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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGIA
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL JOSE ANTONIO
ANZOATEGUI EXTENSIÓN ANACO
ESTADO ANZOATEGUI

ETICA Y NORMAS DE LA
AUDITORIA ADMINISTRATIVA

Integrantes:

Morey, Robinson C.I.: 21.399.094

Bolívar, Neribeth C.I.: 10.933.812

Santana, Yessika C.I.: 20.712.589

Anaco, Mayo del 2019

ETICAS Y NORMAS DE LA AUDITORIA ADMINISTRATIVA

La ética constituye un conjunto de valores y principios que guían la


labor cotidiana de los auditores. La independencia, las facultades y las
responsabilidades del auditor plantean elevadas exigencias que se emplean
en la labor de la auditoría. Por lo tanto la ética de los auditores debe
constituir un complemento necesario que fortalezca aún más las normas
de auditoría existentes. La conducta de los auditores debe ser
irreprochable en todas las circunstancias ya que cualquier deficiencia en
su conducta profesional perjudicara la imagen de integridad de los demás
auditores que represente, pudiéndose plantear dudas acerca de la
fiabilidad y la competencia profesional así como la calidad y la validez de
su labor de auditoría. De allí la importancia de que existan normas para
esta labor, así como la adopción y la aplicación de códigos de ética, con la
finalidad de buscar promover la confianza, seguridad y credibilidad de los
mismos, a través de la aplicación de exigencias propias basadas en
integridad, independencia, objetividad, confidencialidad y competencia
profesional.

Un auditor debe conducirse de un modo que promueva la


cooperación y las buenas relaciones entre los auditores dentro de la
profesión. El apoyo por parte de sus miembros y su cooperación recíproca
constituyen elementos esenciales de la profesionalidad.

Por su parte la integridad constituye el valor central del código de


ética de la auditoria administrativa, ya que los auditores están obligados a
cumplir normas elevadas de conducta como la honradez e imparcialidad
durante su trabajo y en sus relaciones con el personal de las determinadas
organizaciones, buscando preservar la confianza de las personas. La
integridad podrá medirse en función de lo que es correcto y justo exigiendo
a los auditores que se ajusten tanto a la forma como al espíritu de las
normas de auditoría y de ética. Así mismo también exige que se ajusten a
los principios de la administración como base fundamental para mantener
normas irreprochables de conducta profesional, tomar decisiones acordes
con el interés de la organización, y aplicar un criterio de honradez
absoluta en la realización de su trabajo y el empleo de los recursos con
que cuenten.

NORMAS DE LA AUDITORÍA ADMINISTRATIVA

Denominadas Normas de Auditoría generalmente aceptadas


(NAGAS), son los principios fundamentales de Auditoría que deben
practicar los auditores durante el proceso de Auditoría y cuyo
cumplimiento garantiza la calidad del trabajo profesional del auditor. Las
NAGAS tienen su origen en los Boletines (Statement on Auditing Standart
o SAS, emitidos por el comité de Auditoría del Instituto Americano de
Contadores Públicos de los Estados Unidos de Norte América en el año
1948.

Las normas de auditoría son lineamientos por medio de los cuales se


regula la calidad de trabajo del auditor y pueden ser:

 Normas personales o generales


 Normas relativas al trabajo de campo
 Normas relativas a la elaboración del informe de Auditoría

NORMAS PERSONALES O GENERALES

Contempladas también en los Códigos de Ética de otras profesiones,


son las referidas a la calidad del trabajo y a las cualidades que el auditor
debe tener para poder realizar todo el estudio. Tienen carácter general y se
aplican al proceso del examen. Estas normas se relacionan básicamente
con la conducta funcional del auditor como persona humana y regula los
requisitos y aptitudes que debe reunir para actuar como auditor. Estas
normas son: Entrenamiento y capacidad profesional: Cuidado o Esmero
profesional e Independencia de criterio.

El entrenamiento y capacidad profesional se refiere a que el examen


debe ser efectuado por personas que tienen entrenamiento técnico
adecuado y capacidad profesional como Auditor.

Cabe destacar que además de los conocimientos técnicos obtenidos


en los estudios universitarios, se requiere la aplicación práctica en el
campo con una buena dirección y supervisión, ya que la madurez de juicio
del auditor (obtenida por la experiencia), le permitirá lograr la certeza
moral suficiente para determinar que el hecho ha sido razonablemente
comprobado, de tal manera que en la medida que esta disminuya a través
de los diferentes niveles de experiencia de los auditores la certeza moral
será más reducida y es por eso que se requiere la supervisión la
supervisión de los asistentes por los auditores experimentados para lograr
la evidencia suficiente. Este adiestramiento, capacitación y práctica
constante forma la madurez del juicio del auditor, a base de la experiencia
acumulada en sus diferentes intervenciones, encontrándose en condición
de ejercer la Auditoria como especialidad.

El Cuidado o Esmero profesional tiene su base en que el auditor


debe ejercer el debido cuidado profesional en la ejecución del examen y la
preparación del dictamen. Es aplicable para todas las profesiones, ya que
cualquier servicio que se proporcione al público debe hacerse con toda la
diligencia del caso, lo contrario es la negligencia, que es sancionable. Un
profesional puede ser muy capaz, pero pierde totalmente su valor cuando
actúa negligentemente.

El esmero profesional del auditor, no solo se aplica al trabajo de


campo y elaboración del informe, también se debe aplicar en todas las
fases del proceso de auditoría y en la planificación, cuidando la calidad y el
riesgo. Por consiguiente, el auditor siempre tendrá como propósito hacer
las cosas bien, con toda integridad y responsabilidad en su desempeño,
estableciendo una oportuna y adecuada supervisión a todo el proceso de la
auditoría.

Y por último, pero no menos importante, la independencia de criterio


es la obligación que tiene el auditor de mantener libertad mental en todos
los asuntos relativos a su trabajo profesional. Es así como la
independencia puede concebirse como la libertad profesional que tiene el
auditor para expresar su opinión libre de presiones (políticas, religiosas,
familiares) y subjetividades (sentimientos personales e intereses de grupo).

Lo que significa que el auditor no solo debe tener la actitud mental


de tener independencia de criterio, sino también “parecerlo”, es decir,
cuidar su imagen ante los usuarios de su informe, que no solo es el cliente
que lo contrató sino también los demás interesados (entidades bancarias;
proveedores; trabajadores y Estado, entre otros).

NORMAS RELATIVAS AL TRABAJO DE CAMPO

Estas normas regulan el trabajo del auditor durante el desarrollo


de la auditoría en sus diferentes fases (planificación; trabajo de campo y
elaboración del informe). Su propósito es que el auditor obtenga la
evidencia suficiente en sus papeles de trabajo para apoyar su opinión
sobre la confiabilidad de los estados financieros y controles internos de la
empresa. En otras palabras, son los elementos básicos fundamentales en
la ejecución del trabajo del auditor que constituyen la especificación del
grado de exigencia del cuidado y dirigencia de parte del auditor y
comprende de: la planificación y dirección profesional (supervisión
adecuada); estudio y evaluación del control interno y evidencia suficiente y
competente.

La planificación y dirección profesional o supervisión adecuada, se


basa en que el examen debe ser planeado adecuadamente y el trabajo de
los asistentes del auditor, si los hay, debe ser debidamente supervisado.
La auditoría debe ser planificada y el trabajo de los asistentes del auditor
(si los hay), debe ser debidamente supervisado. La planificación estratégica
del proceso de trabajo de auditoría debe realizarse utilizando el enfoque
“arriba hacia abajo”, es decir, iniciarse recabando información y
analizando las características del negocio, la organización, financiamiento,
sistemas de producción, funciones de las áreas básicas y problemas
importantes, cuyos efectos económicos podrían repercutir en forma
significativa sobre los estados financieros de la empresa objeto de estudio y
debe terminar con la elaboración del programa de auditoría. Por todo lo
anterior, la supervisión del trabajo de auditoría debe efectuarse en los
papeles de trabajo, dejando constancia de esta inspección y debe aplicarse
también a todas las fases del proceso, permitiendo garantizar su calidad
profesional.

Para determinar la naturaleza, el alcance y la oportunidad de los


procedimientos de auditoría se deben estudiar y evaluar los estados
Financieros y la estructura del control interno de la empresa en estudio.
Este último elemento incluye los componentes del ambiente de control, la
evaluación de los riesgos, actividades de control, información y
comunicación y los de supervisión y seguimiento, mediante métodos de
evaluación descriptivos, cuestionarios y flujogramas. Es por ello que, el
estudio y evaluación de los controles internos conlleva a todo un proceso
que se inicia con su comprensión, continúa con una evaluación
preliminar, luego con pruebas de cumplimiento, revaluación de los
controles y finalmente, de acuerdo a los resultados de su evaluación, se
restringen o amplían las pruebas sustentativas.
Para resumir todo lo anteriormente expuesto, se puede afirmar que,
en el estudio y evaluación del control interno, el auditor debe estudiar y
evaluar adecuadamente este sistema para establecer el grado de confianza
que merece y determinar el alcance de las comprobaciones que deben
efectuarse mediante los procedimientos de Auditoria. La evidencia,
suficiente y competente establece que la información recaudada debe ser
obtenida por el auditor mediante la inspección, observación, indagación y
confirmación para contar con una base que permita dar una opinión de los
Estados Financieros sujetos a examen. Y con respecto a la opinión que el
auditor tenga de los estados financieros sujetos a la auditoría, este debe
obtener las evidencias competentes y suficientes mediante la inspección,
observación, indagación y confirmación para proveer una base razonable
que le permita expresar su dictamen.

La evidencia es el conjunto de hechos comprobados, suficientes,


competentes y pertinentes para sustentar una conclusión. Esta será
suficiente cuando los resultados de una o varias pruebas aseguren la
certeza moral de que los hechos a probar o los criterios cuya corrección se
está considerando han quedado razonablemente comprobados y será
competente cuando se refiera a hechos, circunstancias o criterios que
tengan real importancia, en relación al asunto examinado. Entre las clases
de evidencia que obtiene el auditor se encuentran:

 Evidencia sobre el control interno y el sistema de contabilidad,


porque ambos influyen en los saldos de los estados financieros.
 Evidencia física.
 Evidencia documentaria (originada dentro y fuera de la entidad).
 Libros diarios y mayores (incluye los registros procesados por
computadora).
 Análisis global.
 Cálculos independientes (computación o calculo).
 Evidencia circunstancial.
 Acontecimientos o hechos posteriores.

NORMAS RELATIVAS A LA PREPARACIÓN DEL INFORME

Estas normas regulan la última fase del proceso de auditoría, es


decir, la elaboración del informe, para lo cual, el auditor habrá acumulado
en grado suficiente las evidencias, debidamente respaldadas en sus
papeles de trabajo. Por ello exigen que el informe exponga de qué forma se
presentan los estados financieros y el grado de responsabilidad que asume
el auditor.

El informe debe contener: el grado de aplicación de los Principios de


Contabilidad Generalmente Aceptados; su consistencia; revelación
suficiente y la opinión del auditor. Estas normas de auditoría se refieren,
en primer lugar, a la exigencia de que el auditor debe expresar en su
dictamen, si la empresa se ha enmarcado dentro de los Principios de
Contabilidad Generalmente Aceptados y si sus estados financieros están
presentados de acuerdo a ellos. Estos principios se pueden definir como
leyes fundamentales aprobadas como buenas y prevalecientes por la
profesión contable y adoptada por la auditoría como guías y como
fundamento en lo concerniente a la contabilidad, para garantizar la
razonabilidad de la información expresada a través de los Estados
Financieros.

Existirá Consistencia en el informe si éste expresa que los Principios


Generalmente Aceptados de la Contabilidad han sido observados
adecuadamente en el periodo examinado de los estados financieros en
relación con el ejercicio anterior. Se entenderá que existe revelación
suficiente cuando el informe indique que los estados financieros muestran
en forma razonable y adecuada la información necesaria para
interpretarlos correctamente. Y la opinión del auditor se puede definir
como el dictamen del auditor sobre si el control interno y los estados
financieros de la empresa en estudio presentan o no razonablemente la
situación financiera y los resultados de sus operaciones y podrá
presentarse como: un dictamen en limpio o sin salvedades; dictamen con
salvedades; dictamen adverso o como un dictamen con abstención de
emitir opinión.

El dictamen en limpio o sin salvedades se emitirá cuando el auditor


expresa la opinión de que los estados financieros presentan
razonablemente la situación financiera y los resultados de las operaciones
de la empresa de acuerdo con los principios contables y aplicados sobre
una base consistente en el año anterior. El dictamen con salvedades se
emitirá cuando los estados financieros de la organización presenten
razonablemente la situación financiera salvo excepciones o limitaciones
que no afecten de manera importante o significativa la situación financiera
o resultados de operaciones mostradas. El informe con dictamen adverso
expresará la opinión del auditor cuando este llega a la conclusión de que
los estados financieros no presenten razonablemente la situación
financiera y los resultados de conformidad con los principios de
contabilidad aplicados consecuentemente. Y cuando se presenten
restricciones a la aplicación de los procedimientos de auditoría o el auditor
no esté en condiciones de dar una opinión profesional sobre los estados
financieros emitirá el dictamen con abstención de emitir opinión,
explicando claramente las razones por las que no ha podido dictaminar.

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