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El primero, Romanos 1 y 2 ofrecen la base para la

contextualización, es decir, que la Biblia toma una visión mixta de


la cultura, y aunque pueden afirmarse muchos elementos de una
cultura, debemos evitar aceptar sin crítica aspectos de esta sin
examinarlos primero a la luz del evangelio.

El segundo pasaje, 1 Corintios 9, se refiere a nuestro motivo para la


contextualización, recordándonos que necesitamos ser flexibles
frente a la cultura, estando listos a fin de adaptar lo que podamos
para comunicar el mensaje del evangelio.

Tercero, en 1 Corintios 1, la Biblia nos da una fórmula básica para


la contextualización y nos muestra cómo mantener el equilibrio
entre afirmar y confrontar la cultura.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO Y LA REFLEXIÓN


1. Según Romanos 1 y 2, ¿cuál es la base para la
contextualización?

2. Keller escribe: «Los cristianos puede que tengan


problemas en comprender por qué los no cristianos a
menudo superan a los cristianos por su conducta
moral, sabiduría y capacidad. La doctrina del pecado
significa que como creyentes nunca somos tan buenos
como nuestra correcta cosmovisión debería hacernos.
Al mismo tiempo, la doctrina de nuestra creación a la
imagen de Dios y un conocimiento de la gracia común nos recuerdan
que los no creyentes nunca son tan
defectuosos como su falsa cosmovisión debería
hacerlos». ¿Qué sugiere este concepto de la gracia
común acerca de nuestra actitud hacia la cultura? ¿De
qué manera este conocimiento proporciona equilibrio
a su interacción con la cultura? ¿Qué tipos de
relaciones, disciplinas espirituales, lecturas y
ejercicios le ayudan a emplear un equilibrio de «gozo
crítico y cautela apropiada»?

3. La fórmula para la contextualización, tal como se


deriva de 1 Corintios 1, se define como la aplicación
del evangelio «para confrontar y completar la base de
la narrativa cultural de cada sociedad». Esto debe
hacerse de forma negativa y positiva, confrontando
cada cultura por sus ídolos, mientras destacamos
positivamente sus aspiraciones y valores supremos.
Nombre un ídolo de su propia cultura. ¿Cómo habría
Pablo expuesto la futilidad de ese ídolo al mismo
tiempo que afirmaba los deseos, dados por Dios, que
hacen que la gente lo siga en primer lugar? ¿Cómo
habría persuadido a sus oyentes de que la verdadera
respuesta a sus más profundos deseos puede
encontrarse en Jesús?
4. Este capítulo resume seis maneras de presentar el
llamado bíblico a las personas para que estas se
acerquen a Dios:
• por temor al juicio y a la muerte
• por el deseo de aliviarnos de las cargas de la culpa y
la vergüenza
• por el aprecio ante la «belleza de la verdad”
• para satisfacer anhelos existenciales no cumplidos
• en busca de ayuda para algún problema
• por el solo deseo de sentirse amado
¿Cuáles de estas seis maneras de hacer el llamado son
más cómodas y naturales para usted? ¿Cuáles son las
más difíciles? ¿Por qué? ¿Qué recursos pueden ayudarlo
para adiestrarse más en el empleo de todas estas
apelaciones?

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