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El español coloquial en México y el uso de mexicanismos

El Diccionario de la Real Academia Española (2017) define mexicanismo como “Palabra


o usos propios del español hablado en México”. Acercarnos a la lengua española en
México nos permite ampliar el conocimiento que tenemos de ella, de igual manera
podemos acrecentar nuestro vocabulario y valorarlo cómo una identidad. México es el
país más visitado en América Latina, a éste factor implica que más extranjeros están
notando la peculiaridad del español mexicano.

Como participantes de nuestra habla territorial, es importante conocer lo que nos


caracteriza como mexicanos en el lenguaje, de ésta manera podemos lograr ser
conscientes de la visión que el mundo tiene de nuestra forma de comunicarnos
mediante la lengua. Por tales motivos, en la siguiente monografía se pretende informar
en torno a los mexicanismos y la manera en que usamos el español en México, así
cómo el panorama que en el extranjero se tiene del español en México.

Mexicanismos diacrónicos y sincrónicos

Un mexicanismo es “una palabra, partícula o locución de procedencia española o


indígena, característica del español de México, en especial si no la comparte con el
español de otros países de Hispanoamérica o con el de España” (Gómez da Silva,
2001). Pilar Máynez (s/f), menciona la división que realiza Moreno de Alba (1987), en su
obra Minucias del lenguaje, de los dos tipos de mexicanismos: sincrónicos y
diacrónicos.

Los mexicanismos sincrónicos sólo se usan dentro de México, sin importar su


procedencia. Al contrario, los mexicanismos diacrónicos se originan dentro del territorio
nacional, pero su uso se extiende por el mundo.

Máynez (s/f) nos da un ejemplo de cada uno. El primero es alberca, que proviene
del hebreo y árabe y a su vez, en otros países hispanohablantes es sustituida por pileta
o piscina; el segundo ejemplo es la palabra chocolate, que proviene del náhuatl y se ha
extendido por el mundo cambiando su pronunciación y escritura.

El español coloquial

Es común que al intentar explicar a la lengua hablada nos encontremos con tres
conceptos que con normalidad se usan como sinónimos: coloquial, popular y vulgar. Sin
embargo, no es mas que un error creer que comparten la misma definición, pues estos
niveles del lenguaje tienen características propias. Lorena Camacho (s/f), en El español
coloquial en contexto académico, explica que nos referimos al nivel socioeconómico del
individuo, el cual se sitúa en un punto medio-bajo o bajo, al mencionar el concepto
popular. Con vulgar, apuntamos a la consecuencia de un nivel de lengua bajo en el
hablante, que de igual forma se ve reflejado en el uso de la lengua de manera
incorrecta, faltando a las normas de ésta. Por último, Lorena Camacho (s/f), al igual que
Mireya Cisneros (1999) en su reseña a Antonio Briz Gómez, citan a éste último para
definir el término coloquial cómo el “uso socialmente aceptado en situaciones cotidianas
de comunicación, no vinculado en exclusiva a un nivel de lengua determinado y en el
que el vulgarismo y los dialectalismos aparecen en función de las características de los
usuarios” (Briz, 1996).

En conclusión, de acuerdo con la definición anterior, el español coloquial varía


según el contexto o la situación, es cambiante conforme a la región en dónde vive, la
edad, el sexo, la escolaridad e incluso la profesión del hablante (Ruiz Moreno, 2015).

El náhuatl en el español

El náhuatl es la segunda lengua que más aportaciones dio al español americano. Esto
comenzó con la llegada de los españoles y su necesidad de nombrar a ciertas cosas
que solo se encontraban en América. Algunos adoptaron palabras del náhuatl a su
vocabulario, otros buscaron su equivalencia en español, sin embargo, al final la lengua
se fue combinando y ahora utilizamos nahuatlismos en una alta medida.

Pilar Máynez (s/f) menciona dos estudios realizados con el fin de averiguar qué
tipo de mexicanismos provenientes del náhuatl son más usados actualmente. En 1983,
en una investigación de campo en el ámbito gastronómico, se encontraron dentro del
habla de los encuestados las siguientes palabras: atole, chilaquiles, jitomate, molcajete,
comal, guacal, achiote, entre otras. Otra vez, en 2007, se hizo otra investigación y se
encontraron más palabras de uso común dentro de otros campos semánticos, por
ejemplo: papalote, jacal, mecate, pizca, tecolote, mezcal, y demás.

Los nahuatlismos, según Máynez (s/f) hacen aparición en diferentes


manifestaciones de la lengua hablada y escrita. Por ejemplo, en canciones como el
Jarabe tapatío, o en frases coloquiales y refranes como: “comenzar en achichincle y
acabar en ahuizote”, “tener ojos de apipizca”, “el que nace tepalcate, ni a comal tiznado
llega”, etcétera.

Manifestaciones gramaticales y léxicas en México


Cómo se vio anteriormente, muchos mexicanismos proceden de la lengua náhuatl, sin
embargo, la construcción de los mexicanismos también ha sido realizada por las
modificaciones que los hablantes le han hecho a la lengua en sus palabras y oraciones,
con la finalidad de comunicarse. Pilar Máynez (s/f) menciona a varios autores que han
estudiado las diferentes manifestaciones gramaticales y léxicas del español en México,
además da algunos ejemplos de ello, que son los que se mostrarán a continuación.

En cuánto a gramática es común encontrar según Lope Blanch (1968) a un


español mexicano conservador, es decir, continúa apegado a los antiguos modos de
decir. Ejemplos de lo anterior los encontramos en “se rentan departamentos” en lugar
de “se renta departamentos”, incluir en una palabra el prefijo re como en “retefeo” y
añadir en una oración exclamativa cómo + adjetivo: “Cómo eres cruel”. Moreno de Alba
aporta la observación de la unión del pronombre le + verbo para dar más énfasis en una
exclamación, por ejemplo, en “¡ándale!”, la repetición de posesivos se hace presente en
oraciones como “me duele mi cabeza” en lugar de “me duele la cabeza”.

A nivel de léxico hay un sinfín de palabras que en México tienen un significado, o


varios, muy diferentes a los que el DRAE escribe. María Garibay expone el
mexicanismo tapado, el DRAE describe el término de este modo: “en política mexicana
especialmente, candidato de un partido a la presidencia, cuyo nombre se mantiene en
secreto hasta el momento propicio.” Sin embargo, tapado tiene diversos significados en
México: es un guiso, una pelea de gallos ilegal, una prenda que usaban antes las
mujeres y solían taparse con ella. Tendríamos que considerar muchas palabras para
comentar del léxico en México, pues el significado que le damos a éstas es diferente al
de otros países de habla hispana, por ejemplo, expresiones cómo ¡órale!, chula,
¡chócalas!, chido. En el Diccionario de mexicanismos de la Academia Mexicana de la
Lengua (2010) y en Breve diccionario de mexicanismos de Guido Gómez da Silva
(2001) encontramos gran variedad de mexicanismos y sus significados.

Peculiaridades vistas por profesores extranjeros de español mexicano

Lorena Camacho (s/f), menciona en El español coloquial en contexto académico,


algunas características del español hablado en México que se vuelven difíciles para
estudiantes de nuestro dialecto. Particularmente expondré algunas que la autora
propone:

Peculiaridad del español en México Ejemplo


Acumulación de enunciados. La gatita estaba comiendo/la comida que
mi mamá le sirvió esta mañana/ pero la
tragona se la acabó toda.
Redundancia y la unión abierta. En una casa me la encontré/ a ella/ era la
casa de un amigo/ el que vende papas/
pero él no me la presentó.
Enunciados suspendidos que pueden Fui por ella/ no la encontraba en ningún
carecer de un significado coherente. lado/ condenada chamaca estaba
escondida/ y yo buscándola…/ pero va a
ver…
Descodificación de paralenguaje. Según Lorena Camacho (s/f), si fuéremos
a decirle a nuestro interlocutor que a
alguien le han sido infiel, en vez de
reproducirlo fónicamente, podríamos
recurrir al gesto de hacer los cuernos con
la mano, pero si nuestro interlocutor no
participa de nuestra experiencia cultural,
difícilmente entenderá lo que queremos
decir.

En conclusión, hablar el español que nos pertenece a los mexicanos es algo


rutinario para los nativos de él que muchas veces descuidamos la manera en que nos
expresamos, ésto lo hacemos por ignorancia o porque realmente no es del interés del
hablante. La valorización del español en México daría pie a más conocimiento de
nuestro dialecto, y a la concientización del uso que le damos. Nuestra manera de hablar
en México nos da identidad, las peculiaridades del español en cada estado lo
representan ante su nación, pero las particularidades de la lengua española en México
nos identifican en el mundo.

Los mexicanismos caracterizan al español. Se dividen en dos, en sincrónicos y


diacrónicos. Podemos apreciar mejor el dialecto mexicano si partimos desde el lenguaje
coloquial, pues este es hablado por cualquier persona, sin importar el contexto o la
situación, la región en donde vive, su edad, su sexo, su escolaridad e incluso su
profesión. El análisis del español mexicano comprende muchas ramas, sin embargo,
tres importantes son el uso de nahuatlismos, la gramática y el léxico. Cuando otras
personas, ajenas a nuestra lengua, intentan aprenderla, notan las características que
distinguen al español coloquial en México, y de esta manera nosotros podemos
observarla también.

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