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Sentidos en la materialidad
Para comprender cómo los sentidos comienzan a formar parte de la materialidad, es necesario aclarar
conceptos que rodean la existencia sensorial desde los campos de la anatomía y la fisiología, y cómo
estos conceptos se utilizan posteriormente para la selección y representación de materiales. Los
siguientes párrafos citan los orígenes de los sentidos y cómo cada sentido se ha asociado con órganos
corporales específicos a lo largo del tiempo para realizar sus funciones. “Durante mucho tiempo se ha
ignorado o fantaseado con ellos la función y utilidad de la mayoría de los órganos internos; por otro
lado, descubrió muy temprano y de forma natural la relación entre la percepción de los fenómenos
externos y ciertos órganos o zonas de su propio cuerpo, puede distinguir y localizar.
Aprendió que debía agudizar la vista o el oído cuando se trataba de percibir con claridad una imagen o
un sonido; utilizaba la lengua o la nariz cuando indagaba por el sabor o el olor las posibilidades
comestibles de algún hallazgo aparentemente apetitoso; acercaba su cuerpo al fuego o al sol cuando
sentía frio, buscaba la sombra cuando le agobiaba el calor y también supo evitar cualquier contingencia
que sabía que le produciría dolor.
Esta investigación comienza con los cinco sentidos humanos, mostrando que las respuestas
experienciales a los materiales también comienzan con: Se refiere a la conceptualización de qué es cada
sentido y cómo funciona; la categorización se refiere a las características del material que se puede
analizar y caracterizar desde cada sentido. (Bedolla Pereda, 2002) y en definitiva una valoración que
permite valorar cualitativa o cuantitativamente las características materiales encontradas desde cada
sentido.
Sentido de la vista
El sentido de la vista permite percibir la forma y los colores de los objetos, de los materiales, del
ambiente y de las personas.
Categorías y niveles de percepción: A través del sentido de la vista se pueden identificar unas categorías
que se definen como las percepciones recibidas a través de la experiencia con el material y los niveles
que son los valores o grados que permiten evaluar las percepciones
Apariencia formal: La forma es la disposición de los elementos que componen una figura, y la forma en
que estos elementos se combinan se llama estructura. El término forma incluye la figura completa,
incluidas las formas externas, internas y estructurales (Otto, 1988). La forma de un material se puede
analizar a partir de su estructura interna y su estructura externa. La forma interna de los materiales está
determinada por su composición química, que les da a los materiales sus propiedades innatas. La figura
6 muestra un ejemplo de cómo se organizan los elementos químicos en el espacio para crear la forma
interna de un material. Para visualizar la estructura interna, se requiere aumento óptico debido a su
tamaño de escala (microscópico).
Los valores que permiten evaluar las percepciones de la apariencia formal desde lo dimensiona:
Los valores que permiten evaluar las percepciones de la apariencia formal desde lo estructural
Apariencia lumínica: La luz es una onda que según la amplitud que tenga se puede definir la intensidad
y el brillo. La intensidad es la medida absoluta de la densidad de potencia de una onda de luz y el brillo
es la intensidad relativa percibida por el ojo humano promedio. Y según la frecuencia de la onda de luz
se definen los colores (Elert, 2011). Según el comportamiento ante la luz, existen materiales que dejan
pasar la luz a través de ellos sin dificultad, generalmente son materiales con estructura atómica amorfa
como los vidrios y algunos polímeros como el polimetilmetacrilato (PMMA).
Los valores que permiten evaluar las percepciones de la apariencia lumínica desde la misma apariencia
Los valores que permiten evaluar las percepciones de la apariencia lumínica desde la fotoluminiscencia
Peso: El peso se define como “resultante de la acción que ejerce la gravedad sobre un cuerpo. El peso de
un cuerpo se mide por el esfuerzo necesario para sostenerlo” (García R. , 1995). En los materiales, el
peso puede ser controlado, ya sea para aumentarlo o disminuirlo dependiendo de la necesidad y de la
aplicación. Los materiales están formados por elementos químicos, estos elementos tienen un peso
atómico característico que es la masa promedio de los átomos que lo componen. Conociendo el peso
atómico de los elementos se puede calcular el peso de un compuesto (Askeland & Phulé, 2006). Si por
ejemplo lo que se busca es disminuir el peso de un material, se puede hacer desde la configuración
microscópica o macroscópica. Desde la configuración microscópica se debe calcular la composición en
masa del compuesto y desde la configuración macroscópica se puede hacer una reducción de
dimensiones, generar pliegues o perforaciones en el material.
Los valores que permiten evaluar las percepciones del peso
Olor: Los aromas son las diferentes fragancias u olores que presenta un material y permite estimular el
sentido del olfato. Los olores pueden hacer recordar imágenes o sonidos. Esto se debe a que el órgano
nasal está en contacto directo con la memoria y las emociones. Es por eso que los olores están a
menudo relacionados con los estados de ánimo. Por ejemplo, oler sustancias fétidas durante un dia
generará mal humor, pero si contrario a esto el olor proviene de un bosque, el sentimiento que se va a
generar es de tranquilidad y armonía (Lenntech, 2011).
Sabor: El sabor y el gusto son dos términos que se usan indistintamente, pero ambos tienen un
significado diferente. El sabor es la información sensitiva que recibe la boca, por ejemplo la
temperatura, la textura. El gusto es la identidad del sabor y genera agrado o desagrado. Estas
sensaciones de agrado y desagrado están relacionadas con la concentración de los elementos del
material. En 1928, Engell describió que al incrementar la concentración de glucosa aumenta la sensación
de agrado, pero esto es válido dentro de un rango, ya que a concentraciones mayores la sensación se
torna desagradable (Wittig de Penna, 2001).