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Dark City (1998)

Dirigido por: Alex Proyas

Género: Ciencia ficción

Dark city es una película del género ciencia ficción que nos transporta a un mundo que
no tiene memoria ni conoce el sol. La búsqueda del alma humana por medio de la
memoria, el control de los recuerdos, las emociones y la voluntad es el propósito de una
comunidad colectiva extraterrestre moribunda nacida en los confines del universo
existente.

La imagen es poco llamativa, es misteriosa y oscurantista, pues el escenario es


totalmente nocturno, ambientado con piezas humanas incoloras y mecanizadas, cegadas
con supuestas memorias implantadas. El montaje en un principio es confuso, el
protagonista (John), es acusado de asesinato, pero uno como espectador y ser humano
podemos ver a través del alma de John, que no es un asesino, el inspector Frank es los
ojos del espectador, un personaje humano esclareciente a lo que el ser humano
representa, reconoce que no ve a un asesino, pero así como tiene alma, tiene cuerpo y
mente, por consiguiente, juzga y condena, situación que no va muy alejado del actuar de
esta secta de seres extraterrestres. A pesar de que la película es catalogada como un cine
negro, no considero que pertenezca a este género. La comunidad humana que rodea a
Jhon son seres sin color, es decir, no tienes recuerdos claros y son creyentes de
memorias inexistentes, no son seres caóticos ni violentos, son seres mecanizados por un
reloj que marca las 12, alusión del final y el inicio del día. Es un cine oscuro, pero no
negro, la mujer fatal que es una pieza casi imprescindible en el cine negro es una pieza
que no existe en Dark City, pues Emma, es presentada como una mujer frágil, humana y
emocional.

El montaje es intelectual, pues está realizado de tal manera que conecte con el
espectador cada vez más la verdadera realidad de la película. Los recuerdos inexistentes
que posee John, es probablemente, la parte más complicada de digerir para el
espectador, porque nos da una fórmula de construcción del personaje que es incierta, lo
que John recuerda, en primera instancia es real, luego deja de serlo, y luego vuelve a ser
real, por ejemplo: su libreta de dibujos de niño, el mito de la playa Shell, los asesinatos
a las mujeres o su misma situación marital.
La película empieza con una narración de voz en off, la misma que nos acompaña
durante toda la película, la voz omnisciente y conocedora nos presenta a estos seres y
los llama “los extraños”, seres que son tan viejos como la existencia misma del tiempo.

La tesis general del individualismo plantea que un solo ser debe ser capaz de controlar
sus acciones, ser independiente y autónomo, concepto que desconocen estos seres
extraterrestres, pues oímos en sus nombres “Señor Manos”; “Señor Libro”; “Señor
Pared”; “Señor Lluvia”; “Señor Mente”. Toda una comunidad que no puede depender
de uno solo, por eso el doctor Daniel Schreber los define como seres colectivos. Sin
embargo, esta comunidad va en busca de una supuesta solución, que tampoco les augura
la supervivencia de su especie. Ambas ramas, tanto como el individualismo como el
colectivismo pueden conducir a la extinción, un ser individualista por ser independiente
y orgulloso y un ser colectivista por ser interdependientes. Extraer el alma humana
resulta ser un mito, respondiéndose al final de la película como una situación que se
vuelve existente por voluntad del protagonista, en el que está consciente de que lo que
está ocurriendo no es real, pero sí las emociones que siente.

La situación de Los Extraños como mentes colectivas, incapaces de ser un ser lo


suficientemente individualista, me recuerda a la película (El Ángel Exterminador, Luis
Buñuel, 1962), en la que un grupo de personas de la burguesía quedan cautivos en una
mansión. Primeramente, no representa un problema, sin embargo, a medida que avanzan
los días, la comida escasea, se muestran más sucios, incapaces, la gente se enferma y
empiezan a quebrarse emocional y físicamente, evidenciando que la falta de
independencia puede volver obsoleto a cualquier ser vivo. Buñuel ingeniosamente,
expone a el estado burgués como seres dependientes que necesitan ser alimentados y
cuidados, y al final, los expone como individuos creyentes e interdependientes,
exponiendo que el ser humano necesita creer en algo superior que alimente su espíritu.
Tal vez es una respuesta a Los Extraños, seres tan viejos como el tiempo,
extraordinariamente inteligentes, poderosos e incluso mágicos para el desconocedor,
pero tal vez es la falta de una figura superior lo que los acerca a la extinción natural. Los
humanos somos siervos de quien decidimos adorar, ya sea a un dios o dioses, o la
misma ciencia, esto en sí lo que nos hace humanos, la fe tanto como la voluntad nos
humaniza.

La alteración de las memorias, también se han utilizado en otras películas, para crear
una falsa realidad en los personajes, como por ejemplo en (The Truman Show, 1998),
en el cual Truman es un individuo que vive en una falsa realidad, con recuerdos y
memorias falsas. Truman y John pasan por algo similar, y es el intento de descubrir su
verdadera realidad. Oprimidos en un mundo que inicia y termina antinaturalmente, seres
inexistentes o falsos, reglas anti paradigmáticas al orden natural de factores como el
tiempo-espacio-realidad. Cuestiones que incursionan en la duda de nuestro personaje,
haciéndose indagar la realidad del ambiente en el que se encuentra y por supuesto
encontrarse a ellos mismos. Entre otros ejemplos que juega con la memoria (Eternal
Sunshine Of The Spotless Mind, 2005); (Memento, 2000).

La realidad es un asunto subjetivo en el mundo del cine y altamente cuestionable en el


ámbito filosófico y científico. Dentro del cine, hay varios ejemplares que juegan y
cuestiona la realidad que conocemos, por ejemplo (Matrix, 1999); (Inception, 2010);
(Dr. Strange, 2016). En la que juegan con la realidad en la que existimos y otra que
existe, pero por medio de un conducto que nos permita verla, en Matrix la pastilla,
Inception la inmersión en los sueños y en Dr. Strange las artes místicas. Conductos que
sumergen al protagonista en una realidad diferente y cuestionables.

En conclusión, Dark City, plantea temas muy importantes como el individualismo,


colectivismo, el juego con la realidad y las memorias y como estas juegan con las
emociones. A pesar de que no fue bien recibida por el público general, es elogiada por
la crítica como una buena idea, tan solo no trascendió en la época, no obstante, hasta el
día de hoy ha sido usada como un gran referente en otras películas y también tiene
escenas que quedarán inmortalizadas entre las más importantes del cine contemporáneo,
como por ejemplo Jeniffer Connelly cantando en el bar o la asamblea de Los Extraños.

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