Está en la página 1de 3

El concepto de ideología

La ideología es el sistema de pensamientos y creencias por medio de las cuales, los


individuos explican cómo funciona su sistema social y a qué principios responde.

Las ideologías difieren, fundamentalmente, en su concepción de las relaciones entre la


sociedad, el estado y el mercado.

La perspectiva liberal
El liberalismo separa a la economía de la política y asume que cada esfera funciona de
acuerdo con lógica y reglas propias. Esta teoría económica aboga por el mercado libre y
por una mínima intervención del Estado. Si bien los pensadores liberales han compartido
un conjunto coherente de principios y creencias sobre la naturaleza de los seres humanos,
la sociedad y las actividades económica ha asumido distintas formas: clásico, neoclásico,
keynesiano.

Sostiene que el mercado surge espontáneamente a fin de satisfacer las necesidades


humanas y que una vez en funcionamiento actúa conforme su propia lógica interna. Para
facilitar el intercambio e incrementar su bienestar, los hombres crean el dinero y las
instituciones económicas.

La justificación de un sistema de mercado es que incrementa la eficiencia económica, lleva


a su punto máximo el crecimiento económico y a partir de allí aumenta el bienestar
humano. El principal objetivo es beneficiar al consumidor. El libre comercio y el mercado
abierto producen el incremento de variedad de productos y servicios al alcance del
consumidor. El consumidor individual y la empresa son la base de la sociedad. Los
individuos se comportan racionalmente y tratan de mejorar o satisfacer ciertos valores al
menor costo posible. El individuo tratará de llegar a su objetivo hasta que llegue a un
equilibrio en el mercado, es decir, hasta que se equiparen con los beneficios.

Presupone la existencia de un mercado en el que todos los individuos están


perfectamente informados y en consecuencia pueden elegir la conducta más beneficiosa.
Esto determina una economía flexible. Los términos del intercambio están determinados,
exclusivamente, por consideraciones relativas a la oferta y la demanda y no por el
ejercicio del poder y la coerción.

El comportamiento está gobernado por un conjunto de leyes económicas que son


impersonales y políticamente neutras. Los gobiernos no deben intervenir a menos que
haya una falla del mercado.
La economía está dominada por la Ley de la demanda: la gente comprará más de una
mercadería si su precio relativo baja y menos si sube y tenderá a comprar más si sus
ingresos aumentan.

Los individuos persiguen sus intereses en un mundo de escasez y recursos restringidos.


Cada decisión implica un costo, una opción entre recursos disponibles. No existe nada
gratis. Para obtener algo, uno debe estar dispuesto a prescindir de otra cosa.

La economía de mercado tiene una tendencia hacia el equilibrio y la estabilidad, al menos


a largo plazo. Si un mercado se precipita en un estado de desequilibrio, se debe a un
elemento exógeno (cambio en el gusto del consumidor o en le tecnología productiva, por
ejemplo).

A la competencia en el mercado, subyace una armonía de intereses en el largo plazo. Esa


armonía prevalecerá sobre cualquier conflicto temporario. La persecución del propio
interés del individuo incrementa el bienestar social porque conduce a la maximización de
la eficiencia y el eventual crecimiento económico beneficia a todos.

El comercio y el intercambio económico son fuente de relaciones pacíficas entre las


naciones porque los beneficios mutuos del comercio y la creciente interdependencia entre
las economías nacionales tienden a favorecer las relaciones de cooperación. Mientras la
política tiende a dividir, la economía tiende a unir a los pueblos.

La perspectiva nacionalista
Su idea central es que las actividades económicas están y deben estar subordinadas a la
construcción del Estado y a los intereses de éste. Adhieren a la primacía del Estado, la
seguridad nacional y el poder militar en la organización y el funcionamiento del sistema
internacional. Hay dos posiciones: una benigna que propone que la salvaguarda de los
intereses económicos nacionales es la condición esencial mínima para la seguridad y la
supervivencia del Estado y la maligna que ven a la economía internacional como campo
propicio para la expansión imperialista y el engrandecimiento nacional.

Respecto de la relación entre poder y riqueza afirman que:

a) La riqueza es un recurso absolutamente esencial para el poder sea con fines de


seguridad o de defensa.
b) El poder es esencial o de gran valor como medio para adquirir o retener la riqueza
c) La riqueza y el poder son adecuados fines últimos de la política nacional.
d) A largo plazo, hay armonía entre estos fines, aunque en ocasiones haya que hacer
sacrificios económicos a favor de la seguridad militar y, consecuentemente, de la
prosperidad a largo plazo.

La lucha entre los estados para obtener recursos es predominante e inherente a la


naturaleza misma del sistema internacional. Todo conflicto es, a la vez, económico y
político.

El objetivo mayor del nacionalismo es la industrialización a la que le dan supremacía


respecto de la agricultura. Los nacionalistas creen que la industria tiene efectos de
desborde en la economía y que conduce a su desarrollo general. Valorizan a la industria
porque es la base del poder militar.

En un mundo en el que los Estados están en competencia, es más importante la ganancia


relativa que la ganancia mutua. La interdependencia nunca es simétrica: constituye una
fuente de conflictos continuos y de inseguridad.

El Estado intenta crear una división internacional del trabajo favorable para sus intereses
políticos y económicos.

También podría gustarte