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Dermatosis eritematoescamosas
3.1 Psoriasis.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, crónica, que se caracteriza
por presentar lesiones en placas eritematoescamosas, que afectan
diversas partes de la piel y muestra una gran variabilidad clínica y evolutiva.
Con tendencia a las recidivas y a la localización casi siempre simétrica
de las lesiones.
Cursa por igual en hombres que en mujeres y en todas las edades, inclusive
en niños pequeños, pero no es congénita. Predomina en el adulto joven
entre la tercera y cuarta décadas de la vida y en personas de piel blanca.
La causa que la origina es desconocida y se considera multifactorial, a
pesar de que se han demostrado múltiples anormalidades en la cinética
celular, la histomorfología y la bioquímica, y de tener un cuadro clínico bien
definido, de ahí que se invoquen en su mecanismo de producción factores
genéticos, inmunológicos, infecciosos, metabólicos, medicamentosos,
endocrinos, psicógenos y ambientales.
Cuadro clínico
Signo de la mancha de esperma. Se produce al raspar con una cureta o con la uña las escamas
que han estado expuestas al aire y a la suciedad, las cuales se desprenden y dejan una superficie
blanca que recuerda la esperma de una vela.
Signo de la película despegable de Brocq. Aparece después de quitar las escamas micáceas por
raspado sucesivo llegando a una superficie roja, lisa, pudiéndose arrancar una película epitelial fina
de varios milímetros.
Signo de Auspitz o del rocío sangriento. Aparece por debajo de la película despegable en forma
de finas goticas de sangre.
Localización habitual de las lesiones en la
psoriasis. Se observan placas ( lesiones
elevadas sobre el nivel de la piel de más de 1
cm de diámetro) de bordes bien definidos de
diferentes tamaños, con escamas en su
superficie. A nivel del codo donde asientan de
forma bilateral.
Al ser los codos una zona del cuerpo que se
utiliza como apoyo, con frecuencia se
Fig. 1
producen traumas mínimos que inducen el
fenómeno de koebner.
Localización no frecuente de la
psoriasis. Se observan lesiones en
placas eritematoescamosas, de
bordes bien definidos bilateral en
dorso de ambas manos. Tienen un
aspecto de lesiones inveteradas
(antiguas).
Fig. 2
En la figura 3 y 4 se observan
múltiples lesiones en placas
eritematoescamosas y bordes bien
delimitados, de diferentes tamaños,
algunas de ellas confluyen formando
grandes placas como la observada
en la región lumbar (fig.4). Se trata
de un paciente masculino, blanco,
joven, que comenzó con elevado
número de lesiones papulosas
Fig. 3
pequeñas, diseminadas en región
anterior y posterior del tronco
(psoriasis gutata), las cuales fueron Fig. 4
confluyendo.
Presencia de pápulas y placas
eritematoescamosas en un niño con psoriasis
gutata. Esta forma clínica en muchas ocasiones se
desencadena a partir de una infección bacteriana
como una faringitis estreptocócica. Suele
observarse con más frecuencia en niños y adultos
jóvenes.
Fig. 5
Psoriasis invertida: Se denomina de esta forma
cuando la afectación es a nivel de los pliegues,
presentándose en pliegues axilares, inguinales,
submamarios, interglúteos y ombligo. Se observan
placas de un color rojo vivo, uniformes, lisas, brillantes,
de bordes bien definidos con mínima descamación y en
ocasiones ausente. Cuando el paciente presenta
solamente lesiones en estas localizaciones el
Fig. 6 diagnóstico suele ser difícil, pero esto no es lo habitual,
pueden existir fisuras dolorosas en el fondo de los
pliegues.
Psoriasis invertida
Fig. 7
En la piel cabelluda predomina la escama fina, que al llegar al límite de
implantación del pelo forma una zona muy precisa que puede confundirse
con la corona seborreica de la dermatitis seborreica. Sin embargo, la
dermatitis seborreica es más inflamatoria, pruriginosa, de aspecto
amarillento y se acompaña de lesiones en el centro de la cara.
Psoriasis del cuero cabelludo. En esta forma clínica
en ocasiones se dificulta realizar el diagnóstico
diferencial con la dermatitis seborreica. Algunos datos
que ayudan a realizar el diagnóstico son la presencia
de escamas blanquecinas, mientras que en la
dermatitis suelen ser de color más amarillo y untuosas,
Fig. 8
no suele provocar pérdida del pelo, la zona de mayor
afectación suelen ser la occipital, retroauriculares y
limítrofe anterior del cuero cabelludo. Las lesiones
tienen un borde bien delimitados y sobrepasan el límite
de implantación del cabello. La dermatitis seborreica
suele acompañarse de lesiones en la parte central de la
cara ( glabela, surcos nasogenianos). La cara en la
Fig. 9
psoriasis es uno de los lugares menos afectados.
Un simple traumatismo o un rasguño, produce lesiones psoriasicas, como
que la piel está “acostumbrada” a responder ante cualquier agresión con
placas de psoriasis. A este hecho se le conoce como fenómeno isomórfico
o de Koebner, y no es exclusivo de esta enfermedad; también se ve en el
vitíligo, liquen plano, pénfigo vulgar, entre otras.
El pelo no se afecta, pero sí las uñas, pueden observarse depresiones muy
pequeñas que recuerda un dedal (signo del dedal), que son pequeños
orificios o excavaciones en la superficie ungueal, puede llegarse a una
inflamación periungueal (perionixis psoriática) y a la total destrucción de la
uña. Otro signo observado con frecuencia en las uñas de los pacientes con
psoriasis es el de la mancha de aceite, que consiste en una mancha
amarilla debajo de la lámina que se extiende distalmente hacia el
hiponiquio, que refleja la afección del mismo. En ocasiones estas
alteraciones se presentan de manera aislada en la llamada psoriasis de las
uñas.
Signo de la mancha de aceite:
Fig. 10 Signo del dedal: pequeños orificios o
Fig. 11
mancha amarilla debajo de la lámina excavaciones en la superficie ungueal, puede
que se extiende distalmente hacia el llegarse a una inflamación periungueal
hiponiquio, que refleja la afección del (perionixis psoriática) y a la total destrucción
mismo. de la uña.
En ocasiones estas alteraciones se presentan de manera aislada en la llamada psoriasis de las uñas.
La psoriasis es un padecimiento crónico que evoluciona por brotes en
forma impredecible, a veces las lesiones involucionan de manera
espontánea dejando sólo manchas hipocrómicas o hipercrómicas, otras
veces quedan estacionadas las placas, sin cambios, y otras aumentan
cada vez más y conducen a la eritrodermia. Por lo general, no son
pruriginosas, pero este dato depende de cada persona.
Formas clínicas
Fig. 12
Artropática: Consiste en artropatías progresivas del tipo de la artritis crónica
deformante; se caracteriza por deformaciones dolorosas que dan al paciente una
lastimosa apariencia. Estos síntomas van acompañados de lesiones cutáneas de
psoriasis vulgar o de eritrodermia psoriásica. En la artritis psoriásica se afectan sobre
todo las articulaciones distales y en forma simétrica.
Pustulosa: Se trata de una pustulosis amicrobiana que debe diferenciarse de la
infección bacteriana de una psoriasis vulgar. Se puede presentar en forma localizada
en palmas de las manos y plantas de los pies, produciendo un cuadro molesto que no
responde al tratamiento (psoriasis pustulosa palmoplantar de Barber) y en forma
generalizada con fiebre y ataque al estado general del paciente como la psoriasis
pustulosa aguda generalizada tipo Von Zumbuch, particularmente grave.
Psoriasis pustulosa palmoplantar de Barber.
Las pústulas se localizan en palmas y plantas son
estériles. Estas lesiones son dolorosas y pueden
causar invalides en el paciente, así como
alteraciones psíquicas importantes.
Fig. 10
Fig. 11
Diagnóstico
Psoriasis gutata
Algunos diagnósticos diferenciales:
Psoriasis gutata
Algunos diagnósticos diferenciales
Psoriasis invertida
Algunos diagnósticos diferenciales
Psoriasis invertida
LCCT
Psoriasis Eritrodérmica
Tratamiento.
Metotrexate. Es un antagonista del ácido fólico, usado en la psoriasis desde hace más de
40 años. Inhibe la síntesis del ADN. Existen distintos métodos para su empleo, pero el
más utilizado por nosotros es la dosis de 15 mg, 1 vez a la semana por vía oral, dividida
en 3 tomas seguidas, con intervalo de 12 h, repetida durante 3 a 4 semanas.
Retinoides. Los más usados en la psoriasis son el etretinato y la acitretina. Tienen efecto
antimitótico, antiinflamatorio e inmunomodulador.
Ciclosporina. Un decapéptido de estructura cíclica obtenida de hongos. Su acción más
potente es sobre los linfocitos T, aunque actúa en múltiples niveles. La dosis inicial es de 3
mg/kg/día, con aumento progresivo hasta alcanzar los 5 mg/kg/día y lograr la mejoría de
los síntomas. El blanqueamiento es rápido, pero las recidivas también.