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CRISIS DE LOS SETENTAS

La crisis de los 70 es como casi todos los hechos históricos un suceso multicausal o multifactorial
que contiene varios elementos que lo originan, así como otros más que lo caracterizan; a pesar de
que algunos especialistas consideran a la subida de los precios del petróleo como el único factor
que origina este fenómeno.

Esta crisis representa, por un lado, el final del ciclo de crecimiento del sistema capitalista iniciado
prácticamente al final de la segunda guerra mundial bajo el símbolo emblemático de la
conferencia de Breton Woods realizada en 1944 en un complejo hotelero perteneciente a una
comunidad estadounidense del mismo nombre. En esta importante reunión, aparte del
enfrentamiento que se dio entre el economista inglés Keynes y el norteamericano Dexter White,
surgieron los principios, las bases e inclusive las instituciones sobre las cuales se construyó el
orden económico mundial de la posguerra .Estados Unidos como siempre, anteponiendo sus
intereses y desde luego su enorme peso económico le impuso al mundo su moneda, el dólar,
como el vehículo mediante el cual se deberían realizar todas las transacciones comerciales
internacionales, incluyendo la compra y venta del petróleo Además en esta reunión surgieron los
organismos supranacionales más importantes que tratarán de encausar la economía mundial hacia
un crecimiento incluyente a futuro tales como el Fondo Monetario internacional (FMI), el Banco
Mundial (BM) y un organismo que se encargaría de regular el comercio mundial, denominado
GATT.

Durante los años que van del final de la guerra hasta la década de los 70 el mundo caminó por un
sendero de crecimiento alto y sostenido de entre el 4% y 8%, dependiendo de las características y
condiciones particulares de cada país. No obstante, en cada una de las naciones se fueron
desarrollando una serie de desequilibrios, de contradicciones y de cuellos de botella que van a
reventar ante el menor golpe o acontecimiento exterior que les afecte. Por ejemplo, los países del
tercer mundo como México, Brasil, Argentina y otros; no desarrollaron un salto tecnológico que
les hubiera permitido no seguir dependiendo de la compra de tecnología en el exterior. Y muchos
de ellos a falta de ahorro interno contrataron deuda para financiar su desarrollo, hecho que se
convertirá en un verdadero dolor de cabeza para más adelante. Algunos otros países aumentaron
de manera desmesurada su gasto público para la construcción de obras de infraestructura o para
incrementar el gasto social (desarrollo del Estado de Bienestar), pero también lo hicieron
básicamente aumentando su deuda pública. En el caso de los países desarrollados como Estados
Unidos, Japón, Alemania, España, etc.; tuvieron también muchos factores de desequilibrio que no
atendieron como por ejemplo la dependencia energética, en virtud de que pasaron su crecimiento
en la importación de petróleo que en aquellos años era barato y se olvidaron de desarrollar otras
fuentes alternativas de energía .En muchos casos, las enormes ganancias obtenidas por el capital
no se invirtieron en actividades productivas y se orientaron a la especulación financiera lo que
causó por supuesto grandes daños estructurales a la economía. También las grandes
organizaciones obreras aumentaron la presión sobre los empresarios consiguiendo mejores
condiciones de trabajo y mejores salarios, pero que en algunos casos los sectores industriales no
podían sostener.
El término del ciclo económico de crecimiento a nivel mundial y sobre todo los factores internos
de desequilibrio en cada una de las naciones explotaron en la década de los setentas a causa de
otro factor de orden geopolítico que dará origen a la crisis del petróleo de 1973: la guerra del
Yoom Kipuur.

El interminable enfrentamiento entre árabes israelíes adquirió dimensiones insospechadas, por lo


menos respecto a sus consecuencias, durante la guerra entre Siria y Egipto, por un lado, e Israel
por el otro. Las naciones árabes se unieron entorno al Jeque Yamani en la ciudad de Riat, capital
de Arabia Saudita para utilizar el petróleo como un arma de presión y de golpeo feroz y certero en
contra de los países occidentales que apoyaban a Israel. Vale la pena resaltar que los árabes
producían alrededor del 54% del petróleo en el mundo y que además controlaban su
comercialización a través de un organismo surgido en 1960 denominado la OPEP. Decidieron pues
aumentar el precio del barril que originalmente se encontraba en $2 dólares en un 70%
inicialmente, aunque rápidamente lo aumentaron hasta en un 400% llegando a costar hasta $12
dólares por barril. Pero no solamente eso, declararon un embargo a la venta del petróleo hacia los
Estados Unidos y otros países de occidente, además de reducir la producción en un 10%. Las
consecuencias fueron verdaderamente devastadoras, porque no solamente significaron la escasez
de gasolina en muchas ciudades en el mundo occidental, sino que el aumento de los precios del
petróleo provocó un aumento en los costos de producción de las mercancías lo que disminuyó el
margen de las ganancias empresariales, desalentando así la inversión, además de aumentar
también los precios de casi todos los productos, aumentando de esta forma considerablemente la
inflación. Lógicamente este aumento en los precios disminuyó la adquisición por parte de la
población de muchas mercancías y consecuentemente hubo una baja severa en el nivel de la
producción en general; hecho que dio como resultado un creciente nivel de despidos y el aumento
sustancial del desempleo que en algunos países pasó del 2% al 20% de la población
económicamente activa. A este proceso de aumento de la inflación y aumento del desempleo se le
conoció como ESTANFLACION.

Los países importadores de petróleo experimentaron fuertes desequilibrios en su balanza


comercial, ya que la factura que tendrían que pagar por la compra del petróleo pasó del 1% al 5%
del PIB El estado se vio obligado a intervenir más en la economía lo que disparó el gasto público en
más de un 20% del PIB, porque había que pagar entre otras cosas el seguro de desempleo, las
jubilaciones anticipadas, etcétera. Estos desequilibrios dieron origen consecuentemente a un
aumento del déficit en las finanzas del Estado. Déficit que lógicamente fue cubierto por un
aumento del endeudamiento que a su vez originó una mayor carga en el costo del servicio de la
deuda (intereses), que desembocará en un ahorcamiento de las finanzas estatales por lo que
finalmente sucumbirá ante tantos problemas económicos, declarando una moratoria en el pago
de su deuda, hecho que afectará mortalmente a los bancos o países acreedores y los pondrá a
límite de la quiebra ;es decir el sistema financiero mundial se encontrará al borde del colapso.

El aumento del desempleo se vio agravado también por el crecimiento explosivo de la población
que en algunos casos y en pocos años llegó a tocar límites decrecimiento alrededor del 150%.
Factor que implicó que había que incorporar a estas nuevas generaciones como las de los baby
boomers al mercado laboral. Sin olvidar que precisamente en estos años es cuando crece
sustancialmente la participación laboral de las mujeres.

Durante estos años de crisis los países productores de petróleo como Arabia Saudita Irán Irak
Emiratos Arabes, Kwait y otros se vieron beneficiados por los altos precios del crudo que a su vez
afectaron duramente a los países consumidores como Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia,
Inglaterra y otros. Este fenómeno representó en términos generales una transferencia de renta, es
decir de riqueza de las naciones consumidoras a las naciones productoras. Los grandes excedentes
de divisas que crearon en estos centros productores fueron transferidos a los bancos centrales u
organismos internacionales que contaron entonces con mayores recursos para prestarlos a los
países que afrontaban severos problemas. Por ejemplo, en 1972 se prestaron 8000 millones de
dólares, pero para 1980 se alcanzó la cifra récord de 80,000 millones de dólares, sólo que esté
hecho a mediano plazo daría como resultado que los países que se estaban endeudados muy
pronto no podrían pagar y declararon una moratoria, poniendo a temblar al sistema financiero
internacional. Es verdad que en 1974 los embargos impuestos por los países árabes habían llegado
a su fin y la producción de petróleo más o menos se había normalizado, pero los efectos
estructurales fueron devastadores, sobre todo para Occidente, ejemplo de ello fue Estados Unidos
que para poder solucionar la crisis abandonó el patrón oro bajo el mandato del presidente Nixon y
se olvidó de lo acordado en Bretón Woods. comenzando a emitir dólares sin ningún respaldo real y
obligando al mundo a realizar la compra/ venta de petróleo sólo a través de su moneda; por lo que
se les dominaron en el futuro petrodólares.

En este contexto ya de por sí muy complicado otra vez la inestabilidad en el Medio Oriente creó
una segunda crisis petrolera. La revolución iraní de 1978 y la guerra entre Irán e Irak en 1980
dieron como resultado el aumento del precio del petróleo en un 150% que pasaría de los $14
dólares por barril a los $35 dólares. Agravando consecuentemente la crisis mundial representada
por una inflación descontrolada, un aumento del desempleo prácticamente al doble, un
incremento del déficit comercial y fiscal, un crecimiento de las deudas nacionales y otros grandes
desequilibrios que golpearon duramente la economía familiar, los niveles de vida de la población,
la inversión en la educación, el gasto en salud y en general el estado de bienestar logrado durante
los años dorados que van de 1940 a 1970.Como consecuencia de todos estos hechos, los países
occidentales se verán obligados a buscar nuevas fórmulas y nuevas medidas económicas que les
permitirán experimentar alguna soluciones a cada uno de los desequilibrios y lo harán a través de
lo que el mundo va a conocer un poco más tarde como la doctrina neoliberal.

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