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A LA ANTÁRTIDA
Luis Ignacio de, Lasa
De la Terra Australis a la Antártida / Lasa Luis Ignacio de. - 1a ed. - Ushuaia: Ediciones UNTDF, 2018.
168 p. ; 21 x 26 cm.
ISBN 978-987-45975-9-5
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TIERRA DEL FUEGO, ANTÁRTIDA E ISLAS DEL ATLÁNTICO SUR
Autoridades
Rector Vicerrectora
Ing. Juan José Castelucci Ing. Adriana Urciuolo
Director del Instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales Directora del Instituto de Educación y Conocimiento
Dr. Daniel Fernández Lic. Daniela Stagnaro
Director del Instituto de Cultura, Sociedad y Estado Director del Instituto de Desarrollo Económico e Innovación
Lic. Luis de Lasa Lic. Gabriel Koremblit Pellegrini
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Secretaria de Extensión y Bienestar Universitario ediciones UNTDF
Mg. Karin Otero Director: Francisco Lohigorry
María Victoria Castro | Carolina Padilla | Fernando Venezia
Lo que hoy es evidente, alguna vez fue imaginario
© Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, 2018
Fuegia Basket 251, Ushuaia (9410), Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Argentina WILLIAM BLAKE
Tel.: (54) 2901 43-4163. ediciones@untdf.edu.ar | http://www.untdf.edu.ar/extension/ediciones
ISBN: 978-987-45975-8-8
Proyecto de extensión Terra Australis a la Antártida financiado por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU)
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ÍNDICE
PRÓLOGO 8
04 - MARAVILLAS Y MONSTRUOS 05 - UN MUNDO HABITABLE 06 - EMBLEMA DE LA
ESFERA TERRESTRE
BITÁCORAS 158
BIBLIOGRAFÍA 164 90 102 114
07 - EL TERCER MUNDO 08 - LA QUIMERA DEL PACÍFICO 09 - TIEMPO DE DESILUSIÓN
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urante la Edad Media continuó la controversia sobre si la Tierra Su concepción fue desarrollada en distintos mapas por erudi-
era plana o esférica, aunque hacia los siglos XII y XIII la mayoría tos de la Iglesia católica. Algunos de ellos aceptaban la esfericidad
de los eruditos influyentes aceptaban la concepción de un globo terrestre y la existencia de tierras australes, pero no aceptaban que
terrestre. Sin embargo, el centro del debate fue la habitabilidad de las estuvieran habitadas por una raza humana porque eso se oponía a
otras tierras templadas y la naturaleza de los seres que las habitaban. la doctrina cristiana.
El debate se basaba en las interpretaciones de la teoría de Macro- Se creía que si los habitantes de la inaccesible zona templada aus-
bio, quien aceptaba la existencia de cuatro continentes y cinco zonas tral hubiesen estado aislados, no hubieran podido recibir la palabra
climáticas, afirmando que las tierras del hemisferio sur estaban de Cristo ni ser salvados.
habitadas, pero que no se conocían debido a la imposibilidad de Otros, en cambio, sostenían la posibilidad de que las otras tres
atravesar la zona tórrida, ardiente e inhabitable. masas de tierra templadas estuvieran habitadas por razas de hombres.
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El Liber floridus (Libro de las flores) incluye dos mapamundis con el este
en la parte superior. Representan el ecúmene en el hemisferio norte y un
continente en el hemisferio sur. En el mapa de la izquierda, una inscrip-
ción sobre el continente austral explica que los hijos de Adán no lo cono-
cen debido al mar ecuatorial y al excesivo calor, que está habitado por
una raza de antípodas distinta de los hombres, que tiene invierno cuando
es verano en el ecúmene y que en él no se ven las estrellas del norte. El
hemisferio opuesto se representa mediante dos continentes o “tierra-isla”.
La primera, ubicada en el margen occidental del mapa, “Nuestras Antípo-
das”, también habitada, es opuesta al ecúmene en el otro lado del mundo.
La segunda, “Paraíso”, ubicada al noreste, sería opuesta al continente aus-
tral. En el mapa de la derecha se observa la concepción especular de las
zonas climáticas y las condiciones de habitabilidad.
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esde mediados del siglo XV y principios del XVI las expansio- sistema de referencias sobre el que se registraron e interpretaron los
nes marítimas portuguesas y españolas tienen el objetivo de datos de las exploraciones marítimas de españoles y portugueses.
incrementar el comercio con Oriente. La búsqueda de nuevas Las nuevas islas y tierras atlánticas se constituyeron en el cen-
rutas hacia las Indias posibilitó descubrimientos que ampliaron el tro de un fuerte debate. Algunos, como Colón, afirmaban que eran
mundo conocido por los europeos. La circunnavegación de África parte de Asia; otros, como Vespucio, sostenían que la isla austral
y el hallazgo de las islas del Caribe abrieron un debate acerca de la (Sudamérica) era una masa de tierra separada de Asia y que podía
forma y naturaleza de las nuevas tierras. estar unida o separada de otras tierras al sur.
La concepción cartográfica de Ptolomeo (siglo II d. C.) –un planeta Unos pocos suponían que formaban un arco continuo desde el
esférico con una malla de paralelos y meridianos– constituyó un Ártico hasta un desconocido continente austral.
Universalis cosmographia secundum Ptholomaei traditionem
et Americi Vespucii alioru[m]que lustrationes.
WALDSEEMÜLLER, 1507. The Library of Congress.
Westlichen hemisphäre.
SCHÖNER, 1520. Bayerische Staatsbibliothek.
Relación escrita por Maximiliano Transilvano de cómo y por quién y en qué tiempo fueron des-
cubiertas y halladas las islas Molucas (…), 1522.
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l interés geográfico no solo fue especulativo o filosófico, sino Este paso, además de abrir una ruta comercial hacia Oriente,
que además ciertas motivaciones políticas y económicas ofrecía con las tierras avistadas hacia el sur –Tierra del Fuego–
impulsaron las costosas expediciones. España, Portugal, una evidencia empírica que revitalizaba el debate sobre la exis-
Francia e Inglaterra buscaron primero un paso a Oriente por el tencia de un gran continente austral. Estas tierras, las más aus-
norte y centro del obstáculo que constituía el Nuevo Mundo, trales conocidas por los europeos, fueron representadas en la
América. Tras los fracasos, la exploración se dirigió hacia el cartografía del siglo XVI como una isla o como parte del conti-
hemisferio sur. Aunque resultaba una ruta más larga e incierta nente llamado Terra Australis Incógnita.
luego del viaje de Solís (1516), se presentaba como viable. Poco Otros avistamientos de tierras al sur de las Islas Molucas, un
después, y en consonancia con las políticas imperiales espa- área codiciada por su producción de especias, ofrecieron datos
ñolas, parte la expedición de Magallanes con el objetivo de que también alimentaron la hipótesis de un enorme continente
encontrar una ruta segura a las islas de las Especias que no estu- austral: la costa del norte de Nueva Guinea, por navegantes espa-
viera en poder de Portugal. A fines de 1520, hallan el Estrecho ñoles (1526), y una extensa costa denominada Java la Grande, por
deseado, llamado de los Patagones. la expedición francesa de Parmentier (1529).
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Streto patagónico.
PIGAFETTA, 1522. Museo del Fin del Mundo.
A
principios del siglo XVI se inicia un nuevo debate sobre la que ven y representan no lo desconocido, sino precisamente lo que
naturaleza de los habitantes de las tierras incógnitas y su se “sabía”. Pigafetta, integrante de la expedición de Magallanes,
pertenencia al género humano. Las fuentes de la tradición declara viajar para observar cosas maravillosas y, como muchos
cristiana ofrecieron gran parte de los elementos sobre los que se otros, relata que lo visto no se parece a nada conocido; registra lo
construyeron los argumentos, en particular, San Agustín, quien extraordinario, lo extraño, lo sobrenatural, las dimensiones de un
afirmaba que las inaccesibles tierras australes estaban deshabi- mundo en el que el territorio, la naturaleza y los cuerpos huma-
tadas o habitadas por una raza no humana o monstruosa, sin nos tienen otras proporciones y mantienen otras relaciones.
conocimiento de los Evangelios. El desplazamiento de los seres fantásticos hacia el Nuevo
La cartografía de la primera mitad del siglo XVI, continuando Mundo y la Terra Australis permite adecuar las nuevas percepcio-
la tradición de los mapas medievales, representa seres fantásticos nes a la cosmovisión europea, posibilita imaginar otros mundos
en las fronteras del mundo conocido y en las tierras incógnitas. posibles y territorializarlos cartográficamente.
Esta visión, producto del conocimiento imaginativo, consti- Estas representaciones confieren a los mapas la función de
tuye el ojo de los navegantes y los cartógrafos del Renacimiento relato territorial.
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Terre australe.
LE TESTU, 1555. Bibliothèque nationale de France.
Pigafetta menciona una isla del Pacífico sur habitada por panottios o ena-
nos, según el relato de un piloto moluqués. Allí los “hombres y mujeres,
no tienen más de un codo de alto, y con orejas más largas que todo el
cuerpo, de tal manera que cuando se acuestan una les sirve de colchón y
la otra de manta; van desnudos y rapados”.
Le Testu los localiza en la Terra Australis, al sur del Océano Índico.
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Terre australe.
LE TESTU, 1555. Bibliothèque nationale de France.
Faictes à Arques.
DESCELIERS, 1546. National Library of Australia.
Americae sive qvartae orbis partis nova et exactissima descriptio. Este mapamundi representa un único y enorme continente austral que
GUTIÉRREZ, 1562. The Library of Congress. sobrepasa el norte del Trópico de Capricornio. Mientras la compleja red de
cadenas montañosas es meramente imaginaria, la fauna que la habita se
Los gigantes se incorporan a la cartografía renacentista a partir del mapa- corresponde con las tradiciones medievales y con las “extrañas” criaturas
mundi de Ribero (1529), siguiendo la descripción de Pigafetta. Desde que los navegantes europeos iban conociendo en las nuevas tierras descu-
entonces, la Patagonia será representada en los mapas como la Región de los biertas. Así, animales reales como jirafas, rinocerontes, elefantes o ballenas
Gigantes. Los topónimos e ilustraciones de este mapa de América son los que –monstruos marinos– conviven con unicornios y grifos en las tierras incóg-
se habían popularizado en Europa durante el siglo XVI, entre ellos los gigan- nitas del norte y del sur. La Terra Australis se manifiesta como un mundo en
tes patagónicos con una clara estética clásica, sirenas y animales marinos. el que resultan posibles fenómenos maravillosos o fantásticos.
(...) Nos deseamos saber las tierras y poblaciones que hay de la otra parte del dicho Estrecho y
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entender los secretos que hay en aquella tierra, os mando que desde las dichas provincias de Chile
enviéis algunos navíos a tomar noticia y relación de la calidad de aquella tierra, y a saber y enten-
der qué poblaciones y gentes hay en ella, y qué cosas se crían y de qué manera de vivir y costumbres
64 tienen los que la habitan, y si es isla...
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Real Cédula del Rey de España, 1555. Medina, J. Colección de documentos inéditos para la
historia de Chile.
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n los inicios del capitalismo mercantil, un territorio deseable, un gran puerto comercial. Mercator (1541) representa de acuerdo
en términos imperiales, era aquel que podía ofrecer recursos de al libro de Marco Polo las regiones Beach (una provincia aurífera
interés comercial, o bien fuera susceptible de ser colonizado. La poblada por gente cruel), Lucach (rica en oro, con rey y habitantes
cartografía fue una valiosa herramienta de los proyectos de expan- idólatras) y Maletur (una gran ciudad con comercio de especias).
sión en tanto posibilitó disponer de una imagen planetaria para En la estrategia expansiva de los reinos europeos, la cartogra-
trazar estrategias globales y territorializar los espacios aun inex- fía tenía la fundamental función de representar las tierras habita-
plorados, transformando lo imaginario y deseado en real y posible. bles que eran susceptibles de apropiación y colonización.
Desde el mapa de Rosselli (1508), la Terra Australis se representa Las miniaturas que expresan la vida cotidiana de la pobla-
como un continente con varias regiones habitadas. La Regio Brasilae, ción autóctona facilitan la comprensión de esos espacios prác-
ubicada inicialmente al sur del Estrecho de Magallanes, es una región ticamente desconocidos y son un modo de territorialización de
habitada por hombres desnudos, sin rey ni señor. La Patalis Regno, al espacios supuestos.
sur del Trópico de Capricornio, originada en un pasaje de la Histo- Se diferencian en el extenso continente austral regiones ricas,
ria Natural de Plinio (siglo I d. C.), se describe como una región con ”Java la Grande”, y regiones pobres, “Tierra del Fuego”.
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Tierra de Java.
VALLARD, 1546. Bibliothèque nationale de France.
La Tierra de Java, orientada hacia el sur, se extiende hasta los 53° lat. sur
donde los colores azules parecen indicar la cercanía de la zona frígida. Una
tierra que contrasta con el territorio paradisíaco de las zonas aledañas al
trópico de Capricornio y, en particular, con las ilustraciones de las viñetas
donde aparece una adelantada civilización islámica.
Estas cartas que representan regiones del supuesto continente austral
forman parte del llamado “Atlas Vallard”, un atlas anónimo perteneciente
a la escuela de Dieppe, claramente influenciado por la escuela portuguesa.
La aceptación de la habitabilidad de las tierras aun no descubiertas del
hemisferio sur se relacionaba con la expectativa de encontrar sociedades
civilizadas, territorios que permitieran ampliar la misión evangelizadora y,
sobre todo, las oportunidades de comercio rentable.
En la construcción cartográfica de nuevos territorios, las regiones de
la Terra Australis se representan dentro de la zona climática templada,
mientras que la zona frígida con condiciones de habitabilidad inciertas no
despertaba ningún tipo de interés comercial.
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Tierra de Java.
VALLARD, 1546. Bibliothèque nationale de France.
Terre australe.
LE TESTU, 1555. Bibliothèque nationale de France.
Las descripciones de los españoles que recorrieron las costas del Estrecho de
Magallanes coincidían en la condición de tierra inhóspita, fría, con un clima
inestable, habitada por salvajes y sin recursos de valor. La imaginación terri-
torializante de Le Testu reúne, en este mapa orientado al este, a una socie-
dad salvaje y violenta con animales fantásticos como el unicornio. También
muestra, al sur del Estrecho de Magallanes, la única costa conocida de la
supuesta Terre Australle. Para Le Testu, esta tierra continuaba hasta Java la
Grande y, como todavía no se había descubierto, no se conocían sus recursos.
Por ello, recuerda a los lectores que “las cartas están ilustradas solamente por
la imaginación y que los descubrimientos a veces fueron falsos”.
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l primer atlas considerado moderno es el realizado por Abraham El conjunto de imágenes, textos y mapas expresa la cosmovisión
Ortelius en los Países Bajos. El Theatrum Orbis Terrarum, publi- europea de la época. Por una parte, las relaciones de poder entre los
cado en 1570, ofrecía a nobles, militares, cartógrafos y nave- distintos territorios, por otra, la representación de los continentes y
gantes un conjunto accesible, completo y ordenado de mapas del la distribución de tierras y mares en la superficie terrestre. La inclu-
mundo realizados por los mejores cartógrafos del momento. La gran sión de la Terra Australis despliega sobre el mapa la secular discu-
difusión del Theatrum, auténtico éxito editorial, permitió la divulga- sión histórica y erudita, también las ambiciones políticas y econó-
ción de la realidad de la Terra Australis. micas de los estados europeos.
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En la portada del Atlas, los cinco continentes se representan con figuras feme-
ninas. Europa, en la posición superior y central, domina el mundo al poseer
el conocimiento cosmográfico. Asia, con un incienso en su mano, indica el
territorio de las riquezas. África, semidesnuda y pobre, expresa la condición
del salvaje. Debajo de los continentes del antiguo ecúmene se encuentran los
nuevos: América, el cuarto continente se representa, en su total desnudez y la
cabeza de un enemigo en la mano salvaje, antropófaga e idólatra; y el quinto,
la Terra Australis Incógnita, se representa con un busto, indicando su conoci-
miento parcial, limitado a una pequeña costa, Tierra del Fuego, representada
por la llama en el pecho, mientras el resto del cuerpo permanece desconocido.
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Nova totius terrarum orbis iuxta neo tericorum traditiones
descriptio. ORTELIUS, 1564. Universitätsbibliothek Basel.
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a concepción de Abraham Ortelius, geógrafo y cosmógrafo ofi- condiciones de habitabilidad de la superficie terrestre estaba prác-
cial de Felipe II desde 1575, expresada en el Theatrum Orbis ticamente resuelto. En el proceso de expansión de los imperios
Terrarum, y el mapamundi de Rumuldus Mercator de 1587, europeos, la cartografía ocupa el rol fundamental de representar las
resumen del planisferio de 1569 de su padre Gerard Mercator, se tierras susceptibles de apropiación y colonización.
constituyeron en una herramienta de saber-poder para el diseño La “necesidad” de territorios colonizables da un nuevo impulso a
de estrategias imperiales, en particular, la que contemplaba la con- la existencia de la Terra Australis.
quista de un Tercer Mundo posible. El desconocido quinto continente fue visualizado por los esta-
En la segunda mitad del siglo XVI, a pesar de la permanencia dos excluidos del reparto de Tordesillas como un posible ámbito de
de las tierras incógnitas, el debate acerca de la configuración y las expansión para sus empresas mercantiles de ultramar.
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Esta obra del historiador y autor de libros de viajes Henri Lancelot de Voisin
de la Popeliniere promovía el descubrimiento y colonización por Francia de
la Terra Australis. Apoyando su argumento en la representación del mapa-
mundi de Ortelius, el autor concibe la posibilidad de una empresa que podía
ofrecer a Francia nuevas posesiones territoriales e imagina la Terre Australe
como un espacio de libertad en los confines del mundo. Francia contempló
las tierras no ocupadas ni exploradas del hemisferio sur como objetivo de
sus planes de expansión, aunque los logros fueron escasos.
Atlas nautique du monde composé de sept cartes manuscrites
sur vélin. MARTINES, 1582. Bibliothèque nationale de France. Vera totius expeditionis nauticæ: descriptio D. Franc. Draci.
HONDIUS, 1595. The Library of Congress.
La irrupción de Drake en el Pacífico en 1578 obligó a las autoridades hispa-
nas a defender la única ruta conocida de acceso al Mar del Sur o “Mar espa- Jodocus Hondius elabora este mapa, con la proyección hemisférica de
ñol”. Probablemente, la estrategia española de colonización y fortificación Mercator, por encargo de la Corona inglesa para celebrar la expedición
del estrecho de Magallanes, encomendada a Sarmiento de Gamboa, se haya de Drake. Si bien los objetivos de este viaje no quedaron documentados,
trazado sobre alguno de los planisferios manuscritos de Joan Martines. En el derrotero efectuado por el corsario al salir del estrecho, entre agosto y
el mapa de 1582 expresa el propósito de territorializar la región magallá- octubre de 1578, permite suponer que la ruta prevista fue trazada sobre
nica sobre la que se proyectaba efectivizar el dominio. Las tierras al sur el mapa de Ortelius. En este recorrido, siguiendo la costa septentrional de
del estrecho se resaltan mediante la coloración de las costas conocidas y el la Terra Australis hasta las islas Molucas, Tierra del Fuego aparece como
topónimo Terra del Fuego. Al mismo tiempo, se oculta el descubrimiento un archipiélago separado de Sudamérica por el Estrecho de Magallanes y
de España de las islas Salomón. de la Terra Australis por un segundo paso o estrecho.
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a estrategia imperial española, centrada en la exploración del tencia y la configuración de las tierras australes, algunos mapamun-
Pacífico desde Lima, obtuvo un primer logro con el descubri- dis representaban Tierra del Fuego como un archipiélago y otros,
miento de las islas Salomón por Alvaro de Mendaña en 1567, como parte de la Terra Australis.
consideradas un archipiélago próximo a la Terra Australis, rico en La compañía envió en 1616 una expedición dirigida por William
oro, perlas y piedras preciosas. El fracaso de las expediciones de Schouten y Jacob Le Maire que halló un segundo paso interoceánico
Mendaña en 1594 y Fernández de Quirós en 1606 no disminuyó a los 56° lat. sur, confirmando la existencia de un frío océano austral
el interés en la búsqueda del continente austral. y la insularidad de Tierra del Fuego.
El informe de Quirós, mantenido en secreto por España, fue Este descubrimiento profundizó la decepción sobre la región más
publicado en 1612 en Holanda y activó la búsqueda de la Terra pobre y salvaje de la Terra Australis y desplazó el interés europeo hacia
Australis. Como la Compañía Holandesa Austral de Hoorn no las desconocidas civilizaciones del sur de las Molucas. Sin embargo,
podía utilizar la ruta africana ni la del Estrecho de Magallanes, Tierra del Fuego no se desvinculó de la Terra Australis, representán-
buscó una ruta alternativa al sur. El conocimiento de los resultados dose un nuevo estrecho entre el extremo insular de América y la Isla
de la expedición de Drake no había cerrado el debate sobre la exis- de los Estados, que se suponía una península del continente austral.
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Este mapa es una copia reducida del mapamundi Bankoku Sozu, 1645, el pri-
mero en ser impreso en Japón. Desde finales del XVI la cartografía japonesa
fue influenciada por los mapas occidentales obtenidos en los primeros inter-
cambios con europeos y el mapamundi chino realizado por el jesuita Mat-
teo Ricci (1602), basado en la concepción de Mercator, Ortelius y Hondius.
Fueron conocidos como “mapas Nanban” (mapas de los bárbaros del sur), ya
que los españoles y portugueses llegaron a Japón navegando por el sur. Los
Bankoku Sozu están orientados hacia el este y centrados en el Océano Pací-
fico, ofreciendo una imagen de la Terra Australis distinta de los mapas euro-
peos. El continente austral al unirse con Nueva Guinea alcanza el Ecuador
reforzando visualmente la centralidad del Pacifico y Japón. La leyenda situada
en esa gran península describe al gran continente austral como un lugar al que
han llegado pocas personas y por ese motivo no se sabe nada de sus habitan-
tes y recursos. Los escasos topónimos de este continente son los mismos que
en los mapas europeos: Magallánica (o Tierra del Fuego), Nueva Guinea, Java
menor, Maletur; los gigantes son colocados al sur del Estrecho de Magalla-
nes. El mapa está acompañado por el jinbutsuzu o ilustraciones etnográficas
de distintos habitantes del mundo, entre ellos los caníbales brasileros y los
gigantes patagónicos, en los que se nota la influencia de los mapas de Blaeu.
Al amanecer, por la naturaleza de las costas creyeron hallarse en el estrecho de Le Maire, porque la
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tierra del oeste llamada Tierra de Mauricio se presentaba a la orilla con varios cerros bajos, y la del
este llamada Tierra de los Estados, era muy endentada, con altos montes puntiagudos y en su mayor
parte cubiertos de nieve. Más tarde, con tiempo claro, los del yate se aproximaron cuidadosamente
114 a la Tierra de los Estados (que se tomaba antes por una parte del continente), y descubrieron que era
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una isla de 9 a 10 millas de largo.
Hendrick Brouwer, 1643. Relación del viaje de Hendrick Brouwer a Valdivia en 1643.
A
pesar del fracaso de las expediciones que buscaban tierras Luego de circunnavegar las supuestas costas de la Terra Australis
australes con recursos de interés comercial, Holanda desarro- entre los 48° y 54° lat. sur por el Océano Índico hasta Nueva Gui-
lla un plan de exploración con un doble propósito: ampliar el nea y las islas Salomón, no se hallaron minas de oro o plata, ni pro-
conocimiento geográfico y cartográfico del Estrecho de Magallanes ductos de valor comercial, solo se encontraron con unos habitantes
y de las aguas aledañas y reconocer el área del Océano Pacífico salvajes, pobres, crueles e idólatras. La confirmación de la insulari-
donde se ubicaban las regiones de Maletur, Beach y Loach. Mien- dad de las actuales Tierra del Fuego, Isla de los Estados, Australia y
tras la expedición de Hendrick Brouwer en 1643 rodea la tierra de Tasmania y de la existencia de un gran océano meridional significó
los Estados confirmando su desconexión con la Terra Australis, la una importante reducción de la superficie del continente austral en
expedición de Tasman (holandés) en 1642 resultó un fracaso al la zona templada y el fin de la suposición de la existencia de civiliza-
tratar de encontrar las tierras de Quirós. ciones con las cuales ampliar los intercambios comerciales.
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Este mapa uno de los primeros en mostrar a la Tierra del Fuego como un
archipiélago es resultado de la expedición de los hermanos Nodal, 1618-
19. Realizado por el cosmógrafo real Pedro Teixeira Albernaz da cuenta de
las exploraciones y, al reemplazar los topónimos holandeses e ingleses por
otros castellanos, refuerza la apropiación territorial simbólica española. Esta
área era, desde fines del XVI, una zona de conflicto entre Inglaterra, Holanda
y España que controlaba el único paso al Oriente. Sin embargo, los descubri-
mientos de Drake implicaban la posibilidad de un nuevo estrecho y la inuti-
lidad de toda defensa del estrecho de Magallanes. La confirmación del nuevo
paso por la expedición de Le Maire impulso a España a enviar a una expedi-
ción con los objetivos de circunnavegar la isla de Tierra del Fuego y corroborar
la existencia de otros pasos substitutos del estrecho de Magallanes. Es decir,
averiguar si más al sur del Cabo de Hornos se encontraba el continente austral
y recorrer y describir la costa sur de la recién descubierta Tierra de los Estados
para comprobar si era isla, parte del o formaba otro estrecho hacia el atlántico.
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Polus Antarticus.
DE WIT, 1666. National Library of Australia.
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tivos; por la latitud, y longitud donde se halla el navío. Este es un punto sumamente importante en
la Navegación, (…) por la de poder con ellas perfeccionar el sistema de la longitud por medio de las
repetidas observaciones; y conocer a diferencia de un grado o grado y medio el paraje donde se halla
128 la Nao, que es el termino de exactitud…
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Antonio de Ulloa, 1748. Relación histórica del viaje a América Meridional, para medir algunos
grados de meridiano terrestre.
A
l mismo tiempo que en Europa se desvanecen las expectativas ción de las tierras en la superficie del globo, lográndose un correcto
de encontrar nuevas tierras en el hemisferio sur, se desarrolla un perfil de los continentes, con excepción de los círculos polares. Así,
nuevo paradigma cartográfico. Los nuevos mapamundis pierden el progreso de las técnicas cartográficas basado en el logro de la exac-
el carácter de relato, abandonan los recursos artísticos y eliminan titud científica derivó en la elaboración de mapas sobrios y simplifi-
todo resabio de la hipótesis del gran continente austral habitado cados que prescindían de todo dato no verificado.
por civilizaciones avanzadas, pero mantienen la posibilidad de tie- De esta manera, se reforzó la función de los mapas como instru-
rras frías en las cercanías del polo sur. Desde fines del siglo XVII, mentos de saber/poder para el control de la naturaleza y los recur-
los avances en el conocimiento geodésico y astronómico, gracias al sos. Los agentes imperiales se sirven de ellos para ampliar el domi-
uso del telescopio y el reloj de péndulo, perfeccionaron significativa- nio político, militar y comercial sobre las posesiones ultramarinas.
mente la cartografía. El cálculo más exacto de la longitud posibilitó Al mismo tiempo, comienzan a presentarse explicaciones científicas
una mayor precisión en la representación de la forma y la distribu- de la conformación de los continentes, en particular del austral.
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extensos y tan llenos de habitantes civilizados, deben proporcionar un comercio muy beneficioso (…),
la exploración de los países situados en el Océano Pacífico Sur tendría una gran consecuencia para la
Compañía de las Indias Orientales, (…) pero la Compañía de las Indias Orientales está demasiado
136 involucrada en el dominio territorial para pensar en el comercio y el descubrimiento.
Alexander Dalrymple, 1769. An Historical collection of the several voyages and discoveries in
the South Pacific Ocean.
E
n los inicios de la industrialización, Inglaterra y Francia desa- tamiento en las Malvinas y en la circunnavegación de 1766 busca la
rrollan un plan de expansión global que los lleva a competir por Terra Australis de Quirós. Por su parte, Inglaterra desarrolla un pro-
el control del comercio con Oriente y la incorporación de las tie- grama de circunnavegaciones y exploración del hemisferio sur que ini-
rras incógnitas al sistema económico capitalista. El diseño de estra- cia en 1740 con Lord Anson, quien propone un asentamiento en Mal-
tegias imperiales que contemplaban el establecimiento de bases vinas. A esta le siguen Byron (1764-66) –funda Port Egmont–, Wallis
de apoyo en el Atlántico Sur, el control del paso interoceánico y la y Cateret (1766-69) y James Cook (1768-71; 1772-75 y 1776-79).
continuidad de la búsqueda de la Terra Australis en el Pacífico Sur Las tres expediciones de Cook tuvieron como objetivos la
requerían contar con una imagen completa del mundo y desvelar determinación correcta de la longitud y la búsqueda del paso del
la naturaleza de esos inquietantes espacios en blanco que seguían noroeste en el Ártico; la segunda, en particular, trató de comprobar
representando algunos mapas. la existencia del continente austral, entre Chile y Australia, que
En este sentido, las únicas acciones francesas fueron realizadas por Alexander Dalrymple, retomando los descubrimientos de Quirós,
Bougainville, quien en su primera expedición, 1763, funda un asen- sostenía en su libro publicado en 1772.
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Á
pone varias condiciones.
A
l detenerse en las cercanías del círculo polar, la expedición y aceite para las nacientes industrias de Europa– motivó la ocupa-
científica de Cook no descubre la Antártida, sin embargo, ción de las costas patagónicas y malvinenses.
su informe sobre la abundancia de mamíferos marinos en el La intensa actividad de loberos y balleneros hispanocriollos,
Atlántico Sur acelerará la expansión. norteamericanos e ingleses, amparados por los gobiernos de sus
Loberos y balleneros de diferentes nacionalidades, contrata- respectivos países, agotó los recursos del litoral patagónico, Islas
dos por compañías privadas relacionadas con la expansión mun- Malvinas y Georgias del Sur. En las primeras décadas del siglo XIX,
dial del capitalismo industrial, serán los primeros en alcanzar para ampliar las áreas de captura, fueron desplazándose hacia el sur
las costas antárticas detrás de un rápido y lucrativo negocio que y probablemente antes del descubrimiento oficial de las Shetland
llevó rápidamente a las poblaciones de mamíferos marinos al del Sur por ingleses y norteamericanos en 1819, los loberos ya ope-
borde la extinción. raban en los archipiélagos australes. En solo cinco años, la sistemá-
Durante las últimas décadas del siglo XVIII el interés por los tica e irracional explotación llevó a la virtual extinción de la fauna
recursos marítimos del Atlántico sur –lobos, elefantes marinos, marina. Los loberos y foqueros se desplazaron hacia el sur de Nueva
focas y ballenas que constituían una importante fuente de cueros Zelanda ante la falta de rentabilidad de la actividad.
150 151
BITÁCORAS
Liber Monstrorum. 1493. America sive novus orbis. 1596.
BALLENAS MONSTRUOSAS
158 ÁGUILA DORADA CALAVERA AUSTRAL Las expediciones a las nuevas tierras y mares poblaron
Sobre el hemisferio sur, desconocido por los europeos, Los tres mapamundis del Atlas de Le Testu tienen varias estos últimos con distintas criaturas marinas que ilustra-
se encuentra un águila dorada y coronada con cabeza y cabezas de viento, o vientos “humanizados”, y nubes ron tanto los relatos como los mapas. Algunas de ellas,
torso de mujer, símbolo de la Ciudad Imperial Libre de sobre un fondo celeste, como una fase intermedia entre como las ballenas, eran creadas a partir de datos reales
Nuremberg. Los sabios, magistrados y comerciantes de el globo terráqueo y el universo. En la proyección oval, a los que luego se les sumaban atributos o proporciones
esta ciudad le encargaron la producción de un globo a las cabezas de vientos son calaveras, en sintonía con la exageradas. Esas criaturas, concebidas dentro del mundo
Martin Behaim, cosmógrafo y navegante, quien logró tradición de representar a los vientos relacionados con real y del imaginario europeo, remitían a seres inferna-
esta configuración y posición tanto de las tierras como los climas. Las tres calaveras del Hemisferio Sur pueden les y terroríficos que presentaban serios peligros para la
de los mares tomando como base las obras de Ptolomeo, relacionarse con la zona frígida y las dificultades en la navegación. Diego Gutiérrez. Americae sive qvartae
Plinio, Estrabón y Marco Polo. Martin Behaim. Erda- navegación por el Estrecho de Magallanes. Guillaume orbis partis nova et exactissima descriptio. 1562.
pfel (Manzana de la Tierra). 1492. Le Testu. Mapamundi. 1550.
GIGANTES PATAGÓNICOS
CONEXIÓN CELESTE DIOS DE LOS MARES En el imaginario europeo, América se convierte en el
Las cabezas de viento y las nubes en los márgenes de los Le Testu ilustra su mapamundi con Neptuno, dios de los continente de la desmesura, donde todo adquiere for-
mapas se hicieron habituales en el siglo XV con la publi- mares, montado sobre un monstruo marino, en vez de mas y tamaños diferentes. Con la descripción de Piga-
cación de la Geografía de Ptolomeo. De este modo, el pla- sus tradicionales caballos. Su representación en el mapa fetta, el extremo sur del Nuevo Mundo y sus habitantes
nisferio se relacionaba con el Cosmos en un momento y en el frontispicio del Atlas, con la bandera de Francia, recibieron un nuevo nombre. Los habitantes originarios
en el que se sabía menos de la geografía terrenal que del señala que ese reino desea desplegar su poder sobre los se transforman en Gigantes Patagones, se convierten en
espacio celestial, aún ligado a la religión. En el mapa de océanos del mundo compitiendo con España y Portugal. el “otro” y se deshumanizan. Durante el siglo XVI, los
Waldseemüller, se representan ángeles lampiños y de Al mismo tiempo, para los navegantes Neptuno tenía dos Gigantes fueron representados en los mapas con aspecto
cabello largo alrededor del mundo; debajo de América, significados. En su aspecto benéfico crea tierras y mares europeo o en este caso como griegos clásicos. Diego
aparece una cabeza del viento Lybonoth. Martin Wald- en calma; mientras que en el maléfico, tormentas y nau- Gutiérrez. Americae sive qvartae orbis partis nova et
seemüller. Universalis cosmographia. 1507. fragios. Guillaume Le Testu. Mapamundi. 1550. exactissima descriptio. 1562.
COMERCIO DE ESPECIAS VIENTO SUR SUROESTE CIERVA DORADA SISTEMA HELIOCÉNTRICO
En la primera mitad del siglo XVI, el comercio de clavo En su carta marina de 1569, Mercator incorpora unos La expedición de Drake llegó al Río de la Plata con seis bar- Los comienzos de la cartografía científica se enmarcan en
de olor, nuez moscada, sándalo, etc., estaba en poder de márgenes en los que representa los vientos con cartelas cos. Allí, perdió uno. Luego, en la bahía de San Julián, aban- un proceso que, décadas más tarde, culminará en la pri-
Portugal y era disputado por España. Los cartógrafos de sostenidos por distintas criaturas mitológicas o fantásti- donaron dos más por estar en mal estado. Antes de entrar mera revolución científica. Los mapas van abandonando el
la Escuela de Dieppe, principal puerto de Francia, plan- cas. Al sur de Tierra del Fuego, ubica el viento sur suroeste al estrecho, quemaron otro por tener maderas podridas y le carácter de relato y en los márgenes dejan de representarse
tearon la posibilidad de la existencia de islas aún no des- sostenido por dos sirenas. En la mitología griega, las sire- cambió el nombre a su nave insignia, Pelican, por Cierva habitantes y monstruos. En su lugar, se introduce informa-
cubiertas, entre ellas Java la Grande, o de tierras australes nas tenían alas y eran las encargadas de trasladar a las áni- Dorada debido al blasón de su patrocinador, Sir Hatton, que ción científica, ya sea teorías o instrumentos. El geocen-
con las que fuera posible comerciar, ya que presentarían mas al Hades, luego de la muerte de la persona. Aquí, la tenía una cierva dorada. Después de cruzar el estrecho, una trismo fue reemplazado por el sistema heliocéntrico pre-
características similares a las Islas de las Especias, pero sirena es un monstruo híbrido con elementos femeninos nave regresa a Inglaterra, pero Drake sigue adelante y logra, sentado por Copérnico que un siglo más tarde se afianza
sin estar aún en poder de aquellos imperios europeos. (cabeza y pechos) y aviares (alas y patas). Gerard Merca- la segunda circunnavegación del globo terráqueo. Joducus con Kepler y Galileo. Nicolaes Visscher. Orbis terrarum
Guillaume Le Testu. Terre Australle. 1550. tor. Nova et aucta orbis terrae [...]. 1569. Hondius. Vera totius expeditionis nauticæ. 1595. typus de integro in plurimis emendatus. 1663.
SALVAJES DE TIERRA DEL FUEGO REINA DEL MUNDO ISLA DE LOS TRAIDORES CAZA DE BALLENAS
Sobre la costa norte de la Terra Australle se sitúan los La superioridad de Europa sobre los demás continentes Los nativos al ver las naves holandeses salen a su encuentro La caza de ballenas data de la Edad Media y tenía como
pueblos conocidos por los europeos que habitaban se justifica por la civilización, la ciencia y la cristiandad. en excelentes barcos y ondenado banderas blancas. Al prin- objetivo la obtención der grasa, aceite, carne y barbas.
las costas del Estrecho de Magallanes. La mayoría de Europa se representa como una emperatriz, con corona, cipio establecen un cordial intercambio de cocos por clavos Con el aumento de la demanda de aceite, desde fines
los habitantes, a pesar de errores como la ubicación cetro y su mano izquierda sobre el orbe de la tierra. Su que se tensa lentamente por la persistencia de los nativos del siglo XVII, la búsqueda de estos cetáceos se expan-
del territorio indígena y el uso de hachas para talar poder radica en tener oro, plata, gente sana y virtuosa, en llevarse los objetos de hierro que veían en las naves dió a todos los mares del mundo. Tras un avistamiento
arboles, se asemejan a los Selk’nam. El conjunto de tierras fértiles, ciudades y grandes edificios. En la Anti- europeas. Los desconfiados marinos suponen que tam- de ballenas, estas eran perseguidas con las chalupas
las ilustraciones en las que se destacan las fogatas, las güedad, mantuvo el mundo entero bajo su poder con bién quieren robar el barco. Ante un aparente intento de del barco hasta ser alcanzadas y heridas de muerte con
vestimentas de pieles y las escenas de caza dan a estos Roma, mientras que en ese tiempo España y Portugal ataque, la tripulación abre fuego con mosquetes y cañones arpón de mano y lanzas. Luego, la agotada tripulación
habitantes una clara condición de salvajismo. Andre controlan el Nuevo Mundo y África. Abraham Orte- matando a varios nativos y abandonan la isla. Guillermo debía arrastrar la ballena con la chalupa hasta la costa o
Thevet. Le nouveau monde descouvert et illustré de lius. Theatrum Orbis Terrarum. 1570. Schouten. Relación diaria del viaje de Le Maire y Schou- hasta el barco para su procesamiento. Vicenzo Corone-
nos tre temps. 1575. ten en que descubrieron nuevo estrecho (…). 1619. lli. Globum hujusmodi terraqueum. 1696.
160 EMPERADOR DEL MUNDO
CANÍBALES DE JAVA LA GRANDE La dedicación a Felipe III, el “potentissimo phillippo QUIMERA DEL PACÍFICO POLUS ANTARTICUS DESPOBLADO
En la Edad Media, los antropófagos se encontraban en III”, rey católico de España y las Indias, resalta su gran Luego de cruzar el Estrecho de Magallanes, la expedición En el mapamundi de Visscher se representan los cuatro
Asia Central, pero en el Renacimiento se desplazan a las imperio de mar y tierra (heredero del imperio creado por de Le Maire pone rumbo al norte. Al llegar al Trópico de elementos. El Polo Sur esta sostenido (a la izquierda)
islas del sudeste asiático y al Nuevo Mundo. Al mismo Carlos V y Felipe II) sobre el orbe. El escudo de armas Cáncer, gira al oeste navegando unas 1600 millas. Allí, por una sirena, integrante del séquito de Poseidón y que
tiempo, el canibalismo deja de ser una necesidad física que la acompaña culmina con un león coronado sobre el Consejo de la expedición considera que es improbable representa el Agua, y (a la derecha) por un fauno, acom-
para ser un ritual, una venganza; se da una mudanza de una torre, en el momento de máxima expansión territo- obtener las riquezas soñadas por no tener indicios del pañante de Demeter y que personifica la Tierra. El Polo
la otredad natural a una cultural. Los habitantes de la rial y dominio político y militar de España, que refuerza supuesto continente Austral. Por lo tanto, resuelve cam- Antártico se encuentra totalmente vacío salvo por el
isla de Java, a pesar de su aspecto civilizado son distin- la misión ecuménica de los reyes católicos. Abraham biar el rumbo al norte, a las islas Molucas, en lugar de archipiélago fueguino, las tierras que permitieron supo-
tos de los europeos por ser caníbales e idolatras. Lorenz Ortelius. Theatrum Orbis Terrarum. 1612. una riesgosa navegación hacia el sur. Guillermo Schou- ner la Terra Australis, la primeras en dejar de pertene-
Fries. Carta Marina Navigatoria. 1522. ten. Relación diaria del viaje de Le Maire y Schouten cer al supuesto continente y las primeras en vincularse
MAGALLÁNICA CIVILIZADA en que descubrieron nuevo estrecho (…). 1619. con el helado polo. Nicolaes Visscher. Orbis terrarum
TIERRA ENIGMÁTICA La representación femenina del continente Magallanica, nova et accuratissima tabula. 1690.
Magellanica es representada, en el Theatrum Orbis por ser Magallanes quien descubre Tierra del Fuego, es ESFERA ARMILAR
Terrarum, por la cabeza de una mujer cerca del Estre- una composición de varios continentes. El imaginario La esfera armilar, empleada hasta mediados del siglo XVII, REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
cho de Magallanes, ornamentada con una fogata, como europeo busca territorializar el supuesto continente era un modelo de la esfera celeste que mostraba el movi- A fines del siglo XVII, la competencia entre los imperios
reminiscencia de las descripciones de Magallanes y en austral para justificar su colonización en el inicio del miento aparente de las estrellas alrededor de la Tierra y europeos en un escenario cada vez más global requería
honor al nombre que dan los españoles a esta región: imperio comercial holandés. La mujer, sentada sobre permitía determinar las Coordenadas Celestes de los de una cartografía más precisa para potenciar su dominio
Tierra del Fuego. Se la describe con un cuerpo que aún un elefante, toma de Europa la vestimenta y del sudeste astros. Estaba constituida por círculos insertos unos en mercantil y militar. Las cortes fomentan la invención de
está sin dibujar, por ser un territorio aún desconocido y de Asia los árboles de especias que tiene en sus manos. otros que representaban el ecuador celeste, la eclíptica, nuevos instrumentos de mayor rigor métrico para mejo-
que nadie ha podido determinar si es una tierra salvaje o Los jinetes de elefantes, desnudos y con lanzas, señalan el horizonte, el zodiaco, etc. De tal manera que, una vez rar, principalmente, la determinación de la longitud, que
civilizada. Sea isla o continente solo el paso del tiempo salvajismo. Tanto el grifo como el fénix provienen del dirigida hacia una estrella, se podía leer la latitud con una se logró por las observaciones astronómicas del italiano
permitirá conocerla por completo. Abraham Ortelius. imaginario medieval. Petrus Plancius. Orbis terrarum aceptable exactitud sobre unas escalas graduadas. John Cassini en las que el uso del telescopio fue fundamental.
Theatrum Orbis Terrarum. 1570. typus de integro multis in locis emendatus. 1594. Speed. A new and accurat map of the world. 1626. Antonio Zatta. Atlante novissimo, tomo I. 1779.
CLASE DE CARTOGRAFÍA ISLA DE HIELO
La escena muestra a una mujer, que representa el cono- Luego de ser los primeros en cruzar el Círculo Polar
cimiento, y varios niños –putto, un ser que transmitía Antártico, los tripulantes de la expedición de Cook se
mensajes entre los humanos y dioses– desnudos y ala- reaprovisionan de agua, una tarea colectiva agotadora
dos, están dedicados a la observación de un paisaje al que y riesgosa, ya que pocas veces se encontraba hielo flo-
están cartografiando. Aunque no aparece en la escena la tando de un tamaño manejable en un mar en calma.
figura de Europa domina la imagen, desde donde des- Cuatro botes son bajados para recoger hielo y cazar
cienden, llevados por los niños alados, diversos instru- aves marinas. Los trozos grandes y duros son rotos
mentos científicos para medir la tierra y el cielo. Antonio con picos desde los botes para luego ser derretidos y
Zatta. Atlante novissimo, tomo II. 1779. transferidos a barriles. James Cook y William Hod-
ges. Ice islands. 1777.
CIENCIA, RELIGIÓN Y EJERCITOS
Las constantes guerras que se dan tanto en Europa como PESCA INDUSTRIAL
en sus colonias demandan una mayor precisión en el Hasta mediados del siglo XIX, la actividad lobera y balle-
movimiento de los ejércitos y flotas y, por ende, en la nera se caracterizaba por métodos de caza con escaso
definición de las geopolíticas globales. Los avances cien- uso de tecnología y un uso intensivo de mano de obra;
tíficos permitieron una imagen cartográfica más exacta al igual que el faenamiento, que se realizaba en improvi-
del globo y de las colonias. Los mapas, devenidos en sím- sados campamentos en las costas. Luego, la aparición de
bolo territorial, se constituyen en un rentable negocio los balleneros de alta mar implicó un salto tecnológico,
dirigido a sectores específicos de la sociedad: gobernan- ya que llevaban a bordo un horno para derretir la grasa
tes, religiosos, militares, comerciantes, etcétera. Andrew y convertirla en aceite, lo que les permitía aumentar sig-
Dury. New General and Universal Atlas. 1763. nificativamente la producción. Currier & Ives. Whale
fishery: attacking a right whale. 1856.
CORNUCOPIA DEL PACÍFICO
162 Al continente austral se le atribuye abundancia, riqueza MAR HELADO
y fertilidad; una cornucopia similar a las representacio- Para emular a sus competidores Francia pretende llegar
nes de América. Darlymple afirma que en el Mar del al Polo Sur. La expedición de Durmont debía alcanzar
Sur existe una importante civilización equiparable al este objetivo avanzando por la ruta de Weddell, quien
imperio Inca y que Manco Capac, su fundador, provino en 1823 alcanzo los 74° LS navegando un mar abierto.
de esas tierras. Además, sostiene que esas tierras no
comercian con país alguno de Europa. Por ello, el impe-
Durmont, a los 64° LS, encuentra un mar helado que le
impide avanzar. Intenta encontrar un canal hacia el sur
Un pensamiento llena la inmensidad
rio británico puede acordar una alianza pacífica que le
permita aumentar su poder comercial y el dominio de
pero quedan atrapados por el hielo. Si bien logra sacar
las naves los daños sufridos y el escorbuto que afecta a
WILLIAM BLAKE
los mares. Matthaeus Seutter. Atlas minor praecipua buena parte de los marineros lo decide a poner rumbo
orbis terrarum imperia. 1744. hacia Chile. Jules Dumont d’Urville. Voyage au pole
sud, Tomo 1. 1841.
LEÓN DE LOS MARES
A fines del siglo XVIII, el Reino Unido era el “taller del NAVEGACIÓN PELIGROSA
mundo” y su comercio requería de nuevos mercados. El relato de Weddell describe las serias dificultades en la
La expansión imperial se orientó al Pacífico y Asia, para navegación más al sur del círculo polar antártico: la pre-
lo que necesitaba el control del Atlántico Sur. La imagen sencia de “cadenas de islas de hielo”, algunas de color
femenina de Britania sirvió para reflejar los valores, logros negro que los hacía pensar en una tierra cercana, conti-
y orgullo de ese vasto imperio. En este caso, se encuen- nuos cambios en las direcciones de los vientos, peligro
tra acompañada por un león armado con el tridente de de choque. Estas dificultades sumada a la caída en la
Poseidón, que representa el poder naval británico, y por rentabilidad de la caza de mamiferos marinos hizo que
Mercurio y una cornucopia para simbolizar el comercio las costas de la Antartida dejaran de ser exploradas hasta
como fuente de prosperidad. John Rocque. England and fines del siglo XIX. James Weddell. A voyage towards
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