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de rendimiento
en la etapa del Entrenamiento de Base en
natación
La realización sistemática de tests de comprobación durante el entrenamiento o las competiciones, con la
consiguiente comparación de los resultados entre "el debe ser y el es", informan tanto al entrenador como al
nadador, sobre el logro de los objetivos fijados oportunamente, para cada etapa o período. Es necesario para
ello, contar con una batería de pruebas que permitan comprobar el grado de desarrollo logrado. La valoración
de la misma es fundamental para lograr una exacta planificación de las tareas previstas, o en su defecto llevar a
cabo las correcciones necesarias.
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De uso común en el diagnóstico de personas son los tests deportivos motores, para
comprender el grado de desarrollo o nivel de una capacidad, cualidad o habilidad (Calvi y
Minkévich, 1995) que de otra manera no sería accesible.
Antes de tomar la determinación que tests se ha de emplear, se deberán tener presente los
siguientes criterios:
Una vez que se ha decidido el empleo de un test, se deberá verificar los criterios antes
señalados. Para posteriormente determinar: ¿cuándo?, ¿Dónde?, ¿Con qué frecuencia? Se
llevarán a cabo dichos tests a lo largo del año dentro del plan anual (Vilte y Gómez, 1994: 211).
La tarea no estaría completa sino contase con los respectivos protocolos para cada prueba,
ya que ellos, permiten no sólo realizar posteriormente de manera más rápida las valoraciones
pertinentes, sino que posibilitan, en el caso de un equipo de competición con varios
entrenadores por grupo, tener una "línea clara de acción". También es importante que los
propios nadadores estén familiarizados con los resultados, protocolos y valoraciones.
Los siguientes tests son propuestos para la etapa del entrenamiento de base (10 ± años) y a
partir de esta, en los siguientes años de entrenamiento:
Los resultados luego de la evaluación pueden ser valorados en puntos (o "percentiles") tal
como se presenta en la siguientes tabla 1. La misma es a modo de ejemplo para el tercero o
cuarto año de entrenamiento.
Nota: en todos los casos, los resultados logrados deberán ser calculados en
metros/segundos, para de sea manera poder graficarlos.
En este ítems, los estudios y experiencias señalan dos caminos. En uno encontramos los
análisis y descripciones biomecánicas, llevadas a cabo con la ayuda de vídeo cámaras y
digitalizaciones. Es decir, se requiere de aparatos especiales. Pero no imposibles si se cuenta
con una pequeña vídeo cámara. Observaciones técnicas al respecto, son ofrecidas por Reischle
klaus en su libro traducido al español "Biomecánica de la natación" (1988). El segundo camino,
que también puede combinarse con el uso de vídeo cámara, es con el empleo de las llamadas
"listas de control". En las mismas, a partir de una lista de ítems que se van puntuando "1" como
correcto y "0" como no logrado correctamente y "2" incorrecto. A continuación presentamos
una para la técnica de mariposa.
Lista de asistencia.
Resultados de tests.
Kilómetros nadados en cada intensidad, con o sin movimientos completos, etc.
Resultados de torneos.
Observaciones antes, durante y después de cada entrenamiento y/o torneos.
Evaluaciones médico - deportivas, etc.
Rendimientos escolares.
Por medio de esa continua documentación, cada entrenador (y por supuesto cada nadador!)
puede seguir la evolución de los progresos del equipo, y encontrar así, "las llaves" para
optimizar las futuras mejoras para cada integrante.
Es importante también para el propio nadador/a que lleven sus propios "diarios de
entrenamientos". Estos, con sugerencias dadas por el entrenador, aprende a ordenar sus ideas
en procura de objetivos, a buscar caminos alternativos como solución a problemas que se le
presentan en el entrenamiento, a ver la relación de causa efecto entre tareas del entrenamiento
y resultados de tests, etc.
Estamos convencidos que con la ayuda de los tests se puede optimizar de manera científica
los resultados obtenidos. Evitando de esa manera, que la improvisación, "el ojo" clínico, o el
"dedometro" sean la guía con la que se dirige la vida deportiva de tantos niños y jóvenes. La
responsabilidad es muy grande, por lo que llevar a la práctica este tipo de medidas es más que
una necesidad.
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Se consulta sobre dolencias que posean, tales como problemas de postura, articulares, del
aparato respiratorio, contracturas musculares crónico, sobrepeso u otros.
Tipos de dolencias
Cardiovasculares
Aparato respiratorio
Del sistema circulatorio
Tratamiento de la obesidad
Otras dolencias
Contraindicaciones y precauciones
Piel
Sistema auditivo, respiratorio y oculares
Afecciones respiratorias graves
Ciertas afecciones cardiovasculares
Algunas afecciones renales
Disfunsiones cerebrales
Población destinataria
A todos aquellos alumnos que presenten dolencias y estén autorizados por el
médico .
Sexo: femenino y masculino.
Alumnos de 1° a 5° año.
Objetivos (Planos)
Motor:
o Adaptar la actividad a la alteración
o Control postural
o Flexibilidad
Cognitivo:
o Concientización del tono muscular
o de la postura
o de la propia situación
Afectivo:
o Sensibilización en la escucha de uno mismo
o Favorecer la disponibilidad corporal
o Promover la actitud de progreso y de autocorrección.
Contenidos
Adaptación al medio acuático
Gimnasia en el agua
Natación aplicada
Habituación al medio
Control respiratorio en posiciones estacionarias
Control postural inicial
Técnica inicial de las propulsiones
Refuerzo de la musculatura de la espalda y paravertebrales
Flexibilidad de tronco y segmentos.
Gimnasia en el agua
Flexibilidad: tronco, cuello, hombros, miembros superiores e inferiores.
Refuerzo de la musculatura: de la espalda, cuadrado lumbar, paravertebrales,
abdominales.
Natación aplicada
Recursos
Materiales:
o Pileta climatizada, de 1m a 1,20m de profundidad
o Vestimenta apropiada
o Certificados médicos
o Registro de actividades
Humanos:
o alumnos, docente, médicos, padres y directivos
Financieros:
o abono de un carnet mensual de $2.
Cronograma
Preparación: 5 minutos
Adaptación: 10’
Gimnasia en el agua: 20’
Natación aplicada: 20’
Vuelta a la calma: 5’
Evaluación
Ficha de seguimiento:
o
Datos del alumno - personales, antropométricos clínicos.
o del programa - organización y actividades
Control y seguimiento:
o respecto a la organización - (lámina de agua, materiales, etc.) - a cargo
del personal directivo
o respecto al programa - control de asistencia, registro de actividades
eficaces y progresiones adquiridas - a cargo de la profesora.
Evaluación final
Este proyecto se realiza desde 1996, con alumnas de 1° a 5° año con resultados satisfactorios.
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Introducción
En el deporte de la natación existen diversas variables (físicas, técnicas, tácticas,
psicológicas,...) que se deben tener en cuenta para la mejora del rendimiento deportivo, sin
embargo para poder intervenir en las mismas es necesario conocer en profundidad la
modalidad deportiva, puesto que, bajo el nombre de natación se engloban diversas pruebas
deportivas cada una condicionada por diferentes capacidades.
La natación es uno de esos deportes, que se ve influenciado por inmumerables parametros
pero, gracias a ello, las formas de intervención para su perfeccionamiento son muy diversas. La
mayoría de los estudios llevados a cabo hasta este momento se han centrado principalmente
en:
Sin embargo, hoy en día las investigaciones en el campo de la natación están siendo
orientadas a la busqueda de las mejores sensaciones corporales en el agua y a la percepción de
las mismas por parte del nadador. Mejorar la sensibilidad del nadador y que él mismo aprenda
a entender las sensaciones de las diferentes presíones del agua (flujo) es el gran desafío.
Debemos ser conscientes de las limitaciones que supone permitir que un nadador se lance
desde la plataforma de salida ó se impulse desde la pared del vaso y empieza a nadar sin saber
lo que está haciendo y sin sentir el agua en su cuerpo.
El flujo acuático
A finales del siglo XX, el cuerpo musculoso y grande no es tan predominante en el nado
competitivo y así, la mayoría de los nadadores, no importa el estilo, tienen un cuerpo delgado y
flexible, similar al de un jugador de baloncesto, los músculos tienden a ser largos, y no cortos y
pesados como el de un halterófilo. Cuánto más atlético sea el nadador, menor será el volumen
de agua desalojada por su cuerpo en comparación con otro nadador de su misma altura. Si el
nadador posee un físico delgado, el agua fluirá al lo largo de su cuerpo con mayor facilidad.
Otras variables que nos van a determinar el comportamiento de ese cuerpo en el agua van a
ser: flotabilidad, composición corporal, flexibilidad, patrón neuromuscular y aptitud individual,
por lo que habrá que tenerlas en cuenta a la hora de analizar y estudiar el comportamiento del
nadador con respecto al fluido en el que se desplaza.
El flujo acuático surge cuando se ejerce una fuerza sobre el agua en la cual nos
encontramos. La mano funciona como un propulsor mediante una presión sobre el agua. El
objetivo, por lo tanto, será analizar como se comporta el flujo durante cada fase de la brazada,
con el fin de determinar la eficacia y eficiencia de la acción de brazos en cada momento del
gesto técnico. Está nueva formula de intervención en el campo de la natación pretende enseñar
al nadador a anticipar, controlar y manipular el flujo del agua. Sin embargo, debemos destacar
que aunque la sensibilidad del agua es una habilidad intuitiva del nadador, puede ser
desarrollada y perfeccionada con ejercicios y procedimientos muy sencillos, labor de la que
tendrán que ser conscientes los entrenadores.
El Palmateo
Rotación de la mano/antebrazo
La determinación de un flujo es un ejercicio que enseña al nadador a crear y detectar flujos
específicos en el agua. El más importante es que ayuda a un nadador a descubrir el patrón de
la acción de brazos que está naturalmente de acuerdo con sus caracteristicas físicas. Algunos
ejemplos de configuradores del flujo:
El nadador se impulsa en la pared con el cuerpo estirado y las palmas de la mano giradas
hacia fuera (juntas una con la otra), teniendo una forma muy parecida con la proa del barco.
Este ejercicio es de gran importancia ya que determina la forma en la que el nadador va a
introducir sus manos en el agua y provocará una percepción del flujo distal al cual se ven
sometidos los miembros superiores.
Con este tipo de ejercicios se pretende que el nadador perciba las diferentes transiciones del
flujo en función de la angulación y posicionamiento de los mimbros superiores.
En la figura la figura b) el agua ya encuentra una mayor resistencia para deslizarse por el
cuerpo del nadador.
En la figura c) el cuerpo (brazos del nadador) ofrecen mayor resistencia al discurrir del agua.
3. El túnel de flujo
Este tipo de ejercicios tienen como objetivo que el nadador perciba y reconozca el flujo y a
partir de ello posicionar la mano de una forma correcta, con el fin de que el nadador adopte de
una forma automática un tipo de brazada que más se adapte a sus características. Por ejemplo,
si la acción de brazos de un nadador de mariposa es muy estrecha ó muy amplia, el desarrollo
de este tipo de ejercicios provocará, con el paso de los entrenamientos, que el nadador adopte
una amplitud de brazada adecuada. Otros ejercicios son eficientes para estimular la sensibilidad
del nadador como nadar con las muñecas cerradas, hacer una presión en las puntas de los
dedos, rascar las manos y etc.
El objetivo del método es entrenar la sensibilidad, enseñando al nadador como utilizar el
sentido del tacto para interpretar y mejorar la eficacia de su nado. El método tiene las
seguintes tareas:
1. Describir y explicar las reaciones del flujo durante cada fase de una brazada
eficaz.
2. Demostrar y explicar la rotación mano/antebrazo, la flexión del codo, y como
estos mecanismos determinan el flujo ideal alrededor de la mano y del
antebrazo en todas las brazadas.
3. Demostrar las capacidades de configurar el flujo y explicar como se pueden
configurar los tipos ideales para cada nadador.
4. Demostrar los procedimientos de sensibilización y explicar como pueden ser
utilizados para simular reacciones específicas del flujo.
5. Destacar la importancia de la practica regular. Garantizar una repetición
constante de todos los procedimientos destacados en las tareas precedentes
del nadador.
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Presentación
En este trabajo trataré de explicar los estilos de natación de una forma resumida y
esquemática.
Intento ser bastante gráfico para que todos los apartados queden suficientemente claros.
Incluyo y adapto dibujos y gráficos de diferentes libros cuyo objetivo es la natación básica.
El esquema a seguir variará dependiendo del estilo, aunque en líneas generales me basaré
en el siguiente:
Introducción
Técnica
Ejercicios de asimilación y perfeccionamiento
Posición de la cabeza
Técnica
Técnica
Ejercicios de asimilación y perfeccionamiento
Técnica
Ejercicios de asimilación y perfeccionamiento
Coordinación
Consideraciones finales
Introducción
Su origen parece estar en Australia. El nombre proviene de la palabra inglesa “crawl”, que
significa reptar.
Es considerado como el estilo más rápido. Este hecho se puede comprobar comparando las
marcas o tiempos de competición de este estilo con las marcas de los otros estilos en la misma
distancia.
Datos recogidos de la página web de la RFEN
Actualizados al 7 de Febrero del 2000
Actualmente se conoce como “estilo libre”, lo que quiere decir que el reglamento permite a
los nadadores que escojan libremente este estilo para determinadas pruebas. Siempre eligen el
crol, ya que es el método más rápido para completar las distancia; su acción alternativa de
brazos, apoyada por un batido constante de piernas produce una propulsión constante. Como
esta situación nada más que se produce en natación competitiva no seguiremos adelante con
ella.
La posición ideal del cuerpo en este estilo será aquella que permita al nadador:
Para poder cumplir con estas 2 características, el sujeto deberá de efectuar un rolido sobre el
cuerpo, es decir, un giro sobre el eje longitudinal. Esto es debido a la alternancia del
movimiento de los brazos. El individuo deberá variar su posición prona “tumbándose” hacia el
lado derecho e izquierdo. Este movimiento irá alternándose sucesivamente.
No hasta hace mucho tiempo (incluso Counsiman en su libro “La natación: Ciencia y técnica
para la preparación de campeones”) se pensaba que la mejor posición del cuerpo era aquella
que fuera lo mas plana posible. Hoy en día, se sabe que el rolido del cuerpo facilita la
propulsión por una serie de razones:
Figura 3:En la figura de la parte izquierda se observa como un buen rolido facilita la profundidad.
Al mirar la flecha, y comparando con la figura de la derecha podemos ver la diferencia con la que el codo inicia la tracción.
Figura 5 Con el rolido se produce una menor resistencia al avance, al ser menor la superficie de contacto con el agua
Nota: La mayoría de los ejercicios que a partir de ahora plantearé no deben tomarse
exclusivamente como posible mejora de un solo aspecto de técnica, si no que pueden
igualmente realizarse para mejorar otras facetas de la técnica del estilo.
PERRITO RESPIRANDO
Planteamie
nto:
exagerando
la tracción con
paradas en el
momento de
la respiración
para darse
cuenta de la
posición
correcta de la
línea de
hombros
Observacio
nes:
En este
ejercicio hay
que forzar el
rolido
PIERNAS CON BRAZOS EN MUSLOS
Planteamie
nto:
Propulsión
de piernas con
los brazos
pegados a los
muslos.
Observacio
nes:
En este
ejercicio hay
que forzar el
rolido
NADO EXAGERADO
Planteamie
nto:
Nado de
crol fijándose
que el brazo
que tracciona
intente tocar
la raya
pintada en el
suelo de la
calle opuesta
Observacio
nes:
Posición de la cabeza
Deberá ir ligeramente elevada, es decir, coincidiendo con la línea del nacimiento del cabello. El
nadador no solamente debe dirigir su vista hacia abajo, sino también hacia delante.
Figura 6: Extraída del libro “Hacia el dominio de la natación”
de Navarro observamos la mirada abajo y adelante
Hasta hace poco tiempo, mas concretamente desde la implantación del rolido, la cabeza
tenía un movimiento de unos 90º. Esto era debido a que no había un giro del cuerpo sobre el
eje longitudinal (rolido). Debido a esto la respiración se hacía imposible si no había un giro
exagerado de la cabeza.
Hoy en día la cabeza apenas gira, ya que el mismo rolido del cuerpo facilita la respiración,
exponiendo la boca al aire en el hueco que, de forma natural, se forma por la ola que origina la
cabeza al avanzar.
Figura 8: La línea roja muestra el balanceo que sufre la mano con respecto al codo
Fase de Tracción
Figura 9 y
Figura 10:
En ellas
distinguimos las
cuatro fases de la
tracción.
Vistas de costado
y desde abajo.
Entrada:
Consideraciones generales:
La mano entra al agua por el ultimo punto de una línea que comienza en el
hombro y que tiene que ser paralela a la que describe el cuerpo.
El orden de entrada debe ser el siguiente: Dedos, muñeca, antebrazo, codo y
brazo.
En esta parte fundamental el mantener el
codo mas alto que la mano.
Se debe ir a buscar todo el agua que
podamos hacia delante y hacia abajo, no
solamente hacia abajo
No descuidar hacia dónde deben apuntar
las palmas de las manos: Siempre hacia
abajo y hacia fuera.
Agarre:
En esta fase comienza realmente la tracción, ya que en la entrada simplemente se produce
un apoyo.
Consideraciones generales:
El orden de entrada debe ser el siguiente: mano, muñeca y luego con el brazo.
Un buen ejemplo de ello es la manera que tiene de plantearlo Fernando
Navarro “es como si se estuviese bordeando un barril, mientras que la parte
superior del brazo permanece próxima a la superficie”
En esta parte es fundamental el mantener el codo mas alto que la mano.
Figura 13
Tirón:
Es el segundo de los movimientos de la fase propulsiva de la tracción. Esta fase comienza
con el final del agarre y termina aproximadamente durante la mitad de la tracción.
Figura 14: El tirón en la tracción del crol
Consideraciones generales:
En este momento, el codo no caerá, sino que deberá mirar hacia fuera,
mientras la mano irá dirigiéndose hacia adentro y atrás.
En la mitad de la tracción se alcanza la máxima flexión del antebrazo sobre el
brazo (85º-95º)
Empuje:
Consideraciones generales:
Es fundamental
mantener el codo alto
en todo el recobro, en
la entrada y en el
agarre
El estilo debe estar bien
equilibrado, es decir, se
debe mantener el
mismo numero de
grados en un lado y en
el otro en la fase del
recobro
Las manos se aceleran Figura 18: Dibujo extraído del libro "hacia el dominio de la
durante la tracción, Si natación de Fernando Navarro, en el que plantea la velocidad de
un ciclo completo dura un ciclo completo de brazos de crol mediante un ejemplo
un segundo, el primer
cuarto de brazada
duraría medio segundo
y los restantes tres
cuartos durarían los
otros 0,5 segundos.
PUNTO MUERTO
Planteami
ento:
Nadar
p.m. con los
brazos arriba
Observaci
ones:
Variar, un
brazo, el
otro, p.m.
alternativo
Fijarse + en
el
movimiento
de los brazos
que en la
respiración
PERRITO C/PULL
Planteami
ento:
Nadar
perrito con
pull
Observaci
ones:
Para la
mejora de la
tracción
Puede
hacerse
también con
la cabeza
afuera
Observacio
nes:
C/pull o
sin pull
La acción mas importante de las piernas no es la de la propulsión, ya que estas tienen un
papel poco destacado en este aspecto. Simplemente aportan entre un 20-25% de la propulsión
total. Su acción principal es la de equilibrar el cuerpo en el nado, favoreciendo una buena
posición hidrodinámica.
A pesar de haber 2 tipos, cada nadador debe de ajustar su ritmo de piernas según sus
propias características y su comodidad. La elección de un batido u otro repercutirá en la
coordinación brazos-respiración y fundamentalmente en la de brazos-piernas.
Con todo
ello, el
movimiento
debe ser
alternativo.
Se pueden
distinguir 2
fases en la
acción de
las piernas:
Figura 19:
Acción de la
pierna izquierda
en el batido de
crol. La acción
se va
desplazando
desde caderas-
muslo-rodilla-
pierna-tobillo-
pie
Fase ascendente: En esta fase la planta del pie debe dirigirse hacia la superficie
Fase descendente: Se produce una extensión de las piernas en forma de
latigazo. Comienza en la semiflexion de la cadera y termina en el dorso del pie
Figura 20: Descripción del movimiento en la fase ascendente del batido de crol
Planteamiento:
Practicamos la
flexibilidad de la
articulación del
tobillo, ya que es
fundamental en
para un mayor
recorrido del pie
Observaciones:
El ejercicio
debe de hacerse
por lo menos
durante 30
segundos y varias
repeticiones
PIERNAS DE CROL CON TABLA
Planteami
ento:
Movimien
to
alternativo
de piernas
con tabla
sin fijarse
en la
respiración,
por lo que
no hará
falta meter
la cabeza
Observaci
ones:
Con tabla
normal, con
un brazo
sosteniendo
la tabla. Sin
tabla, dos
manos
adelante,
una sola,
manos atrás
Coordinación
COORDINACIÓN PROPULSIÓN-RESPIRACION
*Como ya expliqué anteriormente el giro de la cabeza al respirar tiene muy pocos grados de
inclinación. Esto es debido al rolido que ejerce el cuerpo sobre el eje longitudinal (ver figura 7)
*Otro punto a tener en cuenta en este tipo de coordinación es el lado en que se ejerza la
respiración, es decir, si se hace al lado derecho, o por el contrario, al lado izquierdo. La mejor
forma de trabajar esta coordinación es realizar una respiración bilateral. De este modo
evitaremos un desequilibrio en el estilo.
Ejercicios de aprendizaje del movimiento de brazos asociado con la respiración (extraídos del
libro “Pedagogía de la Natación“ de Fernando Navarro)
EJERCICIO 1
Planteamient
o:
Cuerpo
extendido en
posición de
tendido con
apoyo sobre una
mano en agua
poco profunda.
El codo del otro
brazo se levanta
a la altura del
hombro, saliendo
del agua. En
este mismo
momento, la
cabeza gira y se
efectúa la
inspiración. A
continuación, el
brazo levantado
vuelve al agua
hasta apoyarse
en el fondo,
volviendo
también la cara
a meterse en el
agua,
realizándose la
espiración.
Cambiar el lado
de inspiración.
Observaciones
:
Sólo válido en
piscina muy poco
profunda.
EJERCICIO 2
Planteamiento:
Tracción de un
solo brazo
mientras la otra
mano se agarra al
rebosadero.
Espirar durante la
fase de tracción,
inspirar en la fase
de presión del
brazo, una vez
efectuado el giro
de la cabeza.
Cambiar el brazo
y el lado de
respiración.
Observaciones:
Variante:
Flexionado el
tronco hacia
delante, andar
lentamente en el
agua, inspirando
y espirando con
regularidad. Al
inspirar, girar la
cabeza a un lado.
EJERCICIO 3
Planteamient
o:
Andar en el
agua con el
tronco flexionado
adelante, cara
en el agua.
Movimiento de
los brazos de
crol con
respiración
lateral.
Observaciones
:
Se intenta
determinar el
lado mas
propicio para la
inspiración y
utilizar éste para
los siguientes
ejercicios.
EJERCICIO 4
Planteamient
o:
Movimientos
de brazos de crol
con respiración
completa. Las
piernas se
mantienen en la
superficie del
agua sin
movimiento
alguno,
simplemente
extendidas y
relajadas.
Observaciones
:
Variante:
Coger a1
compañero por
sus piernas. El
ejecutante
realiza los
movimientos
completos de
crol con los
brazos y respira
por un lado.
Puede utilizarse
un flotador entre
las piernas.
EJERCICIO 1
Planteamient
o:
Brazos abajo
pegados en los
muslos. Piernas
de crol.
Respiración
lateral cada 4
segundos
Observacione
s:
Variantes:
Con perrito, etc.,
es decir con
propulsión de
brazos
COORDINACIÓN BRAZOS-PIERNAS
El apartado mas importante de este tipo de coordinación es la elección del tipo de batido
(ya visto anteriormente), ya que, como se observa en la siguiente figura, la posición de
los brazos con un tipo de batido u otro cambia considerablemente. Características
principales:
Batido 2
Suele ser menos deslizante
Cuando un brazo entra en
el agua el otro está a la
mitad del recorrido
Exige una mayor
frecuencia de brazada
Batido 6
Debido a que se pueden trabajar de igual manera, todos aquellos ejercicios que expongo sobre
la coordinación brazos-piernas sirven de igual manera para la coordinación del estilo completo.
EJERCICIO 1
Planteamient
o:
Punto
muerto con un
brazo adelante.
Observacion
es:
Puede ser
con tabla o sin
tabla Se puede
trabajar con un
brazo atrás. Se
pueden alternar
ritmo de
respiración 2-3-
2
Buscar en la primera parte la tracción (entrada y agarre) el “ir hacia delante”. Se debe
de tener la sensación de agarrar algo con la cara anterior de la muñeca y antebrazo
Vigilar el rolido
DETALLE
ACCION M.bien Bien Regular Mal
TÉCNICO
Buena alineación
POSICIÓN DEL CUERPO lateral
Cabeza
ligeramente
elevada (agua
aproximadamente
por la línea de
nacimiento del
cabello)
Caderas y piernas
cerca de la
superficie
Las rodillas no
están separadas
Tobillo flexible
Las rodillas no
están
excesivamente
flexionadas
Brazo en casi
completa extensión
La mano entra
antes que el codo
La palma de la
mano mira hacia
abajo
MOVIMIENTO
DE BRAZOS - Entrada No se prolonga
COORDINACIÓN mucho el
deslizamiento
La mano entra a la
anchura de los
hombros y la
cabeza
Cuando un brazo
entra en el agua, el
otro está aprox. a
la mitad del
recorrido acuático
La cabeza gira a
un lado para
respirar, una vez
que el brazo
opuesto al lado que
se respira, entra en
el agua
El codo permanece
adelantado con
respecto a la mano
Flexión de los
brazos
La mano se dirige
por debajo de la
línea media del
Tirón cuerpo
Grado máximo de
flexión del brazo
aprox. a la mitad
del trayecto
El tirón se dirige
hacia la cadera
opuesta
La mano se dirige
hacia los pies
(atrás)
Los brazos se
mueven en un
plano vertical
Empuje
Las manos y
antebrazos se
mueven por debajo
del cuerpo
La mano se orienta
en ángulo recto en
la dirección del
empuje
La inspiración se
realiza al final del
empuje
La inspiración se
hace
aprovechando el
surco que deja la
ola que provoca la
cabeza al avanzar
El recobro del
brazo empieza
antes que la
tracción haya
acabado
Los codos se
mantienen altos
Los brazos
flexionados
La mano
Recobro permanece mas
baja que el codo
La mano se lleva
hacia delante cerca
del cuerpo
La mano
permanece mas
baja que el codo
La mano se lleva
hacia delante cerca
del cuerpo
¿Es posible aprender jugando en el medio acuático
en Educación Física? Un ejemplo práctico con las
equilibraciones
*Maestra Especialista en Educación Física
*Universidad de Murcia Teresa Zomeño Álvarez*
http://www.um.es/efmudi/moreno.htm teresazo@wordonline.es
(España) Juan Antonio Moreno Murcia**
morenomu@um.es
1/4
1. Introducción
En la actualidad muchos centros educativos, ya sean públicos, privados o privados
concertados, incluyen, dentro de las horas de Educación Física sesiones dedicadas al desarrollo
de la motricidad acuática. Este hecho es favorable para el desarrollo integral de los alumnos1,
pero tendrá cabida dentro del currículum escolar siempre y cuando se plantee la práctica de las
actividades acuáticas desde el enfoque educativo, ya que, aunque partimos del supuesto en el
que tanto padres como educadores perseguimos los mismos fines, a la hora de unificar criterios
para establecer unos contenidos, modelos de enseñanza, evaluación, etc., la unión que en
principio suponíamos ya no es tal.
Para evitar que esto ocurra planteamos una metodología acorde con el contexto educativo.
Se trata de proponer actividades más motivantes y atractivas para los alumnos, a la vez que se
establecen una serie de objetivos a conseguir. Dichos objetivos deben estar de acuerdo con los
bloques de contenidos en Educación Física, y en cada una de las sesiones se trabajarán
conceptos, procedimientos y actitudes, para lograr un/os objetivos específicos.
El objetivo de este artículo es presentar un ejemplo práctico, a través de una unidad
didáctica, de la enseñanza comprensiva a través del modelo integrado en el medio acuático
(Moreno y Gutiérrez, 1998; Moreno y cols., 2000; Moreno, en prensa), para, de este modo,
entender como debería organizarse el proceso de aprendizaje en la adquisición de las
habilidades motrices acuáticas en el currículum escolar. Teniendo en cuenta que, para que
dicha organización sea posible, debe existir una coordinación entre el maestro especialista y el
técnico en actividades acuáticas. Así pues, con el fin de evitar que estas horas queden como
una actividad extracurricular dentro de las horas lectivas, es primordial la unión de criterios
entre los distintos profesionales, a la vez que implica un cambio por parte de la Administración.
2. Modelo teórico
Según Moreno y Gutiérrez (1998) en las etapas de infantil y primaria tiene particular
importancia la conexión entre el desarrollo motor y el desarrollo cognoscitivo. Los juegos
adquieren un gran valor educativo por las posibilidades de exploración del propio entorno y por
las relaciones lógicas que se favorecen a través de las interacciones con los objetos, con el
medio, con otras personas y consigo mismo. No hay que olvidar que el juego motor es uno de
los principales mecanismos de relación e interacción con los demás y, es en estas etapas,
cuando comienza a definirse el comportamiento social de la persona (el carácter expresivo y
comunicativo del cuerpo facilita y enriquece la relación interpersonal) así como sus intereses y
actitudes. Relacionado con lo anterior, Linaza y Maldonado (1987), explican que la construcción
que realiza el niño de su conocimiento social está profundamente relacionada con sus
interacciones sociales, exactamente en el mismo sentido en el que su conocimiento físico está
relacionado con sus actuaciones sobre el entorno, y una gran parte de las interacciones sociales
del niño tienen lugar precisamente en el terreno del juego.
Por todo ello, la forma de trabajo que planteamos se caracteriza por proponer un
aprendizaje significativo, siendo el alumno el verdadero protagonista de su aprendizaje.
Utilizamos como nuestro mejor recurso didáctico el juego o las formas jugadas, con una
metodología acorde con la LOGSE como la "indagación" o el "descubrimiento guiado". El
método propuesto es el "modelo integrado" (Read, 1988), desarrollado en España por Devís y
Peiró (1992) y utilizado por primera vez por Moreno y Gutiérrez (1998) en las actividades
acuáticas. De este modo, las actividades presentan problemas que el alumno debe solucionar,
tras cada uno de los intentos se plantean unas reflexiones para conseguir una mejor
comprensión del juego o comenzar con el aspecto más específico de los movimientos (modelo
aislado).
El ambiente. Para Malina (1980, citado en Ruiz, 1987), existen tres componentes: el
componente natural del medio, tal y como es; el componente construido, artificial; y el
componente relacional, humano. Para algunos autores existen connotaciones diferentes para
los términos medio y ambiente.
El medio entendido como el conjunto de elementos con los que el niño puede entrar en
contacto. Según Schmitt (1995) hay que acondicionar el medio para organizar mejor la
enseñanza y facilitar un aprendizaje sin asistencia exterior, lo que permitirá al niño ser
autónomo desde el principio, sin falsear la relación con el medio. De este modo habrá
que actuar sobre el medio y transformarlo, para su mejor conocimiento.
El ambiente hace referencia a las condiciones geo-ecológicas en las que los sujetos de
una sociedad o grupo conviven. La mayoría de las piscinas carecen de elementos
decorativos lo que hace la práctica menos motivante. Moreno y Gutiérrez (1998)
aconsejan una serie de elementos que pueden formar parte de la estructura ambiental,
entre los que resaltarían los murales, los dibujos realizados por los propios alumnos, los
materiales hinchables, los toboganes, etc.
En la misma línea encontramos a Schmitt (1995), que con relación al acondicionamiento del
medio, plantea una metodología a partir de situaciones problema o modelo auto-adaptativo de
aprendizaje. Se tratará de crear un medio experimental con el fin de que el alumno construya
su propia motricidad acuática. Es conveniente hacer una buena elección de las situaciones en
función de los objetivos a alcanzar, favoreciendo la entrega de la personalidad entera y
facilitando su autoconstrucción y su auto-adaptación.
La respiración. En ella van a darse una de las modificaciones más grandes respecto al
medio terrestre. Siguiendo la pauta general de ofrecerle al alumno la gama más amplia
posible de alternativas debemos provocar que el alumno vivencie cuál es la respiración
más apropiada y debe saber diferenciar entre dos fases respiratorias: inspiración (toma
de aire) y espiración (expulsión del aire), así como los diferentes tipos de apneas.
La flotación. Como ya sabemos, el hecho de estar sumergido en un elemento líquido
como es el agua, conlleva que aparezca la fuerza de flotación (principio de
Arquímedes), que va a suponer una experiencia totalmente nueva para el alumno. Por
todo esto, tendremos que centrar el trabajo con el alumno, fundamentalmente, en el
conocimiento por parte del principiante de su capacidad de flotación y de su forma de
flotar. Deberemos tener en cuenta otros factores, como el peso específico, la
respiración, el estado de relajación y la densidad del agua.
La tarea. Las tareas acuáticas, tradicionalmente se han utilizado en el proceso de aprendizaje
para que los aprendices fueran unos buenos nadadores en el futuro. Sin duda alguna, su
utilización puede ser una ayuda para que los niños adquieran determinados conocimientos en
un proceso dado, pero, desde nuestro punto de vista, no tienen que exigir al practicante, de
forma exclusiva, el dominio de unas determinas técnicas natatorias. Estos se tienen que
convertir en creadores de escenarios interactivos en el medio acuático, siendo a través de dicho
contexto, donde se irán adquiriendo las habilidades motrices acuáticas (equilibraciones,
desplazamientos, giros y manipulaciones) y que en un futuro la combinación de las mismas
dará lugar al dominio de las habilidades deportivas acuáticas (combinación de habilidades
motrices acuáticas).
Nuestra intervención didáctica se caracteriza por una estrategia en la práctica global y una
estrategia en la práctica global polarizando la atención. Para la consecución de los objetivos de
esta etapa utilizamos estilos de enseñanza tradicionales (asignación de tareas), participativos
(enseñanza recíproca), cognoscitivos (descubrimiento guiado y resolución de problemas) y
creativos.
Debemos aclarar que la unidad didáctica no contempla ningún alumno con necesidades
educativas especiales, así pues partimos de un centro sin alumnos de integración, aunque esta
circunstancia no implica que no sea posible realizarlo en caso contrario, lógicamente se
necesitarían algunas adaptaciones para cubrir unas necesidades específicas.
La unidad didáctica ha sido ambientada en el mundo de "Los Piratas", los títulos están
relacionados, y muchas de las tareas han sido explicadas simbolizando dicho mundo, aunque
son totalmente libres de modificación para adaptarlas a cada caso concreto (intereses de los
alumnos, recursos disponibles, etc.).
Objetivos generales:
*Superar el miedo al medio acuático.
*Conseguir el fomento de hábitos de práctica física regular a través del
desarrollo de dicho medio.
*Realizar inmersiones con dominio básico de los ritmos respiratorios.
*Alternar el trabajo con los ojos abiertos y cerrados en inmersión.
*Equilibrarse en cualquier posición, tanto en piscina poco profunda
como profunda.
*Resolver problemas que exijan el dominio de patrones motores
adecuándose a los estímulos perceptivos y seleccionando los
movimientos, previa valoración de sus posibilidades.
*Realizar flotaciones variadas.
*Participar en juegos y actividades estableciendo relaciones
equilibradas y constructivas con los demás, evitando la discriminación
por características personales, sexuales y sociales, así como los
comportamientos agresivos y las actitudes de rivalidad en las
actividades competitivas.
De los conceptos:
*Conocer las partes del cuerpo.
*Lateralidad: reconocer izquierda y derecha respecto a sí mismo.
*Relaciones topológicas básicas.
*Respiración: inspiración, espiración y apneas (inspiratorias y
espiratorias).
*Manipulaciones en situación estática y dinámica.
*Conciencia postural dentro del agua, en reposo y en movimiento.
*Tono y relajación muscular (contracción y descentración).
*El espacio y el tiempo (situación y duración).
De los procedimientos:
*Percepción, utilización, identificación y representación del propio
cuerpo y el de los demás dentro y fuera del agua.
*Reconocimiento y adaptación a diferentes duraciones y adecuación de
movimiento a estructuras rítmicas sencillas.
*Afirmación de la lateralidad corporal.
*Relajación global y respiración en situaciones estáticas y dinámicas.
*Experimentación y toma de conciencia de las distintas posturas,
considerando el tono muscular.
*Coordinación dinámica general a través de desplazamientos simples,
variando el elemento de propulsión y superando obstáculos.
*Apreciación de las dimensiones espaciales.
*Reconocimiento y adaptación a diferentes duraciones y adecuación de
la respiración.
De las actitudes:
*Respeto hacia nuestro cuerpo.
*Adaptarse a sus posibilidades y limitaciones.
*Colaboración con los demás y respeto por el material.
*Superación ante los obstáculos.
*Valoración positiva hacia nuestro cuerpo y el de los demás.
Evaluación:
Materiales utilizados: pull-boys, tablas, *Fichas de seguimiento.
tapices, burbujas, pelotas, etc. *Pruebas prácticas.
*Fichas de coevaluación.
Cada una de las sesiones de la unidad didáctica está compuesta por los siguientes
apartados:
Curso. Especifica el curso al que está destinada la unidad didáctica, que corresponde
con el primer curso de Primaria.
Ciclo. Muestra el ciclo al que está destinada la unidad didáctica, que corresponde con el
primer ciclo de Primaria.
Nº de alumnos. Coincide con el número de alumnos por sesión, en este caso serían 25
alumnos, que es el promedio de alumnos por aula, aunque no implica que un educador
deba estar con todos, lógicamente se dividirían, al existir la ayuda de un técnico
acuático.
Objetivos específicos. Indica el objetivo principal que persigue cada una de las
actividades planteadas. De este modo podremos tener una visión más específica de la
sesión.
No obstante, de la puesta en práctica de la siguiente Unidad Didáctica surgen otro tipo de
reflexiones que pueden ayudar en el avance del conocimiento de las actividades acuáticas en
general. Por ejemplo, algunas de las preguntas que se puede plantear el educador tras la
observación son las siguientes:
¿Realizan las actividades con aparente tranquilidad o por el contrario se observa cierta
intranquilidad o nerviosismo?
¿Creen que es mejor realizar la actividad inmediatamente tras la señal para ser el
primero, o es preferible reflexionar un poco antes sobre la posición inicial?
Etc.
Antes de especificar cada una de las sesiones, comentar que al principio de cada sesión
sería conveniente realizar con los alumnos ejercicios de movilidad articular, con el fin
de que adquieran hábitos saludables.
Ciclo:
Nombre: La isla de los Chucai Curso: Primero
Primero
Objetivos
Descripción Reflexiones
específicos
Reflexiones
del
profesor:
*¿Se
*Entrada al aprecia un
agua. ritmo
constante en
la
respiración?
Ana estaba haciendo los deberes en un
rincón de su dormitorio. Al intentar *¿Respiran
coger el diccionario, cayó al suelo su
querido y grueso diario.
Objetivo: familiarización y
Nº Alumnos: 25 Sesión Nº: 2
equilibraciones
Objetivos
Descripción Reflexiones
específicos
Reflexiones del
profesor:
*¿Se aprecia un
Es un día de trabajo como otro ritmo constante
cualquiera y las hormigas recogían en la
todo tipo de alimentos para el respiración?
invierno, unas transportan ramas, *¿Respiran por
otras semillas, hojas, todas llevan la nariz y/o por
*Transportes. algo (cada uno llevará un objeto la boca?
como por ejemplo: un churro, un *¿Qué parte del
pull- boy, un corcho). La época de cuerpo utilizan
lluvias ha llegado y ésta iba a ser su con más
última recolecta de comida de la frecuencia?
temporada. Cuál ha sido su *¿Mueven los
sorpresa cuando al volver al brazos o las
hormiguero se encuentran con una piernas a la vez,
gran charca que les impide seguir o los mueven
adelante. Al principio todas han indistintamente?
comenzado a atravesar la charca
(todos se introducen en la piscina), Reflexiones
alumnos:
a los
Ciclo:
Nombre: Curso: Primero
Primero
Objetivos
Descripción Reflexiones
específicos
*Equilibraciones
variando las
Ídem pero haciendo números.
posiciones de los
segmentos.
*Equilibraciones
variando las ¿Seríais capaces de imitar personajes
posiciones de los famosos?
segmentos.
Objetivos
Descripción Reflexiones
específicos
*Propulsión. ¿Coger el objeto con una mano?
*Propulsión en
¿Desplazarse hacia atrás?
posición dorsal.
Objetivo:mejora de la flotación
Nº Alumnos: 25 Sesión Nº: 5
dinámica y giros
Objetivos
Descripción Reflexiones
específicos
*Equilibración
y ¿Se podría hacer con menos pases?
manipulaciones.
*Equilibración
y ¿Y, si se aleja el aro?
manipulaciones.
Reflexiones a los
*Apnea alumnos:
¿Quién es capaz de llegar el último? *¿Por qué creéis que
espiratoria. os cuesta flotar?
*¿Os resulta más
fácil si os tapáis la
nariz? ¿Por qué?
*Apnea *¿Flotáis boca arriba
¿Quién es capaz de llegar el primero?
espiratoria. o boca abajo?
*¿Encontráis alguna
diferencia entre las
dos posiciones?
Juego: "Surf"
*Equilibración Descripción: mantener el corcho
con apoyos. hundido con la ayuda de las manos
sin hundirnos.
Objetivo:mejora de la flotación y
Nº Alumnos: 25 Sesión Nº: 6
manipulaciones
Objetivos
Descripción Reflexiones
específicos
¿Y si cambiáis la postura de la
*Propulsión.
persona que hace de pelota?
Objetivos
Descripción Reflexiones
específicos
Reflexiones a los
*Apnea. Juego: "Los barriletes" alumnos:
*Si tuvierais que
Descripción: pasar los barriletes en el aguantar mucho
menor tiempo posible. tiempo debajo del
agua, ¿cómo creéis
El barrilete, deberá estar con las que os resultaría
piernas y el tronco flexionados, de más fácil,
modo que la cabeza se quede
sumergida.
4. Evaluación
Dentro de ésta unidad didáctica, la evaluación se llevará a cabo en la sesión número 8, en la
que se realizarán una serie de pruebas prácticas. Además, se tendrán en cuenta las fichas de
seguimiento y las fichas de coevaluación.
Fichas de seguimiento. Se trata de una ficha de control al inicio, mitad y final de proceso de
enseñanza-aprendizaje, por lo que dicha de evaluación abarcaría mucho más tiempo que una
unidad didáctica. En esta unidad didáctica se presenta la ficha de control de inicio. Se anotarán
los siguientes puntos:
Se sumerge por completo sin cogerse al rebosadero en apnea inspiratoria.
Recoge una anilla del fondo en piscina poco profunda.
Se pondrá una señal en la casilla si es capaz de hacerlo (se permiten dos intentos).
Pruebas prácticas. Para poder tener la ficha anterior es necesario una observación
sistemática de cada uno de los alumnos, para ello proponemos las siguientes pruebas finales:
Pasar por debajo de un tapiz flotante en piscina profunda o poco profunda (obligatorio
la propulsión con los brazos y piernas a la vez).
Recoger una anilla del fondo de la piscina poco profunda.
La nota final no existe ya que se trata de saber en que momento de aprendizaje está cada
uno de los alumnos.
Fichas de coevaluación. Se realizará mediante unas láminas; cada una tendrá una frase; el
alumno deberá colorear un dibujo acorde con la frase. Dichas fichas, corresponderán
con la adquisición de determinadas habilidades motrices acuáticas. En esta unidad
didáctica la ficha hace referencia a las equilibraciones y presenta las siguientes frases:
5. Resumen final
Para responder al aumento de la demanda de las actividades acuáticas educativas,
proponemos el "modelo integrado" utilizado por Moreno y Gutiérrez (1998) en las actividades
acuáticas. Se trata de proponer actividades que exijan que el niño se enfrente al medio, busque
diferentes soluciones, reflexione sobre la práctica realizada, experimente para, finalmente,
encontrar la respuesta más eficaz. Las actividades se plantearán mediante tareas jugadas,
juegos, cuentos motores (Priego y cols., 1999), etc. y para lograr los objetivos es necesario que
se planteen unos contenidos, procedimientos, evaluación, etc. con relación al currículum
escolar. Lo que pone de manifiesto la necesidad de una comunicación entre el Maestro
Especialista en Educación Física y el profesional del medio acuático.
Con todo ello, lo que pretendemos es ofrecer una propuesta en la que el profesor de
Educación Física y/o técnico especialista en actividades acuáticas pueda apoyarse para el
desarrollo de la motricidad en el medio acuático.
Nota
Resumen
La actividad físico - deportiva que muchas veces mejor puede adaptarse a personas con movilidad reducida es
la natación. Presentamos aquí una experiencia en la que una persona con una discapacidad física (artrogriposis
múltiple) que le implica un nivel de minusvalía de un 80%, siendo absolutamente dependiente en el medio
terrestre (necesita ayuda para lavarse, vestirse, comer, etc..), y con una autoestima muy baja que deterioraba
sus relaciones sociales, encontró un medio para que su calidad de vida mejorase en todos los ámbitos y su
integración en nuestra sociedad fuese una realidad; siendo la natación adaptada este medio.
Palabras clave: Artrogriposis múltiple. Natación adaptada. Integración. Minusvalía.
1/1
Introducción
Ser minusválido no significa haber perdido aptitudes, sino tener otras diferentes, y lo
verdaderamente importante es aprovechar dichas capacidades, lo que uno es capaz de hacer,
en beneficio de la propia persona y esto es válido sobre todo para la actividad física y el
deporte. En nuestra sociedad se reconoce el derecho de todos a la participación, y esto también
debería ser válido para personas con distinto tipo y grado de deficiencia funcional.
La actividad física y el deporte adaptados son dos fenómenos sociales que se caracterizan
por su trascendencia sobre las personas con minusvalías como forma de ocupación del tiempo
libre y como forma de escape a las limitaciones que la vida a impuesto en ellas.
Así mismo, el movimiento resulta una experiencia fundamental en la vida del ser humano. A
partir de él, se perciben nuevos espacios, concesiones, problemas, etc. El aprendizaje motor va
más allá de esto, ya que ocasiona vivencias emocionales y cognoscitivas. A través de la
movilidad se desarrollan la facultad de observación, la creatividad, la capacidad de
coordinación, sentido del equilibrio, del espacio y del tiempo, ante situaciones lógicas,
aumentando, de este modo las posibilidades de autocontrol.
La natación es una de las mejores formas para mejorar la movilidad y la capacidad física del
minusválido. Las propiedades del agua de hacer que un cuerpo "pierda" peso y que flote,
reduce la deficiencia y da la posibilidad de moverse más o menos en el agua. Además, la
práctica de la natación incrementa la capacidad física, lo que a su vez da mayor estabilidad
psíquica. Con una mejor condición física y psíquica, crece nuestra confianza teniendo mayores
posibilidades de afrontar el trabajo cotidiano. Y si además el agua está a una temperatura
agradable el baño se convierte en bálsamo para cuerpo y alma.
Ricardo C.
La persona que participó en la presente experiencia es un varón de 21 años de edad con una
estatura de 1 metro y 53 centímetros y un peso de 46 kilogramos. Su "problema" se denomina
artrogriposis múltiple, que literalmente significa: articulaciones encorvadas o torcidas. Esta
persona presenta una columna vertebral con escoliosis dorso - lumbar moderada. Los brazos se
encuentran en adducción, con poca movilidad en flexión en el plano sagital
(unos 30 grados), no presentando el movimiento de extensión en los
mismos. No tiene movilidad articular de flexión - extensión en el codo, pero si
presenta la movilidad de supìnación y pronación en un porcentaje muy bajo.
Las manos aparecen en flexión y pronación con poca movilidad y
funcionalidad y las piernas no presentan movilidad ni funcionalidad en la articulación
de la rodilla. Los pies son equino varos con muy poca movilidad.
Esta persona tiene la posibilidad de ponerse en posición bípeda con la ayuda de calzado y
plantillas ortopédicas; el desplazamiento es autónomo tan sólo en distancias cortas y con
terreno liso, por lo que cotidianamente se desplaza en una silla de ruedas eléctrica.
Al presentar las rigideces articulares descritas anteriormente en los miembros superiores e
inferiores, la musculatura de dichos miembros presentan una gran hipotonía (debilidad
muscular).
También ayuda al conocimiento del propio cuerpo, ya que al utilizar el bañador tenemos que
ver y enseñar nuestra propia imagen, la real, lo que nos obliga a aceptarnos, conocernos y
generar interés en mejorar. Ayuda de este modo a desinhibirse y borrar falsos pudores y
miedos.
A todo ello, y para completar todo el proceso, se debe crear un ambiente socializador en el
que predominen los componentes lúdicos y recreativos, de forma que el papel del monitor-
profesor sea además el de una persona de confianza que le reconforte y le de su amistad.
Los objetivos en la natación adaptada a modo general podrían ser: conocer y dominar el
medio acuático, mejorar las capacidades físicas básicas, y conocer medidas higiénicas y de
recuperación que junto con el ejercicio físico en el agua posibiliten una mejora de la salud.
El presente programa de trabajo se llevó a cabo durante nueve meses a razón de dos
sesiones semanales cuya duración en los tres primeros meses fue de 30 minutos, para que no
se agotara y se fuera acostumbrando paulatinamente al medio, pero que en los seis meses
siguientes se aumentó hasta los 45 minutos.
El material utilizado fue el que se puede encontrar habitualmente en una piscina como
colchonetas flotantes, flotadores de tamaños diferentes, burbujas, corchos, pértigas o tablas de
goma espuma.
En los tres primeros meses del programa se trabajó en el vaso pequeño de una piscina, ya
que el principal objetivo era que la persona se familiarizara con el medio acuático para poder
así eliminar las rigideces musculares producidas por el temor al agua y enseñarle una correcta
mecánica respiratoria. Por ello todos los ejercicios iban destinados, primero a una toma de
contacto con el agua, evitando sobresaltos, acostumbrándose al agua y a moverse dentro de
ella, a tener la cara mojada, a abrir los ojos dentro del agua y finalmente a realizar inmersiones,
siempre con la presencia del monitor que le ayudaba en los desplazamientos, tanto en posición
bípeda como tendido prono y supino sobre una colchoneta.
Al mismo tiempo que se le enseñaba la flotación se trabajó la respiración, la cual juega un
doble papel: uno fisiológico relacionado con la actividad del cuerpo, y otro físico específico de la
natación que determina su flotabilidad. El aprendizaje de la respiración supone conseguir que el
alumno rechace las típicas reacciones de defensa al contacto con el medio liquido, y es muy
importante, ya que juega un papel decisivo en la coordinación de los diferentes estilos de
natación. Es necesario concretar el tiempo de respiración que se va a adaptar a un estilo
específico determinado. La progresión de la respiración fue desde una posición estática
(agarrado al borde del vaso), hasta otra en desplazamiento ayudado por el profesor (en nuestro
caso Ricardo realizaba la cadencia respiratoria como en el estilo de braza).
En los meses posteriores se pasó a trabajar en un vaso grande de piscina para que la
persona participante en el programa experimentara la sensación de profundidad. En las
primeras sesiones se realizó un recordatorio de lo anteriormente visto y su ejecución en aguas
profundas.
En los tres meses últimos del presente programa se llevó a cabo un trabajo de
perfeccionamiento del estilo adaptado a esta persona, intercalándolo cada vez con flotaciones
dorsales que le ayudaban a relajarse; de esta manera se pretendía conseguir que pudiera nadar
de forma absolutamente autónoma el mayor tiempo posible (resistencia aeróbica).
Conclusiones
Podemos destacar una serie de conclusiones:
Después de todas estas conclusiones sólo podemos señalar que el programa resultó todo un
éxito que se sigue aplicando en la actualidad a otras personas.
Es necesario reseñar que hubo que intercalar ejercicios en posición dorsal para que nuestro
alumno pudiera descansar y no se viese afectada su zona lumbar con una hiperlordosis (debido
a los continuos movimientos de anteversión- retroversión pélvica realizados en flotación
ventral).
Se demuestra de este modo que para los minusválidos, las actividades deportivas pueden
tener un valor adicional: son una manera más alegre y estimulante de recuperar una capacidad
funcional perdida, de desarrollar la fuerza física, la movilidad y el equilibrio, teniendo asimismo
efectos psicológicos muy beneficiosos.
Así mismo las actividades deportivas pueden jugar un papel muy importante en el proceso
de rehabilitación de un minusválido, recortando decididamente el periodo que necesita el
minusválido para superar las diferentes fases del proceso de rehabilitación: la negatividad, la
agresividad, la resignación, hasta llegar a la meta de la aceptación y recuperación de la
confianza y del propio valor.
1/1
¿Te sorprende estas imágenes?, te preguntas ¿qué hacen esos ahí?
Si creías que todas las modalidades del hockey habían sido desarrolladas, estabas muy
equivocado.
En la Argentina se juega Hockey Sub desde hace más de quince años y en la actualidad se
juega en varias provincias. Se ha formado una liga de jugadores y se realizan torneos
interprovinciales, aproximadamente cinco por año. En los meses de setiembre y octubre se
desarrollara un torneo, que se juega en Buenos Aires, Santa Fe y Rosario.
El Hockey Subacuático es un deporte que se juega en apnea en el fondo de una piscina,
entre dos equipos de 6 jugadores. Cada jugador está equipado con un par de aletas, una
máscara y un snorkel (tubo).
El objetivo del juego es llevar o pasar un tejo en el fondo de la piscina, utilizando el stick
(palo) de madera de Hockey Sub, a fin de convertir goles en la arco del equipo contrario.
Historia
El Hockey Subacuático es un deporte relativamente nuevo en Argentina. Todo lo contrario
ocurre en Europa, donde nació en los años sesenta y se expandió posteriormente.
Esta modalidad deportiva nació en Inglaterra en 1956 de la mano de Alan Blake, quien ideó
este deporte como un simple anzuelo para aquellos submarinistas que abandonaban su club.
Actualmente se practica en países como Australia, USA, Canadá, UK, Francia, Holanda, Sur
África, Italia, España, Colombia, Bélgica y otros.
En estos países el hockey a llegado a convertirse en una importante modalidad deportiva y
como consecuencia de ello ha llevado a la creación de competiciones nacionales y mundiales.
En Australia el hockey es una auténtica locura, no sólo se imparte en escuelas como cualquier
otra disciplina deportiva sino que se llegan a construir piscinas con paredes transparentes para
el disfrute de los espectadores.
En Francia la gran práctica del Hockey Sub ha dado como resultado la creación de 3
divisiones regionales en la modalidad masculina y 2 en la femenina, así como la creación de una
potentísima selección francesa.
Lo que en un principio empieza como un juego o una forma de mantener la forma física en
aquellos buceadores o nadadores que por cualquier razón dejan de practicar su actividad, se
convierte poco a poco en un deporte de competición donde uno entrena sin darse cuenta. Las
destrezas básicas de este deporte son de fácil aprendizaje y rápidamente se puede jugando. No
hay requisitos previos,solo que le guste. Al principio puede costar adaptarse a la apnea pero
con el transcurrir del tiempo se adquiere la habilidad.
Es un juego veloz, dinámico, de movimientos explosivos lo que hace que las apneas sean
cortas
La particularidad del Hockey Sub reside en que se trata del único deporte subacuático de
equipo. Su práctica requiere un esfuerzo considerable. Los jugadores pasan alrededor de unos
8 a15 segundos debajo del agua para después subir para recuperarse y ponerse en posición
para seguir en juego.
Reglas de Juego
He aquí algunas de las normas más importantes a tener en cuenta en un partido de
Hockey Subacuático:
Equipamiento
Para la práctica del Hockey Sub no son necesarios pesados equipos como requiere la
práctica del submarinismo, sino que basta con un traje de baño, un gorro de waterpolo para
diferenciar a ambos equipos, un visor, un snorkel, unas aletas, un guante que proteja del roce
con el suelo de la piscina, un pequeño stick de madera y un disco de plomo y estaño recubierto
de plástico de 1,3 Kg.
Tanto las aletas como el visor o el snorkel son de libre elección por parte del jugador. En
cambio el traje de baño y el gorro han de ser iguales en todos los miembros del equipo. Se
utilizaran trajes de baño de color claro cuando el equipo utilice los sticks blancos y se utilizarán
oscuros cuando se utilicen los sticks negros. Los gorros suelen ser iguales que los de water
polo, cada uno numerado, y no pueden coincidir dos jugadores del mismo equipo con números
iguales.
El tejo debe tener un peso de 1,3 Kg, un diámetro de 80mm y un ancho de 30 mm.
El stick está hecho de madera y ha de flotar horizontalmente. Todos los sticks son
examinados previamente en la competición. Tienen longitud total de 210-340mm y un grosor
de 15-20mm. El color del stick será blanco o negro para facilitar la identificación de los dos
equipos. Se puede atar una cuerda al final del mango para asegurar el stick en caso de pérdida.
Otro elemento a tener en cuenta es la piscina, ésta debe tener entre 12-15 metros de ancho
por 20-25 metros de largo. El fondo de la piscina debe ser plano, horizontal y como máximo
con una pendiente del 5%. Lo ideal es que tenga una profundidad uniforme entre 2 y 4 mts,
pero la realidad es que se juega en la pileta que se tenga a mano.
1/2
No existen muchos libros que se ocupen de los procesos metodológicos en la enseñanza de
la natación. Solo se dan algunos conceptos que varían a veces de acuerdo a tendencias, modas,
información limitada o exacerbada de quién la difunde, etc.
Pero si hay algo que se puede señalar en la conducta de un docente es que no debe
asimilarse a las modas, sino que debe tratar de aplicar el sentido común.
Hoy en día tener sentido común es encontrar el camino más adecuado, simple,
comprensible, didáctico y hasta a veces divertido de los pasos metodológicos de un estilo, las
salidas, los virajes en las técnicas a aprender.
Por lo tanto estaremos tratando de encontrar los caminos más prácticos y accesibles para
que el alumno no encuentre el aprendizaje de la natación como una materia pendiente.
Pero a la vez este aprendizaje técnico debe tener un componente con ciertas características
lúdicas, de eficiencia de nado y por sobre todo un alto contenido estético.
Aprendizaje
Fijación
Perfeccionamiento técnico
Correctivos
Cada una de ellas tiene características propias que vamos a desarrollar en este trabajo.
Fase de aprendizaje
Esta fase representa la primera etapa del proceso metodológico, por lo tanto es necesario
determinar las características de los ejercicios de aprendizaje.
Estos van a estar condicionados por los principios pedagógicos que caracterizan los procesos
de enseñanza aprendizaje de las diferentes destrezas (o contenidos) tanto en natación como en
cualquier otra disciplina.
Para comenzar, diremos que es necesario tener en cuenta la secuencia de Los procesos
didácticos en natación.
Para ello es necesario considerar una serie de pasos, con el objetivo de que el proceso
pueda llevarse a cabo sin mayores inconvenientes. Las mismas están determinadas por el grado
de complejidad que implican para el alumno.
Esta fase tiene una gran ventaja, ya que el alumno puede visualizar el movimiento que está
realizando.
La idea de esta fase es que el alumno pueda concentrarse en el ejercicio que está realizando
para aprender un contenido específico, liberado de otros movimientos que puedan dificultar la
ejecución.
Si seguimos con el ejemplo de la patada de crol, en esta fase podría tomarse del borde y
ejecutar el movimiento de piernas, con la cabeza dentro del agua ya en la posición sumergida.
Contenido completo
El alumno ya domina en gran parte el contenido, por eso puede realizarlo en forma individual
y completo. Para finalizar con el ejemplo propuesto, los alumnos con brazos extendidos
adelante, respiración frontal y posición de nado, ejecutan el movimiento de piernas.
Este es un punto importante dentro del proceso, ya que si no se respetan las etapas, puede
suceder que los contenidos no estén asimilados, Y por lo tanto aunque el gesto parezca haber
sido aprendido, no están dadas las condiciones para el logro de un dominio total del
movimiento. Avanzar a una etapa siguiente es el objetivo que se plantea el profesor y trata de
cumplirlo lo más rápido posible. Pero se debe tener toda la paciencia necesaria a fin de que el
alumno adquiera todas las vivencias que le permitan no sólo realizar el gesto sino
“entenderlo” desde el punto de vista motriz. Todas las actividades que enriquezcan el acervo
motor favorecerán el dominio acabado de un movimiento.
Si esto se cumple el futuro nadador podrá fácilmente a adecuar los gestos a cualquier
cambio de situación externo o interno (cambio de ángulos, palancas, etcétera).
Es importante que el profesor conozca todas las características técnicas del movimiento a
enseñar, aunque en esta etapa sólo logre movimientos globales.
Sólo se podrá enseñar gestos simples correctamente si se tiene a la vista el objetivo final, de
lo contrario puede haber ejercicios que sirvan solamente para salvar una situación momentánea
y no apunten a una correcta ejecución del movimiento en sus fases superiores.
Un gesto tendrá toda la simpleza necesaria para que el alumno comprenda; pero
toda la riqueza que haga falta para el logro del objetivo final.
El movimiento no debe inducir a un gesto incorrecto o fallo, pues son conocidas las
dificultades para solucionar movimientos mal aprendidos. Es común escuchar a los profesores
decir que es más fácil enseñar un movimiento nuevo que corregir uno erróneo.
Fase de fijación
Los ejercicios de fijación son la segunda etapa dentro del proceso total.
Al comenzar con estos tipos de ejercicio debemos notar en el alumno que los gestos técnicos
están aprendidos globalmente bien.
Cada una de las técnicas consta de determinadas características como por ejemplo: ritmo,
fluidez, armonía etcétera., Y cuantitativas como: características cinemáticas, ángulos,
velocidades, trayectorias, aceleraciones, impulsos, etc.
Luego de la observación de las características generales, debemos ver que no existen errores
gruesos en la ejecución del movimiento, aunque los detalles de coordinación fina aún no estén
logrados.
Si tomamos como ejemplo la técnica de crol; veremos si mantiene una adecuada posición del
cuerpo, si la trayectoria de brazos es amplia, con movimientos ondulatorios, y no existen
detenciones ni superposiciones.
Responden a la técnica
Al igual que los ejercicios de aprendizaje, su punto de partida es el movimiento ideal, pero
en vez de desglosar el movimiento, se tratará de involucrar mayor cantidad de segmentos
corporales, al realizar el ejercicio.
Es por ello que estos ejercicios no deben realizarse si no se tiene el gesto global, y éste
pueda ser realizado sin necesidad de altos niveles de concentración, el gesto comenzara a ser
automatizado.
Se pueden utilizar elementos, tales como tablas, flotadores, etcétera, pero ya no como
facilitadores sino para poder realizar el movimiento acentuando la ejecución en alguna parte del
mismo, y tratar de que la posición de nado como las secuencias de movimientos sean las que
se utilizan en el estilo que se está aprendiendo.
Por ejemplo: para trabajar sólo el gesto de los brazos y, colocaremos un flotador en las
piernas, para que el alumno mantenga la posición correcta de nado, y realice sólo los
movimientos de brazos en una determinada distancia.
Como el gesto ya está aprendido globalmente en forma correcta, las ejercitaciones se harán
en mucha distancia, para lograr la automatización del movimiento, y sin una participación
consciente en la realización del mismo.
No es necesario que el alumno “piense” (en el sentido de mantener una elevada
concentración) en cada una de las ejercitaciones sino que las incorpore a su acervo motor.
Son simples: como uno de los últimos aspectos diremos que estos ejercicios son los más
sencillos para planificar dentro del proceso, ya que las características que enumeramos
anteriormente hacen que esté muy cerca de la práctica del nado normal en la técnica que se
está aprendiendo.
Son estos ejercicios los que a veces son propuestos prematuramente por el profesor, sin
haber afianzado las fases anteriores, y por lo tanto llevan a una de ejecución errónea que luego
costará mucho trabajo superar.
Si tratamos de que realice mucha distancia, en algún gesto que no estaba asimilado, la
fatiga o la desconcentración en la tarea traerá como consecuencia la asimilación de errores que
podrían haberse evitado respetando los pasos y secuencias normales.
Un nadador, al igual que cualquier deportista se destaca del resto cuando es capaz de
resolver situaciones que están fuera de lo normal. Decimos que es un “fenómeno” aquel que
puede crear una solución donde la técnica normal sólo encuentra dificultades. Podemos citar
como ejemplo de esto a grandes deportistas como Michael Jordan, que es capaz de lograr el
objetivo inicial (encestar) desde las situaciones más inverosímiles, o desde posiciones donde la
técnica aconseja otra cosa.
En natación este dominio acabado de la técnica dará como resultado la optimización de las
fuerzas involucradas, así como el mantenimiento de la eficiencia a pesar de distintas situaciones
que pueden presentarse a lo largo de la ejecución o competencia. Por ejemplo algún problema
con las antiparras, una vuelta mal ejecutada, algún problema impensado en la táctica de
carrera, etcétera.
Por esto los ejercicios de perfeccionamiento técnico deben realizarse cuando el nadador tiene
un dominio total de los gestos normales de nado.
Estos ejercicios se harán con la técnica formada: o sea que no puede el nadador estar
aún en alguna de las fases anteriores, ya que con estos ejercicios no se logra ni el aprendizaje
ni la automatización de algunos gestos. Por el contrario, estos ejercicios provocan
inconvenientes en el nado normal, que deben ser subsanados por el atleta aplicando al máximo
todas sus experiencias previas, sensaciones, recursos, etcétera.
Estos ejercicios apuntan a la coordinación final del movimiento: aquí nos interesan
los aspectos más pequeños de la técnica, desde un ángulo de aplicación de la fuerza, algunas
características cinemáticas como la trayectoria algo más amplia o más estrecha; algunas
características dinámicas como las secuencias espacio temporales, o también agudizar cada uno
de los sentidos involucrados en la acción de nadar.
Algunos autores realizan divisiones de estos ejercicios tales como: ejercicios para el
desarrollo de la coordinación; ejercicios para el desarrollo del sentido del agua; y ejercicios para
la disminución de la resistencia.(Arellano 1994).
Ejercicios de combinaciones, ejercicios técnicos para cada uno de los estilos y para cada uno
de los segmentos.(Wilke y Madsen 1990).
Ejercicios de contraste: son aquellos en los cuales se busca una mayor sensibilidad en el
agua por medio de indicaciones que potencien o disminuyan exageradamente las posibilidades
de propulsión; como por ejemplo nadar crol con puños cerrados y luego con la palma de la
mano en posición normal. Nadar mariposa haciendo tres brazadas con los brazos totalmente
extendidos y luego tres brazadas normales. También podríamos incluir dentro de este tipo de
ejercicios aquellos en los cuales se hacen dos o tres ciclos exageradamente lentos y dos o tres
ciclos muy rápidos.
En la misma posición pero con el brazo flexionado a la altura del codo a 90 grados y
realizando el mismo gesto.
También estos ejercicios pueden ser realizados con elementos tales como manoplas de
distintos tamaños y texturas. Así también se pueden hacer movimientos helicoidales con los
pies para ayudar a una mayor sensibilidad en cualquiera de los batidos de los estilos.
Ejercicios en condiciones de fatiga: dentro de este grupo podemos citar todos los
ejercicios que dificultan la técnica, pero realizados luego de algunos trabajos que ocasionan
fatiga, tanto muscular como nerviosa.
Profesor Titular Cátedra de Natación Escuela Universitaria de Educación Física, Universidad Nacional de
Tucumán
Entrenador del Club Central Córdoba y de la Selección Tucumana de Natación - 1990/92 y 97-2000.
Resumen:
Se han escrito muchos trabajos sobre la mejor manera de enseñar distintos contenidos , con las distintas
variantes que se pueden utilizar ; y se descuenta que el movimiento será ejecutado correctamente. Pero en
muchos de los casos este gesto no es el que se imaginó el profesor, o la indicación no fue interpretada
correctamente, o el mensaje no llegó claramente, tenía un movimiento anterior erróneo, o.... etc., una cantidad
de factores que hacen que el movimiento no cumpla con las normas técnicas generales que se suponen son las
más eficientes y económicas. El presente trabajo apunta al análisis de los factores a tener en cuenta para la
elaboración de los correctivos así como la forma y lugar de aplicación de los mismos dentro del proceso de
aprendizaje.
Palabras Clave: Natación. Ejercicios correctivos. Metodología de enseñanza. Perfeccionamiento de la técnicas
de nado.
1/1
Como podemos apreciar en las definiciones anteriores, cuando mencionamos la técnica nos
referimos a lo que deseamos como movimiento ideal para un objetivo determinado, y es
aplicable a situaciones específicas. Tenemos que hacer referencia también a la Técnica Personal
( o ESTILO), que es la aplicación de los conceptos, principios y leyes de la Técnica general,
aplicados a las propias estructuras y posibilidades. La técnica no es la reproducción exacta de
una serie de movimientos, sino la implementación de esos movimientos por un atleta con
características, cualidades, estructura e historia motriz distinta en cada caso. Las variantes
introducidas por cada atleta deben ser respetadas ya que responden a la estructura propia, y
solo se tratarán de cambiar cuando no respondan a los principios generales de eficiencia.
Fijación: Una vez logrado el paso anterior, se tratará de transformar la repetición consciente
en automática.
Perfeccionamiento: Etapa en que se exige al máximo la coordinación fina del gesto. Se
puede trabajarlo dificultando la ejecución normal.
La realización de éstas fases nos ahorrará tiempo en el futuro dedicado a ejercicios
correctivos. Y es bien conocido por los preparadores que “corregir un defecto cuesta el
doble que la enseñanza del movimiento correcto”.
Este problema se acentúa más cuando hablamos de Natación Competitiva, donde por buscar
el menor tiempo se dejan de lado las fases arriba mencionadas, y sobre todo con aquel que
demuestra un temprano talento para la actividad.
Aquí tenemos una clara diferencia con los metodológicos, donde a pesar de
un avance rápido en el aprendizaje de los contenidos no se deben saltear
etapas fundamentales a fin de asegurar una buena base técnica y dominio del
movimiento en distintas situaciones para que luego sea mucho más fácil
cualquier innovación al mismo.
De acuerdo a éste análisis puede variar la elección del ejercicio para que
apunte exactamente al problema planteado. La especificidad del ejercicio es
una característica fundamental que debe ser respetada y el mismo no debe ser
usado si no es necesario.
Cuando se aprende un nuevo contenido, se trabaja en pocas repeticiones para
que el alumno se concentre en la ejecución correcta de ese contenido, y recién
cuando esté aprendido se harán muchas repeticiones para lograr la
automatización. En el correctivo se supone que ya pasó la fase de aprendizaje y
el ejercicio trata de ser lo más dinámico posible y aplicado a la situación de
nado. Si el correctivo fué seleccionado correctamente, la repetición del mismo
me asegurará un nuevo automatismo que contrarreste el error o lo atenúe. Por
ello se lo trabaja en mucha distancia, y al igual que cuando aprendemos un
contenido, de a uno por vez , ya que es mejor ir lentamente pero asegurando
cada fase a corregir.
En los ejercicios metodológicos se parte de la técnica . Como es un movimiento
o gesto nuevo, se trata de que se parezca lo máximo posible a un movimiento
ideal, y que además deje el menor margen para que se produzca un fallo.
En el Ejercicio correctivo se parte del error. Como los gestos técnicos se
consideran aprendidos, en este tipo de ejercitaciones se busca que desaparezca
el error, aunque se trabaje con un gesto que no sea el que la técnica pretenda,
por ejemplo :
- ej. Simplificados
Fácil-difícil
-No necesariamente simplificados
Simple-complejo
Conocido - desconocido
-Son específicos
Por último haremos algunas consideraciones a tener en cuenta para seleccionar los
ejercicios.
Observaciones
Diferenciar DEFECTOS TÉCNICOS de TÉCNICAS NO FORMADAS
Profesores de Natación del Nivel Inicial del Centro de Educación Complementaria de Natación Nº1 D.E. 18
Secretaría de Educación, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
El presente trabajo es la fundamentación conceptual del video: "La natación en el nivel inicial. Una
propuesta diferente de trabajo". Registrado en la Dirección del Derecho de Autor, mediante expediente
Nº969206.
Presentado en el IIIº Congreso de Educación Inicial, Mega Exposición La Escuela Pública, Buenos Aires y
su Gente, Diciembre 1999
Introducción
Nuestra propuesta apunta fundamentalmente a la forma que toma la organización didáctica
de la tarea, a la estructura y dinámica de la clase.
El planteo que nos hicimos y que nos mueve es: por un
lado, dar una clase de natación dirigida a un grupo reducido
de alumnos por profesor, que pueda brindar una enseñanza
casi personalizada, atendiendo a las necesidades de
aprendizaje individual y siendo el referente directo para la
seguridad del niño. Por otro, una clase de Educación Física
planteada para el Nivel Inicial, desestructurada, donde
sabemos que la atención del niño es corta, donde las
consignas deben ser cambiantes, satisfacer las necesidades
de exploración y poner en juego la fantasía de los chicos.
Pues bien, de nuestra propia exploración y aprendizaje surgió esta estructura para las clases
de Natación con el Nivel Inicial.
Desarrollo
La Natación es un contenido de la Educación Física, y como tal tiene por objetivo el
conocimiento y desarrollo de la disponibilidad personal, pero con la particularidad de
desarrollarse en un medio diferente, por lo que además podemos plantearnos la posibilidad de
descubrir que podemos dominar nuestro cuerpo en un medio no habitual, que ese dominio nos
brinda seguridad y que jugar en el agua es una actividad totalmente placentera.
Esta experiencia se desarrolla en una pileta apta para el aprendizaje, amplia y de poca
profundidad. Los alumnos en grupos de no mas de 20 niños concurren acompañados de su
Profesora de Educación Física, que con dos o tres Profesores de Natación y trabajando en
equipo, plantean situaciones que posibilitan la experimentación de habilidades motoras y
perceptivas facilitadas por la acción gravitatoria del agua. Para los chicos, el uso del espacio
permitido de la pileta es libre y ellos mismos eligen en el desarrollo de la clase el Profesor que
les sirve de referente en cada actividad, pudiendo cambiar continuamente de uno a otro.
Cada Profesor deberá estar pendiente de satisfacer las necesidades de cada niño y de la
totalidad del grupo.
A esta altura debemos recordar que el niño descubre el agua a través de formas naturales y
espontáneas, que todas sus respuestas son validas y seguramente son la transferencia de sus
experiencias motrices en otro medio. Trabajamos sobre el ensayo y error estimulando la
búsqueda de la propia respuesta e incentivándolos para que estas sean muchas y variadas.
Cuanto mas tempranamente se le proponga la actividad, antes van a desarrollar confianza
en el agua y aparecerán ciertas formas de equilibrio, respiración y propulsión. Al poder realizar
en el agua todas las acciones que se proponga irá cimentando su autonomía, y aquí adquiere
importancia la conquista del espacio inmediato y del espacio lejano, y del tiempo concebido
como sinónimo de tiempo vivenciado.
Al principio no es necesario perder el contacto con el piso de la pileta ya que el objetivo es
familiarizarse y establecer un vinculo placentero con el medio y el pasaje de la posición vertical
a la horizontal y viceversa debe lograrse en forma natural y respetando el tiempo individual de
adaptación de cada niño.
Compartimos la idea de que cada uno es constructor de su aprendizaje. Por eso, el Profesor
debe ser la guía, plantear situaciones problemáticas facilitadoras, propuestas abiertas que los
lleven a la búsqueda de respuestas motoras adecuadas. La relación entre los Profesores y los
Alumnos es esencial aquellos deben establecer un vinculo afectivo agradable de confianza y
seguridad a fin de predisponer mejor a los chicos en el agua.
Planteamos siempre actividades jugadas, las que proponemos nosotros y las que surgen de
la imaginación y creatividad de los chicos, la propuesta es informal. Pensamos la clase de
Natación como tiempo de alegría. A través del juego el niño pone en acción todo su potencial,
sus habilidades motoras y su modo de relacionarse con los objetos, con nosotros y con el
medio.
Por diversos motivos, muchos niños tienen temor al agua. El miedo es la manifestación
natural al desequilibrio provocado por la presencia de una situación desconocida. Debemos
respetar el tiempo que a cada uno le toma vencer esa dificultad, sin presionarlos. Si ellos
quieren, comenzaran paulatinamente a recorrer el espacio cercano o jugaran en el borde, y
resolverán así situaciones nuevas que se les presenten y que los lleven a situaciones conocidas,
seguras para ellos, que les permitan tomar conciencia del progreso realizado, desarrollando su
autoestima y por lo tanto su autonomía.
El uso del material didáctico en natación ayuda a descubrir el medio posibilitando gran
cantidad de acciones e inmersiones. Motiva, estimula y se convierte en un referente más para
determinar el espacio y para lograr nuevos desafíos. Se hace necesario un tiempo de
evaluación, que los chicos tomen conciencia de sus progresos. Que sientan que pueden. Que
descubran los por qué y los para qué de la natación. Que sientan que en el agua también
pueden aprender a hacer y a ser.
Conclusiones
El dominio del cuerpo en un medio diferente tiene que ver con la seguridad y por
consiguiente con la ampliación de los limites de la libertad personal. Favorece al sentimiento de
seguridad del yo, responsabilidad individual e independencia. Un niño que conoce su cuerpo,
los limites y posibilidades de su cuerpo en movimiento aún en un medio diferente, puede
desarrollar actitudes de autovaloración y critica y enfrentar los cambios de puntos de referencia
con respecto a su realidad.
Flotar, soplar en el agua, aprender a respirar, sumergirse, pasar de una posición a otra,
propulsarse, dominar el cuerpo, jugar, entrar de panza al agua. Esto lo puede lograr, y tal vez,
salvarles la vida.
Logros alcanzados
Nivel Principiante
Nivel Intermedio
Sumerge la cabeza
Suelta el aire debajo del agua
Nivel Avanzado
Sumerge la cabeza
Evolución Estadística
SALA DE 4 AÑOS
199 199
28 20 8 0 71%
5 6
24 21 3 0 91%
199 199
25 15 10 0 60%
7 8
199 199
24 14 10 0 58%
8 9
SALA DE 5 AÑOS
35-53
26 6 18 2 1 9 14
90%
33-66
24 0 16 6 0 8 16
99%
42-42
24 5 14 5 1 10 13
84%
52-39
23 5 15 3 2 12 9
91%
44-43
23 0 6 17 1 12 10
87%
Pensamos que el trabajar desde esta propuesta en forma grupal y en un espacio amplio,
ante la libre elección de las consignas a seguir el niño logra desarrollar ciertos niveles de
autonomía que lo llevan a una adaptación más rápida en un medio diferente.
Resumen
En los últimos años quedó demostrado que la mayor propulsión en el estilo crol obedece a una evolución en
los movimientos. Esto se debería a la prevaleciente adaptación de los nadadores al agua, más que a su mayor
potencia física. Esta mejor adaptación podría deberse a que la sensibilidad o capacidad de "sentir" el agua del
individuo, a través de los analizadores táctiles y cinestésicos, que reciben la retroinformación originada por la
reacción del fluido a la acción de los brazos y piernas durante el nado, le permite al nadador ajustar la posición
y dirección de los miembros para maximizar la propulsión. Por ello es válido suponer que el desarrollo de la
sensibilidad o "sentido" del agua, en el período de iniciación acuática y en el posterior control de las técnicas de
nado, incrementa la acuidad perceptiva de los analizadores táctiles y cinestésicos, y por ende influye en el
desempeño motor del nadador. Comprender la relación que estas percepciones sensoriales guardan con la
variación en la propulsión, permitiría desarrollar una brazada más efectiva. Por lo que se podría presumir
entonces, que un programa de iniciación acuática, con ejercicios destinados a incrementar la sensibilidad al
agua, influenciaría en una mayor eficacia de nado.
Palabras clave: Sensibilidad. Iniciación acuática. Eficacia del nadador.
1. Introducción
Este trabajo propone aportar una línea alternativa para la enseñanza / aprendizaje de la
natación a través de un programa de iniciación acuática, basándose en el desarrollo senso
perceptivo, rescatando, además, desde el desarrollo, motor aspectos relacionados con la carga
biológica que todo individuo posee y el respeto por cada una de las etapas que los seres
humanos atraviesan durante el proceso de aprendizaje.
La importancia de recuperar estos aspectos motores y genético cognitivos, se verá reflejada
en una mayor comprensión de los procesos de aprendizaje, en una selección adecuada de los
contenidos dentro de los programas de iniciación acuática y el análisis más detallado del
triángulo didáctico, profesor /alumno/ contenidos, que se da en todo acto educativo organizado.
La oportunidad de exponer, debatir, y reflexionar sobre las actividades acuáticas, debe ser
aprovechada por todos aquellos que se sientan comprometidos día a día en esta tarea
formadora, que utiliza al medio acuático como un factor único e irremplazable. Por ello se cree
importante manifestar la labor realizada sobre el impulso de los componentes senso motores en
el medio acuático y su influencia en la enseñanza aprendizaje de la natación.
2. Justificativo
El análisis del trabajo realizado en la enseñanza de la natación durante varios años puso de
manifiesto que en la mayoría de los programas de iniciación acuática se pone mayor énfasis en
la forma de enseñar, y no en comprender cómo se produce el aprendizaje de los movimientos
en los individuos, desconociendo, en muchos casos, el origen filogenético y ontogenético de los
movimientos, como así también seleccionar contenidos programáticos a través de la exacta
reproducción técnico /mecánica de los gestos realizados por los grandes campeones, restándole
trascendencia a lo senso perceptivo en todo el proceso de enseñanza /aprendizaje y quitarle
importancia a la acción motora inteligente.
Esta disociación del aprendizaje motor con la enseñanza, y la reproducción mecánica de los
gestos técnicos, trajo como consecuencia la necesidad de indagar sobre la posibilidad de
revertir esta tendencia, rescatando los aspectos sensoperceptivos, que son esenciales para la
adquisición de nuevas conductas, y mejorar la capacidad de"sentir" el agua, y de esta manera
poder desplazarse con una mayor eficiencia en ella.
3. Marco Teórico
Si entendemos que las fuerzas propulsoras desarrolladas por un nadador envuelven
básicamente dos aspectos, el primero, la producción de energía para lograr mover con
suficiente potencia los miembros encargados de la acción de impulsión, y el segundo, la
transmisión de la energía producida al agua para posibilitar el desplazamiento del cuerpo
(Toussaint, 1991). El nivel de eficacia con que la energía producida es transmitida a la masa
líquida por los segmentos corporales esta directamente relacionada con los movimientos
realizados por los nadadores en la fase subacuática de la brazada. De esta manera, los
movimientos mencionados son considerados más o menos adecuados según el grado de
eficiencia con que logren dislocar el cuerpo en el sentido deseado.
El control de los movimientos en natación, particularmente aquellos realizados bajo el agua,
se logran principalmente por la combinación de informaciones proporcionadas por las
sensaciones de tacto-presión, las sensaciones vestibulares, las sensaciones cinestésicas que
surgen de los músculos, los tendones y las articulaciones. Las informaciones sensoriales
recibidas en los analizadores correspondientes permiten al individuo tomar conocimiento de su
posición en el agua, la localización de los miembros y la relación de estos con el medio líquido;
condición esencial para poder realizar un control adecuado de los movimientos del tronco,
piernas, y principalmente de sus brazos para poder lograr el deslizamiento.
SCHLEIHAUF et al (1983) estudiaron la relación entre el movimiento de las manos en la fase
subacuática y la generación de fuerzas propulsoras. Este estudio, que tuvo por muestra 25
atletas de primer nivel, no pudo determinar un prototipo de brazadas ideal, concluyendo que el
patrón ideal sería determinado más como una función individual, lo que para la enseñanza
significa que la evaluación de una técnica de brazada de un nadador no puede realizarse sobre
un "modelo invariable", puesto que no existiría un patrón universal aplicable, sin excepción, a
todos los individuos.
WILKE (1986) señala que "El grado de dominio de una técnica está determinada por el nivel
de desarrollo de las capacidades coordinativas". Destacando que la relación entre dominio
técnico y capacidades coordinativas envuelve principalmente la sensibilidad al agua entre otras
condiciones o variables de menor redundancia en el aprendizaje.
El mismo autor, WILKE, señala al respecto, que la capacidad coordinativa, está relacionada
con la sensibilidad al agua, ya que existe "La posibilidad de que el nadador pueda percibir la
presión que el agua ejerce sobre las palmas de las manos y la planta de los pies, lo cual le
permitiría mover sus miembros en procura de mayor propulsión." Por su parte COLWIN (1987)
afirma que es común que se sostenga que la sensibilidad es una cualidad exclusiva del "atleta
talentoso", pero que en realidad, nadadores de mediana habilidad, sin esperar igualarse a los
"genios motores", pueden aprender a interpretar sensaciones de presión.
4. Tipo de investigación
La investigación se realizó en Jesús María, Córdoba, Argentina. El tipo de indagación fue
experimental con dos grupos de niños agrupados aleatoriamente, uno de control (Método
tradicional) Grupo I y otro experimental (Desarrollo de la sensibilidad) Grupo II, Los alumnos
participantes tenían poca experiencia o casi ninguna en el medio acuático.
5. Cuidados Eticos
Por tratarse de una investigación con seres humanos, se tomaron algunas precauciones,
como por ejemplo la información a los participantes y a sus padres de los procedimientos
metodológicos solicitándoles autorización para participar en la investigación.
Diseño Experimental
Procedimiento
Se realizó un pos test, para comparar la evolución y rendimiento de los distintos grupos en
el proceso de enseñanza aprendizaje. Los grupos fueron sometidos a dos programas de
enseñanza /aprendizaje de igual duración, de ocho semanas, con dos clases semanales de 55
minutos de permanencia en clase, como sucede comúnmente en la mayoría de las escuelas de
natación.
Materiales
Para poder medir la "eficiencia de la propulsión" debido al desarrollo de la sensibilidad al
agua se utilizó una balanza digital, marca Kretz con una capacidad mínima de peso de 0,2
gramos y una capacidad máxima de 30 kilogramos, tomada en el borde externo de la pileta,
una soga de tres metros de largo, que se sujeta al nadador, midiendo la E.P (eficiencia de
nado) que se obtuvo de la siguiente manera:
E.P= trabajo realizado = Juole1 dividido tiempo de nado, la cifra que se obtiene se multiplica
por 860 (ochocientos sesenta2 ), de lo que se obtienen las calorías horas utilizadas por cada
nadador.
Se determinó la expresión en calorías /horas porque de esta manera el rendimiento de una
persona se puede apreciar mas gráficamente.
Notas
1. Juole: esta medida representa una combinación de fuerzas resultantes en el nado.
2. De no multiplicarse por esta constante, la cifra obtenida seria un número decimal muy difícil de manejar estadísticamente.
Valoración
Sofía Sánchez Pérez*
Francisco Javier Jimeno Serrano**
Víctor Salinas Palacios***
fisioterápica (España)
tito@cajamurcia.es , jimeno@wanadoo.es
en una escuela
y victor@fcu.um.es
de natación
*** Especialista en Fisioterapia del deporte.
Especialista en salud, deporte y educación.
Resumen
La natación es un ejercicio físico que aporta importantes beneficios al organismo. El entrenador y del
fisioterapeuta desempeñan un papel muy importante en el cuidado del nadador. En una escuela de natación
infantil los niños y adolescentes se someten a esfuerzos regulares que demandan la realización de
reconocimientos fisioterápicos previos a la participación deportiva y realizados periódicamente. El objetivo del
presente trabajo es, por un lado, establecer la correcta ejecución de los tests y pruebas de valoración en la
exploración fisioterápica y, por otro lado, presentar los resultados obtenidos de su aplicación en una escuela
infantil de natación.
Palabras clave: Escuela de natación. Fisioterapia. Pruebas de valoración.
1/2
Introducción
La natación es un ejercicio físico que aporta importantes beneficios al organismo. Los efectos
beneficiosos de la natación se deben fundamentalmente a la implicación de la mayoría de los
músculos de distintas regiones anatómicas junto con un trabajo de descarga y la considerable
disminución del efecto de la gravedad sobre la columna vertebral. Como efectos principales de
esta actividad deportiva podemos destacar la mejora del ritmo respiratorio y del aporte
sanguíneo al corazón.
El entrenador y del fisioterapeuta desempeñan un papel muy importante en el cuidado del
nadador; el entrenador a la hora de detectar y corregir los posibles defectos técnicos del
nadador y el fisioterapeuta a la hora de realizar correctas valoraciones periódicas con la
finalidad de prevenir y detectar posibles alteraciones en la columna vertebral y en otras áreas
anatómicas, planificar un programa de higiene postural y cinesiterapia si fuera necesario y
ofrecer, junto con el entrenador, un programa de entrenamiento que incluya actividades
acuáticas de carácter higiénico-educativo.
En una escuela de natación infantil los niños y adolescentes se someten a esfuerzos
regulares que demandan la realización de reconocimientos fisioterápicos previos a la
participación deportiva y realizados periódicamente. El objetivo del presente trabajo es, por un
lado, establecer la correcta ejecución de los tests y pruebas de valoración en la exploración
fisioterápica y, por otro lado, presentar los resultados obtenidos de su aplicación en una escuela
infantil de natación.
Reconocimiento fisioterápico
Los objetivos del reconocimento fisioterápico de los nadadores infantiles son los siguientes:
Anamnesis.
Exploración del aparato locomotor.
Tests de adaptación cardiaca al esfuerzo.
1. Anamnesis
En la anamnesis se recogen datos relacionados con las siguientes cuestiones:
Edad y sexo.
Antecedentes familiares de problemas de espalda u otros trastornos.
Horas a la semana que práctica la natación y la práctica de otros deportes.
Haber recibido asistencia fisioterápica anteriormente. Si es así por qué fue.
Para realizar una correcta valoración del aparato locomotor en bipedestación el niño debe
desvestirse para dejar visible el tórax y MMII y no llevar calzado. El paciente debe adoptar
durante la inspección una postura relajada y usual. Los pies deben estar separados a la misma
altura de los hombros y el peso repartido de su cuerpo por igual entre ellos.
2.1. Raquis
La exploración sagital del raquis tiene como objetivo conocer con el mayor grado de
fiabilidad posible el grado de curvatura raquídea. El método de las flechas sagitales consiste en
medir cuatro distancias para establecer, a partir de ellas, unos índices, el cifótico y el lordótico,
que nos darán el grado de la curvatura. Para medir las flechas sagitales debemos aproximar el
hilo de la plomada hasta el primer contacto con la espalda, bien sea el inicio del pliegue
interglúteo bien la región torácica media. Es muy importante comprobar la perfecta linealidad
del hilo de la plomada, para facilitarla podemos ayudarnos del apoyo de nuestro antebrazo
sobre el hombro del paciente. Las cuatro distancias, medidas en milímetros, que obtendremos
de la aplicación de este método son:
A partir de las cuatro flechas sagitales estableceremos los índices cifótico (IC) y lordótico
(IL). En este punto podemos encontrarnos con distintas situaciones:
1. El paciente presenta un eje adelantado: la flecha torácica es mayor a cero y la flecha
sacra igual a cero.
IC = FC+FL/2-FT IL = FL - ½ FT
2. El paciente presenta un eje atrasado: la flecha torácica es igual a cero y la flecha sacra
mayor a cero.
IC = FC+FT+FL / 2 IL = FL - ½ FS
Las referencias de normalidad para el índice cifótico están establecidas entre 20º-55º, menos
de 20º nos indicaría una rectificación de la curvatura torácica y más de 55º sería indicativo de
hipercifosis. Para el índice lordótico la normalidad se establece entre 20º-40º, por debajo de
estos valores nos hallaríamos ante una rectificación de la curvatura lumbar y por encima ante
una hipelordosis (7).
Estas referencias deben tener en cuenta la edad, la talla y peso del individuo (8).
La valoración sagital del raquis no debe centrarse únicamente en la postura del individuo en
bipedestación. Es necesario analizar también el comportamiento raquídeo en sedentación, sobre
todo durante la infancia, por ser la postura más adoptada en esta etapa a lo largo del día.
2.1.1.2. Exploración frontal: flechas frontales, Test de Adams y Test de Bending
Al igual que las flechas sagitales, la valoración de la disposición frontal del raquis ha de
realizarse con el individuo en ropa interior, en posición relajada y en bipedestación. La
exploración se realiza por la espalda del paciente palpando las apófisis espinosas de las
vértebras y referenciándolas con un rotulador dermográfico para observar la trayectoria de las
mismas. Con la ayuda de una plomada, y tomando como referencia la séptima vértebra
cervical, podremos obtener la linealidad del raquis(9,10).Una flecha frontal medirá la distancia
en milímetros desde el punto de mayor concavidad de la desviación de las apófisis espinosas
hasta la plomada. En condiciones normales observaremos una simetría que puede objetivarse
cuando la plomada pasa entre C7 y los talones, alineándose tras la plomada todas las apófisis
espinosas de las vértebras.
Una vez valorada la posición en bipedestación, invitamos al paciente a que flexione lenta y
progresivamente hacia delante primero la cabeza y después el tronco, dejando que los brazos
caigan verticalmente con las palmas de ambas manos enfrentadas y las rodillas extendidas. El
explorador se sitúa detrás del paciente mientras realiza la flexión anterior para comprobar el
contorno de la espalda. Cualquier alteración de esta postura de exploración del paciente nos
dará una imagen falsa al producirse una rotación del raquis. Al flexionar el individuo el tronco
hacia delante podremos comprobar la existencia de una gibosidad dorsal, la cual corresponderá
a la zona de convexidad y estará producida por el componente rotatorio de la parrilla costal.
El material que necesitamos para medir la prominencia es un nivel con dos barras
milimetradas y perpendiculares. El nivel se coloca horizontalmente con la marca cero sobre la
apófisis espinosa del área de mayor prominencia y se comprueba la distancia hasta el vértice de
la gibosidad. A continuación, a la misma distancia de la línea media, se mide la distancia
perpendicular desde el nivel hasta la parte más baja (9). Las referencias de normalidad en el
test de Adams se establecen por debajo de los 5 milímetros.
El test de Bending o de flexión lateral tiene como objeto valorar el grado de reductibilidad de
la desviación frontal del raquis. Con el paciente en bipedestación le solicitamos que realice una
flexión lateral del tronco hacia el lado de la convexidad de la curva y observamos la armonía de
la misma y su grado de reductibilidad.
La aplicación de este test también la podemos realizar en decúbito supino para suprimir los
efectos de la gravedad.
El test de Shöberg tiene como objetivo valorar la movilidad del raquis lumbar.
2.2. Pelvis
El explorador se sitúa delante del paciente y toma como puntos de referencia simétricos las
espinas ilíacas anterosuperiores para valorar la existencia de un desnivel pélvico (9). Asimismo,
podemos tomar como referencia las crestas ilíacas ayudándonos de un nivel con brazos
articulados.
El grado de oblicuidad de la cintura pelviana también podemos valorarlo desde una visión
posterior al explorar las espinas ilíacas posterosuperiores colocando nuestros pulgares en las
fosas sacras. Sin embargo, tomar las espinas ilíacas posterosuperiores como puntos de
referencia pueden presentar un inconveniente, al estar situadas tan próximas puede ser difícil
apreciar la horizontalidad de la pelvis (10).
En el reconocimiento fisioterápico del aparato locomotor de los miembros inferiores nos
interesa valorar la extensibilidad de la musculatura isquiosural por su alta incidencia (21%) (13)
y por su relación con la pelvis y el raquis (13, 14, 15).
El paciente se coloca en bipedestación sobre un cajón con los pies al mismo nivel que los
hombros y las rodillas extendidas. Solicitamos al paciente que realice una flexión anterior de
tronco con los brazos extendidos (16). En esta posición de flexión máxima medimos la distancia
en centímetros desde la punta de los dedos de la mano a la superficie de apoyo del cajón.
Obtendremos un valor negativo cuando los dedos estén por encima de la superficie del cajón, y
un valor positivo cuando la sobrepasen.
La referencia de normalidad se establece con una valor igual o mayor a -5 centímetros; entre
-6 y -15 cm hablamos de cortedad isquiosural moderada (grado I) y cuando el valor sea inferior
a -15 cm, de una cortedad marcada (grado II) (17).
Con el paciente en supino sobre la camilla y con la rodilla extendida y la cadera en posición
neutra, el fisioterapeuta le flexiona lenta y pasivamente la cadera hasta que el individuo
manifieste "tirantez" o dolor en la región posterior del muslo o hasta que aparezca la
retroversión pélvica. El miembro inferior no explorado debe permanecer con la rodilla en
extensión y en posición neutra. En ese momento procedemos a medir, con la ayuda de
goniómetro, el grado de flexión. El eje de giro del goniómetro lo situamos en la cabeza femoral,
un brazo del goniómetro permanece paralelo a la camilla y el otro lo extendemos a lo largo del
fémur orientado hacia el maleolo peronéo. El test de elevación de la pierna recta debemos
realizarlo en ambos miembros inferiores para contrastar los resultados obtenidos.
Los valores de referencia del test de elevación de la pierna recta que están establecidos
como normalidad son mayor o igual a 75º, como cortedad isquiosural moderada entre 61º-74º
y como cortedad marcada menor de 60º (17).
La postura de exploración que debe adoptar el paciente es en supino sobre la camilla con la
cadera y rodilla del miembro inferior que se está explorando flexionadas a 90º (13, 18). La
pierna que no está siendo explorada permanece en extensión. El eje de giro del goniómetro lo
colocamos en la cara lateral de la articulación de la rodilla, un brazo del goniómetro permanece
alineado al fémur y el otro a la línea media de la pierna. Realizamos una extensión pasiva y
progresiva de la pierna manteniendo la flexión de 90º de la cadera, hasta que el paciente nos
manifieste el dolor en la región posterior del muslo o en el hueco poplíteo o hasta que se inicie
la basculación pélvica. En ese momento procedemos a medir el ángulo que falta para la
extensión completa de la rodilla.
En este test consideramos como rangos normales los establecidos entre 0º-15º, como
rangos de cortedad moderada entre 16º-34º y como cortedad isquiosural marcada un valor
mayor o igual a 35º (19, 17).
Con la realización de este test valoramos las repercusiones de la cortedad isquiosural sobre
la pelvis e indirectamente sobre el raquis lumbar. Para llevar acabo este test utilizamos la
misma posición de partida que en el método de medición de la distancia dedos-planta. El eje de
giro del goniómetro lo colocamos al inicio del pliegue interglúteo y el brazo fijo paralelo a la
camilla.
El paciente se coloca en bipedestación con los pies al mismo nivel que los hombros y las
rodillas extendidas. Solicitamos al paciente que realice una flexión anterior de tronco con los
brazos extendidos. En esta posición de flexión máxima medimos el ángulo lumbo-vertical
colocando el eje de giro al inicio del pliegue interglúteo y el brazo fijo perpendicular a la
horizontal.
Los valores de referencia que están establecidos como normalidad son mayor o igual a 75º,
como cortedad isquiosural moderada entre 61º-74º y como cortedad marcada menor de 60º.
El test de EPR y el test ángulo poplíteo son aparentemente los más específicos, pero tienen
el gran inconveniente de que además de la flexión coxofemoral se implica la báscula pélvica.
La adaptación cardiaca al esfuerzo será excelente cuando el índice de Ruffier sea inferior a 0;
muy buena entre 0-5; buena entre 5-10; débil o moderada entre 10-15 y mala cuando sea
superior a 15 (21, 22).
Material y métodos
Estudio descriptivo transversal. La población de estudio está formada por los niños y niñas
de una escuela infantil de natación. El tamaño de la muestra es de 57 niños. Para la recogida
los datos de la exploración se diseñaron unas hojas de reconocimiento que recogían la
valoración de la disposición frontal y sagital del raquis, la horizontalidad de la pelvis, la
extensibilidad isquiosural y la adaptación cardiaca al esfuerzo. Para el análisis descriptivo de los
resultados se ha utilizado el paquete estadístico SPSS.
Con respecto a la exploración frontal del raquis, el método de medición de las flechas
frontales establece que a nivel cervical el 98,18% de la población explorada no presenta
desviación cervical y en un porcentaje muy bajo (1,81%) se detecta una flecha frontal de 15
cm; a nivel torácico, el 92,72% no presenta flecha frontal y el 7,26% de los niños presenta
desviaciones torácicas entre 10 y 15 cm; y a nivel lumbar se establece que el 25,49% presenta
desviación del raquis lumbar y en el 74,54% no se detectan flechas frontales a este nivel.
El test de Adams es negativo en la mayoría de los niños explorados (76,36%) y el test de
Bending refleja que en toda la población de estudio que presenta desviaciones frontales del
raquis estas tienen un buen grado de reductibilidad al realizar el test.
Acerca de la movilidad del raquis lumbar, el test de Shöberg presenta parámetros normales
en el 27,7% de los casos y un elevado porcentaje de los nadadores infantiles (61,1%)
presentan un aumento de la movilidad del raquis lumbar, frente a un 11,11% de la población
de estudio, que la presenta disminuida.
Al realizar el test de Elevación de la pierna recta de manera bilateral los resultados obtenidos
son, en el miembro inferior derecho, de normalidad en el 83,33% de los niños cortedad
moderada de los músculos isquiosurales en el 16,66% de los casos. En el miembro inferior
izquierdo el 29,62% presenta cortedad moderada y un porcentaje muy bajo (1,85%) presenta
cortedad isquiosural marcada.
Acerca de las repercusiones que pudiera tener el estado de la musculatura isquiosural sobre
la pelvis e indirectamente sobre el raquis lumbar, el test del Ángulo lumbo-horizontal establece
que en el 50% de los niños no existen repercusiones, en el 37,03% existen repercusiones
moderadas y en el 12,96% repercusiones importantes.
Conclusiones
Sólo una quinta parte de la población de estudio presenta rectificación dorsal.
Una pequeña parte de la población de estudio presenta desviaciones mínimas a
nivel cervical y dorsal. A nivel lumbar, estas desviaciones afectan a un cuarto
de la población, siendo también de carácter mínimo.
Más de la mitad de la población de estudio presenta un aumento de movilidad
a nivel lumbar.
Aproximadamente la mitad de la población presenta predisposición a
repercusiones sobre la estática y la dinámica pélvica y lumbar.
Sólo una décima parte de la población de estudio presenta desnivel en las
EIAS, siendo en todos los casos la EIAS izquierda la más alta.
La cantidad de niños con cortedad isquiosural marcada es casi inexistente.
Menos de la cuarta parte de la población de estudio presenta un grado de
cortedad isquiosural moderado, siendo ligeramente mayor el número de
individuos con cortedad en el miembro inferior izquierdo.
La cantidad de niños que presentan una adaptación cardiaca al esfuerzo de
carácter débil o moderado es mínima.
Introducción
El trabajo, surgió a consecuencia de querer sistematizar la intervención terapéutica y de
aprendizaje en el medio acuático, en niños con Parálisis Cerebral. Hemos partido, de la idea,
que cuando se pierde el control de los centros superiores por una lesión cualquiera, la
recuperación de los movimientos solamente es posible mediante un aprendizaje de los
movimientos simples, como aquellos que realiza un niño cuando ensaya sus primeros actos
reflejos motores. Antes de intentar movimientos más complejos como el gateo, o la misma
deambulación, es preciso tener un dominio y control de los patrones básicos de
movimientos más elementales y rudimentarios. Y es allí el primer problema que plantea una
persona con P.C.
Los primeros autores en estudiar y describir la P.C. fueron Little (1862), Osler (1889) y Freud
(1897). Todos ellos describieron la parálisis cerebral no como una enfermedad, sino como
alteraciones o desordenes motores ocurridos en el momento del nacimiento o en la primera
infancia, debido a lesiones del cerebro. Estas alteraciones pueden ser unilaterales o bilaterales;
puede haber paresia asociada con espasticidad, incoordinación del movimiento voluntario, con
temblor o inestabilidad, como en la parálisis cerebral atáxica o puede encontrarse
incoordinación o movimientos involuntarios, como en la atetósis o discinecia. La definición más
comúnmente aceptada es la propuesta por Little Club en 1959: "alteraciones del movimiento y
de la postura, de carácter permanente pero no invariable, producida por una enfermedad no
progresiva del cerebro inmaduro".
Objetivo
Con el objeto de adecuar los contenidos y aplicar un método de trabajo en el medio acuático,
que refuerce los tratamientos rehabilitadores que hoy por hoy se emplean, el servicio aplicó el
método que se lleva a cabo en la piscina del la Universidad de Rhode Island
Los distintos tipos de Parálisis Cerebral tienen en común la disfunción motora y la alteración de
los mecanismos de control postural (Vojta, 1988), pero se diferencian entre sí por su etiología,
su patología, el grado de afectación y los síntomas clínicos asociados (deficiencia mental,
epilepsia, alteraciones visuales o auditivas, etc.
Las conferencias de la Dra. Lorraine Bloomquist (1993) contiene el siguiente pasaje: "La labor
del Profesor de Educación Física es capacitar al niño para moverse de una manera más normal,
mejorando su tono postural y proporcionándole la experiencia de patrones sensoriomotores
más normalizados".
El fin del tratamiento en el medio Acuático es obtener cambios de patrones y tono postural
tendiendo hacia lo normal, (Bobath, Schultz, Ingram, Vojta) y preparar al niño para una
natación básica y elemental.
Material y Método
Población
El estudio se llevó a cabo con alumnas del Colegio de Educación Especial, fueron seleccionadas
un total de 10 (diez) niñas diagnosticadas con Parálisis Cerebral. Siete de ellas como
Tetraparesia Espástica Moderada (síntomas clínicos asociados, deficiencia mental ligera), y las
Tres restantes con diagnóstico de Ataxia. En principio, hemos anulado algunas variables
incontrolables como ser: crisis epilépticas, luxaciones o subluxaciones de cadera, y aquellas con
cuadro de atetosis. Con edad media de 9,9 +- 1,2 años.
Todas ellas, recibieron 2 sesiones semanales de trabajo, durante tres años consecutivos. El
tiempo de cada sesión fue de 45 minutos.
Instalaciones y Material
El trabajo se realizó el la piscina climatizada del centro (20 x 9 mts). La temperatura media del
agua fue de 31 grados centígrados. Las Ayudas Técnicas de Flotación (ATF) utilizadas fueron:
Anillos de cervicales, barra flotante, tapiz flotante, manguitos, cinturones.
Método
Se adaptó el Programa de Actividades Acuáticas Adaptadas que se imparte en el Departamento
de Educación Física y Recreación de la Universidad de Rhode Island (Kingston - EEUU),
Directora de Proyecto: Dra. Lorraine Bloomquist, Ed.D..
1. Estimulación Sensorial
2. Adaptación al Agua
3. Control Respiratorio
5. Autonomía en el medio
Estas áreas de habilidad fueron ajustadas para acomodarse a las necesidades de cada niño. Se
realizó un Pre-test con "cuatro puntos o ítems" para determinar el estado de cada niña
(Espásticas y Atáxicas). El Post-test contempló los mismos puntos en la Escala de Progreso.
0 No Ejecución
Resultados
En la Tabla siguiente (Tabla de progreso) se muestran los resultados y su distribución.
Todas ellas presentan unos mecanismos de Adaptación al Agua normal, con la utilización
de ATF dominan la posición supino. Presentan un retraso en la aparición de los mecanismos de
enderezamiento, movilidad espontánea escasa y, algunas de ellas, con ataques distónicos ante
estímulos ópticos y acústicos repentinos. También se observó ciertas estereotipas de
coordinación motora. Solo una de ellas (Ataxica) logró adaptarse sin ayuda (III= Ejecución
Independiente).
En el Control Respiratorio una de ellas (0= No Ejecución) presentó una respiración muy
superficial, irregular y con frecuencia bloqueada por espasmos intermitentes tanto en reposo
como en baja estimulación, la corriente aérea es mixta (oral-nasal) lo cual añade dificultad para
controlar las apneas en el agua. El resto se distribuye en escala I, II y III.
En las Areas de Habilidad 4 y 5, las niñas se distribuyen de igual manera, tres de ellas
con Ayuda del Profesor lograron mejorar los arcos de movimiento (no completos), en
proporción directa con el grado de espasticidad propio de cada una. Lograron usar de
manera voluntaria los patrones reflejos espinales y tónicos .(Presentan movimientos
involuntarios en algunos casos). Dos niñas lograron nadar técnicas muy elementales de
crowl y espalda, siendo la braza, los gestos técnicos mejor realizados, con buen control
respiratorio y dominio del cuerpo en el agua. El resto del grupo (cinco) alcanzó los
niveles de Ejecución con ATF.
Escala de progreso
Areas de Habilidad 0 I II III
1 Estimulación Sensorial - 1 9 0
2 Adaptación al agua - - 9 1
3 Control Respiratorio 1 3 4 2
5 Autonomía en el medio - 3 5 2
Discusión
A pesar que en el presente estudio no se abarcó un mayor número de casos, motivado por la
falta de niñas/os con diagnóstico de P.C. en edad escolar, y otros por prescripción médica, los
resultados muestran mejoras en Los patrones anormales de postura y movimiento, así como en
la actividad refleja anormal.
El problema principal que se ha encontrado en las niñas espásticas es la rigidez, con una
fijación exagerada en determinadas posturas, causada por contracciones indebidas (en supino y
con ayuda de manguitos). Estas posturas son típicas y los movimientos sólo se producen con un
esfuerzo excesivo. Los movimientos están muy limitados en recorrido.
Lentitud general de movimiento y ajuste, lentas en adaptación y con miedo a los cambios.
Necesitan moverse y ser movidas, pero sólo después de que la espasticidad se haya reducido
(el agua a 32 grados centígrados incide directamente).
Las niñas con ataxia cerebelosa (desarrollada desde el cuadro hipotónico) sin signos de
espasticidad, se han caracterizado por la incoordinación motora, en el sentido de dismetría,
temblor y asinergia (ambas con retraso mental y alteraciones de la motilidad ocular). Sin
embargo una de ellas ha logrado técnicas de nado muy buenas acorde a su condición.
Por último hemos de destacar que, este Programa de Actividades Acuáticas Adaptadas para
personas con Parálisis Cerebral, supone un método de trabajo útil y beneficioso en el
tratamiento de la persona y causa efectos positivos sobre el Neurodesarrollo en Paralíticos
Cerebrales.
Vale aclarar que en este deporte, el objeto a dominar no es el balón, sino el agua. Y que
plantea algo distintivo: se entrena grupalmente, pero se corre individualmente (salvo en el caso
de la posta). Es una población con una buena base de educación, que privilegia el estudio
(clase media), y que tenía toda la energía disponible para la preparación para ese torneo, ya
que fue durante el período de vacaciones del ciclo lectivo (que los exige y recarga bastante).
Procedimientos
Luego de la presentación de los entrenadores (ya se había hecho una reunión con los padres
que eran quienes debían hacerse cargo económicamente), quienes explican que el
acercamiento a esta ciencia es a través del curso "Los altibajos en el rendimiento y el papel de
la mente", dictado por quien suscribe , en ese club, y que ahí nace el interés por aplicarlo,
subrayo brevemente la importancia decisiva de la mente y les doy una planilla para que cada
uno escriba sus metas (se pueden tener en la mente con claridad pero escribirlas significa
pensar, ordenar y un mayor grado de compromiso).
Una vez establecidas las metas alcanzables, primer y necesario paso, se realizan distintas
dinámicas grupales.
Para la solución creativa de problemas. Estos son: los efectos de que uno de los dos
entrenadores no viaje al torneo, el equilibrio con la ingestión de alimentos, la salida como
momento clave, la presión familiar, las diferencias de genero y sus consecuencias grupales...
(me refiero al trabajo en las 4 sesiones).
El trabajo de sustitución de pensamientos negativos por positivos (pienso ---> siento --->
actuo), es enseñado básicamente como búsqueda y complemento del fortalecimiento yoico,
vital por ejemplo, para la óptima toma de decisiones. Tanto este entrenamiento mental de
sustitución como las visualizaciones, son sugeridas de realizar cotidianamente antes de dormir y
antes del entrenamiento, instaurando la idea de practicar dichas técnicas psicológicas con
independencia del psicólogo del deporte. Se hace hincapié, para obtener un buen volumen de
entrenamiento mental, de sistematizarlas e incorporarlas como hábitos y de ensayarlas en los
momentos libres (ej. viaje en autobús).
Varios nadadores refirieron que los pensamientos positivos ejercitados, les dieron mayor fuerza
y tenacidad en los entrenamientos, sintiéndose mucho más confiados.
Todos los nadadores encontraron cada vez más nítidas las imágenes mentales (fueron de
menor a mayor).
Recomendaciones a la práctica
En esta etapa del trabajo, el factor TIEMPO fue determinante para estructurar la planificación ,
en función del torneo. Si bien las metas construidas con los entrenadores se cumplieron, en la
última etapa de entrenamiento y de puesta a punto y durante el torneo, faltó tiempo para
trabajar con el grupo otros elementos importantes (aunque no decisivos). A saber:
La música tiene a mi entender un lugar privilegiado, pero excede el marco de este artículo.
Para finalizar quiero parafrasear a EINSTEIN, ya que lo que se pudo hacer fue porque los
nadadores disponían de una gran apertura mental:
NATACION TERAPEUTICA
Mario Lloret (España)
m.lloret@correu.gencat.es
Autor del libro Natación Terapéutica
Resumen
La Natación Terapéutica, es entendida como aquellos programas de salud que se dirigen, por un lado a
la compensación de las desviaciones de la columna vertebral, y por otro lado, a la compensación de
enfermedades y lesiones que pueden aparecer en la etapa adulta, utilizando para ello desplazamientos
acuáticos descritos en el marco de la natación educativa.
La Natación Terapéutica es un programa que utiliza las actividades acuáticas educativas con una
finalidad de trabajo puramente higiénico-preventivo, aprovechando las propiedades físicas que el medio
acuático presenta.
Existen distintas metodologías orientadas al tratamiento general y al tratamiento específico.
Palabras clave: Natación terapéutica. Prevención. Actividades acuáticas.
Introducción
La Natación Terapéutica, desde una perspectiva global, es entendida como aquellos
programas de salud que se dirigen, por un lado a la compensación de las desviaciones de
la columna vertebral, y por otro lado, a la compensación de enfermedades y lesiones que
pueden aparecer en la etapa adulta, utilizando para ello desplazamientos acuáticos
descritos en el marco de la natación educativa.
Hace más de 20 años que el medio acuático, y concretamente "la natación" es utilizado
como medio complementario de las terapias existentes en las desviaciones de columna.
Efectivamente, médicos especialistas: traumatólogos, reumatólogos y rehabilitadores,
entre otros, son los que, con mayor asiduidad, remiten a pacientes de las edades
explicitadas anteriormente a nuestros Centros de Salud para la ejecución de programas
de Natación Terapéutica, debido a los innumerables beneficios que el medio acuático
procura al ser humano.
Pocos son los autores que muestran conclusiones convincentes sobre los resultados
obtenidos con trabajo físico (fisioterapia) o, incluso con, actividad físico-deportiva. La
gran mayoría de estos autores son de la opinión que la fisioterapia, per se, no tiene un
efecto corrector real. Cailliet, R. (1975)2 establece que los ejercicios pautados no
resuelven la escoliosis en el adolescente. Charrière, l.3 cuando hace referencia a la
literatura anglosajona, también, afirma que la gimnasia correctivo/terapéutica no es
eficaz en el tratamiento de la escoliosis. Tresserra, y cols. (1971)4, (1989)5 muestran que
aunque la fisioterapia presenta unos criterios de trabajo serios y rigurosos es difícil
demostrar o pretender el enderezamiento progresivo, la estabilización y alineación de la
escoliosis. Tribastone, F. (1991), establece que la natación no se puede descartar en los
individuos paramórficos, pero no es aconsejable hacerles creer en la eficacia milagrosa
de dicha práctica. Y más adelante comenta, (p. 416) "de estos ejercicios no se esperan
resultados directos sobre la desviación pero la mejora general de la vitalidad del tono
permitirá por lo menos, limitar el componente asténico reductible de la desviación". En
ningún caso se presenta un método de trabajo pautado y adecuado a las desviaciones
escolióticas, así como una planificación estructurada del programa a realizar.
Los trabajos expuestos sobre los resultados fisioterapéuticos si que presentan una
metodología de actuación y se ciñen a técnicas concretas de intervención. En este
sentido, Sastre, S. (1995)6, por ejemplo, muestra, en su trabajo, los resultados positivos
del sistema (Fijación, Elongación y Desrotación).
La profundidad de inmersión.
La densidad del líquido.
Pero el peso aparente de un cuerpo sumergido es igual a su peso real disminuido por el
empuje que supone el principio de Arquímedes. En consecuencia, y tras los estudios de
Mollon, G.7, se ha podido constatar que, en inmersión total, el peso aparente se sitúa
alrededor del 3% del peso real. Si la inmersión, en lugar de ser total, es parcial, los
porcentajes varían en función de las partes del cuerpo que emerjan o queden fuera del
fluido. Los estudios de Hérisson, Ch., Simon, L.8 muestran que el peso aparente es
aproximadamente la mitad del peso real en inmersión hasta la cadera. En inmersión
torácica, corresponde a la 1/3 parte de dicho peso. Y en máxima sumersión, el peso
aparente es, aproximadamente, 1/10 parte del peso real. Este concepto es de
considerable importancia, porque la acción hipogravitatoria acuática nos va a
proporcionar, junto a unos ejercicios de fuerza isométrica, isotónica o auxotónica, una
batería de recursos técnicos ciertamente sorprendentes.
El objetivo del presente trabajo es plasmar la metodología del sistema y el fruto de las
experiencias realizadas en centros de Salud, respecto de la Natación Terapéutica
planteada por nosotros, en el transcurso de estos últimos años.
Es necesario justificar, por el alcance de esta corriente acuática, las implicaciones que
comporta en el ámbito laboral. Todos los profesionales del medio acuático hemos sido
conscientes de este incremento de usuarios en nuestras instalaciones acuáticas afectos
de desviaciones de espalda. Ello ha comportado en muchos casos, la creación de grupos
de trabajo de Natación Terapéutica, y es perfectamente contrastable que la ejecución de
estos programas se ha venido efectuando por los técnicos acuáticos, que en la mayoría
de ocasiones, aportaban mayor ilusión y entrega que conocimientos facultativos. Como
este hecho es una realidad, algunos colectivos privados y la Escuela Nacional de
Entrenadores de la FEN (Federación Española de Natación), han generado
separadamente, vías para formar y licitar esta vertiente higiénica de las actividades
acuáticas.
Deberemos tener en cuenta, también, que el Programa de Natación Terapéutica, ni es
Natación, ni es Terapéutica. Nos explicaremos. No es Natación, si entendemos como tal
la natación competitiva, con cuatro estilos técnicamente muy depurados y de alto nivel
de ejecución. o también, si entendemos como tal la prescripción de ejercicios que se
basen en el crol, la espalda, la braza o la mariposa. Vamos más allá. Nuestro
planteamiento es el de ofertar unas actividades acuáticas higiénico-educativas que
incluyen una mayor variedad de recursos y nos ofrece mejores posibilidades de
ejecución, como mostraremos más adelante.
Debe ser el profesional que lo utilice, quien decida que línea es conveniente seguir
delante ante las diversas situaciones presentadas.
En el caso de que este programa fuera uno de los primeros contactos del profesional con
el tema de las desviaciones y las actitudes posturales recomendamos la continuación del
estudio y la formación en este campo ya que el trabajo que representa este programa no
contempla todos los aspectos que se necesitan conocer, ni refleja todas las teorías que
sobre ello existen.
1. Componente General
2. Componente Lumbar Hipolordótico
3. Componente Cérvico-Dorsal
4. Componente de Extremidades Inferiores
1.1. COMPONENTE GENERAL
Componente para la salud que se dirige al incremento de las condiciones físicas en
relación a la salud:
Capacidad cardio-respiratoria
Fuerza y resistencia muscular
Flexibilidad
Composición corporal
2. METODOLOGIA DE EJECUCION
GRUPO 1. TRATAMIENTO GENERAL (ACTIVIDADES ACUATICAS
AEROBICO-LIGERAS)
Artrosis generalizada
Acondicionamiento general
Asma
Osteoporosis
Prolapso mitral
Hipertensión arterial
Psoriasis
Escoliosis (adultos)
Los abonados con las enfermedades o lesiones descritas, subsidiarios de este tipo de
programa, realizan tareas acuáticas variadas, de las conceptuadas en natación educativa
(capítulo desplazamientos. Ver ejercicios ejemplificadores) de forma progresiva,
controlada y automotivante, intentando la mejora (indirecta) de las cualidades físicas y
por ende de la movilidad articular, de la resistencia cardio-respiratoria y general, de los
índices de fuerza y de la agilidad. También se utilizan esporádicamente métodos
recreativos de poco riesgo para incentivar a los abonados y favorecer su socialización.
Los ejercicios realizados se han efectuado por debajo de 120-130 pulsaciones por
autocontrol de la arteria carótida, al lado del cartílago laringe, con determinaciones de
30 seg. (multiplicando por dos).
2. Desplazamientos específicos:
Crol
Espalda
Braza
Mariposa
Lumbociatalgias
Lumbalgias
Hernias discales
Artrosis lumbar
Espondilolistesis
Hiperlordosis
Los abonados con las enfermedades o lesiones descritas, subsidiarios de este tipo de
programa, han llevado una revisión de sus actitudes posturales en seco y agua, y
realizan actividades aeróbicas, en flotación horizontal (ventral y dorsal), sin acentuación
de la curvatura lumbar.
Crol
Pies de crol con madera
Pies de crol sin madera. Los brazos sujetan el flotador abdominal
Braza con pies de crol
Crol
Pies de crol sin madera. Respiración bilateral
Espalda
Doble espalda
Pies de espalda
Pies de braza (dorsal)
Transportes
Varices
Celulitis y obesidad
Alteraciones circulatorias varias (de extremidades inferiores)
Artrosis (de extremidades inferiores)
Dismetrías
Gonalgias
Los abonados con las enfermedades o lesiones descritas subsidiarios de este tipo de
programa han realizado inicialmente, como medio de adaptación a las nuevas tareas, los
ejercicios aeróbicos en flotación ventral y dorsal reseñados anteriormente en el GRUPO
1 , para conducirlos, progresivamente, a ejercicios aeróbicos en flotación vertical. Una
vez alcanzado este nivel, se alternan las tareas de flotación horizontal con las tareas en
flotación vertical como las que, a continuación, exponemos:
Pies de braza en posición vertical
Pies de bicicleta en posición vertical
Pies de crol o mariposa en posición vertical
Pies de crol o mariposa, con aletas, en posición vertical
Pies de braza
Pies de bicicleta. Las manos dentro del agua equilibrando
Pies de bicicleta con los brazos cruzados dentro del agua
Pies de bicicleta con las manos fuera del agua
Pies de bicicleta con los brazos fuera del agua
Volei-polo
Desplazamientos verticales a saltos
Saltar al compañero
Artrosis cervical
Hipercifosis
Cervicalgias
Pinzamiento cervical
Dorsalgias
Resumen
La presencia y participación de los padres que conozcan la calidad de la tarea acuática de los niños de 0
a 3 años es fundamental para los futuros aprendizajes. El tema se desarrolla a través de los siguientes
ítems:
1. ¿Cuándo aprende un niño?
2. Los objetivos de la Natación Precoz
3. Los contenidos mínimos de la Natación Precoz
4. Algunos beneficios de la actividad
5. Orientación para el adulto-guía
6. Factores a tener en cuenta durante el proceso de aprendizaje
7. Influencia de la habilidad acuática del adulto
Palabras clave: Natación Precoz. Bebés. Niños de 0 a 3 años. Presencia de los padres.
Fundamentaré esta afirmación partiendo de mis habituales diálogos con los padres que
han elegido la Natación Precoz como actividad para sus hijos.
Realmente las expectativas son muy variadas, pero todas tienen algo en común: hay un
adulto-guía (mamá o papá) que se está comprometiendo en el proceso de enseñanza-
aprendizaje de su hijo. Así lo hablamos.
Este adulto debe comprender y finalmente estar convencido de que su
presencia es irreemplazable, porque en él, en la expresión de su rostro
encuentra el niño la seguridad afectiva, la aprobación de su hacer, la
protección que significa llegar a él y estar en sus brazos; en fin, ser
contenido.
En la realidad cotidiana, es la madre quien asiste con más frecuencia con su hijo, por
razones horarias u ocupacionales. Pero en nuestra Escuela buscamos caminos y
proponemos oportunidades para que el padre se incorpore también a las clases.
Se espera que el niño, desde que inicia el proceso y hasta los 14 meses tenga,
frente a una situación de riesgo, un nivel de tranquilidad adecuado, que le
permita flotar de espaldas y mantener su independencia respiratoria.
Se espera que el niño, entre los 14 meses y los 3 años, desarrolle habilidad para
desplazarse por debajo del agua y en superficie, moviendo sus piernas y sus
brazos, pudiendo al mismo tiempo organizar su respiración.
Se espera que el logro de su autonomía acuática se desarrolle a la par de su
socialización afectiva.
Area motora
Flotación dorsal y ventral asistida
Flotación dorsal y ventral liberada
Movimientos: de piernas; de brazos
Respiración: proceso desde la pausa respiratoria al ritmo respiratorio
Coordinación: acción individual de los brazos y de las piernas; acción
simultánea de brazos y piernas
Desplazamientos: cuerpo horizontalizado; cuerpo en 45º
Entradas al agua: de pie, de cabeza (asistido); de pie, de cabeza (espontáneo).
Area intelectual
Orientación: subacuática; en superficie
Comprensión e integración elaborada de los contenidos socio-afectivos y
motores antes mencionados.
Propósito docente
Orientar al adulto-guía en la convivencia acuática con el niño, capacitándolo
para conducir y estimular su conducta en el agua.
Objetivos
Que el adulto conozca los objetivos de la actividad acuática en la edad de 0 a 3
años.
Que el adulto logre seguridad, estabilidad emocional y equilibrio durante el
desarrollo de la actividad acuática con el niño.
Movimientos
Los movimientos de piernas y de brazos que permitirán al niño desplazarse parten de los
reflejos arcaicos, pasando por los reflejos condicionados para llegar a nivel de
movimientos elaborados por aprendizaje, que a través de repeticiones sistemáticas se
convertirán en movimientos propulsores.
Respiración
Las habilidades respiratorias propias del desarrollo evolutivo del niño serán la pausa
respiratoria, la espiración-aspiración aérea, la espiración en inmersión y el ritmo
respiratorio.
Coordinación
La coordinación desarrollará la habilidad del niño para mover sus piernas con
continuidad; la habilidad del niño para mover sus brazos con continuidad; la habilidad
del niño para mover sus brazos y piernas con continuidad, tanto en superficie como en
inmersión. Integrará a los movimientos la habilidad respiratoria.
Desplazamientos
Los desplazamientos iniciales serán asistidos, desde el docente hacia el adulto-guía.
Aparecerán luego los desplazamientos liberados, teniendo como punto de partida un
lugar para llegar al adulto-guía. La autonomía acuática final llevará al niño a lograr una
deseada libertad que demanda observación y atención del adulto-guía en cuanto a que el
niño concrete cada desplazamiento iniciado.
Entradas al agua
En todas las ejercitaciones, el adulto-guía deberá tener claro el objetivo de las mismas:
cuándo el niño debe proyectar el tronco hacia adelante; cuándo hará inversión de la
postura; cuándo jugará a entrar como palito. Etapas de la ejercitación: con el cuerpo en
posición vertical; entrada de cabeza.
Orientación
Implica las distancias, profundidad y calidad de la traslación en superficie y en
inmersión, además de información sobre las formas adecuadas de estimulación.
Rendimiento
Que el adulto sepa ¿Cuántas veces?, ¿Hasta dónde?, ¿Cuánto tiempo?, dará como
resultado que las estimulaciones sean adecuadas y suficientes. Se inicia así la
organización de la habilidad acuática del niño, que será la base para el futuro
aprendizaje sistemático.
Cada niño tiene su propia organización de tiempo, espacio y conductas. Debe lograrse
que el adulto reconozca y respete esta situación, para permitir al niño moverse, explorar,
observar, estar hiperactivo, disconforme, alegre y todo lo que necesite para ser libre en
su actividad. Lo anterior no quiere decir actividad desorganizada, sino "el niño propone
y el adulto lo guía". Darle tiempo al niño en su quehacer acuático significa también
dejarlo a él iniciar y terminar una acción (emerger, llegar, flotar) sin intervenir para que
la concrete, y en caso de hacerlo, realizar sólo acciones mínimas para que el niño se
sienta cada vez más seguro.
Las acciones del niño y la calidad de las consignas: en general, las acciones nuevas,
espontáneas y/o exploratorias de los niños tienen un objetivo. Hay que lograr que el
adulto-guía no las califique de buenas o malas, sino que las observe atentamente y luego
de diagnosticar el objetivo de las mismas pueda referirlas al niño con palabras o cantos
que respondan a su intelectualidad, o por repetición de la acción.
En el caso de un adulto que puede haber llegado a una adaptación adecuada, que
disfruta algo del agua pero que no posee dominio acuático, es fundamental observar que
él mismo tenga su propio espacio y tiempo de práctica, para adquirir habilidades que
luego favorecerán ejercitaciones más complejas con el niño. Es decir, él también debe
aprender.
En este punto es importante observar que, en ocasiones, al sentirse inhábil frente a otros
padres, el adulto puede manifestar actitudes pasivas, falta de creatividad,
incomunicación, y hasta puede llegar a dejar la actividad. La actitud del docente en este
caso no debe ser la de reemplazarlo en las ejercitaciones, sino la de lograr un buen
apoyo afectivo: esto va a mejorar, la cosa anda bien, no te apresures ...
Frente a una actitud límite como dejar la actividad, una pregunta adecuada sería ¿Qué es
más importante, que te sientas mejor al no venir o que tu niño viva estas experiencias?.
Resumen
El interés por la natación y las actividades acuáticas se ha venido incrementando progresivamente
durante los últimos años. La explosión general en el empeño por el análisis y tratamiento de la aptitud
física ha producido avances en diversas áreas de la ciencia del deporte que también han estimulado la
investigación en el marco de las actividades acuáticas.
Este concepto (actividades acuáticas) ha sido acuñado recientemente en nuestra sociedad, pues a lo
largo de la historia el agua ha sido entendida bajo distintas concepciones (Moreno Gutiérrez, 19995 a,
1995 b, 1998 a), de las cuales, la más conocida ha sido el termino de natación. El ser humano no ha
poseído la facultad instintiva de nadar desde el comienzo de la historia, sino que ésta ha sido adquirida,
esencialmente determinada por factores sensoriomotores y perceptivo motores muy elaborados (Da
Fonseca, 1994), aunque en etapas iniciales observemos claros indicios de reflejos natatorios. El
aprendizaje de la natación, como cualquier otro aprendizaje adaptativo, no está inscrito en los genes de
la persona, al contrario de otras especies como los peces y los anfibios, que desarrollan a lo largo de su
evolución estrategias de adaptación acuática muy características. La posición bípeda de la persona ha
marcado la diferencia con el resto de los animales, pues su actitud postural y el natural equilibrio de su
cuerpo le ha permitido realizar movimientos en tierra y en agua.
A lo largo de la historia, para la enseñanza de las actividades acuáticas se han seguido diversas
metodología; su evolución ha ido desde los estilos más tradicionales, utilizando para ello el mando
directo y la asignación de tareas, hasta los estilos que hacen intervenir al participante más
cognitivamente. Dada la importancia de dichas estrategias en el proceso de enseñanza-aprendizaje de
las actividades acuáticas, en el siguiente artículo se realiza una revisión bibliográfica de los métodos
más conocidos a lo largo de los años y finalmente se apuesta por una metodología que responde a las
exigencias de las enseñanzas más contemporáneas.
Palabras clave: Actividades acuáticas. Natación. Enseñanza. Aprendizaje. Metodología.
Por otro lado, Guts Muths también diseñó implementos para facilitar la enseñanza de los
estilos de pecho y el más popular estilo de espalda fuera del agua, pero sin tener en
cuenta las diferentes consecuencias de la ley de gravedad, las fuerzas de reacción y el
momento de inercia, que a causa de la diferencia de densidad y de la gravedad
especifica entre el agua, el aire y la tierra, requerían una actividad muscular y esquemas
de fuerza, aunque los movimientos eran similares en la forma. Sin embargo,
comprendió que el nadador debía conseguir primero cierto grado de confianza; por esa
razón usaba el sistema de tres puntales: adaptación al agua, ejercicios en tierra, y
ejercicios de natación en agua. El método de instrucción de Guts Muths estaba en
consonancia con el espíritu del tiempo que le tocó vivir, siendo la instrucción el
principal método utilizado y siempre de una forma individual.
El ángulo técnico de la instrucción desarrollado por Guts Muths se aceptó como bueno y
fue desarrollado y perfeccionado por Pfuel para el entrenamiento militar; él desechaba
todas las formas de ejercicios físicos destinados a desarrollar confianza y ponía énfasis
en los ejercicios en seco y la natación estilizada en concordancia con el tiempo que
vivía. Algunas partes de este método han sobrevivido y están en uso porque son muy
convenientes para el instructor, requiriendo poca habilidad pedagógica.
Si hemos observado que durante estas décadas los ejercicios fuera del agua eran
utilizados con asiduidad para el aprendizaje de la natación, en 1843 un especialista
llamado Fuda publicó su Philonexia, donde refuta todo ejercicio físico fuera del agua, al
igual que la utilización de los implementos de flotación como podían ser las tablas,
cinturones de corcho, vejigas de cerdo, o paquetes de juncos.
Fue en 1951, cuando Lewellen realizó una de las primeras investigaciones acerca de los
métodos en la enseñanza de las actividades acuáticas. Investigó los métodos globales
(consiste en aprender la tarea practicándola sin dividirlas en partes) y parciales (consiste
en aprender la tarea desglosándola en partes) en natación sobre una muestra de 104
niños de una edad media comprendida entre los siete y los nueve años. Para el método
parcial empleó el sistema parcial progresivo de la Cruz Roja, que consistía en un tipo de
enseñanza analítica-progresiva, pasando de la inmersión/respiración, a la
flotación/deslizamiento y por último terminando en la propulsión. El objetivo que
predomina en este método es el utilitario, estando orientado fundamentalmente al
aprendizaje de la natación para formar nadadores que se salvasen y para salvar a los
demás. Los estilos que trabajan son el crol y la espalda sin la ayuda de ningún tipo de
material. Se utilizan vasos de poca profundidad, siendo la relación alumno/profesor
bastante fluida. La edad recomendada de inicio en este método es a partir de los 4-5
años, pudiéndose usar incluso con adultos. El autor señala que desde el principio del
proceso de aprendizaje con el método global se presentó al alumno una actividad total.
Lewellen practicó la unidad en la medida en que intentó alcanzar el esquema global de
la brazada. Como principal conclusión de este trabajo se deduce que en relación con el
desarrollo del estilo apropiado y de la destreza para lograr la distancia, el método total
era superior al de la Cruz Roja.
Años después Knapp (1963) afirma que en educación física y recreación las habilidades
lo conforman todo, entendiendo que el todo no es la suma de las partes. Por ello, el
alumno debe enfrentarse desde el principio al conjunto de la habilidad (excepto en
tareas peligrosas que se realizarán con ayudas; por ejemplo, al principio del aprendizaje
de una tarea motriz acuática). La ejecución del todo sólo es fragmentable en partes por
la aparición de las dificultades en algún punto del aprendizaje pero, a su vez, estas zonas
difíciles están en función de cada individuo, lo que quiere decir que un individuo no
vive en movimiento como parte si lo aprende con facilidad y ésta es mayor si se han
tenido experiencias previas en aprendizaje, tanto en el alumno como en el profesor.
Algunas veces el alumno aprende mejor con el método parcial sólo porque está
acostumbrado a aprender con él, sucediendo lo mismo con el profesor al utilizar el
método que le es más familiar (Lawther, 1968).
Los estudios sobre la utilización de un método u otro continúan con Holtz (1967), quien
comparó el método manos-pies de Silvia con el método de la Cruz Roja. El método de
Silvia surge como reacción a los métodos analíticos tradicionales. Las manos y los pies
se corresponden neurológicamente con amplias áreas sensitivas y motoras del cuerpo
humano, por lo que la autora de este método considera que deben ser los puntos más
importantes en el comienzo del aprendizaje de las habilidades acuáticas. Consiste en un
tipo de enseñanza global donde su progresión fundamental es
propulsión/respiración/flotación y manteniendo como objetivo el utilitario/educativo.
En este sistema los movimientos propulsivos de crol y espalda se introducen en las
lecciones iniciales, realizando desplazamientos largos ya que el alumno no gasta
energías para mantenerse a flote. Se utiliza con niños de cualquier edad y requieren una
gran cantidad de material. El estudio se realizó con una muestra de 76 alumnos
universitarios capaces de recorrer 25 yardas a crol o espalda elementalmente, a los que
se les dieron 12 lecciones de 35 minutos cada una. Holtz descubrió que los alumnos
enseñados con el método Silvia podían nadar más tiempo y continuamente a crol y
espalda que los que fueron enseñados a través del método de la Cruz Roja. Asimismo,
no se retraían ante un posible miedo a mantener la cabeza dentro del agua, paso inicial
para dominar la técnica respiratoria de los distintos estilos.
A partir de estas investigaciones son muchos los autores que se han lanzando a proponer
otros métodos de enseñanza en las actividades acuáticas, conjugando las progresiones
en el aprendizaje de las habilidades acuáticas, los métodos de enseñanza y los objetivos
a conseguir. El método "Catteau y Garoff" es uno de ellos y se desarrolla en Francia en
1968, con influencias de la escuela de psicomotricidad de dicho país, siendo por ello
uno de sus principales objetivos el educativo junto al utilitario. El tipo de enseñanza que
sigue es el analítico/progresivo en vaso poco profundo, aunque en algunos momentos se
intercalan ejercicios globales con atención dirigida a alguna parte del gesto. La
progresión en el aprendizaje de las habilidades, que se produce aproximadamente entre
los 6 ó7 años, es la siguiente: equilibrio, flotación, respiración y propulsión. Es un
método utilizado para la competición y por ello se progresa en primer lugar de forma
simultánea en el estilo crol y espalda para luego introducir la braza. Para su aprendizaje
se utiliza material auxiliar como flotadores en la respiración y flotadores y tablas en la
propulsión. Como innovación en la estructuración del espacio acuático se recomiendan
2 m2 de superficie de lámina de agua por alumno.
Todo esto se produce en el continente europeo mientras en América del Norte surgen
diversos métodos de enseñanza por estos años. Uno de los más destacables es el método
"YMCA" (Young Men Christian Asociation), que aparece en 1972, siendo desarrollado
a partir del método de la Cruz Roja. Son programas de iniciación a la natación muy
cortos (aproximadamente una semana de duración), que se continúan en programas que
duran 2 ó 3 años para los alumnos asociados a dicha organización. El programa está
pensado para edades entre los 6 y 12 años pero puede extenderse a jóvenes y adultos. El
vaso de aprendizaje debe ser de poca profundidad y para la enseñanza de las tareas
motrices acuáticas sólo se utiliza la tabla como material auxiliar. El tipo de enseñanza
utilizado es el analítico/progresivo, con introducción de ejercicios globales y su
progresión fundamental es respiración/flotación y propulsión. Este método se diferencia
de los demás en cuanto que las clases las da el profesor (25-30 alumnos por educador)
pero con la ayuda de 5 ó 6 líderes nadadores avanzados que colaboran en la iniciación
de los principiantes. El orden de progresión en los estilos de natación es el siguiente:
crol, espalda, braza, de lado, mariposa, introduciendo en todos los niveles los saltos.
También, a diferencia de otros métodos, se realizan dos sesiones formales semanales y
una recreativa, persiguiendo por tanto los objetivos utilitario, competitivo y
simultáneamente a ambos, el recreativo. Así, se pretende que el programa desarrolle
actividades de salvamento y socorrismo, waterpolo, saltos, submarinismo, etc.
<< anterior
Fuera de España siguen surgiendo otros métodos. Esta vez le toca al método
"Infaquatics", que es una evolución del método de la Cruz Roja desarrollado por Murray
(1980). Está pensado para aquellos padres que quieren dar clases individuales a sus
hijos con edades comprendidas entre 1 y 5 años bajo un objetivo fundamentalmente
utilitario, aunque éstos no dominen la natación. El aprendizaje debe ser de forma jugada
y placentera para el niño. El tipo de enseñanza utilizado es el analítico progresivo,
donde la progresión fundamental va desde la inmersión/respiración a la
flotación/deslizamiento y terminando por la propulsión. En este método se recomienda
el uso de vasos de poca profundidad, no siendo necesario material especial. La
progresión en el método Infaquatics es la siguiente: ejercicios de adaptación al agua
(control respiratorio, inmersión, flotación y deslizamiento), ejercicios de propulsión
(movimientos de piernas, movimientos de brazos, deslizamiento con movimiento de
piernas y deslizamiento con movimiento de brazos) y ejercicios de coordinación
(coordinación de brazos y piernas y coordinación con la respiración).
Al otro lado del Canal de la Mancha, en Gran Bretaña aparece el método "Corlett".
Propuesto por Corlett (1980), está orientado a niños de menos de cinco años aunque se
puede aplicar a cualquier edad. Propugna clases con madre e hijo, guiando el profesor
las actividades desde fuera de la piscina. Como elemento diferenciador del resto de
métodos aparece el tratamiento que hace de la introversión, manifestando que es un
factor que puede frenar la enseñanza de la natación. Utiliza todo tipo de material
auxiliar (flotadores, manguitos, pelotas, aros, etc.), que le permite al niño desenvolverse
en la parte profunda del vaso aunque recomienda el inicio por la parte poco profunda.
Establece tres niveles en el aprendizaje de las actividades acuáticas; uno primero que
denomina "renacuajos", donde se pueden usar elementos de flotación y donde se
persigue, de forma prioritaria la consecución de varias habilidades acuáticas. En un
segundo nivel aparecen los "pececillos", donde ya no existen ayudas de material auxiliar
pero sí se sigue mejorando en las habilidades, siendo uno de los principales objetivos de
este nivel conseguir nadar de forma elemental un ancho de piscina. Por último,
establece el nivel de "delfines", donde se persigue el dominio de la gran mayoría de
habilidades (salto, inmersión, flotación) y la ejecución correcta de los estilos de
natación. Utilizaba simultáneamente el método global y el analítico y su progresión en
las habilidades acuáticas es similar a la seguida por la asociación "YMCA": respiración,
flotación y propulsión, aunque se intercalan ejercicios de cada habilidad. Los objetivos
que se persiguen son el utilitario, recreativo y el competitivo, progresando en crol y
espalda simultáneamente, pudiendo, si el niño tiene la tendencia, hacerlo en braza.
Los españoles Franco y Navarro (1980) a través de su obra "Habilidades acuáticas para
todas las edades" engloban el proceso educativo en tres etapas (aprendizaje, iniciación y
orientación o especialización) utilizando como habilidades acuáticas más importantes y
en este orden, la flotación, la respiración y la propulsión. Para su puesta en práctica
utilizan el juego, descomponiendo las acciones técnicas de los estilos de natación a
través del método analítico/progresivo.
En España son varios los autores que continúan la línea marcada por la "Escuela de la
Almudena" en Madrid y la propuesta realizada por la Federación Catalana de Natación.
Como apunte de algunos de ellos resaltan Gaspar de Molina (1985), quien utiliza para la
consecución de los objetivos específicos la siguiente progresión pedagógica, en la que
se enseñan los correspondientes contenidos: respiración, flotación dinámica,
desplazamientos elementales, flotación dinámica/estática vertical, saltos básicos y giros.
Vaquero (1985) que es otro continuador de dicho trabajo, establece una metodología
basada en la flotación, respiración y propulsión. La progresión en el estudio de cada uno
de éstos variará según las referencias del profesor, la naturaleza del alumno y sobre todo
el material de que se dispone, de ahí la importancia de éste (piscina profunda o poco
profunda, que hará que la escuela se divida en subvienes y que la progresión sea
diferente). Recomienda la siguiente metodología: propulsión, respiración y flotación,
utilizando para ello un método de enseñanza global/analítico/global si el profesor es
experto, y un método analítico progresivo si es novel.
Como uno de los métodos más recientes y con una mayor definición en sus objetivos
por niveles y por etapas encontramos el de Patrik Schmitt (1989) y el de Andolfi y
Parigiani (1989). Es un método que tiene un tipo de enseñanza basado en el analítico
progresivo con uso del global, donde la progresión en habilidades acuáticas es la de
flotación/inmersión, equilibrio, respiración y propulsión, consiguiendo objetivos tan
matizados como son el utilitario, deportivo y recreativo. Establece tres niveles
diferenciados: el primer nivel denominado "del descubrimiento... a la adaptación" se
subdivide en dos fases, una primera donde hace descubrir el medio a través de la acción
continuada y una segunda fase donde el alumno se adapta al medio y se desplaza
globalmente. En el segundo nivel llamado "descubrir los principios comunes a los
desplazamientos acuáticos" se persigue la mejora de la relajación de la nuca a partir de
un trabajo de piernas, se intenta identificar cuál es el ritmo más eficaz para cada
desplazamiento y por último descubrir y luego escoger los sentidos de los
desplazamientos. En el tercer nivel llamado "aplicar estos principios a los distintos
estilos" se busca un máximo rendimiento en la ejecución, aprendiendo los distintos
estilos, salidas y virajes en natación.
En la misma línea, Illuzzi (1989) en su tesis doctoral afirma que la enseñanza de las
actividades acuáticas consiste en un movimiento de exploración a través del cual se usa
solamente el entorno acuático para la estructuración del aprendizaje y movimientos
acuáticos. Para ello utiliza el material y el juego en las piscinas, apoyándose en las
implicaciones que esto tiene para la enseñanza de las habilidades acuáticas en los niños
preescolares. Toda su propuesta está basada en el aprendizaje a través de los principios
pedagógicos comunes en la educación del movimiento. El educador usa el
descubrimiento guiado y la resolución de problemas, utilizando para ello preguntas y
organizando las habilidades acuáticas hacia las áreas de concepto, a través del uso de las
propias habilidades (Gilliom, 1970; Logsdon y Barrett, 1984), para evitar que se caiga
en un error tradicional y para hacer florecer movimientos relacionados con las
habilidades. Bajo su perspectiva, pregunta a los niños cuestiones abiertas y cerradas, las
cuales son anotadas en un informe y a su vez van acompañadas de demostraciones y
reforzamientos del educador.
Bajo los principios de este planteamiento, los niños son animados a experimentar bajo
una gran variedad de situaciones y condiciones. La enseñanza acuática es organizada en
7 áreas o habilidades: entrada en el agua, flotación, empuje y deslizamiento, control de
la respiración, movimiento de los brazos, movimiento de las piernas y combinación de
las habilidades locomotrices. Inicialmente, en una primera fase el niño explora en
inmersión sus habilidades, identificando su propio nivel de dependencia. El rol del
educador es el de provocar procesos de exploración que promuevan los cambios
iniciales usando preguntas como "¿quién puede...? o "muéstrame cómo puedes
hacerlo...". En una segunda fase se integran las habilidades que han sido aprendidas de
forma separada en la fase inicial, usando otras situaciones problema y preguntas para
promover un mayor número de habilidades acuáticas (IlIuzzi, 1989).
Aunque existen diversas opiniones sobre cuál debe ser el final de esta etapa. Para
Guilbert (1969), consiste en nadar 50 m en una o dos pruebas; para Menaud (1966) a los
8 años el alumno debe nadar 50 m libres con salida, a los 10 años 100 m libres con
salida y a los 12 años 200 m libres con salida. Sin embargo, el problema no estriba
necesariamente en la elección de una determinada prueba para justificar la culminación
de esta etapa. Su finalidad es clara: el niño debe saber nadar.
Para su organización, la escuela establecía dos grandes núcleos, de los que el primero
era el "grupo de familiarización", que a su vez se subdividía en otros dos grupos de
trabajo. Por un lado, el subgrupo que engloba a los escolares que rechazan el medio
acuático, bien, porque sientan ansiedad o miedo al agua bien por anteriores experiencias
negativas o bien por el desconocimiento del medio y por consiguiente la falta de
seguridad que les produce. La escuela perseguía en este grupo los siguientes objetivos:
buena adaptación al medio, pérdida del miedo y estado de ansiedad y vivencias
placenteras en el agua. El otro subgrupo corresponde a los alumnos que aun dominando
el medio acuático y siendo capaces de responder favorablemente a las tareas motrices
que el profesor les proponga, tienen dificultad para nadar de forma sencilla y natural.
Los objetivos que se planteaban para este subgrupo eran los siguientes: desarrollo de las
habilidades básicas, educación motriz, sentido práctico, utilización del medio acuático
para su disfrute y eliminar las fatigas y esfuerzos superfluos que la natación les supone.
Por último, el otro gran núcleo de alumnos se integrarán en el denominado "grupo de
aprendizaje" que, salvo raras excepciones; lo forman los alumnos de mayor edad cuya
autonomía natatoria les permite desplazarse en el agua nadando con cierta naturalidad y
coordinación básica. En este grupo los objetivos generales que se perseguían eran los
siguientes: conocimiento de la técnica, plena autonomía de las habilidades básicas,
depurar las destrezas motrices de que disponen, rendimiento óptimo que les
proporcionen placer por nadar en particular y en general el gusto por la práctica
deportiva.
Algo más reciente son las aproximaciones de Jean Vivensang (1993) sobre la pedagogía
moderna de la natación. En su proceso pedagógico se exponen cinco etapas, muy
relacionadas con las propuestas por Cabanes (1992): toma de confianza, descubrimiento
de los equilibrios, dominio de los equilibrios, inicio de la propulsión con mejora de los
apoyos y de la respiración, dominio de los estilos espalda y crol, de los virajes
correspondientes y de las inmersiones y propulsión con dominio de los estilos mariposa
y braza moderna, de los virajes correspondientes, de las inmersiones y de la búsqueda y
transporte del maniquí. Utiliza el descubrimiento guiado como método de enseñanza.
Matiza que el educador debe provocar y estimular las diferentes posibilidades de
movimiento del niño, estando dentro del agua con él o desde el borde del vaso. Su
progresión metodológica en las habilidades acuáticas la basa sobre todo en el equilibrio,
la respiración y la propulsión.
Albarracín y cols. (1993) abogan por desarrollar una primera fase denominada
"adaptación al medio acuático", donde quedan contemplados los desplazamientos
básicos y específicos del agua, ejercicios de flotación, exploración de este espacio,
iniciación a la adaptación de la respiración en el agua, apneas en inmersión, etc. El
siguiente paso metodológico es el trabajo de las habilidades motrices básicas
(saltos, giros, lanzamientos, equilibrios, coordinaciones) y específicas
(propulsión). En todos estos contenidos intercalan los juegos y actividades
netamente recreativas.
<< anterior
Por último, Del Castillo (1997) en su programa de actividades acuáticas para los
infantes manifiesta que este debe ser un proyecto educativo completo centrado en el
verdadero protagonista que es el niño. Su programa tiende hacia la consecución de la
autonomía del niño, permitiendo que cada chico descubra y consolide los patrones
motores que le permiten desplegar su actividad en el agua con éxito. En su proceso de
enseñanza-aprendizaje se ayuda de la utilización de apoyos manuales, material auxiliar,
etc., poniendo en práctica el principio de la "variabilidad en la práctica". En su
progresión de enseñanza parte del control de la respiración y continua con el trabajo de
las habilidades acuáticas básicas: equilibrio (flotación), cambio de posición (girar,
voltear), desplazamiento ("nadar", bucear), manipulación de objetos (coger, lanzar),
entrar al agua (zambullidas) y salir del agua (trepas).
Por ello, apostamos por un trabajo inicial basado en los juegos motrices acuáticos, en
donde se busca un juego apropiado para los procesos madurativos de los alumnos a
través de los juegos de coordinación motriz y los juegos de estructuración perceptiva.
A partir de los 8 hasta los 12 años se les seguirá dando prioridad a los ejercicios
globales frente a los analíticos, siendo el método global-analítico-global el ideal para
dar soluciones a situaciones problema en el medio acuático. El trabajo en el agua se
planteará siempre en forma de grupos, aunque también en ciertos momentos sea
necesario utilizar el trabajo de forma individual. Al tener el alumno un cierto dominio,
la asignación de tareas adquiere una preponderancia frente a los demás, aunque se
seguirá planteando el análisis de las situaciones a través de la solución por parte del
participante (descubrimiento guiado). Por otro lado, el mando directo puede ser
utilizado con cierta frecuencia en situaciones puntuales.
Resumen
El desarrollo del entrenamiento de los niños y jóvenes nadadores debe estar en correlación con las
edades de máximo rendimiento del deporte. Los primeros años debemos construir una base sólida, en la
que se puedan apoyar en el futuro. La misma debe ser fundamentalmente con el desarrollo de la
capacidad aeróbica, a través del trabajo de volumen y ritmo. La velocidad se debe mejorar a través de
un buena técnica y ritmos parejos, por lo que Es contraproducente el abuso con las distancias y tiempos
de entrenamiento que se les debe dedicar a los niños
Palabras clave: Natación. Entrenamiento. Entrenamiento de base.
En natación poco a poco han ido subiendo las edades promedio de los finalistas
Olímpicos, en la actualidad esto nos permite establecer que la edad del máximo
rendimiento en varones está por encima de los veinte años, siendo más alta para los
velocistas que para los fondistas. Las mujeres llegan un poco antes, debido a que su
desarrollo es anterior al de los varones. También es coincidente en todo el mundo que
una buena edad para el inicio dentro del deporte es alrededor de los 8 años. Esto nos da
un margen de trabajo de más de diez años. Por lo tanto no debemos apurar los pasos.
Todos concordamos que en los primeros años debemos construir una base sólida, en la
que se puedan apoyar en el futuro. La misma debe ser fundamentalmente con el
desarrollo de la capacidad aeróbica, a través del trabajo de volumen y ritmo. Todos
sabemos que el desarrollo de la capacidad aeróbica a través del mejoramiento de todas
sus variables, nos permitirá desarrollar en el futuro los entrenamientos de mayor
intensidad. Prácticamente todo el mundo coincide en los entrenamientos de volumen en
los nadadores jóvenes, a los efectos de construir la base que le permita realizar en su
etapa específica los entrenamientos de mayor intensidad.
En 1963, en su libro Natación, Forbes Carlile decía " Hasta cierto punto los velocistas
más avezados pueden concentrarse más en las distancias cortas, pero, en general
observamos que aún ellos deben entrenarse en los 400 y 1500 metros, y que mientras
son jóvenes todos los nadadores deben entrenarse como si lo hicieran para competencias
de 400 y 1500. Aquellos que tuvieran aptitudes especiales se harán velocistas a su
debido tiempo, pero, por medio de un temprano entrenamiento a distancia, habrán
desarrollado corazón y pulmones resistentes. Sin ir en zaga de otras cualidades que
hacen al campeón. Prácticamente todos los velocistas campeones de estilo libre de
Australia han comenzado como nadadores de 400 y 1500 metros. Sabía Ud., por
ejemplo que Jan Henricks (ganador Olímpico de 100 metros en 1956) hasta la edad de
15 años fue nadador de 1500 metros y que en 1953 ganó el campeonato Australiano de
esa distancia".
En nuestro medio todos los grandes nadadores de 100 y 200 metros de nuestra época
fueron aquellos que trabajaron mucho volumen en su etapa formativa (Fabián Ferrari,
Conrado Porta, Alicia Boscatto, Sebastián Lasave, Daniel Garimaldi, las hermanos
Juncos, Carlos Rava, Laura Pigliacampo, las hermanas Pino, Valeria Alvarez, Virginia
Sachero), en fin la lista es larga. Si observamos detenidamente los finalistas de los
Campeonatos Argentino de los últimos diez años, veremos que el 85 al 90 % fueron
ocupados por los nadadores cuyos entrenadores trabajan volúmenes importantes en las
edades formativas, con programas orientados hacia la creación de una base aeróbica
importante.
Cuando el niño no tiene automatizada una técnica correcta, debemos tener en cuenta que
las constantes repeticiones realizadas a baja velocidad son ideales para construir los
correctos patrones técnicos. Mientras que las cortas distancias ejecutadas a máxima
velocidad provocan deterioros en la técnica.
A altas velocidades es muy difícil detectar correctamente los errores, pero a bajas
velocidades estos errores se ven magnificados y son mucho más fáciles de detectar, por
lo tanto de corregir. Por último no olvidemos que los niños no tienen suficiente potencia
muscular para desarrollar correctamente altas velocidades, por eso es más adecuado el
trabajo de largas distancias a velocidades moderadas.
Por otro lado se encuentran aquellos entrenadores que someten a los nadadores a cargas
ó volúmenes demasiado altos, o entrenamientos sin ninguna razón técnica ni
fisiológica.. He visto a través de los años que tengo dentro de este deporte muchas
barbaridades. Infantiles A que nadan 9.000 metros por sesión y que entrenan doble
turno durante todo el año. Pre infantiles, infantiles A y B entrenando con sobrecarga,
vestidos, con remera pantalón largo y zapatillas, olvidándose de la técnica. Realizar una
tirada de tres horas a nadadores infantiles B como si fueran fondistas de aguas abiertas,
en fin, muchas más que sería muy largo enumerar. Encuentran la justificación en los
rápidos resultados obtenidos, o lo que es peor, los buenos resultados de algunos chicos
que poseen grandes condiciones, y que llegarían igual con trabajos mucho más
coherentes. Pero es posible que estos excesos los alejen también rápidamente del
deporte, por hastío, fatiga, etc. No olvidemos que el entrenamiento es un proceso de
continua adaptación. Si nosotros utilizamos todas las armas a edades tempranas, como
o con que provocamos las modificaciones necesarias para el progreso cuando los
nadadores lleguen a edades adultas (si llegan).
En el otro extremo se encuentran los entrenadores que los hacen nadar muy poco,
trabajos demasiado cortos para construir una base que nos permita un buen desarrollo de
las otras capacidades. Además si a los 12 ó 13 años no aprende lo que significa entrenar,
(disciplina, continuidad, esfuerzo, sacrificio, etc.) es muy difícil que más adelante se
meta dentro de esa disciplina deportiva.
Como una idea orientadora y a los efectos de no caer en alguno de los errores
mencionados anteriormente podemos establecer que los tiempos de trabajo para cada
edad serían:
De 8 a 9 años………….de 1 hora.
De 10 a 11 años……….de 1.15 a 1.30 hs.
De 12 a 13 años ………de 1.30 a 2 hs.
Por supuesto que esto no pretende establecer tiempos fijos y rígidos, "ENTRENAR NO
ES MATEMATICA", no siempre dos más dos son cuatro. Cada uno adaptará la idea a
su criterio, posibilidades, capacidad del grupo, horarios, etc.
Dentro de los tiempos estipulados están los que se tardan en pasar de un trabajo al otro.
Es importante que este no sobrepase nunca los 2 minutos. Si los niños van progresando,
a medida que va transcurriendo los años serán capaces de nadar mayor cantidad de
metros, en un mismo tiempo Por lo tanto las distintas edades nadan más metros no
solamente porque aumenta el tiempo de trabajo sino porque su velocidad es mayor. Los
niños de la misma edad nadarán más metros al final de una año, manteniendo el sus
minutos de entrenamiento por sesión
Un ejemplo
El plan sería una entrada en calor. Repeticiones de 200 en el trabajo principal.
Repeticiones de 50 en pierna. Repeticiones de 100 en brazos y vuelta a la calma.
Entrada en
700 9' 10'
Calor
Trabajo
200 x 18 a 2'45" 49'30" 14 a 3'30" 49'
principal
Trabajo de
50 x 24 a 55" 20'10" 16 a 1'15" 20'
piernas
Trabajo de
100 x 14 a 1'30" 21' 10 a 2' 20'
brazos
Vuelta a la
400 5'30"' 5'50"
calma
TOTALES VOLUMEN y
TIEMPO
7.300 1h.45'10" 5.700' 1h.44'50"
Vemos en estos dos planes que en un mismo tiempo de entrenamiento los nadadores de
buen nivel recorren 1600 metros más que aquellos que tienen un nivel inferior. La idea
no es que los dos realicen el mismo volumen, sino que paulatinamente el grupo inferior
vaya entrando en los tiempos de trabajo del superior y de esa forma poder realizar el
mismo volumen. Por supuesto que al otro le exigiremos más, para que recorra mayor
distancia en el mismo tiempo. Si este concepto lo aplicamos a todas las formas de
trabajo, y además tratamos de reducir al máximo el tiempo de demora entre cada
ejercicio., el grupo nadará muchos más metros en el mismo tiempo
La periodización en la niñez
No olvidemos que el objetivo es alcanzar el máximo rendimiento en la edad adecuada.
Una periodización con 2 puestas a punto chocará con las exigencias escolares y lleva
generalmente a cargas e intensidades inadecuadas para la edad.
Es más lógico no trabajar con puestas a punto definidas. Respetar los períodos de
recesión escolar. De esta forma el niño puede disfrutar de las vacaciones necesarias con
su familia, y estos períodos de descanso le proporcionan la pausa necesaria para que el
desarrollo del entrenamiento sea adecuado (4 semanas en el verano, 2 semanas en
invierno, 1 semana en abril ó mayo y 1 semana en setiembre u octubre.).
Las competencias permiten un control continuo del efecto de las formas y métodos de
entrenamiento, proporcionando una dirección óptima en el proceso de entrenamiento.
Conclusiones
Introducción
El ámbito de este trabajo está vinculado a nuestra experiencia personal como
profesionales, desde hace varios años, en la enseñanza y la práctica deportiva en el
medio acuático.
Prácticamente todos los autores de este trabajo llevamos más de una década vinculados
con la natación. Esto nos ha permitido tener una visión del agua densa, extensa en el
tiempo, quizás en un principio condicionada por lo deportivo, aspecto éste que hemos
tratado de ampliar hacia otro tipo de actividades, hacia otros planteamientos de gran
utilidad y mucho más enriquecedores desde la perspectiva motriz del individuo, sea
niño, sea adulto.
Sin embargo, a pesar de todos estos aspectos que favorecen la práctica de actividad
física en el agua, aún hoy se manifiesta uno de los obstáculos más significativos y
peculiares para dicha práctica, es el MIEDO, el miedo al agua coloquialmente hablando
o la hidrofobia, término utilizado por los estudiosos de la materia. Es este el tema que
trataremos a lo largo de esta exposición.
Calamia (1993) agrupa en dos bloques los aspectos que podían ser considerados como
las causas originarias del miedo al agua:
Hasta tal punto se asocia el miedo a los primeros contactos del individuo con el medio
acuático que en la pedagogía tradicional de la natación era considerado como un estado
emocional particular, por tanto específico del agua: el miedo acompaña necesariamente
el o los primeros contactos con el agua durante el aprendizaje del nadador; el educador
asume que "el niño tiene miedo porque es novato", "el novato tiene miedo por su
condición de novato", por tanto lo incluyen como un estado dentro de su naturaleza, y
se habla de la hidrofobia no sólo como una evidencia sino como una generalidad
(Catteau y Garoff, 1988).
Otros estudios, aún partiendo del entorno del niño caracterizado por la novedad, la
extrañeza, la agresividad potencial o presumida, presuponen que esto crea en aquél un
poder de atracción mezclado con temor (Azémar, 1990). Este autor se ha centrado
particularmente en analizar los procesos psico-fisiológicos que presiden en desarrollo
afectivo-motor del niño durante una situación de riesgo creada en los primeros contactos
del niño con el agua. Azémar (1990) relaciona tanto las consecuencias ansiógenas como
los efectos fisiológicos (bradicardias,…) manifestados por el niño con la relación de
éste con sus progenitores: …la riqueza de las interacciones niño-medio está
condicionada por la calidad de las relaciones padres-niño, especialmente por la relación
madre-niño.
Teniendo en cuenta que las fases de exploración y adaptación al medio acuático son
imprescindibles en la iniciación a la natación deportiva, es necesario retomar los datos,
aportados por los estudiosos, relativos a los comportamientos manifestados por el niño o
el sujeto que se acerca por vez primera a la piscina.
Metodología
Para realizar este estudio hemos valido de una muestra de 105 alumnos con edades
comprendidas entre 6 y 66 años. Para llevar a cabo la elección de los sujetos de la
muestra hemos considerado únicamente dos aspectos:
Para llevar a cabo la recogida de datos hemos elaborado uno cuestionario el cual ha sido
rellenado con una frecuencia semanal por el monitor encargado de cada grupo. La
interpretación de los datos recogidos nos ha permitido establecer una serie de
conclusiones.
Conclusiones
Los miedos encontrados tienen siempre que ver con experiencias negativas
anteriores.
Los estilos de enseñanza directivos crean situaciones más estresantes y una
mayor dependencia del monitor, aunque por otra parte ofrecen, por lo general,
resultados más efectivos a corto plazo.
Los miedos de los niños tienen más que ver con su integridad física, mientras
que en los adultos aparece también el miedo al ridículo y son más susceptibles a
la opinión de los demás.
En un porcentaje muy significativo tienen miedo al agua
aquellos niños cuyos padres también tienen miedo al
agua.
La progresión en la pérdida del miedo al agua en los adultos es mucho más lenta
que en los niños y esto se manifiesta principalmente en la excesiva tensión
muscular que mantienen durante su estancia en el agua.
A modo de introducción...
Para acceder al aprendizaje acuático, el niño deberá comenzar por resolver algunos
problemas:
No será el adulto-docente quien resuelva todo esto: es el niño quien, en base a sus
experiencias previas, deberá hacerlo.
2. La horizontalidad
Cuando se habla de traslación acuática económica se piensa en las posiciones
hidrodinámicas del cuerpo.
En esta etapa del aprendizaje buscamos que el niño logre la horizontalidad de su cuerpo,
tanto en posición dorsal como ventral. Ambas se fundamentarán en el mantenimiento
permanente del equilibrio del cuerpo, incluyendo además las múltiples posiciones que
ofrece la actividad acuática.
Ya al llegar a los 5 años logra con éxito la flotación vertical y la lateral, tanto en
situación dinámica como estática.
3. Los movimientos
¿Por qué las piernas primero?
Es habitual que las piernas sean protagonistas importantes en los primeros
desplazamientos. Esto es sin duda porque el pedaleo primero, y luego el batido de crol
se asemejan a la acción de caminar, donde el movimiento es alternado y continuo.
Otra de las causas de porqué las piernas primero es la necesidad de usar elementos
flotantes que se llevan con los brazos o las manos, y que favorecen el equilibrio del
cuerpo durante las primeras ejercitaciones.
Esto se debe hacer en forma global y por franca imitación de un modelo: "como papá,
como el profesor, como Juan ..."
Las repeticiones deben ser pocas, entre 4 y 6 movimientos. No habrá análisis de formas
técnicas; lo que sí debe ser clara es la información intelectual: "Nado crol cuando
muevo las piernas y los brazos" (4 a 5 años).
El recobro aéreo y la alternancia del movimiento resultan complejos antes de los 5 años.
Es muy importante dar calidad a la traslación dorsal por movimiento de piernas (buena
posición de la cadera y la cabeza) y recién entonces incorporar la brazada global (5
años).
Deberá incorporarse a todas las ejercitaciones: flotaciones, salidas del borde, entradas
de cabeza, etc., a fin de lograr la automatización del gesto.
En función de todo lo que hace es común que cometa errores importantes para la futura
técnica: llevar las rodillas al abdomen en su movimiento de batido, empujar con el
empeine en la patada de pecho, hacer la brazada perrito con los brazos debajo del tronco
y no extendidos delante del tronco, empujar el agua en las brazadas con el dorso en
lugar de las palmas ...
Ninguno de estos errores le impide hacer lo que se propone: jugar y estar en el agua.
Aunque sea difícil captar su atención, es responsabilidad del docente evitar la fijación
de cualquier error técnico.
Y además, ¿está el niño preparado para este movimiento, o debo esperar su maduración
motora?
4. La respiración
En la etapa de adaptación-aprendizaje no es lo mismo el agua en la cara — que
sorprende, agrede, molesta, desestabiliza el equilibrio — que la cara en el agua,
ejercicio que contiene un buen nivel de adaptación.
Partiendo de esta idea, el proceso de la respiración en función del nado estaría dado por
el logro de los siguientes niveles de capacidad:
3 años
La cara en el agua
Pausa respiratoria durante la inmersión
Soplar la superficie del agua (hacer burbujas)
Al emerger, sacar la boca, soplar y aspirar
4 años
Soplar por la boca en la traslación subacuática
Durante el desplazamiento, aumentar la frecuencia de soplar y tomar, con
respecto a los movimientos de brazos
Combinar la habilidad respiratoria con los diferentes movimientos de brazos
Combinar la habilidad respiratoria con todas las actividades: durante la
flotación, al nadar, al saltar al agua y emerger, etc.
5 años
Iniciar el rolido de la cabeza (eje longitudinal) y aspirar - soplar buscando la
coordinación del giro de cabeza y el movimiento de brazos durante el nado de
crol global
Lo habitual en el niño es soplar por la boca en inmersión. Pero además de poder soplar,
es importante que mantenga su habilidad de "ojos abiertos" para mirar y orientarse
dentro y bajo el agua.
5. La coordinación
Inicialmente, la coordinación de piernas, brazos y respiración no es organizada en
cuanto a ritmo y continuidad.
De 3 a 4 años es común ver que el niño mueve las piernas en forma constante y, con
menos continuidad, los brazos. Por lo general, hasta los detiene para buscar apoyarse y
sacar la boca del agua para aspirar.
6. La Orientación
Durante todo el proceso de ambientación y aprendizaje de movimientos, juegos, saltos
del borde, logro de destrezas corporales, etc., la orientación se desarrollará tanto en
superficie como en inmersión.
¿Cómo voy?
"Por arriba", "por abajo del agua" ...
¿Cómo lo hago?
"Con las piernas solas", "con los brazos y las piernas" ...
7. La evaluación
Inicial: se realiza al comienzo de la actividad y en calidad de diagnóstico. Estará
referida a las instalaciones, los materiales, los niños, el grupo, etc.
Del proceso: corresponde al desarrollo de la actividad y se refiere al niño.
Orienta al docente en la calidad de su trabajo: permite realizar cambios sobre la
planificación para obtener mejores resultados. Incluye informes a los padres.
Final: corresponde al final del año de trabajo y marca el punto de llegada a los
objetivos propuestos. Sirve como referencia de base para futuras actividades.
Recreación
El juego, como actividad libre, le permite al niño conocer y entender la realidad externa.
Podrá identificarse con otros, adaptarse a otros, compartir, disminuir el egocentrismo
propio de esta edad; en fin, socializarse.
La imagen del docente y su actitud deben ser el elemento aglutinante de los niños. Por
la idiosincrasia de esta edad, surge en ellos la necesidad de una atención personalizada,
que el docente debe orientar hacia la integración grupal.
3 años
4 años
Juego simbólico individual y grupal
Juegos de destreza: ¿Cómo lo hago?
Juegos de compartir el docente, el espacio, los juguetes
Juegos de competencia: grupos de 2 ó 3 logran un objetivo
5 años
Juegos de cooperación: yo lo llevo, él lo trae
Juegos de competición individual: ¿Quién puede ...?
Juegos de rendimiento: ¿Quién puede ... más alto, más rápido?
El ritmo, el canto y la música
Es habitual que estos elementos sean inicialmente algo que llama la atención del niño.
Actúan además como disparadores del movimiento corporal.
Es visible la diferencia del efecto que produce en los niños la propuesta hecha sólo a
través de la palabra, y la Estimulación ritmo-palabra o canto. La motivación para la
acción será mayor si es un canto el que cuenta el próximo hacer físico.
En algunas clases, de pronto todos nos reunimos en la parte playa, comienza la música y
... ¡a jugar en el agua! girando, saltando, cantando, moviendo los brazos y más ...
El silencio y el agua
Iniciación de la relajación con compromiso corporal e intelectual.
Que el niño aprenda a conocer
En este deporte se comprueba que el peso específico del cuerpo no difiere mucho
del peso específico del agua, por lo tanto el peso del cuerpo sumergido en el agua se
reduce a pocos kilogramos.
Objetivo
Que el alumno redescubra sus posibilidades motrices a través de la concientización
de actividades didácticas de carácter perceptivo, adaptándose al nuevo espacio,
posición del cuerpo, tiempos de movimiento y elementos de ayuda para la
ejecución de la técnica de nado mas apropiada, así como la inserción y
participación en un grupo social de experiencias similares.
En cualquier tipo de clase que se desarrolla en las distintas etapas de la vida y en
los distintos deportes como en la actividad física existen contenidos a desarrollar.
Aquí menciono los contenidos específicos que se llevaran a cabo partiendo con
alumnos que comienzan una actividad acuática desde cero y aclaro algunos ítems
que requieren mayor atención con Adultez avanzada y vejez.
El cuerpo del ser humano posee temperaturas corporales que varían en las
distintas partes del cuerpo y a demás que dichas temperaturas varían en los
distintos hombres y en las distintas etapas de la vida. Es por ello que si sometemos
a dos personas de distintas características de vida o iguales a una misma
temperatura van a manifestarse de forma distinta una de la otra por todo lo
mencionado anteriormente. La temperatura de la piel cambia según factores
externos tales como presión sanguínea, sudoración, etc..
Y varía según las regiones del cuerpo ya que en pliegues como ingle y axila es de
36,5° C, las temperatura rectal es de 37° C, la bucal es de 36.5° C.
Ahora una de las preguntas que nos hacemos es a qué temperatura tiene que estar
el agua de un natatorio para desarrollar actividad con adultos avanzados y que
influencia tiene la temperatura del ambiente.
Pero debemos tener en cuenta que cuanto mayor sea la temperatura del agua
mayor será la deshidratación del alumno por más mínima que sea su actividad.
Debemos saber que el agua ejerce un efecto hidroterapeutico sobre el cuerpo del
ser humano en involución ya que las posibilidades de movilidad tienden a
reducirse y el agua cálida permite mantener y/o en algunas oportunidades mejorar
dicha capacidad. es fundamental que los docentes tengamos bien claros estos
aspectos que por más mínimos que parezcan no lo son ya que debemos trabajar en
función de mejorar la calidad de vida y si no exigimos a las instituciones estos
requisitos provocaremos una aceleración en el envejecimiento del ser.
Respiración
Es fundamental. Se enseña el primer día de clase. El alumno debe saber que el aire
se toma por la boca y dentro del agua se exhala por la boca ya que si se toma por la
nariz, en los orificios nasales quedan partículas de agua que cuando se inspira
producen una sensación desagradable con una alteración del ritmo respiratorio y
tos. Si el agua entrara por la boca esta permitiría una más práctica evacuación sin
tanto desagrado. Es un contenido importantisimo porque en los alumnos de estas
etapas de la vida han experimentado muchas veces la practica de gimnasias como
el yoga y los condiciona totalmente en la actividad practica.
Cuando se trabaja en posición dorsal vamos a ver que el alumno vuelve a tensionar
descontroladamente su cuerpo y clásicamente se observa que ellos manifiestan
vértigo que es la perdida súbita del espacio con trastornos concominantes de los
reflejos de equilibración y mantenimiento de la postura, habitualmente produce la
sensación de mareos, estupor, arrebato,etc. entonces la pregunta que surge es:
¿Que es lo primero que debemos desarrollar en estos alumnos? Mi respuesta es: el
esquema corporal con un reconocimiento en forma ventral y un redescubrimiento
dorsal con ayuda sinestésica del profesor.
Entonces ¿se puede trabajar con Adultez avanzada y vejez la posición dorsal? Si
absolutamente, siempre y cuando hayamos logrado la flotación ventral y el alumno
se manifieste seguro de lo que hace. La flotación vertical se desarrollará cuando el
alumno domine técnicas de nado y trabaje en la adaptación en lo profundo.
Particularmente considero que la enseñanza de este tipo de flotación aplicada en
esta etapa de la vida debe hacer tomar conciencia que siempre que el alumno se
encuentre relajado, y tranquilo, por medio del principio de Arquímedes todo se
resolverá. Habitualmente se tiende a hacer una serie de ejercicios de carácter
cordinativos que hacen perder energía y generan tensiones desorganizadas del
cuerpo. Por lo tanto en este momento del aprendizaje se debe transferir al alumno
el para que de esta actividad. La idea es que el alumno si se encuentra en un
natatorio desarrollando la practica de natación y tiene un choque con alguna
persona, etc.. sepa que no debe malgastar sus energías sino dejarse llevar por lo
que hace el principio de Arquímedes sobre su cuerpo.
En segundo lugar enseño espalda y como ultima técnica enseño pecho. El estilo
pecho es un estilo que al alumno le da mucha seguridad porque el cuerpo no se
desequilibra, la propulsión es simétrica y hay un dominio del cuerpo que es más
practico pero desde el punto de vista de la involución biológica se observan
cambios en la posición hidrodinámica, tensiones cervicales y molestias lumbares.
Adaptación a lo profundo
Se reconstruye la técnica en la profundidad. Es importante en un par de clases la
presencia del profesor.Se trabajan las zambullidas y cuando el alumno se anime
entonces si podrá desarrollarse totalmente independiente en el natatorio.
Saber que uno no esta solo sino con alguien que necesita
también de él.
SEGURIDAD, CONFIANZA Y AMOR son los pilares para que nuestros alumnos
logren su objetivo: APRENDER A NADAR.
El presente trabajo intenta ser una muestra de la experiencia llevada a cabo en la “Escola Deportiva de Polo-
acuático” organizada por la A.D. del I.N.E.F. de Galicia, en donde se intentó llevar a la práctica una metodología
de iniciación a este deporte distinta a la tradicional (basada en la técnica y la capacidad natatoria del alumno o
alumna), usando desde un principio juegos validos para cualquier deporte sociomotriz, siguiendo en cierta
medida los postulados de BAYER (1992).
1/1
1. Introducción
El presente trabajo surge de los resultados obtenidos de una experiencia llevada a cabo en la
Escola de Polo Acuático que organizó la A.D. del I.N.E.F. de Galicia en colaboración con el
Concelho de Oleiros durante el curso académico de 1996-97. Los alumnos y alumnas tenían una
edad comprendida entre los 10 y los 14 años (aunque la mayor parte tenían 12), seleccionados
de entre los de mejores habilidades acuáticas de la Escola de Natación del curso anterior
(organizada por las entidades anteriormente citadas), lo que en principio nos permitía esperar
un grupo con total independencia en el medio acuático.
2. El planteamiento inicial
En un principio, partíamos de una modificación del planteamiento propuesto por GUERRERO
LUQUE (1992), con las teorías propuestas por BAYER (1992) y BLÁZQUEZ (1986), así como con
aportaciones propias derivadas de nuestra experiencia personal en la enseñanza y aprendizaje
de este y otros deportes socio e incluso psicomotrices, teniendo principalmente cuatro objetivos
generales, como son:
Adquirir un dominio de las habilidades específicas básicas del waterpolo.
Adquirir un dominio de las habilidades básicas acuáticas.
Favorecer el desarrollo de las cualidades físicas.
Iniciar a los deportes sociomotrices, y de forma específica al waterpolo.
En los dos primeros objetivos preferimos la formulación en términos de “adquirir” para
recalcar la importancia del proceso psicopedagógico frente al resultado del mismo (nos interesa
formar-enseñar a los jugadores, no sacar jugadores de “elite” en un corto plazo), con la
intención siempre difícil de convertir a los alumnos y alumnas en el centro de ese proceso, y no
a los resultados o al profesor como suele suceder.
En tanto al objetivo relacionado con las cualidades físicas hablamos de “favorecer...”, porque
este no va a ser un punto de actuación principal en la escuela, aunque, ahora bien siempre se
procurará una mejora de la condición física pero más bien de una forma indirecta, tanto a nivel
general como específico.
Con e ultimo objetivo queremos explicitar que lo que intentamos es la iniciación a un deporte
de equipo (sociomotriz), con todo lo que esto conlleva, es decir, tanto a nivel deportivo
(concepción espacio-temporal, estrategia tanto a nivel de comunicación como
contracomunicación práxica, reglamento, etc...), como a nivel socio-afectivo (colaboración,
respeto frente al adversario, al compañero, a las reglas, etc...), integrando de este modo, a
nivel muy general, lo que tradicionalmente se dieron en considerar los valores fundamentales
de los deportes de equipo.
3. El primer test
Pero todo este planteamiento de partida lo tuvimos que rehacer inmediatamente después de
pasar un test inicial en donde poníamos a prueba a los alumnos y alumnas en tres grandes
apartados para saber cuales eran sus conocimientos iniciales:
Los resultados no fueron ni mucho menos los esperados, haciéndose notar una falta de
independencia del agua (la mayor parte no sabían hacer pies alternos de braza). Esta situación,
además de decepcionarnos ante las expectativas e ilusiones puestas, nos hizo reflexionar, sobre
una serie de preguntas: ¿ya no podríamos enseñar waterpolo a través del juego como
queríamos?, ¿como hacerlo si los alumnos eran incapaces de mantener un brazo fuera del
agua, y mucho menos cogiendo un balón?
Todas estas preguntas nos hicieron además plantearnos un reto basado en la intención de
comprobar la siguiente hipótesis basada en las afirmaciones de BARRIÈRE (1994): ¿se pueden
adquirir las habilidades básicas específicas del waterpolo mediante el juego? Con lo
que durante los dos primeros meses de la escuela el objetivo principal fue que los alumnos y
alumnas fuesen capaces de mantenerse en el agua con una mano (o las dos) fuera de ella
(erguidas), para poder recibir o realizar un pase (sin preocuparnos de la ejecución del mismo),
y todo esto utilizando como medio el juego y la metodología anteriormente comentada.
Así, el planteamiento de la escuela quedó dividido en tres períodos, separados los dos
últimos por otro test, resultando:
Las características del juego de waterpolo que en esta fase son capaces de desenvolver
los alumnos y alumnas es: estático, con una circulación mínima del balón, concentrándose en
un espacio muy pequeño y próximo a portería todas las acciones (tanto de ataque como de
defensa), por lo tanto sin presión en la defensa (cediendo espacio para el avance del equipo
atacante).
Los contenidos de esta fase fueron sobre todo juegos de carácter general, en la búsqueda
de la adquisición por parte de los alumnos/as de esas habilidades específicas mínimas para
poder llevar a cabo acciones de juego de waterpolo, con intención de motivar hacia la práctica
(podríamos decir que trabajábamos de forma “encubierta”), sin a penas trabajo técnico
específico (apenas un 10%, utilizado normalmente en el calentamiento, previo a la aparición de
la fatiga), además de los contenidos relacionados con la ocupación-aprovechamiento del
espacio.
Ejemplos de actividades desarrolladas en esta fase son los juegos de relevos y “de pillar”
(con un objetivo añadido de la mejora de las cualidades físicas); juegos de transporte
(directamente relacionados con el objetivo de mantener un brazo fuera del agua), como “asalto
al barco naufragado” , “transporte de conos” o “robo de conos” (LLORET, 1990, 50); juegos de
ocupación-aprovechamiento de espacio como: “la muralla” (BLAZQUEZ, 1986, 82), “balón
prisionero” (LLORET, 1990, 52), situaciones de superioridad de atacante.
En este momento del curso comenzamos a introducir paulatinamente el trabajo técnico
específico, pero sin llegar a superar aproximadamente un tercio del trabajo desarrollado,
dejando más que las adquisiciones técnicas las consigan con juegos diversos, mejor que con
ejercicios analíticos.
Los contenidos continuaron teniendo los anteriores, a los que sumamos los referidos a las
habilidades básicas específicas (desplazamientos, lanzamientos, etc...), siendo actividades
típicas de este momento juegos de ocupación-aprovechamiento de espacio, en los que ya se
necesita un cierto dominio técnico como “el juego de los 10 pases” (BLAZQUEZ, 1986,184),
ejercicios de manejo de balón, juegos de persecución (buscando desplazamientos específicos),
como “el pañuelo”, actividades de natación sincronizada, juegos de waterpolo reducido (1 x 1, 2
x 1 y 3 x 3)
Las características del juego de waterpolo al final de este periodo fue completamente
distinto al anterior: las acciones eran mucho más dinámicas, las defensas no “regalaban”
espacio que facilitase el avance del ataque, se empezaban a ver acciones de técnica individual
como fintas de recepción, reversos e incluso la creatividad de los alumnos y alumnas nos
sorprendía de vez en cuando con acciones como palmeos en los remates a puerta o
lanzamientos en salto con giro. Los mayores problemas se presentaban en cuanto a la técnica
individual, y en cuanto al concepto de “espacio de apoyo” (tenían tendencia de ir todos hacia
portería, con lo que era muy fácil que en un extremo se perdiera el balón y se produjera un
contraataque).
Parece que el planteamiento inicial no era después de todo erróneo, a pesar de las
dificultades iniciales y de tener que posponer todo el trabajo específico un par de meses.
En el ultimo periodo de curso, nos centramos en las acciones individuales de los jugadores,
haciéndoles ver el paralelismo existente entre la noción de “ocupar espacio” con los
desplazamientos (dentro del juego de equipo), con el juego “cuerpo a cuerpo” (en el 1 x 1),
donde deben encontrar la zona donde el defensor es más débil (“espacio libre”) para
aprovecharla con su cuerpo, integrando incluso nociones del concepto de “acción-reacción” de
judo (CECCHINI, 1989, 78). Así pues, nuestros objetivos se centraron en este período en que
nuestros alumnos y alumnas fuesen capaces de resolver situaciones de 1 x 1 integradas dentro
del juego real, además de seguir haciendo hincapié en el trabajo específico de la mejora técnica
(tanto de nado como de acciones específicas básicas de waterpolo, llegando en este momento a
ser aproximadamente un 50 % de todos los contenidos desarrollados), además de los objetivos
de juego anteriormente planteados.
Los contenidos novedosos de esta fase fueron los relacionados con la técnica de nado (que
aparece como una necesidad) y de técnica de las habilidades específicas (no sólo ya las
básicas).
4. A modo de conclusión
El presente trabajo no pretende, ni mucho menos, ser la “panacea” en lo que la enseñanza e
iniciación al waterpolo se refiere, no tratamos más que relatar los resultados de una
experiencia, en donde se intentó superar la tradición de la enseñanza e iniciación en este
deporte, en el cual si no se tenía un alto nivel de dominio del medio acuático era imposible
aprender nada. Queda demostrado que esto no tiene porque ser así.
Por otra parte, queremos también dejar patente la necesidad de cambiar radicalmente la
enseñanza del waterpolo, en cuanto a que se trata de un deporte sociomotriz, con lo que
presenta unas peculiaridades que hacen que no sea ideal el aprendizaje de la técnica fuera de
la acción de juego, si pretendemos formar jugadores inteligentes.
Por ultimo remarcar una serie de matices que nos surgieron a lo largo de la experiencia y que
pueden resultar enriquecedores para otros técnicos, como son:
Análisis de la sinergia
entre el especialista
en socorrismo acuático
y el atleta
Antonio Fernández Costas
ies.manuel.antonio@xunta.es
(España)
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital -
Buenos Aires - Año 7 - N° 34 - Abril de 2001
1/1
"Salvar vidas es la meta más alta que un atleta puede conseguir, superior a cualquier medalla
Olímpica".
1. Introducción
Siguiendo las pautas evolutivas en cuanto a los desplazamientos de las especies, podríamos
decir que el ser humano primero es un "pez" "dominando el medio acuático" luego pasa a ser
"reptil" ya que le caracteriza la reptación, mas tarde evoluciona hacia la cuadrupedia a través
del gateo y por ultimo la bipedestación, característica que nos hace dominadores del medio
terrestre de manera volitiva.
Desde que somos engendrados hasta nuestro nacimiento estamos inmersos en un medio
acuoso, en este periodo de tiempo el ser humano esta adaptado al medio acuático, o sea
domina el medio en el que nada.
A partir de su nacimiento el ser humano cambia totalmente sus hábitos y costumbres, es en
este momento, cuando tiene que adaptarse a un medio totalmente nuevo para el, y que mas
tarde va a ser su verdadero medio, el terrestre, que estará presente en el 90% de sus vida,
dejando en la mayoría de las ocasiones, de lado el medio del primer estadio de su vida "el
acuático".
En el proceso evolutivo que finaliza aproximadamente a los cinco años, se pierde el control
sobre el medio acuático y se gana el control sobre el medio terrestre, a pesar de esa pérdida se
debe vincular al niño/a con el medio acuático desde la primera infancia para que no se
produzca esa desadaptación.
Esto nos lleva a reflexionar sobre el termino "socorrista profesional", cuya misión es la de
salvar vidas humanas en el medio acuático. Misión que no tendría sentido si no perdiésemos la
adaptación a dicho medio, la pérdida de esta adaptación nos convierte, en el sujeto pasivo de la
actividad del socorrista, que a su vez, es el sujeto activo encargado de vigilancia, prevención, y
auxilio de los sujetos terrestres que disfrutan del medio acuático, como bañistas, deportistas de
la vela, piragüistas, pescadores y todos aquellos que se encuentren en su radio de control. Por
tanto socorrista seria aquel sujeto terrestre que posee un gran dominio sobre el medio acuático,
el gráfico que a continuación expongo creo que aclarará esta reflexión:
Si además pensamos que una buena preparación atlética, puede suponer una mayor eficacia
a la hora de salvar vidas, debería tenerse en cuenta por parte de los responsables de las
distintas federaciones a la hora de seleccionar las pruebas de aptitud que los aspirantes a
socorrista tienen que pasar
De el lema de la campaña publicitaria llevada a cavo por las autoridades sanitarias años atrás
"prevenir es curar", podemos hacer la siguiente extrapolación, en socorrismo prevenir puede
ser el no intervenir y por tanto no entrar en situaciones de riesgo, tanto para el profesional
como para el sujeto en peligro, esto acerca todavía más la tesis de que una preparación atlética
y especifica capacita al socorrista para un más alto rendimiento, es por tanto un seguro de vida
para el profesional y un estupendo salvavidas para el sujeto accidentado.
Según el Plan de Formación de la FESSGA existen tres niveles de formación hasta llegar a la
capacitación de profesor de salvamento acuático, en ninguno de estos tres niveles aparece
ninguna prueba que demuestre la aptitud física que el aspirante a socorrista tiene en el medio
terrestre. Tendría que pasar por una prueba de velocidad, de resistencia, y salto como mínimo.
¿por que no se hacen?, no lo se, pero me parece una contradicción que aparezcan en las
competiciones de salvamento acuático en aguas libres pruebas como: Carrera de 2 Km. en la
playa, sprint en la playa sobre una distancia de 90 m., la prueba de las banderas y correr-
nadar-correr
Además de estas aparecen en las competiciones de salvamento acuático en piscina otras
como: Lanzamiento de salvavidas.
Se me ocurren otras pruebas que no harían mas que denotar mejor formación del atleta
como por ejemplo:
Estas pruebas y todas las que ya forman parte de los distintos niveles de aprendizaje en el
proceso de formación del socorrista, deberían ser los pilares para reforzar las ya de por si duras
pruebas para los aspirantes a verdaderos atletas del agua.
3. Análisis estructural
Si hacemos un pequeño análisis de las habilidades que ha de dominar el socorrista en el
medio acuático y terrestre, y como intervienen dichos medios sobre las actuaciones del
socorrista, obtenemos:
En este gráfico observamos, que las habilidades mas desarrolladas por el socorrista en su
tarea profesional son, los desplazamientos, tanto en el medio terrestre como en el acuático,
seguido por las respiratorias, esta solo en el medio acuático, y por ultimo tenemos las
habilidades de saltos y lanzamientos en los dos medios. En cada una de estas habilidades se
puede incluir el manejo de objetos.
No hay duda en decir que las habilidades Acuáticas son los pilares para la formación de un
buen profesional del socorrismo, aunque a mi juicio estas tendrían que complementarse con las
habilidades atléticas, que en la mayoría de las ocasiones son utilizadas como transición del
medio terrestre al acuático. Esto crea una sinergia, apoyo de unas habilidades en las otras,
aumentando el rendimiento del socorrista profesional.
(Estudio de las pruebas individuales de salvamento acuático deportivo en aguas abiertas. D. J. Arturo Abraldes Valieras).
Podemos decir, por lo que representa este cuadro, que todas las pruebas comienzan y/o
terminan en el medio terrestre, lo que pone de manifiesto la importancia del dominio atlético.
aunque en este cuadro no figuren las otras dos habilidades atléticas (lanzamientos y saltos)
estas tienen también su gran importancia al ponerse de manifiesto entre otras ocasiones en los
lanzamientos de salvavidas y en la inherente utilización de los saltos al tener- que salvar
obstáculos pasando por encima de ellos.
Existe una correlación positiva entre las habilidades acuáticas especificas y las atléticas,
dicha correlación ejerce su efecto sobre la mejora de las cualidades físicas específicas dentro de
las propias habilidades acuáticas y a través de esta mejora conseguimos un socorrista más
preparado, eficaz, y profesional. Además de esta transferencia existe otra más, y es que, el
"socorrista-Atleta" será capaz de salvar ciertos obstáculos con mayor prontitud y mayor técnica.
Lo mismo podíamos decir sobre el lanzamiento de salvavidas para llegar más lejos y de forma
más precisa gracias a los patrones motores aprendidos en las técnicas atléticas fácilmente
transferibles a las actuaciones in situ..
El cuadro que a continuación se referencia, nos clarifica las transferencias ante algunas
hipotéticas actuaciones por parte del socorrista.
Transferencias entre las Habilidades Atléticas y las acciones en la intervención del socorrista acuático
4. Conclusión
Me gustaría finalizar diciendo: el termino socorrista acuático ha de ser sinónimo de atleta y
aunque el atleta no tiene por que ser buen socorrista, el socorrista ha de ser un verdadero
atleta, ya que, cuando se trata de salvar vidas todos los medios a nuestro alcance son pocos y
esta preparación atlética le facilitará ser un mejor socorrista y por tanto un profesional más
cualificado, que es lo importante.
En pocas palabras "Que atleta es este socorrista" esta frase denota que el profesional del
socorrismo tiene un grado de preparación, superior a todos aquellos que no dominan las
habilidades atléticas específicas y por tanto le pone en disposición de socorrer de forma más
eficaz. Ahora bien, no debemos confundir nunca la afirmación anterior con la siguiente "que
atlético es este socorrista". Ya que esta es una forma hedonista de alabar un gran cuerpo y no
por estar "cachas" disponemos de las cualidades físicas especificas que nos brindan los
patrones motores aprendidos en las técnicas atléticas y las especificas del socorrista.
"Salvar vidas es la meta más alta que un atleta puede conseguir, superior a cualquier
medalla Olímpica". El socorrista ha de estar por encima de la gloria olímpica, pero no por
debajo de la preparación de cualquier atleta olímpico, por que su meta es mucho más altruista.
El lema olímpico (Citius, Altius, Fortius) es la mejor justificación para demostrar mi tesis, el
socorrista debe ser capaz de ir mas lejos, mas alto, y mas fuerte que ningún otro deportista.