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CENTENARIA Y BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL

PARA PROFESORES
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA
CICLO ESCOLAR 2021-2022
6º SEMESTRE
CURSO: FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA
PROFRA. ERIKA DEL MAZO MORALES
RESUMEN
EQUIPO:
CASTRO ACOSTA MARÍA FERNANDA
CRUZ MAGDALENO JOSÉ ALBERTO
FRANCISCO MONDRAGÓN LUZ CLARA
LÓPEZ GARCÍA BRENDA LILIANA
OPORTUNIDADES DE APRENDIZAJE DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS
ESTUDIANTES
RESUMEN
1.1 Espacios de formación reconocidos por los estudiantes
1.1.1 Explícitos
Se identifica la existencia de una formación explícita sobre ciudadanía,
particularmente en las asignaturas de Formación Cívica y ética, Ciudadanía e
Interculturalidad. La valoración que se tiene sobre estas asignaturas es positiva
puesto que ayudan a reflexionar acerca de nuestra identidad como personas, el
papel del maestro y cómo influye en la sociedad.
1.1.2 Transversales
Existe una amplia gama de asignaturas que están vinculadas a la vida ciudadana y
brindan los elementos necesarios para desarrollar la labor como docentes, pero
también algunas otras en las que se reconoce algún aporte sobre asuntos como: la
comprensión del entorno social, el reconocimiento de la diversidad y la formación
de capacidades específicas para la vida ciudadana. La formación ciudadana es un
comportamiento que lo debemos tener como personas, no en cierto momento, ni en
ciertas áreas, sino siempre.
Entre las asignaturas que se reconocen como espacios de formación están:
- Observación y análisis de la práctica escolar: contextos y cultura.
- Prácticas sociales del lenguaje: comunicación, diálogo, toma de acuerdos,
etc.
- Teorías pedagógicas: postura social y educativa.
- Atención a la diversidad: reconocimiento de sujetos y entornos diversos.
- Problemas y políticas de la educación en México: estado de la educación.
Espacios como Historia, Filosofía, Desarrollo Infantil, y otros más, tienen un
componente de formación ciudadana. Toda la formación docente es en realidad una
formación para la ciudadanía. Se percibe y se reconoce una amplia variedad de
contenidos y oportunidades de formación en materia de ciudadanía, sin embargo,
es necesario valorar con qué calidad son abordados estos contenidos y qué tanta
vinculación existe con los desafíos de la profesión.
1.2 Tratamiento de los temas y métodos de trabajo usados (profundidad y
rigurosidad)
Es importante comentar que existe una jerarquía en los componentes del
currículum, en el cual los contenidos sobre formación ciudadana no son prioridad.
Este desplazamiento en la jerarquía curricular es un primer componente que incide
en las posibilidades de profundización y ampliación de algunos temas. Al no
considerarse prioritarios, estos contenidos se restringen hasta el momento de
abordar las asignaturas explícitas o bien, depende del docente si se lleva a cabo un
tratamiento transversal.
Por otro lado, es claro que existe un desfase entre lo que se aborda en las clases y
lo que ocurre en la práctica escolar porque se niegan aspectos de la realidad que
inciden en la intervención del docente, tales cómo las experiencias previas de los
niños en los temas relativos a ciudadanía.
Para algunos docentes, el problema en materia de formación cívica y ética es que
se ofrece bajo una perspectiva de “ideal” o desde el “deber ser”. Se dice que se
emiten juicios de valor al prestablecer lo que está bien o mal para los niños, en vez
de comprender el lugar desde el cuál ellos hablan.
El papel de los docentes al hablar del tratamiento y rigurosidad en los temas
demuestra que hay profesores que se vuelven un medio valioso para hacer explícita
la formación ciudadana y articularla con las problemáticas de los estudiantes. En
otros casos, los docentes son también impulsores de la reflexión sobre el entorno y
sobre sí mismos. Para algunos el uso de técnicas como los dilemas morales es una
vía para provocar la reflexión, plantearse preguntas problematizadoras y asumir una
postura ética. Para otros lo fue la autonomía, dejando decidir y gestionar a los
alumnos, pero a la vez motivándolos a la participación.
En general, el aporte del profesor es decisivo para hacer que las asignaturas
adquieran un sentido verdaderamente formativo y los contenidos sean relevantes.
1.3. Valoración de la formación recibida en relación con desafíos de la
docencia; carencias observadas.
Los contenidos abordados son útiles porque asumen que la formación ciudadana y
en valores es parte de la función de un docente. Esto permitirá enfrentar esa tarea
de mejor manera, dar a conocer a los alumnos los conocimientos adquiridos y
solucionar problemas que se presenten. Si embargo, es importante realizar
adecuaciones a lo aprendido para que responda a necesidades de contextos
diversos para no dar por sentado que todo servirá para los mismos espacios. De
igual forma se plantea que la formación ciudadana nunca termina y se tiene que
trabajar sobre ella constantemente.
Existen temas que deberían abordarse o profundizarse, por ejemplo:
- Democracia: Muchas veces las estrategias usadas por lo profesores con
frecuencia no resultan congruentes y se valoran como “conductistas” o
basadas solo en lectura y exposición.
- Educación ambiental: Debe destacarse tanto en la formación de la infancia
como en la de los docentes.
- Asertividad: Como recurso para apoyar a los niños y niñas en la toma de
decisiones.
- Convivencia en la diversidad y diversidad cultural: Cómo ayudar a los
alumnos a que se relacionen con otros que tienen diferentes características
a él.
- Educación para la paz.
- Resolución de conflictos: herramientas para la mediación entre alumnos,
promoción del diálogo, estrategias claras.
- Diálogo: tolerancia y respeto.
- Identidad cultural.
Existe la necesidad de dar mayor peso a los contenidos sobre formación ciudadana
que ya existen o ajustar en su lugar en el plan de estudios.
CONCLUSIONES
Las oportunidades para que un futuro docente se forme en asuntos cívicos y de
ciudadanía son amplias, de modo que es posible reconocer espacios explícitamente
dedicados a ello, a la par de otros donde ciertos contenidos cívicos/ciudadanos se
integran a cursos sobre otros temas. Existen asignaturas dedicadas a analizar
críticamente el entorno y adoptar una posición de compromiso social, mientras que
otras brindan más bien herramientas didácticas para el trabajo en aula. Hay
oportunidades para formarse desde una perspectiva local y para reconocer la
diversidad y riqueza de las culturas que habitan en México.
Se ha visto que la educación ciudadana es de hecho un asunto presente en la
formación de los estudiantes de las escuelas normales, que hay una cierta intención
de incorporarla como parte de una estrategia nacional más amplia y que existe una
diversidad importante de opciones para su estudio, aunque con calidades y aportes
variables. Hay también una presencia de valores y fundamentos cívicos más allá de
las asignaturas, en la base de la profesión misma, a través del perfil de egreso y de
las competencias deseadas para un profesor. Se cuenta, finalmente, con un bagaje
de cultura institucional que es heterogéneo, que se articula con movimientos
sociales más amplios y que deriva en espacios de formación ciudadana que
docentes y alumnos construyen para sí. Esta diversidad corre de la mano con la
existencia de planes de estudio nacionales.

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