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Reconocemos el proceso como un organismo vivo, el cual merece unos

cuidados en sí mismo. En este sentido, el proceso de creación de esta cartilla en torno al


tema de los cuidados ha sido un espacio donde cultivar las relaciones de cuidado.
Dentro de los elementos a destacar encontramos: a) Alimentar la sinergia, esa primera
semilla donde ponemos la intención de hacer este material conjuntamente, basadas
en la metáfora de la flor de los cuidados con cuatro pétalos tejidos entre sí
b) Construir confianza en la fase de creación de esta escritura, dándonos espacios
donde debatir las lecturas, reflexionar conjuntamente y emocionarnos con los hallazgos
encontrados c) Conversar sobre los sentires, pues al elegir escribir sobre el tema de los
cuidados se nos han movido las fibras al interior, nos hemos sentido interpeladas en
nuestra vida personal, en nuestras relaciones y en los procesos sociales que tejemos en
nuestra cotidianidad d) Tejer la comunicación y la confianza entre las organizaciones,
acordando responsabilidades, tiempos y escuchando los ritmos vitales de todas
e) Reconocer los avances, los retos y también poner las incomodidades de forma honesta
entre todas f) Y finalmente, recordarnos, a pesar de lo largo que pueda ser el proceso,
el valor de la juntanza y la intención primera de construir un material donde
INTRODUCCIÓN
recoger prácticas y reflexiones en torno a los cuidados, para compartir con otras.
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Coordinación
Otra Escuela y Broederlijk Delen
Proceso investigativo
Diana Martínez - Otra Escuela
Luisa Ocaña Muñoz - Otra Escuela
Karen López - Investigadora Independiente
Textos
Diana Martínez - Otra Escuela
Luisa Ocaña Muñoz - Otra Escuela
Karen López - Investigadora Independiente
Moritz Tenthoff - Broederlijk Delen
Cuidado de Sí Revisión de textos
Santiago González - Otra Escuela
¿Cómo lo entendemos? Lieven Pype - Broederlijk Delen
Afinar la escucha Lyda Molina - Otra Escuela

Acompañar-me Diseño y diagramación


LaPajarapinta Estudio
Comunicar www.lapajarapinta.co
Fotografía
Cuidado de la Otra Juan José López Negrete
¿Cómo lo entendemos? Otra Escuela es una ONG Colombiana que propende
Ser relacional por la construcción de culturas de paz desde el
estudio y la práctica de la educación para la paz
Nacer en el cuidado desde metodologías creativas, con sede en Colombia
y España.
Hacia el construir en relación www.otraescuela.org

Broederlijk Delen es una organización belga de


Cuidado Colectivo solidaridad internacional que trabaja por la justicia
¿Cómo lo entendemos? social y la construcción de paz en territorios rurales en
América Latina y África.
Consecuencias del no cuidado y barreras www.broederlijkdelen.be
...
Qué implica pensar el cuidado colectivo
Un agradecimiento especial a quienes participaron en el
encuentro formativo y de intercambio de experiencias en
Cuidado del Territorio técnicas para el acompañamiento psicosocial a comunidades
afectadas por el extractivismo, para Bolivia y Perú realizado
¿Cómo lo entendemos? en Cusco del 21 al 26 de abril de 2018; al PDTG por las
memorias de este encuentro que fueron un insumo para
El territorio este escrito; a Copsico por co-facilitar este encuentro; a
Q´anil por nuestro intercambio de metodologías creativas
Disputas territoriales y prácticas de cuidado (Guatemala, 2015). Gracias a los
Defender y cuidar el territorio grupos de personas con quienes hemos intercambiado
saberes en torno a los cuidados: Laboratorio cuerpos en
movimiento (Bogotá, 2017); Encuentro de intercambio de
experiencias con mujeres lideresas del Valle del Cauca y el
Quiénes nos inspiran: bibliografía Norte del Cauca (Cauca, 2018); Laboratorio de cuidado propio
y relacional (España, 2019) también a quienes han dejado
INTRODUCCIÓN su semilla sembrada para esta escritura.
3 otraescuela@gmail.com / moritz.tenthoff@broederlijkdelen.be
CUIDADO DE SÍ

CUIDAR PARA TRANSFORMAR


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CUIDAR PARA TRANSFORMAR
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“No existe el yo aislado, ni la experiencia
completamente personal sino que existimos en
un mundo de constitución conjunta. Siempre
estamos emergiendo de una relación de la que
no podemos salir; incluso en nuestros momentos
más privados nunca estamos solos… El futuro
bienestar depende en gran medida de la manera
con que podamos nutrir y proteger, no a los
individuos, ni siquiera a los grupos, sino a los
procesos generativos de relaciones.”
(Gergen, 2009)

¿Cómo lo entendemos?
En este apartado nos referiremos al pétalo del
cuidado propio o cuidado de sí, dedicado a la
relación que entablamos con nosotras mismas.
Activamos distintas preguntas, reflexiones
y prácticas creativas para conocernos, pues
creemos que el cuidado de sí pasa por
conocernos a nosotras mismas.

Escuchamos habitualmente la palabra auto-


cuidado o autocuido, para referirnos al cuidado
de nosotras, más elegimos desmarcarnos de esta
forma de nombrarlo pues en diversos escenarios
se ha comprendido de forma individual y casi

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privada: “ve a tu casa y te cuidas”, delegando la
responsabilidad del cuidado sólo hacia nosotras
o hacia una acción puntual, desarticulada de
los grupos de personas y escenarios donde nos
relacionamos cotidianamente.

Nos referimos al cuidado de sí, con el ánimo


de visibilizar la relación de corresponsabilidad
existente entre nosotras mismas y las redes de
personas, grupos e instituciones, posibilitadoras
y garantes de nuestros cuidados, “el cuidado se
teje en la red de relaciones que nos constituyen
como sujetos y nos sujetan”
(Avre, 2012)

Afinar la escucha
Démonos un momento en silencio para
escuchar la musicalidad de nuestro propio
cuerpo y de nuestro sentir: ¿estamos vibrando
cómo queremos?
Aquí transitamos por la observación de nuestro
cuerpo desde una mirada amorosa para
escucharlo y conocerlo. Si nos damos el permiso
de entrar en nuestro cuerpo soltando la “culpa” y
cualquier juicio, podremos reconocerlo como una
especie de brújula, con su sabiduría y, entonces,
nos devolveremos nuestro poder para sanarnos.

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Aprender a cuidarnos es aprender a escucharnos
como un primer y fundamental paso.

Mi cuerpo
¿Cómo me relaciono con mi cuerpo?

“La iglesia dice: el cuerpo es una culpa


La ciencia dice: el cuerpo es una máquina
La publicidad dice: el cuerpo es un negocio
El cuerpo dice: yo soy una f iesta”
Eduardo Galeano, 2002

El cuerpo es un lugar socialmente construido


y un espacio político en donde se liberan
las mismas luchas que tenemos a nuestro
alrededor. El cuerpo es un territorio,
en donde debemos luchar por nuestra
autonomía de poder decidir sobre lo que
hacemos y expresamos en/con este territorio
sagrado. Las estructuras de poder económico
y político buscan controlar y modificar
nuestros cuerpos a través de los procesos de
formación en la escuela, iglesia y los medios
de comunicación. Son los cuerpos de la
indignación, los que atemorizan el poder, son
las personas lanzadas a transformar con sus
manos, sus pies, su cuerpo entero en acción,
las que cambiarán el mundo. Las mujeres de

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la Ruta Pacífica en Colombia por eso hablan
de “nuestro cuerpo… nuestro primer territorio
de paz”.

Desde la cosmovisión Andina y la cosmo-


visión Maya, el cuerpo está integrado por 4
dimensiones: física, emocional, mental y
espiritual. Estas cuatro dimensiones están
correlacionadas con los cuatro elementos
de la naturaleza: tierra, agua, aire, y fuego e
incluso con los cuatro puntos cardinales: este,
oeste, norte y sur. Al conectarnos con nuestro
cuerpo y todas sus dimensiones, también nos
conectamos con el cuerpo de la madre tierra.

“Tierra mi cuerpo,
agua mi sangre,
aire mi aliento y
f uego mi espíritu”.
Este canto de los cuatro elementos utilizado
en prácticas de medicinas ancestrales etno-
medicinas mesoamericanas, como el Temazcal,
nos recuerda la vida materializada en el cuerpo,
este que se emociona y tiene necesidades, pero
además, este que nos da la posibilidad de entrar
en relación con las otras, comunicar, e ir a la
acción, a crear, a transformar.

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¿En qué situaciones recuerdo la existencia
de mi cuerpo? ¿Cómo me relaciono con el
placer y el disfrute?

Como lo expresan las compañeras del


Encuentro en Cuzco (2018), las violencias
sobre nuestros cuerpos son experiencias
compartidas en escenarios extractivistas, no
nos escuchan, nos despojan, “no pasa una
sola violencia sino muchas en distintas etapas
de tu vida, en diferentes espacios y grupos
familiares, de amigos, etc. Afecta en la propia
sexualidad y el bloqueo de los placeres. En los
pies, hay violencias que no nos dejan avanzar,
pero ahí mismo vamos encontrando estrategias
de sanación, solas y en colectivo. El cuerpo
somatiza y siente lo que estamos pensando o
nos está pasando. Son distintas violencias, te
pasa una violencia y sales de ella, y te pasa
otra y sales de ella”, sin embargo, nuestros
cuerpos son también territorios de resistencia
y de placeres.

Queremos rescatar el placer como una forma


de reconectarnos con nuestro cuerpo desde
otro lugar distinto al del dolor y las violencias
ejercidas sobre él. En este sentido, traemos la
entrevista realizada a Ana Lucía Mendoza en

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el Encuentro (Cuzco, 2018), que nos aporta
una mirada desde la experiencia de Q´anil en
Guatemala:

“Cuando llevamos el dolor de nuestra historia,


de nuestro país, también llevamos internalizados
patrones culturales que reproducimos en
nuestros vínculos af ectivos y los espacios
donde nos relacionamos, por eso es importante
trabajar en la recuperación de los vínculos
amorosos, pasando por vivenciar en nuestros
cuerpos la memoria corporal que llevamos, la
de nuestra familia, la de nuestro país, la de
nuestra historia (...)

La propuesta es sentir nuestro cuerpo desde el


bienestar, desde el erotismo global que es sacar
nuestra sexualidad de la genitalidad y poder
explorar un erotismo que no se centra en eso,
intentamos recuperar nuestra genitalidad para
nosotras porque también está expropiada, es
sentir este placer en la extensión de nuestro
ser. El erotismo global se trabaja en la terapia,
pasando por el autoconocimiento como el inicio en
que nos permitimos parar de la prisa cotidiana
que no nos posibilita pensarnos, respirar, sentir,
para poder nombrar lo que va apareciendo,
logramos conectar con nosotras mismas, nuestro
cuerpo relacionado con la emocionalidad (...)

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Cuando ya tenemos la mirada interna de cómo
nos relacionamos frente a las otras y con las
otras trabajamos el erotismo porque nos permite
conectarnos con nosotras mismas desde el
reconocimiento que podemos vivir desde el
placer, desde el bienestar y no sólo desde el
dolor y la violencia.

El duelo es aprender a soltar, dejar lo que ya no


necesitamos para la vida, de enfrentarnos con
nuestra historia y nuestros dolores. Finalmente,
en ese momento trabajamos el erotismo, el
placer, el cuerpo, que es lo que nos permite
seguir de pie”.

Práctica creativa
Este es un ejercicio para recuperar la auto-escucha
del cuerpo, para ampliar el mapa erótico global 1.
Puedo realizar este ejercicio en parejas o
1. “Los ejercicios nos sirven para individualmente. Creo un ambiente con música
entender primero, y para sentir, que me relaje e ilumina el espacio con velas.
porque muchas veces ni siquiera sa-
bemos qué es lo que estamos sin- Con mucho respeto y suavidad toco mi cabeza
tiendo. Luego, para nombrar lo que desde el cuero cabelludo y el pelo, pasando a las
estamos sintiendo. Nombrando nos
damos cuenta de cosas de las que no orejas, luego al rostro y la mandíbula. Me tomo
habíamos tomado conciencia. La me- el tiempo que necesite, llego al cuello, los brazos
todología es: me apropio del erotismo,
del cuerpo, de mis propias emociones y las manos. Toco con toda la mano, buscando
y las reconozco como herramienta sentir la piel y el hueso. No es un masaje [dado
para sanar.”
(Q’anil, 2014) que busco una observación desde el tacto, eso no

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quita que sea un ejercicio que me relaje]. Intento
mantener siempre el contacto, al menos con una
mano, mientras pongo la otra. Algunas partes
en las que puedo hacer énfasis, sin apretar, más
bien suave, son: frente y sienes, cejas, [alrededor
de los] ojos, pestañas, nariz, pómulos, labios,
[maxilar], mandíbula, oídos. Cada persona tiene
un ritmo, encuentro el mío. Escucho esa parte del
cuerpo. Toco lentamente para poder distinguir una
sensación de la otra. Para cerrar puedo escribir
o dibujar en una hoja las sensaciones que me
produjo la experiencia.
Si hago esta práctica con otra persona, elijo a
alguien con quien sienta confianza y me sienta
cómoda. Nos ponemos frente a frente. Podemos
cerrar el ejercicio tomándonos de las manos,
recordando las sensaciones. Si alguna de las
dos queremos decir algo, un dolor que se activó,
un lugar de placer o una sensación, lo expresa,
si no, nos damos un espacio de silencio para
procesar la experiencia.

Vulnerabilidad
¿En qué situaciones me siento vulnerable?
¿Cómo entiendo la vulnerabilidad?

Recuperar el concepto de “vulnerabilidad” nos


conduce a distintas vertientes desde las cuales

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comprender su significado, más al volver a su
raíz vulnus nos encontramos con lo esencial:
herida. Como lo expresa Pérez, “vulnerar
significa herir y vulnerabilidad expresa la idea
de poder ser herido”.
(Pérez, 2018)

Desde una mirada ético política, se hace una


distinción analítica entre la vulnerabilidad
inducida y la vulnerabilidad constitutiva. La
vulnerabilidad inducida es aquella “que nos
impone el neoliberalismo a través de múltiples
formas de despojo material y subjetivo (...) así
como de las terribles formas de la violencia y
la guerra”. En ella es clave preguntarnos por el
contexto que nos vulnera, por las estructuras
socioeconómicas que reproducen desigualdades,
y por la “estratificación social de los cuerpos”
donde se clasifican quienes reciben cuidados
de manera digna y quienes no. Por otra parte,
la vulnerabilidad constitutiva es aquella que
siempre nos acompaña (...) la que tiene que ver
con la condición de toda existencia”
(Gil, 2018)

Estamos cada vez más habituadas a utilizar


la palabra “vulnerabilidad” para referirnos a

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personas y grupos de personas en situaciones
de exclusión social, por ejemplo, pobreza o
explotación, más no será la manera en la cual
nos refiramos en esta cartilla. Más bien queremos
recuperar una mirada de la “vulnerabilidad”
desde la amplificación de las posibilidades de
ser de cada persona y del contacto con nuestra
emocionalidad, como lo refiere Brené Brown,
la vulnerabilidad como “incertidumbre, riesgo
y exposición emocional”
(Brown, 2012)

Cuando mostramos lo que sentimos, solemos


usar la expresión “me siento vulnerable” y
por ello, muchas veces preferimos ponernos
corazas y máscaras, para no mostrar nuestros
sentimientos. Según Brown, también sucede
que no nos atrevemos a hablar de lo que nos
pasa y de ciertos temas porque nos incomodan,
por ejemplo, “la primera vez”, esa primera
vez cuando una situación nos sorprende y nos
genera incomodidad. Sin embargo, también
nos recuerda que poner los temas difíciles
requiere coraje y si elegimos la valentía sobre
la comodidad nos podremos hacer cargo de lo
que sentimos y del aprendizaje que nos trae la
situación que estamos atravesando.

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Práctica creativa:

Me recuerdo en situación
Recuerdo un momento o situación en la que me
he sentido expuesta. Activo mi mirada amorosa y
contemplativa para preguntarme: ¿Qué sentí? y
¿cómo actué? Observo mi sensación y mi acción:
no me juzgo diciéndome “yo no debí actuar así
o, que mal lo que sentí”. Reflexión: ¿de dónde
proviene el miedo a la exposición?
Pienso cómo me siento en una situación
inesperada, por ejemplo, en el momento en el que
me di cuenta que estaba viviendo una pandemia y
no sabía qué sucedería cada día. ¿Qué emociones
y sentimientos me aparecen?

ACOMPAÑAR-ME
Todo cuanto sucede en nuestro cuerpo aparece
para darnos una información, en este sentido
démonos cuenta cómo nos acompañamos
cuando sentimos una emoción o identificamos
una necesidad. Uno de los recursos más
maravillosos que tenemos para traernos al
cuerpo, escuchar sus mensajes y acompañarnos,
es la respiración, así que volvamos a ella con
más consciencia.

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Relación con mis emociones
¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento?
¿Cómo me relaciono con mis emociones?

Escuchar nuestras emociones y sentimientos,


tanto las propias como las ajenas, así como
expresar lo que sentimos, es fundamental para el
cuidado. Las emociones están ahí para orientar
nuestro pensamiento y dar sentido a la vida; nos
motivan, definen qué queremos y nos ayudan
a organizarnos para la acción. No buscamos
controlarlas o anularlas sino escucharlas,
pues aparecen para darnos un mensaje, para
decirnos que hay algo que necesitamos ex-
presar, comunicar y transformar.

Tanto la palabra emoción como la palabra


movimiento tienen la misma raíz en latín.
Moverse significa mover o trasladar y con
el prefijo -e- significa hacer mover o sacar
de su estado habitual. ¡La emoción es
transformación!
Las emociones son activaciones físicas breves
que se manifiestan como respuestas a estí-
mulos que alteran nuestra conducta habitual.

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Las emociones tienen manifestaciones físicas
palpables como ponernos coloradas, sudar,
cambios musculares, etc.

Encontramos seis emociones universales: la


alegría, el miedo, la ira, la tristeza, la sorpresa
y el asco.

Las emociones se pueden entender como


energía en movimiento; son como un río,
necesitan fluir en el cuerpo y expresarse afuera,
y tenemos la posibilidad de pasar por todas ellas
en distintas situaciones: ¡no son fijas! Cuando
no expresamos lo que sentimos algo entorpece
este fluir del río, se empoza y nos estancamos:
nos enfermamos.

Los sentimientos -sentire-mentum- se


distinguen de las emociones porque pasan
por la mente, por la racionalización. Aquí se
cruzan nuestras afirmaciones, preconceptos,
experiencias de vida, ideologías, creencias,
etc. Se basan en la experiencia y narrativas
personales y, por tanto, son una construcción
afectiva pero también cultural. La gama de
sentimientos es mucho más amplia que la de
las emociones y está llena de matices porque
la experiencia y la cultura los van definiendo
y caracterizando.

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Práctica creativa:
Lo que hace que yo sienta es…
En este ejercicio completo la siguiente frase con
cada emoción.
“Lo que hace que yo sienta (ira) es…”
“cuando yo siento (ira) generalmente hago…”
Escribo en el paréntesis cada emoción: rabia,
alegría, tristeza, miedo, sorpresa y asco para
descubrir qué situación en mi vida la provoca y
qué hago cuando aparece. Ahora, busco activar
mi escucha en la cotidianidad, y pensar en las
situaciones que me provocan estas emociones
en todos los ámbitos donde convivo: familiar,
social, laboral. Así puedo identificar mejor en
qué situaciones me siento “sacada de mi estado
habitual - (e-moverse)” para poder expresar mejor
y a tiempo lo que me pasa.

Práctica creativa:
Emociones en el cuerpo
Cuando expreso las emociones ¿hacia dónde fluye
la energía en mi cuerpo? Observo e identifico hacia
dónde se mueve mi cuerpo según la emoción que
esté sintiendo o representando. Puedo registrar,
también, el cambio de temperatura y si aparece
algún color.

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Según la emoción el cuerpo se activa hacia alguna
dirección. Con la alegría el cuerpo va hacia arriba,
se energiza. Con la tristeza la energía va hacia
abajo y el cuerpo le acompaña recogiéndose.
La rabia, por su parte, hace que el cuerpo vaya
hacia adelante, en respuesta o como forma de
defendernos, y cuando aparece el miedo el cuerpo
va hacia atrás, al repliegue.

Práctica creativa:
Puntos de acupresión en la mano para el manejo
de emociones.
Liberando tensión, es una técnica que parte del
contacto con los dedos, ya que cada uno de ellos
refleja un sentimiento o emoción en específico.
Además de aportar increíblemente a disminuir
los puntos de tensión que a veces son invisibles
a nuestros ojos, permite realizar un ejercicio
consciente para saber qué tipo de fuerza se aplica,
integrando contacto-límite.
Te invitamos a hacer este ejercicio contigo misma
o con una persona. Es necesario aclarar que este
y todos los ejercicios que implican contacto físico
deben realizarse con nuestra plena voluntad y
con los acuerdos previos definidos con quienes
los hagamos. Es necesario cuidar la forma en que
nos introducimos a la realización del ejercicio y la

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invitación es lograr una máxima interacción que
respete los límites manifestados, conversados
y acordados.
Sujeta cada uno de tus dedos de una mano con la
otra y ejerce presión por algunos segundos, deja
pasar de unos 20 a 30 segundos entre un dedo y
el otro. Lograrás disipar emociones negativas o
dolencias que corresponden de manera particular
a cada uno de tus dedos.
Dedo meñique: al presionar este dedo, lograrás
calmar tu ansiedad y sentir serenidad. Así mismo
eliminarás el pesimismo y concentrarás tus
energías en alcanzar aquello que tanto te propones.
Dedo anular: la técnica en este dedo ayuda a
suprimir la depresión, la tristeza y melancolía.
Además, es buenísimo para ayudarte a la hora de
hacer una elección o tomar una decisión, aumenta
tu nivel de concentración.
Dedo medio: al presionar en este dedo, ayuda a
controlar tus sentimientos de ira, enojo o cólera,
así como también la frustración y sentimientos
que detonan hacia el ¨odio¨.
Dedo índice: el sujetar este dedo ayuda a controlar
los miedos.
Dedo pulgar: al hacer presión en él y sujetarlo,
podrás disminuir tus preocupaciones, nervios y
emociones a causa del estrés.

CUIDADO DE SÍ
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Respiración
¿Cómo respiro en cada emoción?
¿Cómo es mi respiración en una situación
de estrés o en un momento de placer?

En nuestra vida diaria, respiramos, pero


olvidamos realmente que tomamos y soltamos
el aire. El fundamento de toda práctica de la
plena consciencia es llevar nuestra atención a
nuestra inspiración y espiración. A esto se le
llama plena consciencia de la respiración, o
respiración consciente. Es muy simple, pero el
efecto puede ser muy grande. En nuestra vida
diaria, aunque nuestro cuerpo está en un lugar,
nuestra mente está con frecuencia en otro.
Poner atención a nuestra inspiración y espiración
devuelve nuestra mente a nuestro cuerpo.
Y de pronto estamos ahí, totalmente presentes
en el aquí y ahora.
(Memorias Encuentro Cuzco, 2018)

La respiración es el principio de una energía


vital, es una energía fundamental que sustenta
el mundo y al universo y anima todo cuanto
hay en él.
Si bien la respiración es una función orgánica
y automática, es la única función orgánica a

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la que podemos acceder voluntariamente, y la
afectamos con lo que sentimos y pensamos.
La invitación es a volver al gozo de la respiración.
Cada inspiración (cuando tomamos el aire) es
una expansión en el cuerpo, es la posibilidad de
tomar lo que necesitamos; y, cada espiración,
una contracción en el cuerpo, es la posibilidad
de soltar lo que está de más, por ejemplo
la angustia, la ansiedad, el cansancio. La
respiración es un apoyo esencial para transitar
lo que estamos sintiendo y acompañarnos.

Práctica creativa:
Respiración
Busco un lugar cómodo donde recostarme. Puedo
ponerme una cobija por sí a lo largo del ejercicio
siento frío. Dejo caer el peso de mi cuerpo, lo
recorro mentalmente desde los pies, subiendo por
las piernas, el tronco, pasando por los brazos, el
cuello hasta llegar a la cabeza. Ahora, pongo mis
manos en el abdomen y noto como al inhalar se
hincha y se expande mi vientre, y cómo al exhalar
se va hacia adentro. Esta es una respiración
diafragmática como la respiración de un bebé.
Después de hacer consciencia en el movimiento de
mi respiración, llevo mis manos al pecho y voy a
intentar llevar el aire hasta esa parte de mi cuerpo,
notando cómo el pecho se expande y se contrae

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CUIDADO DE SÍ
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a medida de que el aire entra y sale del cuerpo.
Finalmente, voy a llevar una mano al abdomen y
otra al pecho, así cada vez que tome aire hasta
que el último poco de aire entre en mi garganta,
voy a percibir cómo se hincha el abdomen y el
pecho; y, al soltar el aire voy vaciando desde la
garganta, el pecho y el abdomen, notando cómo se
contraen. Puedo hacer varias repeticiones de esta
respiración completa. Al terminar, respiro como mi
cuerpo lo necesite en ese momento, muevo poco
a poco mi cuerpo para ir despertándolo y abro los
ojos, me pongo de pie suavemente.

Identifico mis necesidades


¿Qué necesito para estar/sentirme en
bien-estar?
Las necesidades pueden ser biológicas como el
agua, el aire, el alimento; de seguridad como la
protección, la confianza; de conexión como el
afecto, la empatía; de interdependencia como
la participación, la pertenencia y la equidad.
Además nos regimos por un sistema de valores,
entendido como un “horizonte de sentido” o
maneras que tenemos de ver el mundo, que
encuentran su significado en la interacción con
las personas.

CUIDADO DE SÍ
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Podemos identificar nuestra necesidad y
luego comunicar con claridad para que otras
personas puedan aportar a nuestro cuidado, sin
que ello implique que el actuar de las personas
determinen la satisfacción de nuestra propia
necesidad. Existen múltiples posibilidades,
alternativas, estrategias para suplir las propias
necesidades.
Ahora, el cuidado propio no se trata de
imponer nuestras necesidades sobre las de otras
personas, sino de reconocer que tenemos unas
necesidades compartidas.

Práctica creativa:
Identifico necesidades
Hago una pausa en mi espacio cotidiano, puede ser
que esté en la casa, en el trabajo o en una asamblea.
Observo la situación y la acción en la que estoy y me
pregunto ¿qué necesito para sentirme a gusto en este
espacio aquí y ahora? Una vez identifique la necesidad
o necesidades las escribo o dibujo.
Si estamos en un proceso formativo o trabajando en
grupo y queremos hacer acuerdos grupales, podemos
iniciar con esta pregunta de manera individual: ¿qué
necesito para estar a gusto en este espacio? y luego
pasar a exponerlas en el grupo. Cuando estén puestas
las necesidades de todas se pasa a proponer y revisar
estrategias colectivas para atenderlas.

CUIDADO DE SÍ
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Práctica creativa:
Necesidades en movimiento
Elijo un lugar del espacio en el que estoy y muevo
mi cuerpo desde lo que necesito, si necesito soltar,
estirar, acostarme, lo identifico y me permito
hacerlo.
Si estamos en un grupo, nos ponemos en círculo y
hacemos una ronda donde cada persona se mueve
desde lo que necesita y el resto del grupo replicamos
el movimiento de la compañera, fijándonos qué
sensación nos produce e intentando reconocer lo
que esa persona está necesitando.
Reflexión: ¿fue fácil identificar lo que necesito?
¿pude expresar mi necesidad? ¿escuché las
necesidades de las otras?

Comunicar
Cuando observo y reconozco la relación con
mi cuerpo, mis emociones y necesidades,
puedo comunicar con más claridad mis
peticiones y potenciar mi capacidad para
poner límites. Hay circunstancias que
vivenciamos de agotamiento y estrés, así
como de agresión, relacionadas directamente

CUIDADO DE SÍ
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con la falta de poner un límite a tiempo y con
los silencios frente a lo que se nos propone o
impone. Nos invitamos, entonces, a expresar
y recuperar nuestro poder adentro para tomar
decisiones que nos cuiden.

Límites
¿Cómo y en qué situaciones pongo límites?
¿Tomo decisiones para mi cuidado?
Si nos fijamos en la naturaleza, todo organismo
está separado de su entorno por una pared-
membrana, para delimitar el interior del
exterior. En nuestro caso, nuestro cuerpo está
protegido por la piel, la cual nos permite
distinguir entre el exterior y el interior. De esta
manera podemos convivir con otras sin dejar
de ser nosotras mismas. El artista austriaco
Hundertwasser (1994), hablaba incluso de
cinco pieles, que van desde la epidermis “la
zona membranosa más cercana al yo interior”,
pasando por la ropa, la casa, la sociedad para
terminar en la naturaleza y el universo entero.
Para estar en bienestar además de saber
identificar y expresar nuestras necesidades,
requerimos poner límites en función de lo
que necesitamos.

CUIDADO DE SÍ
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Artista Hundertwasser (1994)

Si volvemos un momento a las emociones,


nos daremos cuenta que la ira nos ayuda
para poner límites. La ira trae consigo fuerza,
2. La noviolencia como concepto
(nótese que es una sola palabra) par- una fuerza que bien gestionada nos lleva a
te de un compromiso activo contra la la acción y mal gestionada a la violencia. Si,
dicotomía que socialmente se ha cons-
truido entre violencias y pasividad. La en cambio, anulamos la fuerza, caemos en la
noviolencia es una alternativa a esta pasividad o en una actitud “pasivo-agresiva”.
falsa e individualizante disyuntiva y su
base ética parte del reconocimiento Permitámonos reconocer la ira como portadora
de la autonomía de las personas, de la de un mensaje fundamental para las ¡acciones
acción colectiva, de la desobediencia y
de la resistencia civil como vías activas transformadoras!
y a la vez pacíficas para transformar
situaciones sociales y leyes injustas
o inequitativas de una sociedad. La Reconocer la fuerza desde un lugar novio-
noviolencia propende por cambios
sociales y culturales estructurales par- lento2 es recuperar el poder adentro, el poder
tiendo de la coherencia entre los fines relacionado con la autoestima y el auto-
y los medios para conseguirlos; “una
forma de lucha contra la injusticia, sin conocimiento, entendido por Veneklassen y
que esta lucha implique un agravio o Miller (2008) como “una visión de derechos
daño a la persona que crea o apoya
dicha injusticia” humanos y responsabilidades, y una capacidad
(Jares, 1999) para reconocer diferencias individuales al

CUIDADO DE SÍ
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CUIDADO DE SÍ
31
mismo tiempo que respeta la individualidad de
los demás. El poder adentro es la capacidad
de imaginar y tener esperanza; afirma la
búsqueda humana por la dignidad y la auto-
realización, y se fortalece con la comprensión
del poder y del bien común y una práctica
constante de cuestionamiento y de poner en
duda nuestros supuestos”.

Práctica creativa:
¡Hasta ahí!
Invito a una persona para este ejercicio. Le pido
ponerse frente a frente conmigo, con la mayor
distancia que se pueda según el espacio. Nos
ponemos de acuerdo en quién será A y quién B. B
avanzará hacia A y A dirá cuando quiere que B pare
porque considera que esa es la distancia con la
cual se siente cómoda. En la primera ronda A dice
hasta dónde quiere que llegue B, utilizando sólo la
mirada; en la segunda ronda utiliza sólo el cuerpo;
en la tercera ronda usa la voz y la palabra; en la
cuarta ronda integra todo, la mirada, el cuerpo
y la voz. Una vez A termine la primera ronda, B
hace su primera ronda. Así cada ronda la vamos
viviendo tanto A como B.

Desde este lugar podemos saber en dónde


ponemos los límites y cuándo estamos

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preparadas para extender estos límites. Si
logramos reconocer nuestras posibilidades y
límites, verbalizarlos, ponerlos sobre la mesa,
y escuchar los de la otra parte, podremos
participar del espacio común desde la confianza
y la legitimidad.

Estrategias
¿Cómo me activo para atender mis
necesidades? ¿busco apoyos?

Una vez identificamos nuestras necesidades


podemos buscar estrategias para atenderlas.
Para ello es clave habilitar nuestra creatividad,
de esta manera, no nos quedamos en una sola
estrategia sino que podemos encontrar una
gama amplia y diversa de posibilidades.

Con la conciencia puesta en nuestro sentir y


nuestras necesidades, caminamos hacia una
comunicación más asertiva y nos ejercitamos
en hacer peticiones más claras. Por ejemplo,
pedir apoyo en la familia para darnos un tiempo
de esparcimiento o para equilibrar la tareas; o
pedir apoyo al colectivo en una labor de nuestro
trabajo que no estamos alcanzando a sostener
solas. Para activar las estrategias es importante

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recordar que no estamos solas, ¡activamos las
estrategias juntas!.

Se trata de afinar la escucha hacia nosotras


mismas para ser capaces de escuchar las
necesidades y mensajes de las otras, y desde
ahí propiciar formas de cuidado mutuo.

Para integrar a una situación cotidiana los


elementos nombrados anteriormente es valioso
realizar el ejercicio completo:

• Observar la situación sin juzgar.


• Conectarme con qué siento.
• Identificar qué necesito.
• Expresar la observación, qué siento
y qué necesito.
• Hacer una petición específica y si ésta
no es aceptada por la otra parte, buscar
estrategias conjuntamente que atiendan
las necesidades.

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