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PROCESO DE CUMPLIMIENTO

Art.200, inc. 6: La acción de cumplimiento, que procede contra cualquier autoridad o

funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las

responsabilidades de ley.

I. ANTECEDENTES
La acción de cumplimiento se asemeja al “writ of mandamus” norteamericano. En efecto,

como señala Fix Zamudio, aquel “implica la solicitud ante un tribunal para que expida un

mandamiento que ordene a una autoridad que cumpla con las atribuciones que le confieren

las disposiciones legales”. Este writ ha tenido una influencia apreciable en algunos países

latinoamericanos, como por ejemplo, en la Constitución de Colombia de 1991 y en los

ordenamientos procesales de ciertas provincias argentinas. Es un proceso constitucional que

tiene su origen en el derecho inglés, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, data en la que

aproximadamente se forja el Writ of Mandamus. De allí se expande a los Estados Unidos y

paulatinamente se irradia en líneas generales a ciertos países, como es el caso de Colombia,

algunas constituciones provinciales de Argentina, y el Perú.

Writ of Mandamus.- Los actuales writ, denominación que aún mantienen los mecanismos

o procesos que se han establecido en el derecho inglés, tienen sus antecedentes en los

denominados King´s Writs, que hacia el siglo XII el Rey inglés institucionaliza en el manejo

de la cosa pública. Inicialmente fueron órdenes que empleaba el Rey para desplegar sus

tropas, cobrar impuestos, nombrar funcionarios y realizar diversos actos públicos. Después, y

como consecuencia de su frecuente uso en el ámbito del acceso a los tribunales de la Corona,

toman la forma de decretos, mandamientos, proveídos u órdenes dictados por el Rey con el

objeto de que los jueces y tribunales de la Corona tomaran conocimiento de los procesos

promovidos por los súbditos ingleses . Con el paso del tiempo, se convirtieron en proveídos
dictados por los jueces, dirigidos al demandado en un proceso “para comparecer en juicio a

contestar la demanda, rendir pruebas y formular alegaciones” . En la actualidad, los Writs del

derecho procesal inglés son la denominación que reciben los mecanismos procesales que allí

se prevén en materia penal, civil, etc., y así ha sido recepcionado también en el Derecho

Norteamericano. En este último país, como recuerda Fix Zamudio , desde 1938 el nomen de

writs ha variado por el de Prerrogative orders, que comprende, además de los procedimientos

de prohibition y certiorari, al Mandamus. El Writ of Mandamus, cuya aparición como tal se

remonta al siglo XIV, constituye un proceso judicial cuyo objeto es obtener un mandato del

Juez por virtud del cual se ordena que las autoridades cumplan con sus obligaciones. Según

su definición clásica, “es el mandamiento que dicta un tribunal competente en nombre del

Estado o soberano, dirigido a otro tribunal inferior o a cualquier autoridad administrativa,

ordenando la ejecución de un deber impuesto por la ley” . En su versión norteamericana, cabe

interponer el Writ o la prerrogative orders of mandamus por obligaciones no discrecionales

de las autoridades, no encontrándose entre las personas contra las que se puede promover el

Presidente de la República; por lo general, tampoco los Secretarios de Estado, el Congreso de

la Unión, las legislaturas estaduales y los gobernadores de Estados; en tanto que el Poder

Judicial no es competente para ordenar ejecuten sus deberes o ejerzan sus facultades , pues se

entiende que el ejercicio de tales atribuciones constituyen cuestiones políticas no justiciables.

En todos los demás casos, a través del Writ of Mandamus se exige el cumplimiento de las

obligaciones que imponen las leyes a los funcionarios.1

_______________________

1 Abogada CUM LAUDE por la UNIFE. (Lima, 2003). Doctorado en Derecho Político. UNED. (Madrid 2007).
Catedrática de los cursos de Derecho Internacional Privado y Derecho Internacional Público en la Facultad de
Derecho de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (Lima, 2012).
II. CONCEPTO
El proceso de cumplimiento es un proceso constitucional que tiene por objeto

inmediato que los jueces ordenen a las autoridades y funcionarios públicos que

cumplan con los mandatos que se derivan de una norma de rango legal o

reglamentario y de los actos administrativos de carácter general o particular, y se

pronuncien expresamente cuando las normas legales les ordenan emitir una

resolución administrativa o dictar un reglamento.

Como objeto mediato, el proceso de cumplimiento tiene por finalidad proteger el

derecho fundamental a asegurar y exigir la eficacia de las normas legales y actos

administrativos, frente a los actos omisivos de los funcionarios y autoridades

públicas.

III. FUNDAMENTOS JURIDICOS DOCTRINALES

Según Díaz Zegarra los fundamentos jurídicos que la doctrina reconoce son los

siguientes1:

La validez constitucional de las leyes. - En un ordenamiento jurídico coherente

opera la presunción constitucional de validez de las leyes que expide el congreso,

o el Poder Ejecutivo, por medio de la delegación de facultades. Ello indica que

aquella persona, funcionario o autoridad que incumple lo establecido en la ley

lesiona y vulnera la Constitución y, por ende, el principio de supremacía

constitucional.

1
DIAZ ZEGARRA, Walter Alfredo. Comentario exegético al Código Procesal Constitucional. Lima, Perú: Editora y
Distribuidora Ediciones Legales. 2012.
La validez de los actos administrativos. - En la misma línea de enfoque en un

ordenamiento jurídico coherente se presume que los actos administrativos son

válidos, salvo demostración en contrario. Ellos nos permiten afirmar que aquella

persona, autoridad o funcionario que incumple un acto administrativo y, por

ende, el principio de legalidad y constitucionalidad.

Edgar Carpio señala que la Acción de Cumplimiento es un proceso mediante el

cual los particulares pueden reparar agravios de ciertos derechos e intereses

subjetivos derivados del incumplimiento, por parte de las autoridades o

funcionarios públicos, de mandatos establecidos en normas con rango de ley o en

actos administrativos.

Carlos Torres y Torres Lara en su obra La Nueva Constitución del Perú explica

lo que han entendido por Acción de Cumplimiento, "su importancia puede ser

resumida según el Doctor Constitucionalista Colombiano Luis Carlos Sachica,

quien señala que toda la Constitución se cambiaría por el mecanismo de

cumplimiento; dicho Doctor señala tales palabras en base a que en el Perú

tenemos muchas leyes, pero el problema es que no se cumple. En efecto, en el

Perú aproximadamente existen unas 25 mil leyes, pero falta una que diga que las

25 mil se cumplan, porque el problema es que hay una infinidad de normas, pero

incumplimiento permanente”.

Bernales señala que: “la Acción de Cumplimiento es un proceso de orden

ejecutivo, para que la administración cumpla con un deber frente al cual es

renuente a actuar. Por ello, la parte final del párrafo marca la diferencia con las

eventuales sanciones que hubiera que aplicar: ellas serán parte de un


procedimiento administrativo o judicial distinto, porque la finalidad de la acción

de Cumplimiento no es sancionar sino obligar a la ejecución debida para la

autoridad pública”2

IV. NATURALEZA JURÍDICA:


¿Es realmente un proceso constitucional?

Su ubicación en la Constitución, dentro del capítulo reservado a las garantías

constitucionales, a diferencia de lo que sucede con los demás procesos que allí se

han establecido, sugiere la pregunta sobre la naturaleza jurídica del proceso de

cumplimiento. Es decir, si se trata o no de un proceso constitucional.

La respuesta pasa por desentrañar, del texto de la constitución la finalidad

asignada al proceso, es decir que es lo que trata de defender, preservar o mantener.

La respuesta a esta pregunta nos dirá si comparte la misma naturaleza que el resto

de "garantías constitucionales" o si se diferencia de ellas y en qué grado.

En puridad, los procesos constitucionales tienen por objeto específico la

resolución de controversias en materia constitucional como nota característica,

poseen además entidad propia como instrumento autónomo y por último se hallan

consagrados al interior del texto de la constitución.

Según Edgar Carpio Marcos y Fernando Velezmoro Pinto, el Proceso de

Cumplimiento peruano se halla consagrado autónomamente como proceso al

interior del texto de nuestra constitución. Con ello se han satisfecho dos requisitos

para reconocerle su naturaleza como proceso constitucional. En cuanto al tercero,

el objeto, es necesario tener presente que el Art. 200º Inc. 6º, refiere a la renuencia

2
RIOJA BERMUDEZ, Alexander. Constitución Política comentada. Arequipa, Perú: Cromeo Editores E.I.R.L.
2018.pág.341
para acatar una ley o acto administrativo. No alude a la protección de algún

derecho fundamental, como si lo hace en relación al Habeas Corpus, Amparo y

habeas Data; tampoco busca proteger jerarquía normativa ni mucho menos la

supremacía constitucional sobre las normas legales y de esta sobre las de rango

inferior.

En rigor, no estamos ante un proceso constitucional. Controla la omisión al

mandato contenido en una ley o en un acto administrativo por parte de una

autoridad o funcionario lo que se traduce en una violación de su eficacia, cuya

resolución por cierto siempre se ha considerado como un tema propio del derecho

administrativo o si se quiere, del derecho procesal administrativo.

La eficacia de una norma legal o un acto administrativo e sambito propio del

derecho administrativo, por cuanto el régimen jurídico de las leyes (en tanto

mandatos a la administración pública) y de los actos administrativos

(manifestaciones de voluntad en la administración pública) son tutelados por

normas de derecho administrativo. El hecho de que sea consagrado

constitucionalmente solo reafirma la tesis de que se trata de un proceso

"constitucionalizado" al igual que el contencioso administrativo.

El Tribunal Constitucional peruano emitió un precedente vinculante sobre los

procesos de cumplimiento a razón de precisar el derecho fundamental que este

tipo de proceso brindaba, dado que tanto la doctrina nacional como la

jurisprudencia constitucional arraigada con la legislación anterior (que no cabe

duda que mantiene fundados argumentos) consideró a este proceso como un

proceso constitucionalizado y no propiamente como un proceso de tutela de


derechos fundamentales .En ese sentido, el 3 de octubre de 2005,a través de la

STC N°168-2005-PC/TC (Caso Maximiliano Villanueva), el Tribunal

Constitucional peruano estableció que la tutela que brinda este proceso es respecto

del “ derecho constitucional a asegurar y exigir la eficacia de las normas legales y

de los actos administrativos”

V. OBJETO DE LA ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO


Establecido en el artículo 200º, inciso 6 de la Constitución y en el Título V del

Código Procesal Constitucional, procede contra cualquier autoridad o funcionario

renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, por lo que el objeto de

este proceso es que:

 Se dé cumplimiento, en cada caso concreto, a una norma legal, o ejecute un

acto administrativo firme.

 Se pronuncie expresamente cuando las normas legales le ordenan emitir una

resolución o dictar un reglamento. Para que el cumplimiento de la norma legal,

la ejecución del acto administrativo y la orden de emisión de una resolución

sean exigibles a través del proceso de cumplimiento, además de la renuencia

del funcionario o autoridad pública.

El objeto de dicha acción es, al decir del doctor Edgardo VillarnilPortilla, lograr

que se acate una regla de derecho en vigor.'

___________________

1 VILLAMIL PORTILLA, Edgardo, Teoría Constitucional del proceso. Santa Fe de Bogotá, Ediciones Doctrina y Ley,
1999, p. 843.
CONCLUSIONES

1. Del análisis crítico realizado, al proceso de cumplimiento, se concluye que no tiene

una naturaleza jurídica propia, porque no resuelve controversia de materia

constitucional, aunque se encuentra integrado en la Constitución.

2. Igualmente, del análisis jurídico realizado al proceso, se deduce que no constituye

una garantía constitucional propiamente dicho, sino un proceso constitucionalizado.

3. Según el Tribunal Constitucional, hecho el análisis pertinente, se razona que el

proceso de cumplimiento no es constitucional, y se interpreta como proceso

constitucionalizado, que no defiende derechos constitucionales propiamente dichos.

4. Así mismo, se afirma, que solo defiende derechos legales y actos administrativos

firmes, sancionados por otras instancias pertinentes. Igualmente, la hipótesis ha sido

confirmada plenamente. Los expedientes analizados de las diferentes instancias, el

100% corresponde a demandas de materia legal y administrativa.

5. Finalmente, se justifica su inmersión en la Constitución, por la Comisión del

Proyecto, por estar considerado en su anteproyecto, no obstante que esta norma

superior convendría ser eliminada, y dure mientras sigue en vigencia la Constitución.

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