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El actual SI hereda los más destacados problemas y dinámicas de la Guerra Fría, agravados, en
muchos casos, por algunos de los efectos negativos de la globalización. En los nuevos
contextos políticos y económicos nacionales e internacionales, se ha vuelto imprescindible
articular las políticas internas de desarrollo y modernización con los objetivos e instrumentos
de las políticas exteriores. Las “agendas” de ambas políticas se mezclan y retroalimentan
constantemente. Esto debilita la “estructura histórica” del SI anterior, entre otras cosas
implica: a) la crisis del principio de soberanía del Estado, entendida como poder supremo
sobre una población y un territorio, b) la crisis del patrón de comportamiento anterior: la
búsqueda de autonomía en un mundo de rivalidades interestatales, y c) el cuestionamiento de
las reglas de coexistencia y las instituciones en las que se basó este orden, como el equilibrio
de poder, la acción de los grandes poderes en sus áreas de influencia, y la guerra.
Los principales detractores son los movimientos antiglobalización, fenómeno internacional que
vincula a multitud de grupos, asociaciones, sindicatos y partidos políticos de todo el mundo,
que tienen en común su rechazo al modelo socioeconómico impuesto por el neoliberalismo.
Atribuyen a la globalización la realidad de procesos de producción repartidos a lo largo del
mundo, con la posibilidad de exportar puestos de trabajo y de dirigir la producción a un lugar
más ventajoso; y que conlleva la ausencia de participación y control democrático, y el
debilitamiento de la posición relativa de sindicatos y Estados ante las multinacionales. Algunos
antiglobalizadores predican una sociedad justa y un reparto equitativo de la riqueza,
eliminando la deuda de los países pobres y defendiendo los derechos fundamentales de los
pobres y de las minorías. Otros aprecian ciertos aspectos positivos como la posibilidad de
construir distintas identidades personales y colectivas, el predominio del conocimiento sobre
la producción, disponibilidad de todo el espacio comunicativo gracias a internet,
autodefinición de los individuos como consumidores… Por lo general, las acciones y
movimientos antiglobalización se producen en países desarrollados, y no en los países pobres
donde se registran la mayoría de los efectos negativos. Estos movimientos se forman en torno
a 3 submovimientos: el anti capitalismo, anti corporativismo y anti americanismo. Susan
George propone la Tasa Tobin para gravar y repartir la recaudación de las transacciones
especulativas financieras entre los más desfavorecidos. Bello plantea un sistema global de
gobernabilidad alternativa, un aparato descentralizado compuesto por un sistema de
instituciones y órganos plurales encargados de neutralizar y transformar las iniciativas
levantadas desde las altas esferas del poder, que obedecen a intereses corporativos.
La extensión de las resistencias revela que la globalización es claramente la etapa actual de las
RI, además de un proceso incompleto. La globalización moderna ha supuesto la reducción de la
pobreza y un aumento en la cantidad y calidad de las infraestructuras en muchos países, y
también ha requerido la creación de nuevas superestructuras internacionales que resultan
fundamentales para el desarrollo y buen funcionamiento del sistema y para asegurar la
integración de todos los países. Pero de la globalización pueden surgir actividades que
producen externalidades negativas. Es necesario un cuidadoso proceso de integración y
apertura económica que permita la regulación por parte de la autoridad de los efectos de la
globalización para prevenir shocks económicos y demás efectos negativos provenientes de una
mala gestión y desaprovechamiento de los recursos disponibles.
Conflicto: El conflicto es un tipo de relación social que implica una confrontación intencionada
de voluntades en un tema concreto. En su agravamiento, supone una discordia que puede
alcanzar el grado de enemistad. El estadio previo al conflicto es la tensión: convergencia y
manifestación de intereses en sentidos opuestos referidos a un asunto en concreto. La política
es la herramienta por excelencia para la resolución de conflictos. Lo ideal es resolverlos en sus
primeras etapas de desarrollo, antes de que la escalada dificulte su resolución.
Según su amplitud, el conflicto puede ser local, nacional, regional o global. Según su causa o
los medios para su resolución, los conflictos pueden ser políticos, laborales, armados, bélicos…
El conflicto armado implica la participación de grupos armados, el conflicto bélico implica
hacer uso de dichas armas, esto lleva el conflicto a un estadio más peligroso y menos
controlable. Todos los conflictos armados están sometidos al Derecho de la Guerra, aunque no
haya habido declaración de guerra. La OTAN en sus Rules of engagement, expresa las normas y
límites que deben respetar los ejércitos implicados en combates. Se trata de usar las armas
bajo un estricto control, respetando las leyes del derecho internacional y aplicando la norma
de uso proporcional.
El conflicto asimétrico es un concepto militar que trata de describir y analizar las formas de
enfrentamiento entre ejércitos convencionales y adversarios muy inferiores en medios y
hombres, que utilizan procedimientos y estrategias no convencionales. Hay diversas
definiciones que podemos resumir en 3 corrientes principales: A) Una “forma sucia” de hacer
la guerra de aquellos adversarios que no pueden esperar ninguna posibilidad de victoria en un
combate convencional y recurren a métodos ajenos a las leyes y usos de la guerra. B) Un
método de combate en el que se utilizan procedimientos que permiten aprovechar al máximo
las ventajas propias y las debilidades enemigas. C) Un método de combate que se basa en lo
inusual, lo inesperado, y en procedimientos ante los que no resulta fácil una respuesta
mediante fuerzas y métodos convencionales.
Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz (PRIO) de Oslo el 93,5% de los
conflictos armados entre 1989 y 1998 fueron intraestatales, que suelen ser asimétricos, ya
que enfrentan a un Gobierno con todo el poder y fuerzas del Estado, contra un rival inferior en
medios. Se aprecia una tendencia creciente de los conflictos intraestatales y asimétricos (eran
el 65% en el S XIX).
plural. Otros analistas, aun aceptando la tesis de Huntington no están de acuerdo con la
inevitabilidad del conflicto entre ellas, argumentando que la mayor parte de la población
prefiere coexistir amigablemente. Muchos han querido ver en los atentados del 11-S y los
ataques occidentales a Irak y Afganistán la confirmación de la tesis de Huntington, lo que ha
reforzado la de los neoconservadores y, en algunos casos, militaristas. Frente a ellos, algunos
estados y líderes políticos están buscando alternativas, como la llamada “Alianza de
Civilizaciones”, con el apoyo de organizaciones y otros actores internacionales.
En general, los dependentistas han sostenido que el escaso desarrollo de América Latina se
debe a deficiencias estructurales del sistema económico capitalista. Concluyeron que: el
subdesarrollo está conectado con la expansión de los países industrializados; desarrollo y
subdesarrollo son aspectos diferentes del mismo proceso universal; el subdesarrollo no puede
ser considerado como una condición primaria para un proceso evolucionista; la dependencia
no es un fenómeno externo, también se manifiesta bajo diferentes factores entrelazados con
la estructura interna de un país (social, económica, ideológica y política).
que para los revolucionarios, la inserción dependiente en el orden global restringe la eficiencia
del orden democrático en el plano interno, creen necesaria una revolución democrática
socialista que rompa con el dominio imperialista y la forma de producción capitalista, que es la
generadora de la dependencia.
11-S y globalización de la seguridad: Tras el 11-S se abre una nueva etapa de la globalización
caracterizada por la priorización de las cuestiones de seguridad internacional y algunos puntos
de la “agenda negativa”, en profunda conexión con la política estadounidense para el S XXI,
que se convierte en el sujeto más destacado del SI.
EEUU actuando como “regulador” del SI, establece como primer punto de la “agenda global” la
lucha contra el terrorismo internacional y los Estados que lo patrocinan, lo que considera las
mayores amenazas contra el SI.
Varios analistas consideran contraproducente dejar explícitas las condiciones en virtud de las
cuales EEUU atacaría primero. La debilidad de la nueva doctrina también reside en que para
obtener la seguridad globalizada, se confía plenamente en el poderío de EEUU y en el
mantenimiento de su supremacía militar para disuadir posibles retos, estrategia que ya orientó
la política exterior de EEUU en el siglo anterior. Pero es improbable que dicha supremacía
militar condicione la política exterior estadounidense, por ejemplo retardando el crecimiento
económico y militar de potencias emergentes como China o India, más bien implica una subida
continuada del gasto en defensa de EEUU, que amplía la brecha militar con sus competidores a
un alto coste para la economía nacional. Otro aspecto discutible de la doctrina de la seguridad
globalizada es el “nuevo multilateralismo” contrapuesto a la voluntad de “actuar solos” si es
necesario, en el que se subordinan los principios generales acordados en un ámbito
multilateral, a los intereses nacionales políticos, económicos o electorales de EEUU; situación
difícilmente sostenible incluso entre Estados que, en un momento, puedan compartir el mismo
criterio militar o estratégico. Las dificultades se agrandan si se considera que EEUU, el actor
más poderoso del SI, conduce la política exterior sin tener en cuenta a los otros actores, que
no son solo otros Estados-nación, son OI y la opinión pública internacional que es otro
participante destacado en el SI en la era de la información y que puede oponerse a la posición
de los gobiernos.
Los conflictos de Afganistán e Irak: Las guerras de Afganistán e Irak y los incrementos de
enfrentamientos civiles y militares en Oriente Próximo, son los más claros exponentes de la
puesta en práctica de la nueva doctrina de la seguridad globalizada.
El inicio de estos conflictos por parte de EEUU y aliados prosigue con la tradicional forma de
entender el conflicto, consistente en la “contención” de problemas concretos en territorios
delimitados que se van sucediendo según el momento histórico: comunismo, nacionalismo
exacerbado, islamismo radical, terrorismo internacional. Se han intentado solucionar las
nuevas manifestaciones de conflictos con las viejas fórmulas de respuesta militar contundente
y negociación incondicional de los vencedores sobre bases inestables, como demuestra la
Conferencia de Bonn, que intentaba cerrar el conflicto en Afganistán y la situación de
enfrentamiento permanente en Irak.
Finalizado el conflicto y contrastada la realidad puede afirmarse que las falsas pruebas sobre la
existencia de armas de destrucción masiva, dadas por EEUU y GB estaban destinadas al
consumo interno de la opinión pública y élites políticas estadounidenses para consolidar el
consenso nacional que respaldara la nueva Doctrina. Pero el apoyo conseguido con estos
métodos es inversamente proporcional al miedo que despertaron en una parte importante de
sus aliados históricos europeos, incluso en GB y España que progresivamente se fueron
distanciando.
Los resultados del conflicto de Irak condicionaron un SI en el que los actores secundarios
asisten a una pérdida de peso ante el renovado empuje estadounidense, asumiendo la nueva
dinámica y jerarquía del medio internacional. Los acontecimientos vividos antes y durante el
conflicto tuvieron una influencia directa en el programa seguido por la UE, que tras la división
demostrada durante el conflicto en Irak, asume con resignación los distintos proyectos
irreconciliables de sus Estados miembro. Los resultados de la Convención para elaborar una
Constitución Europea y el débil consenso en los ámbitos de seguridad y defensa, suponían un
claro retroceso respecto a los avances que se habían dado en los últimos años, especialmente
desde Maastricht en el 92 hasta Niza en el 2003. Las dudas sobre el necesario papel de
contrapeso que la UE debía jugar respecto a la Doctrina de Seguridad de EEUU quedaron
despejadas no solo por dificultades y divisiones internas, también después de su inexistente
papel en los debates sobre la reconstrucción de Irak, su aún más limitado papel en la reforma
de la Alianza Atlántica y su desaparición en el proceso de paz de Oriente próximo.
La ONU también se encontró en una situación difícil, con un papel en el SI reducido a la mayor
o menor resistencia hacia la nueva Doctrina de Seguridad. Su margen se estrecha mas al
mantener, como en el caso de Irak, que las acciones militares preventivas, no derivadas de los
mecanismos de inspección y seguimiento acordados, suponen “actos ilícitos internacionales”
que socavan las bases del Derecho Internacional. EEUU, históricamente, siempre tuvo esa
visión instrumental de las OI y foros multilaterales, confiando de forma decidida y casi
exclusiva en sus propias capacidades, en su fuerza y en lo justo de sus ideales, asumiendo un
liderazgo a veces deseado y reclamado por la comunidad internacional para dar respuesta a los
nuevos desafíos.
Otro punto que ocupa un lugar central en el debate académico y político sobre esta nueva
Doctrina de la Seguridad Globalizada es aquel referido al surgimiento de un nuevo
unilateralismo en las relaciones de los EEUU con el SI. Desde el 11-S, en la política exterior y de
seguridad de los EEUU el resto de los sujetos internacionales han pasado a un segundo plano.
El discurso del presidente Bush en las Naciones Unidas del 12 de septiembre de 2002 fue más
un ultimátum que una solicitud: si esta Organización no estaba dispuesta a actuar contra Irak,
EEUU lo haría solo. Una política exterior y de seguridad unilateralista como la que practicaba la
Administración Bush, derivada de una poderosa y consensuada Doctrina, siempre plantea al
pensamiento internacionalista la siguiente diatriba: The Rule of Power or the Rule of Law?.
Del realismo preventivo al periodo Obama: Las expectativas tras estos conflictos se basaban
en 2 hipótesis: una se preguntaba cuál sería el siguiente objetivo militar de EEUU en su guerra
permanente contra el terrorismo internacional; la otra visión intentaba descubrir nuevas
posiciones y cambios en su política exterior que propicien una mayor paz y seguridad en el
mundo. El caso es que una política exterior se puede corregir, pero es más difícil cambiar una
Doctrina de Seguridad Globalizada como la que sembró la Administración Bush en el sustrato
de las clases medias y en la mayor parte de las élites económicas y políticas de EEUU, y que
afecta a la política exterior, la de Defensa, a las mentalidades preponderantes de la Nación… y
supone la superación del anterior escepticismo de la opinión pública norteamericana frente a
las intervenciones (aislacionismo), cambio que explicaría el éxito republicano en las elecciones
de 2002 a pesar de los malos datos económicos.
Del miedo que ha provocado y provoca en la SI, incluso en sus aliados europeos más próximos,
EEUU debe pasar a una cara más amable para afrontar los riesgos colectivos en la seguridad,
cambiando su manejo de los marcos multilaterales. La política exterior de EEUU debe
privilegiar los instrumentos diplomáticos clásicos y reinventar nuevas herramientas
negociadoras aprovechando incluso dinámicas anteriores que estaban olvidadas. Una de las
conclusiones que deberá aprender la diplomacia estadounidense es que, fracasada la
utilización de la fuerza militar en Afganistán e Irak, la única forma eficiente para combatir el
terrorismo islámico es eliminar los caldos de cultivo en donde crece el reclutamiento de los
grupos radicales islámicos. El conflicto de Oriente Medio podría ser un ejemplo muy
significativo: no existirá paz en el corazón de los árabes en tanto no se solucione el
contencioso árabe-palestino-israelí. Y éste no se solucionará hasta que EEUU con una fuerza
renovada, más allá de los intentos tímidos de los últimos meses de Bush, no asuman un
liderazgo diferente en este proceso.
Las esperanzas quedaron depositadas en una presidencia moderada del candidato demócrata
Barak Obama, que buscara de rasgos unitarios por encima de los enfrentamientos, y marcada
por decisiones muy controvertidas para encarar los cambios del sistema económico, financiero
y político nacional e internacional, teniendo en cuenta la nueva doctrina de liderazgo. Y que
tendría que encarar numerosos problemas como la posibilidad de convertirse en prisionero de
las élites egoístas, y es que la historia ha demostrado la gran distancia existente entre las
promesas electorales y la dura realidad del poder en Washington.
EEUU ha de plantear un cambio profundo en el tono y confianza con sus aliados europeos que
provoque un cambio en la jerarquía dentro de los principales puntos de la Agenda
Transatlántica. El primero de ellos, es encontrar un nuevo marco institucionalizado de relación
con Rusia, encontrarle el puesto que le corresponde acorde con el gran país que es. La
Pero el mayor riesgo está en Oriente Medio, donde Obama intenta salir de muchos de los
pozos cavados por su predecesor, George W. Bush (2001-2009), para poder centrar más su
atención en Asia y, específicamente, enfrentar el ascenso de China. En 2013 evitó con éxito (y
con la improbable ayuda de Putin) una intervención militar directa en Siria, pero el efecto
dominó de la guerra civil allí, en Iraq y Líbano, plantea importantes nuevos riesgos en 2014.
Esto, sin mencionar la inestabilidad en Egipto y el posible colapso en las negociaciones
nucleares con Irán y sus implicaciones. En Medio Oriente, el conflicto entre musulmanes
chiitas y sunitas trasciende cada vez más las fronteras nacionales.
Mientras el nacionalismo parece estar vivito y coleando en Asia. Los reclamos territoriales
cada vez más rotundos de Beijing aumentaron el riesgo de un conflicto que involucre a fuerzas
estadounidenses. Además, desataron un contragolpe que, entre otras cosas, parece haber
envalentonado al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para apartarse cada vez más
rápidamente del pacifismo posterior a la II GM (1939-1945). La defensa de Abe de las
actuaciones japonesas en esa guerra, provocadoramente expuesta con su visita al santuario de
Yasukuni en diciembre, indignó tanto a China como a Corea del Sur. Además, malogró los
esfuerzos de Washington por coordinar una política sobre China y sobre una Corea del Norte
armada nuclearmente y cada vez más impredecible. El prestigio de Obama crecerá si logra
recomponer las relaciones entre Tokio y Seúl y hacer que China acuerde reglas para las zonas
disputadas. Pero, dadas las pasiones nacionalistas que sacuden a la región, la tarea será difícil y
crecientes los riesgos en juego.
La primordial importancia dada al Medio Oriente y a Asia significa que América Latina y África
subsahariana probablemente seguirán recibiendo una atención relativamente mucho menor
de Washington en 2014, como ocurrió en los últimos 5 años. Sin embargo, crisis específicas –
como la posibilidad de guerra civil en Sudán del Sur– pueden subir el área al primer puesto en
la agenda exterior. Aunque Obama tenga poco que ganar con la situación aun si sus
diplomáticos contribuyen a impedir lo peor, tiene mucho que perder, ya que si la nación más
joven del mundo se autodestruye, el presidente perderá la inversión personal que hizo en la
autodeterminación de Yuba, y además será comparado, desfavorablemente con Bush, una de
cuyas pocas victorias en política exterior fue la negociación del acuerdo de paz de 2005 entre
Sudán y el Ejército Sudanés de Liberación Popular (SPLA), que impulsó la independencia del
sur.
El Gran Medio Oriente es la región donde mayor cantidad de problemas enfrenta Obama, pero
también es donde puede lograr meritos que le aseguren un lugar en la historia como
presidente exitoso en política exterior. La más espectacular sería la conclusión exitosa de un
acuerdo nuclear exhaustivo con Irán en el contexto de las negociaciones del P5+1 (EEUU, UK,
Francia, China y Rusia, más Alemania), que podrían revertir los recientes avances atómicos de
Teherán, pero permitiéndole enriquecer uranio a niveles bajos. Negociar semejante acuerdo
implicará abandonar 35 años de hostilidades entre ambas naciones. También podrá facilitar su
cooperación para debilitar el conflicto entre sunitas y chiitas que amenaza a toda la región y
para estabilizar a Afganistán, de donde prácticamente todas las tropas de combate de EEUU
prevén retirarse a fines de año. Un acuerdo con Irán no alcanzaría la significación estratégica
del acercamiento de Richard Nixon con China a comienzos de los años 70, pero haría posible
importantes realineaciones, que vayan desde el mar Mediterráneo hasta Asia central. Pero
para lograrlo, Obama enfrenta una gran oposición, principalmente del primer ministro israelí
Benjamín Netanyahu y el poderoso lobby pro Israelí de Washington, pero también de Arabia
Saudita y otros estados del Golfo, que temen que Teherán recupere la primacía regional que
ostentaba en los 70, antes de la llegada de los islamistas al poder. Igualmente, la línea dura en
Irán también objeta un acuerdo. Si estas fuerzas tienen éxito, las consecuencias, como advirtió
el propio Obama, muy probablemente pueden incluir otra intervención militar de EEUU en
Medio Oriente. Eso, a su vez, no solo sabotearía las esperanzas de Obama de reducir la
presencia militar estadounidense en la región y de dar un giro hacia Asia. Sin autorización del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tal acción probablemente provocaría una
importante crisis internacional, que haría añicos la cooperación con Rusia y China sobre
variados asuntos, además de tensionar las relaciones de EEUU con sus aliados de la OTAN.
Para Obama, la eventualidad de una guerra con Irán es probablemente el riesgo más peligroso
en su tablero de 2014, más incluso que la escalada del conflicto entre sunitas y chiitas en Siria
y sus vecinos. Otro logro que puede garantizarle a Obama un lugar favorable en los anales de
la política exterior es negociar un acuerdo final del conflicto entre israelíes y palestinos. La
mayoría de los analistas dudan que sea un objetivo posible y, en cualquier caso, es muy
improbable que se logre en 2014. Sin embargo, la energía con que el secretario de Estado John
Kerry se esfuerza en conseguirlo ha impresionado a algunos escépticos. Al comenzar el año
está ofreciendo mediar en propuestas para un acuerdo de estatus permanente, si bien en
Washington se considera lejano que pueda alcanzarse, especialmente si Obama logra un pacto
nuclear con Irán.
Los riesgos que amenazan a Obama en la región son numerosos, y van desde una escalada de
la violencia en Egipto, hasta el resurgimiento de la violencia sectaria en Iraq a los niveles de
2006 y 2007. O desde la intensificación de la guerra en Siria o su exportación a Líbano, hasta el
fortalecimiento de las fuerzas vinculadas a la red extremista Al Qaeda en toda la región. En
2014, la OTAN retirará el contingente restante de Afganistán, escenario de la guerra más larga
de Washington, un rápido colapso de la seguridad podría resultar igualmente mortal y haría
recordar la debacle de la guerra de Vietnam hace casi 40 años.
Actores internacionales estatales: Para definir las RI podemos observas los actores que
participan en dichas relaciones, este criterio ha sido utilizado por algunos estudiosos
vinculados al planteamiento realista, como Aron, Wright, Hoffman… pero la referencia
obligada en sus reflexiones sobre el medio internacional sigue siendo el componente estatal, lo
que da lugar a una visión meramente descriptiva de las RI. Esta limitada visión en la que el
Estado es el esencial y único actor de las RI, imposibilita un análisis sincero y rico de los
diferentes sujetos en las RI, en las que se aprecia un protagonismo creciente de actores no
estatales en una realidad internacional más compleja y cambiante.
Alfred Zimmern definirá las RI como el conjunto de interacciones entre diferentes sujetos
estatales y no estatales. Para él las relaciones entre Estados han de dar paso a las actuales
relaciones entre pueblos. El Estado sigue teniendo un papel relevante en la SI, pero teniendo
en cuenta a otros actores y colectividades cada vez más importantes.
Mundialización y reforma de los Estados: Hay claro consenso intelectual y científico entre
realistas e idealistas (mayoritarios en RI) que ha generado una visión estatalista de las RI. Esta
interpretación dominante solo ha conocido excepciones aisladas, el marxismo más clásico, la
teoría del imperialismo y la dependencia, y las que tomando algunos instrumentos analíticos y
científicos de estas últimas y otros enfoques, consideran que el concepto que mejor define la
realidad de las RI como disciplina científica, es el de sociedad internacional (SI), que es
esencialmente una sociedad de comunidades humanas con autodeterminación pero entre las
que hay interdependencia. Es la más adecuada porque: 1- es fiel reflejo del carácter
compuesto y complejo de las relaciones en la escena internacional actual, y 2- porque
introduce la perspectiva valorativa.
Las relaciones entre individuos y colectividades no estatales están más extendidas que nunca,
pero no son admitidas por todos los Estados en igual medida, se efectúan a la sombra de las
relaciones entre estados. Ahora bien, son el elemento más rico, más vivo y factor de progreso
de la SI.
Concepto de OI: Denomina a todo tipo de uniones o instituciones que agrupen a varios
Estados, tanto si tienen vocación universal (por ejemplo es Naciones Unidas y sus agencias) o
casi universal (como puede ser el G-77), como si tienen carácter regional (como es el caso de
la Organización de los Estados Americanos) o multiregional (por ejemplo, la OCDE). También se
denomina así a ciertas instituciones mundiales de carácter no gubernamental como el Comité
Internacional Olímpico, OXFAM o la Federación de las entidades nacionales de Cruz Roja.
Proceso histórico de avance de las OI: Según una reseña publicada por el primer Consejero
Mundial de Asociaciones Internacionales que tuvo lugar en Gante y en Bruselas en junio de
1913, sólo después de 1860 empezaron a celebrarse reuniones internacionales que no fueran
las consabidas conferencias de paz al final de ciertos conflictos, como la paz de Westfalia de
1648 o el Congreso de Viena de 1815, de donde salió la Comisión Central para la Navegación
del Rin, la más antigua de las OI existentes, y el Protocolo de Aquisgrán de 1818 por el que
nació el Concierto de los poderes europeos tras la derrota de Napoleón. Tal concierto de
Europa, y la Santa Alianza derivada del Tratado de París de 1815, fueron cuasi OI que
permitieron resolver muchas cuestiones conflictivas a través de conferencias internacionales
de los grandes poderes (Prusia, Rusia, Inglaterra y Austria y luego Francia) sin recurso a la
guerra. Dos conferencias internacionales celebradas en la Haya en 1899 y 1907 produjeron las
convenciones reguladoras del arreglo pacífico de conflictos internacionales a través de una
Corte de Arbitraje, que no pudieron, sin embargo, evitar el estadillo de la I GM.
Con el sistema de conferencia se pactaron, a lo largo del siglo XIX, unas 50 convenciones
internacionales sobre cuestiones técnicas, económicas, comerciales y humanitarias creadoras
de “derecho internacional” aceptado por diversos Estados. Como las referidas a cuestiones
sanitarias y de plagas, tráfico de esclavos, armas, licores y opio, estandarización de pesos y
medidas y de establecimiento del sistema métrico decimal (1885), leyes de la guerra y otras.
En 1885 y 1890, dos conferencias establecieron el derecho internacional de África.
El SI da un paso más cuando se pasa de las simples conferencias a la creación de OI. La primera
OI que se creó y que hoy todavía existe fue la Comisión Central para la Navegación del Rin
establecida en 1815 por el Congreso de Viena para garantizar la libertad y la seguridad de
navegación por dicho río, la igualdad de trato a los buques de todos los Estados miembros y la
armonización de normas aduaneras, fiscales, técnicas y jurídicas, y también resolver las
disputas mediante arbitraje. En el propio Congreso de Viena de 1815 se dio paso a la creación
de la Confederación Germánica, primer ejemplo de OI de carácter regional. Los grandes
poderes firmaron en 1874 la convención estableciendo la Unión Postal Universal; en 1865 se
había establecido de forma similar la Unión Telegráfica Universal y en 1890 se creó la Unión
para la publicación de los Aranceles de Aduanas, mientras que en 1905 se establecía el
Instituto Internacional para la Agricultura, precursor de la actual FAO.
Ante las devastaciones de la I GM, se creó la Sociedad de Naciones (SN) como parte integrante
de los tratados de Paz de Versalles de 1919. La idea del presidente norteamericano Wilson
(contenida en sus denominados catorce puntos de enero de 1918) fue que la nueva OI sirviera
para resolver los litigios internacionales, a través del Tribunal Permanente de Justicia
Internacional; y permitiera la creación de derecho internacional mediante conferencias
internacionales. Aunque no todos los Estados miembros tenían el mismo estatus, el sistema
creado proclamaba la igualdad entre Estados heterogéneos soberanos al modo de lo pactado
por 1º vez en la paz de Westfalia. El artículo 24 del Tratado establecía, además, que “todas las
oficinas internacionales anteriormente establecidas por tratados colectivos quedarán
colocadas, contando con el asentimiento de las partes, bajo la autoridad de la SN”. El Tratado
de Versalles de 1919, al crear también la Organización Internacional de Trabajo como
institución autónoma vinculada a la SN, estableció la primera OI en cuyo seno pasaron a actuar
en pie de igualdad los representantes de los Gobiernos y los representantes de los sindicatos y
las organizaciones de empleadores. Hoy en día es normal que todos los organismos
intergubernamentales otorguen carta de reconocimiento a una serie de organizaciones no
gubernamentales reconociéndoles estatuto consultivo. La propia Secretaría General de
Naciones Unidas tiene un comité de coordinación de ONGs.
Derecho de las OI: Es el conjunto de normas producido por las OI y sus órganos. Las OI son
sujetos de derecho internacional derivados, se constituyen a partir de la voluntad de los
Estados que las crean. Así que cada OI tendrá, en primer lugar, las competencias normativas
que le reconozca de forma expresa su carta y, en segundo lugar, aquellas otras que, aún no
estando reconocidas expresamente, sean necesarias para el cumplimiento de los objetivos que
se le han fijado.
La terminología que pueden adoptar los actos normativos de las organizaciones es muy
variada: resoluciones, recomendaciones, decisiones, declaraciones, directivas, dictámenes...
Los efectos jurídicos también lo son y no dependen de la terminología adoptada. Para
averiguar el grado de obligatoriedad de un determinado acto normativo de una organización,
será necesario acudir a su carta constitutiva.
Podemos diferenciar, desde un punto de vista teórico, 2 tipos de actos normativos propios de
las OI: aquellos cuya finalidad es establecer la regulación interna de la organización y aquellos
otros que se orientan al exterior y que van a desplegar sus efectos sobre otros sujetos de
Derecho Internacional, ya sean éstos Estados u OI, y en determinadas ocasiones, particulares.
Esta segunda vertiente no se produce en todas las OI, es más frecuente en las organizaciones
de integración (como la UE o el MERCOSUR). Ejemplo paradigmático de esta segunda vertiente
es el derecho comunitario europeo en el que reglamentos y directivas comunitarias pueden
generar derechos y deberes para los individuos, si se dan una serie de requisitos. Por lo que se
refiere al poder normativo interno, éste va dirigido a regular el funcionamiento interno de la
organización y, en este sentido, tendrá como destinatarios a sus órganos e instituciones, a los
Estados miembros como integrantes de la organización, y a determinados individuos
particulares como sus funcionarios y agentes.
Los actos jurídicos de las OI tienen una importante incidencia en la formación del derecho
internacional. En especial cuando hablamos del Derecho de las Naciones Unidas, por su
vocación de universalidad. A pesar de que la mayor parte de estos actos normativos no
constituye fuente autónoma de derecho internacional, pueden ser esenciales en el proceso de
creación del derecho internacional, se trata de normas convencionales o consuetudinarias.
Ejemplos paradigmáticos de este efecto son la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1948) y la Declaración sobre los principios de Derecho Internacional referentes a las
relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las
Naciones Unidas (1970).
Sistema mundial de OI: De acuerdo con el Anuario de OI del 2004/2005 publicado por la Unión
de Asociaciones Internacionales, existen en la actualidad 245 OI intergubernamentales fruto
de convenciones mundiales, una es de carácter general (Naciones Unidas), 34 son de carácter
universal, 33 de carácter intercontinental y 177 de carácter regional, existiendo también otros
1743 organismos internacionales y regionales intergubernamentales de otro carácter. El
sistema mundial de OI se completa con 7261 organizaciones no gubernamentales
convencionales de las cuales solamente 36 tienen carácter universal, existiendo 5676 de
carácter regional y otras 1549 intercontinentales.
Origen histórico: Este organismo cúpula del SI, fue concebido durante la II GM por los
representantes de 26 países aliados para combatir a las potencias del Eje. Su Carta fue
redactada en San Francisco del 25 de abril al 26 de junio de 1945 en la Conferencia de las NU
sobre Organización Internacional, siguiendo las pautas de trabajos preliminares desarrollados
por representantes de China, USA, UK y la URSS en Dumbarton Oaks en 1944. La Organización
nace oficialmente el 24 de octubre de 1945, con 51 Estados miembros, de los que solo 3 eran
africanos. El 18 de abril de 1946 las NU absorbieron los activos que había ido acumulando la SN
desde su puesta en marcha. La SN desaparece el 20 de abril.
Estructura y órganos: El Sistema o Familia de las NU consta de la ONU propiamente dicha y sus
6 órganos principales.
La Asamblea General es el principal órgano deliberante, en ella están representados todos los
Estados miembros, con un voto cada uno. Para temas importantes se necesita mayoría de 2/3.
Cuenta con 6 comisiones principales: 1. Desarme y seguridad; 2. Económica; 3. Humanitario,
social y cultural; 4. Política y de descolonización; 5. Administrativa y presupuestaria; 6. Jurídica.
La Asamblea da impulso político anualmente a los trabajos de la Organización y revisa lo que
“la familia” ha realizado en el ejercicio anterior. Además convoca las grandes conferencias
internacionales de las que salen programas de acción en áreas específicas
Social, Derechos Humanos, Estupefacientes, Prevención del delito y Justicia penal, Ciencia y
Tecnología para el Desarrollo, Desarrollo Sostenible, Condición de la Mujer, Población y
Desarrollo, y Estadística) y 5 comisiones regionales (África, Asia-Pacífico, Europa, América
Latina y el Caribe, y Asia Occidental).
El Consejo de Administración Fiduciaria está formado por los 5 miembros permanentes del
Consejo de Seguridad y se dedica a impulsar la marcha hacia el gobierno propio o la
independencia de los territorios en fideicomiso.
La Secretaría cuenta con uso 15.000 funcionarios entre Nueva York, las subsedes de Ginebra,
Nairobi y Viena así como en el resto de lugares donde la ONU hace su labor. El Jefe de la
Secretaría es el Secretario General (SG), nombrado por la Asamblea General a propuesta del
Consejo de Seguridad por un periodo de 5 años renovables (Ban-Ki-moon desde el 2007). Cada
SG define la tarea que le corresponde en función de los problemas del mundo que le toca vivir.
El sistema de las NU: Hay 243 entidades nacionales o territoriales de las que, en 2006, eran
miembros de las NU 192. De ellos, 53 son africanos, 52 de Asia-Pacífico, 24 de Europa Oriental
y Balcanes, 33 de Latinoamérica y 30 del “Grupo Occidental”. El Vaticano es miembro
observador; Taiwán no es reconocido desde 1971. Palestina y Sahara Occidental no pueden
ingresar porque no son considerados independientes. Hay 6 Estados de facto sin
reconocimiento internacional: Chipre Norte, Abjasia, Nogorno-Karabaj, Somalilandia, Osetia
del Sur y Transnistria. Por último, Kosovo, que proclamó unilateralmente su independencia en
2008, se encuentra bajo protectorado de las NU. Los Estados miembro de las NU mantienen
delegaciones ante la OI, a cuyo frente figura un diplomático representante permanente con
categoría de embajador. La ONU tiene su sede en NY y subsedes en Ginebra, Viena y Nairobi,
aunque hay Agencias especializadas y órganos subsidiarios desparramados por todos los
continentes.
Para llevar a cabo sus funciones, las NU cuentan con un Presupuesto aprobado bianualmente
por la Asamblea General a propuesta del SG que debe ser refrendada por la Comisión
Administrativa y de Presupuestaria. La fuente principal de recursos procede de las
contribuciones de los Estados miembros con arreglo a una escala de contribuciones según la
capacidad de pago de cada uno. Aparte del Presupuesto ordinario también se prorratean entre
los Estados miembros los gastos de las FFAA de NU. La labor de muchos programas opcionales
y fondos específicos se financia principalmente a través de contribuciones voluntarias
aportadas tanto por Gobiernos como por instituciones internacionales y por personas o
fundaciones particulares.
Las Agencias especializadas de NU son una pieza importante del engranaje global. Están
abiertas a los miembros de las NU que acepten sus respectivos convenios constitutivos, la más
antigua es la Organización Internacional del Trabajo y las más modernas son Habitat del 2001 y
la Oficina de las NU sobre Droga y Crimen del 2004. Algunas antiguas organizaciones
intergubernamentales se han convertido posteriormente en Agencias de NU, como la Unión
Postal Universal creada en 1874 y convertida en Agencia de las NU en 1948, o la Unión
Internacional de Telecomunicaciones establecida en 1865 como Unión Internacional de
Telégrafos y luego ampliada y completada de acuerdo con los progresos técnicos, que se
transformó en Agencia en 1947. Más recientemente, la Organización Mundial del Turismo
creada en Madrid en 1976 y transformada en Agencia en 2003.
Otras Organizaciones importantes del sistema de NU que no son de las 6 principales son:
Da servicios a los países en desarrollo, tanto a los Gobiernos como al sector público y privado.
Trata de acercar la tecnología disponible y conocimientos técnicos a los países en desarrollo
fomentando también las inversiones industriales, además de prestar apoyo a los
patrocinadores de proyectos industriales y proyectos comerciales asociados. Fomenta la
cooperación entre países desarrollados y en desarrollo proporcionando un foro de consulta y
negociación sobre cuestiones de inversiones, mercados de tecnología y cooperación industrial,
subcontratación y transferencia de tecnologías hacia países en desarrollo. Facilita también
información industrial, comercial y tecnológica por medio de redes electrónicas, bases de
datos, publicaciones y centros de intercambio y promoción distribuidos en muchos países. La
ONUDI está asociada al Protocolo de Montreal de 1992 sobre sustancias que degradan la capa
de ozono, la creación del Global Environment Facility y el Fondo Común de Materias Primas.
La promoción de la educación para todos y la lucha contra el analfabetismo: ayuda a lograr una
educación básica para todos de acuerdo con los Objetivos del Milenio, a promover una
educación superior y a formar cuadros docentes y administradores públicos para la
planificación y la gestión educativa a nivel nacional y local. También impulsa la creación de
escuelas con el equipamiento requerido de acuerdo con las necesidades existentes y la edición
y la lectura de libros.
Programas actuales de las NU: Las NU han organizado en estos últimos años numerosas
Cumbres que han adoptado Programas de Acción para coordinar la acción de la comunidad
internacional en una serie de campos. El inicio de este ciclo de cumbres suele situarse en la
Conferencia de las NU sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, 92), Población (El
Cairo, 94), Mujeres (Pekín, 95), Asentamientos Humanos (Estambul, 96), el Foro Mundial sobre
la Educación (Dakar, 00), la Cumbre del Milenio (Nueva York, 00), la 3º Conferencia sobre los
Países Menos Avanzados (Bruselas, 01), Racismo y Xenofobia (Durban, 01), Financiación del
Desarrollo (Monterrey, 02), Desarrollo de los Países Sin Litoral (Almaty, 03), Sociedad de la
Información (Ginebra 03, y Túnez 04), la Sesión especial de la Asamblea General de las NU
sobre la Infancia (Nueva York, 02), la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible 10 años después de
la Conferencia de Río (Johannesburgo, 02). En 2005 la Asamblea General celebró una sesión
especial a nivel jefes de Estado y Gobierno para hacer un seguimiento de las acciones
emprendidas para alcanzar los Objetivos del Mileno pactados en el 2000.
A estas cumbres debe juntarse la preocupación sobre diversos temas que se reflejan en los
trabajos del ECOSOC y de la Asamblea General y sus Agencias Especializadas, así como la tarea
a favor de los países en desarrollo de sucesivas Conferencias de las NU sobre Comercio y
Desarrollo (UNCTAD) que se han venido celebrando desde 1964 y han dado lugar al
establecimiento de la UNCTAD como órgano permanente de la Asamblea General en 1965. La
UNCTAD de 1968 pone en marcha el Sistema de Preferencias Generalizadas a favor de las
exportaciones de manufacturas de los países en desarrollo, y las sucesivas UNCTAD y el trabajo
de su Secretaría contribuyeron a la vertebración del diálogo entre países ricos y pobres y
muchas iniciativas y estudios sobre los problemas que afectan a los países en desarrollo.
Las organizaciones no gubernamentales (ONG): Término utilizado por 1º vez por el ECOSOC
en 1950 para definir las organizaciones supranacionales e internacionales que no habían sido
establecidas por acuerdos gubernamentales. Son grupos sociales organizados independientes
que no pertenecen al sector público ni privado, sus actividades son solidarias y no lucrativas,
poseen una función social y política en su comunidad, una estructura y forma legal y disfrutan
de una amplia autonomía. Actúan en diferentes ámbitos, como el de cultura, ocio y deporte;
educación e investigación, servicios sociales, medio ambiente, solidaridad internacional,
cooperación al desarrollo, acción humanitaria, política, derecho y asesoramiento legal.
Jurídicamente se encuadran dentro de las asociaciones o fundaciones, se nutren de recursos
económicos aportados por donaciones privadas y/o subvenciones públicas, así como del
trabajo voluntario de sus colaboradores.
Muchos grupos y movimientos sociales o comunitarios que actúan informalmente como ONG,
acaban constituyéndose como tales al asumir los derechos y obligaciones de una personalidad
colectiva delante de sus integrantes, colaboradores, beneficiarios, del Estado y la sociedad en
general. Al constituirse jurídicamente debe expresar con claridad y coherencia sus objetivos, y
sus fundadores deben mostrar su compromiso. Así que la motivación para constituir una ONG
parte de una colectividad que ya actúa o quiere actuar en promoción de una causa, con el
objetivo de contribuir en la consecución de un mundo más justo, solidario y sostenible. Al estar
integradas por ciudadanos asociados a partir de unas convicciones compartidas, forman parte
del denominado Tercer Sector o “Sector Social”.
Las ONG existen tanto en países del Norte como del Sur, siendo estas últimas muchas veces las
contrapartes que ejecutan sobre el terreno los proyectos promovidos por las primeras.
Especialmente las del Norte, realizan campañas de sensibilización de la opinión pública, de
educación para el desarrollo y en valores solidarios, así como de presión (lobby) y denuncia
ante los Gobiernos en torno a los problemas de los pueblos del Sur y los factores
internacionales que los causan.
Las ONG se convierten en representantes de un grupo social que encuentra en este actor un
canal de su demanda además de un espacio de participación solidaria, tornando una fuerza
legítima para plegar a los Gobiernos, como demostraron las Cumbres de Río (1992), Viena
(1993), Pekín (1995)… En las últimas décadas fueron protagonistas absolutas del activismo
social, popularizando temas como el Protocolo de Kioto, el comercio justo, campañas contra el
maltrato a las mujeres, la igualdad de derechos para el matrimonio homosexual, la lucha
contra la pobreza o el cumplimiento de los Objetivos del Milenio.
Entre las causas explicativas del nacimiento de empresas multinacionales y su creciente auge,
hay que mencionar: la necesidad de las empresas de aumentar su producción en búsqueda de
las economías de escala, con la consiguiente necesidad de ampliar sus mercados nacionales e
internacionales; la existencia de una brecha tecnológica, derivada del conocimiento científico y
técnico, que las empresas de un número reducido de países altamente desarrollados tratan de
explotar colocando sus productos en el extranjero; el desarrollo de las empresas extractivas
que necesariamente deben instalarse en el territorio en el que se encuentran las materias
Podemos clasificar las multinacionales de muchas maneras. Según su estructura las hay de
integración vertical, que controlan todo el proceso del producto (extracción, transformación,
distribución, comercialización), u horizontales que procuran imponerse como principales
proveedoras en una rama de actividad por su especialización y adelanto tecnológico.
Los orígenes de las empresas multinacionales se remontan al siglo XIV, como las Compañías
Inglesa y Holandesa de las Indias Orientales o la Hudson’s Bay Company. Pero el 1º desarrollo
importante se da a finales del XIX de manera simultánea en algunos países de Europa y en
EEUU. La primera empresa considerada multinacional fue Singer, que instaló en Glasgow la
primera fábrica en el extranjero. Su implantación se acelera en la medida en que lo hacen los
avances tecnológicos y científicos en los procesos de producción, distribución y consumo.
Incluso algunas multinacionales surgen con el fin de controlar los nuevos sistemas de
transporte y comunicaciones, como la Bayer. Con todo, la principal expansión se produce tras
la II GM, especialmente a partir de los 60, y jugaron un papel destacado las multinacionales de
EEUU. Dicho país acumulaba casi el 50% de las inversiones extranjeras directas. A principios de
los 90, la inversión extranjera de los EEUU se había reducido al 25,4%, seguido de Japón con el
12,4%, UK con el 11,6%, Alemania con el 9,2% y Francia con el 8,6%.
Los Estados han adoptado algunas características de las empresas comerciales: compiten en
los mercados para mejorar su posición comercial internacional y para capturar una proporción
mayor de los beneficios del comercio; también compiten para atraer las inversiones y reforzar
su base productiva nacional, lo que mejora su posición competitiva. En los últimos años,
muchos Estados han realizado procesos de desregulación de ciertos sectores (servicios
financieros, telecomunicaciones…) que está acelerando el proceso de la deslocalización.
La Organización Internacional del Trabajo adoptó en 1977 una declaración de principios sobre
empresas multinacionales y política social, pero solo tiene valor recomendatorio. La
Organización de Cooperación y Desarrollo Económico aprobó en los 60 una declaración y una
serie de decisiones sobre inversiones internacionales y multinacionales, como unas directrices
para las multinacionales y un compromiso de los Gobiernos a no dar un trato discriminatorio a
empresas controladas por capital extranjero, pero han tenido un desarrollo muy pobre.
Los países más desarrollados, que constituyen el G7, G8 si incluimos a Rusia, agrupan al 80%
de las multinacionales. Una docena se localizan en Suiza. Algunas de las empresas
multinacionales no financieras más importantes son: Shell, General Motors, Ford, IBM,
Mitsubishi, Toyota, Nestlé, Philips, Bayer, Siemens, Sony, Brown, Coca-Cola, Microsoft, bancos
como Deutsche Bank, UBS, Citigroup, Bank of America…
política exterior de tales gobiernos ante una cuestión concreta, logrando que sus actuaciones
exteriores se conjuguen internacionalmente, como en el caso de la intervención en Irak.
Se distinguen 7 fases de integración económica que pueden llegar hasta la integración política:
1- El acuerdo comercial, 2 o más países reducen las tarifas arancelarias entre ellos para
un grupo de productos, puede o no dar lugar a una zona de libre cambio y comercio.
2- El área de libre comercio, formada por varios países que deciden eliminar las barreras
al comercio interno para un amplio bloque de mercancías, excluyendo la agricultura, y
manteniendo cada uno sus aranceles frente a terceros. El problema derivado es la
necesidad de mantener controles fronterizos para los productos que procedan de
países de área pero que hayan sido producidos total o parcialmente en el exterior.
3- La unión aduanera, nace cuando un área de libre comercio establece un arancel
exterior común y permiten el libre comercio sin barreras oficiales para todas las
mercancías. Es necesaria una política de comercio externo, que requiere un mayor
esfuerzo de negociación y acuerdo interno, ya que cada país de la unión verá más o
menos modificada su estructura productiva. Los controles fronterizos desaparecen
para los productos pero permanecen las barreras que impiden la circulación de los
factores.
4- El mercado común: añade la eliminación de barreras a la circulación de factores
productivos (trabajadores y capitales) y la agricultura al libre flujo comercial. Para los
trabajadores se da igualdad de condiciones de contratación, reconocimiento mutuo de
las titulaciones profesionales y cierta armonización de los criterios educativos. La libre
circulación de capitales requiere también cierto grado de armonización, ya que el
establecimiento de impuestos diferenciales podría desvirtuarla. Se procura eliminar los
obstáculos no oficiales, denominados Barreras No Arancelarias (BNA).
5- El mercado único, igual que el mercado común pero incluyendo los servicios, e
integrando también los factores de producción.
6- La unión monetaria, se agrega a la etapa anterior un grado más en la armonización de
las políticas fiscales y monetarias. Al dotarse de un sistema monetario único se
produce una mayor cesión de soberanía, ya que cada país se somete a una disciplina
monetaria para mantener los tipos de cambio dentro de los márgenes autorizados,
eliminándose la incertidumbre que supone para el comercio la variación del cambio de
las monedas.
7- La unión económica propiamente dicha, implica la creación de una autoridad
supranacional que adoptará las decisiones de política fiscal y monetaria, con una
fiscalidad común o muy coordinada y una gran capacidad de inversión pública en áreas
de interés para todos los países.
Se pueden ver muestras de integración económica desde épocas coloniales con las primeras
empresas multinacionales europeas. Pero el primer intento reciente de integración económica
regional que siguió las pautas antes mencionadas fue el Benelux. Posteriormente aparecieron
la CECA y la CEE, otros de inspiración anglosajona menos exitosos como el Espacio Económico
Europeo (EEE). El proceso que mejor sigue los pasos de la UE es MERCOSUR en América, donde
hay otros más recientes como el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte
(NAFTA/TLCAN), el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), el Mercado Común
NAFTA/TLCAN: Zona de libre comercio formada por EEUU, Canadá y México, operativa desde
el 1 de enero de 1994. Los antecedentes datan de 1860 con el no ratificado Tratado de Mc
Lane-Ocampo entre EEUU y México. La idea quedó en segundo plano hasta que los gobiernos
de Carter (1976-1980) y Reagan (1980-1988) presentaron la idea de crear un Mercado Común
de América del Norte que incluía un proyecto de mercado común energético, pero que
fracasó. En 1988 Canadá y EEUU firman un acuerdo de libre comercio. Posteriormente George
Bush (1988-1992) anunció la Iniciativa para las Américas con el fin de crear una zona de libre
comercio continental. La Iniciativa definía de manera expresa un tratado de libre comercio con
México como primer paso para su cristalización. En 1992 México firma el TLCAN, que entra en
vigor en enero de 1994.
El principal tema de negociación fue la eliminación de los aranceles aduaneros entre los países
de América del Norte, culminado en 1998 entre EEUU y Canadá y a finales de 2008 para
México, no se planteó la posibilidad de establecer un arancel externo común. El TLCAN
también implica el desmantelamiento de las BNA, el tratamiento nacional de las inversiones, la
apertura de los mercados públicos y la protección de la propiedad intelectual compatible con
las reglas de la OMC.
La reducción arancelaria fue mayor para México que mantenía un arancel promedio del 15%.
Ha generado un crecimiento importante del comercio entre los socios de este tratado, aunque
centrado en USA, de cuya economía dependen en gran medida Canadá y México. El sector
agropecuario es un caso particular, para estos productos, en general, los aranceles se reducen
en fases de 5, 10 y 15 años. México manejó productos sensibles a los que eliminará el arancel a
los 15 años: la carne de cerdo, huevo, azúcar, lácteos, frijol y maíz. Las importaciones por
encima de cierta cantidad pagan un arancel más alto (contingentes arancelarios). Otro éxito
del TLCAN es el de la inversión, desde 1994 las empresas estadounidenses y canadienses han
invertido en México masivamente. Los Incentivos para invertir se han generado no solo por el
acceso al mercado estadounidense, sino por crear un marco jurídico que ofrece certidumbre,
respetando los principios de trato nacional y de nación más favorecida.
El TLCAN no ha implicado que sus miembros se cierren en sí mismos, todos han negociado
acuerdos de libre comercio con otras zonas y en el plano multilateral de la OMC. Pero Canadá
y México mantienen como prioridad las negociaciones bilaterales con EEUU en materias de
comercio, migración, y apoyos al desarrollo en el marco del TLCAN por el gran peso de las
relaciones económicas recíprocas y teniendo en cuenta lo complicado que puede resultar
cumplir esas metas, especialmente por lo que EEUU pueda solicitar a cambio (apoyo a la
guerra de Irak, narcotráfico, terrorismo…) Sin embargo, poco a poco, los cambios mundiales, la
creciente competencia europea y asiática, han hecho entender a los integrante del TLCAN que
se debe cooperar y crear una agenda común como bloque regional unido, más que una simple
asociación de países independientes con intereses antagónicos.
Los que apoyan al ALCA consideran que sería como una extensión del TLCAN al resto de países
del continente, pero además, la ampliación de los campos temáticos podría proporcionar a la
región una serie de beneficios, al permitirle ingresar de forma preferencial al mercado
norteamericano y favorecer la llegada de inversión extranjera directa. Los países
latinoamericanos y caribeños, al estudiar el proyecto, han impuesto que el proceso ALCA se
efectúe bajo unos principios que limiten el peso del gigante norteamericano:
Se alega que el ALCA evitaría que, en el futuro, EEUU estableciese medidas proteccionistas
unilaterales en contra de los países latinoamericanos y crearía un entorno atractivo para la
inversión extranjera, el ingreso de crédito externo, la repatriación de capitales, el
mejoramiento de la infraestructura y sueldos más competitivos. Para que el ALCA diera
resultados simétricos y satisfactorios habría que adoptar mecanismos eficaces de cooperación,
calendarios acordes a las necesidades de las industrias y sectores más vulnerables, así como
reglas claras limitando el uso de BNA.
Tras la Cumbre de Buenos Aires de 2005 el proceso ha quedado interrumpido. EEUU busca
profundizar en el modelo de ir suscribiendo acuerdos bilaterales con los países que quieran. En
esta situación de incertidumbre, las integraciones económicas latinoamericanas existentes han
entrado en crisis a mediados de 2006 con la práctica desaparición de la Comunidad Andina de
Naciones por el abandono de Venezuela y el potencial de Bolivia, y un futuro incierto para
MERCOSUR tas el anuncio del ingreso de Venezuela, y los deseos expresados por Paraguay y
Uruguay de suscribir acuerdos de libre cambio con EEUU. Venezuela, Cuba y Bolivia están
siguiendo la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA) de alto contenido ideológico y
denominado por algunos como la anti-ALCA.
CAN: Organismo de integración económica regional formado hasta 2006 por Bolivia, Colombia,
Ecuador, Perú y Venezuela y por las instituciones del Sistema Andino de Integración con sede
en Lima y con un Secretario General Ejecutivo al frente. Es fruto de la evolución del Pacto
Andino a través del Protocolo institucional Modificatorio del Acuerdo de Cartagena, firmado
en Trujillo, y del Protocolo programático de Sucre, de junio 1997. La CAN ha abandonado su
La parte económica se inicia con el acuerdo de libre comercio e integración de 1992 por
Guatemala y El Salvador, que preveía avances hacia la unión aduanera y entró en vigor en
2000. En 1995 en la XVII reunión de presidentes se crea la Alianza Centroamericana para el
Desarrollo Sostenible (ALIDES) con apoyo del BCIE.
La CECA fue el primer paso, fue proyectada por Jean Monnet, uno de los padres de Europa.
Quería solventar la tensión entre Francia y Alemania por el dominio del Sarre, región rica en la
producción de carbón. La idea para lograr la paz era poner los instrumentos que sirven para
construir armas de guerra, carbón y acero, bajo una autoridad común por encima de los
gobiernos que las producen. La genialidad de esta idea se extendió al método, que consistía en
avanzar paulatinamente por medio de solidaridades de hecho. Por primera vez se lograba que
los Estados renunciaran voluntariamente a una parte de su soberanía para ejercerla de forma
compartida. Las fronteras para el carbón y el acero quedaban suprimidas entre Francia,
Alemania, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. El comercio superó los niveles anteriores.
Se empezó a trabajar entonces en la creación de un mercado común para todos los sectores de
producción, la CEE, que llega el 25 de marzo de 1957 con el Tratado de Roma.
Los logros de la Europa de los 6 atrajeron a los Estados que la rodeaban. La primera
ampliación tuvo lugar en 1973 con la entrada en la CEE de UK, Irlanda y Dinamarca,
conformando la Europa de los 9, esta ampliación quiso aflojar la tendencia a formar una Unión
más intensa, quedándose en lo comercial. La segunda ampliación se produce en 1980 con la
entrada de Grecia, trajo problemas a la Unión por las malas relaciones de este país con
Turquía. La tercera ampliación es la de España y Portugal en 1986, con la que se llega a la
Europa de los 12. Tuvo una preparación muy completa, superando los problemas que
presentaban la financiación y agricultura, por el menor desarrollo económico de estos países, y
por la necesidad de reestructurar la PAC para integrar los sistemas agrarios mediterráneos, con
productos nuevos y explotaciones extensivas y muy parceladas. La entrada de ambos países
alejó definitivamente la posibilidad de volver a una dictadura política y supuso una gran
mejora económica para ellos. Además abrieron una comunicación más fluida de Europa con los
Estados de Iberoamérica. La cuarta ampliación es la de Suecia, Finlandia y Austria en 1995, con
la que se alcanzó la Europa de los 15. Dos de estos países entraban con estilo político propio de
los países nórdicos digno de ser alabado, pero por otro lado, se alineaban con UK en el sentido
de que su mayor interés era el comercio. La quinta ampliación es la de Polonia, Hungría,
República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre y Malta en 2004.
Suponía un progreso al incluir países del Este, pero trajo a la UE numerosos problemas
políticos, económicos y humanos. Había que sustituir todo un modelo de sociedad: implantar
la democracia política, impulsar la economía, eliminar corruptelas administrativas, mejorar la
aplicación de la justicia, renovar la actitud de la policía, respetar los derechos humanos,
especialmente en el ámbito de las minorías nacionales. La culminación de la quinta
ampliación son los casos de Rumanía y Bulgaria en 2007, que tenían problemas económicos y
políticos parecidos a los de los otros países procedentes del sistema comunista.
Al tiempo que aumentaban los Estados miembro, aumentaban las competencias que los
Estados transferían a la CEE mediante diversos tratados, que recogían en sus preámbulos y
primeros artículos los valores ligados a grandes principios y objetivos. Los primeros fueron el
Tratado de la CECA del 18 de abril de 1951, con un preámbulo modélico que establece 4
valores: paz, solidaridad de hecho, mejora del nivel de vida y aspiración a conseguir un destino
compartido; y el Tratado de Roma del 25 de marzo de 1957, que habla de una unión más
estrecha, concreta facetas de la actividad económica, establece algunas políticas comunes,
como la agraria y la de transporte y vincula a la CEE con los países de ultramar. Nace así la
Europa de los mercaderes. Posteriormente llega el Tratado del Acta Única Europea (AUE),
firmado en Luxemburgo y La Haya el 17 y 28 de febrero de 1986, que añade el valor de la
solidaridad. Las políticas comunes llegan a la tecnología y al medio ambiente. En política se
apunta a una cierta cooperación en política exterior y perfeccionamiento de la democracia. En
el terreno de lo humano se hace la primera referencia a los derechos humanos. La Europa de
los mercaderes toma nuevas facetas, deja de ser la CEE para ser la Comunidad Europea (CE). El
Tratado de la UE o de Maastricht, firmado el 7 de febrero de 1992 en los Países Bajos, hizo
grandes aportaciones en el campo de los valores. Hay apertura a una mayor solidaridad y
cohesión, así como a la cooperación política no solo en cuestiones de exterior, también de
interior. Establece el principio de subsidiariedad, según el cual las decisiones de la UE deben
tomarse lo más cerca posible del ciudadano. En el terreno humano integra a los ciudadanos y
las regiones en que se encuadran en el proceso de funcionamiento. De aquí son las
competencias del euro, de la ciudadanía, de los fondos de cohesión para los Estados menos
ricos de la UE, de la cultura, de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), de la
Cooperación en Asuntos de Justicia e Interior (CAJI) posteriormente denominada Espacio de
Libertad, Seguridad y justicia. Se crea el Comité de Regiones. Nace el nombre de UE. El Tratado
de Ámsterdam, del 2 de octubre de 1997, realiza una concreción mayor en el acercamiento de
los poderes públicos a los ciudadanos, prestando atención al empleo y la persecución de la
delincuencia internacional. Ofrece la posibilidad de que algunos Estados tengan cooperaciones
reforzadas, por las que un grupo de países puede trabajar conjuntamente en un ámbito
particular sin otros países, que se pueden incorporar más tarde si lo desean. El Tratado de
Niza, del 26 de febrero del 2001, acomodó las instituciones para una prevista entrada de
numerosos Estados del otro lado del telón de acero. Una importante aportación fue la
A la cabeza está el Consejo Europeo, formado por los jefes de los gobiernos de los Estados
miembro, o por el jefe de Estado. Da los impulsos necesarios para el desarrollo de la UE y
definir las políticas generales. Nombra a los cargos más importantes, si no lo logra por
consenso se hace votando por el sistema de mayoría cualificada o doble mayoría, que tiene en
cuenta 2 aspectos: por un lado, cada Estado como tal, considerado desde el principio de
igualdad; por otro, en función del número de habitantes de cada Estado, lo que da más ventaja
a los países más poblados como UK, Alemania o Francia a la hora de tomar decisiones. Este
sistema, introducido en el Tratado de Lisboa se empezará a aplicar el 1 de noviembre de 2014.
Su presidente es permanente pero actúa como moderador. Es elegido por 2 años y medio,
prorrogables por otro tanto, representa a la UE en el exterior.
El Consejo (CUE) sirve para defender los intereses de los Estados. Formado por personas con
rango ministerial del gobierno de los Estados. Toma decisiones de gobierno, teniendo función
legislativa. Opera por medio de reglamentos, directivas o decisiones (denominación UE de
leyes y decretos). Cuando se reúne para legislar lo hace a puerta abierta. El Consejo es uno
pero tiene diversas formaciones dependiendo de las competencias ministeriales que aborde,
hasta ahora son 9 formaciones, que pueden cambiar, salvo la de Asuntos Generales y la de
Exteriores. El CUE para preparar las sesiones, recibe el asesoramiento del Comité de
Representantes Permanentes (Coreper) con sede en Bruselas, y compuesto por los
embajadores de los Estados miembros ante la UE. El Consejo de Asuntos Exteriores está
El Parlamento Europeo (PE) comparte con el CUE la función legislativa. Es la Cámara Baja de la
UE. Al proceso de decisión conjunto de ambas cámaras se le denomina codecisión. Introducido
en el tratado de Maastricht, atribuye a la Comisión la iniciativa de presentar propuestas ante el
PE, iniciando un proceso que busca el acuerdo entre ambas instituciones a través de hasta 3
rondas sucesivas de propuestas y contrapropuestas. Controla a la Comisión pudiendo llegar a
presentar moción de censura contra esta. Los parlamentarios son elegidos por los ciudadanos
de toda la Unión, en elecciones cada 5 años con sufragio universal directo, se han celebrado 8
elecciones entre el 79 y el 2014. Cada país tiene un número de escaños según su número de
habitantes. Los parlamentarios no se sientan en el hemiciclo por países, sino por grupos
políticos y parlamentarios. Cuando se iniciaron la CECA y el CEE, el PE no era más que una
asamblea consultiva, que ha ido ganando atribuciones. Su sede está dispersa, el hemiciclo del
Pleno en Estrasburgo, las salas de las Comisiones en Bruselas y la Secretaría en Luxemburgo.
Junto a estas 5 están el Banco Central Europeo (BCE), cuya función principal es mantener el
poder adquisitivo del euro y la estabilidad de la eurozona. Y el Tribunal de Cuentas, que
supervisa la financiación de las actividades de la UE. Y entre los órganos auxiliares destacan el
Comité Económico Social (CESE) que representa a las patronales empresariales y sindicatos
obreros; y el Comité de Regiones (CdR) que representa a las regiones, provincias y
ayuntamientos. Son órganos meramente consultivos. El Defensor del Pueblo, con sede en
Estrasburgo, investiga las reclamaciones por mala administración de las instituciones y
organismos de la UE.
Dicho Tratado es resultado de un equilibrio que pretende evitar los extremos. Por un lado, el
exceso de unidad podría llevar a la creación de un super-Estado. Por otro, la conciencia de
soberanía e independencia podría obstaculizar la construcción de la unidad. En algunas
materias ha predominado el valor de lo común, como en el comercio y la unión monetaria. En
otras materias se ha impuesto el predominio de lo singular, como en la fiscalidad, la política
exterior y en aspectos de la política interior. Los estudios indican que cuando se quiere
eficacia, lo más operativo es la unidad equilibrada, pero es difícil de conseguir. A pesar de las
dificultades, la UE es modelo para el resto de países que buscan algún tipo de unidad. Es
prácticamente la única OI de integración que existe. En ella se miran otras OI como
MERCOSUR, el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo y la Organización de
Cooperación Económica Asia-Pacífico, entre otras.
Tema 9: La UE en la SI.
El proceso histórico de la acción exterior: la PESC y la PESD, principios y objetivos de la acción
exterior, instrumentos de su proyección exterior: soft power, la UE actor en el mundo, el
tratado de Lisboa de 2009.
La solución en el ámbito de las políticas de seguridad y defensa no es fácil. Parte por definir el
nivel de independencia y autonomía que deseamos para ambas, lo que supone, entre otras
cosas, considerar un nuevo escenario de relación con EEUU y Canadá, los socios occidentales
de la OTAN. Es necesario plantear con sinceridad el verdadero límite de las posibilidades
políticas, militares y económicas a desarrollar por la UE. En el Tratado de Lisboa se confirmaron
gran parte de estos objetivos políticos dentro de la Iniciativa Europea de Seguridad y Defensa.
En un mundo cada vez más interdependiente, la UE trabaja por una globalización económica y
comercial más justa, que redunde en beneficio de todos, y también en la búsqueda de
estabilidad política en el mundo. Realizando labores de cooperación y ayuda, la Unión
contribuye a alcanzar los objetivos de paz, desarrollo y seguridad para todos.
La UE tiene un gran peso relativo en casi todos los ámbitos relevantes de influencia
internacional pero:
Las relaciones económicas, comerciales y de ayuda humanitaria son sólo una parte de la acción
exterior de la UE, ya que de forma activa también desarrolla e impulsa reformas en otros
ámbitos fundamentales de la SI. En un mundo donde de forma creciente existe una mayor
globalización e interdependencia entre los distintos actores de la SI, la búsqueda individual de
soluciones para algunos de los grandes retos globales no es suficiente. Por ello, es necesario
unir esfuerzos y afrontar conjuntamente los riesgos sobre la Humanidad, como el
calentamiento global, la dependencia energética, el terrorismo internacional e, incluso, las
crisis económicas o financieras.
En el ámbito de la acción exterior europea el Tratado de Lisboa busca ampliar y fortalecer los
instrumentos para elaborar y aprobar nuevas políticas. Gracias a este tratado, Europa estará
en condiciones de expresarse con más claridad ante sus socios internacionales. Se pondrán en
juego todas las capacidades económicas, humanitarias, políticas y diplomáticas de la Unión
para defender sus intereses y valores en todo el mundo, respetando a su vez los intereses
particulares de los Estados miembros en el marco de sus relaciones exteriores.
- Desarrollar las nuevas políticas del Tratado de Lisboa, afianzando el liderazgo europeo
en la respuesta global al cambio climático y al desafío energético, a la vez que se
consigue un mercado energético integrado e interconectado.
- Utilizar los nuevos instrumentos del Tratado de Lisboa para que Europa pueda hablar
con voz propia en el mundo.
- Consolidar una Unión más segura para sus ciudadanos, afrontando conjuntamente el
reto de la inmigración y construyendo un espacio compartido de cooperación judicial y
policial.
- Seguir trabajando por un mercado interior más integrado, revitalizando la estrategia
de Lisboa.
- Examinar y debatir las conclusiones del informe del Grupo de Reflexión que sobre el
futuro de Europa presentará el ex presidente Felipe González.
- Durante su presidencia, además de las sesiones regulares de las formaciones del
Consejo de Ministros, España organizó diferentes reuniones informales de Ministros
comunitarios, así como reuniones y cumbres internacionales, entre las que destacó la
Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe.
Tras la II GM, los países del norte dieron paso a una nueva articulación de las RI; pretendían
determinar políticas económicas-comerciales hacia las economías emergentes de los países en
vías de desarrollo, en un escenario de lucha por la supremacía entre las grandes potencias:
EEUU y URSS. EEUU asume relaciones bilaterales con terceros países para atraerlos a su esfera
de influencia política y económica, por otro lado, los países europeos impulsaron políticas de
cooperación bilateral orientadas principalmente hacia sus ex colonias. A partir de los 60, se
expande también la cooperación multilateral, se crean instituciones internacionales y
regionales. Por otra parte, la iniciativa privada asume mayor importancia en la cooperación
norte-sur con la propagación de empresas multinacionales. Se aprecia un objetivo mixto de
promoción al desarrollo y del propio interés del donante, la primera puede ser objetivo
principal si no contradice con la política exterior del donante.
Entre los agentes multilaterales, las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) obtienen
recursos de los países miembros para ejecutar proyectos de desarrollo en los PED, ayudan
directamente mediante préstamos de ajuste estructural a sus balanzas de pagos, y apoyan
determinados programas presupuestarios de los receptores. Las Agencias y Programas de NU
tienen por objetivo promover la cooperación internacional, entre otros, en los ámbitos
técnico, científico, cultural, laboral, alimentario y sanitario. Los más representativos son el
Programa de NU para el Desarrollo (PNUD); la Organización de NU para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO); la OIT; la OMS y la Organización de NU para la Alimentación y la
Agricultura (FAO). Las Agencias y Programas de NU coexisten con “Fondos” que proporcionan
financiación concesional (créditos y donaciones) a proyectos destinados a la promoción del
desarrollo. Entre los más conocidos están el Fondo de NU para la Infancia (UNICEF); el Fondo
de NU para la población (FNUAP); el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) más
conocido como Global Enviromental Facility (GEF), el Fondo Fiduciario HIPC, y el Fondo
Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Aunque todas las contribuciones a estas
instituciones por parte de los países miembros tienen como objetivo la cooperación
internacional, sólo computan como AOD las dirigidas a promover el desarrollo de los PED. El
presupuesto de la UE originado por los aportes de los Estados miembros, se considera un
“fondo multilateral”, en consecuencia, la cuantía que la UE dedica de su presupuesto a la
financiación de programas y proyectos de cooperación con los PED, entra en la categoría de
“AOD multilateral”. También se incluyen aquí los programas generales de carácter horizontal.
Por otro lado, el Fondo Europeo de Desarrollo (FED), de carácter extrapresupuestario, se nutre
de los fondos que aportan directamente los Estados miembros y que sirven para financiar gran
parte de la cooperación financiera y técnica para los proyectos y programas de desarrollo
entre la UE y los países signatarios de los Acuerdos de Lomé (países ACP).
Por otra parte, la cooperación bilateral es la que se establece directamente entre el país
donante y el receptor. Cabe distinguir la cooperación reembolsable de la no reembolsable. El
impacto de la cooperación reembolsable (los créditos) y la no reembolsable (las donaciones), y
las diferentes ventajas e inconvenientes que ofrece cada una, dependerá de la situación de
cada país receptor. 1- La cooperación bilateral reembolsable incluye préstamos concesionales
que los Gobiernos de los países donantes otorgan a Gobiernos o instituciones públicas de los
países beneficiarios con el fin de financiar determinados proyectos en sectores productivos,
aunque también se utilizan para el sector social. La cooperación bilateral reembolsable suele
estar condicionada a la adquisición de bienes y servicios del donante, en cuyo caso se habla de
ayuda ligada. En ocasiones se mezclan los créditos blandos, que computan como AOD, con
créditos oficiales a la exportación en condiciones de mercado, formando parte de un paquete
financiero global. Esto recibe el nombre de crédito mixto, un instrumento muy controvertido,
con efectos adversos en los países receptores. La cooperación reembolsable muestra algunas
ventajas para países de desarrollo intermedio y para sectores económicos con rentabilidades
altas, siempre que su uso sea transparente y no prevalezca el interés del país donante sobre
las necesidades del receptor: los créditos se relacionan positivamente con la inversión; se
dirigen preferentemente a dotación de infraestructuras y servicios, potenciando la capacidad
productiva del país; comprometen menos la posición deudora del receptor que los recursos en
Los miembros del CAD son los siguientes: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá,
Dinamarca, España, Eslovaquia, EEUU, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia,
Japón, Corea del Sur, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Suecia, Suiza,
UK, y Comisión Europea. Participan como observadores permanentes: el FMI, el BM y el PNUD
Los órganos del CAD se reúnen con diversos tipos de periodicidad según los diferentes niveles
jerárquicos. Los delegados de los países miembros lo hacen con bastante frecuencia, por lo
menos 15 veces al año; con periodicidad anual se celebra la reunión a nivel de los ministros
responsables en cada gobierno de la cooperación o de las agencias, con el objeto de analizar el
trabajo del CAD frente a los actuales problemas. Además, celebra otro tipo de reuniones de
trabajo con expertos, grupos específicos de trabajo, redes, etc.
El CAD contribuye a las políticas de ayuda de los países miembros a través de cuatro tipos de
actividades:
a) Plantea las directrices generales de política, obligatorias para los miembros en la realización
de sus programas de cooperación al desarrollo.
d) Publica estadísticas e informes sobre la ayuda y otros flujos de recursos hacia los países en
desarrollo y en transición. Estos datos estadísticos se reconocen como fuentes oficiales para el
estudio de la financiación del desarrollo. El informe anual sobre la cooperación al desarrollo
(Development Cooperation: Efforts and Policies of the Members of the Development Assistance
Committee) constituye una referencia obligada para el análisis de la evolución de los flujos de
cooperación, tanto respecto al origen como al destino y formas de canalización de los mismos.
Para no caer en los mismos errores, tras la guerra, el primer paso era reanudar la cooperación
y el comercio entre las naciones europeas. No era fácil, pues el continente estaba sembrado de
odios, miedos y sospechas mutuas. La reconciliación entre Francia y Alemania (el país más
poblado e industrializado) era clave para la recuperación de la economía continental. Los
sectores decisivos eran el carbón y el acero: la energía y el componente más usado en la
construcción y la industria, y sectores clave para la maquinaria de guerra moderna. ¿Cómo
arrancar estas industrias, que por su gran escala necesitaban mercados internacionales, sin
desatar nuevas guerras comerciales? ¿Y cómo poner de nuevo en marcha a Alemania sin
temor a su resurgimiento militar? El francés Jean Monnet tenía un plan sencillo: poner la
industria francesa y alemana del carbón y el acero bajo una sola alta autoridad internacional. Y
crear la CECA, una organización abierta a los otros países europeos, que planificaría la
producción y la distribución equitativa entre todos. El plan Monnet se concretó en la
declaración Schuman, la propuesta que el Gobierno francés hizo al alemán el 9 de mayo de
1950. Se trataba de crear una solidaridad de facto y los fundamentos de un desarrollo
económico común. Así, la guerra entre Francia y Alemania sería no sólo impensable sino
también materialmente imposible. La CECA se fundó en 1951. A Alemania y Francia se unieron
Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo, los 6 países fundadores. Fue un golpe de efecto
diplomático y un gran avance psicológico que deshizo la desconfianza creada por la guerra,
desbloqueando el comercio y la cooperación entre los países europeos. El carbón y la industria
alemana del hierro empezaron a alimentar las economías de Europa: en 1952 sus
exportaciones se habían multiplicado por seis desde el fin de la guerra. Los años 50 fueron los
de la reconstrucción de las infraestructuras básicas y la reanudación del comercio. Europa
recuperaba su pulso.
El siguiente paso llegó de la mano de los pequeños países. En 1948 Bélgica, Países Bajos y
Luxemburgo habían creado el Benelux, una unión aduanera que eliminaba todas las tarifas
internas. Basado en esa experiencia, el Ministro de Exteriores belga, Paul-Henri Spaak, propuso
a los Seis en 1956 crear una unión aduanera europea, extendiendo a todos los sectores de la
economía el mercado común que ya existía para el carbón y el acero. Además de la unión
aduanera, Spaak propuso coordinar estrechamente las políticas económicas, pues la mayoría
de los gobiernos europeos intervenían fuertemente en sus economías: planificando,
De estas ideas surgió en 1957 el Tratado de Roma, que creó la CEE, el llamado mercado común.
Se eliminaron todas las tarifas internas en menos de 10 años, y se sustituyeron por una
externa única para todos. El comercio interior quedó liberado de todo obstáculo oficial. Pero el
Tratado significaba mucho más: marcaba el objetivo a largo plazo de avanzar hacia una
integración económica más intensa, para lograr una unión cada vez más estrecha entre los
pueblos europeos. Creó instituciones y reglas para gobernar ese mercado común, y asegurar la
cooperación entre los gobiernos. Los resultados fueron espectaculares: en una década el
comercio interior se multiplicó por 4. Europa pasó de la reconstrucción al desarrollo, a la
industrialización acelerada de nuevas zonas y a la producción de nuevos artículos de consumo
masivo (coches, electrodomésticos…) que elevaron el nivel de vida de la población. Sin el
mercado común, un crecimiento económico como éste hubiera producido conflictos de
intereses, proteccionismo y, quizás, nuevas guerras comerciales y tensiones nacionalistas.
Ahora, el crecimiento en cada país se reforzaba mutuamente beneficiando a todos. En los años
60 el viejo continente acortaba distancias con EEUU. Europa recobraba su vigor.
Una condición para la industrialización acelerada era el apoyo a la agricultura. Gracias, en gran
parte, a la PAC, hubo un aumento de la productividad del 8%, y reducción de la población del
campo de 4% anual, al tiempo que se abarataban los alimentos. Así se trasladaba gente a las
ciudades para trabajar en la industria. Los objetivos de la PAC eran: 1- Lograr la auto-
suficiencia alimentaria. 2- Garantizar la calidad de la comida. 3- Conservar el medio ambiente y
el paisaje rural, que se deteriorarían sin agricultores. 4- Garantizar los ingresos de los
agricultores para evitar el abandono del campo y sus tradiciones. Los métodos de la PAC eran:
1- Los subsidios a la producción. 2- Métodos de apoyo al mercado, las autoridades europeas
compraban excedentes de alimentos para evitar que se hundieran los precios, se almacenaban
para utilizarse cuando las cosechas fueran malas. El sistema tuvo éxito, la autosuficiencia se
consiguió en los 60 y 70. Para los 80, Europa tenía grandes excedentes en casi todos sus
productos agrícolas tradicionales. Esto creó una serie de problemas: a) un presupuesto fuera
de control; b) precios más altos de los alimentos en Europa; y c) la necesidad de dar salida a los
excedentes subvencionando las exportaciones (lo que perjudicaba a los agricultores del Tercer
Mundo. Era evidente que había que reformar la PAC, lo que se hizo en los años 90 y los 2000:
- Se introdujeron cuotas máximas de producción en muchos productos para evitar
excedentes.
- Se desvincularon los pagos a los agricultores de la cantidad producida. Pasan a recibir
una ayuda básica que asegure un nivel mínimo de ingresos, el resto de sus ganancias
depende del mercado.
- Se puso mayor énfasis en la calidad, la higiene, la salud y la protección del medio
ambiente.
- Se apostó por la Política del Desarrollo Rural: modernizar la agricultura, diversificar
cultivos y promover otras actividades no agrícolas para sostener la vida rural.
El resultado ha sido una agricultura más eficiente, menos dependiente de las ayudas públicas y
más pendiente del mercado (lo que quieren los consumidores). Y una PAC más barata, que
supone una parte menor al presupuesto total de la Unión (desde 2/3 del presupuesto a menos
del 50%).
En los 80, tras el impulso inicial del mercado común en los 60, y después de la crisis económica
provocada por los precios del petróleo en los 70, Europa estaba quedándose atrás respecto de
EEUU y Japón. Las economías europeas crecían a un ritmo de poco más del 2% anual, mientras
que las de EEUU entre el 3% y el 4% anual y Japón alrededor del 6% anual. Y las empresas
europeas eran más pequeñas, menos dinámicas e innovadoras que sus competidoras
norteamericanas o japonesas. El mercado común había logrado integrar en el mercado
europeo una parte importante de los productos comercializables, pero no todos. Quedaban
muchos obstáculos que obstruían el comercio entre países europeos. El sector servicios,
apenas participaba en el mercado común, debido a la dificultad de exportar dichos servicios.
Además, los movimientos de capital y de trabajadores tenían aún muchas restricciones
(permisos administrativos o diferencias de lengua y cultura). Esto no ocurría en EEUU o Japón,
donde las empresas se movían en un solo mercado interno de productos o de factores de
producción, lo que les permitía adquirir tamaño y eficiencia dentro antes de salir a los
mercados exteriores. Las empresas europeas se encontraban todavía ante un mercado muy
segmentado y con muchos monopolios y grandes negocios protegidos tras barreras nacionales
y ayudas públicas (desde aerolíneas a empresas constructoras, pasando por los gigantes de las
telecomunicaciones). En suma, carecían de escala y no podían competir en los mercados
globales si antes no eran capaces de abarcar el mercado europeo, que en realidad aún no
existía para muchos sectores de la producción y los servicios.
En 1986, el Acta Única Europea impuso nuevas reglas para la toma rápida de decisiones por
mayoría cualificada (por el tamaño de cada país) en la UE. Gracias a este sistema se puso en
marcha el ambicioso programa para crear un mercado único en 1993. Éste se propuso eliminar
las Barreras No Arancelarias (BNA) al comercio:
- Las barreras físicas y burocráticas en las aduanas fronterizas. Los controles aduaneros
desaparecieron por completo.
- Las diferencias de impuestos indirectos, como el IVA, y tasas especiales sobre los
productos, que discriminaban entre productos nacionales y extranjeros,
distorsionando la competencia.
- Las llamadas barreras técnicas: los miles de requisitos de sanidad, seguridad o
estándares técnicos fraccionaban el mercado. Estos requisitos técnicos hacían que las
empresas tuvieran que multiplicar sus diseños, líneas de producción, empaquetado y
distribución de los productos para cada mercado nacional.
- Los sistemas públicos de adquisición por parte del gobierno (entre un 10% y un 15%
del PIB nacional) creaban mercados cerrados o monopolios para sectores enteros
(grandes obras públicas, telefonía…) en los que no podían entrar, o eran discriminadas,
empresas de otros países.
Además de eliminar estas BNA, el mercado único;
- Facilitó la instalación de servicios en otros países suprimiendo requisitos
administrativos como permisos, licencias…
- Liberalizó completamente los movimientos de capital.
- Facilitó el movimiento de trabajadores, prohibiendo discriminaciones y reconociendo
títulos y cualificaciones.
Ahora, las economías europeas estaban no sólo comerciando entre ellas sino integrándose. En
muchos sectores, el mercado es ya uno solo, no una suma de mercados nacionales separados.
Se pasa de 15 economías a una sola economía, un mercado único en todo menos unos pocos
sectores, como la energía. Además, muchas actividades antes controladas por el sector público
se liberalizaron (privatizaron y suprimieron controles o regulaciones excesivas). Todo esto
produjo más competencia, lo que conllevó más dinamismo e innovación. Los cuatro grandes
objetivos del mercado único eran las cuatro libertades de movimiento: de bienes, de servicios,
de capital y de trabajo. Hoy los europeos podemos vender nuestros productos donde
queramos; instalar nuestros negocios sin obstáculo alguno; viajar libremente, residir y trabajar
en cualquier país sin necesidad de permiso; y mover e invertir nuestro dinero sin problema
alguno. Un hecho histórico nunca antes visto en la historia de Europa. Un paso de gigante para
convertir el viejo continente en una superpotencia económica. Con la ampliación al Este, 376
millones de consumidores europeos se han convertido en 500 millones: el mayor mercado del
mundo.
Efectos micro-económicos:
- Apertura a un gran mercado: las ventas para muchas empresas, sobre todo pymes,
pasan de ser solo locales o nacionales a ser europeas. El mercado potencial europeo se
hizo 5 veces mayor que el más grande de los nacionales, el alemán.
- Las empresas amplían la escala de sus operaciones: se construyen mayores fábricas o
se amplían las existentes; las líneas de producción se especializan y estandarizan,
ganando eficiencia.
- Se reducen costes de transporte, burocracia y tiempo al eliminarse las aduanas. Esto
permite reducir precios y aumentar la competitividad.
- Se hace más rentable invertir en I+D ya que aumenta la escala de la producción y
porque los productos se diseñan según los requisitos de un solo mercado, no de 15 o
27.
- La mayor competencia baja los precios y amplia la variedad de productos para los
consumidores.
- El tamaño medio de las empresas europeas aumenta para poder vender en el gran
mercado único, y en los mercados mundiales.
Para funcionar bien, el mercado único necesita reglas en el nuevo marco de un espacio
económico sin fronteras. Sin ellas, el mercado tiende naturalmente a la concentración: los
grandes ganan y se comen a los chicos. Los gobiernos seguirían apoyando a sus empresas
nacionales en perjuicio de las extranjeras. Surgirían nuevas barreras a la competencia:
monopolios, oligopolios, cárteles. Estas prácticas anti-competitivas permiten controlar los
precios, limitar la producción para subir los precios, acabar con la competencia o establecer
barreras de entrada a un mercado, imponer condiciones abusivas a los proveedores o a los
clientes... Para evitarlo, se diseñó una legislación de defensa de la competencia que equivale a
una Constitución económica de Europa. Las principales reglas son:
- Prohibir las prácticas concertadas entre varias empresas.
- Evitar el abuso de una empresa en posición dominante (40% de cuota de mercado)
Europa tiene 268 regiones, y una de cada cuatro tiene una renta per cápita de menos del 75%
del promedio europeo. Las diferencias entre regiones, y países, europeos son grandes: la renta
per cápita de Luxemburgo es 7 veces la de Rumanía o la de Bulgaria. Las regiones más
avanzadas de Alemania o Francia son 12 veces más ricas que las más pobres de Europa del
Este. Estas desigualdades territoriales no sólo atentan contra la justicia social, sino que lastran
el crecimiento económico de todos. Por eso el nombre oficial de las medidas tomadas para
reducirlas es Política de Cohesión Económica y Social. Ayudar a las zonas más atrasadas
interesa a todos: un crecimiento económico de amplia base, que abarque a todo el territorio y
a la mayoría de la población, contará con más consumidores, más demanda, más
oportunidades de inversión, más trabajadores empleados, que a su vez consumen más… En
suma, una tarta más grande para todos. El Tratado de Roma establece la filosofía de que el
desarrollo económico y la cohesión social son inseparables: “que nadie se quede atrás”
(solidaridad). El método es contrarrestar la tendencia natural del mercado, y a veces de los
poderes públicos, a concentrar inversiones, oportunidades de empleo, infraestructuras y
servicios (hospitales, universidades, mercados, atracciones culturales, etcétera) en las zonas
más desarrolladas y más pobladas. Si esta tendencia no se compensa, el desarrollo económico
será cada vez más desequilibrado, más injusto, más insostenible… Para cambiar la dinámica en
las regiones más pobres, los medios a utilizar: los fondos (dinero presupuestado y gestionado
desde un solo centro de decisión) de la Política Regional:
- Fondo Regional: para regiones con menos del 75% de la renta per cápita media.
- Fondo Social: para formar a los sectores de población más vulnerables y excluidos del
mercado laboral.
- Fondo de Cohesión: para países con menos del 90% de la renta per cápita europea.
- Banco Europeo de Inversiones: otorga préstamos a bajo interés para proyectos
industriales estratégicos, que ayudan al desarrollo estratégico y tiene gran impacto en
la región.
La Política Regional es la segunda más importante de la UE, tras la PAC: 35% del presupuesto
total. Su primera gran prioridad fueron los países del sur de Europa, tras la entrada de Grecia,
Portugal y España en la CEE. España ha sido el país más favorecido por los fondos europeos,
que han sido decisivos para su desarrollo (más de 50.000 millones de euros en 2000-06, casi ¼
del total europeo). La segunda prioridad son los países recién incorporados de Europa del Este.
Europa está unida políticamente, pero aún no económica y socialmente. La Política Regional
debe cerrar la brecha
La UE es la mayor economía del mundo y el mayor bloque comercial del planeta. Desde finales
de los 50, gracias al Tratado de Roma, los países europeos tienen una sola política comercial
exterior. La entrada y salida de los productos se controla en común, por una sola autoridad de
la Comisión Europea, el Comisario de Comercio Exterior, las tarifas de entrada y demás
regulaciones comerciales son uniformes. Cuando un producto entra en un país europeo por un
puerto, frontera terrestre o aeropuerto, está entrando en un mercado único, una vez dentroya
no hay barreras. La política de comercio exterior de Europa se resume en una frase: Una
economía europea competitiva, en un sistema de comercio mundial abierto, organizado por
reglas multilaterales. Lo que significa:
- Interés vital en mantener los mercados mundiales abiertos en un sistema de comercio
internacional multilateral con reglas comunes de la OMC y sus rondas de
negociaciones. Esto implica renunciar a la autarquía y a los bloques comerciales, que
destruirían el sistema mundial de comercio abierto a todos.
- Necesidad de reforzar la competitividad económica europea para competir con las
economías emergentes, que cuentan con costes laborales 10 o 20 veces menores y
menos regulaciones laborales y medioambientales.
La política comercial de la UE se organiza en 3 niveles distintos:
- Unilateral: No hay reciprocidad. La fórmula más usada es el Sistema General de
Preferencias (tarifas más bajas que las pactadas en la OMC). Es un tipo de acuerdo
ventajoso para países pobres, que Europa aplica a países en vías de desarrollo. Para los
Least Developed Countries (LDC) está el acuerdo Everything But Arms (EBA), que ofrece
tarifas reducidas para todos los productos excepto armas, hay 49 acuerdos EBA.
- Bilateral: hay reciprocidad. Las fórmulas típicas, de mayor a menor apertura, son: La
Unión Aduanera, los Acuerdos de Libre Comercio y los Acuerdos de Cooperación y
Parteneriado.
- Multilateral: acuerdos negociados en la OMC con los más de 150 países miembros.
Los puntos calientes de la política comercial exterior europea son:
- El conflicto por la PAC con los países del 3º Mundo por la subvención a las
exportaciones y las barreras de Europa.
- Conflictos con China por dumping, especialmente en productos textiles.
- Conflictos con EEUU, destaca el que enfrenta a Boeing y Airbus por las subvenciones
que reciben del gobierno de EEUU y la UE respectivamente.
Alemania es el gran “campeón” europeo de la exportación, es el país más competitivo: hasta
hace poco el mayor exportador del mundo. Fue superado en 2009 por China, pero, como
bloque, la UE es el mayor exportador mundial. España tiene desde hace años un considerable
déficit comercial y ha ido perdiendo competitividad en los mercados mundiales. Es uno de
nuestros grandes temas pendientes.
La política económica y el nacimiento del Euro: El Tratado de Maastricht de 1992 abrió las
puertas a la creación de la moneda europea única, que se concretó en enero de 1999, cuando
11 países adoptaron el euro. En julio de 2000 eran ya la única en circulación (pesetas, francos,
liras y marcos desaparecieron). La eurozona, ahora con 16 países, tiene 317 millones de
habitantes que usan la nueva moneda. Europa alcanzaba una moneda única por primera vez
desde el Imperio Romano.
El objetivo fundamental era eliminar las fluctuaciones en el cambio de las diversas monedas
nacionales. Cuando varía el cambio entre monedas se altera el precio de los productos y el
coste de las inversiones. Esta incertidumbre era uno de los últimos obstáculos para que el
mercado único funcionara de forma eficaz. Las implicaciones de la moneda única fueron
gigantescas:
- Cientos de miles de empresas y millones de trabajadores y consumidores tuvieron que
adaptar sus transacciones diarias a un nuevo sistema para medirlas y valorarlas.
- Los gobiernos cedieron una de sus más importantes palancas para dirigir sus
economías, la política monetaria. Además las monedas nacionales eran símbolos de
soberanía nacional.
Llegar hasta la moneda única llevó mucho tiempo. Fue finalmente, en 1989, Jacques Delors
(Presidente de la Comisión Europea) quien propuso plan Delors para instaurar el euro:
- Estableció criterios de convergencia para que las economías europeas aproximaran su
comportamiento, especialmente en gasto público e inflación.
- Creó el Banco Central Europeo (BCE) para dirigir la política monetaria común (tipo de
interés y tipo de cambio del euro).
- Fijó el tipo de cambio final entre las monedas nacionales para que pudieran ser
sustituidas por el euro.
Adoptar una moneda única entre países con economías muy diferentes en tamaño y riqueza,
estructura de sectores y hábitos de trabajo, gasto y consumo, implica alinear todas las
economías participantes en una disciplina común de ingresos y gastos para evitar que la nueva
moneda pierda su valor. Si el exceso de gasto público de unos se aprovecha de la austeridad de
otros, no sólo se produce una injusticia sino que se atiza la inflación ya que los precios suben al
haber más dinero que productos, y la moneda se devalúa. Para asegurar que todas las
economías se sometieran a esta disciplina, fue necesario un tiempo de preparación y prueba
de 10 años. La disciplina común se concretó en los criterios de convergencia o “criterios de
Maastricht” cuyo cumplimiento era condición para que un país entrara en el euro:
- Déficit público inferior al 3% del PIB nacional.
- Deuda pública inferior al 60% del PIB nacional.
Estos 2 requisitos de entrada se convirtieron en el Pacto de Estabilidad: obligaciones
permanentes para los países del euro, incluso después de adoptar la moneda única. Son la
clave del buen comportamiento económico, pues si los gobiernos siguen esta disciplina fiscal
logran otros resultados decisivos para mantener el valor de la moneda:
- Estabilidad de precios; inflación similar entre países.
- Tipos de interés bajos, que influye en el crédito de los bancos a empresas y
consumidores, y eso en la cantidad de dinero en circulación u oferta monetaria, que
determina el niel de inflación o el nivel de precios.
- Tipo de cambio de la moneda.
Gracias a este Pacto, 16 países de los 27 de la UE tienen el euro. Y otros países europeos están
en vías de entrar en la eurozona. Además, el Pacto de Estabilidad hace que el euro sea una
moneda fuerte, con un valor constante que inspira confianza en la economía mundial. La
moneda única y su fortaleza han tenido claros efectos beneficiosos:
- Ha promovido aun más el comercio y la inversión entre países, el crecimiento
económico y el empleo en Europa. Elimina la incertidumbre que suponía el cambio de
moneda para las empresas.
La crisis económica y los planes de rescate: Europa tiene que hacer frente a las consecuencias
de la crisis, que amenazan con dañar la integración económica conseguida hasta ahora y con
lastrar su crecimiento durante años. Los principales problemas que plantea la crisis actual son:
- Desequilibrios territoriales: Las economías fuertes, de países como Francia, Alemania o
los países escandinavos están saliendo antes de la crisis que las economías más débiles
como las de la Europa periférica (Irlanda y sur de Europa), o la más pobre Europa del
Este. Las primeras, para reducir déficits y riesgo de inflación, pueden ir retirando
apoyo público de los gobiernos a la economía; las segundas necesitan que esos apoyos
públicos continúen, e incluso aumenten, para aliviar el drama del paro.
- Tensiones en la eurozona: Los países fuertes, que ya están saliendo de la crisis, quieren
que el BCE endurezca su política monetaria (subir tipos de interés y cerrar el grifo del
crédito a las empresas) para evitar que el exceso de dinero en circulación fomente la
inflación y devalúe el euro. Los países débiles quieren lo contrario, que el BCE siga con
una política monetaria relajada para fomentar su demanda, reducir el paro, y que el
euro a la baja les permita compensar su pérdida de competitividad exterior, ya que
bajan los precios de las exportaciones haciéndose más competitivas.
- Crisis de la deuda: Los países débiles han acumulado una enorme deuda pública
durante la crisis, en algunos casos más del 100% del PIB. Destaca el caso de Grecia, por
temor a que no pueda pagar sus deudas los mercados financieros internacionales no le
prestan más dinero o lo hacen con un tipo de interés mayor, lo que agrava el
problema. Si Grecia se declara insolvente o moroso la confianza en el euro caería,
afectando a toda la eurozona, ya que se reduciría su valor, lo que encarecería las
importaciones, debiendo aumentar los tipos de interés para todos para evitar la
inflación. La alternativa es que los países fuertes rescaten a los débiles pagando parte
de sus deudas, pero entonces surge el riesgo moral: si los países que acumulan déficits
públicos y deudas saben que serán rescatados ¿no se está fomentando la
irresponsabilidad fiscal y el relajamiento en la vigilancia de cuentas? Y ¿si se rescata a
unos, por qué no a otros? ¿Cuál es el límite?
En suma, la crisis económica plantea una dura prueba a los gobiernos, al BCE y, en general, a
todos los ciudadanos de la Unión: ¿es posible pactar políticas económicas que contenten a
todos? ¿Hasta dónde llega la solidaridad económica entre los miembros de la UE, que es la
base moral y política del proyecto de integración de Europa? ¿Se romperá la zona euro porque
haya países débiles que no soporten la disciplina fiscal que exige el Pacto de Estabilidad, o
porque se vean abandonados por los ricos si no pueden pagar su deuda pública y no son
rescatados?
La respuesta a esta crisis reclama un gobierno económico europeo, es decir, más integración.
Es muy difícil avanzar con una unión monetaria que carece de una política fiscal y
presupuestaria común; es decir, donde los Estados miembros retienen el control sobre sus
impuestos, sus gastos y su endeudamiento. La crisis muestra, además, la falta de cohesión en
la zona euro: el bloque de los Estados del norte, más fuerte y competitivo, y el del sur, más
vulnerable y menos productivo. Lo sucedido obliga a una mayor coordinación en política
económica. Un primer paso para conseguirla puede ser que, en vez de sancionar a los Estados
que incumplan los objetivos económicos, se empiece a apostar por una política de incentivos:
premiar al que los cumpla. Además, se está asistiendo a una situación de tensión en que
parecen renacer falsos estereotipos y generalizaciones simplistas. Da la impresión de que las
quejas de irresponsabilidad de los unos se cruzan con las acusaciones de tacañería de los otros
y dificultan la búsqueda de soluciones, que debe ser la prioridad de todos los socios europeos.
Más allá de esto, el conflicto presente puede impulsar nuevos pasos hacia la integración, como
ha ocurrido a veces con crisis anteriores.
ECOFIN: El Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (ECOFIN), es una de las más antiguas
formaciones del Consejo Europeo y está integrado por los Ministros de Economía y Finanzas de
los estados de la UE, así como los Ministros de Presupuesto cuando se discuten cuestiones
presupuestarias. Se ocupa de preparar y aprobar cada año, junto con el Parlamento Europeo,
el presupuesto de la UE y también se ocupa de una serie de áreas políticas de la UE, como:
Para la toma de decisiones, el ECOFIN se reúne una vez al mes en Bruselas o Luxemburgo, y de
manera informal una vez cada 6 meses en el país que en ese momento ostente la Presidencia
del Consejo Europeo. El ECOFIN tiene competencias legislativas en materia económica y
financiera, en algunos casos en codecisión con el Parlamento Europeo (mercado interior, libre
prestación de servicios, protección de los consumidores, y medidas relacionadas con las
estadísticas), si bien la mayoría de las decisiones del ECOFIN se toman por mayoría cualificada.
La excepción son los asuntos fiscales, que se deciden por unanimidad.
El Grupo del euro, compuesto por los Estados miembros cuya divisa es el euro, se reúne
normalmente la víspera de la reunión del ECOFIN y aborda las cuestiones relativas a la Unión
Económica y Monetaria (UEM). Es un organismo informal y no una formación del Consejo.
Cuando el ECOFIN examina los expedientes relativos al euro y a la UEM, los representantes de
los Estados miembros cuya divisa no es el euro no participan en la votación del Consejo.
Una de las primeras medidas adoptadas en conjunto fue la de compartir la financiación de una
parte de la cooperación y de la ayuda que los Estados fundadores destinaban a sus antiguas
colonias en el proceso de acceso de cada una de ellas a la independencia. Nacía así la
cooperación con los países ACP. Las relaciones exteriores, que comenzaron siendo sobre todo
comerciales, pronto se ampliaron al ámbito de la cooperación. África concentró en un primer
momento la asistencia técnica y financiera que, a partir de los 60, se fue ampliando a Asia,
América Latina y los países del Mediterráneo meridional y oriental. Como selecto club de
países ricos, entre los que se encontraban las potencias coloniales más importantes, y ante la
progresiva definición de imperiosas necesidades de ayuda en diversas regiones del planeta, la
UE, fiel a sus principios, pasó también a constituirse en una potencia mundial en términos de
cooperación al desarrollo. La UE ha ido ampliando sus relaciones y mejorando los distintos
acuerdos de cooperación económica y comercial, así como de ayuda y cooperación al
desarrollo, con el resto del mundo. Así, se han formalizado sucesivas generaciones de acuerdos
y tratados con Marruecos, México y Chile, entre otros, y se están negociando con los países del
Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) y de la Comunidad Andina (Colombia, Perú,
Bolivia y Ecuador).
2. Ayuda alimentaria, ya sea financiando los alimentos en regiones azotadas por hambrunas o
sequías, para ayudar a asegurar el suministro hasta que pueda restablecerse la producción
normal, o financiando el suministro de alimentos de emergencia cuando la falta de alimentos
obedezca a factores humanos o catástrofes naturales imprevistas.
3. Ayuda a los refugiados que han abandonado su país y a los desplazados dentro de su propio
país o región, para socorrerlos durante el periodo de emergencia hasta que puedan volver a
sus casas o establecerse en otro país.
4. Reducción del riesgo de catástrofes, que incluye la preparación ante posibles crisis y las
medidas de reducción del riesgo de catástrofes en todos los aspectos de la respuesta
humanitaria.
La cooperación en el mundo de hoy: Los europeos son los más solidarios gastando seis veces
más que EEUU. El peso que la UE tiene en el mundo, acorde a su potencial demográfico,
económico y financiero, supone una gran responsabilidad con el buen gobierno y con los
problemas fundamentales de la Humanidad. Por ello, la UE es el mayor donante de fondos de
cooperación y ayuda al desarrollo a los países que, por su pobreza, más lo necesitan.
Interviene positivamente para la solución y prevención de conflictos en distintos países y
regiones; lleva a cabo actividades y acciones para el mantenimiento y la consecución de la paz;
ayuda a la reconstrucción de algunos países en conflicto, como Irak y Afganistán; lidera las
dinámicas más activas con nuestro entorno y recursos naturales, encabezando las políticas
contra el calentamiento global y las emisiones que producen el efecto invernadero.