“El arquetipo es una tendencia a formar tales representaciones de un motivo – representaciones
que pueden variar mucho en el detalle sin perder un patrón básico… Son de hecho una tendencia instintiva (...) Es esencial insistir que no son meros conceptos filosóficos. Son pedazos de la vida misma –imágenes que están integralmente conectadas al individuo a través del puente de las emociones- «No se trata, pues, de representaciones heredadas, sino de posibilidades heredadas de representaciones. Tampoco son herencias individuales, sino, en lo esencial, generales, como se puede comprobar por ser los arquetipos un fenómeno universal»”. Los arquetipos son nuestra herencia psíquica; roles y patrones que la sociedad acepta y realiza inconscientemente. Los percibimos a través de sus manifestaciones simbólicas. ¿Tampoco? Bueno, alguna de estas definiciones te convencerá: Arquetipo es un modelo que representa algo. En palabras mundanas un arquetipo es un cliché, un estereotipo de personajes y situaciones que se repiten constantemente. Arquetipo son los contenidos del inconsciente colectivo. Jung también les llamó dominantes, imagos, imágenes primordiales o mitológicas y otros nombres, pero el término arquetipo es el más conocido. Arquetipos son una tendencia innata (no aprendida) a experimentar las cosas de una determinada manera. 5 Jung llamó arquetipos a las ideas en común que comparte la humanidad, indistintamente del credo o cultura; ya sea la creencia en determinados seres mitológicos, o la aberración hacia el incesto, por citar dos ejemplos. Los arquetipos vendrían a ser las representaciones milenarias del inconsciente colectivo. Un arquetipo puede ser ampliamente definido como un tipo de persona o conducta, ya que puede dividirse en dos subcategorías. • La primera, los estereotipos, se refieren a un tipo de personalidad o conducta que se observa en muchas ocasiones y aplicados de manera rutinaria (esto tiende a suceder con los adolescentes y jóvenes), • y el segundo, epítomes, se refieren a la ejemplificación de una personalidad o comportamiento.2 Entre las grandes pasiones de Jung se encontraba el mundo onírico, siempre le llamó la atención el significado que podría existir en los sueños. Socializaba sus sueños a su familia y amigos pero jamás encontraba respuesta concreta que le satisfaga. Pasó muchos años presa de este enigma, hasta que a partir de la Primera Guerra Mundial empezó a anotar sus sueños, fantasías y visiones, los dibujaba, pintaba y esculpía, todo esto fue recopilado en el ahora famoso Libro Rojo de Jung. Se dio cuenta que sus experiencias tendían a tomar formas humanas, empezando por un anciano sabio y su acompañante, una niña pequeña. El anciano sabio evolucionó, a través de varios sueños, hasta una especie de gurú espiritual. La niña pequeña se convirtió en “anima”, el alma femenina, que servía como medio de comunicación entre el hombre y los aspectos más profundos de su inconsciente. Existe una anécdota, entre muchas, de cómo Jung aprendió a interpretar sus sueños y llegó a predecir la WW II: Empieza con un duende marrón que apareció como celador de la entrada al inconsciente. Era “la sombra”, una compañía primitiva del Yo de Jung. Jung soñó que tanto él como el duende, habían asesinado a la preciosa niña rubia, a la que llamó Siegfried. Para él, esta escena representaba una precaución con respecto a los peligros del trabajo dirigido solo a obtener la gloria y el heroísmo que prontamente causaría un gran dolor sobre toda Europa. Este dolor era la Segunda Guerra Mundial. Fue así, como se empezaron a dilucidar para él los arquetipos y el significado de los sueños, y cómo los arquetipos se comunicaban a través del inconsciente. 6 Existen ciertas experiencias que demuestran los efectos del inconsciente colectivo más claramente que otras. La experiencia de amor a primera vista, el déjà vu (el sentimiento de haber estado anteriormente en la misma situación) y el reconocimiento inmediato de ciertos símbolos y significados de algunos mitos, se pueden considerar como una conjunción súbita de la realidad externa e interna del inconsciente colectivo. Otros ejemplos que ilustran con más amplitud la influencia del inconsciente colectivo son las experiencias creativas compartidas por los artistas y músicos del mundo en todos los tiempos, o las experiencias espirituales de la mística de todas las religiones, o los paralelos de los sueños, fantasías, mitologías, cuentos de hadas y la literatura. 3 Un ejemplo interesante que actualmente se discute es la experiencia cercana a la muerte. Parece ser que muchas personas de diferentes partes del mundo y con diferentes antecedentes culturales viven situaciones muy similares cuando han sido “rescatados” de la muerte clínica. Hablan de que sienten que abandonan su cuerpo, viendo sus cuerpos y los eventos que le rodean claramente; de que sienten como una “fuerza” les atrae hacia un túnel largo que desemboca en una luz brillante; de ver a familiares fallecidos o figuras religiosas esperándoles y una cierta frustración por tener que abandonar esta feliz escena y volver a sus cuerpos. Quizás todos estamos “programados” para vivir la experiencia de la muerte de esta manera. Empecemos revisando los arquetipos que Jung identificó como principales: La Sombra La Sombra: representa la parte negativa del sujeto, el inconsciente reprimido. La sombra es la parte de nosotros que no podemos destruir. Nuestro lado que tenemos que confrontar y reconfortar. En la teoría jungniana también hay espacio para el sexo y los instintos. Éstos forman parte del arquetipo llamado la sombra. Viene de nuestro pasado prehumano y animal, cuando nuestras preocupaciones se limitaban a sobrevivir y a la reproducción, y cuando no éramos conscientes de nosotros como sujetos. La sombra es amoral; ni buena ni mala, como en los animales. Un animal es capaz de cuidar calurosamente de su prole, al tiempo que puede ser un asesino implacable para obtener comida. Simplemente lo hace, no lo escoge, es su “naturaleza”, es “inocente”. Pero desde nuestra perspectiva humana, el mundo animal nos parece brutal, inhumano; por lo que la sombra se vuelve aquel lado de aquellas partes de nosotros que no asimilamos, o nos da vergüenza y miedo admitirlas. 7 Los símbolos de la sombra incluyen la serpiente (como en el Jardín del Edén), el dragón, los monstruos y demonios. Usualmente guarda la entrada a una cueva o a una piscina de agua, que representarían el inconsciente colectivo. Cuando te sueñes en conflicto con alguno de estos elementos, e inclusive alguna representación de un ser majestuoso, recuerda que puede ser una manifestación de tu inconsciente advirtiéndote que estás luchando contigo mismo. La Persona ‘La persona representa nuestra imagen pública. La palabra, obviamente, está relacionada con el término persona y personalidad y proviene del latín que significa máscara. Por tanto, la persona es la máscara que nos ponemos antes de salir al mundo externo. Aunque se inicia siendo un arquetipo, con el tiempo vamos asumiéndola, llegando a ser la parte de nosotros más distantes del inconsciente colectivo. En su mejor presentación, constituye la “buena impresión” que todos queremos brindar al satisfacer los roles que la sociedad nos exige. Pero, en su peor cara, puede confundirse incluso por nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza. Algunas veces llegamos a creer que realmente somos lo que pretendemos ser.’ Anima y Animus El Anima y el Animus. Anima: representa la parte femenina presente en el hombre y generalmente reprimida por él. Su inversa es el Animus o parte masculina presente en las mujeres. Una parte de la persona es el papel masculino o femenino que debemos interpretar. Para la mayoría de los teóricos, este papel está determinado por el género físico. Pero, al igual que Freud, Adler y otros, Jung pensaba que en realidad todos nosotros somos bisexuales por naturaleza. Cundo empezamos nuestra vida como fetos, poseemos órganos sexuales indiferenciados y es solo gradualmente, bajo la influencia hormonal, cuando nos volvemos machos y hembras. De la misma manera, cuando empezamos nuestra vida social como infantes, no somos masculinos o femeninos en el sentido social. Casi de inmediato (tan pronto como nos pongan esas botitas azules o rosas, nos compren una figura de acción o una barbie), nos desarrollamos bajo la influencia social, la cual gradualmente nos convierte en hombres y mujeres. En todas las culturas, las expectativas que recaen sobre los hombres y las mujeres difieren. Estas están basadas casi en su totalidad sobre nuestros diferentes papeles en la reproducción y en otros detalles que son casi exclusivamente tradicionales. En nuestra sociedad actual, todavía retenemos muchos remanentes de estas expectativas tradicionales. Todavía esperamos 8 que las mujeres sean más calurosas y menos agresivas; que los hombres sean fuertes y que ignoren los aspectos emocionales de la vida. Pero Jung creía que estas expectativas significaban que solo hemos desarrollado la mitad de nuestro potencial. El anima es el aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres y el animus es el aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de la mujer. Unidos se les conoce como syzygy. El anima puede estar representada (personificada) como una joven chica, muy espontánea e intuitiva, o como una bruja, o como la madre tierra. Usualmente se asocia con una emocionalidad profunda y con la fuerza de la vida misma. El animus puede personificarse como un viejo sabio, un guerrero, o usualmente como un grupo de hombres, y tiende a ser lógico, muchas veces racionalista e incluso argumentativo. El anima y el animus son los arquetipos a través de los cuales nos comunicamos con el inconsciente colectivo en general y es importante llegar a contactar con él. Es también el arquetipo responsable de nuestra vida amorosa: como sugiere un mito griego, -que llegó a mí gracias a un sujeto llamado Taty quien respondía mails en la edición argentina del manga I”S de Masakazu Katsura- estamos siempre buscando nuestra otra mitad; esa otra mitad que los dioses nos quitaron, en los miembros del sexo opuesto. Cuando nos enamoramos a primera vista, nos hemos topado con algo que ha llenado nuestro arquetipo anima o animus particularmente bien. El Self El self como hemos mencionado antes, es la totalidad, diríamos que el arquetipo mayor, equivalente al nirvana budista. El Self representa la trascendencia de todos los opuestos, de manera que cada aspecto de nuestra personalidad se exprese de forma equitativa. Por tanto, no somos ni masculinos ni femeninos; somos ambos; lo mismo para el Yo y la sombra, para el bien y el mal, para lo consciente y lo inconsciente, y también lo individual y lo colectivo (la creación en su totalidad). Y por supuesto, si no hay opuestos, no hay energía y dejamos de funcionar. Evidentemente, ya no necesitaríamos actuar. Si intentamos alejarnos un poco de las consideraciones místicas, sería recomendable que nos situáramos en una postura más centralista y equilibrada de nuestra psique. Cuando somos jóvenes, nos inclinamos más hacia el ‘Yo’, así como en las trivialidades de la persona. Cuando envejecemos, claro, si envejecemos ‘sabiamente’, nos dirigimos hacia consideraciones más profundas sobre el self y nos acercamos más a la sociedad, la comunidad, hacia la vida y hacia el mismo universo. La persona que llega al self no conoce el ego. Y ahora como bonus track, revisaremos el Arquetipo favorito de Jung: 9 El Mandala El Mándala: representación de la armonía perfecta de los opuestos, su integración total en el psiquismo. Según Jung, el presente y el futuro existen simultáneamente y conforman una totalidad. Esta totalidad seria la memoria de la humanidad y el alma del universo, una súper conciencia cósmica a la cual todo está ligado. Para Jung el Mandala expresa a la deidad (dios) o al self (yo), representa el arquetipo del orden interior. Se manifiesta en los sueños cuando hay la necesidad de orden en la vida, la búsqueda de un centro que no es el ego, sino la totalidad, aquella totalidad llamada 'yo' (self). El ego es simplemente una parte de la personalidad, en el centro del Mandala se representa la personalidad completa. Jung lo consideraba el arquetipo principal. 10 La personalidad completa del ser no se trata de buscar la perfección, no, aquí se trata de encontrar tu totalidad, asimilar tu divinidad, tu numinosidad. ¿Tu qué? ¡Numinosidad!, sí, numinosidad, repítela hasta que pierda sentido. Es hermosa. Ah, esta palabrita, de las favoritas de Jung y mías. Numinosidad viene de numen, palabra que tiene dos significados: 1.- Numen: Deidad o divinidad que adoran los gentiles. 2.- Numen: Inspiración del artista. (Útil especialmente para quienes buscan el 'masculino' de musa) La numinosidad, según Jung, es una cualidad esencial de los arquetipos; aquel carácter sagrado que poseen, la fuerza, el reconocer en ellos una entidad real. Jung sobre esto, muy poéticamente diría: “Para los alquimistas [los arquetipos] eran semillas de luz transmitidas en el caos... el proyecto germinal de un mundo por venir… Uno tendría que concluir a partir de estas visiones alquímicas que estos arquetipos tienen cierto resplandor, o cuasi-conciencia, y esa numinosidad contiene luminosidad” Es por esta numinosidad que Jung trata a los arquetipos y al inconsciente como un ente propio, a pesar de carecer de forma en sí mismo, actúa como un agente organizador, o un agente del caos, sobre las cosas que hacemos. Ej: Al principio, el bebé solo quiere algo de comer, sin saber lo que quiere. Es decir, presenta un anhelo indefinido que, no obstante, puede ser satisfecho por algunas cosas y no por otras. Más tarde, con la experiencia, el bebé empieza a anhelar cosas más concretas cuando tiene hambre (un biberón, una galleta, una langosta a la brasa, un pedazo de pizza de $2.50 con una salsa verde indescifrable). La numinosidad los hace una deidad capaz de poseer y controlar a su usuario. Pueden dejarte estancado en una sola historia y no avanzar jamás. Por esto Jung aconseja conocer a tus arquetipos internos, confrontarlos, derrotarlos y avanzar. Lista de Diferentes Arquetipos Jung decía que no sirve de nada aprender de memoria una lista de arquetipos. Los arquetipos son complejos de experiencia que llegan a nosotros como el destino y cuyos efectos se sienten en lo más profundo de nuestras vidas. Esta lista no pretenden ser memorizadas, solo serán una guía de conocimiento. Además los arquetipos se siguen creando constantemente a partir de las experiencias de la humanidad, jamás habrá una lista completa, empecemos por ésta que me ha agradado mucho por lo resumido de su significado: 11 El héroe, que lleva a cabo una gran búsqueda para realizar su destino. El yo, la personalidad esfuerzo hacia su completa realización. La sombra, el remanente amoral de nuestro pasado animal instintivo. La persona, la máscara y la pretensión es mostrar a otros. El ánima y animus, nuestros roles femeninos y masculinos e insta. La madre, principalmente en el sentido de nuestra necesidad de ella. El padre, sobre todo una figura de autoridad suelen inducir miedo. El niño, nuestro principio inocente con todo nuestro potencial en frente de nosotros. El sabio, o un hombre viejo y sabio, el que tiene el conocimiento profundo. El dios, la imagen perfecta del Yo. La diosa, la gran madre, o Madre Tierra. El embaucador, un agente pícaro que nos empuja hacia el cambio. El hermafrodita, la carpintería de los opuestos. La bestia, una representación del pasado primitivo del hombre. El chivo expiatorio, sufriendo los defectos de los demás. El tonto, vagando en confusión y direcciones erróneas. El artista, la visionaria e inspirada manera de acercarse a la verdad. Mana y otros conceptos de energía espiritual. El viaje, una representación del camino hacia la autorrealización. La vida, la muerte y el renacimiento, la naturaleza cíclica de la existencia. Luz y oscuridad, las imágenes de lo consciente y lo inconsciente. El árbol, el crecimiento hacia la auto-realización. El agua, el inconsciente y las emociones. 12 El asistente, conocedor de oculto y de la transformación necesaria. Ahora que si lo de ustedes es conocer el significado de los conceptos más profundamente, pues también les tengo esta lista: El arquetipo materno Este arquetipo es particularmente útil como ejemplo. Todos nuestros ancestros tuvieron madres. Hemos evolucionados en un ambiente que ha incluido una madre o un sustituto de ella. Nunca hubiéramos sobrevivido sin la conexión con una persona cuidadora en nuestros tiempos de infantes indefensos. Está claro que somos “construidos” de forma que refleja nuestro ambiente evolutivo: venimos a este mundo, listos para desear una madre, la buscamos, la reconocemos y lidiamos con ella. Así, el arquetipo de madre es una habilidad propia constituida evolutivamente y dirigida a reconocer una cierta relación, la de la “maternalidad”. Jung establece esto como algo abstracto, y todos nosotros proyectamos el arquetipo a la generalidad del mundo y a personas particulares, usualmente nuestras propias madres. Incluso cuando un arquetipo no encuentra una persona real disponible, tendemos a personificarlo; esto es, lo convertimos en un personaje mitológico “de cuentos de hadas”, por ejemplo. Este personaje simboliza el arquetipo. Este arquetipo está simbolizado por la madre primordial o “madre tierra” de la mitología; por Eva y María en las tradiciones occidentales y por símbolos menos personalizados como la iglesia, la nación, un bosque o el océano. De acuerdo con Jung, alguien a quien su madre no ha satisfecho las demandas del arquetipo, se convertiría perfectamente en una persona que lo busca a través de la iglesia o identificándose con la “tierra madre”, o en la meditación sobre la figura de María o en una vida dedicada a la mar. Maná Debemos saber que estos arquetipos no son realmente cosas biológicas, como los instintos de Freud. Son demandas más puntuales. Por ejemplo, si uno sueño con cosas alargadas, Freud sugeriría que éstas representarían el falo y en consecuencia el sexo. Jung propondría una interpretación muy distinta. Incluso, el soñar con el pene no necesariamente implica una insatisfacción sexual. Es llamativo que en sociedades primitivas, los símbolos fálicos usualmente no se refieran en absoluto al sexo. Usualmente simbolizan el maná, o poder espiritual. Esto símbolos se exhiben cuando es necesario implorar a los espíritus para lograr un mejor cosecha del maíz, o aumentar la pesca o para 13 ayudar a alguien. La relación entre el pene y la fuerza, entre el semen y la semilla, entre la fertilidad y la fertilización son parte de la mayoría de las culturas. Y más arquetipos Jung decía que no existía un número fijo de arquetipos que pudiésemos listar o memorizar. Se superponen y se combinan entre ellos según la necesidad y su lógica no responde a los estándares lógicos que entendemos. Jung, sin embargo, definió algunos otros: Además de la madre, existen otros arquetipos familiares. Obviamente, existe un padre que con frecuencia está simbolizado por una guía o una figura de autoridad. Existe también el arquetipo de familia que representa la idea de la hermandad de sangre, así como unos lazos más profundos que aquellos basados en razones conscientes. También tenemos el de niño, representado en la mitología y en el arte por los niños, en particular los infantes, así como por otras pequeñas criaturas. La celebración del niño Jesús en las Navidades es una manifestación del arquetipo niño y representa el futuro, la evolución, el renacimiento y la salvación. Curiosamente, la Navidad acontece durante el solsticio de invierno, el cual representa el futuro y el renacimiento en las culturas primitivas nórdicas. Estas personas encienden hogueras y realizan ceremonias alrededor del fuego implorando la vuelta del sol. El arquetipo niño también con frecuencia se mezcla con otros, formando el niño-dios o el niño- héroe. Este es también un arquetipo animal y representa las relaciones humanas con el mundo animal. Un buen ejemplo sería el del caballo fiel del héroe. Las serpientes también son frecuentes arquetipos animales y creemos que son particularmente listas. Después de todo, los animales están más cercanos a sus naturalezas que nosotros. Quizás, los pequeños robots y la siempre disponible nave espacial (el Halcón) sean símbolos de animales. Y luego está el ilusionista, usualmente representado por un payaso o un mago. El papel de éste es el de hacer las cosas más difíciles al héroe y crearle problemas. En la mitología escandinava, muchas de las aventuras de los dioses se originaban en algún truco demostrado a sus majestades por el medio- Dios Loki. Existen otros arquetipos que son un poco más complicados de mencionar. Uno es el hombre original, representado en las culturas occidentales por Adán. Otro es el arquetipo Dios, el cual representa nuestra necesidad de comprender el Universo; que nos provee de significado a todo lo que ocurre y que todo tiene un propósito y dirección. El hermafrodita, tanto hombre como mujer, es una de las ideas más importantes de la teoría junguiana y representa la unión de los opuestos. En 14 algunos cuadros religiosos, Jesucristo está representado más bien como un hombre afeminado. Así mismo, en China, el carácter de Kuan Yin es de hecho un santo masculino (el bodhisattva Avalokiteshwara). El arquetipo más importante es el de self (mantendremos aquí el término “self” que “sí mismo”, por su aceptación literal en psicología de habla hispana. N.T.). El self es la unidad última de la personalidad y está simbolizado por el círculo, la cruz y las figuras mandalas que Jung halló en las pinturas. Un mandala es un dibujo que se usa en meditación y se utiliza para desplazar el foco de atención hacia el centro de la imagen. Puede ser un trazo tan simple como una figura geométrica o tan complicada como un vitral. La personificación que mejor representa el self es Cristo y Buda; dos personas, por cierto, que representan según muchos, el logro de la perfección. Pero Jung creía que la perfección de la personalidad solamente se alcanza con la muerte. El diablo o entes malignos con forma de serpiente. Definición: una imagen muy repetida en las culturas ancestrales era mostrar a demonios con forma de serpientes, como la serpiente emplumada azteca, su dios más poderoso o la serpiente marina mapuche, que inundaba los campos. Explicación: la serpiente es un animal voraz, imponente y en algunos casos, venenoso. Por ello, es normal que mucha gente les tema, pero aun en las épocas antiguas donde la medicina no pudo curar las heridas de una serpiente venenosa. Por eso las veían como un peligro. El laberinto como el inconsciente Definición: la mayoría de las personas le da un sentido muy profundo a los laberintos, como la vida o superar las dificultades. En la Edad Media, eran símbolo del intelecto o de lo desconocido. Explicación: el ser humano no siempre pudo orientarse, por lo que perderse en la noche, en un lugar con animales peligrosos, te obligaba a tener valor e inteligencia. Para resolver un laberinto se necesita además, ser constante y tener fe. A veces es símbolo del destino (todos los caminos te llevan a la misma salida) Hermanos enemigos Definición: es normal que los hermanos se peleen, según las culturas antiguas. Caín y Abel llegaron hasta la muerte. Rómulo mato a su hermano Remo pues era competitivo, quería quedarse con Roma y estaba borracho. Explicación: hay diferentes razones por las que los hermanos se peleen, pero las antiguas historias se basan en lo mismo: competencia. Las personas comparan las cosas parecidas, en este caso, dos hombres de la misma familia y siempre dicen “x podría ser como su hermano” “x es más tonto que e otro” lo cual hace que los hermanos se sientan competiendo en uno contra el otro. La vida después de la muerte Definición: los cristianos, judíos y musulmanes creen en la vida en otro mundo después de la muerte. Los budistas e hinduistas creen en la reencarnación. ¿Por qué creencias tan diferentes creen en lo mismo? Explicación: por un lado, existe la idea de que el tiempo es cíclico (circular) y por ende, no tiene fin. Otra parte, es la idea de que los seres nunca 15 mueren, pues dejan su cadáver para la vida de otros (por ejemplo, las hormigas) o porque su recuerdo o su espirito vence lo material y se queda para siempre. Tabú y Tótem TABÚ: conducta, actividad o costumbre prohibida por una sociedad por una razón no justificada o injustificable. Romper un tabú es considerado como una falta imperdonable, por ejemplo: El incesto, la homosexualidad, los garabatos, el canibalismo, comer carne, etc. TÓTEM: objeto, animal o ente sobrenatural que es un símbolo que representa un valor, una cultura, un país, etc. Casi siempre toman forma física (collares, estatuas) Ejemplos: Osos de madera como collares para los nativo americanos (símbolo de poder y fuerza) ; la serpiente como tatuaje en los delincuentes (símbolo de odio hacia la justicia) Muchos tabúes se convierten en tótems.