Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EN EL ÁMBITO FAMILIAR
I
ANEXO TEMA 1
CONOCIMIENTOS BÁSICOS
SOBRE LAS DROGAS
ANEXO I TEMA 1 CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE LAS DROGAS | 3
ÍNDICE
APARTADO PÁGINAS
6. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................... 29
ANEXO I TEMA 1 CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE LAS DROGAS | 5
La humanidad siempre ha convivido con las drogas. Los primeros testimonios sobre
su uso datan de tiempos remotos. Los hongos alucinógenos como la Amanita se usan desde
el paleolítico en las culturas chamánicas de toda Eurasia y América.
El cannabis es originario de la zona del mar Negro, y su uso es tan antiguo como el
invento de la agricultura. Desde allí pasó a la India, desde donde se extendería hacia oriente
y el pacífico. Tras avanzar por la cuenca oriental del Mediterráneo, seguirá el curso del Nilo
y se expandirá por África, especialmente, y se convierte en una de las drogas más
populares del mundo árabe.
6 | FORMACIÓN EN PREVENCIÓN DE DROGODEPENDENCIAS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Los usos médicos y recreativos del opio se remontan a cinco mil años de
antigüedad. El opio, la planta del deleite sumeria, es originario de la cuenca mediterránea.
Usada por los médicos egipcios, en Roma su precio estaba controlado por el estado, como
el de cualquier artículo de primera necesidad.
Desde América llegó una de las drogas con mayor capacidad adictiva: la Herba
Nicotiana, el tabaco, planta ceremonial por excelencia entre los indios, que prenderá en
todo el mundo con la rapidez de una brasa.
En el siglo XVII se extendieron con gran rapidez por Europa excitantes como el té,
originario de China, o el café, de Arabia. Algo parecido sucedió con el tabaco. También
entonces se generaliza la fabricación de licores destilados, que conducirían al alcoholismo a
gran parte de la población europea sin recursos. A lo largo del diecisiete y después de
algunas resistencias iniciales, el tabaco se convierte en floreciente negocio y monopolio
estatal de los imperios que, incapaces de erradicarlo, deciden gravar con impuestos su
comercio, como el del café y los destilados del alcohol, y llenar así sus arcas a costa de
vicios tan extendidos.
Cuando, a finales del XIX, China legalizó la producción de opio y amenazó con
abastecer a todo Oriente, desplazando a la Compañía de las Indias Orientales, el
parlamento británico decide que el tráfico de opio a gran escala “es una empresa
moralmente injustificable”.
El siglo XIX es el gran siglo de las drogas. De los usos rituales mágicos del pasado
queda muy poco. Los progresos en el campo de la química y la medicina favorecieron el
nacimiento de la moderna industria farmacéutica. Los médicos recetan drogas como cura,
pero también están al alcance de cualquiera en boticas y droguerías, y se usan como
evasión, como búsqueda de placer y de sentido de un mundo que está cambiando, quizá
demasiado deprisa.
Los artistas y la burguesía experimentan con opio y cannabis, y comparten con las
clases bajas la pasión por nuevas sustancias: el éter o el óxido nitroso, que los “pobres”
consumen mezclado con alcohol para emborracharse antes.
La cocaína se aisló por primera vez en 1859 y se comercializa durante medio siglo
bajo la forma de tónicos curativos y estimulantes, e ignorando su capacidad adictiva.
Él mismo utilizó la morfina como sedante terminal una vez que su cáncer de
mandíbula-paladar hizo insoportables los dolores.
La cocaína ha sido utilizada para incrementar el ardor de las tropas en las guerras,
fue consumida por Edison o el Papa León XIII bajo la forma de tónico estimulante. Bajo sus
efectos, Stevenson escribió “El Dr. Jeckyll y Mr. Hyde” en una semana, una obra modélica
que narra en clave de ficción los pavorosos efectos de la adicción a las drogas sobre una
persona.
Pero una serie de movimientos levantan sus voces contra el uso de drogas,
empujando a gobiernos y organismos internacionales a controlarlas cada vez más. No sólo
la Iglesia, también los movimientos sindicalistas más progresistas, preocupados por las
condiciones de vida de la clase obrera, empezaron a luchar contra las drogas.
el LSD 25, una droga semisintética extraída del cornezuelo del centeno que por sus
poderosos efectos, abriría una nueva época en la historia de las drogas.
Los usos de las drogas no son nuevos, tienen el mismo recorrido y en paralelo que
la historia de la humanidad. La convivencia con sustancias, algunas de ellas actualmente en
desuso han sido objeto de constante convivencia e intercambio dentro de los pueblos y
entre ellos.
Las drogas están integradas dentro de las culturas con diversos significados y
funciones. Esta convivencia histórica, da a entender que el uso de drogas no siempre ha
sido exclusivamente disfuncional y disruptivo, sino que también ha tenido un carácter
funcional y benefactor individual y socialmente, en algunos momentos y situaciones
concretas de la historia de las sociedades.
Sin embargo, la convivencia con ciertas drogas se ha dado con la misma naturalidad
que la convivencia con otros objetos de consumo cuyo uso se instrumenta con un sentido
dentro de la comunidad.
Si en una sociedad se tipifica una sustancia como droga con un valor nocivo, se le
atribuye una peligrosidad, que en cierta medida genera una percepción que actúa como
filtro, el temor y recelo que provoca en algunos grupos sociales disminuye la probabilidad
de que éstos consuman.
Sin embargo, cuando las sustancias forman parte de la idiosincrasia de una cultura, y
están socialmente aceptadas, el uso se vive con tal naturalidad que la percepción de riesgo
queda disminuida hasta tal punto que solo es palpable cuando el problema ya es muy grave.
La convivencia que la sociedad tiene con las drogas socialmente aceptadas y las no
aceptadas generan percepciones parciales y comportamientos muy contradictorios. Los
estragos que han causado las no aceptadas, como por ejemplo la heroína, han disminuido la
percepción del riesgo que conlleva el consumo de las drogas aceptadas dentro de la
cultura. Hasta el punto que éstas, causantes también de un sin fin de malestares
(individuales, familiares y sociosanitarios), carecen de la atribución necesaria para que se
perciba el riesgo que conlleva el consumo.
Otros elementos que influyen en la génesis actual del problema, además de los
cambios culturales y sociales tan vertiginosos de esta época, ha sido la facilidad de las
comunicaciones y de los intercambios y la progresiva sofisticación del comercio que ha
facilitado el creciente comercio internacional y la creciente complejidad de redes ilícitas de
tráfico.
Desde este punto de vista, esta última crisis de drogas viene acompañada de una
globalización y homogeneización de los problemas, es decir, la mayoría de los países están
afectados con los mismos problemas, aunque en cada país haya manifestaciones singulares y
concretas.
OFERTA Y DEMANDA
Actualmente, son numerosos los países europeos que han aprobado diferentes
normas, restringiendo desde el consumo de alcohol y tabaco, hasta su distribución y venta
en determinados espacios y colectivos. Se han desarrollado legislaciones nacionales, y
establecido acuerdos en el seno de la Unión Europea para restringir la publicidad de estos
productos.
Sin embargo, al igual que ocurre con el negocio que representan las drogas ilegales,
son muchos los intereses que dificultan los avances en el campo del control de la oferta de
drogas legales, entre los que se incluyen las presiones de las industrias dedicadas a la
elaboración y transformación de estos productos, los intereses del sector publicitario, el
peso de estas actividades en determinadas economías nacionales, los ingresos obtenidos
por los estados vía impuestos, etc.
Por ello, Domingo Comas (1985) afirma que “droga pueden ser muchas sustancias,
más solo lo son aquéllas que culturalmente se califican como tales”.
Jaime Funes (1988) define droga como “cualquiera de las múltiples sustancias que el
hombre ha usado, usa o inventará a lo largo de los siglos, con capacidad para modificar las
funciones del organismo vivo que tienen que ver con su conducta, su juicio, su comportamiento, su
percepción o su estado anímico”.
16 | FORMACIÓN EN PREVENCIÓN DE DROGODEPENDENCIAS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Por lo tanto, a modo de conclusión, para que una sustancia sea considerada como
droga deben darse las siguientes características, como apuntan Berjano y Musitu (1987):
PERSONA
CONTEXTO SUSTANCIA
ANEXO I TEMA 1 CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE LAS DROGAS | 17
Nuestra labor no debe consistir en intentar determinar cuál de estos factores cobra
una mayor importancia a la hora de explicar estos consumos, sino en comprender el
fenómeno como una realidad compleja e interrelacionada, donde la situación individual será
la que determine diferencias en el peso de cada uno de estos factores.
Así pues, estos bloques de factores serán los que posteriormente ayudarán a
entender y organizar los factores de riesgo y de protección que posibilitan los consumos
de drogas, como se verá exhaustivamente en el siguiente tema.
USO/ABUSO/DEPENDENCIA
Son conceptos difíciles de precisar, ya que no sólo dependen de las sustancias sino
del contexto sociocultural.
18 | FORMACIÓN EN PREVENCIÓN DE DROGODEPENDENCIAS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Hay diversas drogas que, por su naturaleza, utilizarlas conlleva tantos riesgos que,
en la práctica, cualquier forma de uso es, en verdad, abuso.
De igual manera, encontramos sustancias que, al margen de la frecuencia con que se
empleen y de que exista o no dependencia, pueden acarrear importantes
consecuencias: sobredosis, conducción de vehículos bajo efectos del consumo,
consumo en el embarazo, consumo simultáneo de varias sustancias, etc.
FORMAS DE CONSUMO
PROCESO DE ADICCIÓN
Desde que una persona inicia un contacto con alguna sustancia susceptible de crear
dependencia hasta que la dependencia queda instaurada, pasa por un proceso que se
prolongará en el tiempo, de forma variable.
En cada una de estas fases, las causas y factores que influyen para avanzar o no en el
proceso de dependencia son muy variadas y tienen que ver con los factores de riesgo:
personales, sociales y de las propias sustancias, que hacen a los individuos más vulnerables
ante los consumos de drogas.
DEPENDENCIA
En la mayoría de los casos, los síntomas que aparecen son de ambos tipos, aunque
en ocasiones, con algunas sustancias los efectos físicos estén muy atenuados o sean mucho
menos llamativos que con otras, apareciendo en todos los casos los síntomas psicológicos.
Será, por lo tanto, más apropiado hablar de una única dependencia que se manifiesta a
través de distintos síntomas físicos y psicológicos.
CODEPENDENCIA
"Se refiere al conjunto de vínculos de naturaleza psíquica que el entorno inmediato del
adicto genera en función de la adicción de éste" (Martí, 2000). La codependencia define la
dinámica de relación que se establece entre el drogodependiente y una o varias personas
22 | FORMACIÓN EN PREVENCIÓN DE DROGODEPENDENCIAS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
del entorno próximo que actúan como sostenedoras del síntoma, consciente o
inconscientemente, pudiendo llegar incluso a compartir la dependencia.
TOLERANCIA
Por otra parte, hay grupos farmacológicos de drogas que presentan tolerancia
cruzada entre sí; de este modo, por ejemplo, cuando se administran tranquilizantes a una
persona alcohólica se necesitan dosis inicialmente superiores para alcanzar los mismos
efectos que se lograrían en un persona abstemia (Camí, 2000).
SÍNDROME DE ABSTINENCIA
INTOXICACIÓN
La intoxicación aguda exige una intervención sanitaria urgente que será diferente
para cada sustancia teniendo en cuenta las complicaciones propias derivadas de la forma de
consumo (vía de administración).
SOBREDOSIS
REINSERCIÓN
Este proceso tiene varias fases ya que, aunque en ocasiones se la considera la última
etapa de la fase asistencial, debe estar presente desde el principio del tratamiento y sus
objetivos deben presidir el quehacer de la actividad asistencial. Estas fases consisten en:
Es decir, la reinserción social tiene como objetivo final la promoción del desarrollo
de un proceso vital normalizado.
Aquí presentamos una clasificación basada en los efectos que producen las drogas
sobre el sistema nervioso central.
1. Depresoras. Las sustancias depresoras del sistema nervioso central son las que
atenúan o inhiben los mecanismos cerebrales de la vigilia, y pueden producir distintos
grados de inactivación desde la relajación, sedación y somnolencia hasta la hipnosis,
anestesia y coma, dependiendo de la dosis. Algunas drogas, además, tienen unos efectos
ANEXO I TEMA 1 CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE LAS DROGAS | 25
específicos como la producción de analgesia. Dentro de este grupo estarían drogas como el
alcohol y los opiáceos.
1. Alcohol
https://www.youtube.com/watch?v=TFYNoBCE9IM&index=23&list=PL68DFA9E39D6AE8FB
2. Opiáceos
http://www.youtube.com/watch?v=-M3mpciWtEg
3. Benzodiacepina (Tranquilizante)
https://www.youtube.com/watch?v=BSEd6dEeeE4&index=31&list=PL68DFA9E39D6AE8FB
Tabaco
https://www.youtube.com/watch?v=pfVM2NSql1I&index=20&list=PL68DFA9E39D6AE8FB
https://www.youtube.com/watch?v=WQlhpBJvmrE&list=PL68DFA9E39D6AE8FB&index=11
Algunas sustancias son de difícil clasificación debido a que combinan efectos de los
distintos grupos antes descritos. Éste es el caso de las drogas de síntesis que tienen efectos
activadores y perturbadores del sistema nervioso central. También podríamos incluir el
cannabis, cuyos efectos se sitúan a medio camino entre los depresores y los perturbadores.
Cannabinodes
https://www.youtube.com/watch?v=jBfXJWzW1M0&index=3&list=PL68DFA9E39D6AE8FB
Alucinógenos
https://www.youtube.com/watch?v=UrUoyXpnurI&list=PL68DFA9E39D6AE8FB&index=27
Drogas de síntesis:
Éxtasis
https://www.youtube.com/watch?v=9tzl2pzpMTo&list=PL68DFA9E3D6AE8FB&index=42
www.pnsd.mscbs.gob.es/.../unionEuropea/observatorio/home.htm
6. BIBLIOGRAFÍA
Becoña, E. (1999). Bases teóricas que sustentan los programas de prevención del consumo de
drogas. Madrid: Ed. Ministerio del Interior, Plan Nacional sobre Drogas.
Berjano E. y Musitu G. (1987). Las drogas: análisis teórico y métodos de intervención. Valencia: Ed.
Nau Llibres.
EDIS (2000). Factores de Riesgo y de Protección de carácter social relacionados con el consumo de
drogas. Madrid: Plan Municipal contra las Drogas.
Elzo Imaz, J.; Megías Quirós, I.; Rodríguez San Julián, E.; Ballesteros Guerra, J.C. y Rodríguez Felipe,
M.A. (2003). Jóvenes y estilos de vida: valores y riesgos en los jóvenes urbanos. Madrid: FAD-
Caja Madrid.
OEDT (2011). Informe 2011.Situación y tendencias del problema de drogas en España. Madrid:
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Observatorio Europeo de las drogas y las toxicomanías (2013). Informe Europeo sobre Drogas.
Tendencias y Novedades. Luxemburgo: Unión Europea.
30 | FORMACIÓN EN PREVENCIÓN DE DROGODEPENDENCIAS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
PNSD (2013). Estrategia Nacional sobre drogas 2009-2016. Madrid: Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad.