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Etapa post peronista después de 1955. Perón fue desplazado por un golpe de estado.
Se generó un sistema político muy conflictivo
El gobierno se encuentra con problemas en esta etapa. Hay resistencia del peronismo que quedó
en los sindicatos (no hay actividad política). El gobierno militar pide asesoramiento a Raúl Prebisch
(primer presidente del banco central hasta 1944), quien era un economista importante y que al
crearse las Naciones Unidas lo nombran directos de la CEPAL, Comisión Económica para América
Latina. Es una especie de consultora dedicada a asesorar técnicamente a los países
latinoamericanos.
Prebisch es un hombre que realizó una teoría sobre el subdesarrollo de los países
Latinoamericanos. Se la conoce como “Estructuralismo Latinoamericano” o “Teoría desarrollista”
(pone énfasis en el desarrollo).
La teoría tuvo bastante vigente por los tomadores de decisiones de América Latina como Brasil.
LA TEORÍA DESARROLLISTA:
Prebisch hace un diagnostico de la situación y una propuesta a este régimen para la Argentina.
Prebisch ve:
o Una redistribución del ingreso del campo hacia la ciudad en el Peronismo (subsidios,
control de tipo de cambios)
o Inflación: una consecuencia de políticas monetarias y fiscales demasiado expansivas.
Aumentos de salarios mayores a la productividad de la economía.
o Expansión del crédito bancario para cubrir el déficit.
PROPUESTAS DE PREBISCH:
El plan de Prebisch permitió un debate en argentina sobre a donde debería ir el país, se prolongo
en los años 60. Para analizar esta propuesta los partidos y agrupaciones políticas tuvieron que
formar cuadros técnicos para critarlo y analizarlo.
Hay varias opiniones. Los críticos del plan no ven problemas estructurales sino factores
institucionales (políticas mal ejecutadas), en algunos casos incluso se niegan las crisis:
- Arturo Jauretche : referente intelectual del peronismo que tendrá una postura critica. Era
el ex director del IMIM. Hace un documento que se llama “el plan prebisch, el retorno al
coloniaje” Dice que iba a retrasar el desarrollo industrial y contradictorio en lo que dice.
Dice que el peronismo fue el único gobierno industrial.
En cuanto a la inflación le hecha la culpa a los terratenientes.
Reconoce algunos de los problemas de la gestión peronista pero que el cambio de rumbo
de 1949 se moderaron esos problemas.
- José Liceaga: Era de los intransigentes. Critica a Prebisch y lo considera subordinado a las
estructuras imperialistas. Dice que los instrumentos de política económica peronistas no
fueron malos sino que estuvieron mal aplicados. Cuestiono las estadísticas que utilizo
prebisch y que con capitalización del agro se podrían adquirir bienes de capital y dar una
solución a los cuellos de botella del país.
Explica la inflación diciendo que es por los saldos acumulados en 1945 porque el país
acumula un montón de divisas, consecuencias del superávit de la guerra pero que hay
carencias de elementos importados. Dice que no fue la emisión peronista lo que genero la
inflación sino que fueron las restricciones a las importaciones.
Critica la sustitución de importaciones peronista por no avanzar hacia los sectores
pesados.
Critica de Prebisch el abondono del intervencionismo que quiere hacer, dice que
abandonarlo implicaría conceder en algunos sectores monopolios privados.
- Federico Pinero: Plan Pinedo 1940. Es una figura con visión ortodoxa. Critica el plan
Prebisch y la experiencia de la gestión económica peronista. Omite toda referencia a la
industria y dice que el pais debe seguir explotando sus ventajas naturales e incentivar la
inversión extranjera.
Desde el lado de la propuesta de Prebisch podemos ver que es ortodoxo, sobre todo en políticas
de corto plazo y heterodoxo respecto a los cambios estructurales del país.
ROUGIER Y ODISIO- RESUMEN PLAN PREBISCH- Las ideas sobre el desarrollo nacional
(1914-1980)
Con el golpe de Estado de 1955 se inicio una etapa de profunda revisión de los fundamentos que
orientaban la acción estatal que derivaron en un intenso debate entre políticos, corporaciones e
intelectuales.
El gobierno militar convoco a Raúl Prebisch para que realice un diagnostico de la situación
económica y para delinear la estrategia a seguir. Prebisch realizó junto con algunos colaboradores,
un diagnostico provisorio de la situación en la argentina.
➔ El primer informe catalogo a la argentina como inmersa en “la peor crisis de la historia”,
un país descapitalizado con la infraestructura destruida, endeudado y bajo una alta
inflación. Para prebisch la economía argentina estaba estancada desde 1948 y se
vislumbraba una situación negativa en la balanza de pagos.
En sus documentos, Prebisch recomendaba medios ORTODOXOS para contener la inflación, como
reducción de la tasa de creación de dinero y de los gastos gubernamentales. Las exportaciones
agropecuarias estaban estancadas y no contribuían a generar las divisas necesarias.
Estas recomendaciones se combinan con otras de caras mas INDUSTRIALISTAS para la resolución
del desequilibrio externo. La debilidad de la posición externa argentina era por el insuficiente
desarrollo de la industrialización. En su recomendación, la argentina debía continuar con el
esfuerzo en la industrialización, especialmente de las industrias básicas indispensables para
fortalecer la economía del país.
➔ En primer lugar, proponía fomentar las industrias del HIERRO y del ACERO, la
METALÚRGICA, y maquinarias prioritarias, motores Diesel, vagones de ferrocarril,
tractores, automóviles pequeños, etc.
➔ Por otro lado, debían desarrollarse otras industrias sustitutivas que permitieran una
reducción no costosa del uso de divisas. Por ejemplo: la industria del papel y la celulosa,
los productos químicos básicos y la petroquímica.
➔ Las importaciones de bienes de producción esenciales debían limitarse a través de un
sistema de derechos de importación sobre los automóviles extranjeros y de prioridades de
importación para los bienes destinados al transporte y producción.
➔ Se prescribía también el fomento de las obras de infraestructura, especialmente de
energía eléctrica y transportes con el fin de mejorar la competitividad de las actividades
productivas y de la producción minera.
➔ El Banco Industrial debía transformarse en una entidad autónoma y otorgar créditos a
largo plazo.
➔ Debian alentarse las exportaciones de productos manufacturados, aunque no se
prescribían medidas mas especificas respecto a su liquidación por el mercado libre de
cambios.
➔ El desarrollo de todas estas medidas traería una mejora en la productividad, que se
elevaría por el perfeccionamiento de la educación técnica y la mejora en los métodos de
uso de la maquinaria existente y de la importada.
Prebisch expuso estas ideas frente a la Junta Consultiva Nacional, un organismo formado por el
gobierno y representantes de partidos políticos (sin el comunismo y sin peronismo) en noviembre
de 1955.
Allí, dijo que no concebía el desarrollo sin una fuerte base agropecuaria, que no solamente creara
un vasto ámbito de demanda en la campana, sino que proveerá a la industria de las divisas
necesarias para sus equipos, en la medida que estos equipos no puedan producirse económica en
el país y para sus combustibles y materias primas. Dice que debe encararse el problema industrial
argentino y crear bases para las industrias siderúrgicas, químicas, de celulosa y otra
indispensables. Esto debía hacerse con un aumento importante de la productividad, lo que llevaría
a aumentar rápidamente el ingreso.
Dice: “Sería entonces que la industria ha sido mal organizada, se ha empezado por las ramas
livianas o manufactureras en lugar de la industria básica, pesada y no se gan cuidado los
elementos necesarios para la conducción y expansión industrial como la energía y el transporte?”
Respaldo a Prebisch en lo atinente a la productividad pero sin considerar los costos sociales: no se
iban a dar aumentos de salarios que no estuviesen respaldados por productividad en la industria.
Alzogaray dijo que debe encontrarse la forma de que la gente trabaje mas y había una sola: que
sientan la necesidad de trabajar mas. No porque se los obligue sino porque lo van a tener que
hacer. Dice que si se siguen aumentando los salarios y los precios suben la gente va a seguir
creyendo en el Estado como una figura providencial. Remarcaba que la “herencia” debía pagarse
y que el publico debía pagar por las cosas lo que valían en si y para ello no quedaba otro remedio
que trabajar mas.
Roberto Alemann
Al igual que Prebisch, caracterizaba a la crisis argentina como de “desarrollo”. Luego de la etapa
ganadera y agrícola, la economía había entrado en la “industrial” elaborando materias primeras
productividad localmente como alimentos, cueros, textiles pero en su opinión, esa etapa debió
terminar poco después de finalizar la guerra, cuando una coyuntura favorable coloco al país en
condición de impulsar el crecimiento de industrias básicas y de la energía, con las cuales se
hubiera completado el desarrollo industrial.
Para Alemann no se trataba de una crisis de negocios pero si una crisis de crecimiento cutas
proporciones eran graves. Esa crisis se manifestaba en el estancamiento de la producción
agropecuaria, en la desocupación velada, en la deficiencia de transportes y en la baja
productividad del sistema económica en general que terminaba por recargar los costos de las
empresas.
Alemann no invalida la intervención estatal, sino que sostenía que el Estado debía promover el
desarrollo industrial. Pero Argentina había persistido en sostener un dirigismo “absurdo” en
momento en que los demás países lo abandonaban. Decía que el Estado no podía sustituir al
empresario en sus funciones y el dirigismo podía ser valido solo en un periodo de emergencia.
Proponía la eliminación progresiva de esa excesiva intervención.
Alemann apostaba a la capitalización empresaria y para ellos era necesario expandir la capacidad
de importar, comprimida por el desmejoramiento de los términos de intercambio y la contracción
de las actividades exportadoras. A ello debía sumarse el problema inflacionario.
El Estado podía promover el desarrollo industrial a través de fijación de tarifas aduaneras,
diferenciando los derechos sobre artículos que competían con los producidos en el país, de
aquellos que eran maquinarias o materias primas requeridas para la industria. También la política
impositiva era un instrumento de enorme alcance para acelerar o frenar el desarrollo de
determinadas actividades.
Para Alemann, el principal recurso de la política eran las INVERSIONES. Un incremento en las
inversiones resolvería los problemas. Para mejorar los ingresos había que mejorar la productividad
y apoyarse en inversiones extranjeras. Igualmente no confiaba en que pudiesen resolver TODOS
los problemas puesto que un mayor ahorro interno significaría “un espíritu de sacrificio” imposible
para la argentina y el ahorro extranjero podía traer consecuencia negativas como gravitar la
balanza de pagos. Según él, le correspondía al Estado diseñar un programa de desarrollo y fijar las
prioridades de inversión. Se requerían de manera urgente inversiones considerables básicas como
transporte, ferroviarios, caminos, energía y petróleo.
Jauretche
José Liceaga
Dirigente radical especialista en economía agraria que participó del ciclo de debates sobre la
economía argentina y las reformas propuestas en el Informe, organizado por el Centro de
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Para Liceaga, Prebisch se adecuaba a las presiones de las potencias dominantes y su propuesta
económica desnudaba «el vínculo entrelazante con las estructuras imperialistas y la sumisa
sujeción a las formas de predominio que ellas ejercen». Así, el Plan procuraba superar la «crisis
funcional de ciertos sectores vitales de la economía nacional derivando todos los aspectos de
nuestra estructura hacia situaciones que efectivicen una íntima relación de dependencia para con
el capitalismo nacional.
Liceaga discutía la gravedad de la crisis anunciada por Prebisch, considerando que la Argentina era
menos vulnerable que antes precisamente por su desarrollo industrial.
No había incapacidad productiva en el agro ni en la industria. Y si bien se había agotado un ciclo,
se debía avanzar en otro para lograr la «prescindencia de un aprovisionamiento extorsionador».
Para ello era necesario profundizar la industrialización, la que se había frenado por las dificultades
en la colocación de saldos exportables y también por la influencia de factores negativos en la
política económica del peronismo.
La crisis de divisas podía ser ahuyentada con una mayor tecnicación agraria (que el peronismo no
había realizado) que incrementaría el nivel de saldos exportables y permitiría, de ese modo,
adquirir los bienes de capital necesarios para consolidar el régimen industrial. Pero también era
necesario avanzar en la producción de base y en la explotación petrolera.
En síntesis, para Liceaga el estudio de Prebisch tenía un «falso miraje» que si bien permitía ilustrar
lo errónea que había sido la política económica del peronismo no consideraba el esfuerzo y la
protección cambiaria y crediticia que había requerido la industria local para sustituir una parte
importante de las importaciones. Tampoco señalaba el grado de concentración industrial ni
cuestionaba a los empresarios, quienes habían aprovechado múltiples oportunidades de
rentabilidad creadas. Y fundamentalmente, Prebisch no veía la transformación y eclosión social
que había generado la industrialización, a la cual había que dar respuesta
Pinedo
En el proceso post 1955 más abiertamente criticó las posturas pro-industriales y las tesis de
Prebisch desde distintas tribunas.
Pinedo declaraba estar en el «polo opuesto» a la tendencia dominante respecto a la libre iniciativa
y al desarrollo de las empresas. Sólo en casos excepcionales el Estado debía vigilar a los
productores privados para evitar prácticas monopólicas pero de ninguna manera debía convertirse
en fabricante, importador, exportador, distribuidor, transportador o banquero. No se trataba de
dejar todo librado al laissez faire pero, según Pinedo, ya era claro que el estatismo y las lecturas
hechas a partir de la obra Keynes habían constituido un error. En su opinión, el debate sobre la
estrategia de desarrollo instalado por Prebisch y la CEPAL era una «falacia» ya que no se podía ser
«agrarista o industrialista por sistema. Para Pinedo la Argentina no podía «buscar su bienestar en
una sistemática industrialización, como no puede hacerlo en el repudio de la actividad fabril
concentrándose en su tradicional producción agraria. Para ser un país exitoso no era necesario
desarrollar una importante estructura industrial. Según su opinión la teoría que presentaba países
«desarrollados» frente a países «subdesarrollados» solo servía para despertar «bajas pasiones».
Pinedo cuestionaba las implicancias de la teoría del deterioro de los términos del intercambio y
advertía que no era cierto que «invariablemente la relación de precios nos haya sido adversa, ni
que tenga que serlo». Pinedo no pretendía retrotraer la situación económica a etapas ya pasadas
ni colocar a la industria en una situación desventajosa o sujeta a la importación indiscriminada;
aún así consideraba que la tarifa aduanera era un mecanismo propicio para evitar el
anquilosamiento del sector manufacturero.
Reforzó la idea de que el llamamiento a las inversiones extranjeras era imprescindible para
mejorar las actividades productivas e incluso para el logro de la «independencia económica»: el
ahorro nacional no alcanzaba para llevar adelante la inversión necesaria. Si la industria consumía
más divisas que las que podía producir o ahorrar, las necesidades corrientes de moneda extranjera
serían cada vez mayores
Para poner en contexto: viniendo del Plan que fue en 1955. Es un plan para el gobierno militar que
es un gobierno que dura hasta 1958.
➔ 1958: Gobierno de Frondizi. Era de la Unión Cívica Radical. No era realmente una
democracia porque la figura política no funcionaba, las fuerzas armadas controlaban el
fuego político. Es un presidente DESARROLLISTA. El Desarrollismo va a lograr que es a
partir de una ley vengan muchos capitales extranjeros para desarrollar la estructura
productiva y llenar los espacios vacíos en los sectores donde no existía desarrollo:
industria química, siderúrgica, petroquímica (industria pesada).
Gobierna hasta 1962.
➔ 1962: Se produce otro golpe de Estado (Frondizi tiene una reunión con el Che Guevara y
recordemos que los militares no querían este cruce). En contexto, EEUU fomentaba el
desarrollo en latam para evitar tendencias comunistas.
Luego del desplazamiento de Frondizi, el nuevo presidente es “Guido”.
➔ 1966: Revolución Argentina, así se llamo al golpe de Estado. Presidente: Juan Carlos
Onganía. Había desacuerdo entre los militares sobre cómo tratar al peronismo (entre
extinguir al movimiento y convivir con él).
Con Onganía se vuelve a una sociedad que respete los “principios básicos” conservadores,
anti izquierda.
El siguiente presidente es Lanuce.
El problema se alivió porque se cristalizaron las cosas que decía Prebich, tener un perfil de política
ortodoxa para solucionar algunos problemas del país.
Con respecto a la industria, tenemos un cambio estructural desde Frondizi con un cambio gradual
pero aparecen nuevos problemas porque al principio los nuevos sectores traen nuevas demandas
de importaciones. Aparecen problemas como el giro de dividendos porque hay dinero que se va
por el beneficio que dan las empresas extranjeras. Otro problema era la dependencia tecnológica
“TEORÍA DE LA DEPENDENCIA” de la relación de explotación sobre los países en cuanto a su
periferia. Esta dependencia hace referencia que la tecnología venia de otros países y la pregunta
era como generarlos en el país.
Con Frondizi se buscaba llenar los espacios vacíos en la industria con inversión. Se tenía que
INTEGRAR la industria.
Para fines de 1970 la industrialización había avanzado muchísimo y ya no existían problemas tan
graves desde 1960 respecto a la balanza comercial por lo que argentina puede aumentar las
exportaciones industriales sobre todo a países latinoamericanos.
El proceso industrial se consolida llenando los “casilleros vacíos” y a fines de los 60 se puede
pensar que esta mayor industrialización no sea tanto de capital extranjero sino que sean o
provengan de la burguesía local y este es el gran desafío en argentina. Hay experiencias exitosas
hasta el día de hoy como Techint con acero, Laboratorios Bago, Petroquímicas, celulosa.
STOP ANG GO: La economía crece, cuando crece también lo hace el consumo y el salario.
Aumenta el gasto publico al mismo tiempo.
El aumento del ingreso llevaba a consumir bienes primarios que son productos básicos para la
exportación argentina por lo tanto empieza a bajar el saldo a exportar por el fuerte consumo
interno (este es importante y había que abastecerlo). O’Donnell lo llamaba consumidores locales
a aquellos que impulsaban el consumo interno, a los que buscaban exportarlo los llamaba
burguesía pampeana, que eran los grandes productores agropecuarios.
La industria crece mas que el producto y para producir contrata trabajadores, ellos con sus salarios
compran productos industriales (este es el ciclo virtuoso del mercado interno). Como crecen las
industrias también lo hacen las importaciones (M)
El agro tiene sus exportaciones o saldos exportables (X raya) que son estáticas porque produce
una cantidad fija.
Pasa un tiempo y se genera un déficit comercial (X-M)<0 Al ocurrir esto voy perdiendo divisas o
reservas que llevan a una crisis, chocando con la RESTRICCIÓN EXTERNA.
La restricción externa por la crisis de balanza de pagos tiene como solución reducir las
importaciones y dinamizar las exportaciones con el agro y la industria. Hasta que no se produjera
esta solución de largo plazo, solo podemos tomar la solución es de corto plazo que es básicamente
enfriar la economía. Baja el consumo, la industria cae, no se necesitan tantas importaciones
porque se produce menos. Por el lado del campo, los saldos exportables van a aumentar porque
las personas consumen menos se puede exportar mas pero también sucede que la gran espalda
para hacer el ajuste es la DEVALUACIÓN y este programa donde se aumentaba la tasa de interés y
se devalúa lo que hace es encarecer las divisas y generan un impacto en el poder adquisitivo. Al
devaluar también cuesta mucho mas caro importar por lo que oprime las importaciones se
reducen.
La devaluación no aumenta tanto las cantidades a exportar (no incentiva a producir mas ya que
estas cantidades seguían siendo estáticas).
La devaluación es un instrumento redistributivo del ingreso REGRESIVO en contra de los que
consumen, a las pymes y en favor de los productores agrarios más grandes (burguesía pampeana)
porque el dinero ahora tiene mas capacidad de compra por las divisas que genera por cosechar.
En esta época el salario tenia rol de impulsor de la demanda y desde los 70 el salario cumple mas
rol de “costo” porque puede comprimirse con devaluaciones debido a que la industria empieza a
tomar características que antes eran propias del campo.
El impacto en los precios es mas fuerte en la etapa del STOP por la devaluación.
O’Donnell hace un análisis clasista en base a los factores productivos, cápita (K), tierra (T) y trabajo
(L)
➔ (T)- A la Tierra los llama BURGUESÍA PAMPEANA. Representados por la Sociedad Rural.
➔ (K)- Al capital los llama BURGUESÍA URBANA relacionadas con la burguesía industrial.
➔ (L)- El trabajo es llamado por O’Donnell como SECTOR POPULAR. Representados por la
CGT del peronismo.
O’Donnell dice que hay una relación virtuosa entre las pymes y los trabajadores. Cuando crece el
poder adquisitivo, las pymes pagan salarios a los trabajadores y estos compran productos de las
pymes. También los llama ALIANZA DEFENSIVA. El termino defensivo viene porque cuando se
enfría la economía empieza un fenómeno social donde……………………completar
También dice que la burguesía pampeana y las pymes están siempre en conflicto. En la etapa del
GO el tipo de cambio esta apreciado entonces la burguesía pampeana busca el STOP para que se
devalúe porque les sirve. También le sirve que dejen de consumir los trabajadores porque se
benefician ya que están mirando hacia afuera para exportar (se enfría la economía local y puedo
enviar mas productos afuera y dejan de derivarlos al consumo interno) al dejar de consumir bajan
las importaciones de las pymes/industrias.
O’Donnell dice que en la etapa del GO el cociente entre PA/W es bajo porque los precios están
baratos y el poder adquisitivo es alto. En la etapa del STOP sube el cociente entre PA/W porque se
pueden alinear los salarios con el precio industrial.
El texto esta escrito en 1977, un año después de la dictadura, dice que lo mejor para el capitalismo
argentino hubiera sido apostar al sector mas avanzado: la gran burguesía urbana y a la burguesía
pampeana o al agronegocios.
Antecedentes históricos
➔ Como los restantes de América Latina, el capitalismo argentino se expandió al ritmo y con
las características impuestas fundamentalmente por la incorporación, como exportadoras
de productos primarios, de algunas de sus regiones.
➔ La economía exportadora de lanas y cereales -y mas tarde también de carne-- cubrió una
parte proporcionalmente mayor del territorio nacional que la que abarcaron las otras
economías de exportación latinoamericanas.
➔ La importante base de acumulación local que daba el control directo de la tierra, la alta
productividad internacional de esta hasta aproximadamente 1930 13 y los escasos
requerimientos de trabajo implicados por su modalidad. "extensiva", de explotación,
fueron decisivos para que la región pampeana -incluso sus centros urbanos- fuera
internamente mas diversificada y prospera que las del enclave, la plantación y la hacienda.
➔ En el lapso que medio (gruesamente) entre 1870 y 1930 17, el Estado argentino pudo
parecerse al Estado liberal de los grandes centros mundiales, en tanto funciono como un
sistema de democracia política mas ostensiblemente fraudulento pero con un nivel de
participación electoral no inferior al de aquellos.
Dilemas
Dos puntos
2. surge de otra particularidad de esta economía: sus principales pro- ductos de exportación -
cereales y carne- son alimentos que constituyen el principal bien-salario del sector
popular. Cada uno de los restantes productos primarios de exportación latinoamericana
incide menos sobre el consumo del sector popular y, por lo tanto, también inciden menos
los cambios en sus precios relativos internos
La crisis mundial de 1930 deprimió exógenamente los precios de los bienes pampeanos. Algo
después el gobierno peronista (1946-1955) fue un primer esbozo de problemas que mas tarde
harían plena eclosión.
Primero (1946-1950) el Estado se apropio de parte sustancial del producido de las exportaciones
pampeanas, mantuvo deprimidos sus precios internos y con ello aumento el nivel de ingreso del
sector popular y amplio la demanda efectiva de otros bienes, sobre todo industriales. Pero esto no
tardo en generar problemas de balanza de pagos, debidos al efecto conjunto del "desaliento" de la
producción pampeana y del aumento del consumo interno exportables.
Mas tarde (1952-1955) se mejoraron los precios agropecuarios, con lo que -por la operación en
sentido inverso del efecto conjunto- se alivio la situación de balanzas de pagos. Pero esto a su vez
genero resistencias por la redistribución negativa del ingreso que implicaba y la reducción del
mercado efectivo con que contaba la burguesía urbana.
En 1960, se produjo una gran ola de inversiones extranjeras directas en industria y servicios, que
implicaron la rápida internacionalización (mediante capitales y actividades muy diferentes a los
que antes se habían asentado en las actividades exportadoras) de la estructura productiva urbana
Ciclos
➔ Se dio una base objetiva, que además fue subjetivamente reconocida para repetidas
alianzas entre buena parte de las fracciones débiles de la burguesía urbana y el sector
popular. Esas alianzas se forjaron alrededor de la defensa del mercado interno contra los
efectos recesivos que (por vía del aumento del precio interno de los alimentos y la
consiguiente reducción de la demanda efectiva) traía aparejada toda alza importante del
precio de los productos exportables pampeanos
➔ las movilizaciones del sector popular en defensa del nivel de ingreso y consumo internos
realimentaron su capacidad de organización y acción política a traces de reiteradas
aunque parciales victorias.
➔ la alianza arriba mencionada provoco, y actualizo políticamente una y otra vez, un
profundo corte "horizontal", interno a la burguesía urbana, entre sus fracciones
oligopólicas y las mas débiles.
➔ Los mismos procesos determinaron la recurrente aparición de otro fundamental clivaje
interburgues, al separar los intereses económicos y las metas políticas de corto plazo de la
burguesía urbana (incluso de sus fracciones oligopólicas) y de la burguesía pampeana. Esto
compuso un mapa de cambiantes alianzas, que se halla en el origen de los "ciclos"
económicos y políticos.
En el corto plazo el aumento de los precios relativos internos de la producción pampeana entraña
una perdida neta casi equivalente para el conjunto del sector urbano. La redistribución de ingreso
y el efecto recesivo sobre el nivel de actividad que -ceteris paribus -esto entraña, aumenta los
excedentes exportables (por vía de su efecto inmediato sobre el consumo interno de exportables)
y podría ser el precio a pagar para un aumento en el mediano plazo de la producción pampeana (al
satisfacer la condición necesaria de apropiación de precios "satisfactorios" y, sobre todo, estables,
Los periodos de bajos precios internos de los alimentos y de tasa de cambio estable han sido, no
casualmente, los de mayor tasa de crecimiento del producto nacional, de distribución mas
igualitaria del ingreso y -hasta aproximarse al final del ciclo- de menor tasa de crecimiento de la
inflación. Pero también han conducido a una crisis de balanza de pagos que, a medida que se
avecinaba, generaba la implantación de una serie de "controles" (sobre todo de precios internos y
cambiarios) que, sin embargo, no logro impedirla.
Péndulos
En cada una de las fases del ciclo la gran burguesía urbana, basada precisamente en las
condiciones que la convierten en fracción dominante, ha jugado a ganador. No la perjudican la
devaluación y los "programas de estabilización" a la vez que, como apéndice directo o
íntimamente vinculado al capital internacional, esa ficción es la que mejor percibe los costos y mas
teme la posibilidad de una cesación internacional de pagos. Esa fracción es la mas directamente
interesada en que se alivie la crisis de balanza de pagos, al tiempo que la libre transferibilidad
internacional de capitales aumentan aun mas sus ventajas de acceso a un crédito internamente
nunca tan escaso, y reabre los canales "normales" de transferencia de la acumulación hacia el
centro del sistema.
En el tramo final de la fase ascendente del ciclo estos factores convierten a esa gran burguesía en
aliada de la burguesía pampeana (y del conjunto del sector exportador) en su reclamo de las
medidas que originan la fase descendente.
otros comportamientos: atendió a sus intereses económicos de corto plazo, se montó en la cresta
de la ola de la reactivación económica -de la que cabe suponer su posición le permitía beneficiarse
privilegiadamente50- y "dejo hacer" las políticas de reactivación. Con lo cual esa fracción recorría
un arco complete del péndulo, sumándose al conjunto del sector urbano y abandonando a la
burguesía pampeana a un solitario lamento por el rápido deterioro de sus precios relativos.
Acabamos de describir un recurrente fenómeno -la perduración de la gran burguesía.
Esos desplazamientos. además de las consecuencias económicas, tuvieron una consecuencia
política de la mayor importancia: quebraron una y otra vez la cohesión Inter burguesa necesaria
para la estabilización de su dominación política. Fracturaron esa cohesión entre las dos fracciones
"superiores" de esa burguesía (la oligopólica urbana y la pampeana), dotadas de importantes
bases de acumulación propias y potencialmente capaces de "modernizar" el capitalismo argentino.
Otro aspecto, no menos importante es que esas perduraciones no solo abrían "espacio" político
para, sino también eran en buena medida consecuencia de, una alianza alternativa-burguesa,
popular y obrera.
Insistamos antes sobre un punto central. La alianza de las fracciones "superiores" de la burguesía
solo podría haber rendido fruto en caso de haber perdurado por el tiempo suficiente como para
que hubiera avances significativos en la productividad pampeana y, de paso, para que hubiera
avanzado aun mas la concentración del capital urbano en beneficio de la gran burguesía. Este
requisito temporal es el que fue violado por las fluctuaciones de precios relativos (el
mantenimiento de una tasa de cambio fija -o sistemáticamente rezagada respecto del aumento de
precios internos- era el principal mecanismo que revertía los precios relativos en favor de estos
(incluso de los salarios).
Si bien esto señala la condición necesaria de estabilidad de los precios pampeanos, no prejuzga
acerca del nivel de precios desde el que se podría haber inducido la transformación hacia un
agribusiness de la burguesía pampeana. En la medida en que el énfasis recayó fuertemente sobre
la mejora de ese nivel, se generaron los conflictos y pendulaciones que estamos analizando
La alianza defensiva
Porque no se trata solo de que en la Argentina haya habido un sector popular dotado de mayor
autonomía y capacidad organizativa que los de buena parte del resto de América Latina. El
mecanismo por el cual podría forjarse la alianza a mediano y largo plazo de las fracciones
superiores de la burguesía pasa por el aumento y estabilización del precio relativo de los
principales alimentos internos. Ese aumento dio al sector popular un blanco preciso para su acción
política.
Estas fracciones suelen ser duramente castigadas por las recesiones subsiguientes a las
devaluaciones y a los "programas de estabilización.
En cuanto a los aumentos de salarios; no es sorprendente que esta burguesía trabajo-intensiva
apoye esos aumentos si se consideran los costos aun mayores que le implica la recesión. La
concurrencia con los sindicatos en el reclamo de aumento de salarios es, además la prenda que
esta burguesía entrega al sector popular para forjar la alianza.
Los principales sustentos organizacionales de esta alianza han sido la CGE, la CGT y la conducción
nacional de los principales sindicatos. Su primera, principal y tal vez última expresión ha sido el
peronismo. S canalizo en otros partidos y, al interior del Estado, en diversas corrientes
"nacionalistas". Y su bandera ha sido la defensa del mercado interno, en el doble sentido de
impulsar su nivel de actividad y de acotar la expansión del capital internacional. Las características
de este sector popular y de esta burguesía local no pueden ser entendidas tomando a uno y otra
aisladamente.
1. La alianza fue esporádica pero recurrente. Solo apareció con nitidez, y con alto grado de
coordinación táctica, en las fases descendentes del ciclo, cuando el reclamo de aumentos
salariales y de diversas medidas para aliviar "la asfixia del pequeño y mediano
empresariado nacional" e' concurrían a la reactivación del mercado interno a costa del
sector agropecuario-exportador. Cuando el ciclo se reactivaba la alianza se diluía, en parte
debido a los intentos de esa fracción y de los sindicatos por negociar -individual y
corporativamente- ventajas especificas con el Estado y con la gran burguesía, en parte
debido a que aquella coincidencia inmediata de intereses daba paso a los efectos de
clivajes mas "normales" entre estas clases.
2. La alianza fue defensiva. Surgió contra las ofensivas de las fracciones superiores de la
burguesía, postulando una vía "nacionalista" y "socialmente justa" de desarrollo que
implicaba pasar por alto lo que era incapaz de problematizar como meta de su acción.
Fue defensiva, porque el triunfo de esta alianza se agotaba en si mismo sin llegar a un
sistema alternativo de acumulación; todo lo que lograba era sacar al ciclo de su fase
descendente y lanzarlo a su fase ascendente, en condiciones que provocaban
ineludiblemente su reiteración.
3. Pero, aunque defensiva y condenada a que sus victorias fueran el cumplimiento y no la
salida del ciclo, esta alianza fue sumamente exitosa. Su historia es la de repetidas victorias
de anulación de los "programas de estabilización", de acotamiento de la expansión interna
del capital internacional, de lanzamiento de nuevas fases de reactivación económica y de
nuevos "desalientos" de la burguesía pampeana ante la caída de sus precios
En un sentido mas profundo, la alianza defensiva fue victoriosa porque impidió que se
prolongara la fusión entre las dos fracciones superiores de la burguesía. La gran burguesía,
cuando llego el momento de contrapesar sus beneficios inmediatos en una nueva
reactivación de la economía, contra el abismo político que hubiera implicado seguir
acompañando a la burguesía pampeana y al sector exportador cuando el resto de la
sociedad civil se había fusionado en su contra, opto siempre por "dejar hacer" las políticas
que iniciaban una nueva fase ascendente.
4. La alianza fue poli clasista, en el sentido especifico de que incluía al sector popular (con un
fuerte peso obrero) y a un fundamental componente burgués. Pero, por otra parte, esto
determino que su orientación fuera nacionalista y capitalista.
5. La alianza defensiva quedo encerrada dentro de parámetros capitalistas, como resultado
de su carácter intrínsecamente poli clasista.
6. En cuanto al aprendizaje, este fue función de la fresca memoria de anteriores
movilizaciones que lograron revertir la situación salarial y el nivel general de actividad de
la economía.
7. Estas fusiones multiplicativas de la alianza defensiva eran las que empujaban a la gran
burguesía a abandonar a la burguesía pampeana a un solitario lamento por la caída de sus
precios. Abrían, por una parte, el impulso hacia la reactivación económica y, por la otra, el
abismo político de una movilización "nacional y popular" que de alguna forma tenia que
ser reabsorbida. Al pendular en un momento hacia la burguesía pampeana y, momentos
después, al apoyar el lanzamiento de una nueva fase ascendente del ciclo, la gran
burguesía no solo optimizo en cada fase sus intereses económicos de corto plazo. También
logro ser el único miembro estable de la alianza gobernante
Estado
Acerca del Estado como aspecto especifico de la dominación ya he dicho bastante, por la negativa,
respecto del caso argentino. Los péndulos de la gran burguesía y sus dificultades para subordinar
al conjunto de la sociedad civil son indicación palpable de una continuada crisis de dominación
política. De esto nació una democratización por defecto, que resultaba de las dificultades para
imponer la "solución" autoritaria que siguio siendo buscada afanosamente, porque en ella parecía
radicar la posibilidad de sacar al capitalismo argentino de sus espirales y de "poner en su lugar" a
las clases subordinada.
He hablado de "alianza gobernante", termino con el que aludo a la que impone, a través del
sistema institucional del Estado, políticas conformes a las orientaciones y demandas de sus
componentes. Los péndulos que hemos estudiado fueron el resultado inmediato de políticas
estatales que precipitaban sus fases ascendentes y descendente.
En su nivel institucional, las pendulaciones fueron como grandes mareas que por un momento
cubrían todo y que, cuando se replegaban, arrastraban consigo "pedazos" de ese Estado. De esto
resulto un aparato estatal extensamente colonizado por la sociedad civil. El Estado colonizado fue
también un Estado extraordinariamente fraccionado, que reproducía al interior de sus
instituciones la democratización por defecto de una sociedad civil que encontraba allí palancas
para seguir empujando sus espirales.
Esto determino que se bloqueara una salida posible de los ciclos: el desplazamiento hacia un
capitalismo de Estado. Para ello no hubo -por las mismas razones que hemos analizado en este
trabajo- el aparato burocrático inedianamente estable y consolidado, y dotado de grados de
libertad no despreciables frente a la sociedad civil, que hubiera sido el requisito para ello.
Otro gran obstáculo surgía de que, en el periodo de fusión de la gran burguesía con la burguesía
pampeana, los "programas de estabilización" entrainaban un periodo de ofensiva "anti estatista".
Acatando la terminología corriente se puede decir, entonces, que en sus dos pianos el Estado
argentino del periodo que hemos analizado fue un caso de sumamente baja autonomía relativa.
Conclusión
El experimento iniciado en 1966 fue, por un lado, el gran intento de reconstituir mecanismos de
acumulación que subordinaran el conjunto de la sociedad a la gran burguesía, y, por el otro,
necesaria y correlativamente, de implantar un sistema de dominación política que, dando un giro
de ciento ochenta grados, se impusiera conquistadoramente sobre la sociedad civil.
Ya he mencionado el colapso de ese intento y como esto abrió paso, por primera vez, para que la
alianza defensiva conquistara el sistema institucional del Estado sin compartirlo con la gran
burguesía.
El gran triunfo de la alianza defensiva condujo, en síntesis, al paroxismo de la crisis política y
económica, al reflujo de la ideología nacionalista, a la implantación de un nuevo Estado y a la
disolución o intervención de las principales organizaciones del sector popular y de la burguesía
local. Con todo lo cual, y por primera vez, los sustentos políticos, ideológicos y organizacionales de
la alianza defensiva han sido puestos entre paréntesis. Esto ha hecho posible que actualmente las
fracciones superiores de la burguesía tanteen una reacomodación a largo plazo sobre bases que
presuponen una relación mas igualitaria -entre ellas- que las de 1968-1969; el reverso de la
moneda -y su requisito- es, precisamente, la dispersión de la alianza defensiva. Esto no implica que
no pueda reformarse esta alianza ni que la Argentina ya no retornara a las espirales que hemos
estudiado. Pero para que ello ocurra la burguesía local tendría que emprender un azaroso camino
de Damasco hacia el sector popular, y no es seguro que para entonces este siga enmarcado por las
coordenadas ideológicas y políticas que cimentaron a la alianza defensiva antes de su grande y
catastrófica victoria.
La UCRI hace un acuerdo con otras fuerzas políticas, dentro del cual esta Perón (estaba en el
exilio). La UCR había apoyado el golpe de estado de 1955 pero sin embargo Frondizi avanza con
este acuerdo y Perón convoca a sus simpatizantes para que lo voten.
Frondizi promete:
El problema de esto es el partido militar porque el ejercito son un sujeto político importante, es
una institución politizada que se creía con derechos a intervenir en la política. Este acuerdo le
genero problemas a Frondizi por desconfianza.
Tuvo frentes de conflicto como la rebelión peronista que rompe el acuerdo, también con la
oposición militar.
Frondizi pago el costo de ganar las elecciones haciendo un pacto con Perón.
Frondizi critico a perón en el proyecto de ley de inversiones extranjeras respecto al petróleo,
considerándolo una violación a la soberanía argentina (aunque no se logra aprobar porque el
Congreso no lo apoyaba). Luego, cuando es presidente va en contra de esta critica..
Cae con le golpe de 1962.
Frondizi fue uno de los pocos estadistas que tuvo argentina ya que estudiaba los problemas del
país, la sociedad y la historia. Su mano derecha fue Rogelio Frigerio, era un asesor de gobierno.
El diagnostico de esta dupla era:
El diagnostico era muy parecido al que hizo Prebisch en la CEPAL y se los titula de desarrollistas.
- Decían que la situación del país se agravaba por el deterioro en los términos de
intercambio. Esto es un termino del comercio internacional. Sucedía porque el país vendía
materias primas y compraba bienes, sobre todo de capital, con un creciente contenido de
valor agregado.
- El propio status quo del comercio internacional en el intercambio de materias primas solo
reproducía el subdesarrollo.
- No se sale por mercado porque este solo agrava el problema, viendo que la industria era
liviana, de bienes de consumo final requiriendo importaciones de maquinarias, insumos,
energía.
- Había que hacer en materia industrial el camino inverso, iniciando por el principio de la
cadena de valor avanzando hacia las industrias básicas como el
acero (siderurgia),
metalmecánica (motores, mecánica, autos),
papel,
energía (petróleo y gas),
TRACTORES.
- El problema es que no hay conocimiento ni capital suficiente para hacerlo y una solución
era hacer una industrialización a marcha forzada. Esto de hizo en países como china,
donde era una industrialización basada en una acumulación de capital por parte de las
empresas que luego les permita volcar la inversión hacia otro lugar. Esto implica una
redistribución regresiva del ingreso (régimen laboral con salarios básicos y con jornadas
intensas). Esto era difícil de aplicar en argentina por la fuerza del sindicalismo, muchos
derechos laborales, poca oferta de mano de obra.
La estrategia, puesto que lo anterior no era viable, fue recurrir AL CAPITAL EXTRANJERO
(Ídem Perón).
La prioridad del gobierno de Frondizi fue esta promoción del capital extranjero mediante una LEY,
con protección a estos sectores una vez que lleguen al país.
Desde el lado de como conciliar el tema de la batalla del petróleo, con la inversión extranjera (ya
que perón tuvo conflictos con esto puesto que el proyecto ni siquiera fue tratado en el Congreso),
Frondizi hizo que las empresas extranjeras vinieran en condición de contratistas de YPF, ósea
sacaban el petróleo en nombre de YPF. Esto permitió que el proyecto no tuviera que pasar por el
Congreso debido a que era un contrato interno entre YPF y los extranjeros (algunos lo vieron como
una estafa y entrega a la soberanía). Sin embargo, el resultado fue exitoso porque en los cuatro
años se triplico la producción de petróleo y cuadriplico la producción de gas.
Hay un intento de cambio estructural de la economía pero en cuanto a políticas económicas nos
enfrentamos a cuestiones de CORTO PLAZO, que son urgentes. Por eso, el otro foco es el PLAN DE
ESTABILIZACIÓN, se lanza en 1958 en el primer momento del gobierno.
Están medidas lo que hacen es acomodar los precios relativos y todo plan de estabilización
requiere una etapa inicial que en lo inmediato genera mas inflación que impactó en los salarios.
De todas formas, aumentó la recaudación fiscal y licua las deudas o compromisos que tiene el
Estado.
Respecto a las empresas, si bien afecto al mercado, al licuar los salarios mejoraron la visión a
futuro.
En cuanto a las negociación de FMI, sirvió para que la ley de inversiones extranjeras fuera exitosa.
Firmas que ingresaron con esta LEY:
- Firmas automotrices. Chrysler, Ford Motors y General Motors. Si bien estaban en el país,
eran ensambladoras de los autos en argentina y los problemas de importación hacia que
sea poco lo que ensamblaban. Lo que ingresaban luego de la ley era con una promesa de
integración local. IKA, que ingreso con el gobierno de Perón, tenia un alto grado de
integración local para esta época. Esto da lugar a un sector autopartista importante. Estas
terminales tienen alto grado de integración local “etapa dorada del autopartismo
argentino”.
En 1961, el país tiene déficit comercial por el alto nivel de inversión que tiene con automotrices,
petroquímicas, empresas contratistas de petróleo que genera tasas de crecimiento importantes
(1960 la economía crece 7,8%), lo que trae déficit comercial porque la crecer se aumentan las
importaciones (vuelve el problema del STOP an GO).
En 1962 hay problemas políticas, problemas con las cosechas por cuestiones climáticas lo que
genera problemas de divisas. El sindicalismo esta en una situación de conflicto y trae
repercusiones sobre el mercado cambiario. Frondizi además devuelve el edifico de la CGT lo que
no fue bien visto por los militares, lo mismo cuando recién de forma secreta el CHE Guevara. En
1962 como hay elecciones, gana un representante peronista lo que era inadmisible para ellos y es
desplazado. Esto impacta en la economía porque cae el PBI, hay devaluación nuevamente y trae
inconvenientes porque hubo muchas empresas que con el ingreso del país al FMI tuvieron
abierto crédito internacional. Muchas empresas estaban endeudadas en dólares en un mercado
recesivo y muchas empresas caen en un problema financiero sin salida. En algunos casos no
pudieron ni con ayuda estatal. El caso mas emblemático fue SIAM.
Las inversiones que llegaron con Frondizi cambio el perfil industrial del país permitiendo un
crecimiento continuo del país. La industria venia creciendo al 6% anual. Estas industrias son
intensivas en capital y tienen un nivel de productividad mayor por lo tanto los años 60 son un país
de crecimiento y además el agro mejora la productividad y mejoran sus precios. El Stop and GO es
superado porque mejoran las exportaciones del país. Lubrica la economía porque se reparten
dólares y todos se pueden desempeñar (el agro iba bien y la industria avanzaba a pesar de
consumir divisas para importar y producir).
Frondizi hace en 1958 una ley de carácter mas liberal que la idea de Perón porque no tiene
montos para enviar de remesas a las casas matrices.
Schavzer dice que la ley era un poco ambiguo y difuso en algunas disposiciones.
Inconvenientes que ve:
En cuanto a petroquímica hubo al menos tres proyectos, INDUPA, IMPACTO y otro que en general
estaban cercas de los gasoductos que le proveían materia prima.
fertilizantes y productos derivados del petróleo. Por ejemplo, la industria textil pasa a ser una
industria de base petroquímica.
Hay una industria de capital nacional que se remonta a la etapa agroexportadora como alimentos,
textiles sin base petroquímica, industria azucarera (el sector mas tradicional y asociados a la
sociedad rural o bolsa de comercio). Schvzarser las llama “INDUSTRIA VEGETATIVAS” que crecen
al 1%, 2 anual, que crecen poco y no se modernizan. Dice que entre 1960 y 1970 hay dos
presidentes de la unión industrial y ambos perdieron sus empresas.
Los sectores mas dinámicos, fuera de las empresas extranjeras, Schvarzer dice que son
proveedores de la industria automotriz o proveedores de maquinaria agrícola (autopartistas de
maquinaria agrícola automotriz o de artículos electrónicos). La mas representativa de las empresas
de artículos electrónicos fue WYNCO.
En el caso de las empresas de maquinaria agrícola se va dando un empresariado joven con
formación técnica en la zona cerealera de la argentina (Cordoba y sur de Santa fe, norte de la Pcia
de Buenos Aires). Es un empresariado dinámico.
En los años 60 se fue generando una importación industrial (la industria debía generar sus propias
divisas), con incentivos del Estado. A mediados de 1970 es mucho mas claro esto y alivia la
situación de la balanza comercial.
A pesar de las crisis políticas la economía creció y se genera una multitud de actores políticos,
sociales, etc. que hacen una malla protectora de la industria argentina porque había intereses en
ella.
Esto genera aun conflicto entre actores económicos:
- Entre las industrias automotrices y sus proveedores porque las terminales esperan menos
integración local y proveerse de su país de origen. Ganan los proveedores por apoyo del
gobierno ya que querían MAYOR integración local.
- Hay problemas en el sector siderúrgico entre la empresa estatal de acero SOMISA y la
empresa PROPULSORA SIDERÚRGICA (de Techint). Cuando se inaugura SOMISA en 1960 es
muy chica para hacer frente a la demanda, por lo tanto había necesidad de importaciones.
El grupo Techint propone hacer los productos que se importaban, pero SOMISA se negaba.
La empresa propulsora siderúrgica termino haciendo laminados para la carrocería de los
autos y evito que se importaran fabricándolos localmente.
Hacia los años 60, hay dos focos de medida. Por un lado la de Perón y por otro la de Frondizi. EL
otro elemento importante es la mejora en el desempeño de las importaciones porque la propia
industria comienza a generar sus propios niveles, más las mejoras en el sector agrícola, la
mecanización del agro a través de la instalación de tractores locales que se volcaron al mercado y
mecanizaron al sector y por último, la mejora de los precios internacionales. Tenemos 13 años
continuos de crecimiento económico que casi no tiene antecedentes en el país.
Como problema: el crecimiento no se percibía porque los CENSOS industriales median mal porque
el crecimiento se mide en la ponderación que tiene le total de la economía en cada sector (cuanto
pondera por ej. el agro sobre el PBI). En la medida que fueron creciendo las inversiones y los
sectores pesados se subpondero el valor de estos sobre el total de la economía. Se verifica en el
censo industrial de 1974.
Arturo Frondizi llegó a la Presidencia de la Nación (1958) y sus principales objetivos eran que el
capital extranjero entrara en la producción petrolera y que se expandiera las ramas metal
mecánica y química. Por este motivo, firmó un conjunto de contratos, destinados a extraer el
petróleo lo más rápido posible, mediante a la explotación de las reservas ya localizadas. Con el fin
de regular esta situación, a fines de ese mismo año se promulgaron dos leyes; una de inversiones
extranjeras y la otra destinada a promover la inversión local (1962) justificándose en “el capital
extranjero no llegará a nuestro país gratis o por bajos rendimientos”. En la práctica, no hubo
ningún control de las actividades de las empresas, ya que “el mercado seleccionará, por si solo, a
las mejores”.
Todas las ramas alentadas planteaban problemas de economías de gran escala. La dimensión
productiva era superior a la demanda esperada del mercado interno, de modo que una sola planta
eficiente podía cubrir toda la demanda local y hasta excederla. De esta manera, existían varias
empresas de un mismo rubro operando para un mismo mercado de manera ineficiente. Las ramas
tradicionales eran llamadas “vegetativas” porque seguían el lento aumento de la población una
vez cubierto el mercado interno. Las nuevas ramas se denominaban “dinámicas” porque se las
suponía capaces de crecer con ritmo rápido y duradero debido a una mayor independencia de la
evolución de la población y su capacidad de crear nuevos eslabonamientos productivos. La
expansión de estas últimas tendía a satisfacer una demanda latente que llegaba rápidamente a la
saturación, por lo que la oferta de esos bienes se estancaba, limitada por el lento aumento del
consumo y la gradual reposición del stock en su uso. La inexistencia de estímulos a la exportación,
combinada con la insistencia de los empresarios a continuar únicamente en el mercado interno,
provocaba una perspectiva desalentadora para nuevas inversiones de magnitud. Durante la
primera etapa de auge del capital extranjero (1958 – 1962) las empresas nacionales exhibieron su
aporte estancado y hasta una caída absoluta en algunos rubros. La persistente falta de capacidad
de crecer se refuerza con una nueva orientación de la demanda. Sin embargo, una crisis del sector
externo desatada en 1962 afectó a toda la economía industrial causada por:
A. La apuesta al ingreso del capital externo y el deseo de incentivar su arribo al mayor ritmo
posible fueron causa de la permisividad para importar partes y piezas para los proyectos
aprobados, que disimulaban el ingreso de bienes de consumo durable, desarmados, con la
excusa de que se traían para la producción.
B. La opción por la rama automotriz generó un súbito aumento del parque rodante y de la
demanda de combustible, que compensó el ahorro de divisas esperado de la mayor
extracción del petróleo.
C. El gobierno otorgó amplia libertad de compras en el exterior, generando una demanda
adicional de divisas hasta que se avanzó hacia un momento crítico. Los sectores
privilegiados se atiborraron de bienes de consumo, durables y no durables, a cuenta de
gastos en divisas que todavía no se podían financiar con exportaciones ni con crédito
externo.
La intensa crisis que se originó en la balanza de pagos fue agravada por la respuesta oficial, donde
la política económica contrajo bruscamente la demanda interna, colocando a la industria frente a
una situación difícil. Sin embargo, los cambios políticos en el país y la mayor facilidad para obtener
algunos créditos en el exterior lograron que la crisis no durara demasiado tiempo. A medida que
pasó la crisis y se consolidó el sistema de protección y promoción, se mostró un grupo pequeño
que asumió el desafío de expandirse, lanzando nuevos proyectos de inversión, y otro que decidió
que las nuevas condiciones de contexto no ofrecían atractivo suficiente y quedaron a la espera.
Las empresas que se expandían (principalmente ramas fabriles más modernas) se concentraban
alrededor de ciertos núcleos productivos y se estimulaban mutuamente por sus relaciones
productivas, donde los nuevos empresarios tenían la formación para la tarea o se apoyaban en los
especialistas. Se crearon organizaciones gremiales, ya que necesitaban una acción global y política
para defender sus intereses en el mediano plazo, logrando medidas oficiales como normas
técnicas, aranceles y medidas sectoriales específicas que protegían el mercado interno, además de
créditos y de los pedidos de compra de sus bienes por parte de empresas y organismos estatales.
Como consecuencias de la crisis, descubrieron que la exportación podía ofrecer una salida a sus
excedentes en caso de necesidad, donde estaban acompañados por los subsidios oficiales,
medidas del gobierno a favor de su desarrollo y de promover su capacidad exportable.
El avance de empresas más dinámicas se encontraba acompañado del retiro de otras más
antiguas, las cuales estaban en pésimas condiciones técnicas, apenas disimuladas por su
obsolescencia organizativa: instalaciones viejas y escaso o nulo crecimiento. Estas solo podían ser
rentables en medida en que pudieran imponer su voluntad sobre el mercado, es decir, que
mantuvieran su monopolio y contaran con protección. Puede verse, entonces, que los obstáculos
más serios al desarrollo industrial argentino era la ausencia de conocimientos técnicos de los
gerentes locales, sin planes a largo plazo, no conocer los costos y no disponen de apoyo para
mejorar sus plantas y estructuras productivas. En consecuencia, se otorga un despilfarro de
inversiones y baja de productividad, sumado a los precios altos bloquean la expansión del
mercado.
Los primeros en cerrar sus puertas fueron los frigoríficos ya que tenían grandes dificultades para
mantener su posición en el mercado externo y el mercado interno estaba siendo cubierto por los
nuevos frigoríficos locales medianos. En 1968, el gobierno inglés volvió a cerrar el ingreso de la
carne argentina por razones sanitarias, lo que marcó el rotundo fin de la “relación especial” entre
los dos países y el final del largo periodo de venta de carne sin esfuerzo comercial. Sin embargo, el
Estado se encargó de la administración de ciertas plantas para evitar problemas de empleo, sin
importar la eficiencia del sector.
En cuanto a la actitud de las élites, el cambio político de 1955 generó una larga crisis en este
sector social, la cual era confundida con la crisis política. La mayor parte de la élite no se resignaba
a aceptar que había terminado el periodo dorado de explotación de las ventajas comparativas de
la pampa húmeda, la cual no ofrecía la enorme diferencia de productividad con el resto del mundo
y el mercado externo ya no tenia la capacidad de absorción anterior.
El cierre sobre si misma fortalecía el rechazo hacia los técnicos y los especialistas, bloqueando el
ascenso de estos dentro de las empresas a los puestos de decisión real, lo que ocasionó la masiva
“fuga de cerebros”: el país de la inmigración europea masiva era reemplazado por un sistema que
atraía migrantes de los estratos mas pobres de las naciones limítrofes y expulsaba profesionales y
personal calificado.
Después de la Segunda Guerra Mundial las medidas de promoción pretendieron conformar una
política orgánica de industrialización. La intervención cambiaria, impositiva y crediticia del Estado
para estimular al sector industrial consolidó el modelo sustitutivo. El crecimiento industrial estuvo
liderado por las ramas livianas, con una alta proporción relativa de mano de obra.
Hacia fines de los sesenta era claro que el sector industrial tenía un papel importante en la
dinámica de la economía argentina y que la persistencia del estrangulamiento externo mostraba
los límites del impulso logrado mediante la sustitución de importaciones. La crisis de balanza de
pagos se hacía convertido en la dinámica típica del ciclo argentino.
Aldo Ferrer mostraba que el estrangulamiento externo del crecimiento económico era resultado
de la relación entre sector industrial y el sector externo. Señalaba que el desequilibrio externo
obstaculiza la acumulación de capital, particularmente en los sectores básicos de infraestructura,
debido a la dificultas de importar maquinaria y equipos de exterior y que provoca un creciente
nivel de endeudamiento con el exterior que gravita sobre el balance de pagos.
En suma, se tomaba conciencia sobre una reformulada restricción externa. El ciclo económico
característico del modelo sustitutivo estaba determinado por la rigidez de la oferta de productos
exportables y por la dependencia de la estructura industrial y las pautas de consumo respecto de
las importaciones de insumos, capital físico y tecnológico, y productos diferenciados de consumo
corriente, durables y de lujo.
Desde la primera crisis del sector externo en la posguerra, que el peronismo enfrentó en 1949-
1952, la dinámica del ciclo de la economía argentina se consolido con la recurrencia de la escasez
critica de divisas y la estabilización recesiva operada por la restricción externa en 1959 y hacia
1962-1962.
La rigidez de la oferta exportable fue identificada como un grave lastre para el desarrollo
económico.
Para que la industrialización sustitutiva fuese exitosa tenia que lograr un reducción progresiva del
nivel de importaciones, cumplir esa condición resultaba fácil en una primera etapa pero mientras
avanzaba el proceso de producción local de bienes que quedaban por sustituir, implicaba una alta
intensidad de importaciones y se daban cambios en la composición de la demanda que originaban
un alza en el coeficiente global de importaciones, que contrarrestaba la reducción obtenida
inicialmente a través de la sustitución.
Las dificultades para seguir contrayendo el coeficiente global de importaciones ponían en
manifiesto los limites de la estrategia “desarrollista” orientada al mercada interno.
La etapa “fácil” de industrialización sustitutiva se había agotado, pues el propio avance del
proceso renovaba la necesidad de divisas: la demanda de importaciones se regeneraba con una
composición reconfigurada.
La persistencia de los problemas del sector externo se atribuía a la ineficiencia económica derivada
del “sendero proteccionista” consumado.
➔ Javier Villanueva sostenía que el restringido mercado interno era a todas luces
insuficiente para permitir el aprovechamiento de las economías de escala y se manifestaba
contra el “aislacionismo”.
➔ Aldo Ferrer reconocía el aislamiento del resto del mundo como el principal problema. La
restricción indiscriminada de importaciones y la falta de selectividad general habían hecho
que la política de industrialización fuera inconsistente, el altísimo nivel de protección
efectiva impulso un desarrollo industrial concentrado en las ramas productoras de bienes
finales y el aislamiento de la competencia externa había estimulado la expansión de
amplios sectores del tejido industrial, que producían con costos mayores a los
internacionales.
➔ Guido Di Tella señaba los altísimos costos industriales de nuestra estructura presente,
que atribuía al “elevamiento sucesivo de barreras a la importación”, criticaba el “esquema
semi-autarquico” implantado. Para Di Trlla, la distorsión en los precios relativos del sector
industrial, y su alto nivel absoluto, junto con la insuficiente dinámica de las exportaciones
industriales, hacían “imprescindible reconocer el agotamiento de la presente etapa de
sustitución de importaciones”. Y reclamaban un nuevo modelo de desarrollo industrial.
Todos los económicas que participaron en el debate de los años sesenta se aproximaban a una
reformulación de un proyecto nacional de desarrollo en torno a las estrategias para reimpulsar el
proceso de industrialización.
El proyecto de Adalbert Kieger Vasena, ministro del gobierno militar de Juan Carlos Ongania,
destilaba aquella filosofía de modernizar la economía argentina: “racionalizar” la estructura
industrial para hacerla “eficiente” y transformarla en una economía abierta, esto es, que tuviese
segmentos competitivos internacionalmente.
el programa de Kieger Vasena logro revertir la tendencia recesiva que el desmejoramiento en el
sector externo impulso en 1966 y sostener luego una fase expansiva equilibrada pero sin alterar la
senda en la que se desarrollaban las contradicción internas del proceso de industrialización.
La devaluación compensaba con retenciones equivalía al establecimiento de un doble tipo de
cambio, que apuntaba a adaptar los intercambios económicos internacionales a la estructura
productiva desequilibrada. La medida contrariaba los intereses de los productores agropecuarios,
cutas presiones obligaron a una reducción paulatina de las retenciones.
Fueron incrementados sucesivamente los subsidios cambiarios a las exportaciones industriales,
pues aun con el tipo de cambio devaluado solo estrechos segmentos de la estructura industrial
eran competitivos internacionalmente. También se rebajaron los aranceles a las importaciones
para compensar el efecto cambiario en los costos de la producción industrial y mantener el acicate
de la competencia internacional.
El eje principal de la estrategia era alentar las exportaciones industriales, además de la
producción local de insumos intermedios y de bienes de capital. Esos objetivos se encontraba un
fuerte obstáculo en el sector industrial, caracterizado por una alta propensión a importar
insumos y maquinarias y una estrategia que incluía solo marginalmente la exportación.
El capital extranjero tenia una participación destaca en el proceso de maduración de la estructura
industrial. La entrada masiva de empresas trasnacionales y su radicación en actividades dinámicas
se traducía en un fuerte incremento de la participación extranjera en el producto industrial,
proceso que coincidió con un fuerte aumento de la concentración en la propiedad. La nueva
situación traía contradicción internas en el desarrollo de la industrialización que configuraban
formas renovadas de estrangulamiento externa dado que las inversiones estaban orientadas al
mercado doméstico, las transferencias al exterior tendían a superar los flujos entrantes de capital
y su aporte neto de divisas resultaba negativo en el mediano plazo.
En cuanto a los salarios y los niveles de productividad que eran ejes determinantes de la evolución
estructural de la economía argentina: a mediado de los setenta, el aumento sostenido de la
productividad mostraba tendencia a la desaceleración mientras los salarios reales crecían
lentamente. La distribución regresiva del ingreso se había revertido o por lo menos estabilizado.
Que la productividad creciera mas rápido que los salarios implicaba para los empresarios la
posibilidad de mantener o aumentar sus tasas de rentabilidad y para la economía en su conjunto
la perspectiva de incrementar competitividad internacional.
Kriegna Vasena había intentado aplacar la inflación congelando los salarios al nivel de 1966 e
induciendo a los empresarios a limitar los aumentos de precios a cambio de facilidades crediticias
y ventajas para la licitación de obras publicas. En esos años la represión de un amplio conjunto de
reivindicaciones sociales, entre ellas salariales, genero una acumulación de tenciones hacia 1969
que derivo en un estallido social. El conflicto distributivo se expresaba en la inflación y a través
de la consecuente apreciación del tipo de cambio real, se traduce en un desequilibrio del sector
externo. No se podía llegar a un acuerdo y precipito la renuncia de Kriegna.
A mediados de 1970 cuando Carlos Moyano Llerena asume como ministro de Economía y la suba
de precios internacionales de la carne disparo las tenciones acumuladas en el sector durante años
previos. Luego de un periodo de liquidación de stocks y ante la rigidez de la oferta, los precios de
la carne se dispararon y arrastraron a los demás.
La llegada de Aldo Ferrer, hacia fines de 1970n reafirmo el giro hacia el nacionalismo económico.
Con el desarrollo nacionalista la política económica abandono el eslogan de la estabilidad y busco
promover el desarrollo de las industrias de capital nacional.
Después de 1955 la sociedad argentina de deslizo hacia una crisis política crónica signada por la
erosión de la legitimidad del orden vigente. El movimiento peronista en la sociedad frustro las
tentativas de doblegar su fuerza política y los sucesivos regímenes no lograron establecer
regulación institucional de los conflictos sociales. La persistencia de los mecanismos coercitivos de
exclusión política debilitaba las propuestas de quienes ocupaban el gobierno, mientras la
presencia de la clase obrera y de sus organizaciones reaseguraba la continuidad del peronismo. La
incorporación del movimiento obrero organizado a la arena política se había afirmado
precisamente en los orígenes del peronismo y en los años de proscripción que siguieron a su caída,
la fuerza social del movimiento se nutrió de la reconstrucción de su propia identidad.
La fuerza del sindicalismo residió a partir de la capacidad de negociar con el Estado mas que con
los empresarios. Su poder de negociación procedía de su posición como representantes de Perón
ante los trabajadores. Los distintos sectores sociales con proyectos alternativos carecían de una
expresión política partidaria capaz de nuclear sus intereses. La única excepción era el movimiento
obrero que adquirió un peso político destacado.
Las dificultades para articular un régimen político hegemónico también respondían a la dinámica
del ciclo económico.
El desequilibrio externo promovía un “pacto” entre la “GRAN BURGUESÍA URBANA”- Empresas
multinacionales y monopolios locales y la “BURGUESÍA PAMPEANA”- que conducía a un plan de
estabilización. Los terratenientes, que eran los principales proveedores de divisas, podían tensar
la restricción externa mediante el “desaliento” productivo y forzando la aplicación de programas
de ajuste. Mediante la devaluación y la restricción monetaria y fiscal, se operaba una transferencia
de ingresos desde el sector agropecuario, mientas que los asalariados y las capas mas débiles de la
burguesía domestica se perjudicaban por la caída en los niveles de ingreso y consumo.
explicaba O’Donnell, los ciclos y los péndulos habían trabajado la consolidados de un régimen
hegemónico y de un proyecto propio de la gran burguesía.
Su oscilación quebraba la cohesión de los sectores dominantes y abría espacio político para la
alianza “defensiva” entre los empresarios “mercado internistas” y los obreros. La situación del
escenario sociopolítico fue definida como un “EMPATE”: cada uno de los actores sociales tenia
poder para vetar los proyectos de los otros pero ninguno podía dar impulso suficiente al propio.
Algunos, a mediados de los sesenta, crecían que un Estado fuerte podía romper el empate, aplacar
las manifestaciones de inconformismo social y allanar el camino para la “MODERNIZACIÓN”.
➔ El golpe militar de 1966 de Juan Carlos Onganía encarno la tentativa de resolver el dilema
de la hegemonía a favor de la gran burguesía industrial.
Según los postulados del nuevo gobierno. La modernización de la estructura productiva
(“el tiempo económico”) daría lugar a un sector industrial “racionalizado” y dinámico. En
una segunda etapa (“el tiempo social”), el progreso económico se derramaría a amplios
sectores sociales. Finalmente, una tercera etapa (“El tiempo político”) liberaría a la
Argentina de la faccionalidad existente y daría lugar a una “democracia verdadera”.
➔ El fuerte autoritarismo del gobierno militar engendro una masiva convulsión social y
profundizo la crisis de legitimidad. Las luchas obreras desbordaba la capacidad de
contención de la dirigencia sindical que practicaba “peronismo sin Perón”. La tentativa del
gobierno militar de tender vínculos con el sindicalismo había encontraba eco en algunos
sectores pragmáticos para la negociación que buscaron establecer su fuerza con
independencia del viejo líder. Las tensas relaciones con Perón y los cuestionamientos al
movimiento obrero derivaron en 1968 EN LA FRACTURA DE LA CGT, entre:
-Combativos (CGT de los Argentinos, liderada por Raimundo Ongaro)
-Colaboracionistas (encabezados por Augusto Vandor).
➔ En sus años de exilio, Perón alentó a todos los que lo invocaban su liderazgo. Combinó la
ambigüedad con la manipulación táctica de distintos sectores del movimiento para
amplificar su fuerza política.
➔ Las opciones de Perón eran reducidas hasta la irrupción de la protesta de 1669 y la
guerrilla de 1970. Lo coloco en el centro de la escena y le devolvió la capacidad de
iniciativa. Desde Madrid, el líder intento canalizar la movilización social para apurar su
La legitimidad del gobierno militar y la dirigencia se desgastaron con los abusos conflictos sociales
y las acciones armadas que se sucedieron desde MAYO DE 1969: EL “CORDOBAZO”, los asesinatos
de un dirigente sindical, entre otros. El proyecto de “Revolución Argentina” fue rápidamente
socavado, la agitación social se había inmiscuido antes de concluido el “tiempo económico”
forzando la anticipación del “tiempo político”. ´
En 1971, el gobierno del Lanusse, se dispuso a preparar una salida a la democracia. En abril,
después del llamado “viborazo” o “segundo Cordobazo”, fueron rehabilitados los partidos
políticos. Las negociaciones de las fuerzas armadas con otros actores sociales y políticos,
enmarcadas en el Gran Acuerdo Nacional (GAN) impulsado por Lanusse, apuntaban a lograr una
condena general a la lucha armada.
El primer paso para la apertura democrática se había dado a fines de 1970 con la formación de “La
Hora del Pueblo”, en acuerdo entre los principales partidos políticos n trono a un programa
reformista nacionalista y un consenso sobre la necesidad de institucionalización democrática. La
tentativa de Lanusse de capitalizarla con una amplia inclusión de políticos en su gabinete fracaso,
igual que su aspiración de ser candidato a presidente.
Abiertas las negociaciones con los militares en el marco del GAN, Perón sabia que el proceso
conducía inevitablemente a su retorno. Como tenia avanzada edad, adopto la estrategia de avivar
la acción armada para acelerar el proceso, mientras se distanciaba de los dirigentes sindicales mas
recelosos. A partir del asesinato de Vandor y Alondo, la guerrilla peronista inicia una campaña de
eliminación selectiva de dirigentes gremiales, identificados como una casta corrupta. Durante
1972 abundaron los elogios públicos de Peron a los “muchachos” y las criticas a la burocracia
sindical.
En los últimos años de la década del sesenta, se inicio una etapa de transformaciones
fundamentales en el sistema económico mundial, por el agotamiento del patrón tecnológico que
había regido en la posguerra.
La “Edad de Oro”, las principales potencias capitalistas transitaron un sendero de crecimiento
económico acelerado y sostenido. El acervo tecnológico, que en esta etapa de auge configuro la
extensión de la lógica del capital industrial todos los sectores productivos, se había acumulado
desde mediados de la década de 1930.
En 1971 el gobierno norteamericano abandono la tasa de cambio establecida del dólar con el oro y
en 1973 se abandono a nivel mundial el sistema de tipos de cambios fijos con el dólar.
La depreciación del dólar frente al marco alemán y el yen introdujeron a nivel internacional una
gran volatilidad e incertidumbre y agregaron un impulso a la especulación y al desplazamiento de
enormes capitales con alto grado de liquidez.
Los precios del combustible habían quebrado la tendencia descendente registrada por décadas. A
fines de 1973, ante la inflación mundial y la depreciación del dólar, la OPEP cuadriplico el precio
del petróleo en un lapso de tres meses. Iniciada la maniobra en pleno desarrollo de la fuera árabe-
israelí, implicaba un nuevo golpe a la primacía norteamericana.
→ En la posguerra se consolido la configuración de un patrón de intercambio horizontal
(productos industriales por productos industriales) predominante en el comercio internacional,
que reemplazo el intercambio vertical (el tipo de materias primas por productos industrializados).
Además de agudizar las presiones inflacionaria en la producción manufactureras, se genero un
incremento en las rentas de los países petroleros. Los PETRODÓLARES también llegaron los
bancos de los países centrales y alimentaron transformaciones y los vaivenes en los mercados
internacionales de capital.
La caída en las tasas de rentabilidad y las turbulencias políticas coincidieron con una
desaceleración en las tasas de crecimiento en los países centrales. En los primeros años de la
década del setenta, la tentativa de revertir la tendencia recesiva por medio de la ampliación del
gasto público y la expansión monetaria conllevo a un fuerte proceso inflacionario que se hizo
descontrolado cuando el shock petrolero desato los aumentos de precios.
En los países desarrollados la tendencia del estancamiento de la inflación aparecía con lo que se
llamo ESTANFLACIÓN.
Perón regresa con el programa del “viejo peronismo”, y dispuesto a retomar la ortodoxia
doctrinaria para dirimir el conflicto político dentro del movimiento. El programa económico del
gobierno, que la CGE fue definiendo desde mayo, apuntaba a la “colaboración de clases”. La
contención de la inflación, la redistribución del ingreso y el crecimiento eran necesarios para
frenar la radicalización social. Consideraban que el aumento salarial era un dato político a priori, y
solo se podía intentar limitarlo y contener sus efectos sobre el escenario macroeconómico. Las
tarifas publicas fueron aumentadas fuertemente a comienzos de junio por razones fiscales, con
una lógica diferencial que contemplaba su impacto sobre la distribución del ingreso. Además, la
ACN estableció que los empresarios no podrían modificar los precios en respuesta a los aumentos
salariales. Una vez trasladado el impacto del reajuste tarifario de los precios, estos permanecerían
congelados.
A raíz de la crisis internacional, surgieron las primeras fuertes presiones sectoriales contra el
marco económico establecido por el Pacto Social: en octubre de 1973 sobrevino el alza
internacional de los precios del petróleo y otros insumos que generó un fuerte incremento en los
costos de la producción industrial. En 1974, cuando el alza de los precios de los productos
importados empezó a horadar la rentabilidad de las empresas, los reclamos se tornaron mucho
más fuertes y florecieron en el mercado negro, el contrabando, el acaparamiento y los aumentos
de precios encubiertos. Las operaciones fraudulentas revelaban una escasa voluntad de los
empresarios para atenerse al Pacto Social, que ya no estaban dispuestos a participar en el
proyecto de colaboración de clases.
Florencia Alejandra Aguirre- 898796
38
El año 1973 cerró con un superávit récord en el sector externo, que amplió las condiciones de
posibilidad de la política redistributiva. Con el empuje de la demanda sobre la subutilización de la
capacidad instalada y el aumento de los gastos corrientes del Estado, se genera un gran
crecimiento anual del producto. Además, la inflación descendió abruptamente pese a los
incrementos salariales y a la nutrida expansión monetaria, pero la financiación del déficit público
con emisión contribuía a reavivar la inflación. Durante este mismo año la estabilidad de precios
había desestimulado las reivindicaciones salariales, y los reclamos de los trabajadores estuvieron
orientados a la mejora de las condiciones de trabajo y la reincorporación de obreros despedidos.
La muerte de Perón (1974) dejó al equipo económico sin sustento político: se cerraron los
mercados europeos para las exportaciones argentinas de carnes bovinas, por lo que los términos
de intercambio habían empeorado sustancialmente y el congelamiento del tipo de cambio
implicaba, en un contexto inflacionario, una creciente sobrevaluación.
La estructura sindical se había debilitado por las divisiones internas y el desgaste político de los
meses en que se encontró posicionada como principal sostén del gobierno. Sabían que en un
contexto de crisis política y económica que había abatido el orden institucional el golpe militar era
inevitable y cualquier confrontación sería inútil
Conclusión de la tercera experiencia peronista del 73-76. Libro de Rugier “la frustración del
..económico” sobre todo cap 3.
El gobierno termina derrumbado acosado por la inflación y la violencia política ya que estamos en
época de efervescencia de los grupos armados (Perón les dio apoyo cuando estaba exiliado, pero
durante su gobierno los rechazó). También estaba la presión militar, siendo que las fuerzas
armadas son un actor político más. Dieron un golpe a Isabel en el mes de marzo, fue un golpe
anunciado.
- Finaliza como se conocía la etapa donde la industria era eje de la economía con un rol
principal a través del proceso de sustitución de importaciones. Va a ser el sector que más
sufre con medidas de apertura y regulación económica del gobierno militar.
A ser el sector mas castigado también tiene un impacto social con la perdida de puestos de
trabajo.
- La política que orienta y que dura hasta 1893 es de corte LIBERAL O NEO LIBERAL. A través
de un ministro con rol activo, protagonista (figura de José Alfredo Martínez de Hoz como
Ministro de Economía). Era proveniente de una familia tradicional argentina y formado en
teorías económicas de corte ortodoxo.
El plan de Martínez de Hoz, ortodoxo, llega a ser radicalizado. Va aplicando medidas que no surgen
efectos de estabilización.
de salarios puesto que vincula los salarios con la productividad. Intenta sanear las cuentas
publicas. Congela los salarios por tres meses. Elimina el control de precios y devalúa la moneda.
La indisciplina laboral de la etapa peronista se revierte en esta etapa. Son POLÍTICAS DE
APERTURA.
Sustentada en una reforma financiera importante, es una fase distinta del plan inspirado en las
teorías de carácter monetaristas que esperaba terminar con el sistema bancario heredado del
peronismo (de descentralización de los depósitos e ir a un sistema de depósitos fragmentados).
La idea es liberar el mercado financiero y liberarlo al mercado internacional ya que estos se están
globalizando, desapareciendo las fronteras entre los distintos mercados. Se busca integrar al
sistema financiero local al circuito internacional liberando la entrada y salida de capitales.
Durante el peronismo habían predominado las tasas de interés negativas, por debajo de la
inflación. Con la reforma se liberan las tasas de interés, dejan de estar reguladas y tendremos
tasas de interés positivas en carácter activo y pasivo.
Se establece un régimen de garantía plena de los depósitos.
Todo esto es incentivo para la inversión extranjera.
La liberalización de los movimientos de capitales y la liberación financiera dio lugar a una actividad
especulativa y un sector que fue creciendo. Entre 1978 y 1979 se inauguran 1197 sucursales
financieras. Comienza a cambiar la rentabilidad de los sectores productivos y la especialización
financiera se pone en primer lugar.
La desregulación de la tasa de interés también generaba especulación en la llegada de capital
extranjero ya que se calculaba por la tasa de interés internacional + la inflación esperada.
El sistema financiero proveía fondos a corto plazo, con finalidades productivas. El crédito a largo
plazo seguía dependiendo de las entidades financieras estatales.
Se reflexionaba de que la tasa de interés altas alimentaba la inflación porque se incluía en los
precios de los productos la tasa por el crédito solicitado.
En materia financiera, una de las medidas implementadas fue “ LA TABLITA”, como las tasas
seguían siendo altas, apareció este recurso para tratar de des indexar el dólar (tenerlo planchado,
evitar su aumento a través de un rechazo en el tipo de cambio y con esto mantener los precios
mas estables). Se llamaba así porque se establecía de antemano una serie de devaluaciones
periódicas. Esto se daba en un contexto inflacionario muy alto con tasas de interés también altos.
El contexto inflacionario retrasaba el dólar. Se esperaba que, con esta medida, junto con otras, la
inflación fuera descendiendo a niveles internacionales lo que obligaría a las empresas a bajar los
precios (pero nunca paso). Enorme especulación financiera conocida como la bicicleta financiera.
Esta especulación consistía en traer dividas del exterior, llevarla a pesos, ponerla a tasas de
interés altas y una vez finalizado el plazo, se hacia el camino inverso. Se cobrada el dinero, se
compraban divisas y se incrementaba la cantidad de dólares iniciales con los finales. La
posibilidad de beneficios en dólares era alta pero no debía haber una devaluación grande en el
medio.
En el achatamiento del tipo de cambio los que sufrieron fueron los sectores de “bienes
transables” son bienes de ser susceptibles de tener competencia extranjera. (ej.: bicicletas. La
producción local es afectada).
Combinada con altas tasas de interés (que no son incentivo para la producción), aranceles,
incrementos de costos (electricidad, gas), fue una combinación explosiva para la actividad
industrial.
Algunos grupos locales crecen mucho en estos años, también por vínculos privilegiados con el
Estado para la obra pública, explotación de la regulación energética.
Entre 1975 y 1983 la economía crece muy poco porque la apertura comercial y el retraso
cambiario no permitió avanzar.
o Los sectores vinculados al mercado interno, con las altas tasas, caída salarias y la fuerte
competencia fueron afectados. También sufrió el sector de la construcción porque
requieren de mucho crédito.
o Crecen los sectores primarios como el agro, se le quitan retenciones. También la minera,
fundamentalmente el petróleo.
o El sector financiero da un gran salto y contribuye al PBI.
o Las exportaciones se triplican en valor entre 1975 y 1981 por los buenos precios que
tienen algunas materias primas (energía, granos que exportaba el país). En volumen se
duplicaron.
ENDEUDAMIENTO EXTERNO
Cuando comienza el gobierno militar, sobra el dinero en el mercado internacional por los
petrodólares. Hay dinero en circulación, barato. Muchos países tomaron créditos en América
latina. Martínez de Hoz tenia conexiones con el mundo financiero internacional y la tasa era baja
para tomarlo.
En el periodo de 1976 a 1979 es le sector publico quien más toma crédito a través de la banca
internacional.
En 1980 y 1981 el endeudamiento se daba para equilibrar la balanza de pagos por la salida de
dólares que generaba le atraso cambiario y la inflación.
AUTORES:
Algunos autores se preguntan porque duro tanto esta etapa de especulación. Se podría dar por:
_____
En 1982 México queda en cesación de pagos y por lo tanto no ingresan más dólares a la región. Se
da una renegociación prolongada de las deudas externas y al involucramiento del FMI en las
cuentas públicas de los países aunque la deuda fue contraída con el sector privado pero estos
concedieron la representación al FMI para que supervise las economías de los países.
Algunos dicen que la década de 1980 es una década perdida para Latinoamérica.
En el caso argentino el problema también vino porque los créditos empiezan a afectar al sector
privado. Estos habían sido incentivados en parte por el gobierno para que tomen créditos y por lo
tanto presionaron al gobierno por una ayuda. Ante esto se establecieron medidas desde el Estado
(ver cuales).
Hubo distintas etapas en estas medidas hasta que en 1982, en la ultima etapa de las deudas de las
empresas donde el mecanismo del seguro de cambios espera a licuarse, la deuda en divisas es
tomada por el Estado.
En el medio tuvimos la guerra de Malvinas, etc. Tenemos un contexto de tasas de interés muy
altas y de recesión internacional.
El gobierno militar termina con Domingo Cavallo como presidente del Banco Central, que fue
ampliando el sistema de seguros de cambios pasando la deuda a responsabilidad del Estado.
Algunos hablan de un subsidio al sector privado indirecto.
- Crecimiento muy desparejo, poco crecimiento de la economía con un 2,3% en ocho años.
- Hay actividades de carácter primario con crecimiento de importaciones pero en plano de
actividad industrial no.
- Exportaciones con perfil primario.
- Estado endeudado.
- Alta inflación.
Leer texto de Schvarzer- Libro: la implantación de un modelo económico. Tiene una visión
estratégica. La dictadura quiere trasladar la economía hacia el sector financiero y desindustrializar
al país porque se había vuelto muy conflictiva la sociedad y la solución era cambiar el perfil
económico debilitando al sector obrero/industrial Tiene una visión de largo plazo. Dice que esto es
una finalidad mas social que económica para terminar con la conflictividad social y terminar con
las pujas sociales (obrero sindical y empresario pyme).
Leer texto de York.
El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 puso en marcha una de las reestructuraciones
económico-sociales más significativas y dramáticas de la historia argentina, cuyas repercusiones se
mantienen, en muchos casos, hasta el presente.
La dictadura militar derivó en el tránsito de una sociedad industrial a otra basada en la valorización
financiera del capital o, en otros términos, en el desplazamiento del régimen de sustitución de
importaciones, que había estado vigente desde aproximadamente la década de 1930, por el
“modelo financiero y de ajuste estructural”.
Dos de los objetivos centrales de los militares que usurparon el poder en marzo de 1976 fueron el
de redefinir el papel del Estado en la absorción y la asignación de los recursos, y el de restringir
drásticamente el poder de negociación que poseían los trabajadores en el marco de un régimen de
acumulación en el que el control de cambios impedía la fuga de capitales, el nivel de los salarios no
estaba limitado por la competencia externa y existía una reducida desocupación. Pero también se
apuntó a alterar de manera radical la relación de fuerzas sociales derivada de la presencia de una
clase obrera industrial acentuadamente organizada y movilizada en términos político-ideológicos,
cuya fortaleza se potenciaba por su alianza histórica con ciertos sectores del empresariado
nacional vinculados a la expansión del mercado interno con eje en la industria.
La mencionada participación económica y política de los trabajadores fue percibida como una
amenaza por los sectores dominantes, lo cual viabilizó que el conjunto de estos aceptara el
drástico programa de cambio estructural propugnado por el tradicional sector exportador aliado al
gran comercio de exportación e importación y el sector financiero.
El proyecto refundacional de la dictadura militar que vino a concretar esta transformación radical
de la economía y la sociedad argentinas, la “restauración ortodoxa” de la que habla Ferrer fue
impuesta mediante el disciplina miento represivo de los sectores populares.
La reestructuración económica puesta en marcha en esos años tuvo un indudable impacto sobre
los sectores productivos que sostenían el funcionamiento de la sustitución de importaciones. En
efecto, la conjunción de la reforma financiera de 1977 con la arancelaria y el endeudamiento
externo, derivados de la apertura de 1979, interrumpió el modelo sustitutivo sobre el que se había
estructurado, durante las décadas anteriores, el comportamiento de la economía argentina. Desde
allí y hasta el inicio del siglo xxi, no fue la vinculación entre la producción industrial y el Estado el
núcleo central del proceso económico, sino la especulación financiera y la salida de capitales al
exterior vinculadas a otro tipo de Estado, modificación que derivó en la contracción y la
reestructuración regresiva de la producción industrial.
Así, más allá de su destino específico, puede concluirse que el capital industrial se apropió de la
totalidad de los recursos generados por la mayor productividad de la mano de obra y también de
la pérdida de ingresos de los asalariados del sector en un contexto signado por un ostensible
empeoramiento en las condiciones laborales.
Muy por el contrario, la mayor incidencia de los costos fijos (capacidad ociosa por retracción del
mercado) y, fundamentalmente, la vigencia de altas tasas de interés reales permiten concluir que
en el marco del propio proceso de desindustrialización las ganancias netas de las firmas
manufactureras no resultaron mayormente alteradas a pesar del notable incremento en la tasa de
explotación de la mano de obra.
Si bien del análisis que antecede se desprende el contenido regresivo de la aguda crisis fabril
experimentada durante la última dictadura militar, el mismo no permite aprehender otro de sus
rasgos distintivos: su naturaleza heterogénea. Esta se deriva del hecho de que en un contexto
agregado de involución sectorial (con ostensibles repercusiones negativas sobre los segmentos
empresariales de menores dimensiones), un conjunto acotado de grupos económicos de origen
nacional y extranjero, lo mismo que unas pocas grandes empresas foráneas, lejos de sentir el
impacto de la crisis y la reestructuración del sector, accedieron a una posición de privilegio.
Entre esos años 1973-1984 (signados por un retroceso sectorial pronunciado), las ramas en las que
prevalecían estructuras de mercado altamente concentradas expandieron su incidencia en la
producción.
Las evidencias disponibles indican que en la explicación del retroceso relativo de las firmas
propiedad del sector público confluyeron una caída en la cantidad de empresas dentro del panel
de las 100 líderes del sector y una importante transferencia de excedente desde el Estado hacia,
fundamentalmente, las compañías privadas pertenecientes a los principales grupos económicos
locales a partir del aumento en el volumen físico de la producción y de una disminución en sus
precios relativos.
En el caso de las empresas transnacionales concurren varios procesos entre los que interesa
destacar dos:
A) la caída en las ventas globales a raíz de la crisis verificada en las actividades en las que
estas firmas tenían una relevante gravitación relativa (tal es el caso de varias
metalmecánicas, en especial las que conformaban la industria automotriz); y
B) la repatriación de capitales foráneos que tuvo lugar durante esos años como producto del
deterioro fabril.
Por su parte, entre los principales factores que permiten dar cuenta de la creciente incidencia
dentro de la cúpula del poder económico manufacturero de las formas conglomerales de
organización de la propiedad sobresalen los siguientes:
➔ la puesta en práctica por parte de los propietarios de estas unidades económicas de una
estrategia de integración y diversificación en línea con el proceso de reestructuración
económico industrial en curso, lo que les permitió, entre otras cosas, participar en las
actividades más rentables del periodo en una etapa caracterizada por importantes
fluctuaciones en los precios relativos (por ejemplo, en la “bicicleta financiera”);
reasignar el excedente entre las firmas integrantes del grupo económico con la finalidad
de transferir recursos desde las empresas en mejores condiciones económicas y
financieras hacia las que presentaban mayores problemas de sustentación
A partir de esto, estos grandes capitalistas pasarían a detentar un ostensible poder de veto para
definir y condicionar la trayectoria de la economía nacional, no sólo por ser propietarios de
muchas de las principales empresas industriales, sino por controlar conglomerados de firmas que
se desenvuelven en los más diversos sectores de actividad
El conjunto de los desarrollos previos permite concluir que durante la última dictadura militar se
produjo en el ámbito industrial, y en el conjunto de la economía, una muy acentuada
redistribución del ingreso desde los asalariados hacia los no asalariados mediante, entre otras
cosas, la caída del salario real, el deterioro de las condiciones laborales y el aumento en la
extensión y la intensidad de la jornada de trabajo. Pero ello no da cuenta de la totalidad de los
cambios registrados, ya que entre los empresarios hubo sectores fuertemente perjudicados por la
crisis socioeconómica en general, y fabril en particular (los pequeños y medianos), mientras que
otros se beneficiaron con ella: las firmas oligopólicas, dentro de las cuales también se produjeron
rupturas significativas que dieron lugar a una nueva fisonomía del poder económico.
Atento a los objetivos estratégicos perseguidos por los militares, los cuadros orgánicos
comandados por Martínez de Hoz y las fracciones de la clase dominante que sustentaron a ambos,
no sólo resultaba decisivo que la reestructuración económica con eje en la desindustrialización se
verificara en el marco de una crisis de magnitudes considerables, una significativa redefinición de
los liderazgos empresariales y una drástica alteración de la relación trabajo-capital. También,
redefinir el perfil estructural de la industria manufacturera doméstica dadas la supuesta
“ineficiencia” de numerosas ramas fabriles respecto al mercado internacional y las restricciones
que el desarrollo de estas le había impuesto, durante la sustitución de importaciones, a la
actividad agropecuaria y a las asentadas en el procesamiento de recursos básicos.
Con base en este diagnóstico, el propósito de Martínez de Hoz y su equipo fue el de compatibilizar
la especulación financiera (aprovechando la enorme liquidez existente en el mercado internacional
derivada del shock petrolero de principios de la década) con la expansión de los sectores
agropecuario, pesquero, energético y minero, así como de algunas pocas actividades industriales
ligadas al aprovechamiento de la dotación local de recursos naturales. Todo esto conforme al
principio de las ventajas comparativas estáticas, por el cual cada país debería especializarse en la
elaboración de aquellos bienes cuya producción le resultara menos costosa. Al decir del propio
ministro de Economía, la apertura económica (tanto comercial como financiera) permitiría “no
sólo la competencia, sino una mayor especialización en la eficiencia, así como aprovechar las
ventajas de la moderna división internacional del trabajo”.
En tal sentido, debe tenerse presente que, como destaca Arceo,22 a mediados del decenio de
1970 Argentina estaba potencialmente en condiciones de ocupar, con una adecuada estrategia
tendente a incrementar las ventajas dinámicas adquiridas tras largos y complejos años de
industrialización sustitutiva y a profundizar su penetración en el mercado mundial de
manufacturas, un lugar en la división internacional del trabajo de características asimilables a las
de algunos países del sudeste asiático en la actualidad (aunque probablemente alcanzando tasas
de crecimiento inferiores a las de los mismos). En esas condiciones, el programa reprimarizador y
desindustrializador de la dictadura constituyó un programa de regresión cuyos resultados no
deberían sorprender.
Los diversos ámbitos privilegiados de acumulación generados durante esos años en torno a la
intervención estatal facilitaron la expansión de algunas grandes empresas que operaban en el
mercado local. La vigencia de estas transferencias de recursos públicos fortaleció a la fracción
empresaria vinculada a las actividades del denominado complejo económico estatal-privado
integrada en su mayoría por empresas industriales que formaban parte de grupos económicos
nacionales (GEN). El desmantelamiento de las funciones empresarias del aparato estatal y la
apertura de desregulaciones de diversos mercados fueron los principales ejes del nuevo consenso
que oriento la actividad económica durante la década de los noventa.
La restructuración productiva fue orientada por tres programas de reformas sustanciales basados
en las leyes de Reforma del Estado y Emergencia Económica: apertura comercial y financiera,
privatización de empresas publicas y desregulación de los mercados de bienes y servicios.
Si bien la estrategia antiinflacionaria resulto exitosa, produjo distorsiones en los precios relativos
locales. También hubo fuertes modificaciones de las rentabilidades relativas de los sectores
productores de bienes no transables y de los transables ya que los primeros al no estar sometidos
a la competencia, presentaron rentabilidades operativas mucho mayores.
El PIB pudo mantenerse con el ingreso de capitales extranjeros y privatización de empresas
publicas pero luego de la crisis mexicana de diciembre de 1994 se hicieron evidentes las
limitaciones propias del modelo implementado. Los gobiernos que sucedieron entre 1995 y 2001
terminaron agudizando y deprimiendo cada vez mas el consumo interno, recurriendo al
endeudamiento externo y favoreciendo la propagación de mecanismos de valoración financiera
del capital.
Desde la puesta en vigencia del plan de convertibilidad hasta el abandono del tipo de cambio fijo a
comienzos de enero de 2002, el producto interno bruto, las ventas totales de la cúpula
empresaria y los salarios medios reales tuvieron comportamientos muy particulares que ayudan
a explicar el fracaso de la alternativa neoliberal para el desarrollo.
➔ El PIB se expandió durante los primeros años, a partir de 199 registra una declinación que
se extiende hasta 2001. El crecimiento de los primeros años se puede explicar por la
recuperación de la capacidad ociosa existente en el aparato productivo tras las crisis
hiperinflacionarias de 1989. También por el aumento del consumo interno por la
extensión del crédito y la recuperación salarial posterior a la estabilización de precios y el
aumento de las inversiones productividad como consecuencia del programa de reformas
estructurales iniciado que abría la posibilidad de iniciar negocios rentables. Por ultimo,
también por el ingreso de capitales financieros facilitado por la alta liquidez inicial de la
plaza internacional y las altas tasas de interés vigentes en el sistema financiero local.
➔ El efecto positivo registrado sobre el producto local fue mucho mayor en el caso de las
ventas de la cúpula empresaria. Esta cúpula sufrió profundas transformaciones durante la
década. Mas allá del excelente desempeño logrado en 1991 y 2001 en el agregado de sus
ventas, las firmas que integraban la cúpula al comienzo del periodo no eran las mismas
que las que la integraban al final. La cúpula sufrió un alto grado de rotación durante el
primero quinquenio de los años noventa.
➔ Como contracara del buen desempeño de las ventas registradas por las empresas mas
grandes y del crecimiento del PUB, el salario promedio real registro una caída del orden
del 7% proceso que se experimento en la segunda fase expansiva del ciclo económico
(1995-1998).
La evolución decreciente del salario, reflejan el carácter disciplinado que desempeño el
alto nivel de desempleo vigente en el país. Esto confirma que los incremento de
productividad registrados durante la década de los noventa estuvieron vinculados con el
aumento de la explotación de mano de obra mas que con la incorporación de
innovaciones tecnológicas (Katz 1999).
El nivel de caída del ingreso de los asalariados contribuyo a frenar la expansión de la
demanda agregada y por ende, el crecimiento del pib.
Sin el moto del consumo interno ni de la inversión publica, sin la posibilidad de incrementar las
exportaciones debido al atraso cambiario y con la inversión privada estancada tras el auge del
primer quinquenio, el modelo solo podía seguir funcionando mediante la incorporación de
capitales externos que permitieran sostener la paridad cambiaria y el creciente déficit fiscal. Estos
capitales requerían como contrapartida intereses cada vez mas alto.
El ingreso de capitales via endeudamiento se estanco a partir de 1998 y comenzó a caer en 2000
con el agravante de caída de capitales.
El estancamiento del flujo de ingreso de capitales se vincula con varios factores:
En esta ultima etapa el Estado quedo endeudado a altas tasas de interés en niveles inéditos, lo que
terminó por agravar la delicada viabilidad del modelo. El proceso de endeudamiento esta
relacionado con la segunda variable: LA SALIDA DE CAPITALES. Entre 1991 y 2001 se incremento
en un orden del 126,5% . Lo llamativo de este proceso de “fuga” se dio entre 1991 y 1997, antes
de la primera crisis de la Convertibilidad. El grueso de las transferencias se explican por el
comportamiento del sector privado no financiero. Es plausible sostener que estos agentes
económicos anclados en la producción “perdieron” la confianza en la solvencia y continuidad del
modelo antes ¡que los agentes del sector financiero. Optaron por convertir parte de los activos
fijos existentes en activos líquidos que se volcaron fuera del país privilegiando una estrategia de
acumulación basada en la obtención de ganancias patrimoniales y en la realización de operaciones
financieras en el exterior.
Estas dos estrategias cumplieron un papel destacado en la relación entre niveles macro y micro
para entender el derrotero del modelo sustentado en la convertibilidad monetaria. Desde el punto
de vista micro contribuyeron tempranamente con el asistente proceso de fuga de capitales y con
la perdida de competitividad de la producción local.
Desempeños y estrategias de los grandes agentes económicos: el caso de los grupos empresarios
de capital nacional
Hacia fines de los 80, los GEN constituían la fracción mas relevante dentro del espectro de las
grandes empresas del país.. el poderío de estos grupos se debía en gran medida a la privilegiada
vinculación que había logrado establecer con reparticiones y empresas estatales y con los
beneficios derivados de diversas políticas publicas destinadas al sector industrial. Su expansión se
dio entre la década de los 70 y 80.
Su crecimiento se dio en el marco de un mal desempeño macroeconómico del país. Los
conglomerados argentinos pudieron crecer gracias a la activa intervención estatal, que los
consolido como actor oligopólicos locales pero no los y transformo en organizaciones competitivas
a nivel internacional.
Los GEN llegaron en los noventa luego de dos décadas de fuerte expansión que implicaron una
notable diversificación de sus actividades pero también un incremento en su grado de
participación en industrias estratégicas para el país. Ej.: el grupo Macri controlaba a la principal
empresa automotriz, Loma negra controlaba la mitad de la producción del cemento del país, etc.
Hacia fines de la década de los ochenta, los GEN se caracterizaban por un alto grado de
diversificación, el control de las principales ramas de la industria, la articulación privilegiada con el
Estado y una escasa inserción externa.
¿Qué sucedió con estos grupos?
Estos factores llevaron a una profunda reestructuración del capital concentrado nacional que trajo
aparejada la disminución de su presencia en la economía argentina y por otro, un cambio en los
sectores de actividad en los que estaban insertos.
Podría trazarse un paralelismo entre la performance de esta fracción del capital concentrado y la
evolución de las variables macro del pais. Durante el periodo inicial se vislumbraron los efectos
positivos de las transformaciones (vinculados al control de la inflación), mientras que la segunda
mitad de la década afloraron las limitaciones que implicaron cambios sustanciales en las
estrategias y desempeños de los grupos.
Entre 1991 y 1994, los GEN incrementaron su importancia en la economía argentina por la
combinación de efectos positivos del modelo en las tres dimensiones mencionadas.
➔ La expansión de los grupos nacionales estuvo impulsada por el crecimiento macro del país:
entre 1991 y 1994. Aumento del PIB alrededor del 80%.
➔ Durante las décadas anterior, el rol del estado fue fundamental para el crecimiento de los
grupos del primer quinquenio de los noventa. Las privatizaciones de empresas publicas
fueron el principal hito que permitió la expansión de esta fracción ya que una parte
participo en los procesos.
Tras la crisis mexicana, comenzaron a revertirse los tres factores que permitieron la inicial
expansión de los GEN. La crisis del tequila constituyo la primera alerta sobre la sostenibilidad del
régimen de convertibilidad. Luego de dos años, en 1998 comenzó la larga recesión que
desembocaría en una crisis, una de las mas profundas en la historia argentina. Si bien ya habían
pasado por crisis, esta situación presentaba diferencias. Las reformas estructurales le habían
quitado al Estado parte de las herramientas que utilizaba pata “proteger” a los GEN de la
inestabilidad macro loca y de los vaivenes financieros internacionales.
o Nueva intervención estatal puso fin a buena parte de la promoción industrial y subsidios la
empresariado nacional.
o Cambios en el sistema financiero restringieron la intervención del sector publico en
mejoras de condiciones para el financiamiento.
o Se agrava la situación con crisis financieras como México, Rusia y Brasil que provocaron
aumento en las tasas de interés internacionales.
o La devaluación que implemento Brasil en enero de 1999 agravo la situación por ser el
principal socio del país disminuyendo las exportaciones.
o Incremento de la corriente de inversión desde los países centrados a los periféricos. Entre
1994 y 1999, los flujos de IED hacia Am Latina se triplicaron. Este proceso se tradujo en el
ingreso creciente de empresas multinacionales al país, especialmente interesas en
comprar firmas que ya funcionaban en el mercado local.
Estos factores macro resultaron centrales para entender porque los GEN experimentaron una gran
transformación cuyo aspecto mas relevante fue la disminución de su presencia en la estructura
productiva argentina: entre 1991 y 2003 los grupos redujeron mas del 50% el numero de sus
empresas en el país. Asimismo, una parte de esta fracción empresaria tuvo un proceso de
reestructuración a partir de 1995, luego de un breve periodo de expansión que coincidió con “los
mejores años” de la convertibilidad.
De la micro a la Macro: las diferentes estrategias y desempeños de los GEN y su incidencia sobre
la sustentabilidad del “modelo económico”
Al analizar el mapa de los caídos y supervivientes, surgen dos variables que parecen haber sido
clave en el derrotero de los grupos que siguieron la estrategia de profundización
mercadointernista: la primera es que la actividad en la que estaban insertos. Los GEN con eje en
sector muy expuestos al aumento de la competencia externa prácticamente fueron diezmados
duente el periodo final de la convertibilidad, mientras que los que se ubicaban en sectores no
transables ej. Servicios tuvieron mayor éxito. el otro factor fue la articulación con el Estado. Los
grupos que tuvieron una fuerte vinculación con el aparato estatales durante la primera mitad de la
década mostraron una tasa de permanencia en la cúpula mucho mayor.
- Agudizaron el proceso de fuga de capitales ya que los montos obtenidos en la venta de sus
firmas se colocaron mayoritariamente en el sector financiero externo.