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1.

La estructuración del entorno para que sea predecible por parte del alumno y se
sienta seguro emocionalmente. La creación de rutinas, así como la anticipación
mediante un apoyo visual (imagen) ayudará comprender la secuencia de las
acciones que requiere una tarea; también, a la identificación de las emociones
propias y de los iguales.
2. Potenciar normas de cortesía: Un buen paso para empezar a relacionarse es
que el niño se acostumbre a saludar cada vez que alguien llega al entorno o cada
vez que el ingrese a un sitio, tanto de manera no verbal (con la mano) como con
alguna palabra (hola seguido del nombre de la persona). De este modo, se pondrá
en contacto con la persona que llega, y también deberá despedirse cuando se
marche.
3. Fijar un panel visual con las rutinas del colegio: Colocando un panel que
muestre las rutinas sociales del niño anticipando hora de ir al baño, lavado de
manos, actividad, estar sentado. Además, cada vez que lo haga bien, su esfuerzo
podrá ser recompensado con alguna cosa de su agrado, de esta manera se
esforzará por actuar como el panel indica.
4. Crear situaciones de interacción y socialización: Organizar encuentros con
otros niños para realizar las actividades que más le gusten, y que de esta manera
pueda relacionarse con ellos. Aunque al principio sea sólo durante unos minutos, el
tiempo irá aumentando y podrá interactuar con otros niños de su edad.
5. Actuar como mediador en las relaciones interpersonales establecidas donde hay
más niños. Para ello, primero el niño ha de interaccionar de manera libre, y el papel
del adulto debe ser guiar y corregir las conductas inadecuadas. Es necesario
explicarle cómo debe hacer las cosas dado que a él las habilidades sociales no le
surgen de una manera natural.
6. Utilizar el juego de roles para recrear situaciones: El papel ficticio permitirá
asumir un papel determinado y situar al niño en una situación establecida y que así,
aprenda a cómo ha de actuar en diferentes ocasiones.
7. Exponer contextos que impliquen diferentes normas de comportamiento. El
niño ha de aprender a comportarse en cualquier sitio, según las normas que exija el
lugar donde se encuentra. El proceso ha de ser progresivo, sin forzar al niño a
situaciones para las cuales no esté preparado. Mediante la repetición de éstas,
aprenderá cual es el modo de comportarse en ocasiones distintas.
8. Adaptar el output lingüístico al input del niño: Se debe medir el uso del
lenguaje ya que en ocasiones usamos vocabulario y frases de alta complejidad que
está lejos de las competencias comprensivas del menor. Esto debe evitarse en la
medida de lo posible ya que solo creará confusión y rechazo en el niño, por lo que el
adulto debe adaptar su estilo comunicativo siempre que sea necesario.
9. Uso de pictogramas de Sí y No para reforzar acciones que no debe realizar

OBSERVACIÓN: Pese a las dificultades presentadas, esto NO lo excluye de


ninguna exigencia en relación con el grupo, es importante darle el mismo trato que
a todos y que comparta espacios y normas con pares en relación con actividades
académicas y curriculares acordes a sus habilidades. No permitirle evadir o
disminuir la exigencia.

Agradecemos su amable colaboración y apoyo al proceso adelantado con Martín

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