Juan en su visión revelada por el Señor Jesús en Apocalipsis 20: 12-13 dice: “Y vi los muertos, grandes y pequeños, parados frente al trono de Dios. Se abrieron Libros, y otro Libro fue abierto, el Libro de la Vida; y los muertos fueron juzgados por lo que había escrito en los Libros, de acuerdo a sus obras. El mar entregó a los muertos que había en él; y la Muerte y el Seol entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno de acuerdo a sus obras”... Los muertos frente al trono blanco de Dios es el juicio final de toda la humanidad que no quiso arrepentirse y volverse a Dios… Ahí estarán todos los que por su terquedad no quisieron ser transformados y cambiados por la mano del Señor… Personas llenas de injusticias, fornicarios, idólatras, adúlteros, homosexuales, ladrones y estafadores, avaros, maldicientes, mentirosos, borrachos… Muertos porque nunca vivieron, muertos en sus delitos y pecados, y en esa condición murieron siendo ya muertos sin querer seguir a Cristo… En una ocasión otro de sus discípulos le dijo al Señor Jesús: “Deja que vaya primero y entierre a mi padre. El Señor le dijo: Ven sígueme, deja que los muertos entierren a sus muertos”… Todo aquel que no quiere seguir a Jesús es considerado muerto… Aunque resucitaran son llamados muertos porque su resurrección es para muerte… Entre esos muertos en aquel fatídico evento estarán los hacedores de maldad, gente religiosa que creían que estaban haciendo la voluntad de Dios aquí en la tierra, haciendo cosas en el nombre del Señor, tratando de justificarse delante de Dios por esas obras pero resultarán que no eran de Dios, “apártense de mi” les dirá el Señor “nunca los conocí”… “Iglesias y congregaciones enteras” que decían estar vivos y en realidad estaban muertos, que creían tenerlo todo, pero les faltaba amor, creían que sus nombres estaban inscritos en el Libro de la Vida y no era así, personas mundanas que no supieron mantenerse en la gracia y la santidad de Dios, en su doctrina y mandamientos, sino que siguieron la corriente de este mundo… Allá estarán los que no tuvieron oídos para oír y no quisieron ir al Señor para tener vida… Y después de leer los libros y ser juzgados según los que está escrito en ellos, se abrirá el Libro de la Vida y los que no se hallen inscritos en este libro serán lanzados al lago de fuego… Es tiempo de arrepentimiento, es tiempo de volver a nuestro Dios, quien nos da por su paciencia diariamente la oportunidad de buscarlo mientras pueda ser hallado… Jesús es el pan de vida, agua de fuentes para vida eterna… Él te dice: “El que oye mi palabra y cree al que me ha enviado tiene vida eterna y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto les digo: Viene la hora, Y AHORA ES, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán”... Asegúrate que Cristo viva en ti, y tú vivas para Cristo… Para que el día que despiertes no te halles parado delante del trono de Dios, sino que estés reuniéndote con él Señor Jesús en el aire… El que tenga oídos para oír, oiga… Que Dios los bendiga… J.S…