La pobreza genera carencias, debemos destacar el daño a la trama
social, lo que ocasiona dificultad para sostener vínculos( Sociales,
familiares, laborales,etc) El "Otro" tiene mucha importancia en la constitución subjetiva y en el daño que se puede ocasionar durante la infancia y la adolescencia.
-Que las perdidas de lugar de residencia, del hogar, del trabajo, no lo
dejen desprovistos de sus vínculos sociales y afectivos, es de vital importancia.
El impacto de estas situaciones de carencia, depende tanto de la
brutalidad de sus acontecimientos( Carácter sorpresivo, incuestionable) Del grado en que esos acontecimientos encuentren o no suficiente soporte de significación en la respuesta social a la carencia determinada por la perdida, se le debe agregar una carencia simbólica desde el discurso social. Es en el discurso social donde se da una pérdida de lugar: El sin trabajo, es la perdida de un lugar simbólico --> "No ha lugar" en el discurso social, no ser valioso, no ser necesario, no ser útil. La dificultad de no poder suplir las perdidas reales, hace imposible no sumirse en una escena de desvalorización e indiferencia del otro hacia el sujeto, esto se traduce en un sin fin de enfermedades: Depresión, sudoración, anorexia, contracturas, espasmos, taquicardia, vértigos, etc. "Las carencias simbólicas son las que producen más daño" El ser humano comienza en un estado de indefensión, ese desamparo será cubierto por las asistencias que le brinda el "Otro". La pérdida temprana de esos cuidados hacen que el sujeto advierta que los cuidados maternos y paternos no son suficientes, pero dependiendo de su estructura psíquica su capacidad de simbolización y el apoyo externo, la trama social, el sujeto contará con recursos internos para desenvolverse. Algunos de los constituyentes de esa trama social pueden resultar el soporte de nuestro ser. En el acto real de " dejar afuera" la escuela tiene que estar presente para que se constituya allí un trama social donde el sujeto pueda encontrar un lugar en el otro. La escuela en estos casos cumple una función que podríamos llamar " Alojar el desamparo". Es tarea nuestra expandir nuestra escucha y nuestra mirada para registrar el desamparo en las distintas figuraciones en que pueda aparecer. La escucha, el registro, la mirada, serán las primeras formas de alojar al otro, a su desamparo, dar lugar, dar reconocimiento. Alojar al desamparo, implica producir operaciones tendientes a generar confianza. Lo que vive el sujeto es vivenciado o negado, pero la verdad emerge en la escuela representada en figuras como ser, desamparo, silencio, ausencia deserción, inhibiciones en el aprendizaje, ansiedad, angustia y también conductas conocidas como antisociales. No es fácil ubicarse frente al dolor, frente a la herida, frente a la falta del otro, no creamos que es demasiado más fácil ubicarse frente a la propia carencia o dolor. La pobreza atraviesa todo el conjunto social como amenaza imaginaria y real. estamos en una sociedad que a partir del discurso del mercado, hace del tener o no tener capacidad de consumo, una condición determinante de inclusión o exclusión, el no tener aparece como rasgo de desvalorización, de dolor de resentimiento, aparece una barrera que no permite la ilusión de construir un proyecto.. También las discriminaciones en la trama social aparecen marcadas por rasgos económicos, religiosos y de genero. Debemos detectar las distintas figuras de la carencia que se presentan en el mundo contemporáneo, a ser tenidas en cuenta en la escuela, lograr atraer sobre si la confianza, la ilusión el deseo, las expectativas de los niños y de los padres. la posibilidad de que en este ambito se ponga en marcha el movimiento del deseo es ya una protección frente a los efectos mas lesivos del desamparo. Cuando un sujeto es echado a la calle, de la empresa, de la vivienda, de la escuela, a un espacio otro, a un afuera social, el, sin embargo podrá con otros, tal ves rearmar nuevos lazos sociales. Fallas de contención, fallas de autoridad, fallas de presencia materna, fallas de función paterna, son escuchados frecuentemente en nuestra época, durante nuestra infancia estas funciones son primordiales. es importante que la escuela este atenta, registre su vacancia y que pueda promover, a través de las vías que correspondan, la construcción de suplencias y sustituciones. Lo que le permitirá comprender la indefensión del otro es el contacto con su propia indefensión, pero también con su propia capacidad de generar recursos simbólicos para enfrentarla, invensiones, proyectos, creatividad Hacer del "otro" un prójimo no es una problemática sencilla de resolver