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TEMA 29

Limitaciones de la física clásica. Mecánica relativista. Postulados de la


relatividad especial. Algunas implicaciones de la física relativista

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Índice

1. INTRODUCCIÓN
2. LIMITACIONES DE LA FÍSICA CLÁSICA
2.1 El experimento de Michelson-Morley
2.2 Defensa del éter
3. RELATIVIDAD ESPECIAL
4. CINEMÁTICA RELATIVISTA
4.1 Transformación clásica
4.2 Transformación de Lorentz
4.2.1 Dilatación del tiempo
4.2.2 Contracción de longitudes
4.2.3 Simultaneidad
4.2.4 Transformación de velocidades
5. DINÁMICA RELATIVISTA
5.1 Momento lineal
5.2 Masa
5.3 Energía relativista
5.4 Relación entre masa y energía
6. ALGUNAS IMPLICACIONES DE LA FÍSICA RELATIVISTA
7. CONCLUSIÓN
8. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

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1. INTRODUCCIÓN
Nuestra experiencia diaria está limitada a la observación de objetos no muy
grandes que se mueven a velocidades muy por debajo de la velocidad de la luz.
La gran mayoría de los seres humanos en la Tierra no hemos tenido contacto
con ningún objeto que se mueve a velocidades cercanas a la de la luz, por lo que
las ideas relativistas de Einstein supusieron un gran golpe a la forma de entender
el mundo.
En este tema se desarrolla la física de los cuerpos que se mueven a velocidades
comparables con la de la luz, poniendo a prueba el sentido común. Se harán
modificaciones en la forma de entender los conceptos físicos básicos, como el
espacio y el tiempo.
2. LIMITACIONES DE LA FÍSICA CLÁSICA
Supongamos que un observador O se encuentra en reposo respecto de un
andén de una estación de tren. Otro observador O´ se sitúa en un tren que se
mueve a velocidad constante y pasa por el andén de la estación. Para O, el
observador O´ se mueve hacia la derecha. Sin embargo, para el observador O´,
es el observador O quien se mueve hacia la izquierda a velocidad constante.
¿Quién se está moviendo realmente? Las leyes de Newton son válidas para
ambos observadores, por tanto, para este ejemplo, nos encontramos ante dos
sistemas de referencia inerciales.
Si tenemos dos sistemas de referencia inerciales que se mueven con velocidad
constante uno respecto al otro, no existe ningún experimento mecánico que
pueda decirnos cuál está en reposo y cuál está en movimiento, pues,
efectivamente, la primera ley de Newton no distingue entre una partícula en
reposo y otra a velocidad constante. Se deduce entonces el principio de
relatividad newtoniana: no puede detectarse el movimiento absoluto.
Sin embargo, durante el siglo XIX cambió la visión de este principio. Se comenzó
a pensar que este principio no era válido y que podía detectarse el movimiento
absoluto midiendo la velocidad de la luz.
2.1 El experimento de Michelson-Morley
James Clerk Maxwell desarrolla en 1860 sus famosas ecuaciones del
electromagnetismo. En ellas, se predice la velocidad de propagación a través del
vacío de la luz, c=3·108 m/s.
Durante el siglo XIX aparece la idea de éter como medio en el que se propaga la
luz, en reposo y que llena todo el Universo. Se consideró que la velocidad de la
luz relativa al éter era el valor c predicho por Maxwell, y que la luz se propagaba
en el éter del mismo modo que las ondas mecánicas en un medio mecánico (ej,
sonido en aire).
Esta idea de éter fue ampliamente aceptada por la comunidad científica, hasta
que un experimento llevado a cabo por Michelson y Morley en 1887 pusieron en
duda su existencia. El objetivo inicial del experimento era medir la velocidad de

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la Tierra con respecto al éter. Como la Tierra se debía mover a través del éter en
su giro alrededor del Sol, si medimos desde la Tierra la velocidad de propagación
de la luz, debe variar en función de si coincide o no con la dirección de la
velocidad de la Tierra en su movimiento alrededor del Sol. En el experimento se
utilizó un interferómetro de Michelson, que superpone dos rayos procedentes de
una fuente y que han viajado en direcciones distintas. Tras recorrer diferentes
longitudes, se proyectan en una película fotográfica donde se produce un patrón
de interferencias. Como el patrón de interferencias depende de la velocidad de
la onda, al girar el interferómetro debe producirse un cambio del patrón de
interferencia.
2.2 Defensa del éter
Michelson y Morley, tras girar el aparato en varias direcciones, no pudieron
observar ningún cambio en los patrones de interferencia. La conclusión del
experimento era clara: la velocidad de la luz es la misma en todas las
direcciones. La comunidad científica quedó sorprendida por este experimento y
la existencia del éter empezó a cuestionarse. El propio Michelson propuso que
la Tierra, en su movimiento alrededor del Sol, arrastraba el éter, de modo que un
observador situado en la Tierra no podría notarlo. Otra solución en defensa del
éter es propuesta por Fitzgerald y Lorentz, conocida como contracción de
Lorentz-Fitzgerald. En ella, se argumenta que, si un cuerpo se mueve a velocidad
constante con respecto a un sistema de referencia fijo, su longitud desde el
observador fijo se contrae en la dirección de la velocidad según:

𝑣2
𝑙 = 𝑙0 √1 −
𝑐2

El motivo de la contracción es la presión que el éter ejerce sobre los objetos.


Además de contraer longitudes, el éter podía atrasar relojes. Estuvieron
encaminado hacia la formulación de la teoría de la relatividad, pero la suposición
de un tiempo y espacio absoluto les dejó a medio camino. Otros científicos como
Poincare contribuyeron al desarrollo de la Teoría de la relatividad de Einstein.
3. RELATIVIDAD ESPECIAL
En 1905 Albert Einstein, en su artículo sobre la electrodinámica de los cuerpos
en movimiento, postula que el movimiento absoluto no puede detectarse
mediante ningún experimento, es decir, el éter no existe. Además, enuncia la
teoría de la relatividad a partir de dos postulados:

Postulado 1. No puede detectarse el movimiento absoluto uniforme.


Postulado 2. La velocidad de la luz es independiente del movimiento de la fuente
emisora.
Las consecuencias de estos postulados contradicen el sentido común.
Supongamos una fuente luminosa F y dos observadores, A y B. A está en reposo
respecto a F y B lleva velocidad uniforme v acercándose a F.

4
A
F

Mediante el sentido común, la velocidad de la luz medida por A vale c, y la


medida por B sería c+v. Esto no es cierto según la teoría de la relatividad, ya
que, según el postulado 1, el esquema anterior es equivalente a:

A
F
B

Según el postulado 1, si no puede detectarse el movimiento absoluto uniforme,


los dos puntos de vista son indistinguibles. Ahora, B está en reposo y F y A se
mueven con velocidad v hacia la derecha. Según el postulado 2, la velocidad de
la luz es independiente de la velocidad v de F. Por lo tanto, la velocidad de la luz
que mide B no es v+c, sino c. Es decir, todos los observadores miden el mismo
valor c para la velocidad de la luz, lo que explica el experimento de Michelson-
Morley.
En conclusión, nuestro sentido común acerca de la composición de velocidades
son aproximaciones cuando medimos velocidades muy por debajo de c.
4. CINEMÁTICA RELATIVISTA
Las medidas de espacio, tiempo y velocidad tras la teoría de la relatividad sufren
un cambio importante respecto a la visión clásica.
4.1 Transformación clásica
Supongamos un sistema de referencia S con coordenadas rectangulares xyz y
otro sistema S´ con coordenadas x´y´z´ que se mueve a velocidad constante +v
con respecto a S. Así, un observador en S notará que S´ se mueve con velocidad
-v. Para simplificar, suponemos que el movimiento relativo se produce solo a lo
largo del eje x.
El objetivo es establecer la relación existente (transformación) entre las
coordenadas xyz y el tiempo t de un suceso en S y las coordenadas x´y´z´ y t´
del mismo suceso visto desde S´. Para simplificar, suponemos que el origen de
ambos sistemas coincide cuando t0=t´0=0.
Las relaciones clásicas son:
x=x´+vt´ x´=x-vt
y=y´ y´=y
z=z´ z´=z
t=t´ t´=t

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Transformación conocida también como de Galileo. Que t sea igual a t´ engloba
el concepto de tiempo newtoniano absoluto, lo que es lo mismo, cada reloj
funciona independientemente de su movimiento.
Para el cálculo de las velocidades en ambos sistemas:
𝑑𝑥 𝑑(𝑥´ + 𝑣𝑡´)
𝑣𝑥 = = = 𝑣𝑥´ + 𝑣
𝑑𝑡 𝑑𝑡
Deducida entonces la clásica ley de suma de velocidades.
Para la aceleración se procede de igual modo:
𝑑𝑣𝑥 𝑑(𝑣𝑥´ + 𝑣) 𝑑𝑣𝑥´ 𝑑𝑣 𝑑𝑣𝑥´
𝑎𝑥 = = = + = = 𝑎𝑥´
𝑑𝑡 𝑑𝑡 𝑑𝑡 𝑑𝑡 𝑑𝑡
La aceleración de una partícula queda invariante ante una transformación de
Galileo, pues es la misma en los sistemas S y S´.
4.2 Transformación de Lorentz
La experiencia cotidiana concuerda con las transformaciones de Galileo. Sin
embargo, si tenemos en cuenta los postulados de Einstein, la transformación de
Galileo es inválida.
Supongamos que se emite un destello luminoso en S´. Desde este sistema, la
velocidad de este haz es vx´=c. Sin embargo, desde el sistema S, la velocidad el
haz vendrá dada por vx=c+v. Según el segundo postulado, todo observador mide
el mismo valor de la velocidad de la luz. Por lo tanto, vx=c. Llegamos a una
contradicción entre la transformación de Galileo y la relatividad especial, de
modo que hay que modificar las ecuaciones de transformación clásicas para
hacerlas consistentes con los postulados de Einstein. Para ello, se introduce en
un factor γ que depende de v y c:

𝑥=𝛾(𝑥´+𝑣𝑡´)
𝑥´=𝛾(𝑥−𝑣𝑡)

El factor γ no caracteriza a un observador, sino que relaciona a los dos


observadores entre sí. Las componentes z, y permanecen iguales en ambos
sistemas:

𝑦 = 𝑦´
𝑧 = 𝑧´

Reajustando ambas ecuaciones se obtiene la relación temporal entre los


sistemas S y S´:
𝑣𝑥´
𝑡 = 𝛾(𝑡´ + )
𝑐2
𝑣𝑥
𝑡´ = 𝛾(𝑡 − 2 )
𝑐

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Estas 6 ecuaciones se conocen como transformación de Lorentz.
La ecuación anterior relaciona el tiempo en el S con el tiempo medido en S´. En
esta ecuación, t´ depende no solo de t, sino también de x. Es decir, la teoría de
la relatividad altera el concepto de espacio y tiempo absoluto que nos ofrece el
sentido común. Ya no podemos mantener nuestra visión del tiempo y espacio
como conceptos separados. En lugar de tener 3 coordenadas espaciales y una
temporal, se tienen 4 coordenadas espacio temporales mezcladas entre sí. A
través de la transformación de Lorentz.
Como hemos supuesto un destello luminoso que parte del origen del sistema de
coordenadas, y para simplificar suponemos que t0=t´0=0, tenemos que:
𝑥 = 𝑐𝑡
𝑥´ = 𝑐𝑡´
Sustituyendo:
𝑐𝑡 = 𝛾𝑡´(𝑐 + 𝑣)
𝑐𝑡´ = 𝛾𝑡(𝑐 − 𝑣)
Combinando ambas ecuaciones se obtiene el valor de γ:
1
𝛾=
2
√1 − 𝑣2
𝑐
Se observa entonces que γ es siempre mayor que 1.
Cuando v<<c, γ→1 y por tanto:
𝑥=𝛾(𝑥´+𝑣𝑡´)= 𝑥´+𝑣𝑡´
𝑥´=𝛾(𝑥−𝑣𝑡)= 𝑥−𝑣𝑡
𝑣𝑥´
𝑡 = 𝛾 (𝑡´ + ) = 𝑡´
𝑐2
𝑣𝑥
𝑡´ = 𝛾 (𝑡 − 2 ) = 𝑡
𝑐
Es decir, la transformación clásica es una buena aproximación para velocidades
mucho menores que la de la luz, donde se incluyen los sucesos de la vida
cotidiana.
A continuación, se exponen algunas consecuencias de la transformación de
Lorentz.
4.2.1 Dilatación del tiempo
Supongamos que el suceso 1 ocurre en el punto x´ en el instante t 1´ y en el
sistema S´. En el mismo lugar y sistema de referencia, en el instante t 2 siendo

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t2>t1, ocurre el suceso 2. Por lo tanto, el tiempo transcurrido entre estos dos
sucesos vale t2-t1. Nos encontramos ante la definición de tiempo propio t p:
“tiempo transcurrido entre dos sucesos que ocurren en el mismo lugar y en el
mismo sistema de referencia”
Ahora, si nos situamos en el sistema de referencia S, vemos que S´ se desplaza
hacia la derecha con velocidad v. Para relacionar el tiempo entre ambos sistemas
de referencia podemos usar la transformación de Lorentz:
𝑣𝑥´
𝑡1 = 𝛾(𝑡1´ + )
𝑐2
𝑣𝑥´
𝑡2 = 𝛾(𝑡2´ + )
𝑐2
Restando ambas ecuaciones se obtiene que:
𝑡2 − 𝑡1 = 𝛾(𝑡2 ´ − 𝑡1 ´)

Δ𝑡 = 𝛾𝑡𝑝

Como γ>1, se concluye que el tiempo medido en S entre los dos sucesos
aumenta. Este aumento se denomina dilatación del tiempo.
Por ejemplo, si una nave espacial orbitase la Tierra a una velocidad de 0,6c,
γ=1,25. Si los astronautas duermen una siesta de 1 hora, los habitantes de la
Tierra miden una duración de 1,25 horas.
4.2.2 Contracción de longitudes
Consideremos una varilla en reposo respecto a S´. Sus extremos caen en x 1´ y
x2´. La longitud de la varilla es entonces x2´-x1´. Como la varilla se encuentra en
reposo respecto a S´, su longitud se denomina longitud propia L p. Para conocer
la longitud de la varilla en el sistema S aplicamos la transformación de Lorentz,
suponiendo que la dirección de la velocidad coincide con el eje de la varilla:
𝑥2 ´ = 𝛾(𝑥2 − 𝑣𝑡)
𝑥1 ´ = 𝛾(𝑥1 − 𝑣𝑡)
Restando ambas ecuaciones:
𝑥2 ´ − 𝑥1 ´ = 𝛾(𝑥2 − 𝑥1 )
Por tanto:
1
𝐿 = 𝐿𝑝
𝛾

Como 1/γ<1, la longitud de la varilla es menor cuando se mide desde el sistema


de referencia S.

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4.2.3 Simultaneidad
El sentido común nos lleva al error de tomar la simultaneidad de dos sucesos
como un hecho absoluto. El nuevo concepto de simultaneidad introducido por la
teoría de la relatividad establece que dos sucesos serán simultáneos si y solo si
las señales luminosas procedentes de estos dos sucesos alcanzan en el mismo
instante a un observador que se encuentra a mitad de camino entre ellos.
El ejemplo que utilizó Einstein para comprender las paradojas de la relatividad
es el siguiente. Un tren está en reposo respecto a S´ pero con velocidad uniforme
respecto a S, donde el andén está en reposo. Un observador que se encuentra
en el andén, a medio camino entre la parte delantera y trasera del tren, observa
que dos rayos caen en el mismo instante, uno en la parte delantera y otro en la
trasera. Un pasajero del tren que va montado en su punto medio observó el
destello del rayo delantero antes que el trasero, ya que el tren se mueve con
velocidad positiva a lo largo del eje x. Por lo tanto, dicho pasajero del tren
concluye que los dos rayos no han caído a la vez, sino que el delantero cayó
primero.

Dos sucesos que son simultáneos en un sistema de referencia generalmente no


lo son en otro sistema de referencia que se mueve a velocidad uniforme respecto
al primero. La simultaneidad depende del observador.

Supongamos que en el andén hay dos relojes sincronizados, uno donde ha caído
cada rayo. Para el observador que está en el andén, estos relojes están
sincronizados. Sin embargo, cuando un pasajero del tren mira estos dos relojes,
se da cuenta que no están sincronizados, sino que el reloj que está donde cayó
el rayo trasero está adelantado con respecto al delantero una cantidad de tiempo
igual a:
𝑣
𝑡=𝐿
𝑐2
Donde L es la distancia entre los dos relojes en reposo en el andén, es decir, la
distancia propia entre los relojes. Esta expresión puede obtenerse fácilmente a
partir de las transformaciones de Lorentz anteriores.
4.2.4 Transformación de velocidades
Es posible conocer la relación entre las velocidades de los sistemas S y S´
mediante la derivada de las ecuaciones anteriores.
Si una partícula se mueve a lo largo del eje x en S´, su velocidad es:
𝑑𝑥´
𝑣𝑥´ =
𝑑𝑡
Su velocidad en el sistema S será:
𝑑𝑥
𝑣𝑥 =
𝑑𝑡
A partir de las ecuaciones de la transformación de Lorentz:

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𝑑𝑥 = 𝛾(𝑑𝑥´ + 𝑣𝑑𝑡´)
𝑣𝑑𝑥´
𝑑𝑡 = 𝛾(𝑑𝑡´ + )
𝑐2
Entonces la velocidad se calcula como:
𝑑𝑥 𝛾(𝑑𝑥´ + 𝑣𝑑𝑡´)
𝑣𝑥 = =
𝑑𝑡 𝛾(𝑑𝑡´ + 𝑣𝑑𝑥´)
𝑐2
Dividiendo entre dt´:
𝑑𝑥´
+𝑣 𝑣𝑥´ + 𝑣
𝑣𝑥 = 𝑑𝑡´ =
𝑣 𝑑𝑥´ 𝑣 · 𝑣𝑥´
1+ 2 1 +
𝑐 𝑑𝑡´ 𝑐2
Se procede igual para las componentes y,z salvo que dy=dy´ y dz=dz´, para
obtener la transformación relativista de velocidades:
𝑣𝑥´ + 𝑣
𝑣𝑥 =
𝑣 · 𝑣´
1+ 2𝑥
𝑐
𝑣𝑦 ´
𝑣𝑦 =
𝑣 · 𝑣´
𝛾(1 + 2 𝑥 )
𝑐
𝑣𝑧 ´
𝑣𝑧 =
𝑣 · 𝑣´
𝛾(1 + 2 𝑥 )
𝑐
La relación inversa es similar salvo con signo negativo.
Si suponemos que v<<c entonces γ→1 y las ecuaciones de transformación de
velocidad relativistas coinciden con las clásicas. Por ejemplo, para el eje x:
𝑣𝑥´ + 𝑣
𝑣𝑥 = ≅ 𝑣𝑥´ + 𝑣
𝑣 · 𝑣𝑥´
1+ 2
𝑐
5. DINÁMICA RELATIVISTA
Los postulados de Einstein implican reconsiderar las concepciones clásicas de
masa, momento lineal y energía.
5.1 Momento lineal
En mecánica clásica, el momento lineal de una partícula se define como:
𝑝⃗ = 𝑚𝑣⃗
Donde m es la masa y v la velocidad de la partícula.
El momento lineal relativista se define como:

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𝑚
𝑝⃗ = 𝑣⃗
2
√1 − 𝑣2
𝑐
En ausencia de fuerzas externas, el momento lineal relativista se conserva;
además, cuando v<<c se cumple que:
𝑝⃗ ≅ 𝑚𝑣⃗
5.2 Masa
A partir de la definición de momento lineal relativista, podemos agrupar el
siguiente término como masa relativa de la partícula:
𝑚
𝑚𝑟 =
2
√1 − 𝑣2
𝑐
Donde m es la masa en reposo. Podemos deducir que la masa de una partícula
aumenta con la velocidad.
5.3 Energía relativista
En mecánica relativista, al igual que en la clásica, la energía cinética se define
como el trabajo realizado por una fuerza neta para acelerar una partícula desde
el reposo hasta una velocidad v. Suponemos que el movimiento se produce solo
en el eje x:
𝑣 𝑣 𝑣
𝑑𝑝
𝐸𝑐 = ∫ 𝐹⃗ · 𝑑𝑥⃗ = ∫ 𝑑𝑥 = ∫ 𝑣 𝑑𝑝
𝑣=0 𝑣=0 𝑑𝑡 𝑣=0

A partir de la definición de momento lineal relativista:

𝑣
𝑚𝑣
𝐸𝑐 = ∫ 𝑣𝑑
𝑣=0 𝑣 2

( 1 − 𝑐2 )
Derivando respecto a v se obtiene:

−3/2
𝑚𝑣 1 𝑣2
𝑑 𝑑𝑣 = 𝑚𝑣 (1 − 2 ) 𝑑𝑣
2 𝑑𝑣 𝑐
√1 − 𝑣2
( 𝑐 )
Sustituyendo esta expresión en el integrando se obtiene que:
𝑣 −3/2
𝑣2 𝒎𝒄𝟐
𝑬𝒄 = ∫ 𝑚𝑣 (1 − 2 ) 𝑑𝑣 = − 𝒎𝒄𝟐
𝑣=0 𝑐 𝒗𝟐
√𝟏 −
𝒄𝟐
Por lo tanto, la expresión relativista para la energía cinética de una partícula
depende de dos términos. El primero depende de la velocidad de la partícula, y
el segundo es independiente de la velocidad, por lo que la magnitud mc2 se
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denomina energía en reposo de la partícula E0. La energía relativista total de la
partícula se define entonces como la suma de E0 y Ec.
Esta ecuación implica que, en primer lugar, para acelerar una partícula desde el
reposo hasta la velocidad de la luz (v=c) hay que realizar un trabajo infinito sobre
la partícula, lo cual es imposible, pues nada puede ir más rápido que la luz según
la teoría de la relatividad. En segundo lugar, si la velocidad de la partícula es muy
pequeña comparada con c, la expresión de la energía de la partícula puede
calcularse mediante expansión binomial, ya que v/c<1:
𝑛(𝑛 − 1) 2 𝑛(𝑛 − 1)(𝑛 − 2) 3
(1 + 𝑥)𝑛 = 1 + 𝑛𝑥 + 𝑥 + 𝑥 + ⋯ 𝑠𝑖 𝑥 < 1
2! 3!
Como v<<c podemos despreciar a partir del segundo término del binomio:
−1/2
1 𝑣2 1 𝑣2
= (1 − 2 ) ≈1+
2 𝑐 2 𝑐2
√1 − 𝑣2
𝑐
Si introducimos esta expresión en la energía cinética:

𝑚𝑐 2 1 1 𝑣2 1
𝐸𝑐 = − 𝑚𝑐 2 = 𝑚𝑐 2 −1 ≈ 𝑚𝑐 2 (1 + − 1) ≈ 𝑚𝑣 2
2 2 2 𝑐2 2
√1 − 𝑣2 √ 𝑣
𝑐 ( 1 − 𝑐2 )
Que coincide con la expresión clásica.
5.4 Relación entre masa y energía
Para comprender la relación que existe entre masa y energía puede estudiarse
un choque inelástico entre dos partículas, es decir, donde se pierde energía
cinética, según el esquema:

1 2

La energía total inicial es:


𝐸0 = 𝐸𝑐 (1) + 𝑚1 𝑐 2 + 𝑚2 𝑐 2 = 𝐸𝑐 (1) + 𝑀𝑖 𝑐 2
Donde Mi es la masa total del conjunto inicial y la partícula 2 está en reposo, por
lo que no tiene energía cinética.
Después de la colisión, las dos partículas se adhieren:
𝐸𝑓 = 𝐸𝑐 (𝑓) + 𝑀𝑓 𝑐 2

Como la energía inicial debe ser igual a la final:


𝐸𝑐 (1) + 𝑀𝑖 𝑐 2 = 𝐸𝑐 (𝑓) + 𝑀𝑓 𝑐 2

Reordenando queda:

12
𝐸𝑐 (1) − 𝐸𝑐 (𝑓) = 𝑀𝑓 𝑐 2 − 𝑀𝑖 𝑐 2

−∆𝐸𝑐 = ∆𝑀 · 𝑐 2

La pérdida de energía cinética es igual a c2 veces el aumento de la masa del


sistema, es decir, la masa es una medida del contenido de energía de un cuerpo.

Una aplicación de esta expresión se encuentra en los actuales procesos de


investigación sobre fusión nuclear como fuente de energía del futuro. Por
ejemplo, la reacción nuclear que tiene lugar en las estrellas se puede escribir
como:
2
1𝐻 + 31𝐻 → 42𝐻𝑒 + 10𝑛
El hidrógeno se transforma en helio con gran liberación de energía. Para esta
reacción, la diferencia de masa entre los productos y los reactivos es negativa,
esto es, se pierde masa durante la reacción nuclear. Por lo tanto, por cada núcleo
de deuterio que reacciona se liberan 17 MeV, energía suficiente para hervir una
tonelada de agua.

6. ALGUNAS IMPLICACIONES DE LA FÍSICA RELATIVISTA


La física relativista supone una renovación profunda de la cinemática y dinámica
de Newton. La concepción que nos muestran los sentidos de espacio y tiempo
absolutos e independientes queda desterrada. Tanto es así que la definición de
metro se basa en la actualidad en la distancia que recorre la luz en el vacío.
El hecho de que no tengamos experiencia diaria con cuerpos que se muevan a
velocidades cercanas a la de la luz supone una dificultad importante para
entender la teoría de la relatividad.
La teoría de la relatividad supone la unificación de la cinemática, dinámica y
electromagnetismo bajo un esquema común. Además, establece la relación
entre masa y energía.
Por otra parte, en 1916, Einstein publicaría su teoría general de la relatividad,
donde se generaliza la teoría especial para sistemas de referencia no inerciales.
Las aplicaciones de la teoría de la relatividad abarcan un gran campo: ingeniería
civil y aeroespacial, aceleradores de partículas, reacciones nucleares de fusión
y fisión…
Una aplicación de la teoría de la relatividad especial muy presente en nuestras
vidas es el GPS (Global Positioning System), que permite establecer con gran
precisión las coordenadas de nuestra posición (longitud, latitud y altitud). El
sistema consiste en un total de 24 satélites que orbitan la Tierra, cada uno
provisto de un reloj atómico sincronizado con el resto de satélites y la Tierra, y
un emisor. Un receptor GPS en la superficie de la Tierra recibe una señal de al
menos 4 satélites, con los que tiene visión directa. El tiempo que tarda la señal
en llegar desde cada satélite hasta el receptor en la Tierra es diferente en función

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de la distancia a la que se encuentre cada satélite, ya que la velocidad de la luz
no depende de la velocidad de la fuente emisora, según la teoría de la relatividad.
Conocida la posición de cada satélite, y teniendo en cuenta el tiempo que tarda
la señal emitida en llegar, permiten calcular al receptor cuáles son sus
coordenadas de posición.
Supongamos ahora que un receptor en la Tierra observa al satélite, que se
mueve a velocidad constante alrededor de la Tierra. Sabemos, por la teoría de
la relatividad, que nuestra medida del tiempo será mayor cuanto mayor sea la
velocidad orbital del satélite. Como los satélites GPS se mueven a 4 km/s, existe
una pequeña dilatación temporal que no puede despreciarse si queremos
realizar medidas precisas. El GPS funciona correctamente solo si se tienen en
cuenta los efectos de la teoría especial de la relatividad, es decir, se deben
corregir las discrepancias entre el tiempo t medido en S (superficie Tierra) y el
tiempo t´ medido desde S´ (satélite moviéndose a velocidad constante).

7. CONCLUSIÓN
Se ha desarrollado a lo largo del tema cómo las limitaciones en la física clásica
respecto de partículas que se mueven a velocidades cercanas a la de la luz
impulsaron la formulación de una nueva teoría que explicase estos fenómenos:
la relatividad. A bajas velocidades, la relatividad coincide con las predicciones de
la física clásica. Por último, se han descrito algunas consecuencias de la teoría
de relatividad.
Comprender las nuevas concepciones introducidas por la teoría de la relatividad
abre el entendimiento a nuevas perspectivas abstractas de la realidad, pensando
más allá de lo que nos ofrecen los sentidos. Conocer las ideas relativistas ayuda
a comprender mejor la sociedad que nos rodea y sus consecuencias directas
como el GPS, las reacciones nucleares, etc.

Este tema está relacionado con el currículo según el Real Decreto 1105/2014,
establecido en la comunidad autónoma de Andalucía a través de los Decretos
111 y 110 de 2016, para la ESO y el bachillerato, respectivamente, y
desarrollados a nivel autonómico en las órdenes de 14 de julio por las que se
desarrollan el currículo correspondiente a secundaria y bachillerato en la
comunidad autónoma de Andalucía.

Este tema se empieza a impartir en el curso ….

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8. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

- Gettys, W.E., Keller, F.J. y Skove, M.J.: Física clásica y moderna.


McGraw- Hill, Madrid, 1991
- Tipler, P.A.: Física. Editorial Reverté. Barcelona, 1992
- Burbano, S., Burbano, E., Gracia C.: Física General. Mira editores.
Zaragoza. 1993
- http://www.juntadeandalucia.es/educacion/portalaverroes/web/averroes/

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