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Son los principios y requisitos que debe cumplir el auditor en el desempeño de sus funciones de
modo que pueda expresar una opinión técnica responsable, también son llamadas Normas Técnicas
de Auditoría.
Dichas normas sirven para medir la calidad de los objetivos de la auditoría y las acciones realizadas
para alcanzarlos
La organización de auditorias, debe adoptar políticas y procedimientos para obtener el personal con
las cualidades adecuadas así como para desarrollarlo y capacitarlo para que sea capaz de llevar a
cabo sus tareas de manera efectiva.
El personal también debe poseer un amplio conocimiento del medio específico en el cual opera la
entidad auditada, en relación con la naturaleza de la auditoría que se realice.
Las NAGAS tienen su origen en los Boletines (Statementon Auditing Estándar – SAS), emitidos en
1948 por el Comité de Auditoría del Instituto Americano de Contadores Públicos de los Estados
Unidos de Norteamérica (AICPA), constituyéndose en los principios y requisitos que deben
observar necesariamente los auditores en el desempeño de sus labores durante todo el proceso de
auditoría, cuyo cumplimiento garantizará su trabajo profesional, su opinión técnica y las
conclusiones a las que arribará, a la vez que reducirá el riesgo de auditoría.
“La auditoría debe ser efectuada por personal que tiene entrenamiento técnico y pericia como
auditor[1]”
Esta norma refiere, que aparte de ser profesional, el auditor debe poseer un entrenamiento
especializado, esto implica la adquisición continua de conocimientos teóricos, técnicos y
habilidades necesarias para desarrollar su trabajo.
“En todos los asuntos relacionados con la Auditoria, el auditor debe mantener independencia de
criterio”
Esta norma prescribe que el auditor debe mantener una actitud mental independiente, libre de
influencias y presiones sean estas de índoles políticas, religiosas, familiares o de cualquier otra, que
comprometan su juicio profesional, la independencia puede concebirse como la libertad profesional
que le asiste al auditor para expresar su opinión con objetividad e imparcialidad.
Recogiendo lo que dijo el filósofo Sócrates[2], el auditor no solo debe ser independiente también
debe parecer independiente[3], esto es, que aparte de ser, el auditor también debe transmitir no tener
intereses ajenos a los profesionales, ni estar sujeto a influencias susceptibles que comprometan su
profesionalismo y honorabilidad. Por tanto, se debe evitar los conflictos que pueden de hecho o en
apariencia afectar la objetividad y el profesionalismo de los auditores durante su desempeño y con
ello la credibilidad e independencia.
La credibilidad de la auditoría, se basa en la objetividad con que los auditores desempeñan sus
labores profesionales; ser objetivo incluye mantener una actitud independiente de hecho y de
apariencia en la ejecución de la auditoría, también implica imparcialidad, honestidad intelectual y
sobre todo, no tener conflicto de intereses.
La integridad debe entenderse como la rectitud intachable en el ejercicio profesional, que obliga al
auditor ser honesto y sincero en la realización de su trabajo y en la emisión de su informe. En
consecuencia, todas y cada una de las funciones que han de realizar los auditores deben de estar
presididas por una honradez profesional irreprochable[5].
Esta norma requiere que el auditor desempeñe su trabajo con el cuidado y la diligencia profesional
debida; la diligencia profesional impone la responsabilidad de hacer las cosas bien, estableciendo
una oportuna y adecuada supervisión a todo el proceso de la auditoría.
El cuidado profesional es aplicable para todas las profesiones, ya que cualquier servicio que se
proporcione al público debe hacerse con toda la diligencia del caso, especialmente en el campo de
la auditoría, puesto que, la mejora de sus propias competencias, la educación continua y el control
de calidad en el desarrollo de su labor, son principalmente responsabilidad de los propios auditores
en forma individual.
El esmero profesional del auditor no solamente se aplica en el trabajo de campo y elaboración del
informe, sino en todas las fases del proceso de auditoría.
4. Planeamiento y supervisión
“La auditoría debe ser planificada apropiadamente y el trabajo de los asistentes del auditor, si los
hay, debe ser debidamente supervisado”
“Se debe estudiar y evaluar apropiadamente la estructura del control interno para establecer el
grado de confianza que merece, y consecuentemente, para determinar la naturaleza, el alcance y la
oportunidad de los procedimientos de auditoría”
Es sabido que los controles internos fortalecen la confianza en los procesos y sistemas
administrativos de la entidad, estas normas regulan el funcionamiento, mantenimiento,
perfeccionamiento y evaluación del sistema de control interno en todas las entidades[10].
Por su parte, la Ley 28716 – Ley del Control Interno lo define de la siguiente manera:
“(…) se denomina sistema de control interno al conjunto de acciones, actividades, planes, políticas,
normas, registros, organización, procedimientos y métodos, incluyendo la actitud de las autoridades
y el personal, organizados e instituidos en cada entidad del estado, para la consecución de los
objetivos (…)”
“El informe deberá especificar si los estados financieros están presentados de acuerdo a los
Principios Contables Generalmente Aceptados”.
8. Consistencia
“El informe deberá identificar aquellas circunstancias en las cuales tales principios no se han
observado uniformemente en el periodo actual con relación al periodo precedente”.
Esta norma también está circunscrita a la Auditoría Financiera, por tanto, el informe debe revelar
aquellas situaciones en las cuales éstos principios no se han observado uniformemente en el periodo
actual con relación al periodo anterior, pues la variación en la aplicación de las normas y los
principios contables afectan los resultados y por ende la comparabilidad de los estados financieros.
9. Revelación suficiente
A menos que el informe del auditor lo indique, se entenderá que los estados financieros presentan
en forma razonable y apropiada toda la información necesaria para presentarlos e interpretarlos
apropiadamente.
“El informe deberá expresar una opinión con respecto a los estados financieros tomados como un
todo o una aseveración a los efectos de que no puede expresarse una opinión. Cuando no se puede
expresar una opinión total, deben declararse las razones de ello. En todos los casos que el nombre
del contador es asociado con estados financieros, el informe debe contener una indicación clara de
la naturaleza del trabajo del auditor, si lo hubo, y el grado de responsabilidad que el auditor asume”.
El auditor debe formarse una opinión con base en la evaluación de las conclusiones sacadas de la
evidencia de auditoría obtenida sobre si los estados financieros en su conjunto han sido preparados
de conformidad con los principios contables y nomas de información financiera aplicable. Esta
opinión deberá expresarse claramente en un informe escrito que también describa las bases de dicha
opinión / dictamen.
NORMAS GENERALES
•Entrenamiento y capacidad social: el examen debe ser efectuado por personas que tienen
entrenamiento técnico adecuado y capacidad profesional como Auditor.
•Esmero y capacidad profesional: el Auditor debe ejercer el debido cuidado profesional en
la ejecución del examen y la reparación del informe.
•Independencia de criterio: en todos los asuntos relacionados con el examen del Auditor
debe tener independencia de criterio.
•Estudio y evaluación del control interno: el Auditor debe estudiar y evaluar apropiadamente el
sistema de control interno como base para determinar el grado de confianza que merece y
consecuentemente por determinar el alcance de las comprobaciones que deben efectuarse mediante
los procedimientos de Auditoria.
•Evidencia, suficiencia y competencia: el Auditor debe obtener una evidencia adecuada en grado
suficiente mediante la inspección, observación, indagación, confirmación para contar una base que
nos permita dar una operación de los Estados Financieros sujetos al examen.
Que el examen se hizo de acuerdo con las normas de auditoría generalmente aceptadas aplicables en
las circunstancias.
Que los estados financieros se han preparados de acuerdo con los principios de contabilidad
generalmente aceptados, aplicados uniformemente.
Una auditoría externa permite obtener evidencia suficiente y apropiada para expresar una opinión
sobre los estados financieros de una empresa.
Debe determinar cuanta y qué tipo de evidencia debe obtener para poder emitir un informe que
cumpla con las normas de auditoría y evite al máximo el riesgo de otorgar un dictamen equivocado.
En otras palabras, debe corroborar cuando los estados financieros representan razonablemente la
situación financiera de la compañía y cuando en realidad existen representaciones incorrectas
significativas, causadas por desviaciones a principios contables, estimaciones erróneas importantes
u omisión de información relevante.
No existe una única fórmula para efectuar la auditoría externa de una misma empresa. Auditar
requiere de una planificación y supervisión adecuadas, metodologías de trabajo rigurosas, así como
profesionales competentes.
El profesional que la ejecuta debe declarar si la información que se presenta está o no de acuerdo
con principios de contabilidad generalmente aceptados, además de identificar aquellos casos en los
que dichos principios no han sido uniformemente aplicados.
Para un auditor externo no resulta factible revisar todas las transacciones porque la revisión sería
interminable. Por ello, toma en consideración el control interno relevante de la compañía, a objeto
de diseñar los procedimientos de auditoría apropiados que le otorguen confianza.
El profesional que la ejecuta debe declarar si la información que se presenta está o no de acuerdo
con principios de contabilidad generalmente aceptados, además de identificar aquellos casos en los
que dichos principios no han sido uniformemente aplicados.
Esta segunda norma requiere no de una aseveración del auditor, sino de su opinión sobre si los
estados financieros están presentados de acuerdo con tales principios. Cuando se presentan
limitaciones en el alcance del trabajo del auditor que lo imposibilita para formarse una opinión
sobre la aplicación de los principios, se requiere la correspondiente salvedad en su informe.
El objetivo de la norma sobre uniformidad es dar seguridad de que la comparabilidad de los estados
financieros entre períodos no ha sido afectada substancialmente por cambios en los principios
contables empleados o en el método de su aplicación, o si la comparabilidad ha sido afectada
substancialmente por tales cambios, requerir una indicación acerca de la naturaleza de los cambios
y sus efectos sobre los estados financieros.
La norma sobre uniformidad está dirigida a la comparabilidad entre los estados financieros del
ejercicio corriente con los del ejercicio anterior, aunque no se presenten estados financieros por tal
ejercicio, y a la comparabilidad de todos los estados financieros que se presenten en forma
comparativa.
La tercera norma relativa a la información del auditor a diferencia de las nueve restantes es una
norma de excepción, pues no es obligatoria su inclusión en el informe del auditor. Se hace
referencia a ella solamente en el caso de que los estados financieros no presenten revelaciones
razonablemente adecuadas sobre hechos que tengan materialidad o importancia relativa a juicio del
auditor.
Si bien el auditor independiente es responsable de formar y expresar su opinión sobre los estados
financieros, la responsabilidad respecto a dichos estados es de la gerencia de la entidad.
- Esta Norma describe en forma general el objetivo y los principios básicos que rigen las
responsabilidades del auditor independiente, y que éste debe cumplir cada vez que lleve a cabo una
auditoría de estados financieros o información afín.
- Otras Normas Internacionales de Auditoría describen en detalle los principios básicos que aquí se
establecen, a fin de sentar las pautas que deben enmarcar a los procedimientos de auditoría y a las
prácticas de dictamen. Para cumplir con los principios básicos es obligatorio aplicar los
procedimientos de auditoría y las prácticas de dictamen que sean apropiados a las circunstancias
particulares de cada caso.
- La opinión del auditor independiente ayuda a conferir credibilidad a los estados financieros. El
usuario, sin embargo, no deberá suponer que la opinión del auditor constituye una garantía sobre la
futura viabilidad de la entidad, ni una calificación sobre la eficiencia o eficacia con que ha
conducido la gerencia las operaciones de la entidad.