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EPISTEMOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN
DOCTORADO EN EDUCACION
Primer Cuatrimestre
Antecedentes históricos
Nuestra Universidad tiene sus antecedentes de formación en el año de 1979 con el inicio de
actividades de la normal de educadoras “Edgar Robledo Santiago”, que en su momento marcó
un nuevo rumbo para la educación de Comitán y del estado de Chiapas. Nuestra escuela fue
fundada por el Profesor Manuel Albores Salazar con la idea de traer educación a Comitán, ya
que esto representaba una forma de apoyar a muchas familias de la región para que siguieran
estudiando.
En el año 1984 inicia actividades el CBTiS Moctezuma Ilhuicamina, que fue el primer
bachillerato tecnológico particular del estado de Chiapas, manteniendo con esto la visión en
grande de traer educación a nuestro municipio, esta institución fue creada para que la gente
que trabajaba por la mañana tuviera la opción de estudiar por las tardes.
La Maestra Martha Ruth Alcázar Mellanes es la madre de los tres integrantes de la familia
Albores Alcázar que se fueron integrando poco a poco a la escuela formada por su padre, el
Profesor Manuel Albores Salazar; Víctor Manuel Albores Alcázar en julio de 1996 como chofer
de transporte escolar, Karla Fabiola Albores Alcázar se integró en la docencia en 1998, Martha
Patricia Albores Alcázar en el departamento de cobranza en 1999.
En el año 2002, Víctor Manuel Albores Alcázar formó el Grupo Educativo Albores Alcázar S.C.
para darle un nuevo rumbo y sentido empresarial al negocio familiar y en el año 2004 funda la
Universidad Del Sureste.
Nuestra Universidad inició sus actividades el 18 de agosto del 2004 en las instalaciones de la
4ª avenida oriente sur no. 24, con la licenciatura en Puericultura, contando con dos grupos de
cuarenta alumnos cada uno. En el año 2005 nos trasladamos a nuestras propias instalaciones
en la carretera Comitán – Tzimol km. 57 donde actualmente se encuentra el campus Comitán
y el corporativo UDS, este último, es el encargado de estandarizar y controlar todos los
procesos operativos y educativos de los diferentes campus, así como de crear los diferentes
planes estratégicos de expansión de la marca.
Misión
Visión
Ser la mejor oferta académica en cada región de influencia, y a través de nuestra plataforma
virtual tener una cobertura global, con un crecimiento sostenible y las ofertas académicas
innovadoras con pertinencia para la sociedad.
• Disciplina
• Honestidad
• Equidad
• Libertad
Escudo
El escudo del Grupo Educativo Albores Alcázar S.C. está constituido por
tres líneas curvas que nacen de izquierda a derecha formando los escalones
al éxito. En la parte superior está situado un cuadro motivo de la
abstracción de la forma de un libro abierto.
“Mi Universidad”
ALBORES
OBJETIVO DE LA MATERIA:
Un posicionamiento crítico ante las condiciones de construcción y validación del conocimiento,
distinguiendo el modo específico de investigación, justificación y organización propio de cada
ámbito y comprendiendo el alcance de las soluciones aportadas.
ENCUADRE
UNIDAD I: LA EPISTEMOLOGÍA: SU OBJETO Y LA CIENCIA.
1.1 Epistemología
1.2 La reflexión epistemológica en la problemática pedagógica.
1.3 Supuestos epistemológicos en las prácticas educativas.
1.4 El análisis crítico de las ciencias.
1.5 La Epistemología de la didáctica.
1.6 La situación de la epistemología en la actualidad
1.7 Diversas concepciones de la ciencia vinculadas a su desarrollo histórico.
1.8 Objetividad y justificación.
Criterios de evaluación:
No Concepto Porcentaje
1 Trabajos en plataforma Educativa 40%
2 Foros 30%
3 Examen 30%
Total de Criterios de evaluación 100%
Para Piaget, la epistemología "es el estudio del pasaje de los estados de menor
conocimiento a los estados de un conocimiento más avanzado, preguntándose Piaget, por el
cómo conoce el sujeto (como se pasa de un nivel de conocimiento a otro); la pregunta es más
por el proceso y no por lo "qué es" el conocimiento en sí" (Cortes y Gil 1997).
Para Ceberio y Watzlawick (1998), "el término epistemología deriva del griego
episteme que significa conocimiento, y es una rama de la filosofía que se ocupa de todos los
elementos que procuran la adquisición de conocimiento e investiga los fundamentos, límites,
métodos y validez del mismo".
Para otros autores, la epistemología es aquella parte de la ciencia que tiene como
objeto(no el único) hacer un recorrido por la historia del sujeto respecto a la construcción del
conocimiento científico; es decir, la forma cómo éste ha objetivado, especializado y otorgado
un status de cientificidad al mismo; pero a su vez, el reconocimiento que goza este tipo de
conocimiento por parte de la comunidad científica. Es aquella epistemología que estudia la
génesis de las ciencias; que escudriña cómo el ser humano ha transformado o comprendido su
entorno por la vía de métodos experimentales o hermenéuticos en el deseo o necesidad de
explicar fenómenos en sus causas y en sus esencias.
Concepción esta última asumida por Thuillier (citado por Mardones 1991) al considerar
la noción de epistemología como aquella "ciencia o filosofía de la ciencia que no impone dogmas
a los científicos, sino que estudia la génesis y la estructura de los conocimientos científicos".
Para el autor, la epistemología no es un sistema dogmático conformado por leyes inmutables
e impuestas; sino que más bien, es ese trasegar por el conocimiento científico que se mueve
en el imaginario de la época; las reflexiones sobre el mismo, y el quebranto o "crisis" de las
normas que sustentan un paradigma en particular propio de una comunidad científica (Ver
Kuhn 2001).
Para Galindo (1998), poseer una mirada ecológica, es tener presente los alcances del
conocimiento en cuestión (de una disciplina en particular) en su acepción interna, y la influencia
del contexto o entorno donde se gesta y se hace presente dicho conocimiento.
Por último, ambas historias (interna – externa) son contrastadas en la historia real del
programa. Sin embargo, es importante aclarar que Lakatos (1983) otorga prioridad a la historia
interna.
"La epistemología es a mi criterio, ese punto de vista desde el cual me relaciono con
las cosas, con los fenómenos, con los hombres y eventualmente con lo trascendente. Esto, que
se produce en el ámbito personal y cotidiano, también ocurre en el ámbito científico, donde
proliferan distintas corrientes y sistemas de pensamiento que resultan ser, en definitiva, formas
de ver el mundo..... Podríamos comparar la Epistemología con un mirador u observatorio de
la realidad que, con lentes más o menos agudos, la miran críticamente, dándose cuenta que no
se halla fuera de ella, sino contribuyendo a constituirla; es decir, no es meramente un proceso
de observación, sino una participación activa en el hecho o fenómeno estudiado" Ricci (1999).
En tal sentido, se trata de mirar el conocimiento "científico" como algo que hace parte
de la vida del hombre, no sólo de su deseo, sino también de su necesidad; por consiguiente, la
epistemología lo debe ser también. Visión epistemológica en la que yo, como investigador, soy
capaz de "darme cuenta" (pensar y reflexionar) del alcance de mis observaciones en un mundo
que estoy viendo como objetivo desde mi visión subjetiva; el cual, a su vez objetivo con mis
verificaciones o comprensiones.
"Las categorías y todos los elementos estables de nuestro conocimiento deben ser
puestos en movimiento...nuestra tarea es hacer fluido el material petrificado que encontremos,
y volver a iluminar los conceptos y contenidos en esa materia muerta...disolver la oposición de
una subjetividad y una objetividad congeladas y comprender el origen del mundo intelectual y
real como un devenir." Mill citado por Feyerabend (1974).
1
Un proyecto parecido es el que se plantea en el reciente campo de investigación de la formación ambiental
cuando los autores buscan la construcción de una racionalidad ambiental. LEFF, E. (comp.) (1994): Ciencias
Sociales y formación ambiental. Ed. Gedisa, Barcelona.
2
El contexto de este artículo es un trabajo más amplio que en forma de libro o tratado de Teoría de la
Educación están realizando los autores en la actualidad.
La segunda consideración toma como punto de partida la actividad mental del actor de
quien procede la influencia; esta actividad es quien orienta la decisión de acción y la
instrumentalización de los recursos con los que se pretende actuar.
Ahora bien, esto implica reconocer que dicha actividad mental puede promoverse, que
en esa promoción pueden intervenir las iniciativas de agencias de formación y que todo ese
proceso puede ser observado y al menos en parte conocido y explicado (dar razón del mismo);
de hecho, padres, profesores y maestros en general discurren su acción y solicitan
conocimiento con vistas a la acción. Pues bien, el conocimiento implicado en la acción de
formación y el conocimiento sobre el proceso de formación constituyen el campo de
conocimiento de la Pedagogía, formando parte a su vez del ámbito más general de las
denominadas ciencias del espíritu, ciencias humanas o ciencias sociales.
En tercer lugar, también resulta obvio que, al construir una Teoría de la Educación, no
podemos partir de cero; es necesario crear un marco de referencia intelectual que plantee las
condiciones necesarias, presupuestos, para poder llevar a cabo la tarea, tanto en el sentido de
disponer para el conocimiento pedagógico (actitud para el conocimiento) como en el sentido
de mostrar las condiciones para poder producirlo. Precisamente la preocupación por la
disposición ante el conocimiento es, en este caso, una característica de la perspectiva
pedagógica. No nos preocupamos meramente por la construcción de la Pedagogía sino por la
formación pedagógica; en lo primero podemos coincidir parcialmente con el objetivo de todas
las demás ciencias humanas, la segunda es una característica propia. Ello quiere decir que el
campo paradigmático de la producción de acción pedagógica ha de ser el campo en el que se
Declaramos que todo aquello con lo que contamos y que se aporta desde otros campos
de conocimiento representa el conjunto de condiciones ontológicas y cognoscitivas, incluso
pragmáticas, desde las cuales llevamos a cabo nuestra tarea; una tarea que no quiere agotarse
en el mero conocer lo que acontece en la educación y en la formación del sistema
comportamental humano, sino que pretende alcanzar el punto en el que se pueda favorecer
esta categoría de acción social. Esta es la manera de reconocer que otros campos de
conocimiento fundamente a éste de la Teoría de la Educación, en la medida en que se tienen
en cuenta sus aportaciones para esta elaboración.
La otra perspectiva es la del estado de cosas en una situación dada, lo que implica la
toma de conciencia del estadio o momento de formación, el cual contiene tanto el momento
del desarrollo de la unidad psicosomàtica como el momento mental (infancia, adolescencia,
adultez, ancianidad) junto al momento del contexto en el que se encuentra un sujeto o un
grupo humano. Y ello porque el paso siguiente estará en dependencia tanto del estado de cosas
en los sujetos como de las características de los procesos de influencia que se generen desde
las agencias educacionales; puede darse acoplamiento entre lo uno y lo otro o
desacoplamiento.
Ello implica que la actividad mental humana entra en la órbita de la Pedagogía con un
doble interés: como sistema de acciones del sujeto que evoluciona adaptativamente en el
contexto sociocultural y como proceso mediante el cual se elaboran representaciones de lo
Estas nuevas opciones están orientadas por un acercamiento del sujeto hacia el objeto;
de lo objetivo se transita hacia lo subjetivo y lo intersubjetivo y la práctica cede paso a la
discusión teórica y a la reflexión y reconstrucción de las prácticas pedagógicas de los docentes,
lo que permite resignificarlas. El docente es y debe ser un generador de conocimientos, cuando
reflexiona y teoriza desde su práctica, reconstruyéndola y resignificándola.
En este contexto es útil la opinión de Perafán (2004) quien afirma que existe un
conocimiento propio del profesor que ha sido construido históricamente y, fundamentalmente
una diversidad epistemológica constituyente del mismo que al ser comprendida en una
categoría particular permite su legitimación no sólo en la escuela, sino también en las
comunidades del saber.
En esta discusión Porlán y Rivero (1998) precisan que existen autores que homologan
conocimiento con saber y si los profesores aprenden adecuadamente los postulados básicos
de las teorías relacionadas con los contenidos escolares y los de las ciencias de la educación,
estarán capacitados para enseñar; no obstante, saber algo no es sinónimo de saber hacerlo en
la práctica.
1. Saberes académicos. Conjunto de concepciones disciplinares que tienen los profesores, bien
del contenido del curriculum o de las ciencias de la educación Se generan fundamentalmente
en el proceso de formación inicial. Son explícitos y están organizados en el mejor de los casos
atendiendo a la lógica disciplinar. En general, los vinculados a las ciencias de la educación suelen
tener una escasa influencia en la actividad profesional debido a su aprendizaje descontextuado
y fragmentario y constituyen eso que muchos profesores rechazan llamándolo despectivamente
«la teoría».
4. Las teorías implícitas. Se refieren mas bien a un no-saber que a un saber, en el sentido de
que son teorías que pueden dar razón de las creencias y de las acciones de los profesores en
función de categorías externas. Los profesores no suelen conocer la existencia de estas
posibles relaciones entre sus formas de pensar y actuar y determinadas formalizaciones
conceptuales. Por ejemplo, cuando un docente adopta una estrategia de enseñanza, basada casi
exclusivamente en la transmisión verbal de los contenidos disciplinares, es posible que no sepa
conscientemente que dicha forma de pensar y de actuar presupone una teoría de aprendizaje
por apropiación formal de significados. Por tanto, nos estamos refiriendo a un tipo de
concepciones que sólo puede ponerse en evidencia con la ayuda de otras personas,
compañeros de trabajo, investigadores, pues ni son teorizaciones conscientes de los
profesores, ni aprendizajes académicos que se han convertido de manera significativa en
creencias y pautas de actuación concreta. Argÿris (2009) distingue entre «teoría explicita y
teorías en uso» y plantean que puede que no haya excesiva correspondencia entre ambas. La
teoría explicita es la que un individuo nos comunica cuando le preguntamos cómo se
comportaría en determinada circunstancia; sin embargo, la teoría que orienta su actuación es
la teoría en uso. Son interpretaciones acerca de qué teorías dan razón de lo que creemos y de
lo que hacemos, aunque no lo creamos y lo hagamos sin saberlo.
La reflexión epistemológica es una actividad persistente, que se renueva una y otra vez,
donde las preguntas radicales sirven de brújulas creadoras y lejos de buscar reglas comunes, a
los distintos procesos de conocimiento, o intenta dar cuenta de las dificultades con la realidad
a la que se enfrenta y si la práctica pedagógica es una forma de pensar la realidad, entonces, es
una opción para crear nuevos conocimientos que coadyuven en la emancipación del hombre
en un contexto de justicia, paz y libertad.
Desde la década de los sesenta, pues, son muchas las investigaciones que muestran una
postura crítica ante la consideración de la ciencia como verdad excluyente y definitiva. Estas
investigaciones han hecho patentes el orden androcéntrico del saber.
Es difícil discutir ese planteo tan racional, pero la crítica podemos hacerla porque es un
modelo de escaso valor práctico, porque su conceptualización teórica no refleja la enseñanza.
Stenhouse, opina que ésta es una propuesta que, si bien se presenta como una alternativa
Karl Popper propone una metodología de trabajo que rechaza la inducción en sentido
estrecho como en sentido amplio. Para este filósofo no sólo es imposible verificar una ley
tampoco es posible confirmarla o asignarle grado de probabilidad.
Hará hincapié en la posibilidad de refutación de los enunciados científicos, es decir, de
probar que una ley es falsa. Ahora bien, si una ley o una teoría no pueden ser verificadas ni
confirmadas, lo que nos lleva a hacerlo es el hecho de que haya pasado con éxito las
contrastaciones, la puesta a prueba. Contrastar una teoría es tratar de refutarla. Si no se logra,
la teoría o ley queda corroborada. No se trata de una confirmación inductiva.
Para Popper el progreso de la ciencia, característica infaltable, consiste en el pasaje de
una teoría, que suministran explicaciones satisfactorias a teorías que proporcionan
explicaciones aún más satisfactorias, es decir más verosímiles. De esta forma se produce mayor
acercamiento a la verdad. "... este esquema se transforma en el esquema de la búsqueda de la
verdad y contenido mediante la discusión racional". (Popper K. en Imre Lakatos).
Objetividad y epistemología
La epistemología, como teoría del conocimiento, se ocupa de evaluar las circunstancias,
origen y validez a través de las cuales el ser humano adquiere el conocimiento.
Por esta razón, la epistemología se relaciona con el término objetividad, ya que esta
reconoce que el individuo adquiere el conocimiento desde la realidad, y que, por medio de la
razón y tras un proceso mental, puede generar una afirmación objetiva o confiable.
Justificación, que según Reichenbach está constituido por la forma como los científicos
presentan sus resultados a la comunidad y el método que utilizan para presentarlos, es decir,
bajo una estructura compacta y coherente, de la que ha desaparecido toda incongruencia y
2.4 El inductivismo
La noción Inductivista o Empirista de la ciencia puede ser considerada como un método
de formalizar esta imagen popular de la ciencia. A continuación, describiremos esta concepción
basada en el razonamiento inductivo, e intentaremos argumentar como se basa en una
concepción equivocada e incluso peligrosamente engañosa.
Según el Inductivismo la ciencia comienza con la observación. El observador científico
debe tener órganos sensoriales normales y registrar de un modo fidedigno lo que pueda ver,
oír, etc., en función de la situación que esté observando; y debe hacerlo libre de prejuicios
mediante la utilización de sus sentidos. Los enunciados a los que se llega de este modo se
llaman enunciados observacionales, y forman la base de la que se derivan las leyes y teorías que
constituyen el conocimiento científico.
Los enunciados observacionales son del siguiente tipo -Pedro golpeó a su hermano
Juan-. Estos enunciados pertenecen al conjunto de los denominados enunciados singulares
debido a que se refieren a un determinado acontecimiento, o estado de cosas, en un
determinado lugar y momento. Es evidente que todos los enunciados observacionales serán
enunciados singulares, ya que proceden de la utilización que hace el observador de sus sentidos
en un lugar y un momento determinados. Los enunciados generales, sin embargo, expresan
afirmaciones sobre las propiedades o el comportamiento de algún aspecto del mundo -por
ejemplo, los animales en general poseen una necesidad inherente de algún tipo de descarga
agresiva-. A diferencia de los enunciados singulares, se refieren a todos los acontecimientos de
un determinado tipo en todos los lugares y en todos los tiempos. Todas las leyes y teorías que
constituyen el conocimiento científico son afirmaciones generales de este tipo, y a tales
enunciados se les denomina enunciados universales.
La cuestión que podemos plantear a continuación es la siguiente: si la ciencia se basa en
la experiencia, ¿por qué medio se pueden obtener de los enunciados singulares que resultan
de la observación, los enunciados generales que constituyen el conocimiento científico?. Los
inductivistas consideran que es lícito generalizar a partir de una lista finita de enunciados
3.3 Fenomenología
En la época actual, por fenomenología se entiende la doctrina desarrollada por Edmund Husserl
(l859 - 1938) con ese mismo nombre. En ella nos referimos en esta muy breve y casi imposible
síntesis, entendiéndola como “método” y como una “manera de ver” el mundo. Husserl se
opone al positivismo y al pragmatismo, si bien reconoce el valor limitado de la primera escuela.
También rechaza la creencia en una filosofía absoluta. Las tesis fundamentales de la
fenomenología husserliana “expuestas en su obra Investigaciones lógicas” son básicamente dos:
1.Para captar el fluir y el contenido de la conciencia debemos limitarnos a describir lo
que se presenta en ella, sin dejarnos condicionar por las teorizaciones que pudimos haber
hecho sobre ese contenido.
2.La descripción señalada antes, muestra que en el fluir de la conciencia se presentan,
además de referencia a objetos concretos, referencias a “esencias ideales”. Veamos algunos
especificaciones de esas dos tesis fundamentales. La conciencia para Husserl es siempre una
conciencia intencional, es decir, conciencia de alguna cosa. Implica una relación: relación con
un objeto.
La reducción eidética se acompaña de la reducción trascendental o reducción
fenomenológica que también pone entre paréntesis -fuera de juego- la existencia del mundo
que me rodea y la existencia del propio analista, con sus actos psíquicos, sus intereses, etc. Lo
que queda después de estas reducciones es la conciencia pura: sus vivencias y sus contenidos.
Husserl la denomina conciencia transcendental.
La reducción fenomenológica es el método para llegar al campo en el cual debe actuar
la nueva ciencia (nueva, en cuanto se trata de superar la crisis a la cual han sido arrastradas las
ciencias por el positivismo). Es decir, si se quiere filosofar, es necesario abandonar la
información que nos da la actitud natural y situarse en el ámbito de la “conciencia pura”. Si
bien la reducción fenomenológica, con la cual se llega a este campo, implica la aceptación de
un idealismo transcendental, Husserl no niega la existencia de un mundo real: sólo la ha puesto
3.4 El neopositivismo.
Corriente idealista subjetiva de la filosofía burguesa del siglo XX; forma actual
del positivismo. Según el neopositivismo, el conocimiento sobre la realidad se da tan sólo en el
pensar cotidiano o concretamente científico; la filosofía es posible únicamente como análisis
del lenguaje, en el que se expresan los resultados de dichos tipos de pensar (Filosofía analítica).
Desde el punto de vista del neopositivismo, el análisis filosófico no se hace extensivo a los
objetos reales, ha de limitarse a lo “dado”, es decir, a la experiencia inmediata o lenguaje. Las
formas extremas y consecuentes de la filosofía neopositivista –por ejemplo, el neopositivismo
inicial del Círculo de Viena–, al limitar lo “dado” a las vivencias individuales, llegan directamente
al solipsismo. La variedad más influyente de neopositivismo es el positivismo lógico. Se
adscribieron asimismo a le plataforma general del neopositivismo los filósofos analíticos
ingleses discípulos de Moore (Stebbing, Wisdom y otros). También, eran neopositivistas las
concepciones filosóficas de varios representantes de la escuela lógica de Lvov-
Varsovia (Kazimierz Ajdukiewicz y otros). En la década de 1930, se produce la fusión ideológica
y de organización científica de los grupos y filósofos independientes de ideas neopositivistas:
los positivistas lógicos austro-alemanes del Círculo de Viena (Carnap, Schlick, Otto von Neurath
y otros) y de la “Sociedad de filosofía empírica”, de Berlín (Reichenbach, Hempel y otros), de
los analíticos ingleses, de varios representantes norteamericanos de la “filosofía de la ciencia”
de orientación positivista, pragmatista (Nagel, Marguenau, Morris, Quine, Bridgman y otros),
de la escuela de Upsala (Suecia), del grupo lógico de Münster (Alemania) con Scholz al frente,
y otros. Desde entonces se han convocado con regularidad varios congresos internacionales y
se lleva a cabo una amplia propaganda del neopositivismo en la prensa, Presentándose en
calidad de “empirismo científico”, el neopositivismo ejerce sensible influjo sobre distintos
círculos de hombres de ciencia, sobre la elaboración de varias concepciones que interpretan
en sentido idealista los descubrimientos de la ciencia actual. Al mismo tiempo, es digno de
3.5 La hermenéutica.
Una de las primeras aproximaciones a la hermenéutica actual la hizo Dilthey para quien
esta disciplina debe ser el método de las ciencias del espíritu. En ella, la comprensión tiene un
carácter objetivo que se dirige hacia las “objetivaciones de la vida”, es decir, hacia las obras y
valores histórico - culturales que pueden ser captados por la “vivencia”. Con Heidegger, la
hermenéutica gana en profundización y la comprensión pasa a ser una estructura fundamental
del ser humano: tal filosofía no es ya una forma particular de conocimiento sino que es la
condición esencial de cualquier tipo de conocimiento.
A partir de Hans - Georg Gadamer (nacido hacia 1900), con su obra fundamental
Verdad y método (1960), la hermenéutica deja de ser un método, como quería Dilthey, para
convertirse en una doctrina filosófica con una propuesta coherente acerca de la
“comprensión”. Ya su objeto no es la exploración del ser individual sino la investigación del
ser histórico.
En esta versión de Gadamer, la comprensión, que tiene un carácter objetivo, no
consiste en entender al otro, sino entenderse con otro sobre un “texto”. Un “texto” puede
ser un acontecimiento histórico, una obra de arte, etc., pero en cualquiera de esos casos, la
comprensión que se logra es histórica, en cuanto ese acontecimiento u objeto está mediado
históricamente. Por otro lado, no es posible lograr una comprensión libre de todo prejuicio
(que para Gadamer significa juicio previo). La comprensión de un “texto”, sólo es posible desde
una precompresión o de un prejuicio que el investigador proyecta sobre ese objeto, prejuicio
que será modificado por éste, lo cual conducirá a una nueva comprensión de éste y así,
sucesivamente, sin un fin de la comprensión. En palabras del filósofo, toda comprensión se
realiza dentro de un “círculo hermenéutico”. Comprender no significa trasladarse a la época
del autor del texto o del acontecimiento estudiado, sino que supone una “fusión de horizontes”
con lo cual se define un horizonte más amplio que los abarca. Por ello, Gadamer dice que el
intérprete de un “texto” lo comprende mejor que su autor.
Según Weber (1964, p. 9) entonces, comprensión equivale en todos estos casos a una
captación interpretativa del sentido o conexión de sentido:
a) Mentado realmente en la acción particular (en la consideración histórica);
b) Mentado en promedio y de modo aproximativo (en la consideración sociológica en
masa);
c) Construido científicamente (por el método tipológico) para la elaboración del tipo
ideal de un fenómeno frecuente.
Con este párrafo, la explicación causal parece aproximarse más a la idea de regularidad de la
acción y a la idea de probabilidad de que, dadas determinadas condiciones, se realiza una cierta
acción. Así:
Una interpretación causal correcta de una acción concreta significa: que el desarrollo
externo y el motivo han sido conocidos de un modo certero y al mismo tiempo
comprendidos con sentido en su conexión. Una interpretación causal correcta de una
acción típica (tipo de acción comprensible) significa: que el acaecer considerado típico
se ofrece con adecuación de sentido (en algún grado) y puede también ser comprobado
Teniendo en cuenta estas salvedades, nuestra pretensión aquí es hacer hincapié en algunos
desarrollos fundamentales que realiza Gadamer respecto a la comprensión y que Weber no
aborda.
Gadamer toma elementos de la concepción de Heidegger para realizar su propia propuesta
acerca de la historicidad de la comprensión como principio hermenéutico.
Heidegger plantea que la comprensión tiene una estructura circular pero lo hace de una
manera diferente a como se había venido planteando en la teoría hermenéutica del siglo XIX.
Para él:
El círculo no debe ser degradado a círculo vicioso... En él yace la posibilidad positiva del
conocimiento más originario... La interpretación... su tarea primera, última y constante
consiste en no dejarse imponer nunca por ocurrencias propias (...) sino en asegurar la
elaboración del tema científico desde la cosa misma (Heidegger, 1947, Citado en Gadamer,
1977, p. 233).
Así, para Gadamer, toda interpretación correcta tendrá que protegerse contra la
arbitrariedad de las ocurrencias y contra la limitación de los hábitos imperceptibles del pensar,
y orientar su mirada ‘a la cosa misma’. Este dejarse determinar así por la cosa misma es la tarea
primera, constante y última del intérprete. Lo que importa, según este autor, es mantener la
mirada atenta a la cosa.
Históricamente, las relaciones entre filosofía y lógica han sido estrechas y variadas, ya
desde Aristóteles. Sin embargo, las características particulares de la relación de la moderna
filosofía del lenguaje con la lógica proceden de los inicios de la propia filosofía del lenguaje, es
decir, de la época en que los creadores de la filosofía analítica dieron en: (i) crear lenguajes
formales con objeto de formalizar las proposiciones de la matemática (Frege, Peano, Russell);
(ii) proceder al análisis sistemático de las ideas implicadas en los fundamentos de la matemática,
mediante la creencia de que el resultado de tal análisis es la obtención de la forma lógica
auténtica subyacente en la forma gramatical engañosa (Frege y Russell, con el antecedente de
Bradley desde fuera del campo matemático), y (iii) aplicar los métodos obtenidos en tal análisis
a otros problemas filosóficos, extendiendo la creencia de que la búsqueda de formas lógicas es
lo que debe caracterizar la filosofía, hasta llegar a los componentes últimos e indefinibles de las
proposiciones filosóficamente interesantes (Moore, Russell, primer Wittgenstein).
Podemos ilustrar esos tres momentos, tan sólo artificialmente separados en pro de la
claridad en la exposición, considerando brevemente su aparición en la propia obra de Russell,
que puede considerarse el fundador supremo de la filosofía del lenguaje en el sentido moderno.
La utilidad de los lenguajes formales se halla perfectamente disecada en la introducción a la
primera edición de los Principia. Russell dice allí que el uso del simbolismo en que se decantan:
(i) hace posible establecer la conexión con la necesidad de manejar ideas sumamente
abstractas, para las que el lenguaje ordinario no aporta términos; (ii) proporciona los recursos
de simplicidad requeridos para reproducir los procesos del razonamieto deductivo; (iii) supera
las limitaciones de la imaginación a la hora de manejar conjuntos y series de ideas abstractas,
La diferencia relevante entre ellas será, precisamente, que tendremos tanto más acceso
a la naturaleza de la mente desde el estudio del lenguaje cuanto más lingüísticas creamos que
son sus operaciones y contenido. En consecuencia, es obvio que la concepción del lenguaje
que sostengamos será extraordinariamente relevante para nuestra concepción de la mente.
Así, filosofía del lenguaje y psicología han estado, y pueden continuar estando, estrechamente
relacionadas. Curiosamente, en una época como la nuestra, en la que algunos filósofos de éxito
han llegado a dudar de que el término “lenguaje” posea referencia, y algunos psicólogos y
filósofos han dirigido fuertes críticas contra la noción de mente, todavía existen disciplinas en
buen estado de salud dedicadas a explorar ambas nociones y sus relaciones mutuas.
Obviamente, la posición más favorable a unas relaciones fructíferas entre el estudio de la mente
y el del lenguaje es la que defiende la identidad entre lenguaje y pensamiento. Sin embargo, un
problema especialmente difícil en torno a esa identidad es que puede defenderse desde
posiciones radicalmente antagónicas. Por ejemplo, puede argumentarse que lenguaje y
pensamiento coinciden porque existe un lenguaje del pensamiento de carácter innato, del cual
los diferentes lenguajes naturales que aprendemos no serían más que una especie de
Las razones para defender el carácter social de un primer lenguaje interiorizado, aunque
conducen también a defender la identidad entre lenguaje y pensamiento, no sólo establecen un
mapa completamente distinto de la mente, sino que lo hacen, en última instancia, por la mezcla
de razones empíricas y conceptuales que trato de señalar. De nuevo, no es de extrañar que las
ricas interacciones tradicionales entre la psicología y la filosofía (de la mente, del lenguaje y de
la psicología) pervivan actualmente, y tengan todos los visos de hacerlo durante mucho tiempo.
Es a partir de este tipo de consideraciones como creo que debe entrarse más directamente en
el tema de las relaciones entre la filosofía del lenguaje, la filosofía de la mente y la filosofía de
la psicología.
Cañedo Andalia, Rubén. Breve historia del desarrollo de la ciencia ACIMED 4(3):38 -41,
septiembre-diciembre, 1996 SECCION HISTORICA.
DICCIONARIO DE PSICOLOGÍA CIENTÍFICA Y FILOSÓFICA https://www.e-
torredebabel.com/Psicologia/Vocabulario/Neopositivismo.htm
Jaramillo Echeverri, Luis Guillermo ¿Qué es Epistemología? Cinta de Moebio, núm. 18,
diciembre, 2003, p. 0 Universidad de Chile Santiago, Chile.
José, F. M. (1991). Racionalidad, Ciencia y Progreso. FACULTAD DE HUMANIDADES, PRIMER CURSO DE
PEDAGOGIA (págs. 1-30). CORUÑA: UNIVERSIDAD DE GRANADA.
M. M. Rosental y P. F. Iudin Traducido del ruso por Augusto Vidal Roget. Diccionario filosófico.
Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo
https://www.ecured.cu/Criterio_de_demarcaci%C3%B3n