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LA PANDEMIA Y NUEVOS RETOS EN LOS DOCENTES

Autor: Lic. Javier Limachi Zarzuri

La idea central, para este artículo es fortalecer las prácticas


educativas en los dos últimos años de escolaridad, mediante la
orientación vocacional y el uso adecuado de las herramientas
tecnológicas, lo cual conlleva el desarrollo cognitivo de los
estudiantes frente a una post pandemia que nos ha dejado
efectos secundarios, traumas, secuelas y otra forma de vida.
Las posibles acciones para reestablecer esta medida y el retorno a las actividades
normales, las cuales forman parte de la vida diaria en un contexto post pandemia
presenta como luz para iluminar el sendero, la exigencia de tomar decisiones prudentes
ante las incertidumbres reinantes. Imposible obviar el hecho relacionado con el patrón de
incidencias del contagio de la COVID-19 y la interrogante respecto a su existencia en el
tiempo.
En este contexto, es determinante ampliar la mirada desde una perspectiva
multidimensional para asumir los retos post pandemia. Para los maestros de vocación es
importante tomar posturas proactivas y unir nuestras fortalezas ante la necesidad de
generar procesos de cambio enfocados en las particularidades que coexisten en la vida
individual de las personas y en las realidades colectivas de la vida social, laboral y
educativa. Pero, también, paralelamente, trabajar como maestros de cambio a nivel de
políticas educativas de bienestar, en atención a las situaciones de desventajas sociales y
oportunidades de mejoras para la calidad educativa de nuestros educandos, los cuales se
enmarcan respecto a sus derechos y deberes.
Resultados y discusión
Es así que este tema se tiene que abordar mediante la orientación vocacional que rescata
el sentido educacional comprehensivo, de reflexión en una sociedad tan diversa como en
la que vivimos, valorando el bienestar y el desarrollo humano sostenible. Tomando
aportes de la sociedad y de las políticas educativas por parte del Ministerio de Educación
y el Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa como pilares de la educación.
En tal sentido proponemos tres fortalezas que irán en beneficio de la educación y de los
mismos estudiantes: 1. Fortalecer la capacidad y la resiliencia de los maestros y
estudiantes y padres de familia de la Unidad Educativa. 2. Fortalecer las capacidades de
los gobiernos estudiantiles. 3. Fortalecer el diálogo social, colectivo de las Instituciones en
favor de la educación y mecanismos de las relaciones laborales
Reto 1. Atención a las situaciones de desventaja social y oportunidades de mejora para la
calidad de vida de las personas
Reto 2. Desarrollar estrategias asertivas para una orientación vocacional eficaz
Reto 3. Consolidar programas de orientación vocacional de apoyo a los estudiantes del
nivel secundario y toda la comunidad educativa.
Conclusiones
Trabajar estos retos propuestos, para una mejor orientación vocacional de nuestros
estudiantes, tiene que ser de manera solidaria. Se debe ir evolucionando con nuevas
miradas y abordajes en base a resultados que se tienen de anteriores diagnósticos
realizados en las unidades educativas. Una labor de la orientación vocacional y
profesional ajustada a los cambios del presente ante las realidades del confinamiento.
Pero también con una visión que rescata la consciencia reflexiva para proponer la
coexistencia humana post pandemia, potenciando la vida con sentido de alta motivación y
reforzamiento de actitudes positivas con conciencia emocional para lograr las mejoras
continuas, oportunas, útiles y necesarias para la vida que encaran los maestros en este
tiempo tan difícil, en la cual estamos enfrentados y saliendo con una actitud positiva frente
a la adversidad de la COVID-19.

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