, “Calling the Elders to Pray”, Bibliotheca Sacra 138 (1981): 264.
26
El verbo es avlei,fw y no cri,w. En el griego secular, son palabras sinónimas, pero el NT da preferencia
a cri,w en contextos religiosos (Jesucristo: Lucas 4:18; Isaías 61:1; Hechos 4:27; 10:38; Hebreos 1:9; Salmo 45:8)
(el bautismo del cristiano por el Espíritu Santo: 2 Corintios 1:21). avlei,fw es usada en el contexto de lavar, honor,
hospitalidad y sanar.
23

Discusión sobre la interpretación de Santiago 5:19-20

Hay varias interpretaciones de estos versos.

1. Estos “hermanos” son incrédulos entre los miembros. Ellos muestran su posición perdida por medio de errar de
27
la verdad.

Ellos merecen el juicio de la muerte eterna si no son convertidos de veras a Cristo. El resultado de su verdadero
arrepentimiento va a ser vida eterna y el perdón de pecados.
28
2. Estos “hermanos” son creyentes que erraron y viven en pecado.

Ellos merecen una disciplina temporal del Señor. Ellos posiblemente van a ser juzgados con la muerte física; o
su vida espiritual posiblemente está muerta en el sentido que no funciona más. Si alguien los vuelve a
arrepentimiento, ellos van a ser restaurados y perdonados por sus pecados. Estos “hermanos” son muy similares a
29
Pedro (Lucas 22:32).

La frase, “salvar el alma” (1:21) normalmente lleva la idea de salvación eterna (Marcos 8:35; Mateo 16:25;
Lucas 9:24). Pero, también puede llevar la idea “salvar la vida física” (Marcos 3:4; Lucas 6:9; Juan 12:27). En
Santiago 1:15, Jacobo usa “la muerte” como el resultado de pecado con la idea de la inhabilidad de que la vida
espiritual funcione. Jesús también usa la palabra “extraviarse” [plana,w]. En Mateo 18:12-13, aparece que el
pequeño que yerra es un cristiano en el contexto de 18:6, 10, 11. El contexto tiene que ver con la importancia de
evitar ofensas contra pequeños creyentes y cómo ganar a un hermano por medio de la disciplina apropiada en la
iglesia (Mateo 18:15-22). Mateo 18 y Santiago 5:19-20 son muy similares y da a la idea que los “hermanos”
errantes (extraviados) son verdaderos cristianos que necesitan restauración o disciplina en la iglesia.

27
Burdick, 204-5; y Lange y Van Oosterzee, 142-44.
28
Blue, 835.
29
Tasker, 142-43.

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