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MECANISMO DE LESION

Herencia genética.
Se conoce como pie plano idiopático, el cual se presenta desde la infancia y perdura hasta la fase
adulta. Normalmente no genera dolor, lo suelen presentar uno o varios miembros de la familia y
generalmente es flexible. Para diferenciar un pie plano flexible de uno rígido, observaremos que
tras realizar flexión dorsal del primer dedo (elevarlo hacia arriba) o tras ponerse de puntillas, se
genera un aumento del arco planta, obteniendo este un tamaño “normal”.

Insuficiencia del tendón tibial posterior. 


Este tendón, junto con otras estructuras situadas en la zona interna del tobillo y la zona media del
pie, como por ejemplo los ligamentos, tienen entre otras funciones la de “sujetar” el arco plantar.
Si estas estructuras reciben una carga excesiva, pueden llegar a elongarse y dejar de cumplir esta
función.
Coalición tarsiana.
Es la unión de dos o más huesos del pie, lo que podría provocar un descenso o no formación del
arco plantar.

Mala posición fetal.


Antes de nacer se adopta una posición para amoldarse a la forma "ovoide" del útero materno,
manteniendo las piernas flexionadas. Es por ello que al nacer y durante varios meses las piernas se
aprecian curvas mientras que los pies generalmente adoptan una posición "hacia adentro"
predisponiendo a un posible pie plano.
Desbalance biomecánico
Las alteraciones en las partes blandas son consecuencia de un fenómeno de adaptación a los
cambios esqueléticos. Así, hay retracción de la cápsula y ligamentos, hay retracción de los
músculos y los ligamentos plantares adicionalmente, la aponeurosis plantar superficial y la piel de
la planta están retraídos y son inextensibles.
ESTRUCTURAS QUE DAÑAN
ALTERACIONES DE RODILLA
se produce dolor agudo en la zona inferior y superior de la misma durante actividades de la vida
diaria ya que para realizar una marcha funcional compensa con un exceso de pronación, causando
dolor femororrotuliano y un riesgo aumentado de sufrir el síndrome de stress tibial medial , la
rodilla en valgo que, a largo plazo, puede determinar lesión de cartílago o del menisco, en
concreto pinzamiento del compartimiento externo, debido a que la rotación tibial interna asociada
a la pronación excesiva, produciendo un desplazamiento de la trayectoria patelo-femoral
internamente, favoreciendo a la subluxación lateral de la rótula.

Dolor en la musculatura de la zona interna de la pierna y la rodilla, y en la zona posterior (gemelo y


pantorrilla): como los músculos de la pierna se ven obligados a trabajar de forma forzada porque
el arco plantar cae hacia dentro, puede producirse tendinitis, tensión muscular y calambres tanto
en la cara interna como posterior de la pierna
ALTERACIONES DE LA CADERA
El exceso de pronación bilateral, produce una rotación interna de los ejes de la tibia y del fémur
que puede conducir a una anteriorización del centro de gravedad, cargando el antepié y
compensando c on una inclinación lordótica secundaria y rigidez muscular

Alteraciones de tobillo:
La parte interna puede hincharse. Además, el talón de Aquiles puede acortarse y tanto la parte
del talón como del antepié pueden arquearse hacia afuera (talón en valgo o antepié en abducción)

Alteraciones del dorso del pie


El aplanamiento del pie en ocasiones se traduce en dolor en la zona dorsal de los huesos del pie.

ALTERACIONES DE LA TIBIA
La pronación excesiva del antepié y la rotación tibial interna aumenta las fuerzas de tracción sobre
los flexores profundos de la pierna. Esto es un factor común que provoca inflamación del periostio,
secundario a las fuerzas de tracción por un exceso de trabajo muscular sobre las estructuras
blandas en la tibia.

Contractura en tendón de Aquiles

Limitaciones de dorsiflexion del pie

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