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Aprendiendo el arte de amar
Casi nadie piensa que el amor es algo que hay
que ir aprendiendo poco a poco a lo largo de la
vida. La mayoría da por supuesto que el ser humano
sabe amar espontáneamente. Por eso se pueden
detectar tantos errores y tanta ambigüedad en ese
mundo misterioso del amor.
Hay quienes piensan que el amor consiste
fundamentalmente en ser amado y no en amar. Otros
están convencidos de que amar es algo sencillo y que lo
difícil es encontrar personas agradables a las que se les
pueda querer.
Hay quienes confunden el amor con el deseo.
Todo lo reducen a encontrar a alguien que satisfaga su
deseo de compañía, afecto o placer. Cuando dicen «te
quiero», en realidad están diciendo «te deseo», «me ha ganado quien sabe
apeteces».
Para Jesús, el amor es la fuerza que mueve y hace
crecer la vida, pues nos puede liberar de la soledad y la
separación para hacemos entrar en la comunión con Dios no el que mejor lo
y con los otros. sabe todo y todo lo
Pero, concretamente, ese «amar al prójimo como a enjuicia
Hermann HESSE ^
uno mismo» requiere un verdadero aprendizaje, siempre
posible para quien tiene a Jesús como Maestro. Padres sencillos y buenos que se toman tiempo para
Para ello la primera tarea es aprender a escuchar a sus hijos, responder a sus preguntas, disfrutar
escuchar al otro. Tratar de comprender lo que vive. y descubrir de nuevo junto a ellos lo mejor de la vida.
Sin esa escucha sincera de sus sufrimientos, necesidades
Padres incansables que llenan el hogar de calor y
y aspiraciones no es posible el verdadero amor.
alegría, que no tienen precio pues saben dar a sus hijos lo
Lo segundo es aprender a dar. No hay amor
que más necesitan para enfrentarse confiadamente a su
donde no hay entrega generosa, donación desinteresada,
regalo. El amor es todo lo contrario a acaparar, futuro.
apropiarse del otro, utilizarlo, aprovecharse de él. Esposos que van madurando su amor día a día,
Por último, amar exige aprender a perdonar. aprendiendo a ceder, cuidando generosamente la felicidad
Aceptar al otro con sus debilidades y su mediocridad. No del otro, perdonándose mutuamente en los mil pequeños
retirar rápidamente la amistad o el amor. Ofrecer una y roces de la vida.
otra vez la posibilidad del reencuentro. Devolver bien por Estas gentes desconocidas son los que hacen
mal. el mundo más habitable y la ,vida más humana.
Muchos lo van haciendo ya. Nunca viene su nombre Ellos ponen un aire limpio y respirable en nuestra
en los periódicos. Nadie les cede el paso en lugar alguno. sociedad.
No tienen títulos ni cuentas corrientes envidiables. No En el desierto de este mundo, a veces tan inhóspito,
poseen muchas riquezas, pero tienen algo que no se donde solo parece crecer la rivalidad y el enfrentamiento,
puede comprar con dinero: bondad, capacidad de ellos son pequeños oasis en los que brota la amistad, la
acogida, ternura y compasión hacia el necesitado. confianza y la mutua ayuda. No se pierden en discursos y
Hombres y mujeres del montón, gentes de a pie teorías. Lo suyo es amar calladamente y prestar ayuda a
a los que apenas valora nadie, pero que van pasando por quien lo necesite.
la vida poniendo amor y cariño a su alrededor. Personas Es posible que nadie les agradezca nunca nada.
sencillas y buenas que solo saben vivir echando una Probablemente no se les harán grandes homenajes. Pero
mano y haciendo el bien. estos hombres y mujeres son grandes porque son
Gentes que no conocen el orgullo ni tienen grandes humanos. Ahí está su grandeza. Sin saberlo quizá,
pretensiones. Hombres y mujeres a los que se les están abriendo caminos al Reinado de Dios.
encuentra en el momento oportuno, cuando se necesita .Alfonso Esponera. dominico
una palabra de ánimo, la mirada cordial, ja mano
cercana.
“AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS”
Agustín