Según la organización mundial de la salud (OMS), el COVID 19 es, la enfermedad causada por

el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2. La OMS tuvo noticia por primera vez de la
existencia de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos
de «neumonía vírica» que se habían declarado en Wuhan (República Popular China).
Debido a la crisis sanitaria el presidente de Colombia Iván Duque informo que a partir del 24 de
marzo del 2020 a las 23:59 horas, habría cuarentena para todo el país como parte de las medidas
para contener el contagio de COVID-19, enfermedad producida por el nuevo coronavirus que la
OMS declaró pandemia el 11 de marzo 2020. Después se fue informado al país que a partir del 1
de septiembre se pasaría a una nueva fase de aislamiento selectivo, que incluirá la reapertura de
la economía y el regreso del transporte aéreo nacional y el terrestre intermunicipal.
Con la cuarentena y la crisis sanitaria de por las que pasaba el país, las clases presenciales fueron
suspendidas en las universidades, colegios públicos y privados del país. Sin embargo, El
Ministerio de Educación Nacional (Mineducación), emite la Directiva 016 con orientaciones a
las Entidades Territoriales para la implementación del Plan de Alternancia Educativa 2020 –
2021 y avanzar en el retorno gradual, progresivo y seguro a las aulas, el modelo de alternancia
educativa son secciones de clases presenciales con jornadas de trabajo virtual y en casa.

Definitivamente no se debe permitir la implementación de la alternancia educativa porque, no es

seguro volver a las clases presenciales por la situación que está pasando el país y el mundo
entero, a causa del COVID 19 y más si tenemos en cuenta que muchos de los colegios no
cuentan con los protocolos de seguridad necesarios para asegurar la integridad de los estudiantes
y profesores. Debemos tener en cuenta los problemas y las falencias que presenta la educación
publica en nuestro país, muchos de los colegios no cuentan con agua potable y tienen carencia de
jabón y hay muchos niños por salón, lo que no garantiza la seguridad de los estudiantes y
profesores.

Además, la educación virtual presenta para los estudiantes una medida de prevención frente al
coronavirus y genera un ambiente de tranquilidad y concentración al no compartir con todos sus
compañeros, esto también genera que tienen mas tiempo para realizar las actividades, y así
aseguran su seguridad física y la de sus familiares. Hay que tener en cuenta también que gran
parte de los padres están en contra de la alternancia educativa y manifiestan que no estar
dispuestos a enviar a sus hijos a clases presenciales.

Por otra parte, no se han aplicado todas las vacunas a la población, se estima que en Colombia
aproximadamente se han aplicado 480.250 dosis aplicadas que representan el 0,94 por ciento de
la población nacional (El tiempo, 2021). No podemos olvidar tampoco las negligencias que se
han presentado en el país con las vacunas que fingían ser aplicadas a la población y que las
vacunas nos son una fuente confiable asegurada. El COVID 19 no da tregua, puesto que, en el
último reporte del Ministerio de Salud y Protección Social, entregado el jueves 25 de marzo, se
confirmaron 6.732 nuevos casos, 125 fallecidos y 5.541 recuperados. La cifra total de casos
ascendió a 2.359.942. (Colombia as, 2021)
Si bien es cierto que, la escuela es un espacio protector y que los estudiantes pueden aprender
mas estando con un profesor presencialmente que les explique todo con más facilidad, necesitan
compartir con sus compañeros y no estar encerrados en casa y que muchos no tienen los recursos
necesarios ni accesibilidad a internet. La educación colombiana no cuenta con las medidas
necesarias que garanticen la seguridad de la comunidad educativa, cuando hay carencias de agua
potable y jabón, hay exceso de estudiantes en los salones y las vacunas no han sido aplicadas en
su totalidad, ¿cómo garantiza el gobierno que los niños menores cumplirán con la regla de
distanciamiento y con la medida de tapabocas siempre? No tiene forma de garantizarlo, tampoco
tienen forma de asegurar que los estudiantes y profesores no serán contagiados y después
expondrán a un contagio a sus familias, mientras no sean seguras las medidas de bioseguridad y
las cifras del COVID 19 no disminuyan en vez de aumentar no es segura la alternancia
educativa.

No se debe permitir la alternancia educativa porque,