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Luces de bohemia.

Ramón Mª del Valle-Inclán

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PREGUNTAS SOBRE LUCES DE BOHEMIA. 2º B
A) EN LA OBRA SE MEZCLAN VARIAS LÍNEAS ARGUMENTALES. EXPLIQUE
BREVEMENTE EL ARGUMENTO PRINCIPAL Y LOS ARGUMENTOS SECUNDARIOS.
¿CÓMO SE RELACIONAN?
ARGUMENTO PRINCIPAL
Luces de bohemia presenta un triple hilo argumental. El argumento superficial, el más evi-
dente, es el que desarrolla la historia de las últimas horas de la vida del poeta ciego Máximo Estre-
lla. Estas horas transcurren en un vagabundeo por la noche madrileña, al final del cual el poeta aca-
bará muriendo miserablemente, en la calle, como un perro, a la puerta de su casa, sin el consuelo
del reencuentro con los suyos.
Desaparecido Max Estrella, la acción se prolonga a través de:
a) su velatorio
b) una conversación en el cementerio del Este entre el Marqués de Bradomín y Rubén Da-
río, asistentes a su entierro
c) una escena en la taberna de Pica Lagartos en la que se nos hace saber que ha sido premia-
do el décimo de lotería que Don Latino sustrajo de la cartera de Max, y se nos sugiere que Madama
Collet y Claudinita se han suicidado (suicidio colectivo propuesto por Max en la escena I)

ARGUMENTOS SECUNDARIOS
– LA HUELGA DE PROLETARIOS.
Paralelamente se desarrolla en las calles de Madrid una huelga de proletarios de cuyos ante-
cedentes y consecuencias tenemos noticia a través de referencias no directas: ruidos, voces, alusio-
nes de los personajes con función informativa, referencias de las acotaciones.
Este argumento secundario permanece latente (aunque se puede seguir perfectamente) hasta
que en la escena undécima –previa a la escena de la muerte de Max– aflora y confluye con el argu-
mento principal. Esta escena (XI) se construye en torno a la figura de la madre a cuyo hijo ha alcan-
zado una bala durante la represión de los disturbios.

– DETENCIÓN Y MUERTE DEL ANARQUISTA CATALÁN.


Sobre la huelga de proletarios se superpone la historia del anarquista catalán: su detención –
escena II–, encarcelamiento –escena VI, en la que el catalán coincide con Max en el calabozo– y
muerte por tiroteo fuera de escena en aplicación de la Ley de Fugas –escena XI–.

No debe confundirse “Argumento” con “Tema”. Los temas que plantea la obra son los siguientes:
Tema central: La evocación de la bohemia
Temas secundarios:– ESPAÑA, los españoles, el patriotismo, soluciones para los males nacionales
– La muerte
– El esperpento. La estética esperpéntica.

B) LENGUAJE Y ESTILO EN LA OBRA.

Valle-Inclán convierte su dominio del lenguaje en un poderoso instrumento para recrear la sociedad
española en su totalidad. Ya hemos señalado cómo, mediante peculiaridades del habla, el autor caracteriza a
varios personajes individuales; también se sirve del lenguaje para caracterizar los grupos sociales represen -
tados en la obra.

1. LENGUAJE LITERARIO
La obra presenta, ante todo, personajes de la sociedad literaria. Ya hemos hablado en otro lugar de

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Luces de bohemia. Ramón Mª del Valle-Inclán

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su tendencia a literaturizar la vida. Valle pone en labios de estos personajes citas textuales de autores de di -
versas épocas, alusiones mitológicas y términos y expresiones típicamente modernistas. Lo peculiar es que el
autor suele usar tales recursos con intención irónica. Además de los señalados antes, podemos citar:
– Max, irritado contra Zaratustra por el ridículo pago de sus libros, le saluda con una frase de Calde-
rón: ¡Mal Polonia recibe a un extranjero! (Acto I, escena I de La vida es sueño)
– El Chico de la Taberna, para dar a entender que cumplirá diligentemente el recado de Max, dice:
Como la corza herida (estrofa I del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz)
– Dorio de Gadex saluda a Max: ¡Padre y Maestro mágico, salud! (<Responso a Verlaine, de Rubén
Darío)

2. LENGUAJE ENFÁTICO
Más que el lenguaje literario, lo que caracteriza a algunos personajes es el empleo de un lenguaje en-
fático, que suena a oídos del espectador como lenguaje “culto”.
A este respecto conviene señalar que:
a) no todos los personajes cultos emplean en todas las situaciones el lenguaje culto, sino que, por el contra -
rio, tienen a gala conocer el lenguaje popular; así, Max: ¡yo también chanelo el sermo vulgaris!
b) ciertos personajes, que suponemos, en principio incultos –el anarquista catalán y la madre del niño muer -
to– utilizan un lenguaje enfático de raíz culta.
La abundante enfatización del lenguaje se observa, entre otras cosas, en:
– La abundancia de expresiones exclamativas, sobre todo, en el habla de Max
– La tendencia del autor a escribir ciertas palabras con mayúscula: Iglesia Española Independiente.
– La utilización de galicismos o expresiones francesas traducidas literalmente: Jefe de obra (<chef d’oeuvre
= obra maestra)
– Utilización de expresiones griegas y latinas, como manifestación de cultura: Alea jacta est; Salutem plúri-
mam; Eironeia.
– Constante utilización de la hipérbole: He sido inquisitorialmente torturado. Es pavorosamente significati-
vo.
– Uso de perífrasis: Ese hombre grande que me llama hermano (Latino refiriéndose a Max)
– Sentenciosidad: La Revolución aquí es tan fatal como en Rusia (Max)

3. LENGUAJE POPULAR
1. VULGARISMOS
Caracterizan a los personajes de más baja extracción social, como El Sereno, la Vecina o la Señá
Flora: sus lo entrego; lo cual que sería lástima; hablar muy dilustrado; se le han apegado las sábanas.
2. COLOQUIALISMOS
– INSULTOS: calvatrueno, botarate, tío lila, tío roña, pájara, golfa...
– APELATIVOS DE ORIGEN POLÍTICO: carcunda, troglodita...
– TÉRMINOS RELACIONADOS CON EL DINERO: camelar, apoquinar, tres beatas, parné, pasta...
– EXPRESIONES DE EMBRIAGUEZ: estar briago, estar iluminado, estar curda, pescarla...
– GITANISMOS: dar mulé, mangue, gachí, gachó, panoli, chanelar...
3. MADRILEÑISMOS
– Tendencia a abreviar nombres comunes o propios: La Corres, Don Latí, propi, la Delega...
– Tendencia a deformar palabras con sufijos anómalos: vivales, naturaca, guasíbilis, bebecua, carcunda
– Tendencia a utilizar fórmulas de intensificación: releche, requetebién...
4. LENGUAJE “CULTISTA”
Es usado por los personajes populares, unas veces por ultracorrección, otras con intención irónica:
Un café de recuelo te integra; yo me inhibo; no introduzcas la pata; esto no lo dimana la bebida...
Los representantes de la autoridad emplean expresiones redundantes, o tomadas del lenguaje policial
y jurídico, o tomadas del periodismo político: no se oponen las leyes y hasta lo permiten; sin hacer desaca-
to, escándalo en la vía pública...
LAS ACOTACIONES
Las acotaciones son las notas marginales que, dentro de un texto dramático, se refieren a aspectos no
verbales que deben tenerse en cuenta en la representación. Describen el movimiento, el gesto, las actitudes o
el tono de los actores; su caracterización externa; los elementos del decorado y la iluminación escénica, y los
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sonidos que completan la acción.
Su función es la de facilitar la representación; en consecuencia, su lenguaje suele ser denotativo y
carece de intención literaria.
Pero no es éste el caso de Luces de bohemia. En esta obra, además de su función convencional, las
acotaciones tienen un valor literario intrínseco y se refieren a cuestiones extradramáticas. Parece que Va-
lle-Inclán concibió su obra más para ser leída que para ser representada (conocemos su pésima opinión de
los “cómicos” de su época), y adopta la actitud de un narrador, extendiendo su intención artística hasta las
acotaciones; con ello se logra una lectura no interrumpida al inscribirse tanto acotaciones como diálogos
dentro de la función poética.
Las acotaciones en Luces de bohemia tienen referencias extradramáticas. Ejemplos:
– Eran intelectuales sin dos pesetas (II, 54)
– Parodia grotesca del jardín de Armida (X, 146)
Lógicamente, las acotaciones no pierden su función originaria de orientar la representación; en Lu-
ces de bohemia estas acotaciones pretenden evocar, además de describir; de la intención evocadora hemos
de hablar también en la caracterización de personajes y la descripción de ambientes.
Recursos estilísticos en las acotaciones
1. Repeticiones
– Las sombras negras de los Sepultureros [...] se acercan por la calle de tumbas. Se acercan.(188)
2. Rima interna (característica del modernismo)
– Traen la luna en los cascos y en los charrascos. (82)
3. Verso dodecasílabo de ritmo dactílico (modernismo)
– [Dejándo en el sálto torcída una véla] (176)
4. Adjetivación inusual
–humorista y lunático; hombre lógico y mítico; borrachos lunáticos, filósofos peripatéticos; hiper-
bólico andaluz (epítetos modernistas)
– borrosos diálogos; conversación lánguida; dolor taciturno; viento adusto (imágenes sinestésicas)
5. Imágenes complicadas
– Y en el ritmo de las frases, desfila, con su pata coja, Papá Verlaine (la cojera evoca el ritmo poéti-
co simbolista) (142)
6. Alusiones literarias
– Parodia grotesca del Jardín de Armida (< La Jerusalén libertada, de T. Tasso) (65)
– [...] hace las bellaquerías (< Hermana Marica, de Góngora)
7. Prosopopeya y personificación
– El farol, el chuzo, la caperuza del sereno, bajan con un trote de madreñas por la acera (158)
– El grillo del teléfono se orina en el regazo burocrático (118)

C) EL ESPACIO Y EL TIEMPO EN LA OBRA


ESPACIO

E. Carrión
Luces de bohemia. Ramón Mª del Valle-Inclán

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Luces de bohemia carece de unidad espacial. Ninguna escena transcurre en el mismo lugar que la ante-
rior –lo que dificulta su escenificación–, y únicamente se desarrollan en el mismo espacio las escenas tercera y
última –la taberna de Pica Lagartos– y las escenas primera y decimotercera –sotabanco de Max Estrella.
Localización: la calle madrileña
El escenario callejero cobra especial importancia en la obra:
– En la calle se desarrollan los disturbios y enfrentamientos entre el pueblo y la policía.
– En la calle es detenido Max por escándalo público.
– En la calle transcurre la escena XI (lamentaciones de la madre del niño muerto).
– En la calle muere Max.

Max y Don Latino recorren distintos lugares de Madrid:


– el Pretil de los Consejos, hoy desaparecido
– la calle de la Montera (taberna de Pica Lagartos)
– paseo con jardines (Paseo del Prado o aledaños del Jardín Botánico)
Se alude a la Puerta del Sol, donde se encuentra la “Delega” cuyos calabozos visita Max; a la Plaza de
Cibeles, donde se producen los enfrentamientos entre manifestantes y policía; al Viaducto, desde el que Max
quiere regenerarse con un vuelo.
Sobre estos lugares cobra relevancia el Callejón del Gato. Max formula la teoría del esperpento inspi-
rándose en los espejos cóncavo-convexos que había instalado como reclamo publicitario una ferretería situada
allí.
Frente al Madrid absurdo, brillante y hambriento se alza el recuerdo de París, escenario de los tiempos
gloriosos de la bohemia.

La descripción de ambientes
Los espacios cerrados en que transcurre la acción tienen en común la miseria, la sordidez, la evocación
de la muerte... El único ambiente que presenta cierta brillantez es el Café Colón (esc. IX). Valle-Inclán no da
una descripción detallada del decorado, sino que se sirve de imágenes que impresionan la sensibilidad del lector
espectador.
Sin embargo, se detiene en aclarar circunstancias de la acción innecesarias e irrepresentables: la hora, el
clima, el olor:
– [...] aún están las puertas cerradas. Despiertan las porteras.
– La tarde fría. El viento adusto
– Olor apestoso de aceite
– [...] olor frío de tabaco rancio
– Olor de brevas habanas
– El perfume primaveral de las lilas embalsama la humedad de la noche
Junto a ello describe detalles que necesitarían el primer plano cinematográfico para poder ser aprecia-
dos por el espectador:
– Astillando una tabla, el brillo de un clavo aguza su punta sobre la sien inerme
– Y las dos mujeres [...] tienen en las manos cruzadas el reflejo de las velas

La luz como elemento simbólico


Valle-Inclán atribuye (ya desde el título) un papel primordial a la luz en el escenario.
La obra transcurre desde el crepúsculo al amanecer, y se prolonga, tras la muerte de Max, hasta el atar -
decer del día siguiente. Por ello no existe, prácticamente, iluminación natural. En la escena de la muerte de Max
se torna lívido el cielo. En el Cementerio del Este la luz de la tarde sobre los muros de lápidas tiene una aridez
agresiva (XIV, 183). En las escenas iluminadas por la luna hay un corte profundo de luz y sombra: la luna par-
tiendo la calle por medio (IV, 73).
En el resto de las escenas la iluminación es artificial. Se trata de luces lóbregas, mortecinas o amena-
zantes: luces de acetileno, faroles, arcos voltaicos, velas, candilejas...
En muchas ocasiones el claroscuro domina la escena.
La luz –y su ausencia, la sombra– adquiere un fuerte valor simbólico: lo heroico y lo sórdido de la vida
bohemia.

E. Carrión
Luces de bohemia. Ramón Mª del Valle-Inclán

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TIEMPO
El tiempo dramático
La obra tiene una marcada unidad temporal.
Las doce primeras escenas transcurren desde el atardecer hasta el amanecer del día si-
guiente. Al iniciarse el epílogo (esc. XIII) son casi las cuatro de la tarde; en la escena XIV la luz
de la tarde lo inunda todo; en la última escena los diarios de la noche están ya en la calle y nos
traen la trágica noticia del suicidio de Madama Collet y Claudinita.
En el transcurso lineal y sucesivo de las doce primeras escenas únicamente se produce
ruptura temporal entre la escena VI y la VII, y el final de la escena VII y principio de la VIII,
cuyas acciones transcurren, en uno y otro caso, simultáneamente:
Mientras Max permanece en el calabozo (VI), Latino y los jóvenes modernistas visitan
la redacción de “El Popular” (VII).
Al final de la escena VII, Don Filiberto gestiona telefónicamente ante el Secretario del
Ministerio de Gobernación la excarcelación de Max; al principio de la escena VIII asistimos a la
misma conversación telefónica desde la parte del Secretario.

El tiempo histórico
Luces de bohemia se publicó por primera vez en la revista “España” en 1920. En 1924
se publica en forma de libro con sustanciales modificaciones.
Aunque la acción no puede adscribirse a un año concreto, la obra se inscribe en unas re-
ferencias temporales precisas que pueden establecerse siguiendo las alusiones del texto.
La intención de Valle-Inclán no es recrear minuciosamente unos hechos, sino la de evo-
car el ambiente político-social de toda una época. Por eso el autor se permite anacronismos,
como que Rubén Darío (muerto en 1916) aparezca aún vivo cuando se da por fallecido a Pérez
Galdós (muerto en 1920). Similar, aunque de menor importancia, es la imprecisión en cuanto a
época del año (en un lugar se habla del perfume primaveral de las lilas –X, 143– y en otro de la
caída de la hoja –XIV, 190–)
Las principales referencias a hechos y personajes históricos son:
– Don Antonio Maura
– Manuel García Prieto
– Huelga General Revolucionaria –1917, durante uno de los gobiernos de García Prie-
to–
– Ley de Fugas –1915 a 1922–
– Los motivos del anarquista catalán tienen relación con los que desencadenaron la Se -
mana Trágica de Barcelona –1909– (ver pág. 212)
– El nombre del anarquista catalán, Mateo (ver pág. 274)

Pero Valle-Inclán desea reflejar la vida española en su totalidad, por lo que introduce
numerosas referencias a la actualidad; referencias que, una vez superado el momento histórico,
nos hablan con mayor elocuencia de la vida de los españoles de la época (lo que Unamuno lla-
maría la intrahistoria).
Así encontramos referencias abundantes a los medios de comunicación (periódicos y
periodistas), al folletín (“El hijo de la difunta”, “Fantomas”, Café Colón), a coplas (Joselito, el
Espartero –La Lunares–, El Enano de la Venta –coro de modernistas–) a personajes populares
de la tauromaquia, el espectáculo o la novela, costumbres, etc.
Junto a todo ello hay que destacar también la importancia que tienen en la obra tanto los
recuerdos de los tiempos dorados de la bohemia, como las premoniciones que adelantan el fu-
turo, entre las que destacan las que se refieren a la muerte, al suicidio y al premio de la lotería.

E. Carrión

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