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Como idea de síntesis, podemos decir que junto con el imaginario social van sus
representacioñes. O también, dicho de otra forma, entendiendo que las
representaciones del mundo no pueden disociarse de los contextos sociales e
históricos de los cuales se nutren.
Así tenemos que la evolución de la cartografía -o la manera de aprehender el mundo— como el Mapa de Tolomeo, reproducido en
1482 por Johannes Schnitzer, la reproducción de Orteluis o la versión más sofisticada de Carel Allard de 1696, adquieren el claro
propósito de representar al extenso y complejo, pero medióle, mundo.
Abraham Oiielius: Americae Sive Moví Orbis Nova Descriptio
Jhon Tallis: Hemisferio orienta]
El Atlas ilustrada de Jhon Tallis refleja una lejana influencia del sombrío condujo al naci- más decorativos de entonces, los llamados carte~d-figures.
estilo científico que tipificaron los cartógrafos de principios del siglo XIX.
Publicado en conmemoración de la Exposición Universal de 1851, refleja la Jhon Tallis y Thomas Mou- le reavivaron con más fuerza la idea de las carte-
á-figures. op.
gloria del Imperio Británi-Jhon Tallis: Hemisferio oriental ( Fuente. R. Barrón, En lacit.)
era del vapor y del imperio, el viajero del sillón Victoriano
vastas extensiones del mundo. Las gentes y sus costumbres, lugares, la flora y podía evocar de un simple vistazo imágenes de países lejanos y de no tan
la fauna, la historia y la geografía, eran recursos utilizados para producir lejanos condados ingleses. El turismo del sillón estaba contenido en el mapa.
“espejos” del mundo, Otro rasgo para destacar de la cartografía de la época del siglo XIX fue la
apogeo durante el siglo XVI. Este deseo de captar la esencia del lugar aparición y representación de la información topográfica (Colección privada
)Una1 representación cada vezELENA MARGARITA CHIOZZA, CRISTINA TERESA CARB ALLO
más precisa
El progreso en la representación de los rasgos morfológicos fue extraordinario al
punto que, cuando pudo contemplarse la superficie terrestre desde el avión,
asombraba ver la correspondencia entre formas de la realidad y mapas.
Sin duda, a partir de entonces los saltos y las continuidades en los avances
tecnológicos han evolucionado significativamente, cada vez con mayor precisión
en la representación del planeta. Luego, además de los vuelos de aviones, se
fueron sumando las naves espaciales, y con ellos las fotografías aéreas
adquirieron más alcance y precisión (véanse las fotografías aéreas del Géminis).
No obstante, lentamente, éstas fueron desplazadas por otros avances técnicos,
como los satélites artificiales y sus sensores remotos, que permitieron la
obtención de las imágenes sateli- tales, otrora monopolio de la NASA, hoy en
fuerte competencia con los países de la Europa occidental. Y es así, que en
cualquier computadora con extensión a internet se puede obtener, a través del
programa
2 Earth del Google, unaELENA
vistaMARGARITA
de cualquier parte CRISTINA
CHIOZZA, del mundo en imágenes
TERESA CARBAUO
sateli- tales de gran alcance, por su definición técnica y por los detalles de la
realidad que pueden captar.
Hoy puede decirse que ningún lugar de la Tierra, por apartado, inhóspito y
recóndito que parezca, es inaccesible al conocimiento humano. Las imágenes
captadas por los sensores remotos, las determinaciones de posición y las medidas
realizadas por modernos instrumentos permiten responder a las preguntas qué y
dónde con gran precisión.
Foto aérea del puerto de Ostia
INTRODUCCIÓN A LA GEOGRAFÍA 3
Con ello, hasta el siglo XIX, podemos caracterizar a los geógrafos como
autodidactas, dado que no aprendieron la disciplina en la universidad, sus orígenes
y formaciones fueron de lo más diversas, pero sin duda la influencia de las ciencias
naturales estuvo presente. La influencia del evolucionismo de Darwin (1808-1882)
tuvo su impacto en la conformación del determinismo y el ambientalismo en
geografía. Esto nos plantea otra cuestión, ¿cuándo entonces podemos hablar de
escuelas geográfica? Esto no será posible hasta la consolidación de las cátedras de
geografía en las universidades europeas, es decir, a fines del siglo XIX.
Todo ello adquiere bajo la pluma de Ratzel un sentido nuevo; todo ello
es tomado y traducido a través de él de una manera nueva. Posee, en un
alto grado, el sentido de la realidad terrestre. Percibe los hechos humanos
sobre la tierra, no como un filósofo, ni como un historiador, ni como un
simple etnógrafo, ni como un economista, sino que él discierne las
múltiples, complejas y variables conexiones con los hechos de orden físico,
altitud, topografía, clima, vegetación [...] Observa a los hombres que
pueblan el globo, que trabajan la superficie, que buscan su vida y que
hacen historia sobre la tierra; él los observa con los ojos de un verdadero
naturalista (J. Brunhes, La géographie humaine, [Armand Colin I a ed.
1912], según la edición de 1925, pp. 41-42).
¿Qué geografía se fue gestando desde fines del siglo XIX hasta la
actualidad? La producción es impresionante y dista mucho de ser lineal o simple,
se caracteriza justamente, por su riqueza y complejidad. Pero con el solo propósito
de situarnos en un contexto más amplio, intentaremos definir algunas coordenadas
que nos orienten hacia nuestro destino, la geografía contemporánea.
Toda una serie de líneas de investigación tendrán lugar en los últimos 25 años.
En este camino reciente, existe una fuerte resignificación de la geografía cultural,
por nombrar una escuela que en la actualidad ha adquirido un lugar destacable en
las discusiones geográficas francesas. Y desde el neopositivismo, los especialistas
geógrafos en los Sistemas de Información Geográfica (SIG) se reclaman como el
Una buena ¡dea de esta multiplicidad del quehacer científico y sus debates
epistemológicos de redefinición del objeto de estudio, aparece en un texto de J.
Levy:
Se debe atacar frontalmente la vieja geografía. No se trata de crear un clima
de violencia, aun verbal, contra los que sostienen la geografía actual. Pero
es importante definirse, ya que no se puede estar a la vez del lado de la
ciencia y de la no-ciencia [...].
La geografía tiene ya una larga historia. Todo lo que podía haberse hecho1 en
INTRODUCCIÓN A LA GEOGRAFÍA
el cuadro pre-científico ya está hecho. La crisis que la geografía conoce en
estos tiempos significa que las condiciones de la ruptura están reunidas.
Otra geografía, por lo tanto es posible; una ciencia del espacio social; de las
ciencias espaciales de la naturaleza; de las disciplinas teóri-cas, sistemáticas
y progresistas. La ciencia del tiempo social tiene más de cien años; la del
espacio social está por inventarse. Lograrlo constituirá una tarea difícil, que
exige esfuerzos sostenidos, largos análisis filosóficos y polémicas que
probablemente quisiéramos obviar. Sin embargo, el camino hacia la ciencia
merece pagar este precio (J. Lévy, 1975).
La principal reflexión que surge de este mosaico de enfoques, movimientos y
corrientes de pensamiento en geografía es que están orientados
epistemológicamente por lo que Kuhn define como el contexto de investigación y
el reemplazo de un paradigma por otro.
La discusión no es tan sencilla en el plano de los modelos científicos, sino que son
igualmente dinámicos,
INTRODUCCIÓN como lo son los contextos sociales e históricos. 1La
A LA GEOGRAFÍA
evolución reciente del pensamiento geográfico, por su diversidad y complejidad,
plantea dudas en cuanto a la validez absoluta de la propuesta de Kuhn. Diversos
geógrafos (y otros intelectuales) están más inclinados a aceptar la propuesta
elaborada por Laicatos (1977), que admite la coexistencia y la competencia entre
paradigmas explicativos diferentes. 4allá revela las interacciones complejas y
extendidas, se busca evaluar las estrategias de los actoies, las capacidades de
adaptación o rebeldía de las poblaciones. Nuestra crisis, ¿se puede explicar
exclusivamente a escala local?
Dice Dollfus:
En su sentido más amplio, el ámbito del espacio geográfico es la epidermis
de la Tierra, es decir, la superficie terrestre y la biosfera. En una acepción
más restrictiva, es el espacio habitable, allí donde las condiciones naturales
permiten la organización de la vida en sociedad. Hasta fecha reciente la
oikuméne coincidía más o menos con las tierras utilizables para la
agricultura y la ganadería. Pero esta noción debe ser revisada. El espacio
geográfico es el espacio accesible al hombre, usado por la humanidad para
su existencia. Por lo tanto, incluye los mares y los aires. Es localizable,
3 ELENA MARGARITA CHIOZZA, CRISTINA TERESA CARBALLO
concreto, diríamos “trivial”. Aunque cada punto del espacio puede ser
localizado, lo que importa es su situación en relación con un conjunto en el
cual se inscribe y las relaciones que mantiene con los diversos medios de los
que forma parte. Ese espacio geográfico se forma y evoluciona partiendo de
unos conjuntos de relaciones, que se establecen en el marco concreto de la
superficie de la Tierra. El espacio geográfico se presenta como el soporte de
unos sistemas de relaciones, determinándose unas a partir de los elementos
del medio físico, y las otras procedentes de las sociedades humanas que
ordenan el espacio en función de la densidad de poblamiento, de la
organización social y económica, del nivel de las técnicas, en una palabra,
de todo el tupido tejido histórico que constituye una civilización (Dollfiis,
1982, p. 7).
Expresa Harvey:
La discusión sobre el espacio es muy rica e interesante. Surgen muchas
cuestiones cruciales alrededor de esta discusión. La primera es que dentro
de la geografía tenemos que tener cuidado de no repetir siempre lo mismo
pero con un nombre distinto. En el mundo anglosajón la palabra región no
es muy usada, la “geografía regional” no es muy común; pero el concepto
de lugar se ha vuelto muy popular y surge una cuestión interesante que es
cuando los geógrafos hablan del Lugar y la teoría del lugar, se refieren a
conceptos básicamente diferentes a lo que se entiende por región, no le
están dando un nuevo nombre a una misma cuestión. Y en tal caso, ¿de
qué serviría usar un nombre distinto si estamos hablando de lo mismo? En
la geografía aparece ese tipo de planteos. En mi caso, prefiero el concepto
de lugar al de región porque cuando trato de teorizar acerca de la
construcción social del espacio, la relación entre espacio y lugar está
profundamente arraigada en el discurso filosófico e incluso en el
matemático, y todo eso me permite comprender la forma en que el espacio
puede ser fluido y cambiante; al mismo tiempo, los lugares están
imbricados en esa fluidez y ese cambio. Creo que la cuestión del espacio,
en este sentido, está en peligro de estancarse porque el espacio ha sido
considerado tradicionalmente como una estructura en la que se lleva a
cabo la acción no como algo que puede ser transformado por las acciones
que lo producen. Y es bastante difícil trabajar con esta última concepción
porque no contamos con muchos trabajos que estudien eso.
4 ELENA MARGARITA CHIOZZA, CRISTINA TERESA CARBALLO
El espacio geográfico
En este contexto de reflexión teórica y de múltiples perspectivas sugerimos una
propuesta que puede tener o no puntos de convergencia o divergencia, pero que
sin duda aporta a la construcción de nuestro concepto central: el espacio
geográfico. A propósito, diceMilton Santos (1996):
El espacio [geográfico] debe considerarse como un conjunto de
relaciones realizadas a través de las funciones y de las formas que se
presentan como testimonio de una historia escrita por los procesos del
pasado y del presente. Es decir, el espacio se define como un conjunto de
formas representativas de las relaciones que ocurren ante nuestros ojos y
que se manifiestan por medio de los procesos y funciones. El espacio es
entonces un verdadero campo de fuerzas cuya aceleración es desigual.
Ésta es la razón de que la evolución espacial no se realice de forma
idéntica en todos los lugares.
En otros términos, el mismo autor expresa: “El espacio debe considerarse como
7 ELENA MARGARITA CHIOZZA, CRISTINA TERESA CARBALLO
Estas condiciones de posición son las que sufren las mayores variaciones a
lo largo del proceso histórico y nos explican por qué algunos lugares privilegiados
en cierto momento pueden ser abandonados en otros.
La identificación de las estructuras es, sin duda, uno de los puntos más
delicados, significativos y relevantes del análisis, necesarios además para la
descripción e interpretación del espacio geográfico como un geosistema
localizado y abierto. Al decir abierto, estamos señalando que pueden aparecer
algunos elementos nuevos que modifiquen en su debido momento la estructura
vigente. Por ejemplo, una autopista por la que fugan flujos sin conexiones locales
es un ingreso de energía que a la larga termina alterando la estructura del sistema;
igualmente testimonios del pasado que no responden a la lógica locacional actual
pueden ser considerados como energía fósil, que incide sobre el sistema actual y
puede en el futuro ser vivificado por su incorporación al sistema como patrimonio
cultural. Por ejemplo, las ruinas de Ostia, las del Pucará de Quilmes o las de
Machu Pichu, entre otras, que son revalorizadas para el turismo.
Pero hay otros tiempos que tienen que ver con las permanencias de los
sistemas sociales que interactúan con el espacio geográfico (naturaleza más o
menos modificada) y permiten establecer periodizaciones: períodos de
estabilización, de transformación o de sustitución de un sistema socioespacial por
otro.
Entre 5.500 y 4.800 años atrás hasta nuestros días, el nivel desciende hasta
unos cinco metros por debajo del nivel actual, en correspondencia con el dominio
de la cultura neolítica, y sólo hace apenas unos 2.500 años que el nivel se
consolida a una altura semejante a la de la actualidad.
El descenso del nivel del mar Mediterráneo repercutió en la baja del nivel de
base de la desembocadura del río Ebro. Este suceso natural aumenta la pendiente
14 ELENA MARGARITA CHIOZZA, CRISTINA TERESA CARBALLO