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Nombre

Sayri
Apellido
Rojas cordero
Curso
5B
Maestro
Carlos navaro
La Dictadura de Ulises Heureaux

Ulises Heureaux (21 de octubre 1845 – 26 de julio 1899) fue


un militar y abogado dominicano. Presidente de República
Dominicana desde el 1 de septiembre de 1882 al 1 de
septiembre de 1883, desde el 6 de enero al 27 de febrero de 1887 y
nuevamente desde el 30 de abril de 1889 hasta su asesinato en
1899. Estos períodos de gobierno Heureaux son conocidos en la
historia dominicana, como "La Dictadura de Lilís". Heureaux se valió
del terror y la intimidación paara mantener su proyecto de gobierno.
Esto condujo a la joven república a la bancarrota, situación que
provocaría una fuerte inestabilidad política y seria la causa principal
de la posterior intervención

Tras los problemas y embastes que recibió el gobierno de Fernando


Arturo de Meriño, este tuvo que implementar un plan emergente
para mantener su gobierno, por lo que realizó un decreto
llamado Decreto de San Fernando el 30 de mayo de 1881,
mediante el cual asumía el poder temporal como dictador, y abolía
el derecho de asilo en los consulados extranjeros

Las elecciones para elegir al sustituto de Meriño fueron celebradas,


y resultó electo el Gral. Ulises Heureaux y el Gral. Casimiro
Nemesio de Moya como presidente y vicepresidente
respectivamente. Ambos asumieron sus respectivos cargos el 1 de
septiembre de 1882, fecha en que formaron parte del gabinete los
generales Wenceslao Figuereo, Segundo Imbert, Generoso de
Marchena, Alejandro Woss y Gil y Juan Tomás Mejía.
La elección de Heureaux constituyó un hecho de significativa
importancia para la democracia dominicana, ya que fue la segunda
vez que en el país se eligió un presidente y fue instalado su
gobierno de acuerdo a lo establecido en la Constitución.
El Gral. Ulises Heureaux llegó al poder el 1 de septiembre de 1882
en un momento en el que existían en el país unos 30 ingenios
azucareros con una población empleada de 5000 trabajadores. Los

principales ingenios se encontraban en las inmediaciones de la


capital y los obreros recibían un salario promedio a los 75 centavos.
Heureaux realizó su gestión presidencial conforme los estatutos de
su partido, aunque aspiraba a atraerse los seguidores del Partido
Rojo, cuyo máximo líder era Buenaventura Báez, el cual falleció el 4
de marzo de 1884.

Los preparativos para las elecciones de 1884 ya se acercaban, y el


gran Maestro, Gregorio Luperón, como era costumbre designaba a
un presidente, pero este ya era un riesgo, ya que Luperón no
contaba con el liderazgo que obtuvo en los años pasados, ni podía
continuar imponiendo presidentes que no cumplieran con los
interese de algunos, además de que no contara con la simpatía del
pueblo. Ante esta situación, Lilís convocó una reunión secreta el 24
de marzo de 1884 con los integrantes del Gabinete y los candidatos
presidenciales existentes, en la que sugirió que se presentara un
solo aspirante a las elecciones lo que no fue aceptado.

Heureaux, de esta manera logró su objetivo, o sea, la división del


Partido Azul y además, desprestigiar a su máximo líder, por lo que
convocó una segunda reunión en la casa de éste, el 14 de mayo de
1884, que fue denominada Capitulaciones de Puerto Plata, donde
se hicieron los siguientes acuerdos:

 Los tres candidatos presidenciales: Francisco Gregorio Billini,


Casimiro Nemesio de Moya y el Gral. Segundo Imbert,
podrían seguir haciendo campaña de manera individual.
 Los candidatos perdedores se comprometieron a respaldar al
triunfador.
 El candidato ganador designaría en su Gobierno a las
personas que respaldaron a los candidatos contrarios.
 El presidente de la República garantizaba la imparcialidad de
las autoridades del gobierno durante el proceso electoral.
 El presidente y el general Luperón se responsabilizaban en
velar por el cumplimiento de las Capitulaciones.
Todos los puntos acordados fueron de las conveniencias de
Heureaux, y no tuvieron ninguna efectividad, que no fuese en

beneficio del mandatario de la Nación, y ejemplar discípulo del


héroe de la guerra de Restauración.
Los comicios fueron celebrados y los candidatos respaldados por
Luperón fueron Imbert y Moya a la presidencia y vicepresidencia
respectivamente, mientras que Billini y Woss y Gil contaron con el
apoyo de Lilis. Estos últimos lograron alcanzar la presidencia el 1 de
septiembre de 1886.

Segundo gobierno de Ulises Heureaux (1887-1889)


La llegada al poder de Lilis por segunda ocasión se
produce 1887 tras el fracasado gobierno de Francisco Billini y
Alejandro Woss y Gil posteriormente. Durante este gobierno, Lilis
hizo un gabinete mixto, en los cuales figuraban líderes de los
partidos rojo, azul e independiente, con el único propósito de
eliminar el poderoso Partido Azul. Entre los nombramientos que
hizo sobresalió Don María Gautier, como Ministro de Relaciones
Exteriores, quien fue un radical defensor de los intereses de Báez
durante los funestos seis años. Lilis también designó como Ministro
de Guerra y Marina, al general Miguel A. Pichardo, uno de los
principales adversarios en la pasada sublevación.

Una de sus principales maniobras legales fue la de reformar la


Constitución en lo relativo a extender el periodo presidencial, de dos
a cuatro años. La reforma constitucional, que contó con el apoyo de
miles de firmas obtenidas a través de la represión, fue promulgada
en noviembre de 1888, y entre las modificaciones introducidas
figuraron:
 El inicio del segundo mandato para el 27 de febrero del 1889.
 Fue extendido a cuatro años la gestión del Poder Ejecutivo.

 Modificación del sistema de elecciones, anulando el voto


directo y secreto por el sistema de elección del Jefe de Estado
a cargo de un Colegio Electoral.
La modificación de la Constitución constituyó uno de los primeros
objetivos de Heureaux, ya que de esa manera se colocó por encima
de Luperón, quien fue el ideólogo del periodo de dos años para dar
mayores oportunidades a los líderes azules. Los partidarios del
Partido Rojo, que estuvieron consciente de ello, apoyaron al
presidente, quien les prometió realizar un gobierno de Unidad
Nacional.

Empréstito con la Westendorp y Cía.


Al iniciar su nuevo mandato, Heureaux envío al general Generoso
de Marchena hacia Europa con el objetivo de gestionar un préstamo
para cubrir las necesidades económicas que confrontaban.

El comisionado estuvo en Londres, Inglaterra y


en Ámsterdam, Holanda, en ésta última sostuvo reuniones con
grupos financieros, obteniendo, en junio de 1888 un empréstito por
770,000 libras esterlinas, al 6%de interés anual, pagándose en 30
años. El préstamo con la Westendorp y Compañía constituyó el
punto de partida para el endeudamiento del país a todo lo largo de
la dictadura de Heureaux.
El acreedor, la Westendorp y Compañía, tenía derecho a cobrar
hasta un 30% de los ingresos aduanales, para lo cual nombró en el
país a varias agentes fiscales encargados de retener en las
aduanas el dinero correspondiente y entregar el resto a las
autoridades dominicanas, además de que estos agentes estaban
organizados en una Junta denominada “Caja de Recaudación o
Regie”.
Mediante este préstamo se pagaron 142,860 libras esterlinas
reclamadas por la firma Hartmont, se saldó parte de la deuda
interna que tenía el gobierno con los servidores públicos y los
prestamistaslocales, y se engrasó la maquinaria política que
mantenía a Ulises Heureaux en el poder con la compra de
lealtades, armamentos, uniformes para el ejército y la adquisición y
construcción de barcos de guerra.
Poco tiempo después, en 1890, Heureaux obtuvo otro préstamo con
la Westendorp y Cía. por valor de 900,000 libras esterlinas, al 6%
anual y por 50 años. Presentó como justificación la construcción de
una vía de ferrocarril entre Santiago y Puerto Plata, aunque en
realidad buena parte del dinero fue destinado al soborno y al pago
de prebendas políticas.
El contrabando generalizado auspiciado por el propio Gobierno
como forma de evadir el pago a los agentes aduanales de la
Westendorp hizo caer en la quiebra a dicha compañía en 1893, que
prefirió entonces aprovechar las negociaciones en torno al
arrendamiento de la bahía y península de Samaná a los Estados
Unidos para vender sus acreencias en la República Dominicana a
capitalistas norteamericanos. Éstos se constituyeron en la Santo
Domingo Improvement Company, y entre sus inversionistas
principales se encontraban un secretario de Estado y otros
funcionarios del gobierno estadounidense.

Elecciones y convulsiones de 1889

Los fracasos militares para derrocar a Heureaux motivaron que sus


enemigos estimaran que podrían lograrlo a través de los comicios,
por lo que llamaron a Luperón a fin de que éste reorganizara el
Partido Azul y fuese el candidato presidencial en 1889. Al conocer
los planes de sus adversarios, Lilis se les adelantó y escribió a
Luperón, expresándole su apoyo a su candidatura presidencial,
consciente de que éste no lo aceptaría, como ocurrió.
En cambio, Luperón autorizó a los miembros del Partido Azul que
hicieran campañas a su favor, provocando de esta manera que Lilís
desatara una tenaz represión en contra de ellos, los cuales
comprendieron que por la vía electoral no podrían enfrentar al ex
alumno de su líder al que trataron de convencer de que lo
enfrentara militarmente, pero éste rehusó hacerlo. No obstante, el
Gral. Manuel María Almonte lo hizo y penetró en Puerto Plata
declarando a Luperón como Jefe del movimiento, para de esa
manera comprometerlo.
Sin embargo, no logró sus propósitos, ya que el propio Luperón lo
desautorizó públicamente, por lo que Almonte tuvo que huir de la
población al ser atacado por las autoridades. Sin embargo, luego se
presentó ante las autoridades al recibir garantías de su integridad
física, pero posteriormente fue asesinado en la cárcel.
A pesar de las grandes luchas y levantamientos en contra de
Heureaux, no se descuidó el aspecto político-legal y se presentó a
los comicios como candidato presidencial, acompañado del
baecista, Manuel María Gautier. La farsa electoral fue montada sin
oposición alguna, ya que Luperón, tal y como lo previó Heureaux,
abandonó el país, y lo mas connotados dirigentes liberales fueron
encarcelados. Lilís obtuvo, de acuerdo a la Gaceta oficial Número
748 del 22 de diciembre de 1888, un total de 558 votos, mientras
que Luperón solo recibió uno.

Tercer mandato de Heureaux

El tercer mandato de Heureaux se inauguró el 1 de marzo de 1889,


en momentos en que éste se encontraba en el Cibao, por lo que la
presidencia de la República fue asumida provisionalmente por
Gautier. Heureaux lo hizo luego de sofocar las rebeliones en su
contra, y de inmediato puso atención a los asuntos externos,
principalmente a los que ocurrían en Haití donde, desde principios
de ese año habían dos gobiernos, el legal con sede en Puerto
Príncipe y encabezado por el Gral. François Denis Légitime, y el
otro en Cabo Haitiano, presidido por el Gral. Louis Mondestin Florvil
Hyppolite.

Esta situación del vecino país fue aprovechada por el gobernante


dominicano, facilitando ayuda al general Hippolite, por lo que
Legitime empezó a colaborar con Casimiro Nemesio de Moya, quien
planeaba invadir el territorio nacional. Sin embargo, Heureaux fue
enterado de esos planes y procedió a enviar a su Ministro de
Relaciones Exteriores, Ignacio María González, a Puerto Príncipe
con instrucciones de ofrecerle a Legitime colaboración para capturar
a los revolucionarios de Hippolite, a cambio de la deportación de
Moya, a lo que accedió el presidente haitiano.

Heureaux, de esta manera volvió a salir airoso, pero las


conspiraciones en su contra continuaron, principalmente en el
Cibao, donde los liberales hicieron grandes esfuerzos por
desplazarlo del poder. A pesar de todo ello, Heureaux no descuidó
la política exterior, y entre otras cosas se interesó por el
establecimiento en el país de una misión diplomática
norteamericana, logrando que el gobierno de esa Nación designara
en 1889 a Frederick Douglass encargado de negocios.

El funcionario norteamericano rindió a su Gobierno un informe en el


que reflejó su gran impresión, y presumiblemente motivó la
formación de un nuevo tratado entre los dos países. En el mismo,
terminado el 14 de junio de 1891, se estableció que el gobierno
estadounidense otorgaba el privilegio de entrada de determinados
productos criollos libre de derecho como azúcar, melazas y café.
Por su parte, el Gobierno Dominicana debía permitir la entrada libre
de impuestos de determinadas exportaciones americanas, las
cuales eran de 26 clasificaciones.

El presidente Heureaux no solo tuvo que hacer frente a las


conspiraciones en su contra, sino también a los productores de
tabaco, quienes reaccionaron airados contra el Tratado de
Reciprocidad Comercial firmado por Heureaux con los Estados
Unidos.
Las actividades comerciales para la época era principalmente con
los países de Europa y no con los Estados Unidos, por lo que el
tratado fue visto como una amenaza para los países europeos,
particularmente Alemania, que era la tradicional compradora de
tabaco, y no estaba dispuesta a perder el mercado de Santo
Domingo.

El tabaco en 1850 se convirtió en el producto de mayor exportación,


lo que dinamizó las actividades de Puerto Plata y de compañías de
Curazao y de las Islas Vírgenes Holandesas. Los comerciantes
alemanes, que se convirtieron en los principales exportadores,
enviaban el producto hacia Hamburgo y lo comercializaban por toda
Europa, de ahí, su oposición al tratado de Reciprocidad.

Heureaux y la farsa electoral de 1892

Uno de los atributos mas destacable de Heureaux era el manejarse


simultáneamente, en dos esferas: el económico y el político, por lo
que al mismo tiempo que negociaba con un sindicato financiero
estadounidense, a espalda de los europeos en 1892, no perdía de
vista la proximidad de las elecciones presidenciales.
Para 1892, Heureaux ya tenía todo bien calculado, había informado
a todo el país que no se presentaría en las próximas eyecciones,
puesto que estaba cansado y no le interesaba participar
nuevamente como presidente. De esa manera, aparentó brindar la
oportunidad a los aspirantes a que salieran a la luz pública para así
conocerlos y poder eliminarlos como lo había hecho en otras
ocasiones.
Ésta estrategia llevada a cabo por Heureaux le dio los resultados
esperados, ya que el principal aspirante fue uno de sus mas
allegados colaboradores, el Gral. Generoso de Marchena, quien
desaprobaba la influencia norteamericana y favorecía la europea, al
fungir como inspector del Banco Nacional de Santo Domingo,
creado por un sindicato francés con la autorización del gobierno
para operar de manera exclusiva en el país.
Lilís recurrió a su acostumbrada farsa electoral y en 1893 ganó las
elecciones de manera abrumadora por cuarta vez, ahora frente a
Marchena, quien no aceptó la derrota y procedió a tramar una
conspiración en su contra adoptando las siguientes medidas:

 Dispuso que el Banco Nacional de Santo Domingo


suspendiera el crédito concedido a Heureaux, argumentando
que éste no saldó deudas contraídas.
 Ordenó congelar los demás fondos del tirano.
 Dispuso el embargo de las garantías que el dictador había
ofrecido para satisfacer sus obligaciones.

Cuarto mandato de Heureaux (1892-1896)

El presidente Heureaux pretendió darle siempre carácter de


legalidad e institucionalidad a su régimen, de ahí que se interesa en
la organización de elecciones en la que él figuraba triunfador de
manera avasalladora.
La farsa montada en 1892 no podía ser una excepción, y en esos
comicios alegadamente obtuvo 393 votos al ganar en los Colegios
Electorales de la capital, Santiago, La Vega, Puerto Plata, Monte
Cristi, Azua y Barahona. En segundo lugar quedó Tomás Demetrio
Morales, quien triunfó en el Colegio Electoral del Seibo, mientras
que Marchena, que era el principal candidato opositor, quedó en
tercer lugar al recibir 37 votos en los Colegios de la capital, El
Seibo, Santiago y La Vega. Heureaux de esta manera logró
presentarse como el gran triunfador, mientras que Marchena quedó
como el gran perdedor electoralmente, y preso al ser acusado de
conspirad

Invasión en contra de Heureaux

La situación siguió difícil para el dictador en el plano político y militar


al sufrir un duro revés al huir su Ministro de Relaciones
Exteriores, Ignacio María González, quien también estaba implicado
en la rebelión de los azuanos.

González huyó hacia Puerto Rico y desde allí lanzó un manifiesto


revelando las negociaciones secretas de Lilís para arrendar a
Samaná a los norteamericanos. El ex –ministro, quien alegó que
desconocía esas negociaciones hasta que decidió abandonar el
país, viajó entonces a Puerto Príncipe donde concertó una alianza
con Luperón y Moya para planear una invasión a finales de marzo
de 1894 con el pleno respaldo del presidente Hippolite, quien
derrocó al Gral. Legitime, con el apoyo del gobierno
norteamericano.

Heureaux, al tener conocimiento de la invasión procedió a intimidar


nuevamente al mandatario haitiano comunicándole que de seguir
apoyándola entonces entregaría armas a sus compatriotas
adversarios en el exilio para que fuesen a derrocarlo. El dictador,
que conocía al gobernante haitiano, sabía que su intimidación
lograría su propósito y que éste procedería a retirarle el apoyo a los
revolucionarios por lo que asumió el mando de su tropa para
enfrentar a los invasores. Sin embargo, el presidente Hippolite se
atemorizó con las amenazas de Lilís, traicionando a los patriotas,
que contaban con el prestigio de Luperón y el apoyo de los
generales Casimiro Nemesio de Moya, González y Villanueva.
Los revolucionarios cruzaron la frontera el 25 de marzo de 1894,
luego de recibir armas y municiones en Cabo Haitiano, pero fueron
fácilmente vencidos por Heureaux. A este nuevo fracaso de los
enemigos del presidente dominicano, el pueblo lo denominó La
Revolución de los Bimbines. El calificativo hace referencia al
hecho de que los expedicionarios estaban dirigidos por hombres,
que en mas de una ocasión demostraron su hombría, pero esta vez
se comportaron como niños.

Heureaux chantajeó al presidente haitiano y lo obligó a entregarle


determinada cantidad de dinero, basado en el tratado de 1874. el
dictador dominicano con esos recursos pagó a Francia, en 1895 las
compensaciones que ese país exigió luego de éste haber violado
las Cajas del Banco Nacional de Santo Domingo en repuestas a las
medidas que Marchena adoptó en su contra en 1892.

La agudización de la crisis económica, provocada, en gran medida


por el extraordinario gasto militar en que incurría el gobernante para
poder sostenerse lo obligó a buscar recursos en el extranjero sin
tener en cuenta las consecuencias. La alianza que concertó con los
directivos de la Improvement fue una demostración de ello, ya que
aceptó que éstos fundaran dos compañías subsidiarias, The San
Domingo Finance Company y San Domingo Railways
Company, cuyos únicos objetivos fueron entregarle dinero al
gobierno a cambio de grandes comisiones para los directivos de
Improvement y para el propio Heureaux.

La trama para ejecutar a Lilís


La agudización de la crisis económica incentivó a los integrantes de
la Junta de Jóvenes a programar la eliminación física del tirano. La
entidad fue creada por Horacio Vásquez, quién participó en la
fracasada Revolución de los Bimbines y fue posteriormente
indultado por Heureaux.

Los jóvenes integrantes de la Junta estuvieron esperando el


momento adecuado para levantarse en arma, y en la primavera
de 1899 recibieron a Ramón de Lara, quien retornó de París con
instrucciones de Juan Isidro Jiménez de ajusticiar a Lilís. Sin
embargo, estas instrucciones no fueron aceptadas por la
unanimidad del seno de la Junta, ya que mientras Ramón
Cáceres se manifestó de acuerdo con la misma, Vásquez sugirió el
derrocamiento de la dictadura a través de una revolución.

Vásquez posteriormente fue convencido y apoyó los planes de


Jiménez iniciándose los preparativos de eliminación del tirano,
quien se presentó el 25 de julio en la tarde a la población de Moca,
hospedándose en la casa de Don Carlos Rojas, donde pasó la
noche.

El dictador, al día siguiente, después del mediodía, luego de


conversar con los comerciantes y obtener de éstos seguridades de
que lo respaldarían en sus nuevos planes financieros se dispuso a
abandonar la población los jóvenes revolucionarios momentos antes
de la partida del tirano se presentaron al lugar con el propósito de
materializar su plan. Sin embargo, se produjo un momento de
indecisión en el grupo por lo que Ramón Cáceres se dirigió hacia el
tirano con el objetivo de cumplir lo acordado, encontrando el
respaldo de Jacobito de Lara, de 16 años de edad, quien se les
unió y ambos dispararon en contra de Lilís la tarde del 26 de
julio de 1899.
El primer disparo lo recibió Heureaux del jovencito Lara y luego otro
de Cáceres, quien de esta manera cumplió la promesa de vengar la
muerte de su padre, Manuel Altagracia Cáceres.

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