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Palabra de Dios.
Yo sé que mi Redentor vive
Lectura del libro de Job 19, 1. 23-27a
Palabra de Dios.
Palabra de Dios.
Salmos responsoriales
SALMO 22, 1-6
Palabra de Dios.
Palabra de Dios.
Palabra de Dios.
Palabra de Dios.
Palabra de Dios.
Palabra de Dios.
Aleluia y Versículo antes del Evangelio
1 Cf. Mt 11, 25
2 Mt 25, 34
3 Cf. Jn 3, 16
4 Jn 6, 39
6 Jn 6, 51
7 Jn 11, 25a. 26
8 Cf. Flp 3, 20
9 2Tim 2, 11-12a
11 Apoc 14, 13
Oración colecta
Dios de amor y de clemencia,
que en los planes de tu sabiduría
has querido llamar a ti,
desde el mismo umbral de la vida,
a este niño N., a quien hiciste
hijo tuyo de adopción en el bautismo,
escucha con bondad nuestra plegaria
y reúnenos un día con él en tu gloria,
donde creemos que vive ya contigo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Prefacio de difuntos.
Otras oraciones
Oración colecta
Señor, tú que conoces nuestra profunda tristeza
por la muerte de este niño,
concede a quien acatamos con dolor
tu voluntad de llevártelo
el consuelo de creer
que vive eternamente contigo en la gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración colecta
Recibe las súplicas de tus fieles, Señor,
y conforta con la esperanza de tu misericordia
a quienes se siente abatidos por la pérdida de su hijo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:
Prefacio de difuntos.
Oremos.
Oh, Dios, lleno de clemencia,
que en los planes de tu sabiduría
has querido llamar a ti,
desde el mismo umbral de la vida,
a este niño (esta niña), a quien hiciste
hijo tuyo (hija tuya) de adopción con la gracia del
bautismo,
escucha con bondad nuestras plegarias
y concédenos un día compartir con él (ella) la vida
eterna,
pues creemos que mora ya contigo en tu reino.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
R. Amén.
O bien:
Oremos.
Oh, Dios, tú sabes que nuestros corazones
están sumidos en la tristeza
por la muerte de este niño (esta niña);
concede a quienes lloramos
al (a la) que ha dejado ya esta vida,
creer que ha sido recibido (recibida), según tu
designio,
en la eterna morada del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
R. Amén.
La celebración prosigue como habitualmente, con la
Liturgia de la Palabra, para la que las lecturas más
apropiadas son: Is 25, 6a. 7-9; Rom 6, 3-4. 8-9; 1 Tes
4, 13-14.18; Mt 11, 25-30; Mc 10, 13-16; Jn 6, 37-39.
LITURGIA DE LA PALABRA (opción 1)
Monición
El niño (la niña), cuya muerte lloramos, recibió en el
bautismo la semilla de la vida eterna, que no llegó a
desarrollar, pero que lo (la) incorporó a Cristo para
siempre (1ª lect.). Con él (ella) Cristo habrá cumplido
su palabra (Ev.), de manera que este niño (esta
niña) estará asociado (asociada) al coro de los ángeles
que alaban al Señor eternamente (salmo).
PRIMERA LECTURA
Leccionario V, pág. 536.
I Rom 6, 3-4. 8-9
Creemos que también viviremos con Cristo
Hermanos:
¿Es que no sabéis que cuantos fuimos bautizados en
Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte?
Por el bautismo fuimos sepultados con el en la muerte,
para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
andemos en una vida nueva.
Salmo responsorial
Lec. V, págs. 533-535.
IV Sal 148, 1bc-2. 11-13ab. 13c-14 (R.: cf. 13a)
R. Alaben el nombre del Señor.
O bien:
R. Aleluya.
EVANGELIO
Leccionario V, pág. 541.
II (forma larga) Jn 6, 37-40
Ésta es la voluntad de mi Padre, que no pierda nada
de lo que me dio
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan.
PRIMERA LECTURA
Leccionario V, pág. 537.
IV Ef 1, 3-5
Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del
mundo para que fuésemos santos
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
II Sal 24, 4-5a. 6 y 7cd. 20-21 (R.: 1b)
III 2 Co 1, 3b-4a
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
EVANGELIO
Leccionario V, págs. 544.
V Jn 19, 25-30
Ahí tienes a tu madre
O bien:
Dígnate, Señor,
recibir esta ofrenda como signo de nuestra
entrega,
y, a quienes nos sometemos confiadamente
a los designios de tu providencia,
confórtanos con la dulzura de tu bondad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO IV DE DIFUNTOS
La vida terrena y la gloria celeste
Invocaciones
2. Formulario general II
Monición del sacerdote
3. Tiempo de Adviento
Monición del sacerdote
4. Tiempo de Navidad
Monición del sacerdote
Hermanos: en este día (o bien: esta noche – o
bien: este tiempo) en que se ha manifestado la
bondad de Dios, nuestro Salvador, hecho hombre,
elevemos nuestras súplicas, confiando no en las
obras de nuestra justicia, sino en la infinita
misericordia de Dios, que es nuestro Padre.
Hac die (hac nocte, hoc témpore), fratres caríssimi,
qua appáruit benígnitas et humánitas Salvatóris nostri
Dei, non in opéribus iustítiae nostrae, sed in eius
misericórdia confidéntes, preces Deo nostro súpplices
effundámus.
Intenciones
5. Tiempo de Cuaresma I
Monición del sacerdote
Hermanos: en todo tiempo debemos orar, pero
principalmente es necesario que en estos días de
Cuaresma dirijamos nuestras súplicas a Dios con
más fervor e insistencia.
Omni quidem témpore, fratres caríssimi, preces
debémus effúndere; sed in his praecípue diébus
Quadragésimae vigilántius cum Christo et instántius ad
Deum oratiónes dirígere nos opórtet.
Intenciones
6. Tiempo de Cuaresma II
Monición del sacerdote
Intenciones
8. Tiempo pascual
Monición del sacerdote
Intenciones
Intenciones
1. Por todos los consagrados a Dios, para que con
su ayuda puedan cumplir fielmente su propósito.
Roguemos al Señor. R.
Pro ómnibus qui seípsos Deo vovérunt, ut, illo
adiuvánte, propósitum suum in fidelitáte custódiant,
Dóminum exorémus.
Intenciones
1. Para que el pueblo cristiano se afiance en la fe y
en la unidad. Roguemos al Señor. R.
Ut pópulum christiánum in fide et unitáte stabíliat,
Dóminum deprecémur.
2. Para que todo el mundo se vea libre del mal de la
guerra. Roguemos al Señor. R.
Ut ab omni bellórum nequítia orbem éruat univérsum,
Dóminum deprecémur.