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CLAVE DE CONSEGUIR LA PAZ

¿Cómo conseguir la paz dentro de mi ciudad o en el mundo? este pregunta a


acompañado a la humanidad a lo largo de los siglos, unos dicen que por medio de la
economía prospera, otros por una democracia trasparente, otros afirman que mientras n
exista corrupción, otros tal vez dice que por medio de una revolución se llega a la paz,
estas y otras respuestas surgen cuando se pregunta ¿Cómo conseguir la paz?

Es por eso que, la atención y el reconocimiento de la dignidad humana de cada ser


humano exigen un principio que se conoce “la responsabilidad de proteger. Todo Estado
tiene la finalidad de proteger y defender a toda costa la dignidad del ser humano, esta
protección se garantiza principalmente cuando alguien viola gravemente a los derechos
humanos. Estos derechos, se encuentran en la esencia de la persona, con el simple hecho
de ser persona. Es donde brota un terreno común entre todas las personas del mundo,
porque es donde no importa, raza, sexo, edad, lugar de procedencia, sino que toda
persona exige respeto. Claro está que los derechos humanos sirven para salvaguardar la
dignidad del hombre. Estos derechos están en la ley natural inscrita en el corazón del
hombre y presenten en las diferentes culturas y civilizaciones por más remotas u olvidadas
que estén.

El arrancar estos principios fundamentales es condenar a muerte a cada ser


humano, además de abrir la puerta al relativismo, donde el sentido y la interpretación de
los derechos varían dependiendo el contexto. Cabe de resaltar que esto es un acto
“criminal” un acto inhumano, porque como se dijo anteriormente lo derechos humanos
descansan en la ley natural. El reprimirlos se acede fácilmente a la violencia y se
convierten en agresor de la paz.

Decía el filósofo Jean Paul Sartre “El infierno son los otros” con esta frase
desgarradora, el hombre contemporáneo lanza la mirada muy arriesgada, entre lo que él
realmente es y lo que quisiera ser. En esta dialéctica se juega un valor muy valioso e
importante para la vida del ser humano, la libertad, esta facultad entendida como la
autodeterminación al bien.

Sin embargo, debido al relativismo que se vive en la actualidad, la libertad se ha


entendido “todo aquello que quiero y se me antoja ser o hacer” esto da principio al
egocentrismo donde aunque no se llegue a decir se afirma en acciones “mientras a mí no
me pase todo está bien”. La libertad entendida como libertinaje ha dado la pauta de
desfigurar el rostro del ser humano hasta el punto de ya no tener apariencia de humano.
Por desgracia ahora en día, ese valor tan hermoso que posee el ser humano, lo ha
sobrepuesto de todo derecho fundamental, de esos primeros principios, que son la
esencia del hombre. Es decir, el artículo 3 dice “Todo individuo tiene derecho a la vida”,
ahora bien con la libertad arriba de este derecho, se trasforma a “yo decido si vive o
muere” sea pequeño o sea grande yo tengo el poder de decidir sobre él. La premisa con
que empiezan los 30 artículos “Todos o toda persona”, se trasforma a “Yo decido” lo cual
es un acto barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad.

En el ejemplo anterior claramente se puede palpar que sobreponiendo el valor de


la libertad sobre todo derecho humano, termina por aniquilar la vida humana. Lo cual
genera violencia, y la violencia genera guerra, disputa entre los mismos seres humanos.

Se tiene que sembrar la esperanza de que estos derechos no se pueden arrancar


del ser humano sino que son plasmados en la persona para la plenitud de la persona no
para su desgracia y perdición. Estos derechos permiten fomentar la caridad entre los
miembros de la comunidad, fomentando mejores condiciones de vida y bienestar
personal y comunitario. Por eso se afirma a ciencia cierta, los derechos humanos como la
base de toda convivencia humana.

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