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La calidad de los ríos y arroyos, varía de acuerdo a los caudales estacionales y puede
cambiar significativamente a causa de las precipitaciones y vertidos que recibe. Los
lagos y embalses presentan, en general, menor cantidad de sedimentos que los ríos, sin
embargo, están sujetos a mayores impactos desde el punto de vista de actividad
microbiológica.
Uso
A nivel global, el agua subterránea representa unas veinte veces más que el total de las
aguas superficiales de todos los continentes e islas, de ahí la importancia de esta agua
como reserva y como recurso de agua dulce. Además, tiene un importante papel en la
naturaleza. El efecto de la gran reserva de agua respecto al flujo anual, es esencial para
mantener el caudal de base de muchos ríos y la humedad del suelo en las riberas y áreas
bajas.
Uso
Las aguas subterráneas son muy importantes como recurso hídrico ya que constituyen la
mayor reserva de agua dulce accesible. Su papel en el ecosistema es esencial pues
mantienen manantiales, lagos, lagunas, humedales y caudales de ríos. Además, regulan
el agua dulce y marina en los acuíferos costeros.
Las aguas subterráneas son un recurso de gran importancia, vital para el ser humano, ya
que suelen aunar calidad y cantidad. Representan una reserva a largo plazo que permite
su disponibilidad para hacer frente a emergencias, sequías y cambios climáticos. Entre
sus ventajas está que son mucho más resilientes a la contaminación que las aguas
superficiales, fáciles de captar, su almacenamiento natural regula el cambio climático y
favorece la adaptación, y son gestionables localmente, lo que permite un principio de
subsidiariedad. Ahora bien, esto no significa que las aguas subterráneas vayan a sustituir
las aguas superficiales, sino que lo ideal es hacer un uso conjunto de ambas
La relación entre las dos aguas, en la actualidad, se debe a que forman ambas partes del
mismo Ciclo Hidrológico, formando parte al ciclo general del agua. Este se inicia con la
evaporación del agua en mares y océanos por la energía solar y finalizando con la lluvia,
hasta que la precipitación penetra en la superficie de la corteza terrestre llenando poros
y fisuras del suelo.
La relación entre ambas aguas es que las aguas subterráneas van a parar directa o
indirectamente a un curso superficial. En el caso de las subterráneas, pueden proceder
de agua superficial. La diferencia es vital para un sistema de tratamiento de agua o para
realizar diversos estudios hidrogeológicos.