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DEFINICION DE CONTRIBUCIONES ESPECIALES

Las contribuciones espaciales se dividen en contribuciones de mejoras y para fiscales.

OEA -BID (artículo 17):

La contribución especial es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador beneficios
derivados de la realización de obras públicas o de actividades estatales y cuyo producto no debe
tener un destino ajeno a la financiación de las obras o las actividades que constituyen el presupuesto
de la obligación.

La contribución de mejoras es la instituida para costear la obra pública que produce una
valorización inmobiliaria y tiene como límite total el gasto realizado y como límite individual el
incremento de valor del inmueble beneficiado.

La contribución de seguridad social es la prestación a cargo de patronos y trabajadores


integrantes de los grupos beneficiados destinada a la financiación del servicio de previsión.

CIAT (artículo 12):

Contribución especial es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador beneficios
derivados de la realización de obras públicas, prestaciones sociales y demás actividades estatales y
cuyo producto no debe tener un destino ajeno a la financiación de las obras o las actividades que
constituyen el presupuesto de la obligación.

Ley general tributaria española articulo 26 Punto 1 inciso b)

Las contribuciones especiales son aquellos tributos cuyo hecho imponible consiste en la obtención
por el sujeto pasivo de un beneficio o aumento de valor de sus bienes como consecuencia de la
realización de obras publicas o del establecimiento o ampliación de servicios públicos.

Con esta ultima consecuencia (ampliación) Urresti sostiene que pueda dar lugar a interpretaciones
equivocas, se podría mezclar con una tasa, el servicio es causa de la tasa y el beneficio es causa de
la contribución.

MONTOS A COBRAR POR CONTRIBUCIÓN DE MEJORAS


Para establecer una contribución de mejoras hay que tener en cuenta una serie de circunstancias, la
decisión política de financiamiento independientemente de que al imponerlas debe reunir una serie
de condiciones legales lo cual es siempre es necesario.

En la contribución de mejoras el legislador debe optar:


a) si la obra la financia totalmente por contribución de mejoras,
b) si financia una parte por contribución de mejoras y otra con otros recursos financieros propios
c) si financia parte por contribución de mejoras, parte por recursos financieros y parte por los
usuarios de esa obra o no financiarla con contribuciones de mejoras.
Esta opción dependerá de una decisión política que bien tomada no es arbitraria.

Se pueden financiar con impuestos, obras que produzcan un beneficio pero no se puede
financiar con contribuciones de mejoras los servicios indivisibles.

Tiene que ser una obra pública realizada en un bien del dominio público (art. 2340 Cod. Civil) que
produzca un beneficio y que este beneficio en general sea en un ámbito de difusión radial.
Estos requisitos se deben cumplir conjuntamente para poder establecer una contribución de mejoras.

Elementos fundamentales Jurídico: determinación clara del ámbito físico que va a estar alcanzado
por la contribución de mejoras. La determinación de este ámbito físico va a ser lo que va a fijar
quien es contribuyente y quien no.

El problema es determinar hasta donde se irradia el beneficio. No todos pagarán la misma


proporción, va a ir decreciendo en la medida en que sea más lejano a la obra realizada. El beneficio
se exterioriza por el mayor valor que adquiere la propiedad inmueble.

Hay que prever a priori el costo de la obra y el monto a prorratear entre los titulares de dominio ya
que hay normas que establecen topes para el cobro de la contribución de mejoras.

El monto que se puede cobrar tiene dos límites a favor del contribuyente: el costo total de la
obra y el mayor valor que adquirió la propiedad.

La obra publica tiene que producir una beneficio que se traduce en el mayor valor venal del
inmueble afectado a la obra. El valor del inmueble antes y despues de la obra debe haber
aumentado, sino no se puede cobrar contribucion de mejoras y mucho menos si trae un perjuicio o
perjudica.

Si el perjuicio es subjetivo no es indeminizable, si hay perjuicio económica grande que


desnautraliza la propiedad se utilizaria el instituto de la expropiacion inversa.
Cuando se puede cobrar?: realmente sólo se cobra cuando se termina la obra. Macon dice que esto
lleva al fracaso de la contribución por mejoras. Si la obra la realiza un particular estaría bien que se
cobre al finalizar la obra. Esto carece de sentido cuando la obra la realiza el estado, lo lógico sería
que la cobre cuando se inicia la obra ya que esto permitiría al estado una mayor movilidad
económica.

En Argentina la contribución por mejoras es del siglo pasado, la más importante fue la ley que creo
el Fondo de Vialidad.

Exenciones: En general no están contempladas exenciones para contribuciones de mejoras ya que se


produciría un enriquecimiento sin causa.

DIFERENCIA ENTRE IMPUESTOS, TASAS Y CONTRIBUCIONES, PRECIO PÚBLICO Y PEAJE

Necesidades Servicio Demanda


Individual Divisible Voluntaria
Colectiva Indivisible Coactiva
Pública
Primaria (indelegable)
Secundaria (delegable)

Tipo Necesidades Servicios Demanda


Precios Individuales Divisibles Voluntaria
Tarifas Colectivas Divisibles Voluntaria (1)
Impuestos Públicas Indivisibles Coactiva
Tasas Colectivas Divisibles Coactiva
Contribuciones Colectivas Beneficio (2) Coactiva

1) La tarifa puede ser cuasi privada cuando es a ganancia, pública cuando es al costo o política
cuando es a pérdida.
2) No hay contribución sin beneficio

CONTRIBUCIÓN DE MEJORAS
I — Introducción

Sabemos que la clasificación más aceptada por la doctrina y el derecho positivo es la que divide los
tributos en: impuestos, tasas y contribuciones especiales. Por tanto, estas categorías, con
peculiaridades propias, son especies de un mismo género.

Este criterio de la división tripartita, también ha sido recogido por nuestra jurisprudencia al
distinguir que ciertos tipos de "aportes" o "cargas legales", que no son impuestos ni tasas,
constituyen una tercera categoría denominada contribuciones especiales, dentro del género tributos.

Algunos autores (Ingrosso, Seligman, Einaudi) consideran dentro de las contribuciones especiales
sólo a la contribución de mejoras. Otros (Giuliani Fonrouge, Villegas) agregan, asimismo, como
especie las contribuciones de seguridad social y las relacionadas con fines de regulación económica
o profesional. A éstas suele denominárselas " contribuciones parafiscales ".

En el presente trabajo nos abocaremos al análisis de las contribuciones de mejoras que es la clase
más evolucionada y definida de la tercera especie de tributos, que al decir de Jarach, constituyen el
ejemplo típico de las contribuciones especiales.

II — El género y sus distintas especies


Dice Sáinz de Bujanda que, por tributo se entiende "toda prestación patrimonial obligatoria —
habitualmente pecuniaria— establecida por la ley, a cargo de las personas físicas y jurídicas que
se encuentren en los supuestos de hecho que la propia ley determine, y que vaya dirigida a dar
satisfacción a los fines que al Estado y a los restantes entes públicos estén encomendados.

Villegas entiende que, en el impuesto la prestación exigida al obligado es independiente de toda


actividad estatal relativa a su persona; en la tasa existe una actividad del Estado materializada en la
prestación de un servicio que afecta de alguna manera al obligado; y en la contribución especial
también existe una actividad estatal con la particularidad de que ella es generadora de un especial
beneficio para el llamado a contribuir.

Por su parte, el Modelo de Código Tributario para América Latina OEA-BID nos proporciona
en sus arts. 15, 16 y 17 definiciones de estos diferentes tributos, así el art. 15 define al impuesto
como "el tributo cuya obligación tiene como hecho generador una situación independiente de toda
actividad relativa al contribuyente"; la tasa es caracterizada en el art. 16 como "el tributo cuya
obligación tiene como hecho generador una prestación efectiva o potencial de un servicio público
individualizado en el contribuyente"; y el art. 17 del Modelo define en su párrafo primero a la
contribución especial como "el tributo cuya obligación tiene como hecho generador beneficios
derivados de obras públicas o de actividades estatales y cuyo producto no debe tener un destino
ajeno a la financiación de obras o las actividades que constituyen el presupuesto de la obligación".
En España, el art. 28 de la Ley de Regulación de las Haciendas locales establece que constituye el
hecho imponible de las contribuciones especiales, la obtención por el sujeto pasivo de un beneficio
o de un aumento de valor de sus bienes como consecuencia de la realización de obras públicas o del
establecimiento o ampliación de servicios públicos.

Dino Jarach dice que con el nombre de contribuciones especiales y otros equivalentes en distintos
países, se reconocen tributos que la ley establece sobre los dueños de inmuebles, que experimentan
un incremento de su valor como consecuencia de una obra pública construida por el Estado u otras
entidades públicas territoriales.

Catalina García Vizcaíno clasifica a los Tributos en Impuestos, tasas y contribuciones especiales,
incluyendo dentro de éstas últimas como especie, a las contribuciones de mejoras caracterizándola
por la existencia de un beneficio derivado de una obra pública (por ejemplo: una pavimentación).

Interesa aquí referirnos a la caracterización que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha


efectuado respecto de las contribuciones de mejoras diferenciándola de otras contribuciones
especiales "...la contribución de mejoras es un tributo especial en tanto recae exclusivamente sobre
los propietarios de inmuebles determinados para sufragar, en todo o en parte, los gastos de una obra
pública que sólo a ellos beneficia directamente y en razón de ese beneficio, diferenciándola también
de otras contribuciones especiales en razón de ser la de mejoras ocasional y temporaria,
originada con un propósito particular y concluida cuando ese propósito se ha cumplido, en
tanto que otras contribuciones especiales tienen permanencia y, si bien persiguen objetivos
particulares, benefician directa e indiscriminadamente a muchos sujetos, en tanto las primeras
otorgan ventajas particulares directamente a inmuebles determinados, aún cuando puedan presentar
un remoto y limitado interés general. (CSJN, "Banco Hipotecario Nacional c. Municipalidad de la
Ciudad de Rafaela" fallos, 304:737.)

Geraldo Ataliba en su acertada distinción entre Tributos vinculados y no vinculados, conforme


exista o no una actividad estatal vinculada al obligado, incluye a las contribuciones especiales —y
dentro de éstas a las contribuciones de mejoras— dentro del primer grupo.

III — Contribuciones de mejoras

El origen de la contribución de mejoras se remonta al año 1662, en que se sancionó una ley de
ensanche de ciertas calles de Westminster, para cuyo financiamiento se previó, además de las
contribuciones voluntarias, que las autoridades les cobraran a los propietarios sumas dinerarias en la
proporción de los beneficios recibidos por el alza de los alquileres, la aireación, la libertad de
acceso y otras comodidades. Cinco años más tarde, a causa del incendio de Londres, otra ley similar
fue sancionada repitiéndose conceptos análogos.

La designación "Beiträge" (contribución de mejoras) fue introducida por Friedrich J. Neumann,


quien expuso que no se podía considerar superado el principio de prestación y contraprestación en
la recaudación tributaria.
Juan Carlos Luqui sostiene que la creación de la contribución de mejoras coincidió con la
vulgarización del cemento armado en la construcción de caminos en la década del 30.

Giuliani Fonrouge afirma que "la contribución de mejoras es una institución de sólido arraigo en el
país para financiar obras públicas, principalmente utilizada en la pavimentación de calles y
caminos; y si bien ha perdido gran parte de su importancia en el orden federal por haber sido
reemplazada por impuestos o contribuciones especiales de otro tipo, aún la conserva en provincias y
en los municipios, especialmente en éstos".

El Modelo de Código Tributario para América Latina define en su art. 17 a las contribuciones
especiales como toda prestación obligatoria, en dinero o en especie, que el Estado en ejercicio de
su poder de imperio, exige, en virtud de ley, por beneficios individuales o de grupos sociales
derivados de la realización de obras o gastos públicos, o de especiales actividades estatales.-

Por su parte, el párrafo segundo del art. 17 del Modelo de Código Tributario para América Latina
define a "la contribución de mejoras como la (contribución especial) instituida para costear la obra
pública que produce una valorización inmobiliaria y tiene como límite total el gasto realizado y
como límite individual el incremento de valor del inmueble beneficiado".

Estos límites, que establece el Modelo en el párrafo segundo del citado artículo, también han sido
aceptados por nuestra jurisprudencia que ha reconocido que la contribución de mejoras no debe
exceder el monto del mayor valor o beneficio producido, así como tampoco absorber una parte
sustancial de la propiedad, entendiendo que ello ocurre cuando supera el 33% del valor el bien.

Villegas sostiene que las contribuciones de mejoras son las contribuciones especiales en las que el
beneficio del obligado proviene de una obra pública que presuntamente beneficia a dicho
contribuyente al incrementar el valor de su o sus inmuebles.

Angel Schindel se refiere al instituto afirmando que " ha tenido gran importancia en Brasil". Cita en
su artículo a autores como Balleiro y Gomes de Sousa. El primero de ellos sostuvo que "La
contribución de mejoras ofrece matiz propio y específico: no es la contraprestación de un servicio
público incorpóreo, sino la recuperación del enriquecimiento obtenido por un propietario en virtud
de una obra pública efectuada en el lugar de la situación del inmueble, lo que destaca el predominio
del factor "beneficio", y no del "costo". Gomes de Sousa, por su parte, dijo que " El costo de la obra
es un límite genérico y la valorización un límite específico"

IV — Principales características de las contribuciones de mejoras

a) Se trata de una prestación personal obligatoria, esto es, la deuda por esta contribución
pertenece al propietario del inmueble presuntamente beneficiado con la obra. Es decir que la
obligación de pagar el tributo recae sobre su propietario y no sobre el inmueble valorizado, dicha
obligación nace en el momento que se finaliza la obra pública beneficiante.

Sostiene García Vizcaíno que " si bien algunas disposiciones utilizan empíricamente la expresión
"los inmuebles pagarán", ello no quita que los contribuyentes sean los titulares de tales inmuebles"
y por ende los sujetos pasivos del tributo.

Afirma Villegas que si la propiedad se vende estando la obra ya terminada, quien adeuda el
gravamen es el vendedor, caso contrario, si la obra se finaliza después de la venta el obligado al
pago es el comprador del inmueble valorizado, así lo ha entendido la jurisprudencia en numerosos
fallos.

La obligatoriedad devenida per se de la categoría tributaria autónoma del instituto, ha sido


reconocida por la doctrina y la jurisprudencia pudiendo señalar en tal sentido el fallo del Tribunal
Fiscal de la Nación, sala C — Cooperativa de Obras y Servicios Públicos, Consumo y Vivienda
Nocor Ltda. Del 27/03/2002 donde se sostuvo que "es conocido el criterio conforme al cual...la
razón de ser de ésta (la contribución de mejoras) reside en el beneficio especial que recibe, o puede
sostenerse razonablemente que recibe, el propietario del inmueble en virtud de una obra pública,
que justifica por ello que la prestación del contribuyente sea establecida corciblemente por el poder
impositivo del Estado"

b) El beneficio derivado de la obra, es decir el monto de dicho beneficio surge de comparar el


valor del inmueble al finalizar la obra con el que tenía al comienzo. Es muy difícil, en la práctica,
poder determinar con exactitud ese valor.

Destaca Jarach que ha desaparecido prácticamente el beneficio especial o diferencial como base de
la contribución, sustituyéndoselo por un beneficio presunto fundamentado en la determinación de la
zona beneficiada que " permite adelantar la recaudación de la contribución y cumplir con mayor
eficacia el rol de financiación de obras públicas".

Las leyes suelen establecer distintos procedimientos para fijar el monto de la valorización, por
ejemplo: el de la doble tasación (antes y después de la obra) o recurrir a presunciones como la
fijación de una alícuota proporcional al valor del inmueble, presumiéndose que dicha alícuota es
indicativa de la valorización. Sin embargo el método más usado es el reparto del costo de la obra
entre quienes se consideran beneficiados, lo cual no siempre refleja la verdadera valorización.

c) El importe exigido debe guardar una proporción razonable al presunto beneficio obtenido. Para
ello las leyes de contribución de mejoras suelen establecer tres pasos:

1) Cuáles son los inmuebles valorizados por la obra pública (por ejemplo fijando un límite
geográfico dentro del cual se hallan los inmuebles presuntamente valorizados)
2) Se especifica qué parte del costo de la obra debe ser financiada por los beneficiarios.
3) Se establece cómo va a ser distribuida esa porción a cubrir entre esos beneficiarios, para lo cual
se recurre a parámetros variables como la diferencia de distancia en kilómetros o metros de cada
inmueble en relación a la obra.

Estos procedimientos no dejan de ser presunciones ya que nuestra jurisprudencia ha resuelto


reiteradamente que lo que interesa es que la contribución sea graduada en prudente y razonable
relación con el presunto beneficio obtenido por el obligado, dado que éste, es el elemento
justificativo del tributo.

En el sentido indicado resulta apropiado mencionar varios fallos de la CSJN donde el máximo
tribunal declara la inconstitucionalidad de la contribución basado en la falta de equivalencia entre el
beneficio obtenido y la contribución a ser oblada.

En "Don Martín Pereyra Iraola c. Provincia de Buenos Aires, s/ devolución de sumas de dinero",
del 22 de Junio 1923, con motivo del afirmado del camino público La Plata - Avellaneda, el
máximo tribunal se pronunció por la inconstitucionalidad del gravamen sobre la base de la prueba
producida que demostraba que la valorización del inmueble por el camino había sido tal sólo del
12% del valor de la tierra, mientras que la contribución fijada equivalía a 2/3 de la cotización del
inmueble (Fallos 138:161).

Por su parte en la causa "Gamberale, Humberto c. Provincia de Buenos Aires del 20/12/48 la CSJN
sostuvo "El pavimento de que se trata habría producido una valorización de $2 el metro cuadrado
aproximadamente, lo que en vista de la extensión del inmueble asciende a poco más de $700. Y
como la contribución de mejoras importa $2.191,20 quiere decir que ésta última insume el triple de
la valorización que tiene su causa en la mejora. La confiscatoriedad que en estos casos no resulta de
la relación existente entre el monto del gravamen y el valor del inmueble sino de no haber entre lo
primero y el mayor valor que la obra pública aportó a este último servido por ella, una " prudente
equivalencia" (fallos 177:373), es innegable. En consecuencia, la ley 4125 ha producido en éste
caso una consecuencia violatoria del derecho de propiedad, y, por consiguiente, dicha aplicación tal
como aquí se ha efectuado debe declararse inconstitucional"

Por último en "Rouspil, Pedro c. Provincia de Buenos Aires" la corte expresó "El valor de la
propiedad del actor en la época en que pudo pagarse el pavimento al contado, según la valuación del
perito, no habría alcanzado a cubrir el precio del pavimento; que de aceptarse la más elevada
valuación fiscal, el pavimento habría absorbido el 75% aproximadamente, de ese valor ficticio. Y
que en el caso de que el actor hubiese optado por efectuar el pago a plazos, la renta liquida de la
finca se habría absorbido en su mayor parte durante más de 23 años, o sea durante los 93 trimestres
en que pudo hacerlo. Lo que demuestra cabalmente el carácter confiscatorio del impuesto, que no
guarda proporción alguna con el mayor valor que la obra pública reporta al propietario de la finca
beneficiada por ésta, como lo tiene resuelto la jurisprudencia de ésta Corte y la de los Estados
Unidos de América en numerosos casos".

d) Destino del producido: para algunos autores es de la esencia de este tributo que el producto de
su recaudación se destine al financiamiento de la obra. Este criterio es recogido por el Modelo de
Código Tributario para América Latina al establecer que "el producto no debe tener un destino
ajeno a la financiación de la obra o las actividades que constituyen el presupuesto de la obligación"
conforme art. 17 del citado Código.

Dice Jarach que es inaceptable el requisito de la afectación del producto a la financiación de la obra.
dado que en la práctica ello es imposible e inconveniente; mucho más razonable es la recuperación
de los costos de las obras para su utilización en el financiamiento de otras obras futuras. Villegas y
García Vizcaíno concuerdan con Jarach en sus críticas al Modelo por cuanto— sostienen— el
financiamiento con lo recaudado de obras distintas de las generadoras del beneficio no conduce a
quitar validez a la contribución de mejoras.

V — Principales problemas de las contribuciones de mejoras

Jarach, sostiene que los problemas que se refieren a este tributo son esencialmente los siguientes:

a) Porción del costo de la obra a financiar con la contribución.

Como la contribución de mejoras tiene como característica esencial el beneficio diferencial que la
obra pública depara a las propiedades privadas de la zona de influencia de esa obra, dice el citado
autor, que ello equivale a decir que la colectividad toda recibe un beneficio general y que será una
decisión de orden político determinar cuál parte del costo total se quiere financiar con impuesto y
cuál mediante la contribución de mejoras.

Por otra parte, no cree factible determinar la envergadura del beneficio diferencial con respecto al
beneficio general para calcular con un criterio objetivo las proporciones de los dos tributos, además
de sostener que el problema se complica, por cuanto la financiación también puede lograrse con las
tasas a cargo de los usuarios de la obra que pueden cubrir no sólo los gastos de mantenimiento sino
también parte de la amortización del costo de la obra.

Por ello, considera que aunque se pudiera realizar una determinación de las proporciones de
beneficios correspondientes a la colectividad en general, a los propietarios con beneficios
diferenciales y a los usuarios, no varía la tesis de que será una decisión política la de establecer las
proporciones de impuesto, contribución de mejoras y tasa, pudiendo incluso el Estado valerse de
cualesquiera de estos dos últimos o de ambos tributos, pudiendo influir en esta elección el consenso
de los propietarios beneficiados y el grado de utilidad para los usuarios.

b) Determinación de la zona beneficiada.

Ello depende de la naturaleza de la obra pública. Así cuando se trata de caminos, la zona de
influencia puede determinarse teniendo en cuenta las distancias de las propiedades; en las obras de
riego, se tendrá en cuenta el caudal de agua que corresponderá a cada predio, etc.
La determinación de las zonas de influencia de cada obra depende del reconocimiento que las
propiedades sitas en la zona se han beneficiado con una determinada intensidad, por tanto dicha
determinación tiene un carácter bastante discrecional.

En un fallo de reciente data, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, en la causa "
Deni, Hipolito A. c. Comisión de Fomento de Casas" sostuvo: "La circunstancia de que la Comuna
demandada haya dispuesto que la construcción de una obra pública de innegable interés público
deba ser solventada por los vecinos frentistas y no frentistas no convierte en ilegítimo el tributo,
dada la carencia de elementos que habiliten al tribunal a sostener que su ejecución no implique
beneficios para todos los vecinos"

c) Determinación del beneficio obtenido por cada inmueble.

En principio, la determinación del beneficio diferencial que depara una obra pública a cada
inmueble de la zona de influencia respectiva, se efectúa mediante la comparación del valor del
inmueble antes y después de ejecutada la obra, a fin de determinar el mayor valor adquirido por el
inmueble como consecuencia de aquella.

Jarach dice que en realidad, siendo fundamento de la contribución el beneficio diferencial y no el


beneficio general originado por la obra pública, sería necesario determinar la relación entre el
aumento de valor experimentado por los inmuebles de la zona de influencia con respecto de los
demás inmuebles, lo que no hace sino agregar una nueva dificultad, por cuanto el aumento de valor
de los inmuebles de la zona de influencia necesariamente debe determinarse después de un cierto
lapso de concluida la obra, a fin que se revele el efecto de la valorización provocado por ella. Sin
embargo, la determinación del incremento absoluto y relativo del valor de los inmuebles afectados
sólo en contados casos puede efectuarse con un procedimiento directo, o sea determinando la
diferencia de valor en operaciones reales de compra y de venta, mientras que en todos los demás
casos, el mayor valor deberá establecerse mediante estimaciones más o menos aproximadas a la
realidad. Además, dicho valor puede estar influenciado en sentido positivo o negativo por muchos
otros factores estructurales o coyunturales, tanto más cuanto el tiempo transcurrido desde la
ejecución de la obra sea más largo.

Como consecuencia de estas dificultades, en la práctica, se tiende a determinar el mayor valor sobre
la base de presunciones sin admitir prueba en contrario. Entre otras, se puede establecer que un
cierto porcentaje del costo de la obra sea equivalente al mayor valor experimentado por los
inmuebles en su conjunto. Esta presunción se aplicó en la Argentina y fue receptada por Macón en
su libro "Financiación Pública por Contribución de Mejoras".

De esta manera no sólo se elude la determinación del mayor valor adquirido por la propiedad sino
también la necesidad de esperar un lapso de tiempo para poder efectuar la determinación del mayor
valor. Esto favorece también la obtención del recurso en forma más inmediata a la ejecución de la
obra. Hasta podría concebirse la recaudación durante o antes de la construcción.
Esta presunción del mayor valor significa la eliminación del mayor valor como base de la
contribución, quedando únicamente determinada ésta en una parte del costo de la obra, que se
repartirá entre los inmuebles de la zona de influencia en razón de algún parámetro elegido por el
legislador en cada caso, tal como las valuaciones fiscales, los metros lineales de frente o la
superficie total de los inmuebles, con la advertencia que de esta manera la determinación del monto
de la contribución no se hará fijando un porcentaje del mayor valor de cada inmueble, sino
mediante el reparto, entre todos los inmuebles, de la recaudación total que se establece como la
parte del costo de la obra que se desea financiar por medio de este gravamen.

Sostiene Jarach que el abandono del mayor valor efectivo de cada inmueble como base de la
contribución desvirtúa este tributo, quitándole su rasgo esencial. La presunción del mayor valor es
una ficción; la determinación de una zona de influencia de una obra constituye una decisión
arbitraria, salvo que se efectuara sobre la base de un relevamiento previo, por ejemplo, por muestreo
del mayor valor adquirido por las propiedades y su distribución geográfica.

Opina el citado autor que el resultado puede ser mucho mejor si la contribución está establecida por
leyes u ordenanzas votadas en forma especial por los propietarios afectados, como ocurre en varios
países. Esta posibilidad de obtener el consenso expreso, elimina la necesidad de establecer con
precisión el incremento de valor de cada inmueble, como también los criterios de reparto del costo
de la obra, en la proporción que se pretende recaudar con la contribución.

Cabe mencionar aquí un fallo de la Corte de Justicia de la Provincia de Salta en el caso " Liga
Argentina S.A." de fecha 12/02/98 donde se expuso: " Las contribuciones de mejoras resultan
legales en tanto se funden en el beneficio excepcional que obtienen los dueños de las propiedades
vecinas en virtud de la realización de una obra pública que no alcanza a los demás propietarios del
municipio, y donde su monto, precisamente por ello, no puede exceder el beneficio especial que
recibe la propiedad afectada"

d) Porcentaje del beneficio a pagar como contribución.

Aquí Jarach se pregunta para qué sirven las complejas fórmulas para el reparto de la contribución de
mejoras sobre los beneficios diferenciales de la obra pública, si el beneficio es presunto sin permitir
prueba en contrario, contestándose lo siguiente: el reparto rigurosamente igualitario de una pura
presunción de la existencia y del monto del beneficio.

III — Conclusiones

Podemos concluir que las contribuciones de mejoras son una especie dentro del género de
contribuciones especiales las que, a su vez participan de la división tripartita en que se clasifican los
tributos.
Por ésta razón, le son requeridos la observancia de todos los principios que rigen a los tributos en
general.

Entendemos que es de su esencia el beneficio diferencial originado por la obra pública. Es pues éste
beneficio diferencial, el límite máximo del monto a pagar por el contribuyente, por cuanto pretender
fijarlo en base a presunciones sobre el costo de la obra desvirtúa el tributo despojándolo — al decir
de Jarach— de su rasgo esencial. El monto a pagar por contribución, así como la determinación de
los beneficiarios reales de la obra deben ser determinados y valorados prudentemente en cada caso.
En tal sentido valoramos la propuesta de Dino Jarach respecto a que la ley o la ordenanza que
establezca la contribución sea votada en forma especial por los propietarios afectados, como ocurre
en varios países, eliminando de éste modo gran parte de la problemática de éste tributo como son el
establecer con precisión el incremento de valor de cada inmueble, como también los criterios de
reparto del costo de la obra, en la proporción que se pretende recaudar con la contribución.

NACIÓN ARGENTINA V/ARENERA EL LIBERTADOR S.R.L. (18/6/1991)

La demandada interpuso recurso extraordinario y sostiene que:


a) el uso del Canal Mitre por buques areneros de su propiedad no requiere, por su innecesariedad en
cuanto a las características de los buques, la intensificación del dragado;
b) resulta forzado el uso del Canal por no existir vías alternativas gratuitas expeditas;
c) es inconstitucional, por confiscatoria y con base en los arts. 17 y 67, inciso 12, la tarifa de peaje
por el paso del Canal.

La Corte realiza un análisis de la naturaleza y características del peaje, y dice:

Así como la "construcción de ferrocarriles y canales navegables" es función del Congreso Nacional,
también lo es atender a su conservación y mejora siendo el artículo 67, inciso 16, de la Constitución
Nacional aplicable a todo tipo de vías.

Para caber dentro de la Constitución Nacional, el pago del peaje debe constituir una de las
contribuciones a las que se refiere el artículo 4º.

"11º) ...el peaje -constitucionalmente- es una contribución, caracterizada por la circunstancia de


que el legislador la asocie a un proyecto suyo -de construcción o mejora-, que identifica con
particular claridad, lo que por otra parte no choca sino que se adecua a los principios
constitucionales relacionados con la renta pública".

"12º) ...Cuando la función del Estado a cumplir es la construcción, mantenimiento o mejora de una
obra pública, parece de toda evidencia adecuada, a la luz de las exigencias constitucionales, que
las personas obligadas al pago sean determinadas entre aquellas que de algún modo se relacionan
con la obra, sea usándola, beneficiándose de cualquier modo en razón de su existencia y
funcionamiento, aun de modo potencial, pues las funciones del Estado se determinan por el modo
que la Constitución Nacional establece, lo que basta para que aquel deba cumplirla...".

El peaje es para el usuario una contribución vinculada al cumplimiento de actividades estatales,


como puede serlo la construcción de una vía, o su mejora, ampliación, mantenimiento,
conservación, etc., aun de vías preexistentes. Para el concesionario constituirá un medio de
remuneración se sus servicios.

La libertad de tránsito (art. 14 de la Constitución Nacional) sólo puede verse afectada por medidas
fiscales o parafiscales cuando éstas tornen ilusorio aquel derecho, lo que no impide en modo alguno
al Estado establecer los tributos que razonablemente requiere el sostenimiento de sus actividades y
repartir su carga de un modo que también, razonablemente, estime adecuado y conforme el artículo
16 de la Constitución Nacional.

La exigencia de las vías alternativas cobra sentido cuando de los hechos de la causa surja que
su falla afecte de modo efectivo la libertad de circular, lo que no se da por la sola
circunstancia de que ante la falta de tal vía el pago del tributo resulte ineludible para el
recurrente. Por otra parte, la exigibilidad ineludible de vías alternativas importaría
especialmente una flagrante contradicción con el principio rector que inspira el sistema de
peaje.

De admitirse la hipotética exigibilidad de vías alternativas podrían configurarse dos superpuestos


diversos: uno el que se tratara de vías comparables entre sí, lo que convertiría en absurdo el sistema
sujeto al cobro de peaje y otro, el que se diera el caso de vías no comparables entre ellas, en cuyo
caso, no solamente en nada se afectaría aquel régimen, sino que, en tales términos, toda
dilucidación al respecto resultaría por demás inoficiosa e intrascendente.

No es necesario que la ruta alternativa gratuita ofrezca las mismas ventajas que la onerosa.

Cuando se trata de un "peaje", esto es, el cobro de una suma al usuario para sufragar los gastos de
construcción o conservación de una vía que aquel utiliza, la cuestión de las vías alternativas cobra
relevancia en la medida en que la existencia de tales vías pueda incidir en los razonables planteos
acerca de la razonabilidad o confiscatoriedad del monto del peaje.

La Corte, con base en lo precedentemente expuesto, confirma la sentencia apelada.

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