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1.2.

FUENTES DE ABASTECIMIENTO DE AGUA


INTRODUCCIÓN
Para poder realizar un correcto abastecimiento de agua potable debemos contar con las fuentes
correspondientes, de las que se deben considerar dos aspectos fundamentales a tener en cuenta:
Capacidad de suministro: La capacidad de suministrar debe ser la necesaria para proveer la cantidad
necesaria en volumen y tiempo que requiere el proyecto de abastecimiento.
Condiciones de sanidad o calidad del agua. Las condiciones de sanidad o calidad del agua son claves
para definir las obras necesarias de potabilización.
Investigación de los recursos hídricos de una región: La elección de una o varias fuentes de provisión
resultará de un prolijo reconocimiento de todos los recursos disponibles, seguido de un estudio
pormenorizado y comparativo de sus cualidades biológicas y de los volúmenes que pueden suministrar.
Las cualidades biológicas se determinan mediante los análisis de las muestras de agua, mientras que
las cantidades serán evaluadas mediante el examen detenido de la meteorología, hidrología, geología y
climatología de la región.

1. CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES DE AGUAS.


Aguas Meteóricas: aquellas que se forman de la condensación o enfriamiento en la
atmósfera (lluvia, nieve, granizo)
Aguas telúricas (Superficiales): Es aquella que brota del subsuelo (manantial, lagos, ríos,
pozos)
Aguas Subterráneas: Profundas y subsuperficiales (Freáticas y subálveas).
Todas ellas tienen el origen común en las precipitaciones meteóricas y están influenciadas por su
calidad e intensidad. Teniendo en cuenta este origen común debemos considerar que las aguas
meteóricas son aquellas que podemos tomar antes de que lleguen al suelo, mientras que las aguas
superficiales, provienen del escurrimiento por el suelo hasta formas los arroyos, ríos y lagos,
mientras que las aguas subterráneas provienen de la infiltración en el suelo formando las diversas
napas acuíferas y manantiales.
1.1. Aguas Meteórica. Son aquellas provenientes del vapor de agua atmosférico que pueden
precipitar en forma de neblina, lluvia, helada, nieve, granizo y entre otras formas.
Las aguas de lluvia son potables, las que provienen de la nieve derretida son de calidad inferior
pues ya se suelen contaminarse al estar depositada sobre el suelo. Las aguas de lluvia no sufren por
lo general alteración apreciable a través de su paso por la atmósfera, de la cual recogen cantidades
ínfimas de anhídrido carbónico, oxígeno, nitrógeno y polvo en suspensión coloidal, con su posible
contenido bacteriano. Para su recolección se requieren superficies muy extensas para poder
recolectar cantidades suficientes, usándose comúnmente el techo de las casas. Se recurre a esta
fuente cuando faltan otros recursos y también en establecimientos rurales y pequeñas instalaciones.
Una porción del agua meteórica vuelve a la atmósfera por evaporación, otra se escurre por la
superficie del suelo y el resto se infiltra formados depósitos subterráneos. Las proporciones de ese
fraccionamiento varían de manera considerable con la temperatura, viento y humedad del aire.
Intervienen en forma determinante las condiciones topográficas y la constitución geológica del suelo.
Por ejemplo, las lluvias cortas de verano que encuentran un terreno compacto y caldeado, pueden
sufrir más de un 90 % de evaporación. En cambio, sobre un suelo rocoso o desprovisto de
vegetación y con fuertes pendientes, el escurrimiento puede llegar hasta un 95 %. La infiltración
también puede presentarse en casos muy importantes si tenemos un suelo constituido por arenas
finas, se infiltra con gran celeridad absorbiendo casi totalmente las aguas meteóricas.

1.2. Aguas superficiales o Telúricas.


Se trata de aguas que discurren por la superficie de las tierras emergidas (plataforma continental) y
que, de forma general, proceden de las precipitaciones de cada cuenca.
Las aguas que se encuentran en la superficie comprenden dos categorías distintas.
Aguas lóticas o corrientes: masas de agua que se mueven siempre en una misma dirección, por la
acción de la gravedad descienden desde los puntos más elevados y después de un recorrido más o
menos regular se vierten en el mar., como ríos, manantiales, riachuelos, arroyos, ramblas.
Aguas lénticas : aguas interiores quietas o estancadas, se detienen en depresiones naturales
donde se acumulan formado grandes depósitos, tales como los lagos, lagunas, charcas, humedales
y pantanos.  
1.3. Aguas Subterráneas
Las aguas subterráneas se entienden como aquellas masas de agua que se encuentran bajo la
superficie del suelo. También se conocen como manto acuífero.
Forman parte del ciclo hidrológico, que se infiltra a través del agua de lluvia, de la nieve, del agua
que se infiltra de las lagunas y los ríos, o en general, cuando la capa superficial del suelo se
encuentra saturada de agua.
Las aguas subterráneas se encuentran en formaciones geológicas porosas llamadas acuíferos, por
donde el agua se mueve y se conecta con las aguas superficiales.
El contenido de agua en los acuíferos puede variar según las condiciones meteorológicas, las tasas
de explotación y las tasas de recarga. Por ejemplo, en época de fuertes lluvias puede aumentar la
tasa de recarga. Sin embargo, en época de sequía donde se mantiene la tasa de explotación, podría
bajar el nivel del agua. 

Características de las aguas subterráneas:


 El agua subterránea es dulce.
 La composición física, química y biológica del agua puede modificarse una vez se infiltra en el
terreno debido a sus interacciones con el medio.
 Los constituyentes químicos mayoritarios del agua subterránea son: dióxido de carbono (CO2),
bicarbonatos (HCO3-), carbonatos (CO32-), cloruros (Cl-), sulfatos (SO42-), nitrato (NO3-), nitrito
(NO2-), armonio (NH4+), calcio (Ca2+), magnesio (Mg2+), sodio (Na+), potasio (K+), sílice (SiO2) y
oxígeno disuelto (O2).

Clasificación de las aguas subterráneas


Se pueden clasificar de dos maneras distintas según se siga el enfoque del ciclo hidrológico o en la
zona donde se encuentren.

En función del ciclo hidrológico podemos distinguir:


 Aguas meteóricas: son aguas que una vez infiltradas, son absorbidas por las plantas y transpiradas
o evaporadas hacia la atmosfera o zonas de descarga (manantiales, ríos, lagos, etc).
 Aguas fósiles: son aguas muy salinas que permanecen “secuestradas” por acumulación geológica y
que no tienen vinculación con el ciclo hidrológico.
 Aguas juveniles o magmáticas : son aguas que provienen de zonas muy profundas que puede
incorporarse al ciclo hidrológico cuando aparecen erupciones volcánicas y géiseres.
En cambio, en función de la zona donde las aguas subterráneas se encuentran. Existen dos tipos:

 Aguas edáficas: aguas subterráneas que se encuentran en la zona de aireación. Es agua retenida
por capilaridad entre las partículas del suelo y es fundamental para el desarrollo vegetativo.
 Aguas freáticas: aguas subterráneas que se encuentran en la zona de saturación. Es la primera
capa de agua subterránea que se encuentra al realizar una perforación y la más susceptible a la
contaminación antrópica.

  La importancia del agua subterránea


El agua subterránea es un recurso muy importante para el riego (43% del agua destinada a riego a
nivel mundial) y la industria de la alimentación. Además, representa cerca de la tercera parte del
agua consumida por el ser humano.
Para el medio ambiente, las aguas subterráneas también tienen un rol muy importante, ya que
permite recargar agua en los ríos, lagos y humedales, fundamentales para un importante número de
especies animales y vegetales.

La composición biológica de las aguas subterráneas puede informarnos sobre el estado de calidad
del recurso hídrico. La variabilidad temporal y espacial de la biocenosis está sujeta a las condiciones
físico-químicas del medio y a la presión ejercida por el ser humano sobre los cuerpos de agua
subterránea.
Entre la desconocida y valiosa fauna que habita las aguas subterráneas o stigofauna, abundan
los invertebrados (entre los cuales destacan los artrópodos) que, junto con las bacterias,
desempeñan un papel clave en la purificación del agua.

2. GRUPOS FUNCIONALES DE LOS SISTEMAS DE ABASTECIMIENTO


Los sistemas de abastecimiento de agua son aquellos que permiten que llegue el agua desde las
fuentes naturales, sean subterráneas, superficiales o agua de lluvia, hasta el punto de consumo,
con la cantidad y calidad requerida. Este conjunto de obras o tecnologías (tuberías, instalaciones y
accesorios) están destinadas a conducir, tratar, almacenar y distribuir las aguas desde su fuente
hasta los hogares de los usuarios, satisfaciendo así las necesidades de la población. El sistema de
abastecimiento de agua se puede clasificar dependiendo del tipo de usuario en urbano o rural.
Mientras que los sistemas urbanos son complejos, los sistemas de abastecimientos rurales suelen
ser técnicamente más sencillos y no cuentan en su mayoría con redes de distribución, sino que
utilizan piletas públicas o llaves para uso común, o conexión domiciliaria o familiar.
Las tecnologías que conforman un sistema de abastecimiento de agua se pueden agrupar
dependiendo de la función que cumplen. Estas clasificaciones se denominan grupos funcionales. El
agua, desde la fuente, viaja por las diferentes tecnologías correspondientes a los diferentes grupos
funcionales, que se deben seleccionar según el contexto. Para diseñar un sistema de agua robusto y
funcional, las diferentes tecnologías deben ser compatibles entre ellas y adaptadas a la realidad de
la comunidad. En general, todos los sistemas de abastecimiento contienen los siguientes 5 grupos
funcionales:
Grupos funcionales que componen un sistema de abastecimiento de agua
1. Captación: son las obras necesarias para captar el agua de la fuente a utilizar. Generalmente
se trata de una estructura de concreto, ferrocemento o geo-membrana que permite la
recepción del agua de un manantial de ladera, río, riachuelo, lago o laguna, o de aguas
subterráneas, que luego será distribuido a la población.
2. Conducción: es el componente a través del cual se transporta el agua cruda, ya sea a flujo
libre o a presión, es decir que puede hacerse por gravedad, aprovechando la diferencia de
nivel del terreno o por impulsión (bombas), ya sea de modo manual o motorizado.
3. Almacenamiento y potabilización / desinfección: es el conjunto de estructuras destinadas
a dotar el agua de la fuente de la calidad necesaria para el consumo y uso humano. Este
incluye todos los procesos físicos, mecánicos y químicos que harán que el agua adquiera las
características necesarias para que sea apta para su consumo. Los tres objetivos principales
de una planta de tratamiento de agua o planta potabilizadora son lograr un agua que sea:
segura para consumo humano, estéticamente aceptable y económica. El almacenamiento se
refiere a los tanques de reservorios que permiten suministrar el caudal de máximo horario a la
red de distribución, manteniendo la presión adecuada.
4. Distribución: este es el conjunto de estructuras y elementos encargados de entregar el agua
a los usuarios en su domicilio, debiendo ser el servicio constante las 24 horas del día, en
cantidad adecuada y con la calidad requerida para todos los pobladores. Se incluyen válvulas,
tuberías, tomas domiciliarias, medidores y en caso de ser necesario equipos de bombeo.
5. Manejo seguro en el hogar: son las tecnologías y buenas prácticas que mantienen y, en
algunos casos, mejoran la calidad microbiológica del agua domiciliaria, disminuyendo así la
incidencia de enfermedades transmitidas por el agua. Se incluyen varios métodos de
tratamientos físicos y químicos. Asimismo, el almacenamiento de agua seguro abarca la
utilización de recipientes y contenedores limpios y cubiertos, así como la adopción de
comportamientos de higiene apropiados que prevengan la contaminación en el momento de
recoger, transportar y almacenar el agua en el hogar.
https://sswm.info/es/gass-perspective-es/acerca-de-esta-herramienta/%C2%BFsabes-qu%C3%A9-
son-los-sistemas-de-abastecimiento-de-agua%3F

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