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Carl Jung y los Arquetipos

“El arquetipo es una tendencia a formar tales representaciones de un motivo – representaciones


que pueden variar mucho en el detalle sin perder un patrón básico… Son de hecho una
tendencia instintiva (...) Es esencial insistir que no son meros conceptos filosóficos. Son
pedazos de la vida misma –imágenes que están integralmente conectadas al individuo a través
del puente de las emociones- «No se trata, pues, de representaciones heredadas, sino de
posibilidades heredadas de representaciones. Tampoco son herencias individuales, sino, en lo
esencial, generales, como se puede comprobar por ser los arquetipos un fenómeno universal»”.
Los arquetipos son nuestra herencia psíquica; roles y patrones que la sociedad acepta y realiza
inconscientemente. Los percibimos a través de sus manifestaciones simbólicas. ¿Tampoco?
Bueno, alguna de estas definiciones te convencerá: Arquetipo es un modelo que representa algo.
En palabras mundanas un arquetipo es un cliché, un estereotipo de personajes y situaciones que
se repiten constantemente. Arquetipo son los contenidos del inconsciente colectivo. Jung
también les llamó dominantes, imagos, imágenes primordiales o mitológicas y otros nombres,
pero el término arquetipo es el más conocido. Arquetipos son una tendencia innata (no
aprendida) a experimentar las cosas de una determinada manera. 5 Jung llamó arquetipos a las
ideas en común que comparte la humanidad, indistintamente del credo o cultura; ya sea la
creencia en determinados seres mitológicos, o la aberración hacia el incesto, por citar dos
ejemplos. Los arquetipos vendrían a ser las representaciones milenarias del inconsciente
colectivo. Un arquetipo puede ser ampliamente definido como un tipo de persona o conducta, ya
que puede dividirse en dos subcategorías. • La primera, los estereotipos, se refieren a un tipo de
personalidad o conducta que se observa en muchas ocasiones y aplicados de manera rutinaria
(esto tiende a suceder con los adolescentes y jóvenes), • y el segundo, epítomes, se refieren a la
ejemplificación de una personalidad o comportamiento.2 Entre las grandes pasiones de Jung se
encontraba el mundo onírico, siempre le llamó la atención el significado que podría existir en
los sueños. Socializaba sus sueños a su familia y amigos pero jamás encontraba respuesta
concreta que le satisfaga. Pasó muchos años presa de este enigma, hasta que a partir de la
Primera Guerra Mundial empezó a anotar sus sueños, fantasías y visiones, los dibujaba, pintaba
y esculpía, todo esto fue recopilado en el ahora famoso Libro Rojo de Jung. Se dio cuenta que
sus experiencias tendían a tomar formas humanas, empezando por un anciano sabio y su
acompañante, una niña pequeña. El anciano sabio evolucionó, a través de varios sueños, hasta
una especie de gurú espiritual. La niña pequeña se convirtió en “anima”, el alma femenina, que
servía como medio de comunicación entre el hombre y los aspectos más profundos de su
inconsciente. Existe una anécdota, entre muchas, de cómo Jung aprendió a interpretar sus
sueños y llegó a predecir la WW II: Empieza con un duende marrón que apareció como celador
de la entrada al inconsciente. Era “la sombra”, una compañía primitiva del Yo de Jung. Jung
soñó que tanto él como el duende, habían asesinado a la preciosa niña rubia, a la que llamó
Siegfried. Para él, esta escena representaba una precaución con respecto a los peligros del
trabajo dirigido solo a obtener la gloria y el heroísmo que prontamente causaría un gran dolor
sobre toda Europa. Este dolor era la Segunda Guerra Mundial. Fue así, como se empezaron a
dilucidar para él los arquetipos y el significado de los sueños, y cómo los arquetipos se
comunicaban a través del inconsciente. 6 Existen ciertas experiencias que demuestran los
efectos del inconsciente colectivo más claramente que otras. La experiencia de amor a primera
vista, el déjà vu (el sentimiento de haber estado anteriormente en la misma situación) y el
reconocimiento inmediato de ciertos símbolos y significados de algunos mitos, se pueden
considerar como una conjunción súbita de la realidad externa e interna del inconsciente
colectivo. Otros ejemplos que ilustran con más amplitud la influencia del inconsciente colectivo
son las experiencias creativas compartidas por los artistas y músicos del mundo en todos los
tiempos, o las experiencias espirituales de la mística de todas las religiones, o los paralelos de
los sueños, fantasías, mitologías, cuentos de hadas y la literatura. 3 Un ejemplo interesante que
actualmente se discute es la experiencia cercana a la muerte. Parece ser que muchas personas de
diferentes partes del mundo y con diferentes antecedentes culturales viven situaciones muy
similares cuando han sido “rescatados” de la muerte clínica. Hablan de que sienten que
abandonan su cuerpo, viendo sus cuerpos y los eventos que le rodean claramente; de que sienten
como una “fuerza” les atrae hacia un túnel largo que desemboca en una luz brillante; de ver a
familiares fallecidos o figuras religiosas esperándoles y una cierta frustración por tener que
abandonar esta feliz escena y volver a sus cuerpos. Quizás todos estamos “programados” para
vivir la experiencia de la muerte de esta manera. Empecemos revisando los arquetipos que Jung
identificó como principales: La Sombra La Sombra: representa la parte negativa del sujeto, el
inconsciente reprimido. La sombra es la parte de nosotros que no podemos destruir. Nuestro
lado que tenemos que confrontar y reconfortar. En la teoría jungniana también hay espacio para
el sexo y los instintos. Éstos forman parte del arquetipo llamado la sombra. Viene de nuestro
pasado prehumano y animal, cuando nuestras preocupaciones se limitaban a sobrevivir y a la
reproducción, y cuando no éramos conscientes de nosotros como sujetos. La sombra es amoral;
ni buena ni mala, como en los animales. Un animal es capaz de cuidar calurosamente de su
prole, al tiempo que puede ser un asesino implacable para obtener comida. Simplemente lo
hace, no lo escoge, es su “naturaleza”, es “inocente”. Pero desde nuestra perspectiva humana, el
mundo animal nos parece brutal, inhumano; por lo que la sombra se vuelve aquel lado de
aquellas partes de nosotros que no asimilamos, o nos da vergüenza y miedo admitirlas. 7 Los
símbolos de la sombra incluyen la serpiente (como en el Jardín del Edén), el dragón, los
monstruos y demonios. Usualmente guarda la entrada a una cueva o a una piscina de agua, que
representarían el inconsciente colectivo. Cuando te sueñes en conflicto con alguno de estos
elementos, e inclusive alguna representación de un ser majestuoso, recuerda que puede ser una
manifestación de tu inconsciente advirtiéndote que estás luchando contigo mismo. La Persona
‘La persona representa nuestra imagen pública. La palabra, obviamente, está relacionada con el
término persona y personalidad y proviene del latín que significa máscara. Por tanto, la persona
es la máscara que nos ponemos antes de salir al mundo externo. Aunque se inicia siendo un
arquetipo, con el tiempo vamos asumiéndola, llegando a ser la parte de nosotros más distantes
del inconsciente colectivo. En su mejor presentación, constituye la “buena impresión” que todos
queremos brindar al satisfacer los roles que la sociedad nos exige. Pero, en su peor cara, puede
confundirse incluso por nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza. Algunas veces llegamos
a creer que realmente somos lo que pretendemos ser.’ Anima y Animus El Anima y el Animus.
Anima: representa la parte femenina presente en el hombre y generalmente reprimida por él. Su
inversa es el Animus o parte masculina presente en las mujeres. Una parte de la persona es el
papel masculino o femenino que debemos interpretar. Para la mayoría de los teóricos, este papel
está determinado por el género físico. Pero, al igual que Freud, Adler y otros, Jung pensaba que
en realidad todos nosotros somos bisexuales por naturaleza. Cundo empezamos nuestra vida
como fetos, poseemos órganos sexuales indiferenciados y es solo gradualmente, bajo la
influencia hormonal, cuando nos volvemos machos y hembras. De la misma manera, cuando
empezamos nuestra vida social como infantes, no somos masculinos o femeninos en el sentido
social. Casi de inmediato (tan pronto como nos pongan esas botitas azules o rosas, nos compren
una figura de acción o una barbie), nos desarrollamos bajo la influencia social, la cual
gradualmente nos convierte en hombres y mujeres. En todas las culturas, las expectativas que
recaen sobre los hombres y las mujeres difieren. Estas están basadas casi en su totalidad sobre
nuestros diferentes papeles en la reproducción y en otros detalles que son casi exclusivamente
tradicionales. En nuestra sociedad actual, todavía retenemos muchos remanentes de estas
expectativas tradicionales. Todavía esperamos 8 que las mujeres sean más calurosas y menos
agresivas; que los hombres sean fuertes y que ignoren los aspectos emocionales de la vida. Pero
Jung creía que estas expectativas significaban que solo hemos desarrollado la mitad de nuestro
potencial. El anima es el aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres
y el animus es el aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de la mujer. Unidos se
les conoce como syzygy. El anima puede estar representada (personificada) como una joven
chica, muy espontánea e intuitiva, o como una bruja, o como la madre tierra. Usualmente se
asocia con una emocionalidad profunda y con la fuerza de la vida misma. El animus puede
personificarse como un viejo sabio, un guerrero, o usualmente como un grupo de hombres, y
tiende a ser lógico, muchas veces racionalista e incluso argumentativo. El anima y el animus son
los arquetipos a través de los cuales nos comunicamos con el inconsciente colectivo en general
y es importante llegar a contactar con él. Es también el arquetipo responsable de nuestra vida
amorosa: como sugiere un mito griego, -que llegó a mí gracias a un sujeto llamado Taty quien
respondía mails en la edición argentina del manga I”S de Masakazu Katsura- estamos siempre
buscando nuestra otra mitad; esa otra mitad que los dioses nos quitaron, en los miembros del
sexo opuesto. Cuando nos enamoramos a primera vista, nos hemos topado con algo que ha
llenado nuestro arquetipo anima o animus particularmente bien. El Self El self como hemos
mencionado antes, es la totalidad, diríamos que el arquetipo mayor, equivalente al nirvana
budista. El Self representa la trascendencia de todos los opuestos, de manera que cada aspecto
de nuestra personalidad se exprese de forma equitativa. Por tanto, no somos ni masculinos ni
femeninos; somos ambos; lo mismo para el Yo y la sombra, para el bien y el mal, para lo
consciente y lo inconsciente, y también lo individual y lo colectivo (la creación en su totalidad).
Y por supuesto, si no hay opuestos, no hay energía y dejamos de funcionar. Evidentemente, ya
no necesitaríamos actuar. Si intentamos alejarnos un poco de las consideraciones místicas, sería
recomendable que nos situáramos en una postura más centralista y equilibrada de nuestra
psique. Cuando somos jóvenes, nos inclinamos más hacia el ‘Yo’, así como en las trivialidades
de la persona. Cuando envejecemos, claro, si envejecemos ‘sabiamente’, nos dirigimos hacia
consideraciones más profundas sobre el self y nos acercamos más a la sociedad, la comunidad,
hacia la vida y hacia el mismo universo. La persona que llega al self no conoce el ego. Y ahora
como bonus track, revisaremos el Arquetipo favorito de Jung: 9 El Mandala El Mándala:
representación de la armonía perfecta de los opuestos, su integración total en el psiquismo.
Según Jung, el presente y el futuro existen simultáneamente y conforman una totalidad. Esta
totalidad seria la memoria de la humanidad y el alma del universo, una súper conciencia
cósmica a la cual todo está ligado. Para Jung el Mandala expresa a la deidad (dios) o al self (yo),
representa el arquetipo del orden interior. Se manifiesta en los sueños cuando hay la necesidad
de orden en la vida, la búsqueda de un centro que no es el ego, sino la totalidad, aquella
totalidad llamada 'yo' (self). El ego es simplemente una parte de la personalidad, en el centro del
Mandala se representa la personalidad completa. Jung lo consideraba el arquetipo principal. 10
La personalidad completa del ser no se trata de buscar la perfección, no, aquí se trata de
encontrar tu totalidad, asimilar tu divinidad, tu numinosidad. ¿Tu qué? ¡Numinosidad!, sí,
numinosidad, repítela hasta que pierda sentido. Es hermosa. Ah, esta palabrita, de las favoritas
de Jung y mías. Numinosidad viene de numen, palabra que tiene dos significados: 1.- Numen:
Deidad o divinidad que adoran los gentiles. 2.- Numen: Inspiración del artista. (Útil
especialmente para quienes buscan el 'masculino' de musa) La numinosidad, según Jung, es una
cualidad esencial de los arquetipos; aquel carácter sagrado que poseen, la fuerza, el reconocer
en ellos una entidad real. Jung sobre esto, muy poéticamente diría: “Para los alquimistas [los
arquetipos] eran semillas de luz transmitidas en el caos... el proyecto germinal de un mundo por
venir… Uno tendría que concluir a partir de estas visiones alquímicas que estos arquetipos
tienen cierto resplandor, o cuasi-conciencia, y esa numinosidad contiene luminosidad” Es por
esta numinosidad que Jung trata a los arquetipos y al inconsciente como un ente propio, a pesar
de carecer de forma en sí mismo, actúa como un agente organizador, o un agente del caos, sobre
las cosas que hacemos. Ej: Al principio, el bebé solo quiere algo de comer, sin saber lo que
quiere. Es decir, presenta un anhelo indefinido que, no obstante, puede ser satisfecho por
algunas cosas y no por otras. Más tarde, con la experiencia, el bebé empieza a anhelar cosas más
concretas cuando tiene hambre (un biberón, una galleta, una langosta a la brasa, un pedazo de
pizza de $2.50 con una salsa verde indescifrable). La numinosidad los hace una deidad capaz de
poseer y controlar a su usuario. Pueden dejarte estancado en una sola historia y no avanzar
jamás. Por esto Jung aconseja conocer a tus arquetipos internos, confrontarlos, derrotarlos y
avanzar. Lista de Diferentes Arquetipos Jung decía que no sirve de nada aprender de memoria
una lista de arquetipos. Los arquetipos son complejos de experiencia que llegan a nosotros como
el destino y cuyos efectos se sienten en lo más profundo de nuestras vidas. Esta lista no
pretenden ser memorizadas, solo serán una guía de conocimiento. Además los arquetipos se
siguen creando constantemente a partir de las experiencias de la humanidad, jamás habrá una
lista completa, empecemos por ésta que me ha agradado mucho por lo resumido de su
significado: 11 El héroe, que lleva a cabo una gran búsqueda para realizar su destino. El yo, la
personalidad esfuerzo hacia su completa realización. La sombra, el remanente amoral de nuestro
pasado animal instintivo. La persona, la máscara y la pretensión es mostrar a otros. El ánima y
animus, nuestros roles femeninos y masculinos e insta. La madre, principalmente en el sentido
de nuestra necesidad de ella. El padre, sobre todo una figura de autoridad suelen inducir miedo.
El niño, nuestro principio inocente con todo nuestro potencial en frente de nosotros. El sabio, o
un hombre viejo y sabio, el que tiene el conocimiento profundo. El dios, la imagen perfecta del
Yo. La diosa, la gran madre, o Madre Tierra. El embaucador, un agente pícaro que nos empuja
hacia el cambio. El hermafrodita, la carpintería de los opuestos. La bestia, una representación
del pasado primitivo del hombre. El chivo expiatorio, sufriendo los defectos de los demás. El
tonto, vagando en confusión y direcciones erróneas. El artista, la visionaria e inspirada manera
de acercarse a la verdad. Mana y otros conceptos de energía espiritual. El viaje, una
representación del camino hacia la autorrealización. La vida, la muerte y el renacimiento, la
naturaleza cíclica de la existencia. Luz y oscuridad, las imágenes de lo consciente y lo
inconsciente. El árbol, el crecimiento hacia la auto-realización. El agua, el inconsciente y las
emociones. 12 El asistente, conocedor de oculto y de la transformación necesaria. Ahora que si
lo de ustedes es conocer el significado de los conceptos más profundamente, pues también les
tengo esta lista: El arquetipo materno Este arquetipo es particularmente útil como ejemplo.
Todos nuestros ancestros tuvieron madres. Hemos evolucionados en un ambiente que ha
incluido una madre o un sustituto de ella. Nunca hubiéramos sobrevivido sin la conexión con
una persona cuidadora en nuestros tiempos de infantes indefensos. Está claro que somos
“construidos” de forma que refleja nuestro ambiente evolutivo: venimos a este mundo, listos
para desear una madre, la buscamos, la reconocemos y lidiamos con ella. Así, el arquetipo de
madre es una habilidad propia constituida evolutivamente y dirigida a reconocer una cierta
relación, la de la “maternalidad”. Jung establece esto como algo abstracto, y todos nosotros
proyectamos el arquetipo a la generalidad del mundo y a personas particulares, usualmente
nuestras propias madres. Incluso cuando un arquetipo no encuentra una persona real disponible,
tendemos a personificarlo; esto es, lo convertimos en un personaje mitológico “de cuentos de
hadas”, por ejemplo. Este personaje simboliza el arquetipo. Este arquetipo está simbolizado por
la madre primordial o “madre tierra” de la mitología; por Eva y María en las tradiciones
occidentales y por símbolos menos personalizados como la iglesia, la nación, un bosque o el
océano. De acuerdo con Jung, alguien a quien su madre no ha satisfecho las demandas del
arquetipo, se convertiría perfectamente en una persona que lo busca a través de la iglesia o
identificándose con la “tierra madre”, o en la meditación sobre la figura de María o en una vida
dedicada a la mar. Maná Debemos saber que estos arquetipos no son realmente cosas
biológicas, como los instintos de Freud. Son demandas más puntuales. Por ejemplo, si uno
sueño con cosas alargadas, Freud sugeriría que éstas representarían el falo y en consecuencia el
sexo. Jung propondría una interpretación muy distinta. Incluso, el soñar con el pene no
necesariamente implica una insatisfacción sexual. Es llamativo que en sociedades primitivas, los
símbolos fálicos usualmente no se refieran en absoluto al sexo. Usualmente simbolizan el maná,
o poder espiritual. Esto símbolos se exhiben cuando es necesario implorar a los espíritus para
lograr un mejor cosecha del maíz, o aumentar la pesca o para 13 ayudar a alguien. La relación
entre el pene y la fuerza, entre el semen y la semilla, entre la fertilidad y la fertilización son
parte de la mayoría de las culturas. Y más arquetipos Jung decía que no existía un número fijo
de arquetipos que pudiésemos listar o memorizar. Se superponen y se combinan entre ellos
según la necesidad y su lógica no responde a los estándares lógicos que entendemos. Jung, sin
embargo, definió algunos otros: Además de la madre, existen otros arquetipos familiares.
Obviamente, existe un padre que con frecuencia está simbolizado por una guía o una figura de
autoridad. Existe también el arquetipo de familia que representa la idea de la hermandad de
sangre, así como unos lazos más profundos que aquellos basados en razones conscientes.
También tenemos el de niño, representado en la mitología y en el arte por los niños, en
particular los infantes, así como por otras pequeñas criaturas. La celebración del niño Jesús en
las Navidades es una manifestación del arquetipo niño y representa el futuro, la evolución, el
renacimiento y la salvación. Curiosamente, la Navidad acontece durante el solsticio de invierno,
el cual representa el futuro y el renacimiento en las culturas primitivas nórdicas. Estas personas
encienden hogueras y realizan ceremonias alrededor del fuego implorando la vuelta del sol. El
arquetipo niño también con frecuencia se mezcla con otros, formando el niño-dios o el niño-
héroe. Este es también un arquetipo animal y representa las relaciones humanas con el mundo
animal. Un buen ejemplo sería el del caballo fiel del héroe. Las serpientes también son
frecuentes arquetipos animales y creemos que son particularmente listas. Después de todo, los
animales están más cercanos a sus naturalezas que nosotros. Quizás, los pequeños robots y la
siempre disponible nave espacial (el Halcón) sean símbolos de animales. Y luego está el
ilusionista, usualmente representado por un payaso o un mago. El papel de éste es el de hacer
las cosas más difíciles al héroe y crearle problemas. En la mitología escandinava, muchas de las
aventuras de los dioses se originaban en algún truco demostrado a sus majestades por el medio-
Dios Loki. Existen otros arquetipos que son un poco más complicados de mencionar. Uno es el
hombre original, representado en las culturas occidentales por Adán. Otro es el arquetipo Dios,
el cual representa nuestra necesidad de comprender el Universo; que nos provee de significado a
todo lo que ocurre y que todo tiene un propósito y dirección. El hermafrodita, tanto hombre
como mujer, es una de las ideas más importantes de la teoría junguiana y representa la unión de
los opuestos. En 14 algunos cuadros religiosos, Jesucristo está representado más bien como un
hombre afeminado. Así mismo, en China, el carácter de Kuan Yin es de hecho un santo
masculino (el bodhisattva Avalokiteshwara). El arquetipo más importante es el de self
(mantendremos aquí el término “self” que “sí mismo”, por su aceptación literal en psicología de
habla hispana. N.T.). El self es la unidad última de la personalidad y está simbolizado por el
círculo, la cruz y las figuras mandalas que Jung halló en las pinturas. Un mandala es un dibujo
que se usa en meditación y se utiliza para desplazar el foco de atención hacia el centro de la
imagen. Puede ser un trazo tan simple como una figura geométrica o tan complicada como un
vitral. La personificación que mejor representa el self es Cristo y Buda; dos personas, por cierto,
que representan según muchos, el logro de la perfección. Pero Jung creía que la perfección de la
personalidad solamente se alcanza con la muerte. El diablo o entes malignos con forma de
serpiente. Definición: una imagen muy repetida en las culturas ancestrales era mostrar a
demonios con forma de serpientes, como la serpiente emplumada azteca, su dios más poderoso
o la serpiente marina mapuche, que inundaba los campos. Explicación: la serpiente es un animal
voraz, imponente y en algunos casos, venenoso. Por ello, es normal que mucha gente les tema,
pero aun en las épocas antiguas donde la medicina no pudo curar las heridas de una serpiente
venenosa. Por eso las veían como un peligro. El laberinto como el inconsciente Definición: la
mayoría de las personas le da un sentido muy profundo a los laberintos, como la vida o superar
las dificultades. En la Edad Media, eran símbolo del intelecto o de lo desconocido. Explicación:
el ser humano no siempre pudo orientarse, por lo que perderse en la noche, en un lugar con
animales peligrosos, te obligaba a tener valor e inteligencia. Para resolver un laberinto se
necesita además, ser constante y tener fe. A veces es símbolo del destino (todos los caminos te
llevan a la misma salida) Hermanos enemigos Definición: es normal que los hermanos se
peleen, según las culturas antiguas. Caín y Abel llegaron hasta la muerte. Rómulo mato a su
hermano Remo pues era competitivo, quería quedarse con Roma y estaba borracho.
Explicación: hay diferentes razones por las que los hermanos se peleen, pero las antiguas
historias se basan en lo mismo: competencia. Las personas comparan las cosas parecidas, en
este caso, dos hombres de la misma familia y siempre dicen “x podría ser como su hermano” “x
es más tonto que e otro” lo cual hace que los hermanos se sientan competiendo en uno contra el
otro. La vida después de la muerte Definición: los cristianos, judíos y musulmanes creen en la
vida en otro mundo después de la muerte. Los budistas e hinduistas creen en la reencarnación.
¿Por qué creencias tan diferentes creen en lo mismo? Explicación: por un lado, existe la idea de
que el tiempo es cíclico (circular) y por ende, no tiene fin. Otra parte, es la idea de que los seres
nunca 15 mueren, pues dejan su cadáver para la vida de otros (por ejemplo, las hormigas) o
porque su recuerdo o su espirito vence lo material y se queda para siempre. Tabú y Tótem
TABÚ: conducta, actividad o costumbre prohibida por una sociedad por una razón no
justificada o injustificable. Romper un tabú es considerado como una falta imperdonable, por
ejemplo: El incesto, la homosexualidad, los garabatos, el canibalismo, comer carne, etc.
TÓTEM: objeto, animal o ente sobrenatural que es un símbolo que representa un valor, una
cultura, un país, etc. Casi siempre toman forma física (collares, estatuas) Ejemplos: Osos de
madera como collares para los nativo americanos (símbolo de poder y fuerza) ; la serpiente
como tatuaje en los delincuentes (símbolo de odio hacia la justicia) Muchos tabúes se
convierten en tótems.

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