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Universidad Marino Gálvez de Guatemala

Campus Antigua Guatemala

Ingeniería En Sistemas

CURSO:
METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN

CATEDRATICO:
Licda. M.A. Libny Lidia Nineth Cáceres Rivera

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Axel Ramon Azurdia Álvarez 0910-23-12024

2 de marzo del 2023

Semestres1
pandemia de la COVID-19 en Guatemala
introducción:
Desde finales de 2019 la pandemia de la COVID-19 inició un proceso de
expansión global que ha afectado a la humanidad en su conjunto. En algunos
países con los más altos niveles de desarrollo como Francia, España y Estados
Unidos los efectos han sido brutales, tanto por la cantidad de personas enfermas y
fallecidas por el virus, como por las consecuencias sociales y económicas de la
pandemia en el corto, mediano y largo plazo.
En países pequeños y dependientes como Guatemala, las consecuencias de la
emergencia sanitaria provocarán una fuerte recesión económica que aumentará la
pobreza, la extrema pobreza y las desigualdades sociales. De acuerdo con la
CEPAL, la emergencia sanitaria “será la causa de la mayor crisis económica y
social de la región en décadas, con efectos muy negativos en el empleo, el
combate a la pobreza y la reducción de la desigualdad.
” (CEPAL, 2020:1). Esta entidad prevé una reducción significativa del PIB de
Guatemala para 2020 (-1.3%); el aumento del desempleo, la pobreza y la extrema
pobreza y el incremento de las desigualdades sociales (CEPAL, 2020:16-17).
Debido a las características políticas, financieras y administrativas del Estado
guatemalteco, sus capacidades para responder a este desafío son limitadas. A
esto se suma, que se trata de un Estado capturado por elites empresariales y
Redes Político Económicas Ilícitas.
No es extraño que, en la primera respuesta frente a la crisis dada a conocer a
mediados de marzo, se privilegiaran acciones para preservar las actividades
empresariales (Gobierno de Guatemala, 2020). Desde entonces se han aprobado
una cantidad notable de decretos de ampliación presupuestaria y un conjunto de
acuerdos gubernativos, ministeriales e instrumentos reglamentarios, que han
dejado ver la falta de preparación y las incapacidades burocrático administrativas
para hacer frente a la crisis derivada de la COVID-19.
Incluso, se recurrió al financiamiento de la banca central para dotar al gobierno de
recursos para enfrentar la emergencia. Por tanto, la respuesta gubernamental ha
tendido a ser errática y discordante. Muestra de ello son las instrucciones
contradictorias a la población sobre el distanciamiento social, la opacidad y
señalamientos de corrupción en algunas compras del Ministerio de Salud Pública y
9 Asistencia Social (MSPAS) y la carencia de datos para implementar los
programas sociales de emergencia aprobados por el Congreso de la República.
Preguntas de investigación

¿Qué se sabe acerca del nuevo coronavirus?


El virus COVID-19 es un nuevo virus asociado a la misma familia de virus del
SRAS y a algunos tipos de resfriados comunes. Como otros tipos de coronavirus,
se transmite por el contacto directo con las gotas de la respiración que una
persona puede expulsar cuando tose y estornuda, así como al tocar superficies
contaminadas por el virus.

¿Puede una mujer embarazada transmitir el virus al feto?


Por el momento no existen pruebas suficientes para determinar si el virus puede
transmitirse de la madre al feto durante el embarazo y el parto, ni tampoco de las
consecuencias que esto puede tener después en el bebé. Es recomendable que
todas las mujeres embarazadas tomen las precauciones adecuadas para
protegerse de la exposición al virus, que se observen atentamente a sí mismas
para detectar cualquier síntoma del COVID-19 y que pidan asesoramiento en el
centro más cercano que se les haya asignado a lo largo del embarazo.

¿De qué otras formas pueden afectar el COVID-19 a los niños?


Los efectos secundarios de las medidas para contener el COVID-19 afectan a
muchos niños de todo el mundo.
Un ejemplo son las interrupciones en la atención primaria de la salud, ya que
muchos centros de salud están abarrotados de pacientes que solicitan la prueba
del COVID-19 o que evitan pedir ayuda en los hospitales especialmente
designados para el virus por miedo a contagiarse. Por otro lado, el cierre de cada
vez más escuelas afecta a cientos de millones de niños en todo el mundo.
Además, muchos niños se ven obligados a separarse de sus familiares cuando
estos enferman, otros sufren las consecuencias de la reducción de los ingresos en
sus hogares cuando los padres no pueden ir a trabajar, y muchos padecen el
estrés psicológico derivado del miedo a contagiarse o a ser obligados a quedarse
en casa durante semanas.
Justificación
La pandemia de COVID-19 ha potenciado la dependencia de las tecnologías
conectadas y ha sumergido aún más la educación en ecosistemas digitales.
Durante gran parte de 2020 y 2021, las computadoras y las conexiones a internet
reemplazaron temporalmente a las escuelas y determinaron si cientos de millones
de alumnos accedían a oportunidades de aprendizaje o no.
Si bien muchas escuelas han reabierto, la transformación digital de la educación
está en continua aceleración. Un número creciente de instancias de enseñanza y
aprendizaje se traslada a espacios virtuales.
En este nuevo contexto, las tecnologías conectadas deben promover las
aspiraciones de una educación inclusiva, que facilite el desarrollo sostenible
basado en los principios de justicia social y económica, equidad y respeto de los
derechos humanos.
Existen ejemplos prometedores en todo el mundo de experiencias en las que la
tecnología amplía el acceso al conocimiento y la información, enriquece el proceso
educativo y mejora los resultados académicos. Sin embargo, estos ejemplos no
son suficientemente frecuentes.
Hay cada vez más señales que indican que la transformación digital de la
educación implica desafíos a menudo subestimados. Los docentes, los alumnos y
los encargados de formular políticas han sido testigos de todas las maneras en
que la tecnología puede aumentar la desigualdad educativa, incrementar el
aislamiento de los alumnos, limitar y privatizar las experiencias educativas,
homogeneizar el aprendizaje y la enseñanza, atentar contra la autonomía
profesional de los docentes, producir un impacto ambiental dañino, violar la
privacidad y la confianza y consolidar el poder y el control fuera del escrutinio
público.
Objetivos para reducir el covid-19
• Incluir la atención en recursos de cuidados a largo plazo (residencias) en
todas las fases de la respuesta nacional a la pandemia de COVID-19.
• Movilizar la financiación adecuada para la atención en recursos de cuidados
a largo plazo (residencias) para responder y recuperarse de la pandemia
COVID-19
• Garantizar una vigilancia y evaluación eficaces de los efectos de COVID-19
en la atención en estos recursos y asegurar una canalización eficiente de la
información con los sistemas de salud para optimizar las respuestas.
• Asegurar el personal y los recursos, incluido el personal sanitario y los
productos de salud adecuados, para responder a la pandemia de COVID19
y prestar servicios de atención de calidad.
• Garantizar la continuidad y la permanencia de los servicios esenciales
para las personas que reciben apoyos en estos recursos, incluida la
promoción, la prevención, el tratamiento y la rehabilitación.
• Asegurar que las normas de prevención y control de infecciones se
apliquen y se cumplan en todos los entornos para prevenir y manejar
con seguridad los casos de COVID-19.
Priorizar las pruebas, el rastreo de contactos y la supervisión de la
propagación de COVID-19 entre las personas que reciben y proporcionan
apoyos.
• Proporcionar apoyo a la familia y a los cuidadores voluntarios.
• Dar prioridad al bienestar psicosocial de las personas que reciben y
proporcionan apoyos en estos recursos.
• Asegurar una transición sin problemas a la fase de recuperación.
• Iniciar medidas para la transformación de los sistemas de salud y de
atención en estos recursos a fin de integrar adecuadamente y garantizar
una gestión continua y eficaz.

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