Dirty Player - Mira Lyn Kelly

Dirty Player – Back to you # 2 – Mira Lyn Kelly
Dirty Player
Back to You #2
Mira Lyn Kelly
A Hockey Romance
Comenzó como una broma…

Una promesa descartada entre amigos.
Un desafío por un solo beso en nuestro reencuentro y nada
más.
Pero ese beso…

Ese beso no fue un asunto de broma.
Fue caliente y estaba húmedo.
Una especie de locura sin aliento, con las manos en todas
partes, que nos dejó a los dos tambaleándose al borde del
abismo.
Tiene reglas para salir con chicos como yo ...

Reglas que respeto muchísimo cuando se aplican a cualquier
otro atleta profesional.
¿Pero como se aplican a mí? Bueno, esas reglas están a punto
de romperse.
1
Greg
"Sin reflejo nauseoso, ¿no dices?"
Dios, esto es lo que me pasa por venir a la fiesta de

inauguración de la casa del novato. La pretemporada acaba
de comenzar, pero ya he perdido interés en las Puck Bunnies1.
Podría estar en casa poniéndome al día con The Walking
Dead. Rompo la tapa del agua que acabo de sacar de la
nevera empotrada y tomo un largo trago.
La rubia blanqueada con todo mejorado se inclina hacia mí,

presionando sus tetas contra mi brazo.
"UH Huh." Saca un chicle de entre sus labios de ella,

estirándolo y girándolo alrededor de su dedo de ella, antes
de parpadear con una sonrisa llena de promesas. "Yo podría
mostrárselo."
Y en caso de que de alguna manera me pierda el significado

más profundo, ella va por mi basura.
Esquivando fuera de mi alcance, le doy a Grabby Hands

una mirada que asegura que estoy sorprendido y encantado
por su increíblemente considerada oferta de ella. Viene con
el guiño y la sonrisa que me han estado metiendo y sacando
de problemas desde que tengo memoria ... y un pase difícil.
Pero bueno.
1 Puck Bunnies: Es una fanática del hockey sobre hielo cuyo interés en el deporte está motivado
principalmente por la atracción sexual hacia los jugadores más que por el disfrute del juego en sí.
No soy un idiota. Simplemente no estoy interesado en el

conejito que mi amigo atravesó la semana pasada. Dulce
como estoy seguro que es.
Grabby se dirige en busca de su próxima casilla para

marcar, y mi compañero de equipo Ruxton Meyers se acerca,
con los ojos pegados a su balanceo trasero de ella.
"Lo que no daría por no saber dónde ha estado". Se frota la
boca con un nudillo lleno de cicatrices.
"¿O simplemente que Vsevolod no usó condón?" Ofrezco con

una sonrisa malvada.
La cabeza de Rux se gira.
"Creo que mi polla simplemente volvió a meterse en mi

cuerpo, arrastrando a los chicos".
Me río. "Probablemente el lugar más seguro para ellos".
Vsevolod es un buen chico y un jodidamente gran jugador

de hockey, pero a los diecinueve años tiene menos sentido de
las mujeres y la autoconservación que yo a esa edad. Traté
de advertirle, como los chicos mayores intentaron
advertirme. Pero tendrá que resolverlo por su cuenta. Solo
espero que suceda antes de que se le caiga la polla o antes de
que un conejito con una falda de tres pulgadas sea golpeado
"accidentalmente" con el único propósito de engancharse a su
cuenta bancaria.
"¿Que demonios?" Pregunta Rux, distraído por el rugido de la

sala del frente. "Baxter, hombre, me he puesto fútbol".
¿Fútbol? "¿Et tu, Vsev?"
Solo entonces, puedo ver mejor la pantalla, y en realidad no

es el juego que está jugando, sino la entrevista lateral. O
mejor dicho, el reportero. Ha detenido la transmisión para
que su rostro llene la pantalla.
Como siempre, reconozco el brillo de su cabello de

veinticuatro quilates, sus labios carnosos que lanzaron mil
sucias fantasías de la escuela secundaria y los ojos de
párpados pesados que parecen brillar perpetuamente con
algún tipo de broma privada. Julia Wesley. La chica más
genial de Bearings High, y una de las pocas con el buen
sentido de hacerme callar.
Ese buen sentido es la razón por la que, diez años después,

somos lo suficientemente amigables como para sacar mi
teléfono para tomar una foto de Vsevolod apuntando a sus
labios.
Pequeño pervertido.
A ella le va a encantar esto.
Yo: Jura que en realidad no ve los partidos ... simplemente

llega a las entrevistas.
Pasan menos de diez segundos antes de que aparezca su

mensaje.
Julia: ¡Culo! ¿Ese es Vsev? Dios, ahora necesito una ducha.
Yo sonrío. Por supuesto que ella sabe quién es. El fútbol es su

pan y mantequilla, pero Jules conoce sus deportes y está al
tanto de más chismes de vestuario que yo. Así que su
disgusto por entrar en su banco de azotes se basa en
información por encima de la calificación salarial de Joe
promedio.
Yo: Absolutamente, deberías tomar uno. Enviame una

imagen.
Cinco segundos esta vez.
Julia: En tus sueños.

Yo: Más de una vez.
Han pasado algunos años, pero lo digo en serio. Podríamos

ser amigos de la variedad justa, pero Julia Wesley es un
zorro frío como una piedra. Digna de una erección en todas
las mejores formas, la mayoría de las cuales tienen menos
que ver con su cuerpo que golpea y más con su boca y, más
específicamente, lo que sale de ella. La chica es aguda como
la mierda, sabe más sobre deportes que nadie que haya
conocido y su confianza. Maldita sea. Me ajusto la bragueta,
enviando una reprimenda silenciosa al hombre de abajo.
Hemos pasado por esto antes. Él lo sabe mejor.
Independientemente, el grandulón tiene su respaldo y no

puedo culparlo.
Yo: ¿Lista para la reunión de la semana que viene?
Me la imagino sacudiendo la cabeza y su jadeo sacando un

poco de cabello rubio de sus ojos. Quizás algunos murmullos.
Está trabajando en un juego, así que nada de palabras sucias
de cuatro letras.
Lástima.
Pasa un minuto completo.
Julia: El reencuentro, sí. ¿El resto? No puedes pensar

seriamente que eso va a suceder.
No lo sé, pero de ninguna manera voy a decirle eso. Esto es

demasiado divertido. En su lugar, disparo la foto que tomé
de mi anuario hace dos semanas, mi “contrato” de baile
ocupando una página en la parte de atrás:
Suponiendo que todavía estamos solteros, yo, Julia Wesley, acepto

dejar que Greg Baxter me bese en nuestra reunión de diez años.
Debajo está su firma curvilínea subrayada con X y Os.
Julia: Sí, sobre eso ... creo que siento que se acerca un
prometido. Y umm ... un herpes labial realmente doloroso.
Ese hormigueo. Definitivamente algo está sucediendo allí.
Mentirosa. Sonrío y acerco a Amazon para pasarle un tubo

de Abreva durante la noche. Amo a Prime.
Yo: Nos vemos la semana que viene.
*****
Julia
"Vamos, Julia, déjame invitarte después del partido. ¿Qué

dices?"
Le sonrío a Mike Rylan, quien me está dando la sonrisa con

un solo hoyuelo que, combinada con su combinación asesina
de piel oscura y ojos claros, le ha conseguido tantos contratos
publicitarios como su brazo para lanzar. Es lindo y
genuinamente agradable, uno de mis jugadores favoritos al
que puedo acercarme en el período previo a la noche del
juego, pero ... "Sabes que no salgo con jugadores de fútbol".
O cualquier jugador, para el caso.
"Me estás rompiendo el corazón", dice Mike, colocando su

mano sobre las almohadillas de su pecho.
Estoy bastante segura de que hay una fila alrededor del

estadio de mujeres disponibles para ayudarlo.
Mi camarógrafo Eddie comienza a mostrar una cuenta

regresiva de dedos.
"Tres, dos, uno ... Al aire."

Dirijo mi sonrisa a la cámara y a los millones de espectadores

que hay más allá.
"Mike, ¿cuál fue el tono en el vestuario al entrar en el juego

de hoy?"
Cinco preguntas después, Mike regresa corriendo a su equipo

y Eddie baja la cámara.
"¿Sabes cuántas mujeres matarían por que ese tipo les diera
una segunda mirada, y lo has matado, cuántas, tres veces
este año solo?"
Me río, pero me tomo mi carrera y mi regla de no salir con

nadie en la industria del deporte, el apocalipsis zombi en
serio. Lo que me hace pensar en este fin de semana y en la
amenaza de Greg Baxter de cobrar la promesa de usar y
tirar que hice hace diez años.
No hay forma de que él piense que realmente lo voy a

besar.
Está bromeando. Siempre está bromeando.
El tiene que estarlo.
Y tengo una regla.
No me malinterpretes, Greg es realmente atractivo, con el

cabello oscuro y grueso cortado lo suficiente para rizar un
poco en las puntas, un cuerpo musculoso y fuerte y pestañas
largas que enmarcan los ojos azules más brillantes y
brillantes que he visto en mi vida. Besarlo no sería ninguna
dificultad. Pero sería extraño.
Somos amigos. Amigos de verdad. Y eso no es algo que me

tome a la ligera.
Pero incluso si lo hiciera, he visto demasiadas carreras

prometedoras descarriladas por las relaciones con los hombres
equivocados. En mi campo, la reputación lo es todo. Solo se
necesita una metedura de pata. El más mínimo indicio de un
rumor, y toda credibilidad se dispara. De ninguna manera
voy a ser yo. He trabajado demasiado y demasiado duro
para permitir que alguien se meta en mi carrera.
Así que ix-no en el Issing-kay con Greg.
Aunque estoy segura de que no habla en serio. Casi segura.

2
Greg
Hay un puñado de reporteros detrás de las puertas de metal

colocadas por seguridad cuando llego a la reunión. Me
detengo para estrechar la mano, sonrío por unas cuantas
fotos y me río cuando me preguntan si hay algo que me
gustaría poder volver a la escuela secundaria y hacer de
nuevo.
"No, una vez fue suficiente."
Es una respuesta segura, pero ni siquiera cercana a la

verdad. Hay demasiadas cosas para contar que desearía no
haberme perdido, sacrificios que hice por un deporte que, al
nivel en el que jugaba en la escuela secundaria, significaba
la exclusión de casi todo lo demás. No me malinterpretes, no
cambiaría lo que tengo, de ninguna manera. ¿Pero si
pudiera regresar, sabiendo que todavía terminaría donde
estoy hoy? Sí, lo haría en un santiamén.
Julia es probablemente la única persona a la que le he

admitido eso. La única que alguna vez lo entendió
realmente.
Sonrío para unas cuantas fotos más y luego subo los

escalones hasta la puerta principal.
No ha pasado tanto tiempo desde que volví a Bearings

High. En realidad, nunca jugué con su equipo de hockey,
pero tengo buenos recuerdos de mis años aquí, por lo que
apoyar el programa tenía sentido, y caminar por los pasillos
del enorme mamut de ladrillo no es tan extraño para mí

como para algunos. Aún así, siempre hay algo extraño en
empujar a través de las puertas principales y caminar por los
pasillos llenos de casilleros como adulto. La parte racional de
mi mente sabe que no voy a doblar la esquina y encontrar a
Julia riendo junto a nuestros casilleros y, sin embargo, siento
que estoy a punto de que esos ojos color miel se encuentren
con los míos de todos modos.
Sin embargo, esta noche es diferente. Sé que la veré, pero no

pasaré el rato al final de South Hall.
Debe haber unos cientos de teléfonos listos cuando llegue al

gimnasio. Y no, no por mi culpa. No me malinterpretes, mi
ego es definitivamente un paquete de tamaño completo, pero
no soy lo suficientemente engreído como para pensar que
todas estas personas están aquí para verme. En la reunión,
soy solo otro graduado de la clase, solo otro chico ansioso por
ponerme al día con amigos que no he visto desde la
graduación.
Solo otro chico ansioso por ponerse al día con Julia.
Hablando de eso, ella está de pie en la mesa de etiquetas de

nombre, rodeada por lo que parece ser la mitad del equipo
de fútbol universitario que dirigió en nuestro año, y me río,
preguntándome si eso es todo lo que llegó antes de que la
asaltaran. Realmente no puedo culparlos, la vi hace tres
punto cinco segundos y ya siento el tirón para acercarme.
Verla sonreír. Hacerla reír.
Julia no está tratando de bajar el tono de su apariencia como

lo hace en el campo o en las pocas fiestas de la red donde
nuestros caminos se han cruzado a lo largo de los años, por lo
que se parece más a ella de lo que he visto en mucho tiempo.
Su cabello rubio está suelto y un poco salvaje, cayendo en
capas onduladas que se rompen justo por encima de sus
hombros. Su vestido es azul con una blusa de encaje que se
ajusta a su pecho y cae en una coqueta burla justo por
encima de sus rodillas. Sus ojos tienen una mirada humeante

y su boca, maldita sea, esa boca siempre ha sido mi
debilidad. Amplia y llena, esa boca ha estado poniendo
ideas peligrosas y sucias en mi cabeza desde que me mudé a
Bearings en mi segundo año para estar dentro del alcance de
un equipo de Nivel 1. Y esta noche, esa boca se vuelve rosa
brillante y se difunde en la sonrisa que me he perdido de
ver.
Doy un paso en su dirección, pero de repente hay una

docena de tipos frente a mí y alguien está moviendo mi
mano como si les hubiera entregado un cheque por un
millón de dólares.
"¡Baxter, hombre, gran juego anoche!"
"Gracias", le respondo, tratando de ubicar las caras. Una

docena se convierte en dos y un coro de voces me rodea.
Estoy acostumbrado a esto después de los juegos y en los

eventos de los fanáticos, pero es diferente saber que estas son
las personas con las que fui a la escuela. Peor aún, porque si
bien todos parecen reconocerme, solo recibo golpes en unas
tres caras entre la multitud.
*****
Julia
La mirada en el rostro de Greg Baxter no tiene precio, pero

¿qué esperaba? Es el héroe local, centro estrella de los
Slayers, el equipo de hockey más nuevo de Chicago, que
pateó traseros el año pasado cuando lo contrataron. Greg
debería haber aparecido con guardaespaldas y algo de
alambre de púas para colgarse de sí mismo.
Las cosas no están mucho mejor aquí, pero he estado de

regreso en Chicago durante años. Estuve en bodas y baby
showers y al volver a casa me encontré con mi hermana

pequeña dando la mitad de su antigua clase de secundaria
en nuestro apartamento. Hay menos misterio para mí. Y
aunque ambos somos reconocidos a nivel nacional, la mayor
diferencia entre mi público de esta noche y el suyo es que
estos chicos eran como mi familia en la escuela secundaria. Y
Greg, bueno, simplemente no tuvo tiempo para forjar ese tipo
de relaciones.
Su cabeza se levanta y nuestras miradas se encuentran. Es

una mirada rápida, seguida de la inclinación de sus labios y
un destello de dientes, pero es suficiente para hacerme reír
mientras me vuelvo hacia mis chicos. Suficiente para
hacerme preguntarme hasta dónde va a llevar la broma
entre nosotros. Afortunadamente, parece que tendré algo de
tiempo antes de tener que averiguarlo.
"Chicos, por mucho que me encantaría pasar toda la noche

repitiendo los juegos de los días de gloria, veo a un par de
personas a las que quiero saludar. ¿Nos pondremos al día
contigo en un momento?" Los hombres que me rodean son
grandes, pero no tienen nada que ver con los chicos con los
que he hecho mi carrera manejando, y me corto fácilmente
entre la multitud hasta donde un par de mis amigas de
antaño se ríen y saludan con sus bebidas.
Cuarenta y cinco minutos después, estoy en la fila de la

barra cuando siento que la piel de la parte posterior de mis
brazos y cuello comienza a calentarse.
"Espero que hayas traído tu ChapStick de cereza".
Reconocería esa voz baja y retumbante en cualquier lugar y,

dándome la vuelta, le ofrezco a Greg una sonrisa descarada.
"¿Por qué, tienes una chica para que la bese? ¿Crees que
podría gustarme?"
Greg hace un ruido ahogado, sus ojos se ponen vidriosos y sus

labios cincelados comienzan a curvarse.
"¡Te lo estás imaginando!" Jadeo, golpeando su hombro y

luego resistiendo la tentación de tocarlo de nuevo cuando me
doy cuenta de lo enorme que es.
Sus manos se interponen entre nosotros. "Tú lo empezaste,

Jules. ¿Adónde crees que va a ir mi mente cuando me lanzas
una imagen de Candy y tú así? "
"¿Candy?"
Greg sonríe. "Soy un tipo respetuoso. Incluso las chicas que

adoran el ChapStick con poca ropa, evocadas por mi
imaginación, reciben nombres ".
Pongo los ojos en blanco para su beneficio, pero debería

haberlo sabido mejor. Este es Greg. El chico malo exagerado,
escandaloso, Greg Baxter.
Balanceándose sobre sus talones, cruza los brazos contra su

amplio pecho y me mira de arriba a abajo. No es una de
esas miradas lascivas y pervertidas, es solo un viejo amigo
disfrutando de la vista de otro. Lo sé, porque yo estoy
haciendo lo mismo. Es gracioso, pero a pesar de que ha
pasado menos de un año desde que lo vi en persona, todavía
me sorprende lo alto que es en realidad. Cómo es más ancho
de lo que parece en la televisión. Y ese cabello, parado en
todos los ángulos, es un desorden artístico que supongo que
tardó menos de quince segundos en perfeccionarse. Se ve
criminalmente bien con su traje azul marino y su corbata,
pero una parte de mí desearía poder verlo de regreso con sus
jeans gastados y una de esas amadas camisetas de hockey
que nunca parecieron lo suficientemente grandes para el
cuerpo que lleva dentro.
Después de una respiración profunda, sonríe y me atrae para

un abrazo de oso que hace que esta reunión sea todo lo que
esperaba que fuera.
"Es genial verte."
Cierro los ojos, disfrutando de la sensación de sus grandes

brazos a mi alrededor y el aroma limpio y amaderado que
de alguna manera no ha cambiado desde la escuela
secundaria. "A tí también, Baxter".
Me deja ir y pone un paso entre nosotros mientras mantiene

su mano áspera en el dorso de mi brazo.
"Entonces, ¿cuándo vas a dejar de jugar con esos

pensamientos de fútbol y empezar a cubrir un deporte real?"
Me río de la vieja broma entre nosotros y asiento con la

cabeza hacia un par de asientos abiertos en una mesa
cercana. Podría preguntarle a Greg sobre el partido de la otra
noche, cómo es jugar para el equipo más joven de la liga o
cómo se ha mantenido su costilla después de la lesión del año
pasado. Pero las respuestas a cualquiera de esas preguntas
están en la oficina de mi red y no es lo que quiero saber.
"¿Cómo te fue en Chicago, aparte del hockey?"
Sus ojos se arrugan en las esquinas y me acerca para darme

un apretón.
"La primera pregunta no relacionada con la liga que recibí

en toda la noche, y viene de la reportera deportiva".
"Tuve una sensación."
"Siempre lo haces." Él saca mi silla y nos sentamos, solo

sonriendo mientras nos miramos por un momento. Luego
responde: "Está bien. Me gusta vivir en el centro, y aunque
la mayor parte de mi tiempo la paso con el equipo, es
agradable estar lo suficientemente cerca para ver a
Natalie ... en cualquier momento ".
Pensar en la hermana pequeña de Greg pone una sonrisa en

mi rostro. Solía llamarla Goon, como si fuera una pequeña
ejecutora en el hielo. "¿Ella todavía juega?"
"No, lo hizo en la universidad. Sabes que se graduó en

Wisconsin, ¿verdad? Pero ahora todo su tiempo en el hielo es
entrenando a un equipo femenino de 12U. A ella le encanta."
Hablamos de sus padres, que se mudaron cuando lo

cambiaron a los Slayers, y de mí teniendo a mi hermana
Cammy y a mi sobrino de cuatro años como compañeros de
cuarto. Sobre tener a Jack Hastings como propietario, y cómo
nuestro antiguo compañero de escuela piensa que el tipo que
se mudó a la antigua casa de Hank Wagner es un idiota.
Me pregunta por mi mamá, y estoy tratando de averiguar
cómo cambiar de tema para no tener que explicar sobre
Florida y lo que me está costando su último error, Chuck,
cuando la música se interrumpe y Tabby Jennison. sube al
escenario en la parte delantera del gimnasio. Greg sonríe y
estoy dispuesta a apostar dólares por donas, él está pensando
en la vez que ella bebió demasiado en la fiesta de Tucker
Lawry y tuve que sacarle el pelo del inodoro durante media
hora antes de ayudarlo a llevarla a casa. Fue una de las tres
fiestas a las que Greg pudo asistir durante toda la escuela
secundaria, y la pasó llevando a una chica borracha a casa
cuando su propio novio no lo haría.
La gran mano de Greg se extiende a través de la mesa y

empuja mi cosmo hacia atrás, y sé que tenía razón. Como
siempre, me encuentro riéndome tranquilamente de los
chistes tácitos que compartimos, sonriendo un poco más
porque eso es lo que este tipo me hace. Siempre lo hizo. No
he estado prestando atención a lo que ha estado diciendo
Tabby, pero de repente las luces del gimnasio se apagan y
los focos comienzan a girar entre la multitud hasta que
aterrizan sobre nosotros y se detienen.
Hay una presentación, y saludo junto con Greg, esperando

que el lugar se traslade a otra persona. Solo que no lo hace.
Los ojos de Tabby brillan cuando se encuentran con los míos.
"Entonces, hace aproximadamente una semana, recibí este

mensaje de texto de la hermana pequeña de Julia, Cammy,
con una imagen de un pagaré escrito en la parte posterior
del anuario de Greg Baxter".
3
Greg
Julia se ahoga con su bebida y mi columna vertebral se

endereza como una baqueta. Mierda.
Sí, he estado trabajando con ella sobre el beso que me debe,

pero sé que es mejor no hacerlo público. La privacidad es
bastante difícil de conseguir cuando nuestro sustento se hace
a la vista del público, pero demonios, ni siquiera se lo conté a
nadie hace diez años.
Tabby muestra el pagaré, luciendo encantada mientras el

gimnasio estalla en risas y vítores a nuestro alrededor.
Solo hay una forma de manejar algo como esto. De frente.

Me inclino hacia Julia, que se ha arreglado en un abrir y
cerrar de ojos y se ríe como la buena deportista que es. Solo
yo sé que por dentro probablemente se esté volviendo loca.
No sale con atletas ni con nadie que tenga vínculos con las
redes. Tiene cuidado de proteger su credibilidad de formas en
las que los chicos nunca tengan que pensar. Y esto, esto de
cuando éramos niños, no es algo que ella quiera que se
apodere de Internet.
"¿Confías en mí?" Pregunto, lo suficientemente cerca para

que ella escuche entre la multitud.
El asentimiento que recibo es tan pequeño que apenas lo

alcanzo, pero me golpea justo en el pecho.
La confianza es muy importante para mí.
Me pongo de pie, indicándole a la multitud que me dé un

segundo. Luego, mostrando mi sonrisa más perturbadora,
tomo la mano de Julia y la levanto de su asiento.
Ella se ríe, pero la mirada en sus ojos dice que me va a dar

de comer mis propias pelotas si la cago en esto.
De ninguna manera.
La acerco más, haciendo una demostración de ello, y la

acerco aún más. No contra mí, aunque estoy seguro de que
se sentiría increíble. Luego hago este movimiento de Fred
Astaire sobre ella, lo suficientemente rápido como para que
lo único que pueda hacer sea seguirlo y dejar un poco más
de esa risa mientras la sumerjo sobre mi brazo.
Ella está agarrando mi solapa con un apretón de muerte, y

esos cálidos ojos color miel de ella están muy abiertos por la
sorpresa, pero en el siguiente segundo, se relaja lo suficiente
para hacerme saber que sabe que la tengo.
A nuestro alrededor, las versiones adultas de los niños con los

que fuimos a la escuela se ríen y ululan, esperando a que
haga mi movimiento, y estoy a punto de hacerlo cuando
noto el parpadeo de los ojos de Julia en mi boca y la ligera
captura de su aliento. Se acaba casi antes de que empiece,
pero lo vi.
Y esa mirada es como un rayo a través de mi sistema

nervioso, porque no fue algo por favor, no, nada más que
esos labios en mi mirada. Fue, muy brevemente, una mirada
ardiente. Curiosa, incluso.
Afortunadamente para Julia, he hecho mi carrera recibiendo

golpes que me sacuden hasta la médula y manteniendo mis
sentidos sobre mí cuando suceden. Así que a pesar de que mi
intestino y muchas otras partes del cuerpo para contar se
han fijado en ese único segundo caliente, incitándome a

tomar su boca de la manera que siempre quise hacerlo,
mantengo mis cosas juntas y le sonrío a la multitud.
"Bésala ya", un tipo que parece haberse tragado al niño que

estaba sentado a mi lado en vítores químicos.
"¿Debería?" Volviéndome hacia Julia, la miro a los ojos y

silenciosamente le pido mucho más de su confianza.
"¿Debería?"
Con firmeza en el momento, resopla con aburrimiento y me

da lo que estoy pidiendo.
"Ponte fuera de combate, semental".
Semental. Solo Julia.
La echo hacia atrás aún más, solo para sentir el agarre de su

mano en mi chaqueta y ver cómo sus ojos se abren. Luego le
doy un beso en la mejilla con un chillido fruncido, lo
suficientemente cerca de su oído que no tengo ninguna duda
de que lo único que están captando las cámaras es su rostro
torcido en una especie de mueca.
Los abucheos y las risas están en plena vigencia mientras

ofrezco mi mejilla para el beso requerido a cambio y luego
terminamos. Ambos nos reímos mientras la levanto y pongo
un par de pies entre nosotros.
Sus ojos se clavan en los míos y puedo ver el alivio en ellos.
Nadie va a leer nada sobre lo que acaba de pasar. Quiero

hablar con ella un poco más, pero ese barco ha zarpado.
Cuando la multitud se interpone entre nosotros y comienzan
veinte conversaciones diferentes a la vez, lo seguimos.
*****
Julia
No estoy decepcionada, de ninguna manera.
Ese beso fue exactamente lo que necesitaba que fuera:

divertido, ligero, nada que diga nada más que Greg y yo
somos viejos amigos. Claro, hubo ese único segundo loco en el
que me emborraché un poco mirando a los ojos de Greg, pero
pasó tan rápido como llegó. Y mientras nadie lo sepa, no
tengo preocupaciones.
Aceptamos las burlas que nos corresponden, riéndonos con

nuestros viejos compañeros, tanto familiares como no tan
familiares. Solo pasar un buen rato.
Greg me mira desde el otro lado de la multitud cada vez

más espesa. "Oye, ¿nos vemos luego?"
"Absolutamente."
Después de una hora, me he vuelto a conectar con varios

amigos más y todavía estoy sonriendo por las travesuras de
Missy Evers mientras salgo del baño de mujeres.
"Oye, Jules, espera".
Me sobresalto al encontrar a Greg empujando la pared

opuesta donde me había estado esperando.
Yo sonrío. "Pensé que no tendría otra oportunidad de verte

esta noche".
Ha sucedido antes. Hemos estado en eventos corporativos en

los que no hemos podido registrar más de cinco minutos
juntos en toda la noche.
Sacude la cabeza y se acerca. "No pensaste que saldrías tan

fácil, ¿verdad?"
"¿Fácil?"
Miro hacia el pasillo lleno de casilleros y lo encuentro

desierto. La música del gimnasio está silenciada y, aparte de
un chillido y una risita que resuena en otro pasillo, estamos
solos.
Nuestros ojos se encuentran, y de nuevo ese pequeño destello

de conciencia me recorre. Pero antes de que pueda pensar en
eso, Greg agarró mi mano entre las suyas y me alejó
firmemente de la reunión hacia las puertas que conducen al
complejo de atletismo detrás de la escuela.
"¡Greg!" Medio susurro, medio río, sin resistirme. Quiero ver

qué tiene bajo la manga.
Empuja la puerta de salida para abrirla y escanea el área.

"No hay nadie aquí. La seguridad bloqueó el acceso a la
parte trasera de la escuela".
Luego me está tirando hacia la fría noche de septiembre. El

cielo es de un púrpura oscuro; los campos y los árboles que
giran más allá de la pista iluminada con focos y el
estacionamiento parecen recortes negros contra la luz tenue.
"¡Greg! ¿Qué estás haciendo?"
Se detiene y se vuelve hacia mí, muy cerca, con los ojos en la

sombra. "Sabes lo que estoy haciendo".
Mi corazón se salta un latido. Bien, ahora lo hago.

Simplemente no estoy muy segura de cómo me siento al
respecto. "Nos besamos. Frente a una sala llena de testigos".
Yo trago. "Mi deuda está pagada".
"Por favor", grita. "Eso ni siquiera estuvo cerca de un beso

real. E incluso si lo fuera, era para ellos. Quiero el que me
prometiste ". Una ceja espesa se arquea hacia arriba. "Vamos,

Jules. ¿No quieres saber cómo sería, solo una vez? "
Mi barriga hace una de esas pequeñas inmersiones en

montaña rusa, porque este es Greg. Mi amigo.
Mi amigo increíblemente ardiente y talentoso, que está

presionando por el tipo de tontería loca que nunca
consideraría fuera de estas circunstancias tan fáciles de
descartar. Pero si alguna vez quise saberlo, supongo que esta
es mi oportunidad. El pase gratuito que tal vez nunca
vuelva a tener.
Y quiero decir, lo prometí, ¿verdad?
Sonrisa subiendo más alto, asiente. "¡Quieres saberlo! Lo

sabía."
Me remolca el resto del camino y echa un último vistazo a

su alrededor antes de llevarme debajo de las gradas.
Es silencioso debajo de las gradas, fresco y más oscuro que al

aire libre, pero no tanto que no podemos ver. Este no es un
lugar donde Greg y yo hemos estado antes. Al menos no
juntos. Se siente íntimo y aislado dentro del refugio. Se siente
como si estuviera de regreso en la escuela secundaria, y todas
las razones por las que normalmente evito situaciones como
esta no existen. Parece que, por una vez, puedo ceder al
momento y divertirme un poco.
Estamos de pie cerca. Más cerca que nunca de los chicos

fuera de cámara, y soy muy consciente del espacio entre
nosotros. De cómo se encoge cuando Greg toca mi cabello,
frotándolo entre sus dedos y pulgar antes de meterlo detrás
de mi oreja. Ni siquiera me ha tocado la piel, pero un
escalofrío recorre mi cuello y mis brazos, y el aire comienza a
hacerse más fino.
"Esto es extraño", le susurro, mirando a cualquier parte

menos a él.
"¿Te estás echando atrás?"
"No soy un welcher". Mi objetivo es transmitir lo poco que

me afecta todo esto, lo poco que me lo estoy tomando en
serio, pero la grieta en mi voz me traiciona.
Greg sonríe. "¿Nervioso?"
No debería estarlo.
Esto es una broma.
Una alondra. Un reto.
Una risa que pasaremos de un lado a otro a lo largo de los

años venideros.
Así que eso es lo que hago.
Me encuentro con los ojos de Greg. "Sí, es mi primera vez. Sé

gentil."
Greg se burla, murmurando mi nombre.
Dejé descaradamente que mis ojos vagaran por su cuerpo.

"Entonces. Diez años después ... ¿Todavía es tan difícil? "
Él sabe exactamente a qué me refiero, y esta vez su risa es

rica y profunda, lo que nos devuelve al terreno familiar que
estaba buscando.
Cuando no responde, vuelvo a empujar. "¿Te ablandas en tu

vejez?"
Agachando la cabeza, Greg me mira a través de sus espesas

pestañas. "No te librarás de este beso. Pero si quieres, te
dejaré sentirlo primero".
Muerdo mi labio y él saca su camisa de sus pantalones,

levantando la costosa tela lo suficientemente alto como para
revelar los abdominales que me dejó sentir después de perder
una apuesta en un juego de los Bulls en nuestro último año.
Tal vez sean las sombras nocturnas jugándome una mala

pasada, pero no lo creo. Las bandas de músculos apretados a
lo largo de su abdomen se ven aún más grandes que cuando
tenía dieciocho años.
Toma mi mano y la presiona contra la piel caliente, y yo

grito, tirando de mi mano hacia atrás.
Con los ojos muy abiertos por la incredulidad, miro hacia su

rostro divertido y luego de nuevo a ese estómago duro como
una piedra, donde mis dedos han regresado y están
siguiendo tentativamente las divisiones entre las capas de
músculos.
"Dios mío, Greg, ¿haces abdominales mientras duermes?"
Empiezo a agacharme, fascinada de la misma manera que

estaba en la escuela secundaria, porque ...
Grandes manos me agarran por debajo de los brazos y me

levantan de nuevo. "El espectáculo se acabó, Jules".
"Espera, solo otro ..."
"No." Me empuja hacia atrás contra el soporte donde estaba

apoyado antes y me sostiene allí como si quisiera que me
quede. "Basta de holgazanear".
Al levantar mi ceja, extiende los hombros.

"Prepárate para que tu mundo sea sacudido, arruinado por

todos los demás tipos, o para fingir todo lo anterior por el
bien de mi frágil ego".
Esta vez soy yo quien resopla. El ego de Greg podía cargar

con la Torre Sears.
Sus manos se acercan a mi cara. Es un toque suave, pero más

profesional que seductor cuando inclina mi cabeza así.
Estaba tan nerviosa antes, pero ahora ... esto se siente como
nosotros.
"¿Puedo seguir tocando tus abdominales?"
Un surco se hunde entre sus cejas. "No."
Maldita sea.
Me lanza una última mirada y, durante una fracción de

segundo, no estoy segura de que vaya a seguir adelante.
Pero entonces la comisura de su boca se contrae un poco y se

inclina hacia él. "Prepárate, Jules".
4
Greg
No se lo que estoy haciendo, actuando como un cabrón

engreído.
Prepárate.
Claro. Como un beso de mi parte, y Julia necesitará

reevaluar toda su vida. No es probable.
Pero tal vez la valentía sea suficiente para distraerla del

hecho de que prácticamente estoy vibrando con la necesidad
de poner mi boca sobre ella. Para saborearla. Sólo una vez.
Todo fue diversión y juegos hasta el momento en que la

incliné hacia atrás y sus ojos se volvieron suaves y cálidos,
deslizándose hacia mi boca.
Una mirada, apenas un segundo, y de repente recibir este

beso se ha convertido en algo fundamental.
Estoy lo suficientemente cerca de Julia que si nuestra

respiración se sincroniza, nuestros pechos se tocarán. No me
malinterpretes, eso sería jodidamente bueno. Pero no estoy
seguro de que tener todas esas hinchadas cubiertas de encaje
frotándose contra mi pecho sea la mejor idea, así que en
lugar de acortar la distancia, me mantengo firme, dejando
esa precaria pulgada de espacio entre nosotros.
Ahueco los lados de su cara y miro su boca de la forma en

que había mirado la mía en el gimnasio. Solo que en lugar
de la fracción de segundo que le tomó aclarar sus ojos, miro

hasta llenarme.
Llevo diez años esperando este beso, y algo me dice que

incluso si espero otros diez o diez después de eso, nunca
volveré a estar tan cerca.
"Greg", susurra, y esos nervios que sigo escuchando en su voz

justo antes de que diga algo escandaloso han vuelto.
Pero no quiero otra broma. No quiero mejorar el estado de

ánimo.
Quiero saber a qué sabe este beso que me ha estado

coqueteando durante los últimos diez años. Así que lo tomo.
Nuestro beso es dulce y suave y, como no quiero

apresurarme más allá de una sola parte, lento. La boca de
Julia está a la altura de las exageraciones. Un beso con la
boca cerrada con esa maldita pulgada de espacio entre
nosotros debería sentirse como una película para adultos,
pero no lo es. El suave dar y el suave roce de su boca contra
la mía está a la altura de las fantasías más sucias que he
tenido.
Jesús, se siente como si la electricidad estuviera corriendo por

mis venas.
Como si mi piel estuviera en llamas.
Como si quisiera más.
No debería presionar, porque joder, no quiero que esto

termine. No hablamos de límites. No establecimos un límite
de tiempo ni aclaramos dónde se trazan las líneas. Pero si
este es el único beso que voy a tener de Julia ... quiero que
sea un beso. Sin restricciones. Uno para los libros.
Me hundo. Sus labios se abren debajo de los míos en esta

pequeña bocanada de aliento que me golpea más fuerte que
doscientas libras al cruzar el hielo a veinte millas por hora.
Las manos que había tenido tanto cuidado de mantener

suaves, firmes. Una se desliza más profundamente en su
cabello, la otra ahueca su nuca.
Toco el puchero de su labio inferior con mi lengua y luego

me meto en su boca, tomando ese sabor por el que he estado
tan hambriento.
Dios, es dulce, cálida y suave, y cuando su lengua se

encuentra con la mía en un suave roce, me voy.
Pero entonces tal vez ella también, porque sus manos no

están a los lados donde las puse. Me hacen cosquillas en el
estómago, presionando contra los abdominales que la pura
supervivencia dictaba que le impedía tocar. Esa pulgada de
espacio se ha ido, y ni siquiera puedo recordar por qué pensé
que conservarlo era una buena idea.
Las curvas y los valles de Julia presionados contra mí desde

el muslo hasta el pecho son la maldita cosa más perfecta del
mundo. Excepto que ahora que lo he tenido, no es suficiente.
La mano en su cabello se aprieta, y ella gime, sus dedos se
juntan contra mi camisa mientras empujo su cabeza hacia
atrás, abriéndola a más de mi beso.
En algún lugar del fondo de mi cerebro suena una campana

de advertencia, pero para cuando se filtra a través del sabor
de su lengua deslizándose contra la mía y la presión de sus
caderas, bien podría ser uno de esos cascabeles que solía usar
nuestro gato en su cuello.
No soy virgen, y cuando se trata de mujeres, las cosas se han

vuelto calientes y pesadas más veces de las que no. Pero
besar a Julia es diferente. No recuerdo la última vez que me
besé así. Demonios, no recuerdo haberme besado así.
Mi boca se mueve sobre su cuello y ella inclina la cabeza

para darme un mejor acceso. Ese pequeño gemido de ella
junto a mi oído me tiene tratando de luchar contra el chico
de secundaria posesivo como la mierda que aún reside en lo
profundo de mí de chupar con fuerza, poniendo mi marca en
ella. Eso estaría tan caliente, hasta que ella me destripara
por eso.
Podría valer la pena la muerte lenta.
Estamos quemando fuera de control, y es jodidamente

asombroso. Sus brazos están envueltos alrededor de mi cuello,
sus manos están en mi cabello, luego se mueven sobre mis
hombros y mis abdominales y, Dios mío, tiene sus dedos
envueltos alrededor de mi cinturón.
Me congelo. Es solo por un segundo, ni siquiera. El tiempo

suficiente para que mi conciencia parpadee, "¿Se va a
arrepentir de esto?" en el Jumbotron en mi cerebro. Pero antes
de que tenga la oportunidad de preguntar, sus manos se
sueltan de mi cinturón como si la quemara, y tengo mi
respuesta.
Ella lo haría. Lo que significa que no lo haremos.
Por mucho que me mate, sé que es lo mejor. Se suponía que

esto solo era un beso.
Entonces, ¿por qué estoy pensando en alejarla de BHS y de

esta reunión? ¿Ponerla en mi coche? ¿Llevándola de regreso
a mi casa para que podamos empezar a recuperar el tiempo
perdido?
"Jesús, Greg", dice con el tipo de risa aguda que hubiera

esperado de ella en cualquier otro momento que no fuera
este. "No estabas bromeando sobre la calidad mundial de tu
beso". Llevándose los dedos a los labios, los toca con ternura y
me lanza una mirada un poco acusadora y muy divertida.
Esa mirada tiene el poder de sacarme de este extraño espacio

en el que terminé y volver a Julia y a mí y este beso para el
que nos ahorramos, durante diez años en última instancia,
no fue más que una broma.
Una broma. Solo una broma.
Así que haz una maldita broma, tontos.
"¿Qué puedo decir, Jules? Te lo adverti."
"Sí, pero no es que tuviera que actualizar mi vibrador". Ella

me mira, niega con la cabeza y se ríe, como si no acabara de
plantar el tipo de imagen con la que voy a jugar durante los
próximos diez años. "Todo un besador, Greg."
"¿Lo suficientemente bueno como para ganarme tu promesa

de otro en la próxima reunión?" ¿De dónde diablos salió eso?
"Definitivamente." Lo dice como si nada. Como si aún no

hubiera marcado mi calendario mental y comencé a contar
hacia atrás. "¿Estás listo para volver adentro?"
Ni siquiera cerca. "Puedes apostar".
Se pasa las manos por el pelo y parece que lo hacía antes de

que lo enredara todo. Un pellizco rápido en el costado de su
vestido y está perfecta.
"¿Vas a meterte la camisa allí, semental, o planeas ofrecer

sensaciones gratis cuando volvamos a entrar?"
Ni siquiera me doy cuenta de lo que está diciendo hasta que

le da a mi camisa otra mirada puntiaguda y se ríe. Esto es
malo.
No hay una respuesta inteligente en la punta de mi lengua,

así que dejo de reír y me arreglo la camisa. "¿Bien?"
Arqueando una ceja hacia mí, se acerca. Ella mira mi

cabello, que siempre es un desastre, así que no estoy
exactamente seguro de qué daño podría haber hecho aquí,
pero una vez que desliza sus dedos por él un par de veces, no
me importa.
Hombre, eso está bien.
Estoy a punto de dar un paso atrás cuando ella se mueve

hacia mi cuello. ¿Ella endereza mi corbata, baja uno de los
puntos que de alguna manera se subió y cierra el botón
superior?
"Lo siento", dice ella, sin lucir muy apenada.
Cuando llega a otro botón abierto a la mitad de mi pecho,

soy yo quien levanta una ceja.
"¿Un poco hábil, ahí?"
"Tú eres el que necesita la etiqueta de advertencia".
"¿Así que esto es culpa mía?" Me burlo, pero diablos, sí,

asumiré toda la responsabilidad.
"Mmhmm. Lo es." Sus labios se aprietan, e incluso en la

penumbra, puedo verla sonrojarse. "Dejaré que consigas lo
último allí".
Miro hacia donde la lengüeta de mi cinturón está

parcialmente libre de la hebilla y solté una carcajada.
"Maldita sea, Jules."
Ella se vuelve más lejos, dejando escapar un bufido. "Ya dije

que lo sentía." De nuevo con todo el asunto de no sonar muy
lamentable. Lo que me gusta muchísimo. Sobre todo porque
lo único que lamento es que nos detuvimos. Y, bueno,
detenerse fue lo correcto. Probablemente.
"Te perdono."
"Muy grande de tu parte".
Sonrío y ella golpea mi brazo, luego lo siente un poco.
"Sí, bueno, es solo porque me dices que vas a necesitar un

vibrador mejor, simplemente reabasteció mi banco de azotes
para el próximo año".
Ella se ríe y froto el punto en el medio de mi pecho que está

más afectado por eso.
"Eres un cerdo."
"Sí, pero te gusta". Siempre lo ha hecho, por lo que

probablemente aumente el mal comportamiento cuando ella
está cerca. Me gusta la subida que obtengo de ella.
Demonios, me gusta la subida que saca de mí.
Poniendo un brazo alrededor de sus hombros, la atraigo

hacia mi pecho y le dejo un beso rápido en la parte superior
de la cabeza, volviendo a la broma burlona que ha sido la
base de nuestra relación durante trece años. Me siento más
aliviado por la facilidad con que se interpone entre nosotros.
Incluso si, después de lo que acaba de suceder, ignorar
nuestras acciones no se siente del todo bien.
Froto mis manos sobre sus hombros y doy un paso atrás

antes de inclinar mi barbilla hacia la reunión. "Es hora de
volver."
Ella asiente, interviniendo conmigo. "Vamos."
Cuando llegamos a las puertas por las que salimos, frena.

"Vas primero. Haré una llamada para trabajar. Si alguien
me ve, parecerá menos sospechoso ".
¿Que demonios? Escaneo los rincones oscuros alrededor de un

edificio con demasiadas sombras. "No te voy a dejar sola
aquí".
Sus ojos se endurecen y se cruza de brazos. "Bien. Entraré,

pero esperaré junto a las puertas hasta que doblas la esquina
".
"Sí, donde está lo suficientemente aislado como para que los

dos nos escabullamos por eso ..." Demonios, el beso no parece
suficiente, pero Julia hace un círculo en su mano y asiente
como si supiera de donde vengo. "Jules, sé que esta es tu
ciudad natal, pero ya no conoces a estos muchachos. Uno de
ellos podría ser un bicho raro, esperando atraparte solo ".
Sus ojos se suavizan. "Realmente eres un chico dulce".
Cogiéndola por la parte posterior del codo, la acompaño al

interior. "Soy un imbécil beligerante que consigue lo que
quiere".
"Lo que digas."
Estamos lo suficientemente cerca como para poder escuchar

voces desde el pasillo de al lado. Saco mi teléfono y me alejo
unos pasos, acercándome a la oreja.
Julia hace lo mismo y, de repente, somos solo dos personas

que no pueden dejar sus carreras por una noche con unos
viejos amigos.
Regresamos al reencuentro, ella primero por las puertas del

oeste, y luego yo, unos minutos después por el sur.
Hemos tomado caminos separados, pero Julia permanece en

mi radar. Diez minutos después, la miro a los ojos cuando
brinda con las chicas con las que solía pasar el rato. Media
hora después de eso, la escucho reír cuando está rodeada por
su antiguo equipo de fútbol. Y aún más tarde, le llevo una
bebida cuando se deja caer en una silla y se quita los

tacones. Nos vemos arrastrados a algunos grupos juntos,
reímos y hablamos de cosas normales, ambos haciendo un
trabajo bastante decente al actuar como si ese beso no
hubiera sucedido. Principalmente. Excepto por ese único
latido en el que nuestros ojos permanecen más tiempo de lo
que deberían, y la temperatura a nuestro alrededor se
dispara sesenta grados cuando su mano se desliza
accidentalmente contra la mía.
Costo de hacer negocios, supongo.
La reunión está llegando a su fin y estoy tomando fotos y

firmando algunos autógrafos cuando recibo su mensaje de
texto.
Julia: Estoy vencida. Saliendo. Gracias por hacerme volar la

cabeza, sacudir mi mundo, arruinarme por todos los demás
tipos, etc.
Tosiendo en mi mano, examino la habitación y la atrapo en

la puerta.
Yo: Estoy deseando volver a hacerlo en diez años.
Se vuelve hacia mí, sacudiendo la cabeza como si todavía no

pudiera creer lo que hicimos. Yo tampoco lo puedo creer.
5
Julia
La puerta ni siquiera está cerrada detrás de mí cuando

Cammy se desliza hacia el vestíbulo de nuestro
apartamento, con las manos entrelazadas frente a ella. Lleva
mallas y una blusa gris amorfa, sus rizos rubios arrugados en
un moño, un brillo expectante en sus ojos.
"¿Lo has hecho? Dime que te besó. Oh Dios, ¿fue un beso

sucio? Greg se ve tan sucio. Es lo que más me gusta de él.
Vamos, ¿verdad?"
Es adorable, pero ser linda no la salvará después del truco

que hizo esta noche.
Me deslizo fuera de mis talones y planto mis manos en mis

caderas. "No puedo creer que le enviaste esa foto a Tabby".
Definitivamente puedo creer que entró en mi teléfono sin mi
permiso. Cammy es seis años más joven que yo, y nunca ha
superado esa cosa sin límites que pensé que era inofensiva
cuando tenía siete años. "Sabes lo que siento por ese tipo de
prensa".
Poniendo los ojos en blanco, me despide y agarra su propio

teléfono, su pulgar se mueve a la velocidad de la luz sobre la
pantalla. "La prensa está bien. Mira esta imagen. Es la única
que he visto hasta ahora, ¡pero es increíble! "
Allí, en su teléfono, hay una foto de cuando Greg me hizo

retroceder, su beso chirriando en mi oído. Mis ojos están muy
abiertos, mi cuello crujió en un ángulo que dice que estoy
tratando de alejarme de sus tonterías. Lo más importante es

que mis manos se alejan de su cuerpo. Es gracioso y tonto y
nada que me vaya a meter en problemas con nadie.
"¿Esa es la única?"
Ella rebota sobre las puntas de sus pies cubiertos con

calcetines. "¿Por qué, hubo más de un beso? Sé que lo hubo.
Tenía que haberlo. Espera, ¿fue con alguien más? De
ninguna manera. No le harías eso a Greg ".
Nunca debería haberle contado todo el asunto de los besos,

pero Cammy vive para estas cosas. Y aunque solo ha
conocido a Greg unas pocas veces, debí haber hablado de él
lo suficiente como para causar una impresión duradera,
porque la chica tiene una debilidad inquebrantable por él.
Animarla es probablemente un error, pero entonces, ¿con qué

frecuencia Cammy tiene algo por lo que emocionarse? Casi
nunca, cuando se trata de mi inexistente vida amorosa. Y
aún más raramente cuando se trata de la suya. Ser madre
soltera de un niño de cuatro años cuando solo tienes
veintidós dificulta la vida amorosa.
Toco con el dedo del pie en la entrada de madera dura un

par de veces, dejando que el suspenso se acumule, y luego
camino hacia la cocina. "Bien. Greg me besó, en privado, y
fue muy bueno ".
Cammy me pisa los talones en un instante, su cadera

presionando la mía mientras me paro en el fregadero y lleno
mi vaso con el grifo. "¿Y fue sucio? Maldita sea, Julia, sabes
que me he quedado atascada viendo Ask the Storybots con
Matty. Me muero de hambre por las cosas buenas ".
"¿Que quieres saber?"
"¿Había lengua? Eres tan mojigata con las citas ... Apuesto a
que no hubo ".
Sé lo que está haciendo, tratando de engañarme para que le

dé los detalles. No es que yo no lo haría de todos modos, pero
ahora ella tendrá que trabajar para conseguirlo. Dejo que
mis labios se curven en una sonrisa secreta, y ella jadea, se
lleva la mano al corazón, tropezando contra la pared.
El drama. Me río mientras me dirijo a mi habitación.
"¡Dios mío, lengua! Espera, no quiero hacerme ilusiones aquí.

No te burles de mí, solo dímelo directamente. En la escala
sucia de los besos, cero es ese tipo asqueroso que trabajaba
como asistente técnico mientras estabas en la escuela y tenía
mal aliento y suéteres de dientes ".
"Joey".
"Bien, Joey es un cero. Y diez siendo el médico de

Manhattan. Craig algo. Con el tatuaje de trébol en el trasero
".
"Kevin. Y era un besador bastante sucio ".
"Sí, entonces Kevin es un diez. ¿Dónde anota Greg? ¿Ocho?

¿Nueve? No, ocho. Quiero decir que estás aquí y puedo ver
tu línea de bragas, así que sé que todavía las estás usando. Y
para tu información, te dije que te saltaras las bragas. ¿Qué
estabas pensando con ese vestido?"
Me giro tratando de ver mi trasero en el espejo del armario.

"¿Que no quería aparecer en mi reunión como comando? Y
para que conste, el beso con Greg fue un diecisiete. Bragas y
todo". Aunque, sinceramente, me sorprende que no se hayan
incinerado por lo calientes que se pusieron las cosas.
Los ojos de Cammy se mueven y su boca se abre, pero antes

de que pueda responder a sus siguientes veinte preguntas,
me encierro en mi baño.
Diecisiete era un número demasiado conservador. Greg

rompió la balanza sucia con ese beso. La forma en que su
lengua jugueteó con mi boca y esos profundos sonidos
retumbantes que salían de su pecho mientras nos besábamos
fueron más efectivos que cualquier vibrador que haya
tenido. Pero lo que más me impactó no fue el crujir de sus
dientes en mi labio inferior o el movimiento de su lengua
contra la piel que acababa de pellizcar ... sino la forma en
que sus brazos se cerraron alrededor de mí, abrazándome
cerca y fuerte mientras él me besó sin sentido. Esa fue la
mejor parte. Quizás lo más alarmante también, porque ese es
el tipo de beso que pone ideas tontas en la cabeza de las
chicas inteligentes.
Me meto en la ducha con el sonido de mi hermana

llamando lo más silenciosamente posible, para no despertar a
Matty, mientras susurra y grita a través de la puerta. Tiene
preguntas, pero quiero unos minutos para mí. Procesar. Tal
vez poner en marcha mi compartimentación antes de que
tenga que dar más detalles sobre el beso que me dejó
alucinada y el tipo en el que no puedo empezar a pensar
como algo más que mi amigo. Pero ni siquiera he terminado
de enjuagarme el champú del cabello cuando Cammy
comienza a hablarme desde el otro lado del vaso.
Abrió la cerradura del baño. Por supuesto que lo hizo.
"Diecisiete es un número bastante escandaloso, viniendo de ti.

Vas a tener que justificar esa puntuación. No escatimes en
detalles ".
Debería decirle que salga del baño, pero en lugar de eso

agarro la esponja de ducha frente a mí y empiezo a
derramar.
Cuando las preguntas de Cammy se agotan, apago la luz y

me meto en una cama que de repente se siente demasiado
grande e imagino cómo sería si no estuviera sola. Si no nos
hubiéramos detenido.
Dejo escapar un suspiro tembloroso.
Una noche. Ese es el tiempo que me daré para estar envuelta

en el beso de Greg y pensar en mi amigo como más que eso.
Una noche para acostarme en la cama y recordar la
sensación de sus manos apretando mi cabello y su voz
retumbando contra mi cuello. Una noche para jugar al borde
de la corriente que es el dulce y sucio beso de Greg. Sé que es
peligroso y ya me he visto arrastrada demasiado rápido,
pero no puedo dejarlo de lado. Aún no.
Claro, puse mi mejor cara cuando terminamos, hice las

bromas necesarias para asegurarme de que él supiera que yo
sabía que nada había cambiado. O era eso o me lanzaba a
él y le suplicaba más. Y si soy honesta conmigo misma, hubo
un momento en el que eso estuvo cerca. Demasiado cerca.
Y si estoy siendo realmente, realmente honesta, desearía

haber podido justificar más de un beso, porque mi hermana
tiene razón. Greg parece que sería sucio. Habla como si fuera
sucio. Y besa como si fuera una locura.
Y con algunos problemas de confianza profundamente

arraigados con los hombres en general, es difícil para mí
bajar la guardia, por lo que la suciedad no es algo de lo que
obtengo mucho en mi vida.
6
Julia
Las salas son luminosas y están llenas de actividad, ya que

todos se apresuran a asistir a reuniones, conferencias
telefónicas o para escuchar lo que sea que tengan en sus
computadoras portátiles. Estoy en la oficina por unas horas
para agarrar los últimos juegos de ambos equipos en el
enfrentamiento de esta semana e investigar un par de
historias. Lo tendré listo en caso de que me toquen durante el
juego.
"Julie, ven aquí, ¿quieres?"
Julie. Me estremezco ante el sonido de Ray Hettler

llamándome cuando paso junto a su oficina. No trabajo para
él, pero me trata como si lo hiciera. Y a veces, la ruptura
entre su departamento y el mío le da licencia para
preguntar cosas que realmente desearía que no preguntara.
Podría seguir caminando y fingir que no lo escuché, pero a

pesar de que no le reporto, el hombre tiene una gran
influencia sobre las personas a las que sí reporto, y no puedo
arriesgarme a molestarlo.
A regañadientes, retrocedo y me detengo en su puerta.
"Buenas tardes, Ray. ¿Qué pasa?"
Ray tiene unos treinta años más que yo, y he aprendido de

la manera más difícil a no preguntar qué puedo hacer por él
porque me gana el tipo de lectura sugerente que me
revuelve el estómago o me pide que le lleve una taza de
café o entregar el papeleo a alguien en otro piso. Soy una
reportera secundaria, no su chica de el viernes, pero cuando

comencé por primera vez, Ray era uno de los tipos que me
apoyaron cuando ya se había elegido a otro candidato.
"Te ves hermosa como siempre. ¿Algo nuevo con tu cabello?"

pregunta, alisando una mano bronceada antinaturalmente
sobre su trabajo de tinte rociado de él.
Niego con la cabeza y sonrío. A lo largo de todos los años y

todos los juegos, ni una sola vez se ha detenido a felicitarme
en una entrevista. Siempre se trata de mi apariencia de él.
"Ven un minuto. Cierra la puerta detrás de ti. "
Las alarmas comienzan a sonar en mi cabeza, pero

realmente no puedo decir que no sin arriesgarme a que se
salga del control, algo que todos han visto al menos una o
dos veces. Capto una mirada de lástima del tipo del correo
mientras empuja su carrito, pero tengo esto. No es como si
fuéramos las últimas personas en la pista al final de la
noche.
Cierro la puerta y respiro hondo. "Ray, si se trata de la foto

que está circulando de este fin de semana, no fue nada".
"¿Nada? Parecía una gran diversión. Toda la fiesta." Le da

vida a su tableta y me muestra la imagen en la pantalla.
"Solo un par de niños, soltándose. Sin responsabilidades por la
noche. Cualquier cosa puede suceder. "
Mi columna vertebral se pone rígida.
Un par de niños. Así es como nos vemos. Quizás no para

todos, quizás ni siquiera para Ray, pero tiene razón. Para
algunos, esta imagen, como el incidente con el hombre
capturado en ella, debe ser una excepción a la regla.
Necesito ser vista como una mujer lo suficientemente
responsable como para que se me confíe la presentación de
informes sobre el juego ... no como una fiestera sin

credibilidad.
"Entiendo las percepciones y el tipo de impresión que esto

podría dar. Tendré más cuidado con mi imagen pública."
"Madurez, Julie. Responsabilidad. Seguridad. Eso es lo que

quieres reforzar. Muéstrales lo firme que estás".
"Absolutamente."
Asiento con la cabeza, esbozando una sonrisa. "Sin embargo,

ciertamente parece divertido. ¿Y el jugador de hockey?"
"Viejo amigo, eso es todo." Solo un viejo amigo con una boca
más adictiva que el crack y aparentemente igual de
peligrosa. Esta conversación es exactamente la razón por la
que necesito dejar de pensar en él.
"Ten cuidado ahí. La gente estará mirando ahora". Ray deja

la tableta a un lado en su escritorio, luego se da la vuelta y,
dándome una mirada no muy sutil, deja escapar un silbido
entre dientes. Como si fuera una transición apropiada, saluda
al grupo de sillas bajas y un sofá que se encuentra más
adentro de su oficina de él, sugiriendo que nos sentemos.
Últimamente ha escuchado cosas buenas sobre mí. Se habla

de un nuevo programa y mi nombre ha sido mencionado
para el trabajo.
He escuchado algo de lo que está diciendo de mi agente

antes. Hemos estado elaborando estrategias sobre dónde
puede ir mi carrera a continuación, y ella tiene inquietudes
en todas partes. Pero algo de lo que está diciendo, no lo he
escuchado.
"Julie, casi estás ahí." Pone su mano en mi rodilla y la

respiración se detiene en mi pecho. "Solo necesitas que las
personas adecuadas sigan diciendo las cosas correctas, y eso

va a suceder".
*****
"¿Y luego te invitó a salir?" Cammy jadea, con las manos en
las caderas. Bajando la voz, mira más allá de mí hacia la
sala de estar donde Matty está sentado con las piernas
cruzadas, su pequeña cabeza de rizos rubios inclinada sobre
la fortaleza de Lego que está erigiendo. "Qué idiota épico.
¿Cómo saliste de eso? "
Con cuidado. "Primero, él no me invitó a salir en una cita,

per se. Propuso reunirnos en su casa en Florida por unos días
para discutir oportunidades para mi futuro".
Ella comienza a caminar hacia la cocina y se inclina para

barrer una figura de acción perdida en el camino. "Bien,
para que pudieran ver lo que podían hacer el uno por el
otro. Barf ".
Me río, pero el solo hecho de tener suficiente experiencia

para poder tomarme este tipo de cosas con calma es
deprimente como el infierno.
"Básicamente, le recordé mi estricta política de no tener citas,

o incluso darle a la gente motivos para sospechar que podría
estar saliendo con cualquier persona de la industria". Hay
una botella abierta de blanco en la nevera y sirvo un vaso
para los dos. "Y aunque sé que lo que está sugiriendo sería
positivo, no podía arriesgarme a la percepción de que estaba
pasando algo más".
"Sabes que no soy el mayor fanático de esa regla, pero me

ha resultado útil de vez en cuando".
"Tiene." Protege el ego hinchado de Ray, evitando que se

vuelva contra mí. El tipo es un idiota, pero lo último que
necesito es un buen chico como él como enemigo.
Tomo un sorbo de vino y me relajo en el mostrador detrás de

mí.
Cammy se agarra la uña del pulgar. "¿Te sientes mejor

después de hablar de ello?"
"Umm ... seguro."
Su sonrisa se libera y se inclina hacia adelante con los ojos

muy abiertos. "Entonces, ¿hay alguna posibilidad de que
hayas tenido noticias del Sr. Dirty Kisser hoy?"
*****
Greg
El vestuario está ruidoso, con música a todo volumen y la

mitad de los chicos hablando entre ellos. La otra mitad se ríe
a carcajadas, tirando billetes a los pies de Rux mientras
trabaja su cuerpo peludo como el jodido en este baile de
stripper que empuja las caderas, vistiendo su jock y nada
más. Debería estar vertiendo una botella de agua en su
pecho o algo de mierda, pero en cambio mi chico de quince
años interior está atascado mirando mi teléfono. Martin, uno
de los chicos con los que me volví a conectar en la reunión,
está organizando una fiesta esta noche y me invitó a ir.
Mi vida depende de mi capacidad para tomar decisiones

sólidas en fracciones de segundo. Pero he estado mirando la
invitación de Martin durante cinco minutos completos,
tratando de decidir qué diablos hacer. Se que lo que elija no
va a tener nada que ver con Martin, que es un tipo
realmente genial, incluso si solía jugar al fútbol. Se trata de
Julia ... porque ella también es muy buena amiga de él. Lo
que significa que existe la posibilidad de que ella esté allí. Y
aunque el hombre de abajo ya está empezando a arreglarse,
no estoy del todo seguro de que volver a verla tan pronto
sea algo bueno.
Ha pasado una semana desde la reunión.
Le envié un mensaje de texto, por supuesto.
Somos amigos. Sería una mierda no hacerlo.
Pero no importa lo fácil que fue su respuesta, para mí se

siente diferente. Ella está en mi cabeza, e incluso después de
jugar tres partidos esta semana, no estoy más cerca de
sacarla.
No es así como se supone que debe ser con ella.
Rux agarra el costado de mis calzones y comienza a usarme

como un palo. "Amigo, ¿qué te envió un conejito, otra foto de
sus tetas? Déjame ver."
Cristo. Lanzo mi teléfono al estante y estiro su pecho con el

brazo recto. "Nada de fotos sucias, para que puedas dejar de
follar conmigo".
Se tambalea hacia atrás, casi pisando a Vsev, quien está

recogiendo los dólares. "Pero eres tan grande y fuerte".
Él es un alboroto de risas, pero esto con Jules realmente me

está molestando.
"¿Alguna vez te has encontrado con una mujer a la que

conoces mejor?"
Él levanta una ceja. "¿Como una conejita?"
¿Conejita? Joder, no. Ni siquiera un poquito.
Pero luego me detengo y pienso, porque dejando de lado el

hecho de que Julia es esencialmente la antítesis de un conejo
de disco, la situación no está tan lejos. Ambas son mujeres
atractivas que conozco mejor que para tomarme en serio, y

ambas podrían clasificarse bajo: Excepción a la regla.
"No exactamente, pero casi." Decirlo hace que mi instinto se

sienta mal.
"¿Con quién lo has estado haciendo?" él demanda, brazos

fornidos apilados detrás de sus rizos marrones enmarañados
mientras hace algunos empujones más de Magic Mike.
"No importa, porque no es algo que vuelva a suceder".
El tono de Rux se vuelve serio y sus brazos caen a los

costados. "Hombre. Importa. No quiero ser tu hermano
esquimal ". Ante mi mirada de nada divertido, se encoge de
hombros. "¿Y qué, te enganchaste con alguien con quien no
quieres hablar en serio, pero quieres golpearla de nuevo?"
"No. Eso no es." Jesús, ¿por qué pensé que hablar con este tipo
era una buena idea? "Yo sólo ... joder, sigo pensando en ella,
aunque no debería quererla de esa manera".
Porque somos amigos y toda esa mierda.
"Ah, entonces tranquilo. Espera a verla de nuevo. Si no te

gusta esta cosa de ir a ninguna parte, una mirada y tu
trasero se enderezará". El niega con la cabeza. "No eres del
tipo que se folla a ella solo porque puedes".
El tiene razón. No soy. Al menos ya no.
"Oye, ¿quieres ir a un club esta noche?"
Le doy una palmada en el hombro y empiezo a vestirme.

"No puedo. Tengo una fiesta a la que voy ".
*****
Julia
Una noche, doce horas. Eso es lo que me di a mí misma. Y

considerando que normalmente no desperdicio doce minutos
con los tipos que amenazan mis reglas, eso fue bastante
generoso. Entonces, ¿qué diablos estoy haciendo parada en
medio de la fiesta de Martin una semana después,
preguntándome qué hará Greg Baxter esta noche? No está
jugando a ningún juego. Anoche limpiaron el hielo con el
Rayo, y esta noche se van.
Quizás esté con el equipo. Una vez me dijo que la mayoría

de las noches prefería pasar el rato en una de las casas de los
chicos que dejar que Rux lo llevara a un club. Me pregunto
si invitaron a algunas chicas.
Mi estómago se tensa ante el pensamiento y, reconociendo la

punzada de los celos fuera de lugar por lo que es, suelto una
carcajada.
Sarah o Sidney o como se llame la mujer con la que estoy

parada deja de hablar y mis mejillas comienzan a arder.
"Lo siento, alo en mi garganta. Estoy bien. Sigue."
No estoy tan bien.
¿Celosa? Absolutamente no. No me pongo celosa. Jamás. No

invierto lo suficiente como para merecer ese tipo de emoción.
¿Y tener celos de Greg Baxter? No. Somos amigos con un
besito entre nosotros. Un beso excepcionalmente sucio y
abrasador con el poder de permanencia para destrozar mi
cerebro durante la mayor parte de una semana.
Como si lo necesitara de nuevo.
Vuelvo a centrarme en la mujer que tengo delante y acepto

volver a llenar mi vino cuando la novia de Martin, Dana,
llega con una botella. Sigo esperando ver un anillo en su

dedo, porque esta chica es una guardiana, y eso no es solo
una ilusión de mi parte. Está en cada mirada que Martin le
da. Él es el tipo de chico que también se quedará.
Dana le pregunta a Simone (gracias a Dios que no la llamé

Sarah) sobre el trabajo que está haciendo en su condominio,
y de repente la conversación que estaba siguiendo solo
marginalmente cobra más sentido. Esto es ridículo. Escuchar
a la gente es mi trabajo. Incluso si no lo fuera, me gusta
pensar que soy más considerada que esto.
La conversación pasa de un tema a otro. Simone se disculpa

y otra pareja se une a nosotros durante unos minutos antes
de seguir adelante. Dana me tiene en problemas mientras
cuenta las peculiaridades de Martin relacionadas con la
cocina. Es difícil de creer que este sea el mismo hombre que
prendió fuego al microondas de su madre en el tercer año
tratando de hacer macarrones con queso. Estoy a punto de
decir lo mismo cuando el aire parece cambiar y la cacofonía
de los sonidos de la fiesta parece disminuir.
Mi boca se cierra y me vuelvo hacia la entrada donde los

invitados han estado llegando en un flujo constante. Es él.
Greg. Tengo que parpadear para asegurarme de que él está
realmente allí y no un producto de mi imaginación,
demasiado fácil de conjurar después de la forma en que ha
estado en mi mente esta semana. Pero en el siguiente
segundo, sus ojos azules ardientes se levantan, se conectan
con los míos, y su boca se inclina en una inclinación
arrogante que ni siquiera mi imaginación podría acertar.
Mi corazón comienza a latir con fuerza y ... Dios, ¿me

tiemblan las manos?
No puedo creer que esté aquí.
¿Por qué él está aquí?

Esa es una pregunta tonta. Martin lo invitó después de

ponerse al día en la reunión.
Greg no es solo mío. No es mío en absoluto.
Dana toca mi hombro. "Martin me está llamando desde la

cocina. Dame unos minutos."
Asiento con la cabeza y ella me da un apretón rápido, pero

mi atención está en el hombre más alto de la habitación
mientras atraviesa la fiesta… se dirige hacia mí. La tela
vaquera perfectamente gastada se mueve alrededor de sus
piernas fuertemente musculosas, y un suéter color crema
levantado por sus antebrazos se extiende sobre la sólida
definición de sus hombros y pecho. Ningún hombre debería
verse tan bien. Está a mitad de camino entre la multitud
cuando un par de chicos se interponen en su camino,
llamando su atención hasta que nuestro contacto visual se
rompe.
El aliento sale de mis pulmones rápidamente. Me doy la

vuelta, mis nervios se vuelven locos. Es solo Greg, solo que no
se ha sentido solo como Greg desde la semana pasada. Y la
mirada en sus ojos cuando me vio, es diferente de la forma
en que me miró antes. Creo. Quizás soy yo.
Examinando la habitación, busco una cara amiga. Alguien

para entablar conversación y servir como un amortiguador
entre nosotros.
La mano de Greg se encuentra con mi hombro. Es cálida y

ancha y se siente como si estuviera alimentando esa carga
baja que ha estado corriendo a través de mí desde el minuto
en que su boca se encontró con la mía.
"Julia".
Somos amigos. Puedo hacer esto.

"Hey extraño", le digo, volviéndome hacia él con una sonrisa

practicada.
Frunce el ceño como si no supiera qué pensar de mi reacción.

Apenas sé qué hacer con eso.
"Me preguntaba si te vería aquí". Se frota la nuca. "Es

curioso cómo rara vez se cruzan nuestros caminos cuando
llevamos más de un año viviendo en la misma ciudad".
Hago un sonido desdeñoso, alejando mi mano a pesar de que

sé que tiene razón. Es la naturaleza de nuestros trabajos.
Estoy de gira tres días a la semana como mínimo para los
juegos que cubro, y el horario de Greg es aún más loco.
"Enviamos mensajes de texto".
"Hablamos por teléfono unos minutos aquí y allá". Se

muerde el labio inferior. "No nos vemos lo suficiente".
Si hubiera sacado a relucir esto hace una semana, no habría

pensado nada al respecto excepto que tenía razón.
Se inclina más cerca. "¿Por qué no salimos más?"
Me salvo de contestar cuando un par de primos de Martin se

acercan y se presentan. He conocido a estos tipos antes, pero
claramente están aquí por Greg. En el pasado me he sentido
posesiva de mi tiempo con él, porque tiene razón, no nos
vemos lo suficiente. Pero ahora, estoy agradecida por el
indulto. Los chicos quieren repetir el juego de anoche, y Greg
los acomoda durante unos minutos, responde preguntas y
escucha su análisis. Pero cada vez que sus ojos acalorados se
encuentran con los míos, se detienen y se mantienen por un
segundo, la tensión entre nosotros aumenta mucho más.
Se está volviendo difícil respirar, me cuesta pensar en algo

más allá de lo bien que se siente estar bajo su beso, y si
volvería a ser así.
Tal vez solo estaba mal.
Como si hubiera pasado tanto tiempo desde que tuve una

acción de labios de calidad, estoy exagerando las cosas.
Convirtiendo ese beso con Greg en más de lo que realmente
era.
Diablos, si me besaba de nuevo, podría ser una decepción

total. Me arriesgo a mirarlo a la cara y vuelvo a
encontrarme con sus ojos. Un temblor me recorre.
O tal vez no sería una decepción.
Alguien le pregunta a Greg cómo es saber que podría ser

cambiado a un equipo diferente y tener que moverse en un
abrir y cerrar de ojos.
Escucho su voz, pero lo que está diciendo se desvanece

cuando siento el roce de su mano contra la mía. Es apenas
contacto, solo el dorso de sus dedos rozando los míos. Es el tipo
de contacto que podría verse como completamente
accidental, pero no es así. Esto es deliberado.
Y pone a volar una docena de mariposas en mi vientre.
Greg acaba de manchar la línea de nuevo, y mi fachada de

genialidad se romperá si no pongo algo de distancia entre
nosotros.
"Disculpen un minuto, ¿quieren chicos?"
No me atrevo a mirar, pero puedo sentir los ojos de Greg

sobre mí con cada paso que doy. Cuando llego al baño del
pasillo, hay un par de mujeres esperando delante de mí.
Entonces, como un ángel de la misericordia, Dana da la
vuelta a la esquina y, al ver la línea, me agarra del brazo y
me señala hacia el otro extremo del apartamento. "Parece
que te vendría bien un minuto. La oficina de Martin tiene
un baño fuera de ella. Nunca lo usamos, así que perdona el

desorden, pero tómate todo el tiempo que necesites ".
Ella es oficialmente una de mis personas favoritas esta noche.

"Gracias, Dana".
Cuando llego a la oficina, está llena de cajas aún etiquetadas

por su mudanza hace dos años. Ese es el Martin que conozco.
Entonces, ese buen humor se desvanece cuando el silencio se
instala a mi alrededor y me pregunto qué estoy haciendo.
Greg es uno de mis amigos más antiguos. Un atleta

vinculado a una industria que me he propuesto conquistar.
No puedo quedarme sin aliento cada vez que nuestras
miradas se encuentran. No puedo seguir pensando en cómo
fue cuando me besó o en cómo nadie con quien he salido fue
capaz de hacerme sentir de esa manera.
No puedo.
El pestillo de la puerta al cerrarse suena detrás de mí, y sé

que es él. Debería sentir frustración, pero es un alivio que me
invade cuando me doy la vuelta para encontrarlo allí. Su
cabello está parado en diferentes direcciones, como si tal vez
se hubiera pasado las manos por él desde que lo dejé hace
tres minutos. Pero son sus ojos los que no puedo apartar la
mirada. La risa que normalmente encuentro en esos
hermosos azules se ha ido, y todo lo que queda es calor.
7
Greg
Así que ese plan se ha ido al infierno.
Una mirada a Julia y, Dios mío, estoy peor que hace una
semana. Ella es jodidamente hermosa. Y si bien ese ha sido el
caso desde el día en que la conocí, ahora estoy viendo algo
diferente. Veo más que la variedad de características
atractivas a nivel de la superficie, más que la amiga
descarada con la que he estado bromeando durante trece
años. Estoy viendo la sensualidad profunda del alma que
Julia esconde tan efectivamente de todos los demás, la pasión
y la alegría. Veo la vulnerabilidad que ella no admite y
una necesidad que refleja la mía.
Veo potencial para algo más grande de lo que ya somos el

uno para el otro.
Y ahora que lo he visto, no quiero fingir que no lo he visto.
"No huirías de mí, ¿verdad, Jules?"
"¿Qué? No. Yo solo…" Sus mejillas adquieren un brillo cálido,

y alisa una arruga inexistente del vestido burdeos que la
envuelve de una manera fenomenal.
"Estabas corriendo". Me acerco. "Entonces la pregunta es ...

¿estabas corriendo porque querías que te persiguiera?"
Sus ojos se abren con las pupilas muy abiertas. Me acerco

aún más, y sí, esa mirada me dice dos cosas. Uno,
definitivamente le gusta la idea de que la persiga. Y dos,

nunca lo admitirá.
"Todo lo que quiero es que las cosas sean como siempre lo

han sido con nosotros. Quiero que seamos amigos."
"Somos amigos." Amigos al borde de ser algo más.
Ella cruza hacia el escritorio cubierto de cajas. "Solo amigos."
Hace unas horas, convertirme en amigo era exactamente lo

que quería. O pensé que quería, de todos modos. ¿Pero
ahora?
Froto la parte de atrás de mi cuello. "Sí, sobre eso."
Su cabeza cae hacia adelante en una sacudida baja, pero no

antes de que vea la sonrisa que había estado esperando.
"Greg".
Esta es mi Julia, regañándome con una sonrisa en su rostro y

risa en sus ojos. Esta es la mujer con la que puedo hablar
sobre cualquier tema.
"Vamos, Jules, dime que no has estado pensando en eso.

Dime que no te has estado preguntando cómo habría sido si
no nos hubiéramos detenido cuando lo hicimos. Si al final de
la noche vinieras a casa conmigo ".
No importa lo que diga. Puedo ver en sus ojos que ha estado

pensando en eso tanto como yo. Al igual que puedo ver que
por mucho que ella quiera volver a poner eso entre nosotros,
hay una parte más grande de ella que no lo hace. Los solo
amigos no se miran la boca cuando hablan, no se muerden
los labios cuando sus ojos bajan más.
"Julia".
Los ojos culpables vuelven a los míos y ella resopla. "Bien, sí.
Por supuesto que lo he estado pensando. Pero, sinceramente,
he estado en un período de sequía. Entonces, ya sabes, no se
trata de nosotros".
¿Período de sequía? Al encontrar el borde del escritorio, me

inclino hacia atrás y cruzo los brazos. "Esto lo tengo que
escuchar".
"No pongas tu ego en un montón. El beso fue bueno ".
"Alucinante, mundial, etcétera ..." Las distinciones son

importantes.
Ella pone los ojos en blanco y pasa junto a mí. Se necesita

todo lo que tengo para no tirar de ella a mis brazos en ese
momento.
"Pero todo este tipo de obsesión prolongada probablemente

tenga más que ver con que no salga tanto que ... que con
cualquier otra cosa".
Pasando mi mano por mi boca, me limpio la sonrisa

tratando de luchar por liberarme. Dijo obsesión. Las cosas
definitivamente están mejorando. "Estás diciendo que si nos
besáramos de nuevo, no sería tan bueno".
"No estaría mal", agrega apresuradamente, como si estuviera

preocupada de que mis sentimientos fueran heridos.
"Bien. Simplemente nada de lo que no puedas alejarte ".
"Greg, no te lo tomes como algo personal. Puedo alejarme de

casi cualquier cosa".
Ya lo veremos. "Genial, entonces está resuelto".
Sus ojos se entrecierran. "¿Que es?"

"Nos besaremos de nuevo". Me empujo del escritorio y me

dirijo hacia ella en la pared opuesta. Lentamente. "Para que
puedas dejar de obsesionarte".
Se ve un poco nerviosa ahora, su postura se pone rígida

mientras sigue mis pasos con la mirada. "Obsesionarse es
probablemente una palabra demasiado fuerte. Realmente no
creo ... "
"Considéralo un favor mío para ti".
"¿Un favor?" ella tose. "Por favor."
Maldita sea, me encanta hacerle eso.
"Si." Doy la vuelta al sofá lleno de revistas y ella da un paso

atrás. "No te preocupes. Cuando te vuelva a besar, Julia, no
me iré fácil". Su respiración se acelera. "Ten la seguridad de
que voy a dar todo lo que tengo, solo para que no tengas
ninguna duda cuando hayamos terminado. Podrás
marcharte con la confianza de que lo único detrás de esa
obsesión fue un período de sequía que ahora se ha apagado
".
Su espalda se encuentra con la pared, y apoyo mi mano

sobre su cabeza, notando el oscurecimiento de sus ojos y la
aceleración de su respiración. "¿Suena como un buen plan?"
Ella asiente.
Inclinándome aún más cerca, para poder oler su perfume y

sentir el cosquilleo de su cabello en mi mandíbula, susurro:
"Sabes que hay una falla en tu lógica, ¿verdad?"
"¿Q-qué?"
No estoy tan seguro ahora.

"Puede que no salgas mucho, pero ¿cuál es mi excusa, Jules?

Porque salgo mucho, y no he podido dejar de pensar en el
sabor de tu beso desde el primer minuto que tuve que dejarlo
". Corro la nariz contra el cascarón de su oreja, deleitándome
con el inconfundible temblor que sigue. "Todo lo que puedo
pensar es en tu boca y en todo lo que quiero hacer con ella".
Su aliento sale en una ráfaga cálida, dejando sus labios

entreabiertos de la manera más tentadora. Llevo mi pulgar
a esa suave y acolchada boca y luego la trazo por la bonita
línea de su cuello en un camino que quiero seguir con mi
boca.
"Greg", dice débilmente, "no estás jugando limpio".
Estoy jugando de la única forma que sé. Para ganar.
"¿No? Podríamos detenernos". Lo digo solo para ver su

reacción. Para asegurarme de no dejar que mi ego se me
adelante y malinterpretar algo que es importante para mí
en un nivel vital.
"Podríamos", reconoce en voz baja, sus ojos nunca dejan mi

boca.
Sí, no lo creo. "Pero realmente, ¿qué es un beso más?"
Su asentimiento es tan pequeño que es casi imperceptible.

Eso es algo sobre Julia. Tienes que mirar muy duro para ver
lo que está pasando dentro de su cabeza. Más que eso,
necesitas saber qué buscar.
Y lo hago.
"Entre amigos", susurra antes de que chocamos.
Nuestro primer beso debajo de las gradas comenzó lento y

cuidadoso, y se detuvo al borde del control. Este beso
comienza ahí. Julia me recibe con un gemido, su boca abierta
al empuje de mi lengua. Nuestras manos están en todas

partes, moviéndose en una búsqueda urgente de más
contacto.
Su cuerpo es perfecto, la curva de sus caderas se ajusta

perfectamente a mis dedos flexionados, sus pechos llenos y
suaves contra mi pecho en una presión firme. Su cabeza está
echada hacia atrás y mi boca se mueve por la sexy columna
de su cuello. Jesús, huele bien. Me rindo y lamo el oscuro
hueco entre sus pechos.
"Maldito seas", jadea, sus dedos se deslizan en mi cabello y se

agarran con fuerza.
"Período de sequía, mi culo."
Entonces la beso de nuevo. Más duro. Más rápido. Es

caliente, frenético y jodidamente increíble.
Su cuerpo se arquea bajo la curva del mío, y sentirla de esa

manera es como una droga. Quiero más. Mis brazos
serpentean alrededor de ella, uno en su cintura y otro en su
trasero, acercándola a un contacto más cercano hasta que
nuestras caderas están al ras y esa falda elástica y fluida
que lleva se levanta mientras su rodilla se desliza más
arriba de mi muslo.
No puedo creer que sea Julia. Mi Julia.
Quiero decir, soy un chico y ella es jodidamente increíble, así

que sí, he pensado en ella así a lo largo de los años. Bromeé
sobre eso. Pero somos amigos, y eso significa mucho para mí,
así que nunca esperé actuar en consecuencia. Pero ahora,
todas las pequeñas formas en las que se ha distinguido de la
multitud están comenzando a juntarse de una manera
nueva y atractiva, y llena de tanto potencial de mierda que
no puedo creer que no lo haya visto antes.
Nos balanceamos juntos, yo contra su vientre, ella contra mi

muslo, y los pequeños sonidos que está haciendo, Dios, son
sexys.
Su rodilla está pegada a mi cadera, su falda muy alta y sus

hombros contra la pared. Aliso mi mano por la línea
tonificada de su pierna hasta el borde de sus bragas y luego
sobre ellas, gimiendo por el calor húmedo. Cuando ella se
mece en mi toque y me da el llanto más suave y necesitado
que jamás haya escuchado, algo dentro de mí se rompe.
Le aprieto las bragas y, un segundo después, están fuera de

su cuerpo, los restos rasgados se deslizan en mi bolsillo para
guardarlos. Los ojos de Julia se abren de par en par, sus labios
se abren en una ráfaga de aire que me dice que le gusta
mucho la libertad que acabo de tomar.
"Tengo que tocarte, Jules". Es mi única defensa.
Me mira parpadeando, con las mejillas enrojecidas y las

pupilas dilatadas. Esa mirada. Nunca lo olvidaré. Nunca
tendré suficiente. Agarrando mi cabello, me tira de nuevo a
su beso y gime alrededor del empuje de mi lengua mientras
mis dedos se deslizan por su coño. Resbaladizo y húmedo.
Ella va a ser mi fin.
Sin embargo, no me la voy a follar. No aquí, en una

trastienda desordenada en la fiesta de un amigo. Pero
tampoco puedo detenerme. Aún no.
"Greg", jadea mientras juego entre sus piernas, siguiendo su

raja de un extremo al otro, deteniéndome para rodear su
clítoris antes de deslizar un dedo para una burla superficial.
"Muy apretada." Pienso en su período de sequía y me

pregunto cuánto tiempo ha pasado. Pero luego aparto ese
pensamiento porque no quiero pensar en nadie más que yo,
no importa cuánto tiempo haya pasado. "Tan mojada, Jules.

¿Todo esto es para mí?"
Ella no tiene la oportunidad de responder antes de que me

hunda profundamente, deseando que ella me sienta en
lugares que ninguno de los dos pensó que llegaría.
Le digo lo sexy que está, lo que me está haciendo. Lo que

quiero hacerle. Y cuando la beso de nuevo, es difícil.
Exigente.
Mi lengua coincide con las caricias de mi dedo, adentro y

afuera, firme y profundo. Ella tararea a mi alrededor. Puedo
saborear lo cerca que está, sentirlo en el agarre codicioso
alrededor de mi dedo.
Rompiendo el reclamo que le he puesto en la boca, me

muevo hacia su oreja. "Necesito oírte venir. Necesito saber
cómo suenas viniendo por mí ".
Sus ojos vuelan hacia los míos, y Cristo, ese contacto me

golpea como un rayo. Demasiado rápido para darme cuenta
de lo que se avecina o prepararme para el impacto.
Julia.
He mirado esos estanques con miel demasiadas veces para

contarlos, pero ella nunca me ha dejado ver más allá del
borde lúdico. Ella nunca me ha dejado entrar en este lugar
secreto y conmovedor que es la cosa más hermosa que he
visto en mi vida.
No quiero parpadear, no puedo arriesgarme a romper algo

que no estoy seguro de que me deje tener de nuevo. Algo a
lo que no quiero renunciar.
"Bésame, Greg", susurra, y le doy lo que quiere, hundiéndome

en el beso más lento, más profundo y más devastador de mi
vida. Otro golpe de llamamiento dentro de su calor húmedo,
y ella se hace añicos, aferrándose a mí mientras trago sus

gritos, la beso sin aliento y exprimo hasta el último pedacito
de placer que hay en ella.
Deslizo mi mano de entre sus piernas y, después de una

última caricia de agradecimiento, libero su rodilla para
deslizarla por mi muslo.
A lo lejos me doy cuenta de que todavía estamos en una

fiesta con apenas más privacidad de la que teníamos debajo
de las gradas.
Debería sacarla de aquí. Llevarla a su casa. Llevarla ...

bueno, a cualquier parte.
Ella todavía está apoyada contra la pared, su vestido está

atrapado hasta la mitad de sus muslos y torcido sobre su
pecho, por lo que apenas cubre el pecho que me serví hace
muchos minutos. Pero son sus ojos los que la delatan. De
párpados pesados y de enfoque suave, parece un anuncio
ambulante de un rincón de la trastienda.
Está muy lejos de la imagen controlada que mantuvo en la

reunión, y para mí se siente como una victoria de la
variedad de golpes de pecho. Pero no es nada que quiera que
nadie más vea. Esta mirada es mía.
"Aquí, déjame". Empiezo por la parte superior, alisando su

cabello lo mejor que puedo antes de pasar a donde su vestido
va al frente y el sujetador torcido debajo.
"Puedo conseguir eso". Ella todavía está un poco sin aliento,

su voz no del todo firme. "Sólo dame un minuto".
"Estoy bastante seguro de que te debo una suma después de

la última vez".
Ella levanta la mano y toca suavemente la comisura de mi

boca, sonriendo.
"¿Qué?"
"Tienes la boca sucia".
Mi sonrisa se intensifica. "¿Estás sorprendido?"
"Para nada."
Su falda todavía deja al descubierto sus piernas tonificadas,

y no me atrevo a arreglarlo todavía. Me inclino de nuevo,
inclinando su barbilla hacia mi beso.
La tentación de perderme en él de nuevo es fuerte, pero en

lugar de eso me aparto y la miro a los ojos.
"Vamos a salir de aquí."
*****
Julia
¿Salir de aquí?
Acabo de llegar más duro de lo que lo he hecho en toda mi

vida, ¿y él quiere irse antes de que yo tenga la oportunidad
de devolver el favor? "¿Qué ... umm ... qué hay de ti?"
"No te preocupes por mí. Conseguiremos un coche". La mano

de Greg está cálida contra mi mejilla, sus ojos tiernos
mientras buscan los míos. Demasiado tierna. "Te compraré un
helado. Una bebida. Alguna cosa."
"¿Como una cita?" Descanso mi mano contra su pecho y dejo

de reír suavemente.
No salgo con atletas, pero incluso si lo hiciera, no se trataba

de eso.
"Mira, lo entiendo, Greg. Somos amigos, y probablemente

estés tratando de asegurarte de que no me sienta barata o
usada o lo que sea. Pero no necesitas preocuparte. Yo quería
esto". Es tan cierto que tengo que apartar la mirada mientras
murmuro: "En caso de que no lo supieras".
Agacha la cabeza, invadiendo mi visión de nuevo. Los

ángulos pesados y las líneas duras se suman a la colección de
rasgos toscos que componen el rostro más hermoso que
conozco. No hay nada de regocijo o engreimiento en su tono
cuando dice: "Podría decirlo. Y creo que es bastante seguro
decir que hemos establecido que todo el asunto del rock
mundial es específico para nosotros y no se puede atribuir a
ningún período de sequía. Por eso deberías romper tu regla
por mí ".
La forma en que me mira me hace estar más cerca de estar

de acuerdo que nunca, excepto: "No rompo mi regla por
nadie".
Sus cejas se fruncieron cuando mis palabras se hundieron.

"Julia".
"No." Suspiro y me empujo de la pared, medio sorprendida

de encontrar mis piernas sosteniéndome. "Mira, sé que fue…
intenso. Obviamente, después de todos estos años, ese beso,
tenía mucho interés en él ".
"No vas a intentar venderme esto de nuevo".
"Sí, voy a intentar venderte esto". Absolutamente lo hago.

No puedo permitirme quedarme atrapada en la idea de que
hay algo especial o significativo entre nosotros. No salgo con
atletas y Greg Baxter es de primer nivel. "Bien, no esperaba
ese tipo de química. Pero la química no tiene por qué ser un
problema. En serio, trece años de amistad. Realmente no
quieres arriesgarte con unas cuantas chispas ".
Sé que no. Especialmente considerando el historial de Greg

con las mujeres. Es un jugador. Incluso en la escuela
secundaria, no puedo recordar que haya pasado más de una
semana o dos con la misma chica antes de seguir adelante. Y
sí, algo de eso fue que no había espacio para mucho en su
vida más allá del hockey, pero aún así. Veo los tabloides.
Conozco su reputación. En diez años, no ha cambiado mucho.
Dejando todo eso a un lado, no quiero arriesgar la

credibilidad profesional por la que he trabajado tan duro
para establecer.
"¿Algunas chispas?" Se aleja y luego se da la vuelta para

regresar. "Julia, ¿alguna vez has sentido algo así?"
Nunca. Ni una sola vez en mi vida.
"¿Que importa? ¡Somos amigos!"
Su boca se desliza en una familiar media sonrisa, pero no

coincide con sus ojos. "Sí, amigos que arden el infierno cuando
sus bocas se tocan".
Mi confianza flaquea, pero no dejo que se note. "Está bien,

pero en el fondo, seguimos siendo amigos antes que nada,
¿verdad? Lo suficientemente buenos amigos que deberíamos
conocer mejor antes de intentar hacer más de esto de lo que
es. No quiero estropear las cosas. ¿Y mi trabajo?
Simplemente no puedo, Greg ".
Me mira fijamente con ojos duros e intensos. No sé lo que

está pensando, pero tengo la clara impresión de que estoy
viendo lo que ve el centro contrario durante un
enfrentamiento. Es desconcertante, pero en un abrir y cerrar
de ojos, se ha ido.
"Okey." Agacha la cabeza y se frota la nuca. Cuando me

mira, es con la sonrisa despreocupada con la que he contado
durante tantos años como amigos. "¿Amigos?"
¿En serio? ¿Así?
Greg siempre ha sido un tipo que quemaba frío y caliente,

pero aún así, eso era rápido. No es que me esté quejando.
"Siempre."
Como si fuera una señal, su bolsillo comienza a vibrar, y con

una última mirada, da un paso atrás y responde la llamada
con un escueto, "¿Sí?"
La pequeña burbuja de intimidad que compartimos explota

y me siento más fría. Pero sé que tengo razón.
Greg pasa una mano por el sexy desorden de su cabello y se

gira, indicándome que espere un minuto. "Gracias hombre. Sí,
salgo de aquí bastante rápido de todos modos ... tú también ".
"¿Que esta pasando?"
Guarda el teléfono en el bolsillo, se acerca a la ventana y

mira hacia afuera. "Alguien publicó que estamos aquí".
Al instante estoy en alerta.
"No veo ninguna prensa al frente, pero eso probablemente

va a cambiar bastante rápido". Se vuelve y me mira con los
ojos entrecerrados. "Realmente no estoy de humor para
fragmentos de sonido y sonreír para las cámaras esta noche.
¿Te quedarás o te irás?"
Que los dos nos fuéramos al mismo tiempo sería sospechoso.

Necesito jugar de manera inteligente.
"Me quedaré. Anda tú." El calor empuja mis mejillas, y

asiento con la cabeza hacia su bragueta. "Lo siento por-"
Me interrumpe con una risa y, envolviendo su gran mano

alrededor de mi hombro, se inclina para dejar un beso rápido
en la parte superior de mi cabeza. Un beso amistoso.
"No te preocupes por eso". Con un guiño que es puro Baxter,

agrega: "Me da algo para llevar a casa con Keri".
Me eché a reír mientras cortaba hacia la puerta. Keri. La

loción para las manos a la que se ha referido como su pareja
desde la escuela secundaria. "Diviértete."
"Lo haré ... Dime, Jules, ¿ya estás lista para actualizar ese
vibrador?"
Este chico. "No", me río, porque solo Greg podría decir eso
como si fuera una conversación casual.
Me lanza un guiño malvado. "Solo quiero asegurarme de

que estoy trabajando con una imagen precisa para más
adelante. Buenas noches, Jules." La puerta se cierra detrás de
él y me desplomo en la única silla de la habitación que no
está llena de cajas.
Estamos bien.
Esto es lo que quiero. Y esa sensación punzante en la boca

del estómago, la que tiene mucho que ver con la mirada en
los ojos de Greg cuando me pidió que rompiera mis reglas por
él, bueno, desaparecerá.
Dos horas después, estoy en casa en la cama cuando recibí el

mensaje de texto de Greg con una foto de una caja de
pañuelos de papel, una vela, pétalos de rosa, veinte onzas de
agua y su botella de loción ... todo lo que puedo hacer es
reír . Hasta que dejo de reír, porque ahora lo estoy pensando.
Sobre los dedos largos y gruesos que habían estado tan
profundamente dentro de mí ... envueltos alrededor de él.
Mis muslos se aprietan y trato de no pensar en la forma en

que me besó o en el retumbar de su voz cuando me dijo que
necesitaba oírme correr. Pero es muy tarde. Mis ojos se
cierran deslizándose mientras mis manos avanzan
lentamente entre mis piernas hacia mi sexo todavía
hinchado.
No debería.
No lo haré.
Yo-
Otro texto. La caja de pañuelos. Vacío y de lado.
¡Ese hombre!
8
Julia
Cinco millas en la cinta de correr debería haber sido

suficiente para enderezar mi cabeza, pero cuando me
tropiezo con la máquina, todo lo que he logrado son
músculos que arden tanto que apenas puedo caminar, y
termino teniendo que tomar un taxi para el viaje de tres
cuadras de regreso a mi casa.
No puedo creer que dejé que sucediera de nuevo. Greg me

dio todas las oportunidades para detenerlo anoche, pero
cuando su boca finalmente se encontró con la mía, estaba
temblando de necesidad. No importaba que estuviéramos en
la fiesta de Martin, que cualquiera se hubiera dado cuenta
de que habíamos desaparecido juntos en una habitación
cerrada con llave, o que había jurado que no se repetiría el
beso de la reunión. Todo lo que importaba era la forma en
que me miraba y cómo cada sonrisa torcida de él me
empujaba mucho más allá de las líneas que había dibujado
en la arena. Para cuando mis hombros golpearan la pared,
me habría aferrado a cualquier excusa que Greg ofreciera
para justificar lo que se había vuelto inevitable.
Las puertas del ascensor se abren con un sonido y me aparto

de la barandilla, tratando de sacudir la niebla sensual que
nubla mi mente con besos sucios y conversaciones aún más
sucias.
¿Por qué tuvo que pedir más?

Si se hubiera apartado de ese beso y hubiera levantado la

mano para despedirse, los dos podríamos haber salido de esa
habitación sin preocuparnos por nada. Pero en cambio, estoy
abrumada con todos estos qué pasaría si y no serían
agradables y tal vez en otras vidas ... porque en esta, lo que
Greg estaba ofreciendo simplemente no está en las cartas.
Al menos, al final vio la razón.
Entro al apartamento y dejo las llaves en el cajón de

seguridad justo cuando Matty entra en la habitación con un
traje acolchado de Superman y dos platos de papel hechos
como pantuflas.
"¡AJ, tienes un paquete!" grita, arrojándose a mis piernas y

luego meneando para liberarse cuando me agacho para un
abrazo de tamaño completo.
Matty me ha estado llamando AJ desde sus primeras

palabras y no pudo manejar el bocado que hizo la tía Julia.
Comenzó como un pequeño arrastre de sonidos
aproximadamente un mes después de que él clavó a
“Mamá”, y Cammy y yo pensamos que era tan lindo y,
como tenía sentido, lo seguimos.
"Hola, Superman. ¿Cómo estuvo tu día?"
"Bien. ¡Comí puré de manzana dos veces! ¿El paquete es para

mí? Mamá dice que no es para mí, pero apuesto a que sí ".
Pienso en el pasado, tratando de recordar lo que he pedido.

Estaban las manoplas que combinaban con el abrigo de
Cammy, pero se suponía que no estarían aquí hasta dentro
de una semana más o menos.
"No estoy segura, hombrecito. Tal vez puedas ayudarme a

abrirlo y averiguaremos para quién es juntos ".
"¡Sí!"
Se lanza hacia la cocina y yo lo sigo, revisando mi teléfono.

Tengo diecisiete mensajes de texto de la hora y media que
he estado en el gimnasio. He borrado cuatro de ellos cuando
veo que el siguiente es de Greg.
La voz de Matty llega a la vuelta de la esquina. "¡Dijo que

podía abrirlo!"
Cammy responde, pero no entiendo lo que está diciendo.
Greg: Para cuando estás pensando en mí.
Mi frente se arruga y luego cae el centavo. Mis pies ya se

están moviendo mientras grito, "Cammy, ¡no! No abras esa
caja. Matty, deja que AJ elija un regalo solo para ti. ¡No lo
abras! "
Me deslizo por la esquina y encuentro a Matty arrodillado

en una silla en la mesa de la cocina y Cammy junto al
fregadero, ambos mirándome como si me hubiera crecido
una segunda cabeza. El paquete en cuestión está aparcado
en el mostrador, intacto.
Con el corazón acelerado, colapso contra el marco de la

puerta.
"AJ, ¿estás bien?" Matty pregunta mientras su madre se

acerca y frota una mano sobre su pequeña espalda.
"Sí, tía Julia, te ves un poco rara".
Asiento y luego asiento de nuevo. Bien. Muy bien. Excepto

que tengo la sensación de que podría necesitar asesinar a
Greg Baxter.
"Solo voy a tomar esta caja y llevarla de regreso a mi

habitación".
Los ojos de Cammy se entrecierran en la caja en cuestión y

luego se vuelven hacia mí. "¿Por qué? ¿Qué hay en la caja,
Jules?"
Mis labios se fruncen y avanzo lentamente hacia el

mostrador opuesto. "N-nada importante". Eso podría haber
sonado más creíble sin el tartamudeo que suena culpable.
Agarro la caja y me lanzo a mi habitación, casi cerrando la

puerta detrás de mí antes de que Cammy meta todo el
brazo. No hay más remedio que dejarla entrar.
Lo siguiente que supe es que me arrebató la caja de las

manos y rebotó en mi cama, dándole una sacudida sólida.
"Escúpelo. Tengo a Matty contando fideos de macarrones

para hacer la cena, pero tiene cuatro. No puede contar tan
alto ".
"Creo que es de Greg".
Su boca forma una O perfecta, y lentamente levanta la caja

hasta su oreja y la agita suavemente. "¿Qué es?"
Tengo una suposición, pero no me atrevo a decirlo.
Mi expresión debe ser lo suficientemente reveladora, porque

ahora está rasgando la cinta de embalaje Prime y rasgando
el cartón hasta que la caja yace abierta en la cama entre
nosotros.
"De ninguna manera", jadea atónita.
Pero si. Greg Baxter me envió un vibrador.
Parpadeando hacia mí, susurra: "En cierto modo lo amo".
Ya somos dos. Pero solo como amigo, y con todas las

exenciones de responsabilidad necesarias
*****
Greg
Julia: Recibí tu regalo.
Me siento bastante satisfecho por eso hasta que veo la foto

de un niño pequeño con rizos rubios descabellados y un
disfraz de superhéroe mirando una caja de envío rota, con
una mirada confusa en su rostro inocente.
"Oh, mierda", gruño, mi estómago se agita. Rux me lanza

una mirada curiosa desde donde está tumbado en su asiento,
pero le hago señas para que se vaya.
Estamos en la pista con unos minutos antes del despegue

hacia San José, así que la llamo.
Ella responde al primer timbre y yo me sumerjo

directamente en mi camino.
"Lo siento mucho. Jules, tienes que creerme, nunca lo habría

enviado si hubiera pensado que Matty lo vería ". ¿Qué tipo
de niño abre el correo de su tía? Quizás todos lo hagan.
Mierda, necesito aprender más sobre los niños. Habla sobre
cómo no atrapar a la chica. "Lo siento. Si necesita terapia o
un especialista o algo, lo pagaré. Para Cammy también ".
Estoy listo para pasar por una educación en una escuela

privada cuando la escucho llorar ahogado a través de la
línea. Se siente como si algo dentro de mí acabara de morir.
"Dios, por favor, Julia. No llores ".
Pero luego lo escucho de nuevo, con más claridad, y no es

ningún grito.
"¿Te estas riendo?" Exijo, porque seguro que suena como si lo

fuera.
"Greg, ¡te lo mereces totalmente!"
"¿No abrió la caja?" Por favor, di que no lo hizo. Intento ser

un tipo decente, especialmente cuando se trata de niños.
"Le dejamos abrirlo, pero solo después de haber reemplazado

el contenido con una bolsa de guisantes congelados".
Respiro mejor y me relajo en mi silla mientras el sonido de la

risa de Julia me calienta. Ella pagará por ese truco, pero por
ahora solo estoy disfrutando este momento.
"Pensé que esa caja tenía que ser montada. Parecía como si
un par de lobos se lanzaran a por un trozo de carne que
había dentro ".
"Lo creas o no, eso es solo Cammy. Ella estaba emocionada."
"¿Cammy lo abrió?"
"Matty puedo controlar. Su madre, no tanto". Hay algo de

ruido de fondo, y luego Julia está de regreso, con una sonrisa
en su voz. "Por cierto, creo que le hiciste todo el año".
"¿Qué hay del tuyo?"
Nuestra asistente Vicky está caminando por el pasillo,

señalando que estamos a punto de despegar. Hago una señal
durante un minuto más mientras la voz de Julia llega a
través de la línea. "Demasiado pronto para decirlo, pero te lo
haré saber".
Agarro una revista y la dejo sobre mi regazo para cubrir la

semi erección que estoy luciendo.
Anote uno para Julia.
Nos metemos en el Shark Tank y, unas horas más tarde, nos

subimos al avión a Arizona para jugar contra los Coyotes. Le
envío un mensaje de texto a Julia a la mañana siguiente,
después de ver el video del último juego con los entrenadores,
y le pregunto si tiene algo que informar. He estado pensando
en ella casi sin parar los últimos días. Mucho es sucio ... su
cabeza echada hacia atrás y sus manos entre sus piernas
mientras juega con el juguete que le envié. Quiero saber qué
tan lejanas están mis fantasías ... si ella estaba pensando en
mí, pero todo lo que obtengo son algunas estadísticas de
fútbol de mierda que probablemente recopiló para el juego
que cubrirá mañana por la noche. Rux me sorprende
sonriendo a mi teléfono y quiere saber qué pasa, pero por
mucho que comparta con él, lo mantendré cerca de mi pecho.
Por ahora.
Regresamos a Chicago al día siguiente, pero Julia está en

Oakland, así que soy solo para cualquier encuentro
accidental con ella. Quizás eso no sea lo peor. No soy
exactamente un tipo paciente y Julia no está preparada para
aceptar lo que nos está pasando. Aún. Necesita algo de
tiempo para darse cuenta de que esto es más grande de lo
que está dispuesta a admitir. Que estar conmigo no sería el
golpe para su carrera, teme. Y si tuviera que adivinar,
probablemente necesitará algo de tiempo para aceptar lo
serio que soy, porque lo que los medios muestran de mí no es
exactamente material de calidad para novios. Esa mierda
está sesgada, pero no he hecho tanto como debería para
dejar las cosas claras.
Sin embargo, lo haré, porque por primera vez en mucho

tiempo, tengo un objetivo que realmente importa.
*****
Julia
"Maldita sea, Julia, ¿cuántas veces vas a revisar tu teléfono?"
Lo pongo boca abajo en el brazo del sofá y le doy a Cammy

una sonrisa de disculpa. Matty ha estado en la cama
durante una hora y estamos acurrucados en sofás opuestos
para una noche de cine. Mi corazón no está realmente en
eso, pero planeamos esto hace una semana, y Cammy
incluso sacó una botella de vino.
"Ya terminé", lo prometo.
Sacude la cabeza y hace una pausa en cualquier película

que hayamos estado viendo.
¿No lo dice todo eso? Ni siquiera sé qué está sonando,

excepto que estoy bastante seguro de que es una comedia
romántica.
"¿Solo amigos Greg Baxter que te distraen allí?"
"No te pongas nerviosa. Sus publicaciones son tan divertidas

".
"Mmhmm. Puedo decir. Te has estado riendo

disimuladamente durante los últimos veinte minutos ".
Niego con la cabeza. "No, fue principalmente la película, lo

juro".
"Mentirosa", Cammy jadea, su tono es tan vergonzoso que sé

que me estoy perdiendo algo.
Otro vistazo a la televisión y jadeo.
"¿Cujo?"
Qué ¿Infierno?
"Ahora ella se da cuenta". Cammy se inclina en la esquina

de su sofá, abrazando su vino contra su pecho. "Te gusta él,
hermana. Admitelo."
No puedo. Porque entonces tendría que detenerme con los

mensajes de texto y las llamadas, y no quiero hacerlo.
Quiero la risa, las burlas y el coqueteo amistoso bajo los que
todavía puedo presentar como inofensivos. Pero si me gusta
Greg, todo eso cambia. De repente, no es solo el amigo que
tiene una sonrisa en mi rostro. Se convierte en un tipo con el
potencial de borrarlo para siempre.
Ray volvió a llevarme a su oficina esta semana. Tenía un

archivo sobre Greg, lleno de fotografías y artículos impresos.
En cada toma, estaba de pie con una cita de celebridad
diferente, la mayoría de ellas conocidas por el drama,
aunque ninguna de ellas estaba relacionada con él.
He visto las fotos. Leí los artículos. Se burló de él por el

jugador sucio que es.
Nada de eso me molestó hasta que estuve allí de pie con

Ray demasiado cerca mientras hojeaba las páginas que
aparentemente circulaban arriba.
"Les dije que no hay nada", dijo, frotando mis hombros como
si quisiera calmarme o algo igualmente absurdo. "Que
estabas cien por ciento dedicada a tu carrera, e incluso si
decidieras dejar espacio para un enredo romántico, serías
demasiado inteligente para invitar a este tipo de forraje
sensacionalista a tu vida. Van a confiar en ti, porque yo
confío en ti, Julie. Entonces, por ahora, considere que el fuego
se apagó ".
Le di las gracias, alejándome antes de que pudiera ver lo

repugnante que estaba por tener sus manos sobre mí, o lo
mucho que me disgustaba que presentara a Greg de una

manera tan despectiva.
Pero había dejado claro su punto y, por mucho que no me

gustara, no podía ignorarlo.
Miro hacia atrás a Cammy, que me mira expectante.

"Estamos haciendo el tonto. Eso es todo. Así es Greg ".
"Entonces, ¿igual que siempre?"
Abro la boca y la cierro de nuevo.
"Bien, es diferente. Pero las cosas coquetas son solo una parte.
La mitad del tiempo, solo nos enviamos mensajes de texto
sobre nuestros días ".
Con los ojos muy abiertos, asiente. "Como una pareja".
"No." Me mantengo firme en este.
Han pasado dos semanas desde la fiesta de Martin y Greg

no me ha vuelto a invitar a salir ni me ha insinuado que
quiera más de lo que ya tenemos. Lo que ha hecho es
integrar el tema de nuestras conexiones superficiales en
nuestras conversaciones diarias hasta el punto en que no hay
ninguna rareza a su alrededor. Y aunque solíamos pasar
meses entre mensajes de texto y, a veces, años entre
llamadas, en estos días nuestro límite es más como unas
pocas horas. Es como si nuestras pequeñas indiscreciones nos
hubieran hecho mejores amigos.
El sonido de mi hermana aclarándose la garganta me

devuelve a Cujo y la sonrisa de suficiencia se posó en los
labios de Cammy.
"Deberías ver la expresión de tu rostro, Julia. Lo tienes mal ".

Niego con la cabeza. "No, lo tengo bien. Greg es el tipo de

amigo que necesito en mi vida en este momento ".
"¿Del tipo sucio?"
Si. "No. El tipo que me hace sentir bien ".
"Chica, no estoy en desacuerdo. Este asunto con el rumbo de

su carrera ha sido como una manta húmeda sobre usted
durante demasiado tiempo. Todo lo que digo es, llama a esto
con Greg como es ".
Aparentemente, ella está esperando que yo lo diga, porque

después de un resoplido exasperado, agrega: "¡Que son más
que amigos! Julia, ¿cómo podemos siquiera tener esta
conversación?"
"Porque no quiero nada más con Greg, ¿de acuerdo?" Tomo

un respiro y encuentro los ojos de mi hermana,
preguntándome cómo, de todas las personas, ella no entiende.
"Solo quiero que las cosas sigan igual, Cammy. Quiero que
sea el amigo que puedo mantener. El tipo que no tiene la
oportunidad de decepcionarme. Quiero ser inteligente y
tomar las decisiones que signifiquen una vida estable y
segura para nosotros. Para Matty ".
Cammy se sienta, sus ojos se suavizan. "Estás asustada."
"Soy cautelosa".
"Supongo que entre mamá y yo demostrando lo que las

relaciones de bola de demolición pueden traer a tus metas,
sería difícil ser cualquier otra cosa".
Levanto la mano, no queriendo poner mis problemas en ella,

pero ella me despide. "Entiendo por qué te cuesta dejar entrar
a los chicos. Quiero decir, aparte de tu padre y quienquiera
que sea el mío, están siendo dos agujeros negros en nuestras
vidas, no es exactamente como mamá eligió a ningún

ganador".
Sacudiendo la cabeza, me permito recordar la verdadera

puerta giratoria de los perdedores que mamá trajo a casa con
ella. Los que sabíamos eran malos y los evitamos desde el
principio. Los que parecían estar mejores pero terminaron
causando la mayoría de los problemas. Y rara vez, los que
deseábamos que se quedaran, pero nunca lo hicieron. "¿Cómo
puede alguien tener tanta mala suerte con los hombres?"
Quiero decir, conozco a muchos buenos chicos. Buenos chicos.

Parejas con matrimonios felices. ¿Cómo podía una mujer
elegir trapos tan consistentemente?
Cammy se encoge de hombros. "¿Ella tiene un tipo?"
Miro a mi hermana, dulce, hermosa e inteligente, y

embarazada a los diecisiete años del bebé de un chico que
juró que la amaría para siempre, pero en el momento en que
las cosas se pusieron difíciles, la abandonó por completo.
"Sé que estás pensando en Jeremy", dice, de repente luciendo

mayor, sus ojos un poco más duros. "Me pregunto si yo
también tengo un tipo. O tal vez si lo hace ".
"No." Puede que sea exactamente lo que me preocupa, pero

nunca se lo admitiré.
Ella deja escapar una breve risa y niega con la cabeza.

"Bueno, creo que no importa cuáles fueron nuestros tipos en el
pasado, el tuyo, insoportablemente aburrido. Mío, algo poco
fiable. Lo que importa es que aprendamos de nuestras
experiencias y estemos abiertas a darle una oportunidad al
hombre adecuado cuando lo encontremos. Y si te preocupa
que la historia se repita con otro chico que se va, piensa en
esto ... Greg se ha quedado por trece años. En serio, ¿qué más
tiene que hacer el tipo para demostrar su valía?"
Me río, sorprendida al darme cuenta de que ha sido un

hombre en el que he confiado y en el que he confiado
durante casi la mitad de mi vida. En todo ese tiempo nunca
me ha defraudado.
Pero la voz recelosa en mi cabeza tiene que preguntar si tal

vez sea solo porque nunca le he dado la oportunidad.
"Hay más que solo confianza, Cammy".
"Lo sé. Las cosas del trabajo. Tu credibilidad callejera y todo

eso ".
Es ridícula, pero la amo.
Mi reloj vibra y aprieto mis labios, resistiendo el tirón del

texto entrante mientras Cammy me mira pacientemente.
Coge el vino y bebe un sorbo lento.
Me pican los dedos. Mi corazón ya late más rápido. No

necesito comprobarlo. Yo-
"Solo voy a ir a comprobar esto. Mira a Cujo. Te haré

compañía más tarde ".
Las comisuras de su boca se curvan y asiente. "Haces eso."
Entro a mi habitación, mi teléfono apretado contra mi

estómago hasta que cierro la puerta detrás de mí.
Sentándome en mi cama, reviso el mensaje y sonrío.
Greg: ¿Es hora de charlar con tu chico favorito?
Lo llamo en un abrir y cerrar de ojos, y antes de que termine

el primer timbre, responde.
"Jules, deberías haberlo visto. Rux estaba firmando

autógrafos después de lo nuestro con la prensa, y esta señora
que sostiene a un bebé llorando le entrega un disco para que
lo firme. Rux está tratando de ser genial, pero nadie puede

escuchar nada por encima de los lamentos. Y luego es el
silencio. Todos se detienen y miran hacia donde el bebé abre
la boca y se vuelve Exorcista por todo Rux. El vómito de
guisante verde literalmente le gotea de la barbilla ".
"Oh Dios. ¿Está bien el bebé?"
La risa de respuesta es rica y profunda y retumba a través

de mí de la mejor manera.
"El bebé estaba bien. Empezó a hacer ese lindo gorgoteo y a

jugar con los dedos de los pies ".
No debería gustarme que Greg piense que los gorgoteos de

los bebés son lindos, pero su factor de calor aumentó diez
veces.
"Y Rux, ¿cómo estuvo?"
Otra risa profunda. "No tan bien. Es un vómito comprensivo

".
Continúa pintando la imagen de Rux tratando de

mantenerse unido frente a los fanáticos y fallando de
manera épica, y cuando termina, me estoy riendo con tanta
fuerza que las lágrimas caen por mis mejillas.
Cuando respiro, Greg suspira. "Maldita sea, tienes la mejor

risa".
"La tuya tampoco es tan mala. Me gusta escucharla".
"Sí, bueno, estaré en casa en un par de días y tal vez

podamos reírnos un poco en persona".
Puedo vernos pasando el rato. Agarrando un bocado o una

cerveza. Viendo TheWalking Dead en su sofá. Puedo ver
hablarle así, mientras me recuesto en mi cama… solo con él a

mi lado.
Es una locura. No debería estar pensando de esa manera en

absoluto. Pero tal vez Cammy tenga razón.
Mi teléfono comienza a vibrar con un mensaje entrante.

Luego otro y otro.
"Espera un segundo, Greg. Mi teléfono está explotando ".
"¿Todo bien?"
Reviso los mensajes de texto entrantes y me levanto, una tos

se libera de mis pulmones.
Oh Dios, esto es malo.
"¿Jules?"
Mirando la imagen que adjuntó el gerente de relaciones

públicas de la red, respiro lentamente.
"¿Que esta pasando?" pregunta, su tono urgente.
"Alguien me tomó algunas fotos hoy en el gimnasio. No

estaba haciendo nada malo, pero se ven, a mi jefe no le va a
gustar esto".
9
Greg
Hace dos días, estaba jodidamente feliz por cómo iban las
cosas con Julia. Habíamos estado hablando, enviando
mensajes de texto, acercándonos con cada conversación.
Podía escuchar sus defensas bajando con cada suspiro suave
y un adiós prolongado. Y hasta esto de las fotos del
gimnasio, estaba pensando que todo lo que necesitaba era
volver a la ciudad, y esa cosa química entre nosotros que
reacciona cada vez que mi boca se acerca a la de ella haría
el resto.
Ahora no estoy tan seguro.
No me había dado cuenta del gran obstáculo que representa

el trabajo de Julia. No importa que no haya nada específico
en su contrato sobre atletas fuera de la NFL. El problema es
la ardua batalla que está luchando por la credibilidad en un
campo dominado predominantemente por tipos.
No soy ajeno a la protección de mi imagen pública.

También hay cláusulas en mis contratos sobre conducta. Pero
para Julia, es más que evitar el escándalo o el mal
comportamiento lo que podría alejarla de una caja de
Wheaties. Es de todo, desde lo suelto que le queda el suéter
hasta si su sonrisa duró un segundo de más. Encontrar ese
espacio fraccionario entre parecer una perra fría y dar la
impresión de que se está acercando a alguien.
Siempre hay una cámara y siempre alguien que busca

juzgarla por toda la mierda que no es asunto de nadie más
que de ella.
Las fotos son estúpidas.
Julia estaba haciendo ejercicio, vestida con la misma

camiseta sin mangas y pantalones cortos ajustados que todos
los demás usan; por supuesto, ese combo se ve mucho mejor
en ella que en la mayoría de las personas, pero algunos
dickcheese le tomaron algunas fotos cuando uno de los chicos
de la NBA también estaba en el club. Toda la interacción
tomó menos de diez segundos y se limitó a que él saludara y
ella felicitara su tiro ganador en el juego de unas noches
antes, pero el chico parece que está mirando sus tetas y ella
parece que le está dando el ojo al pastel. Esta mierda sucede
todo el tiempo, pero no siempre resulta en un meme viral.
Julia lo hizo.
Como resultado, no voy a poder verla antes de que se vaya

para su próximo juego.
"Lo siento, Greg. La reunión fue una total pérdida de tiempo.

Al menos no fue con el vestuario otra vez; no creo que
pudiera haber tenido otro debate sobre el grosor de mi suéter
para el próximo juego ".
Ella deja escapar una carcajada, pero hace frío y está

cansada y no es la que me encanta escuchar.
"Esto se acabará, Jules. No hay nada que hacer ".
Ella está callada por un momento, y quiero poner mis brazos

alrededor de ella. Quiero besar su cabello y sentir cómo se
derrite en mí. Sé el consuelo que sé que necesita.
Pero todavía no hemos llegado allí, y esta mierda no nos

acerca más, eso es seguro.
"Es solo la percepción. Su-"
"Es una mierda, pero es parte del trabajo que tienes". Lo

entiendo.
"Si."
Anoche ella estaba lanzando la palabra A de nuevo.

Amigos. No me gusta, pero con la mierda que está
soportando en el trabajo, todo lo que quiero es facilitarle las
cosas, no complicarlas.
Así que podemos jugar solo con amigos un poco más, pero
tarde o temprano no será suficiente para ninguno de los dos.
Ahí es cuando enterraremos a los justos entre nosotros, de
una vez por todas.
Froto una mano sobre mi pecho. Cristo, no puedo esperar.
Pero por ahora ... "¿Recibiste el juego de Xbox que te envié?"
Ella se ríe, es suave y cálida y solo para mí. "Lo hice. El

fútbol es una elección interesante ".
Me acomodo más profundamente contra las cabeceras.

"Supuse que ninguno de los dos tendría una ventaja injusta.
Pero solo puedes practicarlo durante una hora antes de jugar
en línea ".
"¿Preocupado porque voy a avergonzarte?"
Absolutamente.
Hablamos un poco más, la conversación se aclara mientras

saltamos desde el enamoramiento preescolar de Matty hasta
el nuevo auto de Rux y la ensalada que Julia comió en la
cena. Cuando cede a su primer bostezo, me ofrezco a
acercarme y arroparla. Y consigo la risa que esperaba.
Unos días más y obtendré un sí.
"Espera, ¿no?" Niego con la cabeza y coloco un puño en la

encimera de la cocina mientras Julia se da vuelta en otra
excusa de por qué no podemos encontrarnos en persona. De
nuevo.
Han pasado otras dos semanas, y aunque nuestros horarios

de viaje no se han alineado exactamente, ha habido
oportunidades. Y ahora esto.
Quiero decir, ese estornudo. "Podría estar contrayendo algo.

Los niños recogen todo, ¿sabes? No podría vivir conmigo
mismo si te enfermaras por mi culpa. Especialmente a mitad
de temporada ".
Sus palabras son apresuradas, casi suplicantes. Una parte de

mí quiere reírse de lo mentirosa que es, porque es un poco
adorable, pero la mayor parte de mí está enojada. No se
trata de que Matty tenga una grip. Al igual que hace tres
días, no se trataba de que Cammy necesitara una noche de
chicas.
Cammy también tiene Instagram. La sigo, y las

publicaciones de esa noche trataban de estar aburrida y
desear no haber cancelado sus planes.
Julia todavía está hablando de las diversas cepas de gripe

que circulan cuando la corté.
"Me estás esquivando. Al menos, esquivando verme ".

Hablamos más que nunca, así que sé que no es que ella no
esté interesada. "¿Lo que da?"
Silencio.
"Mira, Greg, quiero verte. Lo hago. Solo estoy ... nerviosa".

Ahora estamos llegando a alguna parte. "¿Nerviosa por

qué?"
"Las cosas han ido tan bien con nosotros. Tal vez solo estoy
un poco nerviosa por sacudir el barco. Me gusta lo que
tenemos. Yo solo ... no quiero estropearlo ".
"Estropearlo, ¿cómo?"
Suspira y me la imagino mordiéndose el labio inferior

afelpado y esos ojos de párpados pesados apartándose de mí.
"Nadie cruza ninguna línea cuando solo estamos hablando

nosotros. Quiero decir, nadie cruza ninguna línea real. No se
trata solo de las cosas que suceden con el trabajo. Las cosas
de la percepción. Es lo que realmente podría suceder entre
nosotros. Quiero decir, coqueteamos y bromeamos, y las
insinuaciones son prácticamente tu segundo idioma. Pero
cuando es por teléfono, es seguro ".
"¿Te preocupa que cruce la línea si nos vemos?"
Esa risa. Maldita sea.
"Me preocupa que los cruce todos".
Es una mujer inteligente, pero esta vez se equivoca. "Julia,

dale una oportunidad. Lo juro, dejaré que marques el tono.
¿Créeme?"
Si alguien va a cruzar la línea, es ella.
*****
Julia
"Suenas como si te estuvieras maquillando".

Parpadeo ante mi reflejo en el compacto que tengo en la

mano. "¿Qué? Greg, en serio, ¿cómo lo supiste?" Doy vueltas
en mi asiento, mirando por las ventanas para ver si tal vez
está en el auto a mi lado, pero no.
Su risa es baja. "Tus palabras se vuelven un poco más lentas,

más suaves en los bordes".
Hay una emoción de satisfacción al saber que está

escuchando con tanta atención.
"¿Estás nerviosa?"
No pregunta por la cena benéfica en la que hablaré esta

noche, y lo sé. Está preguntando por verlo.
Sobre nosotros dos compartiendo espacio en la misma

habitación por primera vez desde el incidente en la fiesta de
Martin.
"¿Lo estás tú?"
"Nah. Emocionado de verte. Quiero recibir mi abrazo y ver

esa dulce sonrisa en persona ".
"Sí, sé cómo te sientes". Quiero dejarlo así, pero no puedo.

"Pero, eh, Greg. Somos nosotros siendo amigos. Quiero decir,
en realidad, solo amigos". Suspiro, mirando mientras
atravesamos el tráfico del centro. "Me siento mal incluso al
decirlo, pero lo prometiste".
"No te sientas mal. Y no te preocupes. Tan increíblemente

caliente como lo que sucedió la última vez, no voy a
presionar por algo que no quieres. Juré que serás tú quien
establezca el tono y yo te seguiré. Promesa."
Me relajo profundamente en el asiento trasero.

Entonces no hay nada de qué preocuparse.
Llego temprano al beneficio para reunirme con Georgina y

Stuart. He estado en muchas de estas cosas para contar, pero
incluso a mí me sorprende la elegancia del gran salón de
baile. Georgina me saluda desde el otro lado de la amplia
habitación, señalando a Stuart, que ya se dirige hacia mí.
"¡Julia!" Me saluda con ojos brillantes y un beso cariñoso.

"Georgina les ha estado contando a todos sobre la asistencia
del Sr. Baxter esta noche. Sin embargo, consiguió que
aceptara, estamos en deuda con usted ".
Mi sonrisa está lista para la cámara cuando respondo.

"Fuimos juntos a la escuela secundaria y lo vi en nuestra
reunión el mes pasado. El momento funcionó ".
"¿Está él contigo?"
"No. Pero estoy segura de que llegará pronto ".
Stuart me presenta a algunos de los jugadores clave para el

beneficio y me muestra dónde tendré que pararme y cuándo
estar listo. Pronto la habitación comienza a llenarse.
Es una gran participación, y de todas las cuentas, se espera

que las donaciones superen nuestra meta.
Estoy hablando con una pareja mayor de Lake Forest

cuando miro hacia arriba, y lo que sea que estaba diciendo
se me seca en la lengua, se me escapa el aire de los pulmones
y todo ... simplemente ... se detiene.
Greg. Sale del ascensor, con esa sonrisa descaradamente

confiada y criminalmente sexy en su boca, luciendo
completamente devastador con el esmoquin personalizado
sobre el que me advirtió la semana pasada. Mi corazón
comienza a latir con fuerza cuando asiente con la cabeza a
alguien que pasa y dispara sus esposas, riéndose de una

broma que estoy demasiado lejos para escuchar.
No puedo apartar los ojos de él. No solo por el impecable

corte de su esmoquin o ver su cabello perpetuamente salvaje
alisado hacia atrás en un estilo tan limpio que mis dedos
pican con la necesidad de ahondar en él. Pero debido a que
esta es la primera vez que lo veo desde la fiesta de Martin, y
el impacto de verlo en persona después de un mes y medio,
en lugar de ver las imágenes de sus juegos o tener esto más
grande que ... Life Man, reducido de forma segura al
rectángulo de mi teléfono, me está abrumando de una
manera que debería haber esperado ... pero no lo hice.
Dios, es alto.
Esto es malo.
Y amplio.
Muy malo.
Apenas ha llegado, y ya siento el tirón loco que nada tiene

que ver con trece años de amistad y todo que ver con esos
escasos minutos que tiramos la precaución al viento.
Soy más fuerte que esto.
Yo se mejor.
No puedo creer lo bien que se ven sus piernas cuando

camina.
Tragando, arrastro mis ojos hacia arriba pero me quedo

atascada en el botón que cierra su chaqueta. Su estómago es
perfecto bajo esa chaqueta. Su pecho también. Y sus
hombros. Dios, no debería estar pensando en las bolas
redondeadas de sus hombros. No debería estar sacándolo
mentalmente de ese esmoquin o evocando los recuerdos de
esos preciosos momentos en los que pude tocarlo. No debería

estar mirándolo en absoluto.
Mis ojos se deslizan más alto. Por la gruesa columna de su

cuello, sobre las líneas bien afeitadas de su sólida mandíbula
hasta su boca. Su boca sucia, sucia.
Mi propia boca se seca al pensar en el sonido ronco de su voz

y las cosas que ya me ha dicho.
Sigo la línea discontinua de su nariz masculina hasta sus

duros ojos azules ... mirándome directamente.
UH oh.
10
Greg
Ni siquiera he entrado en el salón de baile cuando la veo.

Julia está rodeada de parejas ataviadas con sus atuendos
más elegantes, pero los deja boquiabiertos a todos. Cristo, ella
es jodidamente hermosa. Lleva un vestido transparente de
color rojo intenso que se rompe unos centímetros por encima
de sus rodillas y cae lo suficientemente cerca de sus curvas
para insinuarlas sin revelar exactamente lo que hay allí. Es
sexy y atrevida, mientras que de alguna manera la
mantiene modesta al mismo tiempo. Su cabello está recogido
en un giro no muy ordenado que muestra la longitud
desnuda de su cuello ... y ella me está mirando. Y no en una
mirada de ooh, mi amigo favorito también apareció.
Los amigos no recuperan el aliento cuando te ven. No dejan

que sus ojos bajen lentamente por tu cuerpo y luego, incluso
más lentamente, vuelvan a subir. Y definitivamente no se
vuelven de ese tono escarlata en particular cuando se dan
cuenta de que lo has visto todo y luego se alejan como si tal
vez las marcas de chamusquina en tu esmoquin simplemente
desaparezcan si fingen que no sucedió.
Ni una oportunidad, Jules.
Ella simplemente marcó el tono con esa mirada, y estoy listo

para seguirla. Al igual que en, estoy comprobando las
salidas, preguntándome si el broche de su vestido está en la
parte de atrás o en el costado, y empiezo a especular sobre
cómo sabe su brillo de labios. Bien, estaba pensando en eso
incluso antes de dejar mi edificio, pero honestamente, pensé
que tendría que esperar más antes de que Julia rompiera de

plano todas las reglas que había hecho con una sola mirada
ardiente.
No llego a más de dos pies cuando una mujer vestida con

una especie de carpa negra con pedrería del tamaño de mi
pulgar alrededor del cuello se detiene frente a mí,
presentándose como Georgina, la coordinadora del evento.
Es atractiva, probablemente alrededor de los cincuenta, y

antes de que pueda dar otro paso hacia el salón de baile o
hacia Julia dentro de él, esta pequeña excavadora me
empuja hacia una habitación privada a un lado.
"Algunos de nuestros mayores contribuyentes son los

fanáticos del hockey, por lo que pensamos que podría tomar
una copa a solas con ellos antes de que comience el resto de
la noche".
Quiero ir a buscar a Julia antes de que pueda convencerse de

que esa mirada no era lo que era. El golpe mortal al justo
que ella sigue apuntalando entre nosotros.
Pero no es por eso que estamos aquí. O no es la única razón,

de todos modos.
Sigo a Georgina, y cuando entro en la Sala Astor, me reciben

con vítores. Los chicos que me rodean están vestidos con
esmóquines personalizados a la par que los míos, pero con
tachuelas y eslabones que probablemente cuestan más que
mi primer auto. Se acercan, nos dan un apretón de manos y
nos felicitan por nuestra última victoria y la temporada en
general.
Es halagador, y si cada molécula de mi ser no estuviera

enfocada en volver con Julia y descubrir cómo piensa seguir
adelante a partir de aquí, me dedicaría a disparar la mierda
por un tiempo. Como están las cosas, me obligo a
comprometerme.
Asentir.
Sonreir.
Dar las gracias.
Repetir.
Mi teléfono vibra en mi bolsillo, indicando un mensaje de

texto. Podría ser mi hermana pequeña pidiendo comprar
entradas para sus amigos ... o podría ser Julia, tratando de
disuadirme de lo que acabo de ver.
Quiero que sea Julia, solo para poder decirle dónde

encontrarme, para que podamos dejar esta farsa detrás de
nosotros de una vez por todas. Su carrera puede manejar una
relación. Incluso uno con un atleta.
Pero sacar mi teléfono para revisar un mensaje de texto sería

una mierda. No quiero ser ese tipo. Así que les doy a los
contribuyentes el tiempo que hacen sus pujas, hablo de la
caridad que todos apoyamos con la esperanza de que, para
cuando salgan esta noche, se sientan lo suficientemente bien
como para pagar otro cheque.
No pasa mucho tiempo antes de que Georgina regrese. Los

muchachos me dan una palmada en el hombro y me dan la
mano, agradeciéndome por salir y deseándome suerte a mí y
al equipo durante el resto de la temporada.
"Greg, tengo algunos amigos que me encantaría que

conocieras". Georgina, la excavadora, pasa su brazo por el
mío, sin duda lista para guiarme durante el resto de la
noche. Es la razón por la que estoy aquí, al menos en papel.
Pero necesito un minuto.
"En realidad, tengo una llamada que debo hacer. ¿Te

importa si me quedo atrás? Te encontraré cuando haya
terminado ".
Le ofrezco una sonrisa y luego espero a que se vaya antes de

acercarme a las ventanas que dan al río y sacar mi teléfono.
Hay un solo mensaje de Julia.
Julia: Fue un accidente.
Un accidente. Como si tal vez si se hubiera dado cuenta de

que estaba entrando, ¿se habría preparado? La forma en
que solo los amigos no deberían tener que hacerlo.
Ya estoy marcando.
"Greg", dice ella. Puedo escuchar la disculpa en su voz junto

con el estruendo de la fiesta. "Creo que vas a tener que
burlarte de mí o algo así, así que sé que estamos bien".
"¿Bromear sobre qué? ¿La forma en que me desnudaste y me

hiciste cosas sucias con los ojos?"
"Si, eso." Ella hace una pausa. "¿Dónde estás?"
"Habitación Astor. Izquierda de los ascensores. Pero estoy a

punto de hacer las rondas con Georgina ".
"Bien. Bueno, te veré más tarde entonces ".
"¿Julia?"
"¿Sí?"
"Cuando lo hagas ... vamos a hablar de esa mirada".
*****
Julia
No quiero hablar de esa mirada. De hecho, hasta hace diez

segundos, había estado haciendo un gran trabajo para
asegurarme de que no tuviéramos la oportunidad de
discutirlo en toda la noche. Es un gran salón de baile, y si
Greg estaba en el extremo norte, me las arreglé para
quedarme al sur. Las pocas veces que no pude evitar que
nuestros caminos se cruzaran, me aseguré de llevar a
alguien, a cualquiera, conmigo, asegurándome así de que la
conversación se quedara muy, muy lejos de la mirada que se
me escapaba.
Hasta ahora, había estado funcionando.

Desafortunadamente, mi búfer de conversación acaba de ver
entrar a su prometido, y el pequeño traidor salió corriendo,
dejándome mirando a Greg. Nada que me distraiga de este
hombre hermoso en su esmoquin y del problema que estoy
teniendo para mantener mis ojos para mí.
Estoy rodeada de hombres guapos de forma regular y nunca

me afecta. Pero con Greg, apenas puedo respirar. Apenas
puedo mirarlo sin que el calor se derrame en mis mejillas, ¿y
como para apartar mis ojos? Olvídalo.
Que es una locura. No tengo quince años. Este no es mi

primer enamoramiento.
No es un flechazo en absoluto.
Es Greg, uno de mis amigos más antiguos y el tipo al que le

prometí que no objetivaría esta noche. Somos amigos. Solo
amigos.
Sin más conexiones entre nosotros.
No más besos.
No más coqueteos.
Niego con la cabeza, enmendando mentalmente la cláusula

de no más coqueteos, porque este es Greg. Coquetear es como
respirar para él, una respuesta involuntaria y una que yo
aprecio.
¡Pero no más miradas!
"Pensé que habíamos hablado de que me evitaras", dice.
No lo mires. No lo mires. No ...
Dios, es tan guapo que duele.
Pasa un camarero y tomo una copa de vino blanco de su

bandeja. "No lo hago"
Deja escapar una risa baja que se desliza hasta las partes
más profundas de mí.
"Alegra oírlo." Se acerca, agachando la cabeza para que sus

próximas palabras estén dirigidas a mí y solo a mí. Estamos
parados en medio de cientos de personas, pero cuando sus
ojos me miran así, un destello de diversión que bordea una
intención más seria, se siente como si estuviéramos solos.
"¿Deberíamos discutir esa mirada?"
Mis mejillas arden más calientes, y tomo la mitad de mi

vaso de un trago. "Fue solo una mirada".
Soy una mentirosa.
Se ríe de nuevo, dejando de mirar a los ojos mientras observa

a la multitud. "Ahí está esa palabra de nuevo. Estoy
empezando a pensar que tal vez no creas que significa lo
que realmente significa. Y P.S. ... no fue solo uno ".
Caray. Este chico. "Greg, lo hemos superado. Todo esta bien."

Mientras no mire ninguna parte de él durante más de una

fracción de segundo, estaremos totalmente bien.
"¿Estas segura?"
No. Pero me estoy suscribiendo a la escuela de pensamiento

de fingir hasta que lo consigas. "Absolutamente."
Rueda su hombro en mi visión periférica. "Bueno, eso es un

alivio".
"Bien." Definitivamente es bueno. ¿Cierto? Me arriesgo a

mirarlo a la cara. "Pero por curiosidad, ¿puedo preguntar por
qué?"
La comisura de su boca se curva, y siento el tirón a través de

mí.
"Porque si no lo pasaras, si, por ejemplo, otra de esas miradas

pícaras se te escaparan mientras estábamos en medio de esta
multitud, podría ver dónde eso podría ser un problema".
Me obligo a concentrarme en la orquesta colocada al otro

lado de la habitación. Solo Greg no ha terminado.
"Pero incluso si por algún milagro no captan la mirada en

tus ojos, y yo sí ... entonces tendríamos que preocuparnos de
que vean la mirada en los míos. El que dice que solo será
cuestión de segundos antes de que tenga una mano en tu
cabello y la otra descubra qué hay debajo de ese increíble
vestido".
Intento tragar, pero mi garganta hace un chasquido seco, así

que apuro mi vaso.
Greg toma el vacío de mi mano y se lo devuelve a un

camarero que pasa.
Él está divertido, el idiota sexy. Sabía exactamente qué tipo

de efecto tendría esa referencia casual a meterse debajo de
mi vestido.
"Menos mal que hay cero posibilidades de que otra de esas

miradas se me escape. Jamás."
De acuerdo, es probable que alguna vez sea una

exageración, pero no tiene que resoplar por eso. Bastardo
arrogante.
Debería dejarlo ir. Dejarlo tener su pequeña risa.
Tomando la bebida de su mano, golpeo con mi dedo índice

el vaso cubierto de condensación antes de llevarlo a mis
labios. Club soda y lima.
No es lo suficientemente fuerte como para justificar lo que se

escapa de mis labios, pero no puedo detenerme. "Así que no
es necesario que pienses más en lo diminuto y delicado que
tengo debajo de este vestido".
Su cuerpo se pone rígido y sus ojos cortan mi pecho. Tiene la

constitución de un superhéroe, pero a pesar de su aparente
enfoque láser, estoy bastante seguro de que en realidad no
tiene visión de rayos X.
Todo lo que quería era la satisfacción de verlo retorcerse.

Quizás para regodearme un poco.
Pero ninguno de nosotros es del tipo que renuncia a una

victoria tan fácilmente.
"Jules, vas a tener que tener cuidado. Suenan diminutos y

delicados como si no sobrevivieran a estas ásperas manos
mías".
Mi respiración se detiene cuando la necesidad me atraviesa,

y mi centro se vuelve caliente y líquido.
Abro la boca, queriendo decir algo brusco que lo ponga en su

lugar. Pero no puedo emitir ningún sonido. No puedo pensar
en nada más que en el chasquido del elástico y mis bragas
cayéndose a pedazos en sus grandes ... ásperas ... manos.
Greg parece estar esperando el regreso que no vendrá

también.
Los segundos se estiran y tiran.
Nuestras miradas se encuentran y, de repente, esa

satisfacción engreída se borra de su rostro mientras sus fosas
nasales se ensanchan y sus ojos se vuelven a la medianoche.
Estoy bastante segura de que esta es la mirada sobre la que
me advirtió.
"Aww, joder. Ahora lo has hecho, Jules ".
Tomo una respiración temblorosa. "Lo sé."

11
Julia
Mis hombros golpearon la pared trasera de la sala Goethe,

seguido menos de un parpadeo más tarde por el pecho de
Greg encontrándose con el mío en una dura presión de
cuerpo entero. Me está besando como un poseso. Su boca
caliente y exigente, su lengua empujando mis labios,
llenándome con un empuje erótico que tiene mis caderas
persiguiendo las suyas.
Estoy temblando, quiero tanto esto. Necesito.
Esto es imprudente. Loco. Pero no puedo detenerme. No

quiero detenerme.
Greg tiene una extraña habilidad para localizar espacios no

utilizados y apartados. Nadie nos ha visto juntos. Nadie sabe
lo que estamos haciendo.
Entonces, ¿qué es una vez más?
Mis dedos trazan su pesada mandíbula. Aunque estaba bien

afeitado cuando llegó, ya puedo sentir el rastro de barba.
Pero no es el toque rudo que busco.
—Más —digo, entre besos tan húmedos, calientes y sucios que

me pregunto si podría venirme solo por ellos.
Sus dientes se cierran alrededor de mi labio inferior,

mordiendo suavemente la carne suave mientras tira de ella,
desencadenando una serie de aleteo en lo más profundo de

mí.
Necesito más. Más que Greg besándome.
Mis brazos se cierran alrededor de su cuello, acercándonos a

un contacto más cercano, pero aún no lo suficientemente
cerca.
"Mi vestido", jadeo, desesperada por rodearlo con mis piernas.
"¿Quieres que te toque?" gruñe contra mi oído, deslizando su

gran mano por mi muslo para traer las capas transparentes
y deslizarse con él. "¿Quieres mis dedos dentro de ti, Jules?"
Está entre mis piernas, rozando el borde de mis bragas.

Recordándome su promesa de antes.
El calor se acumula en mi centro y mi estómago se agita con

una necesidad frenética.
"Greg".
Engancha un dedo en el costado y lo gira lo suficiente para

que no haya duda de su intención. "¿Esto?"
Estoy tan concentrada en la tensión en mi cintura que

apenas puedo pensar.
"Sí", le susurro, temblando bajo su toque.
Un gemido bajo retumba desde lo profundo de su pecho, y

luego tengo lo que estoy pidiendo, el mordisco de mi lencería
cediendo en una cadera y luego en la otra. El húmedo trozo
de mis bragas se extrajo de mis sensibles pliegues, seguido
por el beso de aire fresco.
Esto es imprudente, loco. Pero no puedo detenerme.

El extremo de su dedo recorre todo mi sexo en una

provocación que me deja sin aliento. Aferrándome a sus
hombros mientras espero lo que me dará a continuación.
Sus labios están en mi oído, rozando el lóbulo de arriba a

abajo. "No voy a follarte, Jules", gruñe, su aliento me hace
cosquillas en la piel de una manera que me hace ronronear,
arqueándome hacia la suya ...
"¿Espera, qué?"
Su risa es un retumbar bajo que siento en todas partes.
"No puedo dejar de pensar en ti. Sobre los pequeños sonidos

que haces cuando te toco ... así ". Su dedo presiona,
hundiéndose profundamente, más profundamente, hasta el
fondo.
Así.
Me balanceo contra él, inquieta por más.
"Tan jodidamente mojada", dice. "Me estás matando."
"Por favor", jadeo, luego de nuevo, más fuerte cuando se

desliza antes de hundirse de nuevo. Hace tanto calor, tan
bien.
"Te sientes tan bien. Te voy a besar y te voy a tocar, porque

me he estado volviendo loco durante semanas. Pero eso es
todo. Cinco minutos, Jules ..." —agrega otro dedo,
trabajándolos profundamente dentro de mí. Casi se siente
como demasiado, como más de lo que puedo soportar y, sin
embargo, quiero aún más. "Cinco minutos, y luego
volveremos allí". Sus dedos se flexionan y se abren mientras
los retuerce dentro de mí. "Te vas a despedir en un extremo
de la habitación. Me voy a despedir en el otro. Luego te
meteré en mi auto y te llevaré a casa, y cuando lleguemos
allí, te follaré tan fuerte que me sentirás durante días. Pero
no aquí. Así no." Él retrocede, y ese toque resbaladizo e

inquisitivo se detiene. "No hasta que admitas que estamos
juntos".
Jadeo, mi corazón late con fuerza mientras sus hermosos ojos

azules sostienen los míos. "Greg".
"Juntos, Jules. No solo sobre eso. No solo por esta vez. No solo
una vez más. No solo amigos. Juntos. Tú y yo."
Mis dedos se alejan de su cabello, extendiéndose sobre su

pecho. Aquí es donde le digo que no puedo, que no quiero lo
que me ofrece. Mi carrera es demasiado importante. Yo
tengo reglas.
Solo que ya no puedo mentirme a mí misma. No puedo

mentirnos a ninguno de los dos.
Nunca he querido a nadie de la forma en que lo quiero a él.
Mi carrera no debería tener nada que ver con lo que pasa

entre Greg y yo.
¿Y esas reglas? Los he estado rompiendo desde el primer día

con él. Estaba demasiado asustada para admitirlo.
Yo confío en él.
Paso mi pulgar por su labio inferior. "Hay uno que no puedo

dejar ir".
Con los ojos entrecerrados, pregunta: "¿Qué es eso?"
"Esto es solo entre nosotros".
Una lenta sonrisa se extiende por su hermoso rostro, y me

tira con fuerza para otro beso de reclamo. Cuando se separa
es para murmurar: "Cinco minutos".
Empiezo a jugar con los tachuelas de su camisa. "¿Antes de

que tengamos que volver a salir?"
No es mucho tiempo, pero creo que es suficiente para hacer

algo serio.
El niega con la cabeza. "Cinco minutos para decir adiós y

meter tu dulce trasero en mi coche. Hemos esperado lo
suficiente".
*****
Greg
Incluso con ella temblando en mis brazos y esos suaves ojos

marrones mirándome con una necesidad manifiesta, no estoy
seguro de que estuviera de acuerdo. ¿Pero cuando lo hizo?
Maldita sea, se necesita todo lo que tengo para dejarla ir.
Especialmente con los restos de esas bragas calientes como la

mierda haciendo un agujero en mi bolsillo.
Julia es una profesional y se las arregla para recuperarse en

menos de treinta segundos. Yo ... bueno, el hombre de abajo
tiene otras ideas, y convencerlo de que espere para actuar en
consecuencia lleva unos minutos. Para cuando vuelvo a la
fiesta, con el aspecto más o menos parecido al que tenía
cuando me fui, Julia ha terminado con sus despedidas.
Una última mirada por encima de la suave línea de su

hombro y entra en el ascensor para marcharse.
Ya hablé con mi conductor, quien la recoge frente al hotel y

luego da la vuelta al muelle de carga y me espera.
No hay prensa. Nadie del beneficio. Y de la pareja de

muchachos que me notaron cortando por el camino de atrás,
lo único que tienen que decir es: "Buen partido anoche,

Baxter".
No espero a que el conductor abra la puerta y me acurruco

en el asiento trasero con poca luz tan rápido como sea
necesario para alinear una toma. El escudo de privacidad ya
está activo. Julia está sentada al borde de su asiento. Parece
más nerviosa que nunca. Las cosas están cambiando entre
nosotros y, diablos, lo entiendo. Tiene mucha importancia.
Pero como le dije, ahora estamos juntos. Me acerco a su lado
del coche y la coloco sobre mi regazo.
Es exactamente lo que hay que hacer, porque pasa de estar

tensa a relajada en el lapso de un chillido de sorpresa,
derritiéndose en mi pecho, mirándome con esos ojos suaves.
"¿Realmente estamos haciendo esto?"
Paso mi mano por la parte exterior de su cadera y muslo,

disfrutando la forma en que parece acurrucarse en el
contacto. Será mejor que crea que lo somos.
Ella se muerde el labio inferior. "Greg, hemos sido amigos

durante tanto tiempo. Si lo que estamos haciendo no
funciona, no quiero perderte ".
Inclinando la cabeza, presiono un beso en el labio del que

acaba de abusar y lo succiono suavemente en mi boca para
lamer la hinchazón. Siento que su respiración se estremece a
través de su cuerpo. "No lo harás. Te lo prometo, Julia.
Siempre seremos amigos primero". Es por eso que me siento
tan bien con lo que estamos haciendo. Tenemos algo que
nunca he tenido con otra persona ... confianza. Trece años de
eso. Julia no tiene idea de lo importante que es eso para mí,
pero lo es.
Sus dedos se deslizan en mi cabello, llevándome de regreso

para otro beso hambriento. "Te necesito", susurra, y no estoy
seguro de si alguno de nosotros podría decir si se refiere a este
momento o en su vida. Me gusta pensar en ambos. Así es

como me siento. Siempre hemos estado sincronizados. "Greg,
no he podido dejar de pensar en ti. Lo intenté."
"Lo sé, Jules." Nuestros besos van en aumento, como ahora

que nos hemos rendido, no hay nada que los detenga. Ella
ronronea, y ese sonido me tiene casi fuera de mi mente. La
aprieto más contra mi pecho, el cambio lo suficiente como
para que se arrastre por mi regazo. Su falda se amontona en
mis manos alrededor de sus caderas, sus rodillas a horcajadas
sobre mis muslos mientras gime alrededor del empuje de mi
lengua.
Amasé su trasero con una mano mientras deslizo la otra

entre sus piernas. Está húmeda, cálida y abierta para mí, sus
bragas son poco más que un recuerdo en mi bolsillo.
Acariciar sus frondosos pliegues va a ser mi fin. Sus ojos se
nublan, sus labios se separan mientras se cierne sobre mí, la
extensión de su sexo es mío para tomar.
Quiero entrar.
Quiero abrir mi maldita bragueta y golpearla dentro de su

calor húmedo y listo. Quiero sentirla correrse a mi alrededor,
su pequeño y cómodo coño apretando y chupando mi polla
como lo hacía entre mis dedos.
Le dije que no la iba a follar en la gala, y no importa

cuánto quiera, tampoco la voy a follar en esta limusina. Me
aseguré de eso cuando vacié los condones de mi billetera
antes de salir de casa.
Es una tortura saber que tengo que esperar, pero es el tipo de

tortura que no estoy por encima de aprovechar al máximo.
"¿Te gustó tu regalo?" Murmuro contra su oído entre besos

húmedos y mordiscos casi suaves. Me refiero al vibrador que
le envié después de la última vez que me puso en la
categoría: amistad.
Tengo que saberlo. "¿Lo usaste?"
Ella gime, sus rodillas agarrando mis caderas.
"¿Eso es un sí, Julia?" Pregunto, aunque lo sé, joder, sí, lo es. Y

ahora veo esa esfera rosada en mi mente, imaginando la
forma en que vibraría entre sus dedos.
Otro temblor en todo el cuerpo y sus puños se aprietan en mi

camisa. "Sí."
Tan caliente, y porque ella me dio lo que yo quería, le doy

un poco más a cambio. Su clítoris está hinchado, palpitando
debajo de mi dedo mientras lo rodeo unas cuantas veces
lentamente. "¿Te hizo venir?"
Te hice venir?
Ella se estremece y la beso con fuerza, dándole con mi

lengua empujones profundos y reivindicativos. Ella gime a
mi alrededor y algo salvaje se acelera en mi pecho.
Le tiro el lóbulo de la oreja con los dientes. "¿Lo pusiste

dentro de ti?"
"Greg". Ella se mece en la mano en una súplica necesitada

que en realidad podría matarme.
"Somos amigos", murmuro, rozando mis labios contra su

delicada oreja unas cuantas veces, porque sentirla
desenredarse en mis brazos es una carrera a la altura de
ganar la Copa Stanley. "Me puedes decir."
"Sí", jadea, meciéndose más fuerte. "Sí."
Un gemido bajo retumba libre de mi garganta. "Tan celoso,

Jules." Es una locura, pero es cierto. Estoy.
Siguiendo su costura resbaladiza, provoco su apertura antes

de meter un dedo dentro. "¿Fue tan bueno como esto?"
La recuperación de su aliento es más satisfactoria que las

últimas seis veces que bajé ... combinadas.
Le doy un segundo dedo, saboreando el cierre y el abrazo

que viene con cada centímetro que penetro. Está empapada,
su necesidad cubriendo mis dedos, volviéndome jodidamente
loco.
"Tan mojada, Jules. ¿Te mojaste así con mi juguete?"
"Dios, Greg. Sientes ... no puedo ... "
Estoy bastante seguro de que puede. Especialmente cuando

sus caderas se elevan a mi toque. Tanto mejor para acceder
al lugar más dulce en el que he estado. Mi polla está lista
para atravesar mi bragueta, pero hasta que regresemos a mi
edificio, esto es todo lo que puedo darle.
"Sí, puedes. Voy a hacer que te corras en mi mano, Julia ".
Cada vez que abro la boca, ese abrazo se vuelve más fuerte.
A mi chica le gustan las charlas sucias. La palma de mi
mano se encuentra con la extensión de su sexo y le pregunto:
"¿Fue un ajuste apretado, Jules?"
Ella jadea, apretándose a mi alrededor de nuevo.
"¿Tuviste que trabajar para tenerlo dentro de ti?"
"S-sí."
Sé que lo hizo. Vi las dimensiones cuando lo pedí y apuesto

a que era un poco más pequeño que los dedos que le estoy
dando ahora.
Mis manos son enormes.

"Me pone tan jodidamente duro imaginarte usándolo.

Deslizándolo alrededor de tu clítoris y luego tomándolo
profundo ".
Ella deja escapar un llanto suave como un gatito,

balanceándose en cada empuje lento e inquisitivo.
"¿En qué estabas pensando cuando lo empujaste adentro?" Es

un riesgo preguntar. Quiero decir, si me dice Ryan Gosling,
realmente va a alterar el estado de ánimo. Aunque me
conozco lo suficientemente bien como para admitir que un
desafío como ese no terminaría tan mal para ella. No podría
dejarla irse hasta que estuviera seguro de haber borrado
cualquier fantasía sobre cualquier otra persona que hubiera
tenido.
"Mmm, estaba pensando en ti."
Mierda. No espero que su admisión sin aliento me golpee

como lo hace, pero me sacude, mueve las cosas
profundamente en mi pecho para que ella esté allí, una
parte de mí.
El coche se detiene y ambos miramos por los cristales

tintados hacia el garaje privado que hay más allá. Con la
excepción de algunos vehículos de alta gama, está vacío.
"¿Este es tu edificio?" susurra, tanteando fuera de mi regazo.
"Si." Verifico que se haya puesto el vestido y luego abro la

puerta y la ayudo a salir. "Nadie te va a ver. Cuando Hank
Wagner vivía aquí, ayudó a Jack a mejorar la seguridad. Es
completamente privado, por lo que no tienes que preocuparte
de que nadie te tome una foto ". Estoy caminando hacia el
ascensor de los residentes, remolcándola detrás tan rápido
como puede mantener el ritmo. Tenemos que entrar y
terminar lo que empezamos hace tantas semanas debajo de
las gradas. Estoy contando mentalmente los pasos que debo
dar para llegar desde el ascensor a mi cama. Cálculo en

cremalleras y botones y enlaces.
Cabalgamos con su mano en la mía, el silencio nos rodea, el

aire está cargado de tensión. Quiero mi boca de vuelta sobre
ella y la mano necesitada de sus dedos en mi cabello. Pero
hasta que estemos en mi apartamento, hay seguridad, y de
ninguna manera voy a dejar que Erwin o Gabe vean lo que
es solo para mí.
El ascensor se abre en mi piso y nos dejo entrar a mi

apartamento. La puerta se cierra detrás de nosotros y eso es
todo.
Nuestras bocas se fusionan mientras tiramos y tiramos de

nuestra ropa. Estoy bastante seguro de que escucho un
crujido en mi prisa por librarme de este traje de mono. Jules,
sin embargo, se ha desnudado en un instante. Las capas
transparentes y sedosas de su vestido cuelgan de la mesa de
entrada, y gracias a nuestras payasadas en la fiesta, sus
bragas ya han sido manipuladas. Lo que la deja con un par
de tacones relucientes y un par de delicados aretes de oro y
ni una maldita cosa más.
Estoy de rodillas con mis pantalones de esmoquin, sin

camisa, mi boca abierta contra la suave curva de su trasero,
mis manos se deslizan hacia arriba para palmear sus pechos
llenos y acariciar sus pezones. He tenido mucho cuidado de
no dejar una marca en su cuello, pero aquí ...
"Greg", jadea, estirando la mano para estabilizarse contra la

pared mientras hago girar mi lengua sobre su mejilla
tonificada y succiono lo suficientemente fuerte como para
dibujar una mancha púrpura en su piel perfecta.
Mía.
"Date vuelta."
"Tan mandón". Su risa es sin aliento, hermosa y tiene más

poder sobre mí de lo que cualquier persona o cosa debería.
Ella hace lo que le pido. "¿Como esto?"
Casi. Después de una larga caricia, paso una pierna

impecable por encima de mi hombro y miro hacia arriba
para encontrarme con sus ojos. "Como esto."
Sí, ella sabe exactamente lo que viene después.
Sus dedos tamizan mi cabello. Maldito cielo.
Sin romper el contacto visual, la beso. Suave y ligero. Un

beso aquí. Un beso ahí. Su muslo. Sus pliegues resbaladizos.
Más adentro.
Más extenso.
Con lengua. Dios, he soñado con esto, solo que tener mi boca
sobre ella es incluso mejor que esas fantasías reprimidas.
El tirón de sus dedos se intensifica. "Tan bien, Greg."
Lamo a través de su dulzura, sumergiéndome y rodeando su

clítoris con la punta de mi lengua. Frotando con la parte
plana de la misma.
Ella tiene mi cabello en un agarre mortal que hace que

nunca quiera volver a cortarlo. Lloros suaves y súplicas rotas
llueven sobre mí. Quiero ahogarme en ellos. Quiero mi
nombre en sus labios cuando la haga correrse así, y quiero
que sea lo mejor que haya tenido.
Porque eso es lo que es para mí. Ni siquiera me he metido

dentro de ella todavía, pero solo estar con ella, sabiendo que
este es el comienzo de algo real con Julia, joder.
No hay nada más caliente que cuando ella comienza a

mecerse en mi boca, su cuerpo rogando por más. Puedo sentir
su pulso y palpitar contra mi lengua, puedo saborear lo cerca
que está.
Chupo con fuerza y ella grita, deshaciéndose mientras la

sostengo contra mi boca. Apenas ha terminado cuando la
levanto en mis brazos y la llevo de regreso a mi habitación.
Jesús. Julia Wesley está en mi cama, tiene el pecho

enrojecido, los ojos nublados y sí, puede que tenga un
chupetón en la parte interna del muslo. No voy a mentir,
me está poniendo jodidamente duro.
Me quito los pantalones, me pongo el condón y Julia está

debajo de mí, sus piernas se mueven en un cambio inquieto.
Entonces estoy ahí. La cabeza de mi polla presionando el

estrecho canal de su cuerpo. Nuestros ojos se encuentran. Esto
es diferente a cualquiera de las líneas que hemos cruzado
antes. "Estamos juntos, Julia".
Ella asiente, sus manos enmarcando mi rostro. E incluso en

medio de esta ardiente necesidad, hay un atisbo de sonrisa
en sus labios cuando susurra: "No solo por esto".
Me hundo en casa.
12
Greg
Me he despertado con muchas mujeres antes, pero despertar

con Julia en mis brazos no se parece a nada más. Es sexy,
vulnerable y confiada, y todo lo que quiero es envolver mis
brazos alrededor de ella, abrazarla más cerca de lo que ya
estoy. La cosa es que ella todavía está durmiendo, y por
mucho que quiera apretarme, no quiero arruinar lo que es,
muy posiblemente, uno de los momentos más perfectos que
he tenido.
Huele jodidamente increíble, y estoy pensando en mi cama

oliendo a ella después de que se va y me pregunto si sería
extraño pedirle a mi ama de llaves que se salte una semana
lavando las sábanas.
Hay un cambio sutil en su respiración, seguido por el
lánguido estiramiento de su cuerpo.
Aprovechando mi oportunidad, la acerco más, presionando

mi nariz en su cabello dorado.
"Buenos días", ronronea, acurrucándose en mi calor con un

sonido de satisfacción que tiene a mi hombre de las cavernas
interior golpeando su pecho.
Mía.
"Buenos días, Jules. ¿Dormiste bien?"

"Tan bien." Dios, suena a pornografía como ella lo dice, su

voz matutina es baja y sensual. El sonido va directamente al
hombre de abajo, y siento que tengo que disculparme por la
forma en que le está empujando la cadera.
Ella se mueve de nuevo, volviéndose de lado para quedar

frente a mí. Sus pechos desnudos se amortiguan contra mi
pecho, y su rodilla comienza a deslizarse lentamente hacia
arriba y hacia abajo contra mi muslo. Pero son esos ojos
marrones suaves y somnolientos que me miran los que más
me atrapan. Estoy tan perdido en ellos que casi no me doy
cuenta cuando su talón se engancha alrededor de la parte
posterior de mi pierna para acercarme a la cálida y húmeda
...
Maldita sea. Estoy justo ahí.
Justo.
Allí.
Si pensé que había encontrado el cielo antes, no tenía nada

de esto.
"Estuve soñando contigo toda la noche", murmura contra mi

pecho entre besos de mariposa.
Cojo su cadera y la acerco más. Se siente tan bien, tan

resbaladiza, cálida y acogedora, pero todo lo que estoy
dispuesto a dar a cualquiera de nosotros es el lento balanceo
de mis caderas contra ese suave y necesitado lugar. Sostengo
la dulce curva de su trasero en mi mano, usándola para
movernos juntos en una provocación que es mayormente
una tortura. No estoy seguro de cuánto tiempo podré
aguantar.
"¿Con qué estabas soñando?" Quiero cada detalle.

"Sobre esto." Suspira mientras me deslizo a través de su

aspereza sin hundirme por dentro. "Sobre la forma en que
me besas y me abrazas y cómo es cuando te tengo dentro de
mí".
Me balanceo de nuevo, y su respiración se detiene, sus ojos se

nublan.
"¿Cómo es?"
"Agobiante. Pero de la mejor manera". Otro aliento

fracturado mientras provoco la cabeza de mi polla sobre su
clítoris. "Es como si todo fuera demasiado cuando estás dentro
de mí. Como si no estuviera segura de poder manejarlo, pero
luego me doy cuenta de que no tengo que hacerlo. Lo único
que tengo que hacer es entregarme, soltarme y sentirte,
llenándome más de lo que jamás pensé que podría estar.
Amándolo."
No tiene ni idea de lo que me están haciendo sus palabras.

Ella no puede.
La quiero de una manera que nunca he querido a otras

mujeres. Quiero todo.
Estoy cubierto de su astucia, llevándonos a ambos al borde

de la locura con este contacto piel con piel al que nunca me
rendiría con otra mujer. Pero con Julia, no puedo detenerme,
y no quiero detenerme, hasta que la haya hecho correrse. Es
lo más cerca que puedo llegar a lo que realmente quiero.
Hundiéndome dentro de ella sin nada entre nosotros. Sin
barreras.
El solo pensamiento me tiene listo para derramar un

profundo sonido gutural retumbando en mi pecho mientras
empujo a Julia hacia atrás y le doy las piernas con la rodilla
debajo de mí.
"Ponerme encima de ti me vuelve jodidamente loco".

Sus labios se abren en el tipo de jadeo satisfactorio que hace

que un chico crea que puede hacer cualquier cosa.
Me deslizo sobre ese punto dulce de nuevo y siento el

movimiento de sus caderas. La tensión de sus dedos en mi
cabello.
"¿Condón?" pregunta sin aliento. A pesar de mi fantasía

dura como una roca, sé que debería conseguir uno. Sé que ya
lo he llevado demasiado lejos. Que cada vez que me rindo y
la punta de mi polla roza su abertura, presionando lo
suficiente para volvernos locos a los dos, estoy tentando al
destino de una manera que nunca suelo hacer.
Cinco segundos, diablos, tres, y estaré vestido y hundiéndome

profundamente.
Pero esa voz oscura en mi cabeza sigue diciendo, solo unos

segundos más. Solo un poco más largo. Solo un poco más
profundo.
"Quiero sentir que te corres así. Entonces conseguiré uno". Mis

caderas no han dejado de moverse. Estoy apoyado en un
codo al lado de su cabeza, acunando su trasero para levantar
sus caderas, deslizándome hacia adelante y hacia atrás con
mi polla atrapada entre nuestros cuerpos para que la dura
cresta de la cabeza se arrastre sobre su clítoris en una presión
firme. "Quiero mi polla empapada por tí cuando te vengas.
Quiero estar goteando con eso".
Ella ya está empapada, y cada palabra que digo parece

acercarme a mi objetivo final.
"Greg, mmm, por favor, oh Dios, tan bien, así como así, no te
detengas".
"¿Te gusta esto, Jules?" Yo se que ella lo hace. Puedo sentir su

espasmo incluso desde el exterior.
"Lo hago." Está tensa, su respiración es irregular mientras sus

caderas chocan contra las mías. "Amo esto."
Jesús, sé que está hablando del sexo. Bien, sobre mi pene en

particular, pero escuchar esa palabra prohibida en A
saliendo de sus labios junto con cualquier parte de mí se
siente como si me llamaran para el draft.
"Vas a venirte por mí".
"Sí, mmm, Greg, así como así. Justo ahí."
Reduzco mis movimientos y acorto mi brazada,

concentrándome en su pequeño brote necesitado.
"¿Aquí?"
Sus labios se abren en una respiración atrofiada, sus ojos se

agrandan cuando se cierran con los míos. Y lo tengo.
Exactamente lo que quería… Julia se viene contra la piel
desnuda de mi polla, cubriéndome con su placer.
Pensé que sería suficiente tenerla de esta manera. Es un

contacto más desprotegido del que he tenido con cualquier
otra mujer. Pero joder, quiero más. Los ojos de Julia se
encuentran con los míos y puedo ver lo que ofrece sin
palabras. Podemos hacer esto. Me dejaría entrar en su cuerpo
perfecto ... desnudo. Nada entre nosotros.
Esa confianza. Me hace algo. Significa algo para mi.
La emoción empuja mi pecho. Por la forma en que me mira,

no confío en mí mismo para no decir algo que sea demasiado
pronto para decir. En cambio, la beso, hundiéndome en el
beso más suave, lento, tierno y sincero que puedo darle,
saboreando sus labios con la más mínima lamida de mi
lengua, y cuando se abre debajo de mí, hundiéndome en su
boca y saboreándola allí.
Tan dulce.
Más dulce aún cuando ella gime alrededor de mi próximo

empuje mesurado.
Le hago el amor a la boca, a fondo, completamente.
Arrastrándome desde el borde, me pongo condón antes de

hacer algo que ninguno de los dos puede retractarse.
Inclinándome sobre ella, encuentro ese suave punto de ceder

entre sus piernas y, con los ojos fijos en los de ella, me hundo
en casa. El ajuste ceñido de su cuerpo tomando el mío es tan
caliente, tan bueno. No quiero pensar en cómo hubiera sido
sin nada entre nosotros. Cuánto más fuertes serían sus
gemidos y llantos. Cuan duro pude hacerla correrse.
Cómo sería ella la única.
Quiero eso.
Dios, por primera vez desde Shelly, mierda. No vayas allí.

Ahora no. No con Julia debajo de mí, a mi alrededor.
Esto es suficiente. Más que. No necesito saltarme la goma

para hacer que Julia pierda la cabeza. Me retiro y,
cambiando de ángulo, vuelvo a empujar profundamente. Sus
ojos se agrandan y su respiración se escapa en un jadeo. Más
profundo aún, giro mis caderas, asegurándome de que ella
me sienta en todas partes.
Le doy largo y lento, duro y rápido. Sucio y más sucio. Cada

truco de mi libro. Cosas que solo he escuchado como un
rumor. Todo ello.
Cuando la he hecho correrse tres veces, y nuestros cuerpos

están resbaladizos por el sudor y mi espalda está marcada
por sus uñas, me entierro profundamente y me corro con

tanta fuerza que veo estrellas.
Nos quedamos allí unos minutos, sin aliento, atrapados en el

tipo de enredo íntimo en el que podría vivir para siempre.
Pero la goma tiene que irse. A regañadientes, desenredo
nuestras extremidades y, arrastrándome fuera de la cama,
dejo un solo beso en su pecho. Cuando regreso del baño, Julia
levanta la sábana para que vuelva a subirme.
Ella apoya las yemas de sus dedos sobre mi corazón mientras

yacemos allí. "Eso fue lo más cercano a tener relaciones
sexuales sin condón que nunca".
Presiono mi mano sobre la de ella, sosteniéndola allí. "Yo

también. ¿Estuvo bien que lo hiciéramos? "
Ella asiente con una sonrisa tímida. "Más que bien. Y umm,
para que lo sepas, he estado tomando la píldora más tiempo
del que he estado teniendo relaciones sexuales ".
Suavemente aparto algunos mechones de cabello rubio

dorado que le han caído sobre la cara. Tiene que estar
pensando en todas las tonterías que la prensa publica sobre
mí. Las diferentes mujeres, la reputación del jugador. No he
sido yo durante mucho tiempo, pero incluso cuando lo era:
"Siempre he estado a salvo, siempre me han hecho pruebas,
así que no tienes que preocuparte".
Ella me da un bostezo de satisfacción. "No estoy preocupada.

Sé que nunca harías nada que me pusiera en riesgo. Confío
en ti. Más que cualquier chico con el que haya estado ".
Yo también confío en ella. Demasiadas formas de contar.
"¿Sabes en lo que estoy pensando?" pregunta con un suspiro

de satisfacción.
"¿Mi tiempo de recuperación? ¿Cuánto tiempo antes de que

pueda volver a hacerte eso?"
Estoy bastante seguro de que estaba tratando de darme una

palmada juguetona, pero ahora solo me está sintiendo y no
hay mucho en este mundo que se sienta mejor que la
exploración perezosa de sus dedos sobre mi pecho y
estómago.
"Escuela secundaria."
Tiene sentido. "Deseando que me dejaras besarte anoche

después de todo, ¿eh?" Todo este tiempo podríamos haber
estado juntos. Demonios, a estas alturas probablemente
estaría ...
"Estoy pensando en la camioneta de tu mamá".
De acuerdo, tanto por conectarnos en un nivel en el que

compartimos los pensamientos de los demás. Claramente eso
es una mierda, porque la minivan 2002 de mi madre era en
serio el último lugar al que mi mente habría ido. "Umm,
¿qué pasa con eso?"
"Esa camioneta estaba estacionada afuera de la escuela a las

2:35 todos los días escolares, tu mamá se movía
nerviosamente en el asiento delantero y luego prácticamente
salía del estacionamiento una vez que estabas en el auto".
Sí, es un poco intensa. Probablemente debería llamarla esta

semana. "Tenía que hacerme practicar. Fue una especie de
botín ".
"Si. Pero lo que siempre me resultó loco fue después del draft.
Después del bono por firmar, incluso esa última noche
cuando me conociste en la laguna, apareciste en esa
camioneta. Podrías haberte comprado un Escalade o un
Hummer, pero aún conducías la camioneta verde azulado de
tu madre ". Apilando sus manos sobre mi pecho, apoya su
barbilla en la parte superior. "Pagó la hipoteca de sus padres,

pero no consiguió un coche nuevo".
"Supongo que parecía lo correcto. Quiero decir, Julia, los

sacrificios que hicieron para que yo tuviera las
oportunidades que tuve: ¿mudarme a Bearings en el segundo
año? Dejaron sus trabajos, sus amigos y una casa que
amaban, por lo que estaría a poca distancia en automóvil de
un equipo de primer nivel. Mi mamá condujo noventa
minutos en cada sentido para llevarme a esas prácticas ".
Paso la mano por los sedosos mechones de su cabello. "¿Qué
te tiene pensando en esas cosas?"
Ella sonríe, pero hay algo agridulce en ello. "No te di

suficiente crédito cuando te ibas. Seguías diciendo que ser
amigos no iba a cambiar solo porque ibas a la NHL. Me
dejaste en casa esa última noche y entré en mi habitación y
lloré porque estaba tan segura de que era la última vez que
hablaría contigo ".
Recuerdo lo que fue decirle adiós.
Estaba aterrorizado por ir a Dallas. Preocupado de que iba a

fracasar y de que todas las cosas a las que había renunciado
a lo largo de los años (fiestas, bailes, bailes de graduación,
relaciones que requerían un compromiso que ya había hecho
con mi deporte, la universidad) serían en vano.
Julia me miró a los ojos esa noche y me dijo que creía en mí.
Que iba a lograrlo. Pero incluso si de alguna manera las
cosas no salieran bien, nunca tendría que preguntarme qué
habría sido si hubiera dado tanto más. Le había dado todo lo
que tenía y ella estaba orgullosa de mí. Era lo que
necesitaba escuchar de mi mejor amiga, y en ese momento,
quería que ella fuera más. Por supuesto, ella me cerró con un
pagaré de consuelo, uno que valió la pena, basado en el
hecho de que ambos estamos acostados en la cama desnudos.
Pero todavía no puedo creer que pensara que desaparecería
con ella.
"Julia, me mata pensar en ti así. Especialmente teniendo en

cuenta que tuve que obligarme a esperar para llamarte
cuando llegué ".
Su cabeza se levanta, conmoción en sus ojos. "¿Qué?"
"No quería que pensaras que soy un cobarde, demasiado

tonto para pasar un día en las grandes ligas sin necesidad de
hablar con su compañero de apoyo emocional".
Eso me hace ganar otro de esos combos swat-feel. Entonces

ella niega con la cabeza.
"Eres un tipo realmente bueno, Greg".
Yo toso. Envolviendo mi brazo cómodamente alrededor de

ella, le doy la vuelta para quedar arriba. "Julia, nos
conocemos desde hace trece años. ¿Estás descubriendo esto
ahora? "
Ella se ríe y el sonido hace que todo esté bien. "¡No! No.
Siempre lo supe. Solo desearía no dudar siempre de las cosas
buenas ".
Mirando hacia sus ojos conmovedores, le prometo: "Nunca

tendrás que dudar de mí".
13
Greg
Vamos fuera, sugiero, besando mi camino por el cuello de

Julia hasta el pequeño lugar que descubrí hace unas
semanas. El que me da resultados de la variedad que me
deja sin aliento, que me nubla los ojos y que se muerde los
labios. "Quiero invitarte a un desayuno gigante con gofres y
tocino y crema batida. Zumo de naranja recién exprimido y
demasiadas tazas de café. Práctica tarde hoy, así que me
voy hasta las cuatro. Podríamos dar un paseo por el lago".
Ella sonríe, gimiendo suavemente cuando paso mi lengua

contra su piel. "La comida suena muy bien, especialmente la
crema batida, pero ¿cuáles crees que son las posibilidades de
que se pida todo eso?"
Presiono mi frente contra su hombro y respiro. Valió la pena
pedirlo.
Ha pasado un mes desde que Julia y yo empezamos a andar

a escondidas en serio y, a decir verdad, me sorprende que no
lo hayamos hecho público todavía. Inicialmente, tenía
sentido ser cauteloso. Quería asegurarse de que esta cosa
entre nosotros se quedara. Pero está bien con nosotros.
Y no me refiero al sexo, que también es jodidamente bueno.

En serio, ardiente como el pecado.
A lo que me refiero es a que es más que eso. El paquete

completo.
Hablamos. Bromeamos. Discutimos y debatimos y charlamos

basura y nos tiramos a la cama riendo las noches que
estamos juntos en la ciudad.
Pedimos comida para llevar tarde en la noche, y una vez,

después de que me fui por un período de seis días, incluso
intentamos preparar la cena juntos. Fue patético, y tuve que
tirar la mitad de un juego de utensilios de cocina en ruinas,
pero cuando el humo se disipó y la alarma de incendios se
silenció, solo estábamos los dos parados en los brazos del otro,
riendo tan fuerte que apenas podíamos estar de pie. . Cuando
finalmente recuperamos el aliento, miré sus ojos enrojecidos
por el humo y me dio en el centro de mi pecho.
Esta mujer no podría ser más perfecta para mí si hubiera

garabateado una de esas listas de deseos y la hubiera
prendido fuego para dejar que las cenizas flotaran hacia Dios
mismo.
Quiero sacarla. Mostrarla.
Quiero que Rux deje de hablar de lo sexy que está.
Quiero que mi hermana venga y me dé una mierda

implacable frente a ella, solo para poder escuchar a Julia reír
un poco más.
Quiero llevarla a casa de mi madre para nuestra tradicional

cena navideña.
Quiero ir a uno de sus partidos de fútbol y asegurarme de

que todos los jugadores que siguen invitándola a salir sepan
que es mía y responder a sus preguntas como jodidos
profesionales.
Jesús, quiero dar un paseo con ella.
Pero más que nada de eso, quiero que ella también lo quiera.
Sus dedos se enredan en mi cabello, deslizándose de esa

manera que casi se siente tan bien como el sexo. "¿Estás
enojado porque no quiero hacer las cosas públicas?"
Me aparto para mirarla a los ojos. "No. De ninguna manera,

Jules. Y no es como si estuviéramos hablando de esperar para
siempre aquí, ¿verdad? "
La más pequeña mueca de dolor pasa por su rostro, y no

puedo creer que no haya llenado esta pausa que se está
alargando un poco demasiado con garantías.
Me aclaro la garganta. "Proteges tu carrera. Respeto eso. Pero

no es como si estuviera en la NFL ".
"No, pero eres un atleta profesional y eso es suficiente para

que la gente hable".
"Tal vez, pero en algún momento, ese es un puente que

tienes que estar dispuesta a cruzar". Necesito que ella me
escuche. "Esto no es una aventura y no me iré a ninguna
parte".
Una vez más, hay un destello de vulnerabilidad en sus ojos.

Me inclino más cerca, suavizando mi tono. "Somos tu y yo.
Nos conocemos de maneras que nos ponen más allá de lo
casual antes incluso de cruzar la primera línea ".
"Lo sé. Y, por supuesto, planeo cruzar ese puente contigo. Lo

hago." Tomando la sábana que cubre mi cintura, la
envuelve alrededor de la suya como un pareo mientras se
desliza fuera de la cama en topless. "Es solo el momento".
Maldita sea. Mis ojos se fijan en sus pechos mientras recoge

su cabello sobre su cabeza y lo sujeta en un nudo
desordenado.
Es una táctica barata y sé que está tratando de distraerme.

Ella no esta lista. Dije que sería genial al respecto, y para

ella, lo seré.
Así que me sumerjo en la vista de su hermoso cuerpo y dejo

ir el resto.
*****
Julia
Estoy en Nueva York para reunirme con mi agente, Joanne

Peets. Ha pasado de una reunión por la tarde a una reunión
y una copa y ahora a una reunión, una copa y una cena. Es
emocionante que tenga tantas oportunidades de las que
hablar e ideas para aumentar mi reconocimiento más allá
de los informes secundarios. Y aunque es un honor para mí
que me inviten a hablar en mi alma mater y presentar un
premio en un evento benéfico de alfabetización, no puedo
evitar desear que ella tuviera algo para mí con más
potencial a largo plazo.
Estamos terminando nuestro aperitivo de cordero estofado

cuando escucho una voz familiar detrás de mí.
"Bueno, si no son dos de mis chicas favoritas en el mundo".
"¡Mike!" Joanne sonríe por encima de mi hombro y

rápidamente se pone de pie para recibirlo.
Sigo esa mirada de adoración y, efectivamente, encuentro a

Mike Rylan, superestrella de la NFL, caminando detrás de
nosotros.
Atrae a Joanne para darle un abrazo y luego, antes de que

pueda pensar en defenderme, él también me atrapó. Es
incómodo e incómodo y hago todo lo posible para salir de su
agarre sin actuar como si el tipo tuviera la plaga.
Finalmente me deja ir, mirándome con el tipo de sonrisa que
dice que no se ha desanimado en lo más mínimo. Como para

subrayar el punto, dice en voz baja, "Adorable", antes de
soltarme por completo.
No encuentro esto adorable en absoluto, especialmente

considerando la atención que atrae Mike. Hay teléfonos a
nuestro alrededor, los ojos se vuelven de todas direcciones, y
reconozco su nombre y el mío llevándose como una ola a
través del restaurante.
Me vuelvo hacia Joanne. "¿Cómo se conocen ustedes?"
Otra agencia representa a Mike, así que esa no es la

conexión.
"Trabajé con Stockert & Gibbs en un proyecto conjunto hace

unos meses", dice Mike.
Bien. Asiento con la cabeza mientras hablan del éxito de la

promoción. Cómo está su agente y qué lindo es el nuevo
bebé de su asistente. Joanne le hace señas a un camarero
para que traiga una silla para que Mike se una a nosotros, y
me pregunto qué diablos está pensando.
"Joanne, estoy seguro de que Mike tiene otros planes". Sonrío

como si fuera mi trabajo, porque lo es. "No queremos
impedirte tu noche".
El niega con la cabeza. "Fueron bebidas, y terminaron. Pero

si no le importa, me encantaría ir a cenar con usted ".
Joanne está estirando los brazos como si acabara de ganar la

lotería y estoy empezando a tener serias dudas sobre nuestro
futuro juntos. Ella conoce mis reglas. Ella comprende el tema
de la percepción. Y aunque esto no estaría ni cerca de una
cita, debería reconocer que estar sentada en la misma mesa
que Mike Rylan va a levantar las cejas.
Significará otra conversación sincera con Ray Hettler y

algún tipo de consecuencias en el trabajo. Siempre lo hace.
"Mike, eso es maravilloso. De todos modos, casi hemos

terminado con la charla de negocios, por lo que su momento
es perfecto". Lanzándole otra sonrisa de adoración, ella
agrega: "Como siempre".
Esta no es la forma en que se suponía que iba a ser la noche.

Iba a tomar un vuelo nocturno de regreso a Chicago, pero lo
presioné porque Joanne pidió más tiempo. Ahora la traidora
se seca la boca con la servilleta y se disculpa para hacer una
llamada rápida. Dejándome sola con Mike.
Tomo nota mentalmente de llamar a la Agencia M.

McCalister mañana y concertar una reunión, aunque no me
ayudará esta noche. Especialmente cuando Mike apoya una
mano en mi hombro y se inclina para un susurro
conspirativo.
"Entonces, aquí está tu oportunidad, Julia. Pregúntame todo

lo que quieras saber ".
Hay fácilmente un centenar de preguntas que podría

contestar sin perder el ritmo, la primera de las cuales sería
sobre el hombro que ha estado favoreciendo. Pero no se siente
bien. No quiero utilizar el hecho de que Mike está interesado
en mí para sacarle información, y más que eso, no quiero
darle la idea de que yo mismo estoy interesado. Guardaré
esas preguntas para una llamada cuando no haya
malentendidos del contexto.
Me disculpo, confiado en que en el momento en que me

vaya, Joanne volverá a entrar.
El baño de mujeres es como un mini-spa completo con una

cascada de agua construida en una pared, una pequeña sala
de estar y una mujer joven que ofrece un masaje de cuello.
Todo lo que quiero es privacidad, así que tomo asiento en la

esquina más alejada y le envío un mensaje de texto a Greg.
Yo: Creo que necesito un nuevo agente.
Su respuesta es inmediata.
Greg: ¿Por qué? ¿Sigues sin encontrar las oportunidades

adecuadas?
Por qué.
Pienso en Mike sentado en nuestra mesa. En realidad, no es

algo que pueda explicar a través de un mensaje de texto, y
llamar está fuera de discusión. Nunca se sabe quién está al
alcance del oído.
Yo: No realmente. Estoy pensando que tal vez ella no se

toma tan en serio mis planes como yo.
Al menos no sobre las reglas sobre las que he sido muy clara
con ella. Ella no tiene que estar de acuerdo con ellos, pero sí
tiene que cumplirlos.
Greg: ¿Una Dick Pick te haría sentir mejor?
Toso una carcajada y encuentro al asistente flotando a unos

metros de distancia, ofreciendo un vaso de agua con un
pepino flotando en él.
"No gracias."
Yo: Siempre.
Un segundo después, mi teléfono suena con una imagen en

blanco y negro de Dick Van Dyke, y dos segundos después
de eso, Andy Dick, esta en el estilo Hey, Girl. Me hace reír
tanto que ni siquiera me importa que uno de los jugadores
que entrevisto en el campo esté sentado en mi mesa.
Yo: Me haces sonreír.
Greg: Me pones caliente.
Greg: Y me haces sonreír.
Greg: Te extraño.
Dos palabras. Tan sencillo. Pero los siento profundamente en

mi corazón.
Yo: Yo tambien.
Greg: ¿Cuándo llega tu vuelo?
Yo: 3 a.m.
Si hubiera tenido alguna idea de lo rápido que sería Joanne

para renunciar a nuestra reunión, habría tomado mi vuelo
original y habría llegado lo suficientemente temprano para
verlo.
Greg: Ven aquí desde el aeropuerto. Aparca en el garaje.

Haré que Erwin te dé una llave para entrar.
Miro la pequeña pantalla en mi mano. Su edificio es tan

privado y seguro como parece. Los asistentes en el garaje y el
vestíbulo deben haber firmado algún tipo de juramento de
sangre que involucra a sus primogénitos, porque Greg
esencialmente dijo que podríamos tener sexo en el escritorio
de seguridad y nunca tener que preocuparnos de que el
guardia diga una palabra.
Por eso siempre vamos a su apartamento en lugar del mío. El

garaje es privado y requiere un código clave para ingresar.
Y con solo siete inquilinos en el edificio, encontrarse con

alguien en el vestíbulo nunca sucede. Incluso si lo hiciéramos,
encontrándonos con ellos a la una de la tarde. es muy

diferente, sin mencionar que es más fácil de explicar, que ser
arrestado por lo que huele a booty-call en punto.
Greg: Mira cómo te sientes cuando entras. La llave estará

abajo de cualquier manera.
Yo: tengo que volver. Que tengas buenas noches.
Casi escribo esas palabras prohibidas. Últimamente, parecen

estar constantemente en la punta de mi lengua, pero no
puedo decirlos. Aún no. Ni siquiera cuando supe que eran
reales durante semanas. Yo solo ... necesito tener cuidado.
Cuando termina la noche, Joanne hace una señal para pedir

el cheque y Mike niega con la cabeza.
"Lo siento, Joanne. Espero que no te importe, pero ya lo tengo

".
Ella pone un ceño fruncido de alegría. "Tú lo sabes mejor que

eso, Mike".
Se ríe y, para mi horror, me pasa un brazo por el hombro.
"Sabes que he estado tratando de traer a Julia aquí para que

me deje invitarla a cenar desde siempre. Pensé que esta era
mi mejor oportunidad ". Me aprieta el hombro y me da otra
sonrisa llena de hoyuelos que me revuelve el estómago.
"Aunque espero que la próxima vez no tenga que secuestrar
una reunión de negocios con su agente para hacerlo".
"Mike", comienzo, alejándome de su agarre, sin tonterías en

mis ojos.
Él levanta una mano. "Sí, sí. Lo sé. No sales con atletas ".
"Que no es-"
"No estaré jugando para siempre".
Antes de que tenga la oportunidad de responder, me da un

beso en la mejilla y me da las buenas noches.
Cuando está a salvo fuera del alcance del oído, miro a

Joanne con una mirada asesina. "¿Qué fue eso?"
Dobla una mano sobre la otra sobre la mesa y me da una

sonrisa calculadora. "El tipo de relaciones públicas que no
puedes comprar".
14
Greg
Mis músculos arden en la forma satisfactoria de ser

empujado con fuerza, y a pesar de la cacofonía de ruido
alrededor de la sala de pesas, principalmente Vsev
quejándose en ruso acalorado sobre Dios sabe qué, estoy
sonriendo como si acabara de sentir a mi primera chica. Solo
despertarme y ver a Julia deslizándose en mi cama
alrededor de las cuatro de esta mañana es mejor que tener
una experiencia cercana y personal con el sostén de peluche
de Nancy Holtz.
Julia y yo no hablamos.
No intenté follar con ella.

Ella simplemente se acurrucó contra mí, de espaldas a mi
pecho, y dejó escapar un suspiro de satisfacción que sonaba
como todas las cosas que un chico podría desear. Todo lo que
importaba.
Casi me mató, irme esta mañana cuando sabía que estaría

en mi cama una hora más. Pero demonios, tal vez pueda
convencerla de que se quede después del partido de esta
noche. Sé que es mejor no intentar convencerla de que venga
a mi juego, pero espero que eso cambie pronto.
Me siento en el banco y me paso una toalla por la cara y el

pecho mientras saco mi teléfono para buscarla en las redes
sociales. Me gusta ver a los sinceros que captan la prensa y
los fans cuando ella está en el aeropuerto o pagando un café.
Aparecen las primeras imágenes y no son de Julia sentada

sola con un número de Sports Illustrated en su regazo. Ni
siquiera cerca.
Me pongo de pie de un salto, derramando agua sobre el

suelo del gimnasio.
"Baxter, ¿estás bien, hombre?" el entrenador pregunta desde

dónde está trabajando con Kurtov.
No. No estoy bien. Porque todo lo que obtengo a medida que

avanzo más y más en los feeds son fotos de Julia con Mike
Rylan, los dos sentados solos en una mesa para cenar. Mike
con su mano en la parte baja de su espalda mientras están
de pie. Mike con su puta boca presionada contra la sien de
Julia, sus ojos cerrados y una media sonrisa en sus labios, los
subtítulos los llaman la pareja más linda de la NFL.
No es lo que parece.
La parte racional de mi cerebro lo sabe.
Ella no sale con atletas, y nunca en mi vida me ha

complacido más lo jodidamente estricta que es con esa regla.
Excepto que eso no es exactamente cierto, porque
definitivamente sale con atletas. Ella está saliendo conmigo.
¿Por qué no me contó esto?
"Amigo, parece que estás a punto de lanzar". Rux está de pie

a mi lado, totalmente en posición de poder ver lo que había
en la pantalla. Pero si lo hizo, no lo está demostrando.
"¿Necesitas que te sujete el pelo o te frote la espalda?"
Un par de chicos se ríen y yo quiero hacerlo, pero no está

sucediendo. No hasta que Julia me dé una razón para reír.
"Regreso en un minuto."
*****
Julia
Mi teléfono ha estado sonando durante los últimos treinta

minutos, pero estoy atrapada en la oficina de Ray,
asegurándole que los rumores no son ciertos.
"Al público no le va a gustar la idea de que tú y uno de los

jugadores estén juntos. Sea cierto o no, se trata de la
percepción, Julie ".
Mi estómago ya tenso se hace aún más fuerte. Lo sé. Lo

último que necesito es que Hettler me lleve a casa.
"Tienes que tener más cuidado que esto. Tienes que ser más
inteligente". Se inclina más cerca y me pregunto si es
consciente de que sus ojos se han posado en mi pecho. "En
este negocio, no puede darse el lujo de dejar de pensar en su
futuro ni por un segundo descuidado".
"Ray, créeme, lo entiendo. Tendré más cuidado en el futuro ".
No me molesto en explicar que Joanne me tendió una

trampa, pensando que me estaba haciendo un favor. Solo
necesito salir de aquí y llamar a Greg. Estuve en la oficina
de Ray desde antes de darme cuenta de lo que estaba
pasando, así que no he podido revisar mi teléfono. Pero
estaría dispuesto a apostar que al menos uno de los millones
de alertas y notificaciones es de él.
Debería haberle hablado de Mike.
Se pondrá furioso y tendrá todas las razones para estarlo.

Durante meses lo he estado desanimando por hacer pública
nuestra relación para preservar mi reputación, y ahora esto.
Me siento enferma.
Fuera de la oficina de Ray, la asistente de mi jefe, Agnes, me

ve desde el pasillo. Ella grita, su mata de rizos oscuros rebota
mientras me hace señas.
Mi jefe quiere verme lo antes posible.
Intento desplazarme por mis mensajes mientras camino, pero

Agnes está hablando a mil por hora sobre lo que ha
escuchado y cómo le gustaría que Mike la invitara a salir.
Cuando entro en la oficina de Bill, estoy usando una

máscara de calma mientras me lanzo a mi explicación. "No
es lo que parece."
Ni siquiera mira hacia arriba. "Por supuesto que no lo es.

Siéntate."
Pasan dos horas antes de que me vaya.
Me da vueltas la cabeza, pero al menos finalmente puedo

usar mi teléfono. Hay demasiados mensajes para revisar,
pero cuando llego al de Greg, veo que ha adjuntado una
instantánea particularmente incriminatoria de la noche
anterior. Parece que me estoy derritiendo en un tierno beso
que Mike está plantando en mi frente. Parece el tipo de
momento atrapado entre dos personas que son más que
amigos y lo han sido durante algún tiempo. Parece una
cantidad de momentos legítimos entre Greg y yo, que nadie
tiene la oportunidad de ver porque los escondemos
completamente detrás de puertas cerradas.
Se parece a cualquier otra cosa que lo que es ... yo,

encogiéndome bajo un beso del que no estaba preparada
para defenderme y rezando para que el momento pasara sin
explotar en mi cara.
Me tiemblan las manos cuando llamo a Greg.

Mensaje de voz. No responde.
Cierro los ojos y dejo salir un lento suspiro por la nariz. ¿Es
aquí cuando se va a ir, cuando se va a ir?
No. Él no haría eso. Este es Greg.
Tenía práctica hoy y algunas reuniones programadas para

la tarde, así que no me voy a enfadar de que no haya
respondido a mi llamada. Le enviaré un mensaje de texto y,
cuando esté libre, hablaremos.
Yo: No es lo que parece. Lo siento.
Para un tipo que no puede contestar el teléfono, responde

bastante rápido.
Greg: Parece que estuviste cenando con Mike Rylan.
Greg: Lo cual es extraño, porque pregunté cómo fue la cena

con Joanne y no lo mencionaste.
¿Por qué no le hablé de Mike? ¿Por qué no le expliqué lo que

pasó y le dije que me cabreó?
Porque esperaba no tener que hacerlo. Que podría evitarlo

todo.
Finge que no estaba sucediendo.
Llamo a Greg de nuevo, y esta vez, contesta.
"¿Supongo que la razón por la que te tomó horas responder

es que has estado haciendo algún tipo de control de daños?"
Sus palabras son cortas y frías. Es casi como si se hubiera

apartado del teléfono mientras me habla.
"He estado en reuniones desde antes de que supiera lo que

sucedió. Pero en cuanto al control de daños, "a él no le va a
gustar esto," eso no es exactamente lo que está sucediendo ".
"¿De qué estás hablando?" Y ahora está de vuelta, su voz

sonando más cercana. Más urgente. "¿Por qué no he visto
una negación sobre esto todavía? He estado viendo tus feeds
toda la mañana ".
Yo trago.
"Se han puesto en contacto con Mike y no quieren

negaciones ni explicaciones hasta mañana por la tarde.
Luego, respuestas programadas y cronometradas ".
Hay un silencio del otro lado de la línea, y casi puedo

imaginarme a Greg abriendo la boca y luego cerrándola de
nuevo. Su mano trabajando a través de esa salvaje melena
suya.
"No me gusta", digo en voz baja, moviéndome por los

pasillos mientras hablo. No estoy dispuesta a darle a nadie
la oportunidad de escuchar más de una palabra o dos de mi
conversación.
"Pero no les dijiste que no. No explicaste que tienes novio, o

salvo eso, que has pasado toda tu carrera sacrificando tu
vida personal para asegurarte de que esto no sucediera, para
defenderte de la misma percepción que están fomentando al
dejar esto ahí fuera durante veinticuatro horas ".
Mis pasos se ralentizan y me detengo. "No. No lo hice. Esta

es mi carrera, Greg. Si soy demasiado descuidada para evitar
situaciones como esta, entonces tengo que estar preparada
para lidiar con las consecuencias, cualquiera que sea la
forma que adopte. Y en este caso, es marketing de prueba.
Quieren ver cómo responde el público a una ... Julia Wesley
más suave y accesible ".
No sé lo que espero. Greg para que explote o cuelgue o me

diga que se acabó.
Pero en cambio, deja escapar un largo suspiro. "Les va a

encantar. Se lo van a comer. Al carajo con Mike Rylan, el
rostro de la NFL, y con Julia Wesley, la belleza afilada que
nadie más que los mejores podría ganar ".
—No, Greg. No es así como las cosas van a ir. No lo llevarán

tan lejos ".
Se ríe, pero está tranquilo, como si hubiera vuelto a quitar el

teléfono. "¿Querés apostar?"
Me muerdo el labio, esperando un latido doloroso antes de

preguntar: "¿Estamos bien?"
"Sí, Jules. Estamos bien ".
*****
Greg
Soy un tipo bastante sensato, la mayor parte del tiempo.

Bien, tengo mal genio, pero generalmente se calma rápido.
Desafortunadamente, esta mierda con Julia y Mike hoy solo
está empeorando. Se acerca la hora del juego, y aunque
definitivamente estoy trabajando en jugadas y pensando en
lo que los entrenadores señalaron durante el video, cada
pocos minutos algún otro entrenador o chico del equipo se
acerca para preguntarme sobre Julia y Mike. Para señalar lo
jodidamente caliente que está. Porque somos amigos.
Sí. Lo sé.
Afortunadamente para ellos, para mí y para el equipo en

general, la mayoría de la gente parece darse cuenta de mi
vibra negativa y posiblemente amenazante antes de decir
algo más.
Me froto la nuca y hago algunos ejercicios de respiración en

mi puesto. Debería haber aprovechado mi descanso de esta
tarde para hablar con Julia en persona. No es como si
hubiera dormido, yendo a casa a una cama que olía a ella.
Probablemente no habría podido reunirse conmigo de todos

modos. No se la ve subiendo al auto de Baxter cuando está
saliendo con Rylan.
Mierda.
Dirijo mi puño contra la pared de mi cubículo, dejando mis

nudillos planos, hasta que algo pasa volando por mi oreja y
cae en mi espacio.
Cojo el tampón, me dirijo al vestuario y llevo otro cuadrado

a la nariz. "¿Qué diablos, Rux?"
El hijo de puta está parado cuidadosamente a dos metros de

distancia, sosteniendo lo que parece ser media docena de
armas de protección femenina envueltas en plástico.
"¿Te estás desprendiendo del revestimiento uterino o algo así,

Baxter?"
Está esperando una respuesta y el hecho de que se enfrente a

mí es un gran problema. ¿Pero de dónde carajo consiguió
todos esos tampones? Seguro que no era el vestuario de los
Slayers.
"Mira, no sé qué está pasando contigo, pero junta tu mierda.

Tenemos un juego ". Rux siendo Rux, mete el puñado en sus
calzones y ladea la cabeza. "A menos que lo que sea que
haya subido por tu grieta realmente mejorará tu juego. ¿Lo
hará? ¿Estar enojado como una mierda te hace jugar mejor?
Porque si tu rabia es en realidad una ventaja secreta,
entonces demonios, probablemente podría golpearte en los
dientes un par de veces antes de cada juego. Quiero decir, no
me gustaría. O tal vez lo haría. Lo que sea. Todo lo que digo

es que soy un jodido jugador de equipo ".
Jesús. Está sonriendo como un tonto, pero ni siquiera eso es

suficiente para apagar el fuego en mi pecho. "Qué dador".
"Eso es lo que tu herm…" Se interrumpe, actuando como si

acabara de detenerse antes de cruzar la línea tácita con
respecto a Nat, cuando ambos sabemos que era solo otro
golpe, tratando de hacerme reaccionar. Desahoga un poco de
vapor. Pero no funciona. Todavía estoy pensando en el clip
que alguien desenterró de una entrevista en un sitio de
entretenimiento con Rylan hace unos meses, donde admite
estar enamorado de Julia desde hace mucho tiempo. El tipo
está haciendo una jugada para ella porque ni siquiera sabe
que se la llevaron.
Lo odio, joder.
Termino de vestirme, me aprieto los cordones y me pongo las

almohadillas y el jersey. Pego mi bastón, diciéndome a mí
mismo que es hora de dejar esta mierda con Julia atrás.
Solo que todavía está conmigo cuando entro en el hielo para

calentarme, y cuando soplo alrededor de la pista, empujando
rápido y con fuerza bajo los focos giratorios y la música a
todo volumen. Está conmigo mientras disparo disco tras disco
en la red.
Rux también lo ve.
El juego está a punto de comenzar, y me lanza una mirada

desprovista de humor. "Sea lo que sea, hombre, déjalo ir y
mete la cabeza en el juego".
"Lo sé." Entra en el juego. Joder, lo sé.

15
Julia
Trabajo hasta tarde con el resto del equipo, haciendo todo lo

posible para no buscar el juego de Slayers cada cinco
segundos cuando se supone que debo estar preparándome
para cubrir mi propio juego esta semana. Ya he visto dos de
los últimos partidos del equipo local y tengo un tercero en la
cola, pero no tengo la cabeza puesta. Estoy rebobinando el
metraje de nuevo cuando miro por encima de la pared de mi
cubo y veo a Darnell e Izzy viendo el juego de Slayers. No
cubren el hockey, así que esto es solo por diversión. Sus
manos están levantadas mientras se balancean hacia atrás
en sus asientos en medio de una ráfaga de gritos y risas.
Llamo a Darnell, "¿De quién estás hablando?"
Inclina la cabeza en mi dirección, pero mantiene los ojos en

el juego. "Slayers. Baxter tiene algo de mierda ".
Mi estómago da un vuelco, y tengo que aprovechar toda mi

calma para no revelar nada. "¿Está comenzando peleas?"
Darnell se burla. "Nah. Está corriendo la boca, pero es

demasiado listo para lanzar el primer puñetazo ".
Izzy se ríe, sacudiendo la cabeza. "Sin embargo, está muy

seguro de acabar con ellos".
Circulo alrededor del cubo de Izzy, planeando mirar solo

unos minutos. Pero luego acerco una silla y acepto una
botella de agua del cajón de Izzy mientras Greg patina hacia
el área de penalización por tercera vez.
La culpa me roe mientras lo veo quitarse el casco y mirar el

hielo, los ojos duros, la agresión visible con cada respiración.
Esto es mi culpa. Puse mi carrera antes que todo lo demás, y

ahora su carrera se está viendo afectada por eso.
La pelea se detiene a la mitad del segundo período, y Greg

lo compensa anotando dos puntos en el tercero para la
victoria, pero todavía me siento mal por la culpa.
Le envío un mensaje de texto después del partido para

preguntarle si puedo pasar. Solo necesito contener la
respiración unos segundos.
Greg: Mi lugar. Esperame.
*****
Estoy tomando un vaso de agua cuando la puerta se abre y
se cierra de golpe desde la entrada principal.
"¿Greg?"
Ni siquiera salgo de la cocina antes de que él esté allí,

llenando la puerta arqueada con sus anchos hombros y sus
poderosos brazos.
Sus ojos se cruzan con los míos, y pierde su chaqueta,

dejándolo con un par de pantalones de traje cortados por
expertos, una camisa cosida a mano y una corbata azul
marino que un comprador personal hizo juego con sus ojos.
Su camisa atraviesa la mayor parte de su pecho con cada
respiración y se estira sobre la masa flexionada de sus bíceps.
Es hermoso y vibra con el tipo de intensidad que es a la vez
emocionante e intimidante.
"Vi tu juego".
"Vi la entrevista de Mike". La mandíbula de Greg se

flexiona y juro que la mayor parte de la parte superior de su
cuerpo se agranda aún más.
"No sabía que estaba ahí fuera, pero no importa. Mañana,

haremos nuestras declaraciones y se terminará ".
Las fosas nasales de Greg se ensanchan y cruza la cocina en

menos de tres pasos. Sus grandes manos se cierran alrededor
de mi cintura, y antes de que pueda hacer algo más que
dejar escapar un grito de sorpresa, me ha elevado a la isla de
acero pulido.
"No quiero hablar de él". Sus manos se mueven sobre mis

caderas y mi cintura, sus pulgares rozan mis pezones a
través de la camiseta de Slayers que saqué de su cajón.
El contacto tiene mi respiración entrecortada y mi cuerpo

calentándose de anticipación.
Deslizo mis dedos en los mechones oscuros de su cabello, pero

Greg los sacude y toma mis muñecas en cada mano para
presionarlas contra la encimera a cada lado de mí.
Me nivela con una mirada dura y dice: "Tenemos que

hablar".
"Greg", le susurro, con la voz quebrada. "Sé que ha habido

muchas cosas con las que lidiar últimamente. Y ahora esta
cosa con ..."
"¿Estamos juntos?" La pregunta aterriza pesadamente entre

nosotros. Sin bromas. Nada juguetón en su tono.
"Sí." Él lo sabe, pero sigue preguntando. El hombre más

implacablemente seguro que he conocido necesita oírme
decirlo. "Estamos juntos. Absolutamente."
Sus manos encuentran las mías en el mostrador a mi lado,

dándoles la más mínima presión. Un recordatorio para que
no me mueva.
Quiere el control.
Mis ojos se conectan con los suyos, y mi respiración se detiene

ante el calor oscuro que encuentro en ellos.
Hace que mi corazón se salte un latido, y de repente mis

nervios se enredan con la necesidad que siento cada vez que
estamos juntos.
"Aquí está la cosa, Julia. Me está volviendo jodidamente loco

que nadie lo sepa excepto yo. Que fuera de estos muros, lo
que tenemos no existe ".
"Eso no es cierto. Greg, por favor."
"'Por favor' es un buen comienzo". La comisura de su boca se

curva, pero no es la misma sonrisa traviesa por la que es tan
famoso. Es algo más oscuro y llama a una parte de mí que
ni siquiera sabía que estaba allí.
"Voy a necesitar escucharte decir eso un par de veces esta

noche".
"Lo diré tantas veces como quieras escucharlo".
Toma el dobladillo de mi camisa y lo empuja hacia arriba,

de modo que la tela suave se amontona sobre mis pechos.
Luego, arrastrando los nudillos por el borde de encaje de
corte bajo de mi sostén, asiente. "Sí, lo harás."
Una vez más, hay ese tono en su tono, y mi cuerpo responde

con una punzada de necesidad.
Deslizando un dedo en la copa de mi sostén, se burla de mi

pezón, cepillando hacia adelante y hacia atrás hasta que
está duro y dolorido.
"Por favor, Greg".
Mira hacia arriba desde donde está jugando conmigo. Una

media sonrisa en sus labios.
"Eso suena como una lástima, por favor, Jules. Quiero lo real".
Desliza otro dedo en la taza, agarrando mi pezón entre ellos

con firmeza. Mi aliento se detiene y el calor líquido se
derrama por mi centro mientras mis caderas comienzan a
moverse.
Juega conmigo así, su mirada ardiente se desplaza de mis

ojos a mi boca, donde sus hábiles dedos me están volviendo
loca. Cuando ha tenido suficiente, sus manos se deslizan
hacia abajo, sobre mi vientre y hacia mis pantalones de
yoga elásticos.
Un codazo, y levanto mis caderas para que me las quite de

las piernas, dejándome en mis bragas, el sostén que apenas
me cubre y la camisa enrollada arriba. Podría haberme
sentido expuesta así, tal vez tonta sentada en el mostrador
como un artículo en exhibición, pero la forma en que Greg
me mira me deja ardiendo.
"Bájate el sostén y tócate como yo". Aprieta mi pezón con

más fuerza, dándole un tirón mientras alcanzo la otra taza,
mis dedos tiemblan. Hago lo que dice, demasiado
emocionada como para hacer otra cosa que no sea cumplir.
Con impaciencia. Los hombres con los que he salido antes
nunca me hablarían así. No quisiera que lo hicieran. Pero
con Greg, espero que haya más que quiera de mí, porque me
encanta dárselo.
Le da a mi pezón otro pellizco, más fuerte que antes, y la

necesidad, afilada y puntiaguda, me atraviesa. Antes de que
pueda siquiera pensar, la súplica se derrama por mis labios.
"Greg, por favor."
Otra de esas sonrisas oscuramente satisfechas mientras sus

ojos se mantienen fijos en los míos. "Eso es más parecido".
Pellizco y tiro, imitando su toque lo mejor que puedo,

excitada más allá de lo creíble por la idea de que lo que
estoy haciendo le agrada.
Me acerca al borde del mostrador y, de pie entre mis piernas,

se inclina para besarme. Espero que algo más rudo coincida
con la forma en que juega con mis pechos, pero es suave.
Más sobre el deslizamiento burlón de sus labios contra los
míos que sobre el aplastamiento de la posesión. Esta
afirmación es seductora y lenta, y me dan ganas de rogar
por más. Rogarle que lo tome. Rogarle que me deje darle
todo, todo lo que tengo.
Cuando su lengua se desliza más allá de mis labios, un

escalofrío me atraviesa y gimo por su sabor.
Mis piernas están abiertas, mis rodillas agarrándose a sus

costados mientras trabajamos mis pezones hasta el punto en
que el placer alcanza su cima dentro de mí con cada tirón,
pellizco, giro y tirón. Todo el tiempo él está totalmente en
control, empujando profundamente en mi boca, tomando mi
creciente necesidad y construyéndola más alta.
Cuando retrocede, trato de seguirlo.
"Greg". Paso mi lengua por mis sensibles labios, ansiando

más. "Por favor."
Sonríe contra mis labios. "Ahora me estás malcriando".
Luego aparta mi mano a un lado para tener el control de

ambos senos. Ahuecándolos juntos en sus grandes manos,
inclina la cabeza para que su cabello cubra mi pecho
mientras lame de un tierno montículo al otro. Atrayendo el
capullo en la calidez de su boca, succiona con fuerza.
"¡Greg, por favor! ¡Por favor!"
Me encuentro con un gruñido bajo y el apretón de su agarre.
Mis manos están en su cabello, los mechones oscuros se

derraman entre mis dedos temblorosos. Es erótico, emocional
y abrumador en todas las formas en que me relaciono con
este hombre.
Soltando su agarre en mis pechos, baja sus manos felizmente.

Me duele, y aunque él está parado entre mis piernas,
necesito más. Quiero que me agarre por el culo y me empuje
contra su tensa bragueta. Quiero que se meza en el lugar
necesitado entre mis piernas y me golpee con tanta fuerza en
la encimera que ni siquiera pueda volver a mirarlo sin
correrme.
"Julia", gruñe contra mi cuello, sus dedos trazan el borde de

encaje de mis bragas desde los lados, hasta la parte delantera
de los agujeros de las piernas, hasta donde están empapados
entre nosotros. "Dime que eres mi chica".
Apenas puedo formar las palabras. "Yo soy tu chica."
Su pulgar se desliza debajo del panel resbaladizo, apenas

rozando mis pliegues mientras se aleja del calor de mi coño.
El aire frío acaricia la piel sobrecalentada y yo gimo.
"Abre más, Jules."

Mi corazón da un vuelco, y hago lo que me pide para

hacerle espacio.
Luego tiene ambas manos envueltas en ese panel, tirando de

él con fuerza alrededor de mis caderas y por la espalda,
haciéndome consciente de lo que está a punto de hacer.
Me mira a los ojos y le doy lo que está esperando.
"Por favor."
La tela se desgarra bajo su agarre y mis músculos internos se

tensan con anticipación.
Él está parado frente a mí todavía completamente vestido,

su camisa abierta con un solo botón en su cuello, pero por lo
demás metida debajo de su cinturón y pantalones de traje.
Mi rudo caballero.
Nunca había visto nada tan sexy en toda mi vida.
Da un paso atrás e imagino que está a punto de empezar a

desnudarse. En cambio, pasa su mano sobre el duro bulto de
su polla, moviéndose hacia arriba y hacia abajo en un
movimiento lento y firme que me tiene retorciéndome donde
estoy sentada. Sus ojos están fijos entre mis piernas donde mis
bragas cuelgan en jirones, dejándome abierta y expuesta a
él.
Con cualquier otro hombre, sería tímida, avergonzada.

Tratando de cubrirme. Pero con Greg, me muero de hambre
por sus ojos puestos en mí.
"Dime lo que quieres, Jules".
Me encanta la forma en que siempre dice mi nombre.

Ningún bebé o nena o sexy o cualquier otro nombre de
mascota tan intercambiable como las mujeres con las que lo
usó antes. Como si nunca olvidara que está conmigo. Julia. Su

Jules.
Sigo el movimiento de su mano y lo imagino deslizándose

dentro de mí. "Te quiero a ti dentro de mí."
"¿Sólo eso? ¿Solo yo empujando dentro de ti, agradable, lento

y suave? ¿Eso es lo que quieres?"
Él sabe tan bien como yo que no lo es. Cuando niego con la

cabeza, me pregunta: "¿Y luego qué? Dime. Quiero escuchar
las palabras de esa linda boca ".
Está agarrando su eje a través de sus pantalones ahora, la

fina tela delinea lo largo y grueso que es.
Me lamo los labios. Lo necesito.
"Lo quiero mucho. Quiero que ... me folles. Quiero que me lo

hagas sentir. En todas partes."
Su mano deja de moverse y parpadeo hasta sus ojos. Nunca

los había visto tan oscuros. Muy caliente.
Da un paso atrás en el espacio entre mis piernas, empujando

el trozo de mis bragas a un lado para rozar su pulgar a lo
largo de mi sexo.
Cuando llega a la cima, frota mi resbaladizo alrededor y

alrededor en círculos lentos hasta que estoy temblando,
sacudiéndome en el contacto, renunciando a un "por favor"
tras otro en un flujo constante y desesperado.
"¿Tu sabes lo que quiero?"
Niego con la cabeza. "Dime."
Hágalo lo más sucio posible.

"Quiero que Mike, el maldito Rylan, deje de decirle al

mundo lo interesado que está".
Jadeo, mis ojos se disparan hacia los suyos. Sus dedos no han
dejado de jugar conmigo, el contacto solo se intensifica.
"Quiero que le digas que se retire porque tienes novio". Me

está arrastrando cada vez más cerca del borde con su toque.
Haciéndome luchar contra mi placer mientras lucho con las
palabras que me rompen el corazón.
"Greg", comienzo.
"Quiero conectarme a Internet y ver la foto que alguien

captó de nosotros. Quiero que la expresión de tus ojos haya
sido exactamente lo que parece ". Desliza un dedo dentro de
mí, largo y grueso, lo saca y luego empuja hacia adentro con
dos. "Quiero ver una encuesta que adivine cuántos meses
hemos logrado mantener nuestra aventura en secreto, y no
una que muestre que el noventa y tres por ciento de los
encuestados piensan que tú y Mike serían la pareja perfecta".
"Greg, por favor."
Sacude la cabeza, dándome una mirada severa mientras sus

dedos se flexionan y se extienden dentro de mí, acariciando
ese punto que me vuelve loca.
No puedo dejar que me haga venir así. No puedo encontrar

alivio en todas las formas en que lo he lastimado.
"No quiero darte lo que quieres, porque no tener lo que

quiero me está matando". Me acaricia una última vez,
empujándome hasta el borde de la corrida, pero luego de
alguna manera me impide volcar.
Saca sus manos de entre mis piernas y se lleva los dedos a la

boca para chupar. Dios.
"Eres tan jodidamente dulce, Jules."
Luego, sus manos van a su cinturón y se desabrocha la

bragueta. Estoy al borde de la liberación, pero todo lo que
me importa es cómo mis decisiones han afectado a este
hombre.
"Greg ..."
"Dime que eres mía. Incluso si nadie más lo sabe, quiero

escucharlo".
"Lo soy."
"Dime que tu corazón es mío".
"Lo es." Más de lo que puedo admitir.
"Tu cuerpo."
Completamente. "Sí."
Su polla está afuera, pulsando un rojo enojado mientras saca

un condón de su billetera. Se alinea con mi apertura y
aprieta los dientes. "Esto."
"Sí."
Empuja hacia adentro y grito, contrayéndome a su alrededor

mientras me estira.
"¡Greg!"
"Cuando vengas, es mío".
Asiento con la cabeza, pero no es suficiente. No es lo que

quiere. "Dilo", exige, empujándose dentro de mí hasta que
toca fondo y yo grito, "¡Sí!"
"Cristo, Julia, estoy jodidamente loco. Sé que si espero,

eventualmente todo saldrá bien. Sé que estoy haciendo un
berrinche, y no es justo, y estoy celoso, y es una mierda. Pero
después de ver tu nombre con ese otro chico, sabiendo que
tiene toda la intención de intentar conquistarte ... porque ni
siquiera sabe de mí, necesito escucharte rogando por mí,
deshaciéndote con mi nombre en tus labios, porque nadie
más te hace sentir como yo. Porque me perteneces ".
Él está empujando dentro de mí, en toda su longitud.

Empujando tan profundo, se encuentra con el límite de todo
lo que puedo soportar.
Me está dando todo. Todo.
"Eres mía, Julia."
"¡Sí!"
Nuestros ojos se bloquean y él puede ver que es verdad. Él lo

sabe con tanta seguridad como yo.
Sus movimientos se vuelven más rápidos, sus músculos se

tensan, hasta que mi nombre pasa por sus labios cuando se
corre.
Estamos callados y quietos. Solo los sonidos de nuestra

respiración llenando el silencio que nos rodea.
Con la ceja presionada contra mi pecho, dice: "Eso está bien.

Porque soy tuyo ".
16
Julia
Los viajes pesados son parte del trabajo, para los dos.
Mínimo, me voy tres días a la semana. Y en su mayor
parte, me encanta. Pero no tanto ahora mismo. Los Slayers
tuvieron un viaje por carretera de siete noches, y el día que
Greg llegó a casa, mi vuelo salió treinta minutos antes de
que aterrizaran. Hemos estado hablando y enviando
mensajes de texto, pero no es lo mismo que tocar.
Compartiendo el mismo espacio y respirando el mismo aire.
Ser capaz de estirar la mano y presionar mi mano contra su
pecho solo para poder sentir los latidos de su corazón.
Estoy escondida en el lateral de la ventana de mi habitación

de hotel genérica, mi computadora portátil abierta con mis
notas de hablar con los jugadores y entrenadores de los
Raiders esta tarde. Mi teléfono está en mi regazo, mis
audífonos enchufados para nuestra videollamada.
"Rux probablemente se perderá un juego", dice Greg desde la

pequeña ventana. "Pero el médico del equipo no cree que
haya más de uno".
"Me alegro de que no sea peor. Ese golpe fue brutal ".
Él asiente, e incluso a través del teléfono puedo ver cómo sus

ojos se endurecen. Está enojado porque su amigo no pudo
jugar un partido debido a un tiro bajo de un chico del otro
equipo. De hecho, me duele verlo molesto así y saber que no
puedo ir con él. No podré rodearlo con mis brazos ni pasar
los dedos por las ondas de su cabello durante unos días más.
"Te echo de menos." Es como un dolor en mi corazón que solo

empeora con cada día que pasa. Y por mucho que espero los
mensajes de texto, las llamadas telefónicas y las
videollamadas, me duele aún más después de despedirme.
"Yo también te extraño. Como si no lo creyeras". Mira a su

alrededor para asegurarse de que está solo, luego se inclina
más cerca de la pantalla. "De hecho, busqué vuelos anoche.
Pensando que podría llegar allí y volver antes de la próxima
práctica ".
"¿Entonces qué pasó? ¿El pasaje aéreo es demasiado caro

para los geniales quince millones que te están pagando?"
Se ríe, meneando la cabeza.
"El entrenador convocó una reunión y no pude hacer que

funcionara sin arriesgarme a perderme la práctica".
En este nivel, los jugadores no se pierden la práctica. Nunca.
Hablamos unos minutos más, me hace reír lo suficiente.

Tengo lágrimas en las comisuras de los ojos y le enseño el
sujetador antes de despedirnos. Un par de días más y volveré
a estar en sus brazos. En su cama.
Un par de días más. No es gran cosa.
*****
Greg
No voy a saltar sobre ella en la puerta principal.
Eso es lo que me sigo recordando cada vez que miro el reloj

para ver que han pasado otros treinta y siete segundos y
estoy mucho más cerca de que Julia llegue aquí.
Ha pasado demasiado tiempo desde que la vi, tuve mis

manos sobre ella, y el hombre de abajo ha comenzado a
secuestrar mi conciencia, planeando todas las formas en que
le gustaría reconectarse con ella.
Contra la puerta.
En el suelo frente a la puerta.
Cuando se siente particularmente restringido, llegamos hasta

el sofá antes de que empiece a arrancarle la ropa.
Pero no soy un animal. Entonces, cuando Julia llegue en los

próximos veinte minutos, la voy a abrazar. Besarla, con la
lengua, pero solo por un minuto. Y luego le ofreceré una
copa de vino y le preguntaré sobre su vuelo de regreso y el
juego y todas las demás cosas que realmente me interesan
pero en las que no puedo concentrarme porque sigo
pensando en quitarle las bragas. con mi boca. Probándola.
Haciéndola ... Tranquilo, hombre.
Le voy a ofrecer una copa de vino.
En cualquier momento.
Llaman a mi puerta y me obligo a cruzar la sala de estar,

no a correr.
No soy un animal.
No lo soy, abro la puerta de golpe, y antes de que pueda

decir hola, diablos, antes de que pueda respirar, ella se lanzó
hacia mí, me rodeó el cuello con los brazos y me bañó la
cara con besos.
Soy un tipo grande que recibe golpes de tipos aún más

grandes para vivir, pero la fuerza pura del afecto de Julia
me hace retroceder un paso. Pero soy rápido en mis pies,
recuperándome rápido, y en un latido del corazón, mis
brazos se cierran alrededor de ella como un tornillo de banco,

uno alrededor de su espalda, el otro en su trasero. Sus tobillos
se cierran detrás de mí, y esa lluvia de besos se desliza en un
beso único, conmovedor, tierno y dolorosamente dulce.
Es bueno. Es lo correcto.
Entonces se pone caliente. Y más caliente.
Las manos de Julia están por todas partes, y para cuando

salimos a tomar aire, hemos llegado a menos de metro y
medio de la entrada, y mi apartamento parece una bomba
de lavandería detonada en él. Los jeans de Julia cuelgan
precariamente del respaldo de mi sofá. Su blusa está hecha
jirones rodeada por sus propios botones en la esquina. Su
sostén está debajo de la mesa de entrada y sus bragas
cuelgan del pomo de la puerta del armario de abrigos. Mis
pantalones deportivos están atrapados alrededor de mi
tobillo y mi camiseta está debajo de su cabeza.
Así es. Soy un jodido caballero.
Julia se aparta un poco de pelo húmedo de sudor de la frente

y me sonríe. "Hola."
Hola.
Porque esta es la primera oportunidad que tenemos para

decirlo. Porque ella me extrañaba, tal vez tanto como la
extrañaba a ella. Porque algunas cosas son tan simples como
eso.
Jesús. La amo.
Abro la boca para decirlo, pero lucho contra las palabras

antes de que se liberen.
No está lista para tomar una taza de café conmigo calle

abajo. De ninguna manera ella está lista para escuchar algo
así. Toco su rostro tan suavemente como puedo y respiro

alrededor de la emoción que empuja las paredes de mi pecho.
Mirando hacia un lado, se muerde el labio. "Perdón por todo

eso. Iba a tratar de ser genial, pero ... "
Y luego ambos nos reímos mientras la tomo en mis brazos y

la llevo de regreso a mi cama, donde la arrojo con un rebote.
Siguiendo ese chillido satisfactorio, subo con ella. Ella está
presionada contra mi pecho, nuestras extremidades en el tipo
de enredo íntimo que solo me hace querer acercarme.
Traza sus dedos sobre mi mandíbula y mi cuello. "Te

extrañé."
"Jules, nuestros horarios hacen que sea lo suficientemente

difícil estar juntos sin agregar estas cosas secretas. No quiero
seguir ocultando que estamos juntos ".
Metiendo la cabeza en mi pecho, cierra los ojos. Ella no

quiere hablar de eso. Pelear por eso. Lo que sea. Pero quiero
sacar esto.
"Sé que no es lo mismo con tu carrera que con la mía". Todo

lo que tengo que hacer para mantenerme en la cima es
jugar mejor que los demás. Para Julia, no se trata solo de la
calidad de su investigación, su capacidad para transmitir lo
que está sucediendo en el campo o su conocimiento
incomparable del juego. No importa si ella es mejor que los
demás ... no si las personas adecuadas no están de su lado.
Hay muchos otros factores de mierda para contar. Pero aun
así ... "Julia, no es como si hubieras tenido una serie de
aventuras con atletas famosos. Esta es solo una relación
tranquila con un chico al que conoces antes de que
cualquiera de nosotros fuera el centro de atención nacional.
Nadie te va a juzgar por tener novio".
Presiona un beso en mi pecho y suspira. "La gente me juzga

por cómo llevo mi cabello en los juegos, Greg. Escriben cartas
cuando me veo demasiado sexy y escriben cartas cuando

"trato de parecer un hombre". Lo único sobre lo que no
escriben cartas es sobre mi vida amorosa. Porque nunca he
tenido una".
Ni siquiera puedo empezar a imaginar cómo debe ser ser

juzgado por algo más que mi mérito. Me cabrea que Julia no
tenga que imaginar, porque lo sabe de primera mano.
"¿Podemos darle un poco más de tiempo?"
"Sí, Jules, por supuesto que podemos". ¿Que más puedo decir?
Quiero estar con ella. Simplemente no quiero ocultarlo.
*****
Julia
"Definitivamente algo está pasando contigo". Cammy deja el

vaso de jugo que estaba lavando en el escurridor y se cruza
de brazos. "Tienes esa sonrisa de pánico en tu rostro y esas
extrañas manchas en tu cuello de cuando estás
enloqueciendo. ¿Qué pasa, Greg quiere arar los campos
traseros?"
Me sale té por la nariz y Cammy asiente con una sonrisa de

satisfacción en el rostro.
"¿Qué? ¡No!"
Después de tirarme un trapo para la mesa, acerca una silla.

"Está bien, entonces suéltalo".
No quiero decírselo. Decirlo en voz alta parece de alguna

manera más aterrador que mantenerlo dentro. Pero al mismo
tiempo, algo está sucediendo dentro de mí y siento que estoy
a punto de estallar. Me gusta, da miedo o no, tengo que
decir las palabras.
"Creo que estoy lista".
Ella se inclina hacia adelante con el ceño fruncido. "¿Lista?

Umm, ¿no dijiste que entregaste tu vieja y polvorienta
tarjeta V a Dan Berling como hace un millón de años? O,
quiero decir, solo estaba bromeando sobre lo de los campos
traseros, pero si eso es ... "
Mi mano está entre nosotros, mi té empujado a una distancia

segura. "Creo que estoy lista para hacer público el tema de
salir con Greg".
Cammy mira, sus labios se separaron como si estuviera

aturdida en la quietud.
Luego, lentamente, toma mi té y vacía la taza. "Vaya,

ustedes dos son realmente serios".
Asiento con la cabeza. Apenas capaz de mirarla a los ojos.

"Él me hace sentir cosas, querer cosas que nunca quise con
otro chico. Me hace sentir segura, Cammy. Como por primera
vez en mi vida, el error sería no ceder ".
"¿Has hablado con él sobre hacerlo público?"
"Realmente no. Me preguntó al respecto cuando nos vimos el

lunes. Lo desanimé, pero no me he sentido bien desde
entonces. Sigo diciéndome a mí misma que no me deje llevar.
No ser precipitada". No invertir demasiado en alguien que
podría irse. "No dejar que un tipo ponga en peligro la vida
que estoy construyendo".
Cammy toma mi mano. "¿No ser como mamá? ¿Como yo?"
Trago saliva, la culpa empuja mi pecho. "Eso no es lo que

quise decir."
Ella me sonríe, sin juicio en sus ojos. "Sigues diciéndote a ti

misma que no lo dejes entrar. ¿Y?"
"Y se siente como si él ya estuviera allí, Cammy. Como si

todo lo que estoy logrando al fingir que él no lo está, nos está
lastimando a los dos ".
Cammy asiente y se levanta de la mesa para tomar la

botella abierta de blanco del refrigerador. Volviéndose a
sentar, llena la taza entre nosotros y, con los ojos brillantes,
me ofrece el primer sorbo. "¿Entonces qué vas a hacer?"
Me río, porque es mucho mi hermana. Aprovechando al

máximo lo que tiene frente a ella. Tomo un trago, ignorando
el toque de manzanilla. "¿Sabes cómo he estado recibiendo
todas esas llamadas para entrevistas desde el negocio con
Mike Rylan?"
17
Greg
Estoy haciendo un agujero en el suelo de mi apartamento.
Algo está pasando con Julia.
Pensé que todo estaba perfecto la otra noche, pero antes de

que ella se fuera, las cosas cambiaron. Se volvió sobre sí
misma, se distrajo. Le pregunté al respecto, pero ella me
despidió con la mano como si no fuera nada y me dio un
beso de despedida.
Su juego estaba en la ciudad esta semana, así que pensé que

tendríamos más tiempo juntos. Tenía muchas ganas de verla
después de todas sus reuniones previas al juego con los
equipos, entrenadores y productores, pero cuando finalmente
apareció, parecía fuera de lugar. Twitchy. Menos mi Julia. Y
demonios, todavía no sé qué hacer con lo que pasó hace dos
noches, cuando llegué a casa después de recoger la cena para
nosotros y la encontré susurrando en su teléfono en mi
habitación. Dije su nombre y saltó tan alto que casi tira el
teléfono al otro lado de la habitación.
Ese es el tipo de mierda que con cualquier otra chica me

asustaría. Recordarme demasiado de Shelly y toda la mierda
que debería haber reconocido no estaba bien.
Excepto que esta es Julia. La chica que conozco desde hace

trece años, y en todo ese tiempo, que nunca me ha dado una
razón para no confiar en ella. Lo que significa que lo que sea
que esté sucediendo no es un plan encubierto ... pero es algo.
Quiere que la encuentre en su casa esta tarde.
Su lugar.
Después de meses de no estar dispuesta a arriesgarme a que

alguien me viera entrar en su casa, ahora quiere que vaya.
Puede que no haya ido a una universidad tradicional, pero

puedo sumar dos y dos. A Julia no le preocupa que me vean
en su casa porque sabe que no volverá a suceder. Ella planea
romper los lazos. Voy a entrar allí, y ella me dirá que no
puede hacerlo más, que no correrá el riesgo de cualquier
daño que su carrera pueda causar si se descubre que está
saliendo con un atleta. Y luego me va a despedir.
Y luego ni siquiera sé qué voy a hacer, porque no puedo

imaginar mi vida sin ella.
Dios, quiero vomitar.
*****
Julia
Para cuando Ronnie llama desde el vestíbulo para avisarme

que Greg está llegando, estoy a punto de saltar de mi piel.
He sido un desastre toda la semana, enferma de
preocupación por si estaba tomando la decisión correcta. Pero
después de esta mañana, nada se ha sentido mejor que dar
ese salto, y ahora no puedo esperar a verlo. Echar mis brazos
alrededor de su cuello y besarlo y preguntarle si tal vez le
gustaría ir a comprar un batido de proteínas al lugar junto
al río.
Las puertas del ascensor suenan y Greg se baja, mirando

hacia el lado equivocado del piso antes de girarse para
verme esperando en el pasillo.
Saludo, pero no me faltan los duros ojos o el profundo surco

entre sus cejas, y se me cae el corazón. Algo esta mal.
"Greg, ¿qué pasó?"
Mira a su alrededor, agitado y tenso. "Vamos, entremos

antes de que alguien nos vea".
Para mañana por la mañana no importará quién nos vea,

pero según la expresión de su rostro, ahora no es el momento
de mencionarlo.
Entra en mi apartamento y atraviesa la sala de estar hasta

la cocina antes de darse la vuelta y regresar.
"¿No Cammy o Matty?"
Casi suena a acusación.
"Se quedarán con la familia del padre de Matty en Arizona

este fin de semana".
Un movimiento de cabeza. "¿Entonces estamos solos?"
Mi estómago se revuelve. "¿Sí?" ¿Qué está pasando con él?

"Greg, ¿quieres sentarte y hablar?"
Se pasa los dedos por el pelo y me mira con indiferencia.
Deja escapar un gruñido. "No, maldita sea, no quiero

sentarme o estar tranquilo o ser educado o maduro. Quiero
que te olvides de lo que sea que estés pensando, porque está
mal, ¿de acuerdo? Lo que tenemos es bueno, Jules. No me
importa si tenemos que ocultarlo, realmente no me importa.
Simplemente no quiero renunciar a esto ".
¿Renunciar a esto?
"Greg, ¿de qué estás hablando?" Excepto entonces hace clic.

"Espera, ¿crees que estoy rompiendo contigo?"
Su mandíbula se flexiona una vez. Dos veces. "¿No lo estás

haciendo? Entonces, ¿qué diablos ha estado pasando durante
toda la semana? ¿Y por qué estamos aquí?"
"Greg, no. Lo siento mucho. Tenía que tomar una gran

decisión sobre algo y no lo estaba manejando muy bien. Pero
no fue porque no quisiera estar contigo. Todo lo contrario.
Estamos aquí porque pensé que tal vez querrías dar un
paseo hasta el río ".
Ha dejado de moverse, esa energía agitada parece colapsar

sobre sí misma. "¿Un paseo?"
"Como una cita", digo, sintiéndome inexplicablemente

tímida.
Greg está tan molesto que estoy a punto de explicarle lo de

esta mañana, pero antes de que pueda, él está cruzando la
habitación, una mirada en sus ojos tan feroz que las palabras
se evaporan de mi lengua.
Sus manos están en mi cara, ahuecando mis mejillas. "¿No

vas a romper conmigo?"
No me da la oportunidad de responder antes de que baje la

boca, dura y exigente. Me aferro a su cabello, a su camisa.
Rompiendo, escudriña mis ojos. "Joder, necesito oírte decirlo".
Nunca lo había visto tan vulnerable, y odio ser yo quien lo

causó. Aliso mis palmas sobre su pecho, sobre sus hombros y
hasta su cara. Pasando un pulgar por su pesado pómulo, le
susurro: "¿Cómo pude romper contigo? Te amo."
Su aliento sale a borbotones y luego me besa aún más fuerte,

diciendo mi nombre una y otra vez. Estoy aplastada contra
su pecho, mis pies se levantaron del suelo mientras me lleva

a mi habitación. Tropezamos en la cama, y él usa su gran
mano para recoger debajo de mi espalda y levantarme más.
"Dilo otra vez." Está tan cerca, su áspera súplica roza mi

cuello, enviando escalofríos a través de mi piel.
"Te amo. Estoy enamorada de ti." Dios, es tan fácil ahora, me

pregunto cómo me las he arreglado para contener las
palabras tanto tiempo. Quiero contarle más, contarle todo.
"Creo que me he estado enamorando de ti desde el día en
que nos conocimos. Estaba demasiado asustada para darle
una oportunidad ".
"Jules". Su frente se presiona en ese lugar sobre mi corazón.

"Cristo, pensé que te estaba perdiendo".
Mis dedos se deslizan por las espesas ondas de su cabello, y

las lágrimas punzan en las comisuras de mis ojos. "Lo siento
mucho. Sentirme así, es nuevo para mí y no sabía cómo
manejarlo ".
Herir a este hombre era lo último que quería hacer.
Levanta la cabeza, frunce el ceño mientras acaricia el rabillo

del ojo con el pulgar.
"¿Lágrimas?"
"Estabas tan molesto. Pensaste ... "
"Pensé que iba a tener que convencerte de una mala

decisión. Pensé que iba a tener que recordarte todas las
formas en que funcionabamos". Su voz ya profunda es aún
más profunda. "Pensé que estabas loca si creías que te dejaría
ir".
Deslizando mis manos por los lados de su cuerpo, recojo su

camisa de manga larga, subiéndola poco a poco mientras le
pregunto: "¿No me dejarías ir?"
Poniéndose de rodillas, estira la mano y se quita la camisa

con un movimiento rápido. Se me hace la boca agua al ver
todos esos músculos duros y esa piel tensa. El poder en el
cuerpo de este hombre es increíble, pero en ese momento es
su poder sobre mi corazón lo que más me abruma.
"Nunca."
Eso es un largo tiempo. El tipo de línea de tiempo que me

propongo no asociar con mis relaciones. Pero con Greg, quiero
creer.
"¿Por qué no?" Pregunto.
Está inclinado sobre mí, su mano ahuecando mi cadera para

mantenernos en contacto. Sus ojos se encuentran con los míos,
seguros y firmes. "Porque yo también te amo".
*****
Greg
Tal vez sea porque pensé que tal vez no lo volvería a tener,
pero no puedo tener suficiente de su boca. Su beso. Sus
suspiros entrecortados y sus suaves jadeos. Perdemos nuestra
ropa poco a poco hasta que estamos desnudos juntos, piel con
piel, nuestras extremidades una perfección enredada.
"Ahora dilo de nuevo", ronronea, sus manos deslizándose por

mi espalda hasta la parte superior de mi trasero.
"Te amo." Ella no necesita saber que no he dicho esas

palabras desde que tenía diecinueve años, y mi
arrepentimiento por decirlas entonces fue tan profundo que,
incluso nueve años después, me asustan muchísimo. Pero esta

vez, los entiendo. Me refiero a ellos.
Esta vez es real.
Nuestras lenguas se deslizan una contra la otra,

volviéndonos locos a ambos.
No más esperas.
Me escapo, pero no es para alcanzar el anillo de látex de mi

billetera. Es para que pueda ver su hermoso rostro cuando mi
polla desnuda se desliza pesadamente por su costura abierta
para alinearse con su abertura.
Puedo decir cuándo registra lo que le estoy preguntando.
Ella se queda quieta, luego me da un pequeño asentimiento.
"¿Está segura?" Pregunto, conteniéndome, a pesar de que

estoy deseando tomarla. Esto es demasiado importante para
equivocarse.
La respuesta de Julia no viene en palabras, sino en la tierna

caricia de sus manos a los lados de mi mandíbula áspera
como una barba y el deslizamiento de una rodilla por mi
costado. Su respuesta está en sus ojos. Cristo, el amor en ellos,
es cegador.
Esta vez, cuando tomo su boca, tomo su cuerpo también.
Eso. Es. Increíble.
Ella está cálida y húmeda, separándose a mi alrededor con

una suave resistencia que hace que mi gemido se encuentre
con el de ella en el centro de nuestro beso.
Ella me ama.
Profundizo entre sus piernas hasta tocar fondo, mi ingle se

encuentra con la extensión de su sexo en un beso sonrojado
que coincide con nuestras bocas. Nunca nada se ha sentido
tan bien.
Otro aleteo de sus músculos a mi alrededor, y no puedo

esperar más.
Retrocediendo casi hasta la cabeza y luego empujándola

completamente dentro de ella, establecí un ritmo firme y
constante entre nosotros.
Está empapada, resbaladiza y me cubre por completo.

Quiero ir despacio, hacer que dure el mayor tiempo
humanamente posible para poder saborear cada golpe
húmedo y aterciopelado. Pero ya siento la necesidad de
apretar y tirar de su cuerpo, el espasmo principal indica que
está cerca. Podría alargarlo, hacerla esperar. Pero quiero
darle todo lo que necesita, así que la dejo ir, martillando ese
punto entre nosotros que la empuja al límite.
"¡Greg!"
"Mírame", digo entre dientes, apenas aguantando. Nuestros

ojos se bloquean. "Te amo, Jules".
Y ella se deshace.
18
Greg
He estado hablando, enviando mensajes de texto y

chateando por video con Julia durante meses, así que aunque
esta es la primera vez que estoy en su apartamento, en
realidad estoy bastante familiarizado con el diseño y la
decoración. Pero lavarse en el baño de Julia es una
experiencia completamente diferente.
Huele a ella, solo de una manera concentrada que me tiene

investigando las encimeras de mármol rosa apiladas con
filas de maquillaje, cosas para el cabello y tanta mierda de
chicas que no puedo evitar sonreír y alcanzar un frasco
pequeño solo para ver qué hay dentro . Huele a pepinos, y
estoy bastante seguro de que tendré que ir a buscar dónde
reside ese aroma en el cuerpo de Julia. Dejo el frasco donde
estaba y miro alrededor al resto del asunto con volantes,
hasta que el cubo de la basura me llama la atención y me
detengo. Es una parte superior abierta, sin tapa, el contenido
claro como el día y lo suficiente para borrar esa sonrisa de
mi cara.
Me inclino más cerca, sin respirar mientras recupero el único

objeto dentro. Un paquete circular de píldoras
anticonceptivas. Medio usado.
Soy un tipo que sabe cómo manejar la presión. Quién no se

agrieta. Pero aquí, en el baño de Julia, menos de cinco
minutos después de compartir el momento más significativo
de mi vida con ella, mis manos realmente comienzan a
temblar.
No es lo que parece.
Julia no es como Shelly.
La conozco casi la mitad de mi vida. Yo confío en ella.
Excepto que ahora todo lo que puedo pensar son las piezas
de la semana pasada que no encajan. El cambio en Julia. La
forma en que ella no siempre podía mirarme a los ojos, y la
culpa que a veces veía cuando lo hacía.
Estaba tratando de tomar una decisión sobre algo

importante. Sobre su futuro.
Jesús. No hay forma de que esto vuelva a suceder.
Ni siquiera lo pienses. Pero ya estoy allí, y el recuerdo del

terror helado que se apodera de mi estómago es tan agudo
como hace nueve años.
Shelly luciendo como la cosa más dulce y caliente que jamás

había visto. Sintiéndome como un maldito hombre cuando
fueron mis ojos los que miró desde el otro lado de la fiesta
llena de atletas profesionales.
Por la forma en que había acariciado mi ego con tanta

fuerza, mi yo de diecinueve años no había podido ver nada
más que a ella.
"Eres el mejor, Greg".
"Nadie puede jugar como tú".
"Nadie me pone tan caliente como tú".
"Creo que me estoy enamorando de ti".

Debería haber visto lo que era ... y lo que no era. Debería

haber sabido mejor.
La quemadura de más recuerdos me atraviesa. Comprando

sus joyas en Tiffany. Su boca alrededor de mi polla, una y
otra y otra vez. Como si no pudiera tener suficiente, lo cual
era extraño, considerando que escupía en lugar de tragar. Mi
confusión esa mañana entré al baño detrás de ella,
necesitando orinar, solo para encontrarla escupiendo un
bocado de mi esperma en ese pequeño receptáculo.
Los abogados. Los doctores. Los entrenadores.
La ira. El miedo. El alivio.
La vergüenza.
Eso había sido lo peor. La parte que se me metió en la

cabeza tan profundamente que la llevé conmigo durante
años antes de que finalmente lograra resolverla. Esa
sensación de ser jugado con tanta eficacia que ni siquiera lo
vi venir.
No hay forma de que mi Julia hiciera eso. De ninguna

manera.
*****
Julia
Mis ojos están cerrados, mi mente es un lío blando y feliz

mientras me estiro en mi cama, jugando con todas las formas
en que Greg me dijo que me amaba, y la expresión de su
rostro cuando se lo dije. Cómo se sintió finalmente dar ese
salto y confiar en él.
"¿Qué diablos es esto?"

Parpadeo, volviéndome hacia el baño, donde Greg está

parado en la puerta con sus calzoncillos negros y nada más.
No se ve bien, pero no puedo precisar por qué, excepto para

decir que no me gusta. Es como si alguien apagara la luz
dentro de él. Su mandíbula está apretada y sus ojos son como
chips de hielo.
"Greg, ¿qué está pasando?" Me arrastro fuera de la cama,

tirando de la sábana a mi alrededor.
Abre la mano y dentro de esa enorme palma hay una

manga arrugada de píldoras anticonceptivas. Los que tiré
cuando llegué a casa anoche.
Mis ojos se agrandan cuando me doy cuenta de lo que está

pasando. "Greg, no." Mis manos se interponen entre nosotros
mientras la risa brota de mi pecho. "Sé cómo se ve esto".
"Parece que tomaste esa decisión con la que estabas luchando

esta semana, Julia. Y necesito que me digas bien ahora que
estoy equivocado ".
Doy un paso atrás, sintiéndome como si me hubieran

abofeteado. La risa burbujeante se ha ido. "Te equivocas."
"Entonces, ¿qué diablos estoy sosteniendo? Porque parece un

paquete de anticonceptivos a medio usar, y la última píldora
se usó el sábado. Y hoy, el día que acabamos de tener sexo
sin condón por primera vez, es viernes. Parece que no los ha
tomado en una semana ".
Greg apenas lo mantiene unido, y aunque no me gusta lo

que está insinuando, entiendo cómo se ve.
"Este es un paquete viejo. No son de este mes ".
Cuando simplemente continúa mirándome, los músculos de

su mandíbula trabajando horas extras, empiezo de nuevo.
"Perdí mi receta hace aproximadamente un año y tuve que

conseguir un reemplazo. Viajo tanto que pensé que lo había
dejado en una habitación de hotel en algún lugar. En
realidad, no estaba saliendo con nadie, así que no fue gran
cosa. Los encontré ayer cuando estaba revisando algunas
bolsas viejas para donar. Obviamente ya no los necesito, así
que los tiré ".
Caminando hacia la cama, abro mi bolso y encuentro el

paquete que comencé a llevar conmigo solo para asegurarme
de tenerlos siempre, ya sea que haya pasado la noche con
Greg o no. "Aquí. ¿Ves? Eso es hoy ".
No deberíamos tener esta conversación. En absoluto, pero

especialmente después de lo que acabamos de compartir. La
duda y la sospecha en los ojos de Greg me están matando
mientras toca el espacio que falta para la píldora de esta
mañana.
"Cristo."
Espero a que diga algo más. Para llevarme a sus brazos y

decirme que lamenta haberme descarriado. Pero se da la
vuelta y, frotándose las manos por la parte de atrás de la
cabeza, murmura: "Lo siento".
Dejo ir el aliento que he estado conteniendo y doy un paso

más cerca. Estoy a punto de decirle que está bien, que solo
quiero olvidarme de todo, cuando agrega: "Mira, te creo,
pero estoy un poco asustado en este momento. Esta es una de
esas cosas para mí".
No conozco todos los detalles, pero escuché los rumores sobre

un plan de embarazo al principio de la carrera de Greg.
Nunca me habló de eso y me pregunto si lo hará ahora.
"Solo, déjame superar esto". Él niega con la cabeza y casi me

mira a los ojos, pero mira hacia otro lado en el último
segundo. "Hablaremos más tarde."
Me quedo allí, conmocionada, viendo cómo se pone los

vaqueros, la camisa y los zapatos. Los músculos de su
mandíbula saltan a intervalos regulares y puedo sentir la
tensión que sale de él en oleadas. Esto no debería estar
sucediendo. No puede estar sucediendo.
Durante unos minutos, juré que todo estaba perfecto.
Pero ahora estoy siguiendo a Greg hasta la puerta de mi

casa, tomando el torpe beso que puedo sentir que no quiere
darme y mirándolo irse. Entonces estoy sola, envuelta en
una sábana que huele como el hombre que acaba de
dejarme mientras todavía puedo sentirlo goteando entre mis
piernas.
Tres horas después me duché y lavé las sábanas. El sol se ha

puesto y las ventanas están oscuras mientras me siento a la
mesa de la cocina hablando con mi hermana en Arizona.
"Eso es una tontería total, Julia", grita Cammy desde el otro

lado de las millas. Me quitaría el auricular de la oreja, pero
honestamente, no puedo reunir la energía. "No te perdiste ni
una pastilla. No le mentiste sobre nada. No hubo ningún
"susto", solo un pedazo de basura del que se había
equivocado de idea. Él es el que debería estar sentado allí
sintiéndose como el infierno y pidiendo perdón por llegar a
una conclusión bastante horrible ".
Respiro hondo y asiento con la cabeza. Sé que tiene razón.

Pero también sé que Greg no es solo un idiota. Me dijo que se
estaba volviendo loco y quiero darle un poco de
comprensión. Quiero darle la oportunidad de calmarse y
volver.
"¿Sabe siquiera lo que hiciste esta mañana?"
"No. Iba a sorprenderlo, pero ..." Pienso en la forma en que

transcurrió la tarde y mis ojos comienzan a lagrimear
cuando me encojo de hombros. "Cuando vuelva o llame, se lo

diré entonces".
Ella está callada por unos segundos. "Claro cariño. Estará

muy emocionado. Está loco por ti ".
Estoy de acuerdo, pero a medida que pasan las horas, la

sensación de pavor en mi estómago crece con la certeza de
que cometí un error.
19
Greg
Dejarla como lo hice fue una mierda.
Julia no hizo nada mal. O al menos, la astilla apenas

racional de mi conciencia que todavía está colgando sabe
que ella no lo hizo. La parte irracional es el problema. La
parte que no puede dejar ir esa sensación de malestar que
me recorre las entrañas. La parte que ha estado cerrando
sistemáticamente los circuitos sobrecargados de mi cerebro
desde que encontré ese paquete de píldoras.
He intentado todos los trucos habituales para arreglar mis

cosas. Subí a la cinta y recorrí los kilómetros a un ritmo
agotador. Hice ejercicios de respiración. Hice yoga. Me senté
en mi maldito sofá y lo hablé conmigo mismo.
Y, sin embargo, cada vez que pienso en levantar el teléfono
o volver allí, es como si un maldito tornillo de banco
comenzara a cerrarse alrededor de mi pecho. Como si las
paredes estuvieran empujando hacia adentro y no pudiera
respirar.
No me gusta que Julia esté sola, pero no puedo volver hasta

que tenga la cabeza clara, así que voy a casa de Rux. Ha
hecho que algunos de los muchachos se acerquen, y estar
cerca del equipo siempre me ha apoyado.
"Te ves como una mierda, hombre". Rux se deja caer en su

sofá y palmea su rodilla. Lleva una camiseta holgada que
dice Cómeme en la parte delantera, jeans gastados y
suficiente barba como para ser básicamente una barba.

"Ven, siéntate en mi regazo y dile a papá qué pasa,
grandulón".
Cuando no me muevo del sofá de enfrente, no me río y no

me siento a horcajadas en el regazo del chico solo para
recordarle quién es el mayor idiota de todos, él se sienta y
deja escapar un suspiro lento. "Maldito hombre. ¿Así de
mal?"
Froto el punto entumecido en el centro de mi pecho. "Creo

que podría ser."
"¿Esto tiene algo que ver con cierta periodista deportiva con
la que no estás saliendo en absoluto?" Lee mi mirada y
asiente. "¿Así que hablaremos de ello o nos joderemos?"
Esta vez me río.
Ni siquiera sé cuántas horas después es, pero el lugar de Rux

está lleno de muchachos del equipo y suficientes conejitos de
puck, me pregunto si subió a los tableros con una
convocatoria abierta.
Parece que todo el mundo se está divirtiendo, pero lo único

que siento es un desastre. Incluso medio borracho, o
posiblemente más de la mitad, ha llegado mi momento de
claridad.
No puedo dejar de pensar en esa expresión de absoluta

confusión en el rostro de Julia hoy temprano, y luego en el
dolor en sus ojos cuando nos despedimos. No debería
haberme ido como lo hice, pero estaba entrando en pánico.
No debería haber venido a casa de Rux, pero la idea de
volver era más de lo que podía manejar. No debería haber
pasado la noche tratando de buscar respuestas en el fondo de
una botella cuando la única respuesta que necesito es
probablemente estar sentado solo en su apartamento
preguntándome por qué diablos me dejó entrar en su cuerpo

como lo hizo.
Lo odio. Odio la idea de que ella esté sola. La idea de que

ella pudiera estar dudando de lo que hicimos.
Necesito llamarla.
Sacando mi teléfono, me dirijo hacia uno de los dormitorios

traseros para tener algo de privacidad. Hoy he jodido todo lo
demás, pero lo menos que puedo hacer es decirle que lo
siento. Preguntar si puedo ir a hablar mañana por la
mañana.
A mitad de camino por el pasillo, dos manos enormes

agarran mis hombros, deteniéndome donde estoy. He bebido
lo suficiente que me toma uno o dos pasos para
estabilizarme, y cuando lo hago, encuentro a Rux
sonriéndome, flanqueado por conejitos a cada lado.
"No hay manera amigo. Los jugadores superiores no dejan

que sus aspirantes a borrachos marquen a la chica causando
el dolor de corazón de dicho aspirante ".
"¿Qué?"
La conejita de la derecha se ríe y pone los ojos en blanco. "Él

está diciendo que esperes hasta la mañana para llamar, o
cualquier mierda en la que esté con esta chica solo se hará
más profunda".
Miro un poco más de cerca a la chica que estaba hablando,

y el brazo de Rux se aprieta alrededor de su hombro,
acercándola a su pecho. "Nah-uh, hombre. Tawny está
conmigo. Pero sus amigas, Bethie y Autumn, se mueren por
distraerte un poco ".
¡Vaya! No estoy interesado en Tawny, ni en nadie más. Pero

tienen razón en una cosa. Ponerme en contacto con Julia
mientras estoy destrozada no va a ayudar.
Levanto las manos en señal de rendición. "Tienes razón. No

llamaré".
Rux asiente, pero antes de que pueda empujar a las chicas

hacia mí, las corté.
"Por muy agradable que sea hablar con ustedes, tendrá que
ser en otro momento. Estoy limpio y a punto de irme a la
habitación de invitados de Rux ".
Las chicas hicieron una demostración de puchero, pero Rux

me asintió con la cabeza. "Tercera puerta a la derecha".
"Gracias hombre."
Cuando llego a la puerta, se abre antes de que pueda girar

la perilla y otra rubia tropieza conmigo.
"Oye, ¿estás bien?" Pregunto, extendiendo la mano para

estabilizarla mientras trato de ver sus ojos para asegurarme
de que está bien.
Ella se balancea hacia adelante y hacia atrás, y mi medidor

de mierda comienza a hacer ping. Rex ya se ha dado cuenta
y se dirige por el pasillo. Los ojos desenfocados de la chica se
encuentran con los míos y sonríe ... justo antes de vomitar por
mi pecho y brazo ... y por mi teléfono.
La mano carnosa de Rux vuela a su boca y comienza la

reacción en cadena.
*****
Julia
"¿Estás bien?" Cammy presiona a través de mis auriculares

mientras me deslizo por la cocina. Saco jugo de naranja,
yogur y medio litro de bayas frescas del refrigerador.
"En realidad, creo que lo estoy". Probablemente no sea cierto,

pero estoy demasiado insensible para estar segura, así que
voy a seguir con lo que desearía que fuera el caso.
"Dios, no puedo dejar de buscar". Ella está hablando de las

fotos de Greg que comenzaron a aparecer alrededor de las
dos de esta mañana.
Fotos de Greg en una fiesta con la mayor parte de su equipo

y lo que parece ser una aficionada del área de Chicago.
Greg y la pequeña rubia con su falda tamaño vendaje Ace y

sus manos en su pecho… y sus manos en su cintura.
Greg con su gran espalda a la cámara, los brazos de la

pequeña rubia alrededor de su cuello mientras la lleva estilo
princesa por algún pasillo.
Greg sin su camisa, la pequeña rubia mayormente escondida

detrás de él, pero se muestra lo suficiente como para verlos
apoyados contra la pared mientras ella agarra el costado de
sus jeans.
Trago saliva, reprimiendo lo que solo puedo asumir que es

una respuesta emocional. No estoy lista para eso.
Cammy suspira. "¿Dormiste algo?"
"Pensarías que no lo haría, ¿verdad? Al principio, no podía

dormir". Estaba tan molesta por no tener noticias de Greg,
tan preocupada por el hecho de que no había llamado." Pero
luego me conecté y, he aquí, encontré esto. Le di a Greg
media hora para llamar y explicarle que, aunque llevaba

exactamente la misma ropa que tenía cuando estuvo aquí
antes, estas fotos eran en realidad de hace un año. O que de
alguna manera los habían retocado con Photoshop y él
estaba allí hablando con un cactus. Pero nunca llamó. Así
que apagué mi teléfono y cuando mi cabeza golpeó la
almohada, me quedé como un fusible quemado ".
"Está bien, supongo." Después de respirar, susurra: "¿Has visto

el segmento?"
Asiento con la cabeza. "Va a estar bien".
Va a estarlo.
Otro empujón en mi garganta, pero lo rechazo, negándome

a pensar en los más de cuatro millones de espectadores
sintonizados con lo que inevitablemente pasará a ser una de
las mayores humillaciones en la historia de las cadenas. No.
No voy a pensar en eso. Y con mi teléfono todavía en No
molestar, probablemente tengo al menos otra hora antes de
que mi jefe envíe a Agnes aquí para el control de daños.
Tomo un bocado del desayuno que acabo de hacer y ni

siquiera puedo probarlo. Mirando la pinta de bayas
orgánicas que casi había babeado cuando las compré, siento
el ardor de las lágrimas en la parte posterior de mi
garganta, subiendo por mi nariz y luego goteando de mis
ojos. La presa estalla. Cada parte de mí se siente rota y
apenas puedo respirar a través del dolor.
"Aww, Julia, no. No llores ".
"E-él a-arruinó mi desayuno."
Ella suspira. "Sé que lo hizo. Estúpido."
¿En qué estaba pensando, dejándolo entrar de la forma en

que lo hice?
*****
Greg
"¡Hombre! ¡Greg, levántate, hombre!"
Abriendo mis ojos, me vuelvo para mirar fijamente a la

puerta por la que Rux me está ladrando. Los destellos de la
noche anterior comienzan a hacer ping-pong alrededor de mi
cabeza, y soplo lentamente por la nariz.
"¡Greg!"
"Estoy despierto, idiota", gruñí, sacando mis piernas de su

cama de invitados. Estoy usando un par de pantalones cortos
y ni una maldita cosa más, gracias a Angela lanzándome
encima.
La mesita de noche está vacía, y busco mi teléfono antes de

recordar que también fue una víctima de lo que olía a
media botella de SoCo. Bien, y ahora veo la bolsa de arroz
integral en el suelo con mi teléfono dentro.
Debería haber llamado a Julia. A la luz del día, una

llamada cuando estaba un poco borracho parece el mal
menor de no llamar en absoluto, especialmente considerando
la forma en que transcurrió la noche.
"¿Qué?" Abro la puerta de un tirón, pero la expresión en el

rostro de Rux es de todo tipo de pánico. "Mierda. ¿Qué
ocurre? ¿Angela está bien? Vsev y Miser se iban a asegurar
de que llegara a casa ..."
"Ella esta bien. Pero, eh, Baxter, ¿has estado online esta
mañana?"
El plomo aterriza en mis entrañas, porque que Rux me mire

como es, sea lo que sea ... es malo.
"¿Qué?"
Empieza a darme su teléfono, pero en el último segundo

intenta retirarlo. No estoy de humor, lo agarro de todos
modos.
El aire sale de mis pulmones en un puñetazo mientras mis

ojos se mueven del titular "El centro de los Slayers Greg
Baxter se adelanta a la reportera de la NFL Julia Wesley" a
la secuencia de imágenes que no puedo entender. Porque sé
lo que pasó, y esta mierda no parece que Angela se desmaye
en el pasillo, yo la llevé al baño mientras ambos goteábamos
con trozos de su cena, y luego yo tratando de agarrarme de
ella cuando seguía deslizándose fuera de mis brazos
empapados de vómito para que su novia pudiera limpiarla
lo suficiente como para ponerla en un auto.
Pero luego vuelvo a mirar el titular.
"De ninguna manera dije algo sobre Julia. No estaba tan

jodido ".
Mis ojos se entrecerran en Rux, pero él da un paso atrás,

negando con la cabeza.
"Yo no, hombre." Sus manos se retuercen y parece que quiere

estar en cualquier otro lugar que no sea donde está. "Pero,
umm, hay algo más".
A continuación, estoy viendo un clip de uno de esos

programas matutinos. Julia entra a un juego de cocina y
saluda a los anfitriones, que llevan delantales y sirven cafés
en lo que debe haber sido un segmento pregrabado. Mi
corazón late con más fuerza al verla, en parte porque eso es
lo que sucede, y en parte porque la expresión del rostro de
Rux me advierte que esto no es bueno.
Los anfitriones le dicen que esperan que no le importe que

hayan invitado a otro amigo también. Estoy bastante seguro
de que me importa, porque un buen dinero dice que es Mike
Rylan. Caminan a otra parte del escenario dispuesta como
una sala de estar hundida. Efectivamente, Mike se está
levantando para saludarla, su sonrisa limpia se estiró tanto
que prácticamente se puede ver el brillo en sus dientes
blancos. Apuesto a que todos son reales.
"Ha estado en todas las redes sociales, hombre. Creo que salió
al aire esta mañana un par de horas después de que
aparecieran esas imágenes ".
En la pantalla, Rylan recibe un abrazo que no debería

ponerme celoso, pero sí.
Pasando de Mike a los anfitriones, Julia les lanza una

mirada maliciosa. "¿De qué se trata esto, chicos?"
Los anfitriones intercambian una mirada de complicidad y

luego la lanzan sobre ella. Creen que ella y Mike harían
una pareja adorable y quieren tener una serie de citas.
No puedo creer lo que veo. No puedo creer que ella no me

haya contado sobre esto. Solo pensando en el show de
mierda que fue ayer, supongo que realmente no le di la
oportunidad.
¿Estaba molesta y buscando un poco de consuelo, cuando

todo lo que tenía para darle era mi equipaje de mierda,
acusaciones infundadas y, finalmente, un novio que se largó
como una mierda en lugar de quedarse para asegurarse de
que todo iba bien?
Jesús, ¿por qué no llamé? ¿Por qué no podría ser el hombre

que ella se merece?
Julia parece menos sorprendida que divertida, como si

tuviera la idea de que esto iba a suceder.
Mira a Mike y sonríe. "Lo siento, Mike. Pero no creo que

podamos ser más que amigos de Xbox ".
Mike mira a la cámara y niega con la cabeza. Si este tipo no

está involucrado en todo, soy Lady Gaga. ¿Y qué es esto de
la Xbox?
"¿Puedes decirme por qué, al menos?" pregunta rígidamente,

sus ojos fijos en algún punto fuera de lugar. Sí, está leyendo
de una tarjeta de referencia, seguro.
Julia sonríe y dejo de respirar, porque es la sonrisa más

genuina y hermosa que he visto en mi vida.
"Bueno, por mi parte, soy una reportera secundaria y tú eres

un jugador de la NFL, así que no sería profesional. Pero
también está mi novio, Greg Baxter. Quizás lo conoces. Es el
centro de los Chicago Slayers ".
Los presentadores se cubren las mejillas y miran de reojo,

mirando a la audiencia con fingida sorpresa.
Toso una carcajada, reconociendo la verdad más profunda.

Todo esto fue una trampa, de acuerdo. Una configuración
para que Julia pudiera darme exactamente lo que estaba
esperando. Con esperanza.
Mi pecho se siente como si estuviera a punto de estallar, y

busco ciegamente mi teléfono, necesitando hablar con ella.
Pero luego lo recuerdo. Mi teléfono está enterrado en una
bolsa de arroz seco en el dormitorio de invitados de Rux ...
donde dormí en lugar de en el de Julia ... porque soy el idiota
más grande del puto planeta.
El espectáculo todavía se está ejecutando, y Mike está

hablando de lo fanático del hockey que es. Él y Julia se
sientan y comienzan a jugar NHL en Xbox.
Su sonrisa es brillante y clara, y me mata pensar que es

porque ella filmó este clip antes de que yo perdiera mi
mierda por nada.
Porque eso es lo que se siente ahora.
Ella me confió su imagen pública, lo que significa que me

confió su carrera. Y en cuestión de horas, hay fotos mías que
le hacen estallar todo en la cara.
Mierda.
Rux se aclara la garganta. "Son realmente muy buenos". Está

hablando de Julia y Mike. "Y, uhh, es muy divertido
escucharlos llamar al juego".
Sí, la he escuchado hacerlo antes, y es realmente buena sin

importar qué deporte esté viendo. Pero ahora mismo, estoy
más concentrado en marcar su número en el teléfono de Rux.
Esperando sonido de llamada que no llega.
Directo al buzón de voz.
Mierda.
—Ropa —digo, mi pánico va en aumento mientras agarro su

hombro y lo arrastro hacia su habitación. "Necesito pedir
prestada algo de ropa".
Veinte minutos después estoy en casa de Julia. El

estacionamiento es una mierda, y el lugar más cercano que
puedo conseguir está a tres cuadras. He llamado media
docena de veces desde que salí de la casa de Rux. Lo intento
de nuevo mientras cierro la puerta del auto y corro calle

arriba.
Mensaje de voz.
"Julia, estaré en tu casa en menos de cinco minutos. Por favor,

tienes que creerme, no es lo que parecía. Dejame explicar."
La ironía de esas palabras no se me escapa.
Me paso la mano por el cabello, notando las miradas que

recibo de los peatones. Algunos tienen sus teléfonos fuera, sin
duda captando una instantánea o un video rápido, pero no
puedo preocuparme por eso. Aprieto el teléfono de Rux con
más fuerza. "Déjame disculparme".
Cuelgo y acelero el paso a medida que crece el miedo en mis

entrañas.
En el vestíbulo, ni siquiera estoy en la recepción cuando el

tipo de seguridad que me dejó entrar ayer palidece y da un
paso atrás.
"Lo siento, señor Baxter. Me han ordenado que no te deje

subir ".
Me detengo donde estoy y niego con la cabeza como si tal

vez lo acabara de confundir. Pero cuando miro hacia atrás, el
tipo tiene su mano en un teléfono, como si estuviera
pensando en llamar a la policía.
"Espera, mira, hombre. ¿Puedes simplemente llamarla? Lo

juro, no voy a causar ningún problema. Pero necesito que la
llames. Pregúntale si puedo tener cinco minutos. Dos. Ni
siquiera necesito subir. Ella podría venir aquí ".
"Señor. Baxter, me dijo específicamente que no eras

bienvenido ".
"Por favor. Una llamada. Entonces me iré. Te estoy

suplicando."
La mandíbula del tipo se mueve y, después de respirar, toma

el teléfono y presiona un botón en la consola.
"Señorita Wesley, soy Ronnie del escritorio. Lamento

molestarla, pero el Sr. Baxter pregunta si ... "
Sus ojos amarillentos se trasladan a los míos y mi corazón se

hunde. Mierda.
La puerta de la acera se abre detrás de mí y, junto con el

tráfico de la calle, escucho el sonido de una multitud reunida.
Mi nombre rebota junto con el de Julia y ... ¿Mike Rylan?
Giro la cabeza y me encuentro con una mirada glacial

cuando Mike acecha detrás de mí.
"¿Qué diablos estás haciendo aquí?" Exijo, como tengo

derecho a saber.
Me mira con disgusto en sus ojos. "Todavía en la ciudad

desde ayer. Estoy aquí para ver cómo está Julia, gilipollas."
Sacude la cabeza y exhala un aliento caliente. "¿Tienes idea
de lo enfermo que me pones? ¿Una chica así? Ella te dio la
inyección que nadie recibe. ¿Y así es como la tratas?"
Ronnie se aclara la garganta detrás de mí y aprieto los

dientes.
"Señor Baxter, me temo que tengo que pedirte que te vayas.

Sr. Rylan, puede tomar los ascensores de la derecha ".
Mike muestra una sonrisa. "Subiré en un minuto. Tan pronto

como Baxter despegue". Sus brazos se cruzan sobre su pecho y
su barbilla sobresale en mi dirección. "¿A menos que pienses
que va a pasar algo más aquí?"
Esto es demasiado. Este jugador de fútbol cobarde no está

pensando seriamente que vamos a derribar.
"No voy a darte un puñetazo, Rylan", gruñí, tratando de

averiguar cómo diablos voy a conseguir que Julia me hable.
Pero luego el tipo está de vuelta en mi cara.
"¿Por qué no, por las cámaras? No creo que eso te detenga ".
Miro detrás de mí y, efectivamente, la pared de vidrio está

llena de gente sosteniendo sus teléfonos, probablemente
transmitiendo esta mierda en vivo.
No me importan a mí, pero sí a Julia. E incluso si no lo

hicieran, no pondría una mano sobre este tipo, que parece
que solo está esperando una excusa para ponerme un
puñetazo.
"Las cámaras no se refieren a Jack", grito, "pero a Julia le

gustas. Y te preocupas lo suficiente por ella como para
enfrentarte cara a cara conmigo, "especialmente cuando él
sabe que perdería", dice que tal vez no eres tan malo ".
La mandíbula lista para la pelea se relaja y cierra los ojos.
Miro hacia el ascensor que no usaré y luego de vuelta a

Mike.
Mierda.
"Mira, eres un profesional. Tienes que saber que no todo lo

que se informa es real. Te lo digo, no pasó nada con esa
chica excepto que vomitó encima de mí. Y cuando traté de
ayudarla, un idiota decidió hacer que pareciera otra cosa ".
Mike debe saber que lo que estoy diciendo es posible, así que
dejo mi ego. "Por favor, hombre. ¿Podrías decirle que es
posible que haya otra explicación? Pídale que hable
conmigo ".
Se pasa una mano por la mandíbula, como si lo estuviera

considerando, cuando una voz aguda suena detrás de mí.
"Greg".
Dios, se ve tan enojada como suena, pero nunca había visto

ni escuchado nada mejor en mi vida. Seré capaz de
explicarlo. Para hacer esto bien.
Julia, gracias a Dios.
Me dirijo hacia ella, pero su mano se levanta para

detenerme.
"No. Greg, hemos terminado. No quiero hablar contigo. No

quiero verte ni oír hablar de que intentas llegar a mí a
través de las personas que me importan". Ella mira más allá
de mí hacia la creciente pared de observadores más allá del
cristal. "Si tienes una pizca de respeto por mí o por mi
carrera, te irás sin hacer más escena".
Sus palabras golpearon peor que cualquier golpe. Ella me

está interrumpiendo.
Si me voy ahora, habremos terminado. Durante todos los

años que la conozco, una cosa de Julia nunca ha cambiado.
Cuando se trata de chicos, no da segundas oportunidades.
Pero parece que está colgando de un hilo, y ni siquiera
puedo imaginar cómo se va a levantar por debajo del daño
que ya le he causado. Si me quedo, será aún peor.
Una mano aterriza en mi hombro y me vuelvo hacia Mike,

quien asiente con la cabeza hacia Ronnie. "¿Hay una forma
de salir de aquí? ¿Una salida trasera que pueda usar?"
Quiero clavar mis talones y soltarme del agarre de Mike.

Quiero tomar a Julia en mis brazos y suplicarle que me
escuche. Pero le debo más que eso. Entonces me voy.
20
Greg
La práctica es difícil. Los chicos me dan un amplio espacio en

el hielo y fuera. Todo el mundo ha oído hablar del segmento
del programa matutino y ha visto las imágenes. Todos
excepto Vsev, que es lo suficientemente tonto como para
perderse la práctica y no contestar su teléfono.
Corto el hielo de arriba a abajo, disparando discos uno tras

otro, esforzándome en los ejercicios, aunque mi enfoque es
una mierda. En el momento en que salgo del hielo, el
entrenador me lleva a un lado para morderme el trasero por
mantenerme alerta sin importar lo que ocurra en mi vida
personal y decirme que tenga la cabeza bien para el juego
de mañana.
Sé que es lo que tengo que hacer, pero todo lo que puedo ver
es la cara de Julia cuando la abandoné.
Es su voz la que escucho cuando abordamos el avión esa

noche hacia Las Vegas, y son sus ojos enrojecidos de cuando
aparecí en su edificio lo que me persigue cuando trato de
dormir.
Ella está en mi mente al día siguiente cuando llegamos a la

pista para el juego, pero durante un minuto caluroso cuando
entro al vestuario, eso cambia.
"¿Jodidamente casado?" Rux ladra, ojos muy abiertos,

barbilla echada hacia atrás.
Vsev tiene una sonrisa de suficiencia, girando en un círculo

lento mientras levanta su mano izquierda para que todos
vean la enorme banda de oro tachonada con diamantes en
su dedo índice.
"Espera, ¿estabas aquí?" Pregunto, dejando mi mierda y

acercándome a mi compañero de equipo más joven, lista
para darle un poco de sentido. "¿Tienes idea de lo que te
puede costar este truco?"
El asentimiento que recibo es confiado y seguro. "Me siento

este juego. El entrenador se enoja mucho cuando llamo, pero
lo entiende".
Todos gimen, y Vsev palmea el aire frente a él para

calmarlos.
"Tengo esposa ahora. Celebramos después del partido ".
Casi tengo miedo de preguntar. "Amigo, ¿cómo conociste a

esta chica? ¿Sabes algo de ella?"
Se ríe como si fuera el tipo más divertido que haya conocido

y me da una palmada en el hombro. "¡Tú nos presentaste!
Mi esposa es Ángela. La llevo a casa después de la fiesta y
me pide que me quede".
Aparentemente, pasaron la noche hablando y, por la

mañana, el niño estaba reservando un vuelo a Las Vegas.
Vsev me hace un gesto para que se acerque, su expresión se

vuelve sombría. "Escuché lo que pasó con tu Julia". El niega
con la cabeza. "Conozco a una chica que sacó fotos. Le pido
que me dé todas las fotos esta mañana. Los tienes después del
partido ".
Me quedo ahí y me quedo boquiabierto. "¿Qué? ¿Cómo?"

Asintiendo hacia un lado, se pasa la mano por la barba

irregular de la mandíbula. "Es una chica con la que paso
tiempo antes de llevar a Angela a casa. Ella se pone celosa y
quiere que mi Angela se vea mal, pero yo lo sé mejor ".
Acerco al chico para darle un abrazo, mis ojos

peligrosamente cerca de lagrimear. "Gracias hombre. Y
felicitaciones. ¿Pero hay alguna posibilidad de que pueda
obtener esos archivos ahora? Necesito enviárselos a un
amigo ".
Cuando tomamos el hielo, estoy emocionado, levantado y

jugando como si Julia pudiera estar mirando. Ganamos seis a
dos, tres de esos puntos son míos. Después del partido, todo el
mundo quiere una parte de mí. Quieren una declaración
sobre mi relación con Julia, quieren saber quién era la chica
de las fotos y quieren saber cómo pude jugar un juego como
ese con todo lo demás que está sucediendo. No tengo tiempo
para nada de eso y me abro paso entre la multitud,
empapado de sudor. Usando mis patines y equipo, encuentro
un lugar en la parte de atrás del vestuario para llamar. Rezo
para que algo haya cambiado en las horas desde que le
envié los archivos y ella lo recogerá. Que al menos escucharé
sonar el teléfono más de una vez y sabré que ella me
desbloqueó.
No sucede.
La adrenalina que ha estado bombeando caliente por mis

venas comienza a enfriarse y reviso mis mensajes.
Mike: Le enseñé las fotos. Ella cree que no pasó nada, pero
todavía no quiere verte. Lo siento.
*****
Julia
"Julia, ¿me escuchaste?", Mi nuevo agente, Midge

McCalister, da un codazo desde el otro lado del escritorio en
su oficina de Chicago tres días después. Con sus ojos agudos,
su pulcro bob negro y su impecable traje de poder, es el
epítome de lo controlado, a pesar de los recientes desarrollos,
todavía tenemos que girar en algo más que en el choque de
trenes que son. "Es un juego ... está bien, probablemente sean
dos. Pero no tenemos ninguna razón para creer que no
volverás al campo después de eso ".
Lo he escuchado antes.
Solo quieren dejar que el polvo se asiente en el frenesí de

alimentación de los medios. Espere hasta que la gente deje de
desenterrar y analizar cada foto que nos tomaron a Greg y a
mí juntos desde el segundo año de la escuela secundaria.
Por ahora, estoy haciendo el trabajo entre bastidores.

Asegurándome de que Jane Josnick esté en funcionamiento
mientras completa.
"Sé que dijiste que no estabas interesada, pero antes de que

la rechace oficialmente ... hay dos ofertas de programas de
citas. Una como anfitrión, otro como participante ... "
Levanto la mano para detenerla. "Estoy segura. Esa no es la

dirección en la que quiero que vaya mi carrera. Incluso si me
delegan en el trabajo detrás de escena, el deporte es donde
está mi corazón ".
"Entiendo." Dejando los dos archivos a un lado, cruza los

brazos sobre su escritorio y me mira a los ojos. "Esto se
acabará, Julia. Solo dale algo de tiempo."
Trago saliva espesa. "Mucho de eso".
Después de la reunión, tomo un taxi de regreso a mi

apartamento y, arrodillándome cuando entro por la puerta,
me empapo del fuerte abrazo de Matty.
"Mami dice que necesitas uno grande", jadea, usando todas

sus fuerzas para apretarme.
Riendo, me pongo de pie y lo llevo conmigo. Cammy camina

hacia la lavadora con una canasta de ropa, ternura en sus
ojos mientras ve a su pequeño consolarme. En el siguiente
parpadeo, ha tenido suficiente y se retuerce para lanzarse a
la sala de estar donde ha estado colgando adornos en nuestro
árbol artificial.
"No tenías que acortar tu viaje". Tomo la canasta de sus

manos y caminamos de regreso al rincón de la lavandería.
Se encoge de hombros, apoyando una cadera contra la

máquina mientras amontona camisetas de Spider-Man y
calzoncillos de Hulk en la máquina. "No tenías que dejar
todo para acogerme cuando Jeremy decidió que prefería
unirse al ejército y estar destinado en el extranjero que
quedarse y ayudarme a criar a nuestro hijo".
El aire en mis pulmones se siente pesado, como si todos los

suspiros del mundo no fueran suficientes para aliviarlos. "No
es lo mismo".
"¿No es así? ¿El hombre en el que confiaba para estar allí

con usted saltando del barco en segundo lugar, no sale
exactamente como él se siente cómodo?" Ella niega con la
cabeza. "No debería haberte empujado con él. Solo pensé: es
Greg. Él es diferente. El tiene que ser."
Ella enciende la máquina y regresamos a la sala de estar,

donde me quito los tacones y meto los pies debajo de mí en
el sofá.
"Creo que ese es mi mayor problema. Sé que no fue infiel. No

se enganchó con la chica en esa fiesta, e incluso si no hubiera
visto las fotos reales, creo que le habría creído en eso. Pero ...
yo confiaba en él ". Mi voz se quiebra y encuentro los ojos
comprensivos de mi hermana. "Quiero decir, ¿puedes siquiera

imaginar si realmente hubiera estado embarazada?" Si de
alguna manera, nuestro control de la natalidad fallaba y
habíamos creado una pequeña vida milagrosa entre nosotros
..." y él simplemente había despegado. Como mi padre. Y el
padre de Cammy. Y el maldito Jeremy, que no pudo estar
allí para mi hermana, pero dos años después se casó con una
chica alemana.
No estoy lista para tener un bebé. No es parte de mi plan

durante al menos otros tres años. Pero con Greg, pensé que si
algo así sucedía, podía contar con que él estaría allí para
enfrentarlo conmigo. Finalmente me permití creer que él no
era el tipo de persona que se iría.
Cammy se acerca y envuelve sus brazos alrededor de mis

hombros. "Lo siento mucho."
Asiento con la cabeza.
"Yo también."
*****
Greg
La sacaron del juego.
Quiero vomitar, y luego quiero golpear a alguien, pero mi

juego contra los Flyers acaba de terminar, aprovechando
todas las oportunidades para desahogar algo de agresión.
"Baxter, todo un juego esta noche. ¿Esa pelea en la primera

se te metió en la cabeza?"
Hay un micrófono dirigido a mí y al otro lado de alguien

con un trabajo muy parecido al de Julia. Pienso en ella y me
obligo a dar una respuesta directa, para controlar mi
temperamento. Para recordar, todos simplemente estamos

haciendo nuestro trabajo.
Luego vuelvo a mi puesto y dejo mi equipo. Me ducho y les

paso la invitación de los chicos para salir. Cuando vuelvo al
apartamento que no se siente bien desde que Julia dejó de
dormir conmigo, le envío otro mensaje de texto que no lee. Y
espero la llamada que no llega.
Hago lo mismo unas noches más tarde, cuando alguien

llama a mi puerta. Mi corazón comienza a latir con fuerza,
porque con la seguridad en este edificio, no hay mucha
gente que tenga acceso a la puerta de mi casa. ¿Pero Julia?
Ella es uno de ellos.
Me pongo unos jeans y me pongo una camiseta por la

cabeza mientras recorro el pasillo, todas las cosas que necesito
que ella escuche corriendo por mi cabeza.
Disculpa en mi lengua, abro la puerta y ...
"Nunca llamas ... nunca escribes". Vestido con jeans y un

abrigo de cachemira, Jack Hastings muestra una sonrisa seca.
No es Julia.
Se siente como si acabara de chocar de frente contra una

pared de ladrillos. Y luego aterrizó en mí.
"Jack." Me apoyo en la jamba de la puerta y dejo que me

sostenga. "¿Qué estás haciendo aquí?"
Sostiene un paquete de seis cervezas artesanales, dos de las

cuales han sido reemplazadas por la cerveza light que suelo
beber.
"Wagner está trayendo una pizza". Su mano se interpone

entre nosotros y entrecierra los ojos. "No quiero una maldita
palabra sobre no estar dispuesto a hacerlo, porque
esencialmente tuve que mover cielo y tierra para que saliera

y le diera a Abby una noche libre de su implacable
adoración. Así que todo lo que quiero de ti es un poco de
gratitud, ¿entendido?"
Sopeso mis opciones. Soy más grande que Jack, diablos, soy
más grande que la mayoría de los demás. Pero a él, me han
vencido cinco pulgadas y setenta y cinco libras de músculo.
Lo que significa que si lo quiero fuera, se irá.
La cosa es que él es el dueño de este edificio. Y si me quiere

fuera, me voy.
No es que él hiciera algo así. Demonios, volvemos a la

escuela secundaria, y en un día cualquiera cuando mi
corazón no está jodidamente destrozado así, nos llevamos
bien. ¿Pero hoy?
No espera mi aprobación, sino que pasa a mi lado y entra

en el apartamento con su cerveza no combinada y sus
buenas intenciones.
El ascensor suena antes de que pueda cerrar la puerta, y

luego tengo a Hank empujando hacia mi espacio también.
Pero al menos tiene un Lou Malnati en la mano.
Lo dejamos en la sala de estar, Jack se hundió en el lugar del

sofá donde Julia a veces investigaba los equipos que cubriría
esa semana. Me encantó el aspecto de sus piernas pálidas
contra el cuero color carbón y cómo ocupaba incluso más
espacio que yo cuando tenía todas sus cosas esparcidas a su
alrededor.
Jack se aclara la garganta. "Amigo, ¿te importaría poner las

luces altas de tu corazón roto en Hank un minuto para que
pueda comer?"
Me paso una mano por la cara y la jalo.

Hank muerde la mitad de su rebanada y la sigue con un

largo trago de cerveza. Dando un empujón a sus lentes en su
nariz, va directo al grano. "¿Qué estás haciendo para
recuperarla?"
"Sí, porque ver esa cara deprimida tuya después de cada

juego me deprime como una mierda". Deje que Jack revele su
acto de caridad como algo egoísta. "Y amigo, cada vez que
soplas en el hielo desde que todo esto pasó con Julia, es como
si toda la arena se estremeciera, preguntándose si esta es la
noche en la que pierdes tu mierda".
Miro a Hank, quien me da una leve sacudida de cabeza y

pone los ojos en blanco. "Jack está exagerando".
"El infierno que soy." Señalando a Hank con una rebanada

doblada, agrega: "Joder, me dijiste que Abby casi estaba
llorando cuando lo vio en el juego posterior".
Hank da otro bocado lo suficientemente grande como para

que me pregunte si debería hacer una búsqueda rápida de
las técnicas de Heimlich. Supongo que lo dejamos así.
Me siento hacia adelante, con los codos en las rodillas y la

cerveza colgando entre las manos. "No se que hacer. La
cagué ".
Diez minutos después, tienen los trazos generales de lo que

sucedió y algunos de los puntos más finos. La gente dice que
hablar de mierda es curativo, pero lo único que siento es
crudo por revivir el error que me costó lo único que importa.
"He llamado cientos de veces para disculparme. Enviado por

correo electrónico para explicar lo que estaba pasando por mi
cabeza. Pero ha bloqueado mis llamadas, y solo puedo
imaginar que está manejando el resto de la misma manera.
Quiero ir allí, pero ya la sacaron de dos juegos por la mala
prensa con esta situación. Lo último que quiero hacer es
empeorar las cosas ".
Jack silba entre dientes y niega con la cabeza como si la

situación que le he presentado fuera tan inútil como se siente.
"Lo que necesitamos es distraerte. Alguien para distraer tu
mente ... "
"No", interrumpe Hank, dándole a Jack una mirada

exasperada. "No lo escuches. Las distracciones no te acercarán
más a donde quieres estar ".
Estoy bastante seguro de que Jack está hablando de otra

mujer, y estoy agradecido con Hank por tener algo de
sentido común. La idea de estar con alguien que no sea Julia
me pone casi tan enfermo como pensar en ella con
cualquiera que no sea yo.
Hank toma otro trozo de pizza, lo dobla y lo mira,

considerándolo. "Ella es más de fútbol que de hockey,
¿verdad?"
No es exactamente el recordatorio que necesito en ese

momento, pero ... "Sí, ¿por qué?"
Cuando sus ojos se levantan, son tan serios como nunca los he
visto. "Entonces tal vez deberías empezar a pensar como un
jugador de fútbol".
Lo miro y luego miro a Jack, cuya cara de WTF coincide

con mi pensamiento.
¿Fútbol? Agarro la caja de pizza y señalo la puerta. "Fuera."

21
Julia
Es uno de esos días tempestuosos de diciembre en los que

todavía hace demasiado calor para nevar y la capa de
nubes es lo suficientemente baja como para ocultar la parte
superior de los edificios. Hay un lavado gris en la ciudad y
un frío húmedo en el aire cuando mi taxi atraviesa el centro.
Pero podría ser enterrada bajo cada manta que tengo y
todavía sentiría frío.
Han pasado casi dos semanas y solo puedo pensar en Greg.

Cómo, durante diez años, habría sido la primera persona a la
que llamaría para hablar sobre lo que estaba pasando con
mi carrera. Cómo, incluso antes de que estuviéramos juntos,
llenó un lugar en mi vida donde nadie más encajaba.
Lo extraño.
Extraño la amistad que protegí con tanta fiereza hace todos

esos años, y extraño la relación que me hizo sentir completo
de una manera que nunca antes había sentido.
Todos los días quiero llamarlo, fingir que nada ha cambiado

y que las últimas dos semanas no sucedieron. Pero luego
recuerdo la forma en que se veía al irse. Cómo me sentí allí
sentada esperando a que regresara.
Tan estupida.
Como la peor tonta.

Más sola de lo que nunca había estado.
Y así, todos los días cuelgo el teléfono antes de hacer algo de

lo que me arrepienta. Me concentro en quitarle el brillo a mi
reputación y estar lista para volver al campo ... durante unos
diez minutos, hasta que miro mi teléfono de nuevo.
Hay otro mensaje nuevo esta mañana.
Cammy cree que debería borrarlos todos. Limpiarlo por

completo. Pero no puedo obligarme a hacerlo.
Mi pulgar se desplaza sobre el icono de correo de voz.
Prometí que no escucharía, pero tal vez solo uno. Solo para
escuchar su voz. Tal vez no me afecte como solía hacerlo.
Con el corazón acelerado, escucho un mensaje de principios

de semana.
"Hola hermosa", comienza con esa voz baja y retumbante

que toca cada parte tierna de mí. Esto es un error. "La
cafetera del entrenador explotó antes de la práctica de esta
mañana. Ni siquiera sabía que esas pequeñas máquinas de
taza única podían hacer eso, pero el tipo salió corriendo de su
oficina como un jodido oso en llamas. Pequeños trozos de
tierra salpicaron toda su camisa, MFs volando fuera de su
boca de izquierda a derecha. Obviamente, está bien. Sé que
te preocuparás por eso. Pero después de la forma en que me
ha estado montando el culo sobre mi actitud, no voy a
mentir, fue la maldita cosa más divertida que he visto en
mucho tiempo ". Hay una sonrisa en su tono, pero la escucho
desvanecerse con su suspiro. "Sé que no estás escuchando. Sé
que es estúpido seguir dejándote mensajes que nunca
escucharás. Pero no puedo evitarlo. Echo de menos hablar
contigo. Extraño tu sonrisa y tu risa. Así que como el cobarde
que soy, llamo a tu buzón de voz todos los días para
escuchar tu mensaje saliente y luego hablo como si todavía
estuvieras escuchando. Como si todavía fueras mi chica.
Como si no te hubiera perdido, joder". La palabra rechina

áspera y tan dolorida, mi garganta se obstruye y tengo que
contener las lágrimas. Luego, en voz baja, como si ya no me
estuviera hablando, dice: "Lo he perdido todo".
Hay silencio, y creo que tal vez simplemente va a colgar.

Creo que es el final y mi corazón se siente como si se
estuviera rompiendo de nuevo. Como si no pudiera
soportarlo. Pero luego se le aclara la garganta y está de
vuelta. "De todos modos, espero que estés teniendo un mejor
día que el entrenador. Te amo, Jules. Hablamos mañana ".
El taxi se detiene frente a mi edificio y rápidamente me

limpio las mejillas llenas de lágrimas. No debería haber
escuchado.
Porque ahora quiero escuchar el resto.
El taxista gira en su asiento, mirándome con los ojos muertos.

Bien. Hora de salir.
Me dirijo al interior del mamut de piedra blanqueada que

alberga nuestras oficinas, dolorida por el mensaje de Greg.
¿Por qué sigue llamando?
Los chicos del mostrador de seguridad saludan y un amigo

me llama desde el otro lado del vestíbulo.
¿Por qué Greg tenía que sonar tanto como yo me siento?
Respondo a un mensaje de texto de Midge, confirmando que

puedo reunirme con ella esta tarde.
Luego cuento los mensajes que Greg me ha dejado desde esa

horrible noche, preguntándome si suena así en todos ellos.
¿Por qué sigue luchando por mí ... cuando se fue?

Las puertas del ascensor se cierran deslizándose cuando un

último pasajero se interpone entre ellas.
Puaj. Ray.
"¡Julie! Me alegro de haberte atrapado. Esto me ahorra una

llamada ". Su boca tira hacia abajo en las comisuras.
"Necesitamos hablar."
Me pica la piel. No quiero hablar con Ray en este momento,

pero no diré que no. ¿Cómo puedo, cuando la decisión sobre
el juego de la próxima semana se tomará esta noche?
Preparándome, lo sigo de regreso a su oficina y cierro la

puerta detrás de mí.
"Está cerca, Julie. Demasiado cerca."
Mi corazón se hunde. "¿No están seguros de la semana que

viene?"
Deja escapar un suspiro lento y me indica con la mano hacia

la zona de asientos de su oficina. Hay cajas y archivos en
todas las sillas, dejando solo el sofá. "Sientate. Te diré lo que
sé ".
Yo cierro mis ojos. Hoy no.
"Estoy demasiado ansiosa para sentarme, Ray. ¿Que esta

pasando?"
"Todavía no están convencidos de que la situación sea lo

suficientemente estable. Que los espectadores crean que estás
castigada, asentada. Que se puede confiar en tu juicio". Su
expresión es una máscara de simpatía, pero conozco a este
hombre lo suficiente como para reconocer el cálculo en sus
ojos. "Puedo ayudarte."
Cruzo los brazos y doy un paso atrás. No me gusta cómo

suena esto. "¿Ayudarme cómo, Ray?"
"Quédate conmigo, Julie. Necesitas mi protección, ahora más

que nunca. Cena conmigo esta noche ". Entra en el espacio
que acabo de poner entre nosotros y, bajando la voz, dice:
"Cariño, nadie se atrevería a hacer un movimiento contra ti
si estuviéramos juntos".
Juntos.
Trago más allá del aumento de las náuseas como resultado

de su oferta. He tenido suficiente.
Me obligo a sonreírle cortésmente a Ray, porque soy un

profesional, aunque él no lo sea. "Voy a transmitir tu oferta.
No es apropiado. Y si la clave de mi carrera está ligada a
con quién salgo en lugar del tipo de reportaje que hago,
bueno, entonces no me interesa. La cosa es que tengo
bastante confianza, no lo es ". Abro la puerta y miro hacia
atrás. "Y Ray, no me llames cariño. Mi nombre es Julia."
No he sentido mucho más que el dolor en mi pecho desde

que todo se vino abajo con Greg. Pero ahora mismo me siento
libre. Me siento orgullosa.
Y siento que solo hay una persona en el planeta a la que

quiero llamar para contarle.
En cambio, me acerco a la recepción y reservo la pequeña

sala de conferencias para la tarde. Es apenas más grande
que mi cubo, con paredes suaves de color beige y una mesa
funcional con dos sillas útiles. Nada lujoso, pero más que
suficiente para lo que necesito hacer.
Me siento y escucho el primer mensaje. Es un flujo libre de

súplicas de disculpas aterrorizadas por dejar como lo hizo y
explicaciones urgentes sobre lo que no sucedió en esa fiesta.
Es desgarrador, porque si hubiera escuchado ese mensaje doce
horas antes de que realmente lo enviara, tal vez no

estaríamos donde estamos.
Me duele el estómago al pensar eso.
Greg entró en pánico y se fue, sí. Pero no fue el único en

correr.
Pero él era el único que seguía regresando.
Me obligo a seguir escuchando. Para escuchar cada palabra

que me dijo. Es doloroso, pero es importante.
El mensaje que se escuchó debe haber sido de una semana

después de que rompimos.
Lo siente. Él me echa de menos. El me ama. Pero hay más.
"Nunca te hablé de Shelly". Suena cansado y veo que la

marca de tiempo era cerca de las dos de la madrugada. "No
es una pregunta como," ¿Te lo dije? "No lo hice. Pero debería
haberlo hecho. No haría que mis acciones fueran menos
horribles, pero al menos tal vez no hubieras tenido tantas
preguntas sobre por qué ".
Me cuenta sobre la mujer que pensó que amaba, y cómo

había estado tratando de estafar para abrirse camino en la
manutención de niños de por vida. Qué difícil había sido la
espera para saber si era padre. Y cómo había sido aún más
difícil aceptar el hecho de que ella había estado jugando con
él desde el principio. Que nada de lo que él pensaba que
tenían o de lo que ella sentía por él había sido real.
Había durado meses y meses, casi costándole la carrera por

la que había sacrificado todo. No había habido un bebé, y le
había costado algún tiempo darse cuenta de cómo se sentía
al respecto.
Me duele el corazón al saber que había tenido que pasar por

todo eso. Que alguien pueda traicionarlo de esa manera es
repugnante.
"Esto probablemente suena como poner excusas, y sientes que

no podrás confiar en mí para no volver a despegar contigo.
Pero Julia, tienes que entender. Hasta hace una semana,
nada en mi vida me había aterrorizado tanto como lo que
pasó con esa mujer. Pero ahora sé lo que es el miedo real. Te
estoy perdiendo ".
Cuando puedo ver más allá de las lágrimas, leo todos los
mensajes de texto y abro todos los correos electrónicos. Pensé
que los primeros mensajes serían los más difíciles. Estaba
equivocada. Los últimos cortan lo peor. Aquellos en los que
Greg parece resignado a lo que habíamos terminado ... pero
aún no ha podido dejarlo ir.
Han pasado horas, y he pasado por toda mi bolsa de

pañuelos de viaje llorando, tratando de averiguar cómo
hacer esto bien. Los Slayers juegan contra los Bruins mañana
por la noche. Lo que significa que Greg probablemente ya
esté a medio camino de Boston.
Podría llamarlo. Pero tenderle una emboscada cuando está

rodeado por sus compañeros de equipo sin forma de escapar
no parece justo.
Solo queda por reproducir el mensaje de esta mañana y,

cuando comienza, empiezo a tomar vuelos a Boston.
"Julia. Eso es todo. No más llamadas. Entonces, si no vuelvo a

hablar contigo ... sé que lo digo en serio cuando digo que te
deseo lo mejor en la vida ".
El aire deja de moverse a través de mis pulmones y mi

teléfono suena contra la mesa.
Oh Dios. Me está dejando ir.

Tropezando fuera de mi silla, guardo mi teléfono y mi

computadora portátil en mi bolso de gran tamaño. Mis pies
no pueden moverse lo suficientemente rápido cuando
atravesé los pasillos hacia el ascensor. Estoy a la mitad del
vestíbulo cuando escucho el sonido agudo de mi nombre y
me doy la vuelta para encontrar a mi jefe, con la cara roja y
resoplando detrás de mí.
"Bill, lo siento, estoy saliendo". Cualquiera que sea la decisión

que tomen sobre mí cubriendo el juego, me enteraré mañana
por la mañana.
"Whoa, más despacio un segundo. No te esperaba hoy, o te

habría cazado antes. ¿Estás bien?"
Es muy probable que me vea como el infierno, pero es lo

último que me preocupa. "Estoy bien. Solo vine para sacar
cintas para los juegos de la próxima semana, pero me desvié
".
Su cabeza se inclina hacia adelante, los ojos afilados. "Dime

que esto significa que estás lista para el juego de esta
semana. Nos acercamos a los playoffs y necesito mi mejor
esfuerzo. Jane no se adapta a los productores del juego como
tú. Honestamente, hubo algo de acción en el campo de lo que
habrías estado encima y que ella se perdió de plano. He
estado posponiendo el anuncio de quién iba a cubrir, con la
esperanza de que volvieras ". Hace una mueca y rechina los
dientes antes de agregar a regañadientes: "Pero si necesitas
más tiempo, le daré una oportunidad a ese chico Bradley".
Si necesito mas tiempo? ¿Que demonios?
"Bill, estoy absolutamente listo para el juego. Ya hice la

preparación. La cosa es que realmente necesito llegar al
aeropuerto, así que no puedo hablar contigo sobre esto ahora.
Volveré a tiempo para volar con todos para la preparación
previa al juego, pero antes de eso, tendré que hablar contigo

por teléfono o correo electrónico".
El color desaparece de su rostro. "¿Entrevista?"
"¿Qué? No. Es personal ". Me detengo y niego con la cabeza.

Estoy viviendo una vida media y fingiendo que las cosas
que me importan no son importantes. Es mejor que Bill sepa
lo que está pasando y pueda decidir cómo manejarlo desde
allí. "Voy a Boston para ver a Greg Baxter".
Deja escapar un suspiro de alivio. "Miren, estoy a favor de

que ustedes niños lo resuelvan. Pero te necesito aquí en
Chicago durante las próximas tres horas. Después de eso, iré
yo mismo a tomar el vuelo a Boston. Primera clase."
¿Eso es?
Todavía estoy tratando de superar mi sorpresa por su

indiferencia con respecto a una relación de atleta cuando el
resto se registra. Bill es notoriamente tacaño, por lo que cubrir
mi vuelo significa que sea lo que sea, es grande. "¿Que esta
pasando?"
Con los ojos abiertos por el vestíbulo, baja la voz. "Rylan.

Tiene un anuncio. Creo que es el hombro. Fuiste el primero
en reconocerlo, así que te ganaste el lugar. Pero lo más
importante, preguntó por ti específicamente. Está ofreciendo
una exclusiva ".
Si fuera alguien más que Mike.
"Dos horas."
Bill aplaude una vez y asiente, sonriéndome. —Será bueno

tenerte de vuelta, Wesley. Nadie conoce el juego como tú ".
Asiento con la cabeza y luego: "Oye, Bill, ¿qué te dio la idea

de que no estaba preparada para los juegos?"
"¿Mmm? Hettler. Dijo que lo estabas pasando mal.

Necesitabas un descanso". Frunciendo el ceño, pregunta:
"¿Eso no es exacto?"
Mi sangre hierve, pero la mantengo unida, manteniendo el

nivel de voz y la calma cuando respondo. "¿Qué tal si en el
futuro dejamos a Ray fuera del circuito cuando se trata de
llamadas sobre mi carrera?"
Los ojos de Bill se vuelven mortalmente agudos. "Hecho." Lo

siguiente que supe es que su teléfono está en su oído y está
caminando de regreso hacia el ascensor. "Agnes, organiza
cualquier viaje que necesite Julia Wesley para esta noche, y
haz que RR.HH en mi oficina lo antes posible ... Sí, Ray
Hettler".
22
Julia
Noventa minutos después, estoy sentada frente a Mike

Rylan en la sala privada de un popular bar de Lakeview,
terminando las cosas. Sé que Mike solo estaba tratando de
ayudar llamándome específicamente para cubrir esto, y
significa mucho. Y me alegro por él de que no esté
anunciando su retiro ... pero aún así, los planes de Mike para
presentar un programa de citas fuera de temporada no
merecen mi retraso. Necesito llegar a Boston y hablar con
Greg.
Solté el micrófono y se lo entregué a un PA que se despidió

mientras el resto del pequeño equipo se encargaba del
equipo.
"Felicitaciones de nuevo, Mike. El espectáculo suena genial "
—digo, agarrando mi abrigo y mi bolso del reservado detrás
de nosotros. No tuve tiempo de hacer la maleta, pero todo lo
que necesito es mi billetera para subirme al avión.
Para llegar a Greg. Por favor, no me dejes llegar demasiado

tarde.
Mike mete las manos en los bolsillos y mira alrededor de la

habitación ahora vacía. "Sí, bueno, es el comienzo de una
transición necesaria. Tengo una temporada más en mí, pero
¿después de eso? "
Lo que me está diciendo no fue parte de la entrevista y me

doy la vuelta. "Me preguntaba."
"Lo sé. Y diablos, cuando sea el momento adecuado ... tal vez
la exclusiva de ese anuncio me haga volver a estar en tus
buenas gracias ".
Le doy una mirada interrogativa, y esa sonrisa de aww-

shuck se torna peculiar mientras se encoge de hombros,
retrocediendo. "No me odies, Julia".
¿Odiarlo?
Solo entonces, lo siento, esta especie de sensación cálida y

hormigueante de conciencia me invade. Me congelo, mis
pulmones se bloquean alrededor de mi próximo aliento.
"Jules".
Lentamente, me vuelvo, la emoción atascando mi garganta

mientras tomo mi primera mirada al hombre que no he
visto en semanas pero que no he podido salir de mi mente
por un minuto. Está vestido con un traje oscuro, su cabello es
un sexy desorden oscuro y sus ojos demasiado azules están
fijos en mí con una intensidad que me inmoviliza en mi
lugar.
A lo lejos, me doy cuenta de que Mike me da una palmada

en el hombro mientras se aleja, pero estoy demasiado
sorprendida, demasiado absorta por el hombre que está
frente a mí para responder.
Las fosas nasales de Greg se ensanchan y los músculos de su

mandíbula de corte duro se flexionan mientras acaricia mi
mejilla con un nudillo.
Entonces lo siento.
Una lágrima solitaria, mojando mi piel mientras la limpia.

"¿Lágrimas?" pregunta, pero la palabra es ronca, como si lo

hiriera.
Digo lo único en lo que puede pensar mi lento cerebro. "Se

supone que debes estar en Boston". Oh Dios, ¿por qué no está
él ahí? Lo miro en pánico. "¿Estás lastimado? ¿Estás herido?"
"No." La comisura de su boca se levanta, pero esa sonrisa

apenas visible no se encuentra con sus ojos. "¿Me estás
siguiendo, Jules?"
Más lágrimas pasan por mis párpados. No puedo creer que

esté aquí.
"Jesús, lo siento. No quería hacerte llorar. Yo solo…" Dedos

gruesos surcan su cabello mientras murmura: "Gran maldito
plan, Baxter".
Veo lo que le hacen mis lágrimas y se las limpio. Quiero

arrojarme a sus brazos y decirle que lo siento, que lo amo,
pero después de ese último mensaje diciéndome que no más
llamadas, no estoy seguro de tener todavía el derecho. "Estoy
bien. Simplemente emocional. Entonces ... ¿esto es un plan? "
"Uno de mierda, por lo que parece". Se pasa una mano por la

cara. "Solo quería hablar contigo. Una vez." Traga, buscando
mis ojos. "Y no te preocupes. Esto no va a explotar en todas
las redes sociales. Cualquiera que tenga un teléfono lo
apuntará al frente, donde Jack, Hank y Mike están jugando
a los dardos ". Hace un gesto con la mano hacia la puerta
batiente detrás de nosotros. "El dueño de Belfast aquí, Brody,
dijo que podíamos usar su oficina para hablar. ¿Me das un
minuto?"
Orando para que tengamos más que eso, lo sigo a través de

la cocina y alrededor de una oficina con un gran sofá negro
y un escritorio y una silla de gran tamaño. Cierra la puerta
detrás de nosotros y por un momento se queda ahí parado,
con un brazo apoyado contra la madera maciza sobre su
cabeza, las líneas pulcras de su traje subrayando la poderosa

estructura debajo.
"¿Greg?" Lo digo en voz baja, alcanzando tentativamente su

hombro, solo para retroceder en el último segundo.
Su cabeza cae hacia adelante. "Pensé que tal vez si pudiera

hablar contigo de nuevo… tal vez podríamos encontrar el
camino de regreso a algo donde pudiera escuchar tu risa de
vez en cuando. Ver tu sonrisa. Porque lo extraño, Julia."
"Yo también te extraño." Mucho. Extrañé a mi amigo. El que

tiene el límite estricto de lo que fuimos para cada uno
durante más de una década. Y más aún, en el que se ha
convertido estos últimos meses.
"¿Cómo has estado?" pregunta, volviéndose para estar de pie

con la espalda contra la puerta, los brazos cruzados sobre su
ancho pecho.
Me río de la pregunta casual, pero incluso yo puedo escuchar

la angustia en ella. "He estado mejor. ¿Tú?"
"No estoy durmiendo bien. Pasé más tiempo con mi hermana

estas dos últimas semanas. Menos con el equipo fuera de las
prácticas. Amo a esos tipos, pero pueden ser un montón de
cabezas huecas ".
"¿Cómo está Natalie?" Pregunto, pero creo que esos imbéciles

son sus mejores amigos. No puedo imaginarlo queriendo
evitarlos, excepto que yo tampoco he seguido exactamente
mi rutina habitual. He cambiado algunas de las clases que
tomo en el gimnasio por entrenamientos más solitarios en la
caminadora y la máquina de remo. He estado transmitiendo
planes para almuerzos y cenas. Evitar las situaciones en las
que las personas que mejor me conocen tendrían la
oportunidad de ver que no soy yo mismo. Para tratar de
animarme cuando siento que me estoy muriendo por dentro.
Se siente así ahora.
Me duele físicamente querer tocarlo, enterrar mi cabeza

contra su pecho. Sumergirme en su aroma amaderado y el
calor que no he sentido desde que nos despedimos.
Desde que me despedí.
"¿Nat? Igual que siempre", dice. "Dulce. Molesta. Bien

intencionada y equivocada". Sus ojos se arrugan en los
bordes. "Me hizo pan de calabacín con proteína en polvo
para animarme".
"Cammy me preparó un lote de masa para galletas con

chispas de chocolate para comer cruda".
"Maldita sea. Eso suena mucho mejor. ¿Crees que podemos

hacer algún tipo de intercambio de hermanas pequeñas
durante una semana o dos? "
Me río, realmente me río de la envidia en su voz, y cuando

Greg sonríe, es como si algo dentro de mi pecho se abriera,
dejando entrar el primer aire fresco y sol que se ve en
semanas.
Me observa hasta que mi risa muere y estamos parados en

este espacio prestado, con los ojos fijos en una división que
ninguno de los dos parece saber cómo romper.
"Esa risa, es lo que vine a buscar", dice, el fantasma de su

sonrisa es todo lo que queda en sus labios. "Lo que
necesitaba".
Respira hondo, frunce el ceño y sus ojos se mueven sobre mí

lentamente. Puedo ver el debate en ellos cuando se detienen
en mi boca, siento ese tirón tirando entre nosotros. Pero luego
esa mirada se fue. Uno de resignación en su lugar.
Se aclara la garganta, sus ojos se posan en mí unos segundos

antes de romper el contacto. "¿Quizás no te importaría si te
envío un mensaje de texto alguna vez?"
Ofrece amistad. Una forma segura de mantenerlo en mi

vida sin tener que arriesgar nada. Eso me mata.
Durante dos semanas me he estado diciendo a mí misma que

nunca debería haber dejado a Greg tan cerca. Que debería
haberlo sabido mejor antes de permitirme volverme tan
vulnerable. Y durante dos semanas, no he podido
deshacerme de esta creciente sensación de estar equivocada.
El susurro persistente en mi cabeza advirtiendo que estaba
cometiendo un error.
Pero en este momento, estando tan cerca de él ... sé con una

certeza profunda que ese tipo de seguridad me rompería el
corazón.
"Greg", le susurro, negando con la cabeza mientras cruzo la

línea divisoria para pararme frente a él. Mis manos agarran
los lados de su traje. Sus ojos siguen el movimiento, pasando
de una mano a la otra antes de acercarse lentamente para
encontrarse con la mía. "Te echo de menos. Mucho."
Cepillando algunos mechones de cabello de mi frente, deja

escapar un suspiro tembloroso. "¿Así que eso es un sí a los
textos? ¿Quizás para ver si podemos encontrar el camino de
regreso para estar nuevamente en la vida del otro? Como
amigos."
Amigos. "¿Eso es todo lo que quieres?"
"Lo que quiero es…" Corta las palabras bruscas, pero veo la
admisión en sus ojos antes de cerrarlos.
Mi corazón late más rápido, más fuerte.

Tomando un lado de su hermoso rostro, acaricio su pesado

pómulo, tomando consuelo en el sonido de su bajo gemido.
¿Puede sentir mi mano temblar o sentir lo asustada que

estoy?
"Nos extraño."
Esos ojos azules brillantes se abren de golpe, se encuentran

con los míos con una mirada tan intensa que pierdo el
aliento debajo de ellos, apenas puedo susurrar mis siguientes
palabras. "Extraño las conversaciones que se extienden de un
día para otro y reírme hasta que me duele el estómago.
Extraño tus brazos a mi alrededor y ese sentimiento de
derecho que nunca he tenido con nadie más. Extraño a mi
mejor amigo mostrándome día tras día cuánto más somos el
uno para el otro ".
Su mano cubre la mía, y sosteniéndola en su agarre, la

empuja hacia su pecho, presionándola contra su corazón
palpitante. "Julia, ¿qué estás diciendo?"
"Estoy diciendo que lo siento. Estaba asustada y herida, pero

no debería haberte interrumpido de la forma en que lo hice.
Me dije a mí misma que fuiste tú quien se fue cuando las
cosas se pusieron difíciles, pero en realidad, era yo. Pensé que
me estaba protegiendo. Haciendo lo correcto. Lo inteligente.
Pero nunca me había equivocado más en toda mi vida ".
El aliento de Greg sale en un puñetazo. Envolviendo su

mano alrededor de la parte de atrás de mi cuello, me atrae y
presiona su frente contra la mía. "Cristo, Julia, no digas que
lo sientes. Presioné y presioné por tu confianza, y en el
momento en que me la diste, te decepcioné". Sus dedos se
aprietan. "Pero te juro que no lo volveré a hacer. Dame otra
oportunidad y nunca más te daré una razón para dudar de
mí, de nosotros ".
Sus palabras me hacen doler. En el pasado no he podido

dejar de lado mis dudas e inseguridades. Pero ahora creo.
Conozco a este hombre.
Amo a este hombre.
Es bueno, leal, honesto y motivado ... y aunque le di todas

las razones para hacerlo, no se ha rendido conmigo.
"Lo tienes", susurro en el espacio donde nos aferramos el uno

al otro.
El puente de su nariz roza la mía. "Jules, me prometiste otro

beso en nuestra próxima reunión. ¿Qué le dices a un avance?
"
Mi corazón late más fuerte. "Puedo darte eso. Pero espero que
me devuelvan el dinero en su totalidad ".
Su aliento deja escapar una carcajada cargada de emoción.

Inclinó mi cabeza, acunándola en sus poderosas manos. Hay
diversión y ternura en sus ojos, y el primer indicio real de esa
sonrisa arrogante que no había visto en mucho tiempo
colgando de sus labios.
"No te arrepentirás de esto".
Él separa mis labios con el más suave roce de los suyos. El

tierno contacto es ligero y suave y solo es el comienzo. Un
escalofrío recorre mi piel, y todos esos nervios anudados se
alivian, dando paso a las mariposas volando por docenas en
mi vientre. Mis brazos se deslizan alrededor de su cuello
mientras mis dedos encuentran su camino en su despeinado
cabello. Sumergiéndome en su olor viril y limpio y en la
calidez de estar tan cerca, cierro los ojos.
Se siente como estar en casa.

"Julia".
Luego me besa con más fuerza, sus brazos rodean mi espalda

y mi cintura. Sosteniéndome cerca mientras su lengua se
desliza contra la mía. Nuestra respiración es irregular, la
necesidad entre nosotros es caliente y aguda.
Su gran mano aplasta mi cabello. "Dios, te extrañé".
Mis hombros golpean la pared, y luego tengo el peso

decadente del gran cuerpo de Greg inmovilizándome donde
estoy.
Si.
No podemos acercarnos lo suficiente, no podemos detener la

avalancha de manos y las palabras acaloradas y sin aliento.
Las promesas y los ruegos caen entre nosotros, tan urgentes
como nuestro toque.
"Te amo", jadeo, y él se aparta para encontrarme a los ojos.

Las fosas nasales se ensancharon, las cejas extendidas hacia
adelante, asiente.
"Bien. Eso hará que convencerte de que te cases conmigo sea

mucho más fácil ".
No hay tiempo para pensar o responder o bañar su hermoso

rostro con besos antes de que me aplasta bajo su beso de
nuevo, gruñendo contra mi boca, cuello y pecho que me
ama, que me quiere, que soy todo.
Él está equivocado.
Somos todo. Juntos.
Greg retrocede lenta y dolorosamente. "Tenemos que parar, o

voy a hacer algo que garantizará que Brody nunca vuelva
a prestar su oficina".
El tiene razón. "¿Qué dices que salgamos de aquí?"
Él cepilla el cabello de mi frente y abrocha los dos botones

superiores de mi blusa. "Por mucho que no quiera dejarte ir,
ni siquiera por un segundo, cortaré la parte de atrás para
que te vayas por el frente. Podemos mantener las cosas en
silencio todo el tiempo que quieras, Jules. Podemos
mantenerlos callados para siempre si eso es lo que necesita ".
La sinceridad en sus ojos me conmueve. Él sabe lo que ofrece,

ya ha vivido con ello antes, y lo dice en serio.
Este hombre.
Cojo su cinturón y me lo vuelvo a abrochar descaradamente.

Sí, hemos estado aquí antes, pero esta vez es diferente. "Te
amo."
Sus ojos se cierran y deja escapar un suspiro emocional. "Yo

también te amo, Jules. Nunca te dejaré ir ".
"¿Promesa?" Pregunto, tomando su gran mano en la mía.
Él asiente con la cabeza, esa sonrisa arrogante se inclina con

toda su fuerza. "Lo juro."
Presiono un beso rápido en sus labios y abro la puerta de par

en par. "Bien. Entonces veamos cómo les va a tus amigos con
los dardos mientras esperamos en un Uber ".
Él está todavía a mi lado. Conmocionado en silencio por mi

sugerencia, supongo, pero no por mucho tiempo. Greg Baxter
es un hombre que ha hecho su carrera pensando en sus pies.
Una mirada a mi sonrisa y la suya está de vuelta, cegadora
y brillante mientras me empuja hacia el frente de la barra
donde Jack acaba de dar una diana.
La multitud se aparta para nosotros, las cabezas se vuelven

cuando pasamos. Aprieto la mano de Greg con más fuerza, y
la sonrisa que me da me calienta.
"Buen lanzamiento, hombre", dice Greg, palmeando a Jack en

el hombro.
Los ojos de Jack se mueven entre nosotros y su sonrisa se

expande. "De ninguna manera." Volviéndose hacia Hank,
agrega: "No puedo creer que tu juego de fútbol haya
funcionado. Y pensar que este imbécil intentó echarnos ".
"¿Fútbol?" Mis cejas se elevan y me vuelvo hacia Greg, que

gime.
Esto lo tengo que escuchar.
"No era fútbol", protesta, mirando a cada uno de sus amigos.
Hank se mete las gafas multimillonarias en la nariz.

"Mariscal de campo furtivo. Hizo que el equipo ofensivo
avanzara, manteniendo a todos fuera del camino, mientras
nuestro QB corría con el balón ”.
Oh, esto es demasiado bueno. Sonriendo a Greg, le susurro:

"¿Jugaste de mariscal de campo para recuperarme?"
Su brazo azota mi espalda baja, acercándome a su costado.

"Haría cualquier cosa por ti. Incluso jugar como mariscal de
campo ".
Rodeados por una multitud, muchos con sus teléfonos fuera y

sin duda grabando, envuelvo mi mano alrededor de la
corbata de Greg y lentamente lo enrollo, cada vez más cerca,
hasta que su rostro se cierne a centímetros del mío. Con los
ojos cerrados, le susurro: "Prepárate", y luego, poniéndome de
puntillas, cierro la última distancia para besarlo.
Sus manos se posan en mi cintura, agarrándola una vez

antes de deslizarse alrededor de mi espalda mientras nos
demoramos en la suave presión de nuestros labios. Es un beso
más sobre una promesa que sobre la pasión a la que
cederemos una vez que estemos solos. Es dulce y dócil, pero
cuando nos separamos, ambos estamos sin aliento y
sonriendo como tontos.
Este es el comienzo de un nosotros que nunca intentaré

ocultar.
Descanso mi mano sobre el corazón de Greg. "Probablemente

deberíamos salir de aquí".
"¿A donde quieres ir? Te llevaré a cualquier parte, Jules ".
Él haría. Pero solo hay un lugar al que quiero ir. "Boston."
Su cabeza se inclina hacia atrás y se ríe, atrayéndome en un

fuerte abrazo que aprieto aún más.
"Hablo en serio, Greg. Tienes un juego mañana. Tenemos que

irnos."
Inclinando mi cabeza hacia atrás, presiona otro dulce y

conmovedor beso en mis labios.
"¿Vas a usar mi camiseta?"
"Intenta detenerme".
Epílogo
Jack
Han pasado seis meses desde que entregué mi último felices

para siempre, no es que me dé ningún jodido crédito por mis
esfuerzos, muchas gracias, y estamos de vuelta en el bar
donde todo salió bien. Belfast está saltando, pero estacionado
en nuestro techo alto junto a la barra, bien podríamos ser
cualquier otro grupo de clientes. Claro, la gente se fija en
Julia, Greg y los Wagner, y demonios, a veces yo también,
pero aparte de un asentimiento o una sonrisa, nos quedamos
para disfrutar de nuestra noche de fiesta. El bar es fresco, con
un techo de chapa de cobre prensado, paredes de ladrillo
visto y un ambiente relajado. Es el lugar perfecto para tomar
una copa cuando nuestros horarios se alinean. Puntos de
bonificación porque esas pequeñas luces blancas que tienen
colgadas tienen la piedra en el dedo de Julia lanzando
suficientes luces estroboscópicas que deberíamos ponerle una
advertencia de convulsiones.
Julia todavía trabaja como reportera secundaria, pero ahora

también tiene otro trabajo. Su propio programa semanal en
el que invita a atletas profesionales de varios deportes a
jugar a Xbox y hablar sobre lo que está sucediendo en su
vida personal y profesional. Es un formato ultra casual, pero
entre el conocimiento deportivo de esa chica y su fácil
interacción con los jugadores, el programa se ha convertido
en un éxito instantáneo. Los espectadores no pueden tener
suficiente de su charla basura y sus disputas sobre los récords
de la liga y las estadísticas de los jugadores. Y Greg
simplemente no puede tener suficiente de ella.
La boda es el próximo mes y Ruxton Meyers será el padrino.

Lo entiendo. Baxter no quería que Hank se sintiera raro si
me elegía. Es comprensible, ya que Wagner fue el que ideó
todo el asunto del mariscal de campo. Claro, quiero decir, sí,
soy el tipo que sabía qué botones presionar para culpar al Sr.
multimillonario Brainiac de poner su límite de pensamiento
en beneficio de Greg, pero lo que sea. No necesito el derrame
cerebral. ¿Hank, sin embargo? Demonios, cada vez que
Abby lanza esa mirada de adoración, llamándolo su héroe
romántico, el chico se sienta un poco más alto. Le da esa
sonrisa tonta, completamente azotada y aplastante de la que
tiene mucha suerte que me haya olvidado en los años desde
que salieron en la escuela secundaria. No estoy seguro de
que me hubiera tomado la molestia de volver a juntarlos si
lo hubiera hecho.
Bromeando, bromeando.
Principalmente.
Enderezando mi corbata, me siento y admiro mi obra: dos

tipos totalmente azotados pero considerablemente más felices
que cuando se mudaron a mi edificio hace un par de años.
Me estoy dando una merecida palmada en la espalda,
disfrutando de mis logros románticos, cuando la puerta
principal del bar se abre y mi sonrisa de satisfacción
personal se desvanece.
Conozco esa parte ordenada y suave caída del cabello

castaño liso. Conozco el puchero suave de ese labio inferior
lleno y el estrecho punto de concentración entre sus cejas
arqueadas.
Laurel Matthews.
Probablemente contando a los clientes para ver si necesita

presentar una queja sobre la capacidad máxima. O está
elaborando un diagrama de flujo mental sobre cómo llegar a
la mesa vacía en la esquina trasera.
Dios, ella hizo miserable al sexto grado. Noveno, incluso peor.

Y no me hagas empezar en el último año. Pero ahora se fue
y arruinó lo que rápidamente se estaba convirtiendo en mi
nuevo bar favorito.
Esa mirada penetrante y ansiosa se abre camino a través de

la multitud y aterriza en mí con un ruido sordo, el destello
de irritación en sus ojos es solo la mitad de lo que ella puede
ver en los míos.
Tomo la mitad de mi bourbon, saboreando la quemadura

mientras levanto una ceja a modo de saludo.
Ella es la hermana de Law.
Esos labios suaves y carnosos forman una bomba f, y

comienza a buscar en el bar de nuevo antes de volver a mí.
Ella se ve nerviosa, inquieta, y mi atención se desplaza

hacia el tonto que está a su lado, una mirada engreída y
expectante en sus ojos que son solo una pizca demasiado
ansiosos para mi gusto.
No me agrada.
"Oye, ¿no es Laurel Matthews?" Abby pregunta, sonriendo,

su codo clavándose en mis costillas.
Soy vagamente consciente de Hank ahogándose con su

cerveza mientras su cabeza gira hacia donde ... mierda, ella
camina hacia nosotros, con una inexplicable sonrisa en sus
labios y esa herramienta pegada a sus talones.
Greg se inclina hacia adelante. "Uhh, ¿cuántos años han

pasado desde la última vez que se vieron?"
No es suficiente. "No estoy seguro. Ella no estuvo en la

reunión. Verano tras año de primer año, tal vez ".
Definitivamente. Por mucho que rechine, recuerdo el vestido

blanco de verano que llevaba, los tirantes estrechos sobre los
hombros salpicados por el sol.
¿Qué diablos está haciendo viniendo aquí y por qué me

mira así?
"Hola, chicos", canta, dando al resto del grupo un gesto

ausente mientras gira directamente hacia mí, presionando
más cerca, luego aún más cerca, por lo que su brazo pasa por
encima de mis hombros. "Jack, cariño, no te vi al principio".
Ella hace un gesto hacia el tonto. "¿Recuerdas que te hablé
de Clarence del trabajo?" Deja escapar una risita tensa que es
tan inquietante como que me toque así. Estoy a un pelo de
llamar a su hermano para que la lleve de regreso a
cualquier pabellón mental del que se haya escapado cuando
ella me lanza una mirada directa que es en parte suplicante
y en parte desdén, y agrega: "Estaba empezando a pensar
que yo te había inventado ! "
¿Me inventaste?
Bien bien bien. Parece que Laurel se ha metido en un lío. Y

aunque no podría sucederle a una manta húmeda más
merecedora y espinosa, sería un amigo de mierda para su
hermano si la dejara colgada. Así que hago lo que haría
cualquiera en mi situación.
Envolviendo mi brazo alrededor de su cintura, la aprieto con

fuerza y, dándole una mirada que solo puedo esperar que
tenga una décima parte de la savia de las miradas
compartidas de Hank y Abby, sonrío.
"Cariño, ¿por qué no me dijiste que finalmente lo conocería?"

Extiendo mi mano para estrechar y luego esperando a que él
se dé cuenta, ya que parece estar bien y verdaderamente
hipnotizado por el resto de la mesa, agrego: "Levanta una
silla, hombre. Únete a nosotros."
A Laurel se le corta el aliento y su cabeza se da vuelta, puro

asesinato en sus ojos.
Oh, diablos, sí, esto va a ser divertido.
Fin
Traducido por Belén Chavez
FB: Chapters Fans (Historias interactivas)

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Dirty Player – Back to you # 2 – Mira Lyn Kelly

Dirty Player – Back to you # 2 – Mira Lyn Kelly

Comenzó como una broma…

Pero ese beso…

Tiene reglas para salir con chicos como yo ...

"Sin reflejo nauseoso, ¿no dices?"

Dios, esto es lo que me pasa por venir a la fiesta de

La rubia blanqueada con todo mejorado se inclina hacia mí,

"UH Huh." Saca un chicle de entre sus labios de ella,

Y en caso de que de alguna manera me pierda el significado

Esquivando fuera de mi alcance, le doy a Grabby Hands

No soy un idiota. Simplemente no estoy interesado en el

Grabby se dirige en busca de su próxima casilla para

"¿O simplemente que Vsevolod no usó condón?" Ofrezco con

La cabeza de Rux se gira.

"Creo que mi polla simplemente volvió a meterse en mi

Me río. "Probablemente el lugar más seguro para ellos".

Vsevolod es un buen chico y un jodidamente gran jugador

"¿Que demonios?" Pregunta Rux, distraído por el rugido de la

¿Fútbol? "¿Et tu, Vsev?"

Solo entonces, puedo ver mejor la pantalla, y en realidad no

Como siempre, reconozco el brillo de su cabello de

Ese buen sentido es la razón por la que, diez años después,

A ella le va a encantar esto.

Yo: Jura que en realidad no ve los partidos ... simplemente

Pasan menos de diez segundos antes de que aparezca su

Julia: ¡Culo! ¿Ese es Vsev? Dios, ahora necesito una ducha.

Yo sonrío. Por supuesto que ella sabe quién es. El fútbol es su

Yo: Absolutamente, deberías tomar uno. Enviame una

Cinco segundos esta vez.

Julia: En tus sueños.

Yo: Más de una vez.

Han pasado algunos años, pero lo digo en serio. Podríamos

Independientemente, el grandulón tiene su respaldo y no

Yo: ¿Lista para la reunión de la semana que viene?

Me la imagino sacudiendo la cabeza y su jadeo sacando un

Pasa un minuto completo.

Julia: El reencuentro, sí. ¿El resto? No puedes pensar

No lo sé, pero de ninguna manera voy a decirle eso. Esto es

Suponiendo que todavía estamos solteros, yo, Julia Wesley, acepto

Debajo está su firma curvilínea subrayada con X y Os.

Mentirosa. Sonrío y acerco a Amazon para pasarle un tubo

Yo: Nos vemos la semana que viene.

"Vamos, Julia, déjame invitarte después del partido. ¿Qué

Le sonrío a Mike Rylan, quien me está dando la sonrisa con

O cualquier jugador, para el caso.

"Me estás rompiendo el corazón", dice Mike, colocando su

Estoy bastante segura de que hay una fila alrededor del

Mi camarógrafo Eddie comienza a mostrar una cuenta

"Tres, dos, uno ... Al aire."

Dirijo mi sonrisa a la cámara y a los millones de espectadores

"Mike, ¿cuál fue el tono en el vestuario al entrar en el juego

Cinco preguntas después, Mike regresa corriendo a su equipo

Me río, pero me tomo mi carrera y mi regla de no salir con

No hay forma de que él piense que realmente lo voy a

Está bromeando. Siempre está bromeando.

El tiene que estarlo.

Y tengo una regla.

No me malinterpretes, Greg es realmente atractivo, con el

Somos amigos. Amigos de verdad. Y eso no es algo que me

Pero incluso si lo hiciera, he visto demasiadas carreras

Así que ix-no en el Issing-kay con Greg.

Aunque estoy segura de que no habla en serio. Casi segura.