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Aristóteles decía: “Falso es decir que lo que es, no es y que lo que no es, es; verdadero que lo que
es, es y que lo que no es, no es” (Met. IV, 7, 1011b2). Para expresar eso mismo de manera más
clara Santo Tomás tomó del filósofo judío Isaac Israeli (s. X) la famosa definición de verdad como
“adecuación de la cosa y el entendimiento” (adaequatio rei et intellectus) (De Verit. 1, 1c).
Más difícil es encontrar estos tres elementos en proposiciones como "llueve", "nieva", etc., que
en una sola palabra expresan todo un juicio. Se trata en estos casos de juicios de existencia en los
que se afirma la realidad o existencia actual del fenómeno llover o nevar.
Se han escogido estas letras como símbolo de cada una porque son respectivamente las dos primeras
vocales de las palabras latinas affirmo y nego (A e I simbolizan a las afirmativas; E y O, a las negativas).
Las proposiciones categóricas se dividen por la modalidad según el vínculo entre sujeto
y predicado esté o no modificado por las llamadas modalidades, que se expresan por medio de
los sincategoremas "necesariamente", "posiblemente", "contingentemente" y "imposiblemente".
Las que sin modificación afirman un predicado de un sujeto se llaman de inherencia, por
ejemplo, Juan es hombre. Las que establecen la modalidad o modo en que se unen predicado y
sujeto se unen se llaman modales. Por ejemplo, Dios es necesariamente uno, es imposible que
un círculo sea cuadrado, posiblemente yo terminaré la carrera, y es contingente que yo exista.
universales
Por la particulares
cantidad indefinidas
singulares
Proposiciones
Categóricas Por la afirmativas
Proposiciones cualidad negativas
condicionales
Proposiciones hipotéticas
disyuntivas
Propio: es el concepto universal que manifiesta del sujeto de que se predica algo que, sin
pertenecer a su esencia, se deriva de ella y la acompaña siempre. Si digo que el hombre es
un ser que ríe, o que habla, indico unas cualidades que resultan de la racionalidad, aunque
no son ella misma.
Accidente, en fin, es el concepto universal que al decirse de un sujeto expresa algo que se
da contingentemente en él y que es, por tanto, ajeno a su esencia. Así, si digo que Juan es
rubio, expreso algo que es de hecho, pero ninguna relación guarda con la esencia de Juan.
Los predicables esenciales permiten ordenar los conceptos, formando lo que se llama un
árbol de Porfirio (filósofo neoplatónico del s. III). El esquema adjunto representa el árbol de la
substancia, que enlaza este género supremo, o categoría, con los individuos substanciales como
Juan y Pedro, pasando por el ser corpóreo, viviente, animal y racional u hombre.
especie hombre
Un término unívoco, es decir, con un solo significado, puede estar puesto en lugar de
cosas diversas cuando se emplea en el contexto de proposiciones diferentes. Así tigre tiene
cinco letras y el tigre es carnívoro son dos proposiciones que contienen el mismo término
"tigre" con el mismo significado, pero que está puesto, en un caso, por la palabra misma (no es
el animal el que tiene cinco letras, sino la palabra que lo designa) y, en otro, por la cosa
significada. Esta observación es la que dio lugar a la teoría de la suposición, que adquirió una
gran importancia entre los lógicos escolásticos.
Se entiende por suposición la acepción del término por relación al contexto o a la
proposición en que se encuentra. Según sea una u otra la suposición los términos estarán puestos
en representación de unas cosas u otras. De la gran cantidad de suposiciones que un término
puede tener según los lógicos medievales, sólo veremos algunas que nos convienen para el
estudio del razonamiento.
La suposición puede ser material o personal. Material es la suposición de los términos
que se toman en lugar de sí mismos, esto es en lugar de la palabra misma. Por ejemplo, cuando
decimos matemática es esdrújula, el término "matemática" tiene suposición material. Personal
en cambio es la suposición de los términos que están puestos por las cosas significadas. Por
ejemplo, "hombre" en los hombres son mortales.
La suposición personal tiene muchas subdivisiones. Sólo nos quedaremos con la
distinción entre suposición determinada, que también llamaremos particular y la suposición
distributiva o universal. La primera es la suposición de los términos que están puestos por
algunos de los individuos que caen bajo la extensión del término en cuestión. Tienen esta
suposición los sujetos de las proposiciones particulares y los predicados de las proposiciones
afirmativas. Por ejemplo, en la proposición algún gato es blanco, tanto gato como blanco
suponen particularmente, puesto que en dicha proposición sólo se trata de algunos de los
individuos que pertenecen a la extensión de gato y de blanco.
Tienen suposición distributiva o universal los términos que en una proposición están
usados en lugar de todos y cada uno de los individuos de su extensión. Tal suposición es la de
los sujetos de las proposiciones universales y de los predicados de las negativas. Por ellos
decimos que en la proposición ningún gato es reptil tanto el sujeto como el predicado suponen
universalmente, dado que en dicha proposición se dice que cada uno de los gatos no se
identifica con ninguna de las cosas que están bajo reptil.
Toda vez que la lógica, en el aspecto que tiene práctico como arte, se pone al servicio de
la dialéctica, o arte de la discusión y del razonamiento, existen ciertas operaciones lógicas que
sirven –o pueden servir en casos– para aclarar las proposiciones y las argumentaciones (véase
§28). Una de estas operaciones es la que en lógica se conoce con el nombre de conversión de las
proposiciones.
Convertir una proposición categórica consiste en permutar el sujeto y el predicado de
forma tal que se mantenga su verdad y la cualidad que tenga (que sea afirmativa o negativa); es
decir, que si se había partido de una proposición verdadera y negativa, lo sea también la
resultante. Así, ningún perro es racional se convierte en ningún racional es perro y la nueva
proposición mantiene la verdad y la cualidad de negativa de la primera.
Pero no en todas las proposiciones se puede trocar sujeto y predicado conservando estos
caracteres; si, por ejemplo, tengo la proposición todo hombre es mortal, que es verdadera, la
resultante de permutar sujeto y predicado todo mortal es hombre, no es ya verdadera puesto que,
como es obvio, hay muchos mortales que no son hombres. Para poder realizar la conversión en
todas las proposiciones existen tres métodos diferentes, de los cuales unos convienen a una clase
de proposiciones, y otros a otras. El primero de estos métodos es el que llamamos conversión
simple, consistente en permutar, sin más, sujeto y predicado. El primer ejemplo que pusimos lo
era de conversión simple.
El segundo es el que llamaremos conversión accidental, y consiste en cambiar el
predicado y el sujeto, pero haciendo además que varíe la cantidad de la nueva proposición
resultante, es decir, que de universal se haga particular. Así, por ejemplo, de todo hombre es
bípedo se forma por este método la proposición convertida algún bípedo es hombre, que se
mantiene en la verdad o legalidad que determina la anterior.
Como hemos dicho, no sirve cualquiera de estos sistemas para cualquier clase de
proposiciones. Los lógicos medievales dejaron unos versículos latinos para recordar fácilmente
el método que conviene a cada clase de proposición. Son así:
Las palabras FECI, EVA y ASTO son puramente mnemotécnicas: no significan nada,
sino que sirven sólo para hacernos recordar las vocales de cada una. Ello quiere decir que las
proposiciones en E y en I (universales negativas y particulares afirmativas) se pueden convertir
simplemente, que las en E y en A (universales negativas y universales afirmativas) lo hacen por
conversión limitada, y que las en A y en O (universales afirmativas y particulares negativas) les
conviene la conversión por contraposición.
Cuando dos proposiciones tienen distintos predicado y sujeto son dispares entre sí, sin
posible comparación. Cuando su sujeto y su predicado coinciden, pero una es afirmativa y la
otra negativa, dícense opuestas entre sí.
Entre las proposiciones categóricas de inherencia (las que hemos representado por las
letras AEI y O en l apartado 20) caben tres tipos de oposición, dependiendo de la cantidad de
esas proposiciones
Cuando las opuestas son ambas universales, se llaman contrarias entre sí. Así se oponen
las proposiciones en A y en E (todo hombre es mortal y todo hombre no es mortal, o, lo que es
lo mismo, ningún hombre es mortal). Cuando ambas son particulares, se denominan
subcontrarias. Tal es el caso de las en I y en O (algún hombre es mortal y algún hombre no es
mortal). Las que, en fin, se oponen teniendo cantidad diferente se llaman contradictorias. Así,
las en A y en O, y las en E y en I (todo hombre es mortal y algún hombre no es mortal, o bien,
ningún hombre es mortal y algún hombre es mortal). Cuando las proposiciones difieren sólo en
cantidad, no son propiamente opuestas pues su cualidad es la misma. Conviene, sin embargo
señalar que las particulares se llaman subalternas respecto de la universal de igual cualidad.
Ésta es la oposición que media entre las en A y en I y entre las en E y en O (todo hombre es
mortal y algún hombre es mortal, o bien, ningún hombre es mortal y algún hombre no es
mortal). El adjunto esquema aclara gráficamente la oposición:
A E
Todo hombre es blanco contrariedad Ningún hombre es blanco
I O
Algún hombre es blanco subcontrariedad Algún hombre no es blanco
Regla: Si una proposición universal es verdadera, su contraria será falsa; pero si es falsa, su
contraria puede serlo también.
Son equivalentes dos proposiciones que, con distintas palabras, significan sin embargo,
lo mismo, es decir, representan un mismo juicio.
Se conoce por equivalencia o equipolencia, una operación lógica consistente en hacer
que signifiquen lo mismo (que equivalgan) proposiciones opuestas entre sí. Esto se logra
mediante la introducción de una o dos negaciones en una de ellas, en la forma que establecen las
llamadas reglas de equivalencia, propias para cada una de las clases de oposición que ya
conocemos.
Las proposiciones contradictorias se hacen equivalentes anteponiendo una negación a
una de ellas. Así, la proposición todo hombre es mortal es equipolente a no algún hombre no es
mortal, que se obtiene añadiendo, de la forma indicada, un no a algún hombre no es mortal, que
es la contradictoria de la original.
Las proposiciones contrarias se hacen equivalentes posponiendo una negación al sujeto
de una de ellas. Así, de la proposición todo hombre es mortal resulta, por ese medio, todo
hombre no es mortal, que significa lo mismo que su contraria ningún hombre es mortal.
Las subalternas, en fin, se hacen equivalentes anteponiendo y posponiendo una
negación al sujeto de una de ellas, aunque resulta una expresión retorcida y poco clara. Así,
transformando la proposición algún hombre es mortal en no algún hombre no es mortal se
obtiene la equivalencia con su subalterna todo hombre es mortal. No existe medio para hacer
equivalentes a las subcontrarias.
Ejercicios cap.5
1) La contraria de todo hombre es animal es: a) Ningún animal es hombre, b) Ningún hombre es
animal, c) Algún hombre no es animal.
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2) ¿Pueden dos proposiciones contrarias ser verdaderas a la vez?
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3) ¿Cuál es la conversa de todo hombre es mortal? Señale la clase de conversión que se emplea.
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4) Hallar las opuestas, las conversas y las equivalentes de la proposición siguiente: Todo reptil
es ovíparo.
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6) Señale en las proposiciones que siguen cuál es la suposición de los términos subrayados
1) Boecio trata de la conexión que existe entre la lógica y la filosofía. Su postura es un tanto
ecléctica (cf. §6): de una parte, mantiene lo que decía Aristóteles, para quien la lógica es un
instrumento o herramienta de la filosofía, sin formar parte de ella (cf. § 4 y 10), y la postura que
ha prevalecido en la organización académica de los saberes desde sus inicios, que coloca a la
lógica entre las partes de la filosofía (cf. §4: división según Wolff).
3)Abstracto
4) Equívoco
5) Análogo con analogía de atribución, cuyo primer analogado es "sano" entendido como el
animal que tiene salud.
7) grande/pequeño: diversos, conexos, opuestos relativos (una cosa es grande sólo por relación
a otra que es más pequeña)
hombre/animal: diversos, conexos, que se implican
perro/sentado: diversos inconexos
abrigo/gabán: idénticos
Cuadros esquemáticos cap. 3 y 4 (suplementos)
DIVISIÓN DE LA LÓGICA:
Dialéctica (disputa)
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universales
desde el punto de vista de la extensión
singulares
Conceptos abstractos
simples
desde el punto de vista de la comprensión concretos
complejos
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son idénticos
se implican
Relaciones son conexos oposic. contradictoria
entre son diversos se oponen oposición contraria
conceptos por oposición correlativa
oposición privativa
son inconexos
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unívocos
Por el modo en que significan equívocos
Términos análogos
sincategoremáticos
En cuanto partes de la enunciación nombres
categoremáticos
verbos