Está en la página 1de 38

La síntesis abiótica de los compuestos orgánicos que sirvieron como materia prima

para estructurar a las primeras formas de vida, se encuentra estrechamente relacionada


con la formación de la Tierra y de su atmósfera. Por esta razón, resulta conviene
originarse nuestro, planeta.
 LAS LEYES DE KEPLER

 La primera ley de Kepler que el sol ocupa una posición "privilegiada" y son los
planetas, entre ellos la Tierra, los que giran en torno a él. Con esta ley, Kepler demostró
la falsedad de la teoría egocéntrica que persistió durante muchos años.
El avance más significativo en la compresión de la gran maquinaria celeste está dado en
las dos ultimas leyes, que se relaciona más entre sí y que, sin embargo, tienen el valor
más teórico que mundano.
Ambas fortalecen la propuesta de kepler de un sistema solar con los planetas de órbitas
elípticas. La segunda ley de kepler proporciona sentido simétrico al movimiento de los
planetas, mientras la tercera ley ofrece una forma precisa para calcular posiciones
planetarias al partir de periodos y viceversa.
La relevancia de las tres leyes de Kepler es innegable, pues el posicionamiento de
satélites artificiales, el calculo de trayectoria de los cometas la trayectoria de sondas
espaciales así como simples predicciones de eclipse son tan solo algunos ejemplos de
los aplicaciones de este importante trabajo logrado en el siglo XVII.
TEORIA DE KANT
Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior
En 1775, el filósofo alemán Emmanuel Kant propuso la idea sobre el origen de los
planetas y del Sol a partir de una gran nebulosidad que el achartarse y contraerse formó
los meteoros que originaron a los planetas. De la concentración central de esa nebulosa
se formó nuestro sol.
TEORIA LAPLACE
Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior
En 1776, el astrónomo y matemático francés Pierre Simon Laplace, propuso su teoría
sobre el origen del Sol y los planetas, tambien basada sobre una gran nebulosa. Por esta
razón, ha sido identificada como teoría de Kant y Laplace.esta teoría explica que el
sistema solar se origino por condensación de una nebulosa de rotación que se contrajo
por la acción de la fuerza de su propia gravedad, adoptando la forma de un disco con
una concentración superior en el núcleo. La nebulosa se torno inestable al adquirir
mayor velocidad de rotación y en las capas externas se originaron anillos concéntricos
que al separarse formaron los planetas y los satélites, en tanto que el centro de las
nubes se formó el Sol. Dado que la nebulosa giraba en una misma dirección al rededor
de su eje, todos los planetas quedaron girando alrededor del Sol en ese mismo sentido.
Actualmente, una manera de ver la teoría de Kant y Laplace del sistema sola se
formaron hace 4 660 millones de años de una nube de gas, polvo y oras partículas
llamadas nube primordial compuesta de hidrógeno, helio, carbono, nitrógeno y
oxigeno.
Se especula que el cataclismo de una vecina explosión en supernova de una estrella
apartó una nube de gas y polvo para formar el Sol y los planetas. Los inicios de ellos se
encuentran el diferencia se isótopos ( átomos del mismo elemento con diferentes pesos
atómicos ) de los meteoritos con respecto a los que se encuentran en la Tierra. Esa nube
gaseosa se aplanó y condenso como consecuencia de su rotación, formando en su parte
central un protosol, es decir, un sol en formación. Esa parte central que formaba al
protosol se condensó y calentó hasta propiciar una combustión nuclear. De esa manera
se formo el sol en cuyo núcleo hay una transformación permanente de materia de
energía. Conforme el sol pudio situarse en la parte central de la masa gaseosa, otras
porciones ubicadas a diferentes distancias fueron agregándose para formar los
planetas.
TEORIA DE LA ACRECIÓN
Observaciones del programa especial Apolo han fortalecido de la teoría de la acreción
propuesto por el geofísico ruso Otto Schmidl en 1944. la teoría de la acreción explica
que los planetas se crearon de manera al tamaño mediante la acumulación de polvo
cósmico. La tierra después de estratificarse un núcleo, manto y corteza por el proceso
de acreción, fue bombardeada en forma masiva por meteorito y restos de asteroides.
Este proceso generó un inmenso calor interior que fundió el polvo cósmico que,
reacuerdo con los geólogos, provoco la erupción de los volcanes.
Su manera de posibilidad de que al formarse la corteza tenia una elevada temperatura
por lo que se encontraba fundida y era semilíquida. Pero al enfriarse permitió que el
vapor de agua – que por vulcanismo procedía de su interior--. Se condensara y
empezara a formar los océano junto con el agua de la s torrenciales lluvias. La
emanación de los gases de su interior posiblemente originó una atmósfera secundaria
compuesta por metano (CH4), amoniaco (NH), bióxido de carbono (CO2) monóxido de
carbono (CO), ácido sulfhídrico (SH2), vapor de agua (H2O) e hidrógeno(H2)
 

EL ORIGEN DE LA TIERRA

El desarrollo de la mecánica sísmica necesitaba, para su mejor comprensión, una definición más
clara del origen de la Tierra, pues era necesaria una teoría más lógica y coherente con la propia
realidad sobre cual era su verdadero origen, ya que las teorías actuales carecen de una base más
sólida que pueda ser creíble y explicar los demás procesos que se desarrollan en nuestro planeta.
No vamos hacer aquí referencia de ninguna clase sobre las viejas teorías, hipótesis o leyendas
de cómo fue la creación, formación o nacimiento de la Tierra, ya que para cada pueblo,
civilización o cultura, hay una historia, teoría o relato diferente de cómo fue su formación o
nacimiento, aunque, en conjunto, ninguna de estas historias o hipótesis tenga nada que ver con
la realidad, desde luego no han faltado nunca tentativas de solucionar el problema, creando
nuevas teorías más o menos plausibles, aunque sin un mínimo de coherencia entre las partes que
pudiera relacionar o transformar los distintos datos y confusos hechos, en parte de un todo
amplio y coherente consigo mismo.

Hoy estamos completamente seguros de que la Tierra no ha existido siempre. Si fuese eterna,
hace mucho tiempo que los diversos elementos radiactivos presentes en su corteza se habrían
transmutado totalmente, por desintegración atómica, en otros elementos inertes. Es lo que hoy
se conoce como transmutación atómica de la materia. Además otro descubrimiento es que la
gravedad disminuye con el tiempo y si estudiamos la gravedad de la tierra, tomando su periodo
de rotación como referencia, pronto podríamos ver que este planeta no tiene 4.500 millones de
años como hoy se afirma, esto no es verdad, porque en este caso su período de rotación no sería
de 23 h. 56 m. 41 s. Si no sería muchísimo más lento, más lento incluso que el periodo de
rotación deVenus, como podemos comprobar en la teoría del Origen y desarrollo de la fuerza de
gravedad.

En la actualidad existen dos teorías diferentes entre sí y algunas

variantes que la ciencia acepta para explicar el origen de la Tierra y del Sistema Solar

1. Una es la Teoria Naturista o Evolucionista, que concibió a los diferentes cuerpos como
un desarrollo natural, a partir de la

Nebulosa-primitiva.

Teoria naturalista o evolucionista de Kant-Laplace

El filósofo alemán Enmanuel Kant y el Marqués de Laplace, astrónomo francés, concibieron el


origen del Sistema Solar procedente de una gran nebulosa, mucho mayor de lo que ocupa hoy el
propio Sistema Solar, se cree que fue animada por un lento movimiento de giro, debido a su
propia fuerza de gravedad. Esto produjo una disminución de su tamaño, dando origen en cada
espacio a un cuerpo o planeta y situando al Sol en el centro de todos los cuerpos como principal
foco de gravedad.

2. La otra es la teoría catastrofista en la que se supone que la Tierra, junto al Sistema Solar, se
originó por la aproximación o casi colisión de una estrella que visitó al Sol, provocando el
desprendimiento o desgarro de parte de su masa, por la intensidad de la fuerza de gravedad de la
hipotética estrella visitante.

Teoría catastrófista de Chamberlain y Moulton

Fue desarrollada por estos dos científicos hacia el año 1900 para perfeccionar la teoría de Kant-
Laplace. Esta teoría defiende que la Tierra, junto con el Sistema Solar, se originó al pasar una
estrella cerca del Sol, produciendo movimientos de materia a modo de remolinos , sobre ciertas
zonas de la superficie del astro rey , debido a la contrapuesta fuerza gravitatoria que ejercía
entre ambos cuerpos. Como consecuencia, se podrían haber producido gigantescos chorros de
gas, algunos de los cuales pudieron escapar de dicha superficie, quedando libre de las fuerzas
gravitatorias de ambas estrellas para empezar a moverse a su alrededor, según órbitas elípticas
de gran excentricidad que, al enfriarse, habrían dado lugar a los planetas con sus satélites.
Después de estudiar detenidamente estas teorías y confrontarlas con la realidad, podemos
asegurar sin ningún tipo de pedantería, que el origen de las estrellas y los planetas es otro muy
distinto, que nada tiene que ver con las teorías expuestas hasta ahora; para comprender todo esto
debemos de partir del Origen y desarrollo de la fuerza de gravedad. Esta teoría nos mostrará una
idea más clara del entorno y del propio lugar donde vivimos, de cómo se originan las estrellas o
cada uno de los planetas.

En verdad, el Origen del Sistema Solar, fue la consecuencia de la concentración y evolución de


varias estrellas alrededor de un importente foco de gravedad (el Sol o una estrella dominante ).
Este sistema pudo

haberse formado de dos formas distintas y que presentaremos en su momento como una nueva
teoría, ya que ahora nada tiene que ver con la

teoría del origen de la Tierra. Con esto queremos decir que el Sistema Solar deriva de la
concentración y evolución de diversas estrellas alrededor de un foco de gravedad mayor.

 
TEORIA DEL ORIGEN DE LA TIERRA

El origen de la Tierra deriva de una estrella; todas las estrellas, cuando se colapsan
exteriormente, dan lugar a planetas, satélites esféricos o cuerpos oscuros; los planetas son
esféricos porque las estrellas lo son.

Veamos un primer plano de la recién formada o nacida Estrella-Tierra.

 
La Estrella-Tierra

Al principio, la Estrella-Tierra era de un azul muy intenso y de unos 160.000 a 190.000 Km. de
diámetro ( una enana al lado del Sol). La evolución por la que atraviesan las estrellas es
parecida, siempre evolucionan a través de los grandes Períodos Geoestelares.

En el caso de la Tierra, ésta surgió del colapso de la Estrella-Tierra, dando paso al nacimiento
del planeta - Tierra, que al principio de surgir como planeta, pudo haber tenido un diámetro
entre 50.000 o 70.000 Km. de diámetro, aunque esto no es definitivo, sino una ligera
aproximación.

El origen de la Tierra consta de dos partes distintas a diferenciar:

1ª Se desarrollan las Eras Geoestelares (etapas por las que atraviesa la evolución de las
estrellas). Esta parte se extiende en principio desde el

nacimiento de la estrella, hasta el colapso exterior de ésta. De esta forma se produce la


evolución de las estrellas, cambiando lentamente de coloración y disminuyendo al mismo
tiempo de volumen a través de los grandes periodos geoestelares.

2ª Se desarrollan las Eras Geólogicas (etapas por las que atraviesa la evolución de los planetas).
Esta parte se extiende desde el colapso de la estrella, ya nacimiento de un planeta, hasta el
colapso total del núcleo interno, etapa que está todavía por venir, convirtiendo al planeta en un
cuerpo muerto, similar a un asteroide. El desarrollo de las etapas de la Tierra, comprenden la
división del tiempo geológico, que va desde la Era Colápsica hasta el final de la Era Cuaternaria
(periodo del Holoceno), tiempo actual por el que atraviesa nuestro planeta..

Todos los cuerpos que son oscuros y de forma esférica, como los planetas y algunos satélites,
son de origen estelar, derivados del

colapso exterior de estrellas, como: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Jupiter, Saturno, Urano,
Neptuno, Plutón, Luna, Io, Europa, Calixto, Ganímedes, Titania etc. Todos estos cuerpos son de
origen estelar; en el interior de todos ellos, en mayor o menor medida, hay un núcleo de materia
estelar en estado de termofusión-nuclear, que es el que produce la energía que desarrolla los
terremotos, los volcanes y mantiene activas las corrientes de convección, al mismo tiempo de
producir la fuerza de gravedad.

Todas las estrellas, desde el primer momento de su vida, empiezan a producir desechos o
residuos, que son las cenizas que se desprenden de la mecánica de termofusión –nuclear,
acumulándose y flotando sobre la superficie de cada una, lo que produce un oscurecimiento de
la estrella por una acumulación de las propias cenizas. Con el tiempo esas masas darán lugar a
la rígida y dura corteza que envuelve a los planetas. Así nacieron los planetas, tanto en el
sistema solar como en otros sistemas estelares, todos los planetas y algunos satélites son
derivados del colapso exterior de estrellas; por este motivo los planetas tienen gravedad y
mantienen en su interior una combustión continua debido a la termofusión-nuclear que es la que
genera la energía que en ocasiones emana del interior, produciendo la reactivación de los
volcanes y el desarrollo de los terremotos. La extinción del núcleo de cada planeta lleva a la
muerte total de la estrella que una vez fue. Entonces es cuando la energía interna de cada
planeta desaparece, y con ello desaparecen los terremotos, los volcanes y el interior del planeta
se enfría y se solidifica, desapareciendo al mismo tiempo y para siempre la mayor parte de la
fuerza de gravedad. De esta forma los planetas y satélites se convierten en cuerpos muertos
(pedruscos), que ya no producen ninguna clase de energía, fuerza o movimiento.
Cuando una estrella se colapsa, lo hace la primera vez por la contínua acumulación de los
desechos o residuos que se desprenden del proceso de termofusión-nuclear (mecánica que
desarrollan las estrellas ).

Estos residuos son las cenizas que produce la combustión de las estrellas; estas cenizas o
residuos son los que dan origen a la corteza o Litosfera en cada uno de los planetas,
desarrollando lo que conocemos hoy como placas tectónicas; así se extingue o apaga la
superficie de todas las estrellas.

Cuando en la superficie de una estrella aumentan excesivamente estos residuos o cenizas, ésta
pierde el brillo, la luz y la radiación se hace cada vez menor. De esta forma se inicia el colapso
exterior de la estrella. Esto se produce siempre a través de grandes periodos de tiempo que se
denominan eras geoestelares. Entonces crece la acumulación de cenizas o desechos no
combustibles que termina por acumularse en diversos puntos de la superficie, formando la
corteza del planeta, motivo por el cual decimos que los planetas son cuerpos derivados
directamente de las estrellas.

En el Sol hace ya tiempo que ha empezado a formarse esa corteza, que es lo que conocemos
como superficie granulada, semejante a los granos de arroz que han podido observar los
astrónomos, superficie que se mueve por el continuo afloramiento de la energía que genera la
termofusión–nuclear, así arde el combustible solar bajo la Fotosfera solar, es como si bajo su
superficie existiera un inmenso mar de helio e hidrógeno en ebullición y plena combustión.

De todo esto deducimos que cuando las estrellas se colapsan, éstas se convierten en planetas o
satélites, dependiendo de la situación de cada cuerpo. Cuando caen dentro del campo de
gravedad de una estrella, se dice que son planetas; si caen dentro del campo de gravedad de un
planeta, se dice que son satélites, pero su origen es el mismo ( son cuerpos derivados del
colapso exterior de estrellas). Cuando las estrellas se apagan dan origen a planetas.

El tamaño o volumen de un planeta deriva del volumen de la

estrella que se colapsó. Si el planeta o satélite es grande es porque la estrella que se colapsó era
grande. Las estrellas pueden ser pequeñas, grandes, medianas, supergigantes o enanas, depende
de la masa estelar existente en el momento de su formación o nacimiento. Las estrellas gigantes
producen planetas gigantes, por ejemplo: el Sol dará origen a un planeta 5 o 6 veces mayor que
Júpiter, podría tener entre los. 400.000 y 600.000 Km. de diámetro, un planeta pequeño si lo
comparamos con el planeta que derivará de Antares que podrá ser 800 veces más grande que el
Sol.

En el caso de la Estrella-Tierra, ésta se colapsó, dando paso al nacimiento del Planeta-Tierra;


por este motivo en la Tierra se producen los

terremotos, se desarrollan los volcanes y se mantienen activas y en movimiento las corrientes de


convección, además de ser esa masa que hay en el centro o que forma el núcleo la responsable
de generar la fuerza de gravedad.

INICIÓ DEL NACIMIENTO UN PLANETA Y MUERTE DE UNA ESTRELLA

II PARTE

En esta figura mostramos el desarrollo de la XI Fase o Etapa del Planeta- Tierra o evolución de
la primera Era Geológica de nuestro planeta (Período Azóico). A este periodo lo podemos
conocer como la “Era Colápsica”, es decir, el período después del colapso de la estrella-Tierra.
Fue el periodo más temprano de la vida de nuestro planeta.
Esta primera Era fue lo que hoy
conocemos como el “Proterozoico”,

Primero de los dos Eones. Tenemos que


decir, que se ignora la duración exacta
de estas primeras eras geológicas, sin
embargo la “ Era Colápsica” la
podemos conocer por el rápido
movimiento que desarrollan las
corrientes de convección en la
superficie del planeta, de una forma
parecida a como hoy lo hacen y
podemos observar en la superficie de
Júpiter.

Este planeta nos muestra hoy en todo su esplendor el movimiento de las corrientes de
convección de baja velocidad, sobre todo alrededor del ecuador del planeta con el movimiento
de la gran mancha roja. Este movimiento de la superficie de Júpiter será cada vez más lento
hasta que la masa se solidifique, haciéndose una capa dura y rígida aún que cada vez más gruesa
que envolverá al planeta, como sucedió en la Tierra con la corteza terrestre o como pudo
suceder en la superficie de Marte, Mercurio o la Luna en sus primeras etapas como planetas o
cuerpos oscuros.

El movimiento de las corrientes de convección, que podemos ver hoy sobre la superficie de
Júpiter, ocurrió una vez en la superficie de la Tierra, cuando ésta atravesaba la “Era Colápsica”.

En esta figura mostramos el desarrollo de la XII Fase o Etapa del Planeta- Tierra o evolución de
la Segunda Era Geológica, lo que podemos conocer hoy como “Era Prearcáica” o primera parte
del “Precámbrico” uno de los dos Eones que
formaba parte de los primeros tiempos de nuestro
planeta.

I Parte del Precámbrico ( Precámbrico Temprano).


En esta Fase, se paralizan (enfrían y
solidifican) las corrientes de convección
en la superficie del recién formado
planeta.

Este período se caracteriza por la gran magnitud de los terremotos, verdaderos cataclismos y el
desarrollo de miles de cráteres, fisuras o bocas eruptivas repartidas por toda la superficie del
recién formado planeta y por donde de vez en cuando se producían erupciones, temblores,
llamaradas a modo de surtidores de gases y vapores, todo ello entre mezclado por convulsiones,
que levantaba regiones enteras debido a los primeros movimientos orogénicos y epirogénicos.

Así por distintas zonas o puntos de la superficie de la Tierra se abría una y mil veces, para ser
cubierta de nuevo por un mar de masa magmática que el frío exterior del espacio y el tiempo se
encargaban de volver a enfriar, mientras las bocas de algunos cráteres vomitaban columnas de
fuego, que, mezcladas con torrentes de lava, permitían el desahogo del vigoroso núcleo del
interior del planeta, sobre la joven superficie del recién formado cuerpo. Se cree que, durante
este período, tuvieron lugar los mayores cataclismos que cambiaban ocasionalmente la
superficie del planeta.

En esta figura se muestra el desarrollo de la XIII Fase o Etapa del Planeta- Tierra o evolución de
la Tercera Era Geológica, lo que podemos conocer también como “Era Preárcaica” o segunda
parte del Precámbrico, último de los dos Eones que formaron esa parte nebulosa de nuestro
planeta.

II Parte del Precámbrico ( Precámbrico Tardío)

Durante esta Era aumenta el grueso de la corteza


terrestre, al tiempo que se enfrían y solidifican las
masas que se acumulan en la superficie, aunque
este proceso solo se terminó a través del resto de
las Eras Geológicas, debido al continuo desarrollo
de la mecánica de termofusión-nuclear, que genera
el núcleo del interior de la Tierra, esta mecánica es
la responsable de desarrollar los terremotos,
(movimientos bruscos o convulsiones bajo la
corteza terrestre), así como del desarrollo de los
volcanes.

Estos últimos expulsan al exterior los sobrantes de


masa magmática y la energía que se generan o
acumula en el interior de la Astenosfera por medio
de la presión isostática y mantiene activas y en
movimiento las corrientes de convección, que son las que producen los movimientos
orogénicos, basados en movimientos horizontales que arrugaban determinadas zonas de la
superficie y los movimientos Epirogénicos, que producen movimientos verticales de la misma
base del desarrollo de las montañas o del desarrollo de los buzamientos que en ocasiones
producen levantamientos en diversos puntos de la propia superficie.

En la siguiente figura mostramos el desarrollo de la XIV Fase o Etapa de la evolución del


Planeta- Tierra, que representa la Cuarta Era Geológica que podemos conocer en la actualidad
como “Era Arcaica o Arqueozoico” que vamos a representar también en dos partes.
I parte del “Arqueozoico” (Arqueozoico Temprano).

La superficie de la Tierra continúa su proceso de


enfriamiento: en él se siguen produciendo los
grandes terremotos, junto con numerosos
volcanes que salpicaban la superficie de la Tierra
por todas partes. Esta intranquilidad se veía
interrumpida por el desarrollo súbito de algún
cataclismo o cataclisismo, ya que los
movimientos orogénicos y epirogénicos se veían
envueltos en gigantescos terremotos, que
cambiaban la geografía del terreno, todo ello
debido a la enorme cantidad de energía que
generalmente producía el joven núcleo del
interior de la Tierra.

En este período del Arqueozoico temprano


podría estar el principio de la formación o
nacimiento del agua (H20), por la unión de estos
elementos, oxígeno e hidrógeno, que también
surgían como vapores del recién formado núcleo del interior de la Tierra, dando lugar, mediante
esa unión, al nacimiento de una nueva molécula hasta entonces inexistente, “el agua“, al no
existir la corteza como catalizador o medio de unión de los átomos de Hidrógeno (H) y Oxígeno
(0), ya que cada dos átomos de Hidrógeno y uno de Oxígeno dan lugar a la formación de una
molécula de esta sustancia, pero al principió estos tres átomos estaban unidos a otro átomo más
de azufre (S) por lo que el agua era ácida y sulfurosa y de color verdoso que formaba una
especie de Ácido Sulfúrico disuelto en el mismo agua (H2SO4 en H2O), ya que en la primitiva
superficie surgían grandes cantidades de azufre por entre las diversas fisuras o bocas que
facilitaban el contacto y la disolución de los mismos.

Esto, daba lugar a una atmósfera sulfurosa, es decir, un agua y una atmósfera muy distintas de la
que hoy conocemos. Esto hacía imposible la vida sobre nuestro planeta, hasta que el ph del agua
no se equilibró. Este agua la podemos apreciar hoy sobre los cráteres de algunos volcanes que
mantienen estancada un agua verde y ácida parecida al agua primitiva, pero esta era útil en la
superficie de la Tierra para el posterior enfriamiento de la corteza, proceso que provocaba
mayor cantidad de agua, “esto era como la pescadilla que se muerde la cola”, ( más agua daba
lugar a mayor grosor de corteza y todo ello a un mayor enfriamiento de la superficie de nuestro
planeta, lo que conducía a una mayor retención y cantidad de estos gases (H +O+ S) que
terminaban por convertirse en agua ácida, así se cerraba el circuito). Más información ver teoría
sobre el origen y formación del agua.

En la siguiente figura mostramos, el desarrollo de la XV Fase o Etapa de la evolución del


Planeta - Tierra, que representa la Quinta Era Geológica que forma parte de la “Era Arcaica o
Arqueozoica”.

II Parte del Arqueozoico “Arqueozoico


Tardío”

En este periodo de Tiempo la superficie de la


Tierra, empieza a diferenciarse de las partes
cubiertas por el agua, a formación de
numerosos lagos de agua sulfurosa, se
evaporaban al recibir la fuerte radiación de un
Sol más blanquecino, grande y caliente que el
Sol actual; además en aquel tiempo la Tierra no tenía atmósfera, ni capa de ozono como tiene
hoy, por lo que la radiación entraba directamente a la superficie. Esto producía una evaporación
más rápida, dando lugar a tormentas eléctricas de mayor magnitud que las que se producen en la
actualidad.

Cuando la corteza terrestre alcanza mayor grosor, ésta favorece la formación del agua en mayor
cantidad, saliendo al exterior más pura que en la primera etapa. Comienzan así los manantiales
que incluso hoy se conservan en muchos lugares de la superficie de la Tierra.

No pensemos que los manantiales de aguas termales son todas aguas subterráneas provenientes
de los periodos de lluvia, sino aguas que se siguen formando hoy como en aquel periodo de
tiempo, sólo que a una escala mucho menor.

Otro punto que tenemos que aclarar, y que hoy no se define correctamente, es el período de la
Era Arcaica. Por un lado se dice que esta Era se divide en dos Eones, El Proterozoico y el
Precámbrico, cuyo conjunto de tiempo lo estiman en 2.500 millones de años; esta afirmación no
se asienta sobre ningún estudio científico serio, sino que se ha especulado con una cifra para
toda la creación, que son los 4.500 millones de años.

De todas formas, los cálculos que hoy se hacen sobre la antigüedad de la Tierra no son
correctos, si tenemos en cuenta otras circunstancias que demuestran que esa antigüedad es falsa,
como es el periodo de rotación de nuestro planeta, que en la actualidad es de 23h. 56m. 41s.
Esto demuestra claramente y sin ninguna duda la verdadera edad de la Tierra, ya que se puede
asegurar que ésta no es tan vieja como hoy se dice, pero para esto se necesita un trabajo
exclusivo y más detallado o minucioso, que pudiera aclarar este tema definitivamente con más
exactitud.

En esta figura mostramos el desarrollo de la XVI Fase o Etapa de la evolución del Planeta-
Tierra, que representa la Sexta Era Geológica, que conocemos en la actualidad, como la “Era
Primaria o Paleozoica”. Esta Era la podemos representar en dos etapas desiguales.

I parte del “Paleozoico” (Paleozoico Temprano), comprende el desarrollo del Cámbrico y el


Ordovícico.

La superficie de la Tierra continúa


evolucionando, haciéndose cada vez más gruesa
la corteza terrestre; la actividad orogénica
desarrolló grandes terremotos y erupciones
volcánicas, aunque cada vez con menos fuerza, ya
que el núcleo de la joven Tierra era cada vez más
pequeño y distante de la superficie.

Este proceso se desarrollará hasta el final, entre


tanto en la superficie se seguirán formando las
montañas, por la acumulación de los desechos o
masas que surgen con frecuencia del interior,
mientras que en las depresiones se van formando
lagos y mares, donde tendrá lugar la formación de
los primeros seres vivos, iniciándose así la vida
en nuestro planeta.
Las aguas serán progresivamente menos ácidas y la atmósfera menos sulfurosa, debido al casi
constante desarrollo de las tormentas que baten el agua una y otra vez sobre las tierras o
sustancias de caolín, basalto y las primeras sustancias alcalinas, que ya se han formado por la
concentración del primitivo dióxido de carbono en ciertas zonas de la superficie. De esta forma,
bajaba la acidez de las primitivas aguas, comenzó el nacimiento de las primeras algas o plantas
acuáticas o tal vez surgieron los primeros invertebrados. Se inicia así la evolución de los
primeros seres vivos al tiempo de iniciarse la formación de la atmósfera, debido al desarrollo de
las tormentas que ponían una y otra vez las aguas en contacto con el dióxido de carbono,
formando así depósitos o capas de caliza sobre la recién formada superficie, al tiempo que se
constituía un nuevo gas, paulatinamente más parecido al aire que hoy conocemos. Es evidente
que los cuerpos que no tienen agua, no pueden tener la atmósfera de la Tierra. De esta forma la
naturaleza, como ocurre con una cadena, al romperse un eslabón, se interrumpe el desarrollo de
las demás etapas que dan lugar a otros procesos, impidiendo que la cadena continúe.

Este período se divide en seis Sub-eras, distinta cada una en cuanto a su duración en el tiempo,
como son: el Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico. Estas etapas o
sub-eras han sido necesarias desde el punto de vista de la evolución de la Tierra o para
comprender mejor su historia.

El Cámbrico, primer período o sub-era de la Era Paleozoica y va desde los 570 a los 500
millones de años. En este período la vida estaría principalmente en el agua, aparecerían las
primeras plantas acuáticas y los primeros invertebrados. Continuaría la formación y
acumulación de las aguas. Entre tanto se siguen desarrollando los grandes terremotos y la
actividad volcánica, junto con grandes movimientos orogénicos.

El Ordovícico, segundo período o sub- era de la Era Paleozoica, va de los 500 a los 435
millones de años. Se produce la diversificación de familias de Metazoos. Aparecen los primeros
cordados, se extienden los invertebrados y tiene lugar el desarrollo de los peces sin mandíbula.
Crece la zona de la atmósfera y se hace cada vez más rica en oxigeno, al tiempo que baja el
nivel de radiación (ransd/h.).

En esta figura mostramos el desarrollo de la XVII Fase o Etapa, de la evolución del Planeta–
Tierra, que representa la Séptima Era Geológica, que conocemos en la actualidad como la
segunda parte de la Era Primaria o del Paleozoica.

II parte del Paleozoico, (Paleozoico Tardío), comprende el desarrollo del Silúrico, Devónico,
Carbonífero y Pérmico.

En esta segunda parte de la Era Primaria, continúa la


formación y acumulación del agua, junto al desarrollo
de grandes movimientos orogénicos, la actividad
sísmica y el desarrollo de los volcanes. Esta
inestabilidad ha sido una constante en la evolución de
la Tierra, que ha estado disminuyendo de volumen en
el transcurso de las anteriores Eras Geológicas,
disminución y cambios que se viene registrando hasta
nuestros días.

El conjunto de la Era Primaria o Paleozoica duró


aproximadamente 340 millones de años. Durante este
período de tiempo hubo miles de cataclismos,
millones de fuertes terremotos e infinidad de
erupciones volcánicas, junto a numerosos movimientos orogénicos, que cambiaban la superficie
de la Tierra de forma caprichosa, todo esto debido a la liberación de cantidades ingentes de
energía que de forma más o menos constantemente generaba el núcleo del interior de la Tierra.

Algunas de las plataformas continentales se hundían, mientras que otras partes afloraban dando
forma caprichosa a una joven superficie. En ocasiones nacían nuevas islas por la acción
volcánica; otras veces emergían a la superficie zonas de corteza como buzamientos o
levantamientos del suelo marino por medio del aumento de la presión isostática, presión que
actúa sobre alguna zona de la parte baja de la recién formada corteza, punto que hoy se conoce
como Discontinuidad de Mohorovicic, fuerzas que daban origen a los plegamientos por el
desarrollo de los movimientos orogénicos, que a su vez iniciaban el nacimiento numerosas
montañas, así como la formación de nuevos continentes, hasta que la corteza o conjunto de la
Litosfera se hizo lo suficientemente gruesa, para el desarrollo de tales eventos y mostrando cada
vez mayor resistencia a tales cambios.

Segunda parte del “ Paleozoico Tardío”, vamos a continuar definiendo cada una de las Sub-
Eras, que en conjunto, conocemos como la Era Primaria o Paleozoica.

El Silúrico, tercer período de la Era Paleozoica, va de los 435 a los 400 millones de años. En
este periodo se origina el Plegamiento Caledoniano, se diversifican los peces y surgen los
primeros artrópodos.

El Devónico, cuarto período de la Era Paleozoica, va desde los 400 hasta los 345 millones de
años. Comienzan las transgresiones y regresiones marinas, surgen los primeros anfibios y los
artrópodos terrestres, se origina la primera radiación adaptativa.

El Carbonífero, quinto período de la Era Paleozoica, va desde los 345 a los 280 millones de
años. En Estados Unidos este período

Se divide en dos épocas desiguales, el “ Misisipiense “ (abajo) y el

“Pensilvaniense “ (arriba). Se origina el Plegamiento Herciano, aparecen

los reptiles y se desarrolla la formación de los bosques.

El Permico, sexto y último período de la Era Paleozoica, va desde los 280 hasta los 230
millones de años. En este período se produce la extinción de muchos animales paleozoicos. Los
reptiles sufren la primera radiación.

En la siguiente figura mostramos el desarrollo de la XVIII Fase o Etapa de la evolución del


Planeta –Tierra, que forma parte de la Octava Era Geológica, que en la actualidad se conoce
como la “Era Secundaria o Mesozoica”.

Esta Era se divide en tres períodos desiguales en cuanto al tiempo de duración. Estos Períodos o
Sub-eras son: El Triásico, Jurásico y Cretásico.

El Triásico, es el primer período de la


Era Mesozioca, va desde los 230 a los
195 millones de años. Se espacian los
movimientos orogénicos, menor
numero de seismos y comienza a
decrecer en parte la actividad volcánica,
mientras en la superficie comienzan las
ruptura y separación del primitivo
continente de Gondwana, aumentan y
se diversifican los reptiles, aparecen los
primeros dinosaurios. De los reptiles
terápsidos derivan los primeros
mamíferos.

El Jurásico, es el segundo período de la Era Mesozoica, va desde los 195 hasta los 140 millones
de años. De una rama de los reptiles, aparecen las primeras aves y los mamíferos adquieren sus
caracteres típicos. Evolucionan y se diversifican los dinosaurios.

El Cretásico, es el último período de la Era Mesozoica, va desde los 140 a los 65 millones de
años. En este período se produce la extinción de los dinosaurios y otros organismos mesozoicos.
Abundan los Foraminíferos, surge la diversificación de los insectos y aparecen los mamíferos
insectívoros, antecesores de los primates y evolucionan y se diversifican las aves.

El desarrollo de la actividad sísmica y volcánica se espacia más en el tiempo, mientras la


Litosfera sigue aumentando de grosor. Esto contribuye a una mayor estabilidad de la propia
corteza terrestre.

En esta figura se desarrolla la XIX Fase o Etapa de la evolución del Planeta - Tierra, en la que
se representa la Novena Era Geológica, que hoy podemos conocer como la “Era Terciaria o
Cenozoica”.

Esta Era se divide en dos períodos desiguales, que son: el Paleógeno y el Neógeno.

El Peleógeno es el primer período de la


Era Terciaría o Cenozoica, que va
desde los 65 a los 23 millones de años.
Se desarrolla la orogenia alpina. Se
produce el desarrollo de los mamíferos
y las plantas con flores.

Aparecen los primates.

El Neógeno es el último de los dos periodos de la Era


Terciaría o Cenozoica, va desde los 23 a los 2 millones
de años. En conjunto se desarrolla otra etapa de la
evolución del Planeta Tierra. Aparecen los grandes
mamíferos corredores, evolucionan los primates y proliferan los grandes carnívoros, surgen los
primeros individuos claramente homínidos: los australopithecus. Continúa la deriva de los
continentes mientras se sigue desarrollando la evolución de las especies al tiempo que se
desarrollan grandes terremotos y numerosos volcanes, esta ha sido una constante en la
evolución del planeta Tierra.

En esta figura se desarrolla la XX Fase o Etapa de la evolución del Planeta – Tierra en la que se
representa la Décima Era Geológica, que hoy podemos conocer como la “Era Cuaternaria o
Neozoica”, que comprende un período de tiempo de unos 2 millones de años, desde finales del
Neógeno hasta nuestros días. Esta Era se divide en dos períodos de tiempo desiguales: El
Pleistoceno y El Holoceno.
El Pleistoceno es el primero de los de
los dos períodos de la Era Cuaternaria,
representa la última Era Glaciar.
Aparece el Homo Erectus y Homo
Sapiens, especies que derivaran en la
evolución del hombre actual.

El Holoceno, es el segundo y último período de la “Era


Cuaternaria o Neozoica” que llega hasta nuestros días, esto
incluye ya el tiempo presente y desde aquí hasta el futuro;
con esto completamos la historia de la Tierra desde el
principio o nacimiento de esta hasta nuestros días.

En el conjunto de estas Etapas, podemos ver el origen de nuestro planeta y el desarrollo de su


evolución, pese a la dificultad con que nos resulta hablar hoy de aquellos primeros tiempos.

Primero la evolución de la Estrella –Tierra y sus diversas fases y cambios de coloración a través
de las grandes Eras Geoestelares, hasta el colapso exterior de la Estrella, lo que lleva al
nacimiento de un planeta, “en este caso la Tierra”. Después continúa la evolución de este
planeta hasta nuestros días, ya a través de las Eras Geológicas que las hemos descrito tal y como
hoy se conocen.

Por este motivo en la superficie de los planetas se desarrollan los terremotos, los volcanes y
mantienen activas y en la zona del manto superior, las corrientes de convección así como el
desarrollo de otros fenómenos, como al principio eran los cataclismos, movimientos orogénicos
y epirogénicos, sobretodo dentro de las primeras Eras Geológicas, cuando la joven superficie
del planeta era frágil y delgada.

Como podemos comprender todo esto y mucho más se debe al núcleo o parte central del planeta
que es también el responsable de producir la fuerza de gravedad como tendremos ocasión de
comprobar en una nueva teoría que hemos desarrollado a este respecto para comprender mejor
el entorno y el planeta en que vivimos.

Posiblemente nada de esto es definitivo, que todo es todavía

relativamente mejorable o corregible objeto del más puro perfeccionamiento pero si, lo
comparamos con el conocimiento que había anteriormente podemos ver que sea avanzar.
La idea que tenemos de la antigüedad de la Tierra y de su duración infinita, es errónea, ninguna
de las dos es verdad, la antigüedad que tiene ahora mismo la Tierra, no supera los 500 millones
de años como planeta; otra cosa sería como estrella, es decir, desde su nacimiento como tal
cuerpo.

Esto lo podemos extraer de su periodo de rotación. Lo primero que hay que tener presente, es
que un millón de años, son muchos años, y que la naturaleza trabaja dentro de periodos de
tiempo mucho más cortos de lo que hoy se cree, por ejemplo: en la actualidad se dice que la
antigüedad de la Tierra es de 4.500 millones de años y esto sencillamente no es verdad, si lo
contrastamos con el actual periodo de rotación de la Tierra, que es el que marca la verdadera
edad de ésta; ahora mismo no se sabe con exactitud cual es la verdadera edad de nuestro
planeta.

Para esto hace falta hacer un estudio que tenga en cuenta la intensidad de la gravedad de nuestro
planeta, no la que se da hoy, pues esta no tiene sentido. Lo primero que tenemos que hacer es
conocer bien la fuerza de gravedad y cómo se produce ésta.

Hoy podemos afirmar que la edad de la Tierra no es de 4.500 Millones de años, sencillamente
porque el periodo de rotación de nuestro planeta es de 23 h 56 m 41 s y que, aunque llegase al
final, el cual implicaría la paralización de este movimiento, nunca podría alcanzar los 4.500
millones de años; lo máximo que le queda a la Tierra para que este movimiento se detenga son
unos 670 millones.

No pensaremos que la rotación de cada unos de los cuerpos es siempre la misma, cada cuerpo
tiene un periodo de rotación que determina la edad de ese cuerpo, y que viene dada por la
intensidad de la gravedad del mismo, por ejemplo, esto lo podemos apreciar en Venus; este
planeta tiene un diámetro parecido al de la Tierra (Venus 12. 104 y la Tierra 12.756 Km), sin
embargo el periodo de rotación de Venus es 242 veces más lento que el periodo de rotación de
la Tierra ( la Tierra, 23 h, 56 m. 41 s. = 1 día, mientras que el periodo de rotación de Venus es
de 5.832 h. = 243 días).

Sí la comparación la hacemos entre Mercurio y Júpiter, el primero tiene un periodo de rotación


de 1.398 h. mientras que el segundo lo hace sólo en 9,8 h. teniendo este último un diámetro unas
30 veces mayor que el primero (Júpiter 141,584 km y Mercurio 4.660 km) encontrándose el
primero a 58 millones de kilómetros del Sol y el segundo a 780 millones de kilómetros del
mismo astro.

¿Qué conclusión se puede extraer de todos estos datos, aunque estos sean aproximados?. Pues
que el periodo de rotación es variable en el tiempo, que la gravedad no es una fuerza eterna o
perpetua, que es una fuerza que disminuye con el tiempo o que la gravedad no es producida por
cualquier clase de masa, sino esta fuerza sería eterna, pensamos que la rotación cambia con el
tiempo, que estos movimientos disminuyen y disminuyen hasta desaparecer, dejando a los
cuerpos sin movimiento de rotación y mostrándonos siempre la misma cara o hemisferio al
centro de gravedad o al cuerpo que los hace girar que es el Sol.

Origen de la vida

De Wikipedia, la enciclopedia libre


Saltar a navegación, búsqueda
Estromatolitos del precámbrico en la Formación Siyeh, Parque Nacional de los Glaciares,
Estados Unidos. En 2002, William Schopf de la UCLA publicó un artículo en la revista Nature
defendiendo que este tipo de formaciones geológicas fueron creadas por cianofíceas fósiles
con una antigüedad de 3.500 millones de años.[1] De ser cierto, serían las formas de vida más
antiguas conocidas.

La cuestión del origen de la vida en la Tierra ha generado en las ciencias de la naturaleza un


campo de estudio especializado cuyo objetivo es dilucidar cómo y cuándo surgió. La opinión
más extendida en el ámbito científico establece la teoría de que la vida evolucionó de la materia
inerte en algún momento entre hace 4.400 millones de años, cuando se dieron las condiciones
para que el vapor de agua pudiera condensarse por primera vez[2] y 2.700 millones de años,
cuando aparecen los primeros indicios de vida, como la proporción entre los isótopos estables
de carbono (12C y 13C), de hierro (56Fe, 57Fe y 58Fe) y de azufre (32S, 33S, 34S y 36S) inducen a
pensar en un origen biogénico de los minerales y sedimentos que se produjeron en esa época[3] [4]
y los biomarcadores moleculares indican que ya existía la fotosíntesis.[5] [6] Además entrarían
aquí ideas e hipótesis sobre un posible origen extraterrestre de la vida (panspermia), que habría
sucedido durante los últimos 13.700 millones de años de evolución del Universo conocido tras
el Big Bang.[7]

El cuerpo de estudios sobre el origen de la vida forman un área limitada de investigación, a


pesar de su profundo impacto en la biología y la comprensión humana del mundo natural. En el
objetivo de reconstruir el evento se emplean diversos enfoques basados en estudios tanto de
campo como de laboratorio:

 Por una parte el ensayo químico en el laboratorio o la observación de procesos


geoquímicos o astroquímicos que produzcan los constituyentes de la vida en las
condiciones en las que se piensa que pudieron suceder en su entorno natural.
 En la tarea de determinar estas condiciones se toman datos de la geología de la edad
oscura de la tierra a partir de análisis radiométricos de rocas antiguas, meteoritos,
asteroides y materiales considerados prístinos, así como la observación astronómica
de procesos de formación estelar.
 Por otra parte, se intenta hallar las huellas presentes en los actuales seres vivos de
aquellos procesos mediante la genómica comparada y la búsqueda del genoma
mínimo.
 Y por último se trata de verificar las huellas de la presencia de la vida en las rocas,
como microfósiles, desviaciones en la proporción de isótopos de origen biogénico y el
análisis de entornos, muchas veces extremófilos semejantes a los paleoecosistemas
iniciales.

Los progresos en esta área son generalmente lentos y esporádicos, aunque aún atraen la atención
de muchos dada la importancia de la cuestión que se investiga. Existe una serie de
observaciones que apuntan las condiciones fisicoquímicas en las cuales pudo emerger la vida,
pero todavía no se tiene un cuadro razonablemente completo acerca de cómo pudo ser este
origen. Se han propuesto varias teorías, siendo las más importantes en cuanto al número y
calidad de investigadores que la apoyan la hipótesis del mundo de ARN y la Teoría del mundo
de hierro-sulfuro[8]

Estas explicaciones al ser de carácter científico, no pretenden discernir sobre aspectos religiosos
que examinan el papel de la voluntad divina en el origen de la vida (creacionismo), ni sobre
aspectos metafísicos que ilustren acerca las causas primigenias.
Historia del problema en la ciencia

La cuestió n de la generació n espontá nea: de Aristó teles a Pasteur


Artículo principal: Teoría de la generación espontánea

La concepción clásica de la abiogénesis, que actualmente se conoce más específicamente como


generación espontánea, sostenía que los organismos vivos complejos se generaban por la
descomposición de sustancias orgánicas. Por ejemplo, los ratones surgían espontáneamente en
el grano almacenado o que las larvas aparecían espontáneamente en la carne. El término fue
acuñado por el biólogo Thomas Huxley en su obra "Biogenesis and abiogenesis" en 1870.

La tesis de la generación espontánea fue defendida por Aristóteles, quien afirmaba, por ejemplo
que era una verdad patente que los pulgones surgían del rocío que cae de las plantas, las pulgas
de la materia en putrefacción, los ratones del heno sucio, los cocodrilos de los troncos en
descomposición en el fondo de las masas acuáticas, y así sucesivamente (Aristóteles, Generatio
Animalium e Historia Animalium). Todos ellos surgían merced a una suerte de fuerza vital a la
que da el nombre de Entelequia. El término empleado por Aristóteles y traducido
posteriormente por espontáneo es αυτοματικóς, es decir, fabricado por sí mismo.

La autoridad reconocida durante siglos a Aristóteles hizo que esta opinión prevaleciera durante
siglos y fuera admitida por pensadores tan ilustres como Descartes, Bacon o Newton. Por
ejemplo, en el siglo XVI, el químico y naturalista Jan Baptista van Helmont, padre de la
bioquímica, llega a afirmar en su obra Ortus medicinae 1648 que:
Los piojos, garrapatas, pulgas y gusanos surgen de nuestras vísceras y excrementos. Si
juntamos con trigo la ropa que usamos bajo nuestro atuendo cargada de sudor en un
recipiente de boca ancha, al cabo de 21 días cambian los efluvios penetrando a través de los
salvados del trigo, y transmutando éstos por ratones. Tales se pueden ver de ambos sexos y
cruzar con otros que hayan surgido del modo habitual...

En 1546 se posicionó en contra el médico Girolamo Fracastoro estableciendo la teoría de que


las enfermedades epidémicas estaban provocadas por pequeñas partículas diminutas e invisibles
o "esporas", que podrían no ser criaturas vivas, pero no fue aceptada ampliamente. Más tarde
Robert Hooke publicó los primeros dibujos sobre microorganismos en 1665. También se le
conoce por dar el nombre a la célula, que descubrió observando muestras de corcho.
Lazzaro Spallanzani, humanista, erudito y científico italiano, llamado el «biólogo de biólogos».
Uno de los primeros personajes que se preocupó de buscar una explicación científica al origen
de la vida, combatiendo la idea de la generación espontánea.

En el siglo XVII la generación espontánea comienzan a cuestionarse, por ejemplo Sir Thomas
Browne en su Pseudodoxia Epidemica, subtitulada Enquiries into Very many Received Tenets,
and Commonly Presumed Truths (Indagaciones sobre los principios tantas veces admitidos y las
verdades comúnmente supuestas), de 1646, un ataque a las falsas creencias y «errores
corrientes». Aunque sus conclusiones no se aceptaron por la mayoría. Por ejemplo, su
contemporáneo, Alexander Ross escribió:
Pues poner en cuestión esto [la generación espontánea] es poner en tela de juicio la razón, los
sentidos y la experiencia. Si duda de esto, que se vaya a Egipto y allí se encontrará con que los
campos se plagan de ratones, engendrados del barro del Nilo para gran calamidad de sus
habitantes.[9]

En 1676 Anton van Leeuwenhoek descubrió microorganismos, que según sus dibujos y
descripciones, podrían tratarse de protozoos y bacterias. Esto encendió el interés por el mundo
microscópico.[10] El descubrimiento de los microorganismos abre la puerta para que se deseche
la posibilidad de que los organismos superiores surjan por generación espontánea, estando
reservado este mecanismo para ellos. El primer paso en este sentido lo dio el italiano Francesco
Redi, quien probó en 1668 que no aparecía ninguna larva en la carne en descomposición cuando
se impedía que las moscas depositaran en ellas sus huevos. Desde el siglo XVII en adelante se
ha visto gradualmente que, al menos en el caso de todos los organismos superiores y visibles a
simple vista, era falso lo previamente establecido con respecto a la generación espontánea. La
alternativa parecía ser el aforismo omne vivum ex ovo: es decir, que todo lo que vive viene de
otro ser vivo preexistente (literalmente, del huevo). Sin embargo, el sacerdote católico inglés
John Needham defiende el supuesto de la abiogénesis para los microorganismos en su obra
Observations upon the generation, composition and descomposition of animal and vegetable
substances (Londres, 1749). Para ello realiza un experimento calentando un caldo mixto de
pollo y maíz puesto en un frasco de boca ancha. En el que aún aparecieron microbios a pesar de
haber sido tapado con un corcho.

En 1768 Lazzaro Spallanzani probó que los microbios venían del aire y se podían eliminar
mediante el hervido. Pero no fue hasta 1861 que Louis Pasteur llevó a cabo una serie de
cuidadosos experimentos que probaron que los organismos como los hongos y bacterias no
aparecían en los medios ricos en nutrientes por ellos mismos en materiales no vivos, lo cual
confirmaba la teoría celular.

Darwin

En una carta a Joseph Dalton Hooker del 1 de febrero de 1871,[11] Charles Darwin sugirió que la
chispa original de la vida pudo haber comenzado en un “pequeño charco cálido, con todo tipo
de sales fosfóricas y de amonio, en presencia además de luz, calor, electricidad, etc.; de modo
que se formara un compuesto proteico listo para sufrir cambios aún más complejos”. Continuó
explicando que “a día de hoy semejante material sería instantáneamente devorado o absorbido,
lo cual no habría sido el caso antes de que los seres vivos se hubieran formado”. [12] En otras
palabras, la presencia de la vida misma hace la búsqueda del origen de la vida dependiente de
las condiciones de esterilidad que se dan en el laboratorio. Más precisamente, el oxígeno
producido por las diferentes formas de vida es muy activo a escala molecular, lo cual perjudica
a cualquier intento de formación de vida.

Aleksandr Oparin (derecha) en el laboratorio.

Primeros planteamientos científicos: Oparin y Haldane


Artículos principales: Aleksandr Oparin y J.B.S. Haldane

Una vez desechada la generación espontánea, la cuestión del origen de la vida se retrotraía hacia
el origen de la primera célula. Los conocimientos de la astronomía y el origen del sistema solar
permitían especular sobre las condiciones en que surgió este sistema vivo. Simultáneamente,
Oparin y Haldane elaboraron una serie de hipótesis estableciendo, a partir de estas posibles
condiciones la secuencia probable de acontecimientos que originarían la vida.

Hasta 1924 no se realizó ningún progreso real, cuando Aleksandr Ivanovich Oparin demostró
experimentalmente que el oxígeno atmosférico impedía la síntesis de moléculas orgánicas que
son constituyentes necesarios para el surgimiento de la vida. Según el profesor Loren S. Graham
en su ensayo Science, philosophy, and human behavior in the Soviet Union. New York:
Columbia University Press.[13] Oparin recibió el impulso para comenzar sus investigaciones de
en un intento de demostrar el materialismo dialéctico en el contexto de la guerra fría en la
antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

En su obra El origen de la vida en la Tierra,[14] [15] Oparin exponía una teoría quimiosintética en
la que una «sopa primitiva» de moléculas orgánicas se pudo haber generado en una atmósfera
sin oxígeno a través de la acción de la luz solar. Éstas se combinarían de una forma cada vez
más compleja hasta quedar disueltas en una gotita de coacervado. Estas gotitas crecerían por
fusión con otras y se reproducirían mediante fisión en gotitas hijas, y de ese modo podrían haber
obtenido un metabolismo primitivo en el que estos factores asegurarían la supervivencia de la
"integridad celular" de aquellas que no acabaran extinguiéndose. Muchas teorías modernas del
origen de la vida aún toman las ideas de Oparin como punto de partida.

El mismo año J.B.S. Haldane también sugirió que los océanos pre-bióticos de la tierra, muy
diferentes de sus correspondientes actuales, habrían formado una «sopa caliente diluida» en la
cual se podrían haber formado los compuestos orgánicos, los constituyentes elementales de la
vida. Esta idea se llamó biopoesis, es decir, el proceso por el cual la materia viva surge de
moléculas autorreplicantes pero no vivas. [16]
Condiciones iniciales

El conocimiento de las condiciones iniciales es de extremada importancia para el estudio del


origen de la vida. Para ello se emplea la teoría geoquímica en el estudio de las rocas antiguas y
se efectúan simulaciones de laboratorio e in silico. Uno de los puntos centrales es determinar la
disponibilidad de elementos y moléculas esenciales, en especial metales, puesto que son
indispensables como cofactores en la bioquímica actual, así como su estado redox en las
distintas localizaciones.[17] Asimismo, es esencial datar las primeras manifestaciones de la vida
para aproximar el lapso de tiempo en el que estamos buscando. Según las evidencias actuales,
aunque están sujetas a controversia, la vida debió aparecer tras el enfriamiento del planeta que
siguió al intenso bombardeo tardío, hace unos 4.000 millones de años. Aunque todos los seres
vivos actuales parecen provenir de un único organismo ancestral, en este apartado cabe
preguntarse si hubo varias apariciones "fortuitas" de formas de vida tras la que sólo sobrevivió
una, o si bien esas formas de vida aún sobreviven porque no sabemos buscarlas, tal vez en
ambientes extremos como en las profundidades de la corteza continental o el manto.[17]

Primeras evidencias directas de aparició n de la vida

Representación artística del "océano de magma" que se cree que existió en la tierra tras su
formación, y posiblemente tras el impacto que formó la Luna. Se observan pequeñas islas de
roca en estado sólido, que formarían la corteza primigenia.
Una de las formas de verificar la actividad biológica es una curiosa propiedad de los sistemas
celulares, como la fotosíntesis que incorporan CO2 de diversas fuentes para organificarlo.
Existen dos isótopos estables del carbono, C12 y C13, siendo sus abundancias relativas fijas en la
atmósfera. Cuando se incorpora CO2 por un sistema biológico, este prefiere ligerísimamente el
isótopo más ligero, enriqueciendo las rocas carbonatadas en el otro isótopo. [18]

La prueba de una aparición temprana de la vida viene del cinturón supracortical de Isua en
Groenlandia occidental y formaciones similares en las cercanas islas de Akilia. El carbono que
forma parte de las formaciones rocosas tiene una concentración de δ 13C elemental de
aproximadamente −5.5, lo que debido a que en ambiente biótico se suele preferir el isótopo más
ligero del carbono,12C, la biomasa tiene una δ13C de entre −20 y −30. Estas «firmas» isotópicas
se preservan en los sedimentos y Mojzis[19] ha usado esta técnica para sugerir que la vida ya
existió en el planeta hace 3.850 millones de años. Lazcano y Miller (1994) sugieren que la
rapidez de la evolución de la vida está determinada por la tasa de agua recirculante a través de
las fumarolas submarinas centrooceánicas. La recirculación completa lleva 10 millones de años,
por ello cualquier compuesto orgánico producido por entonces podría ser alterado o destruido
por temperaturas que excedan los 300 °C. Ambos estiman que el desarrollo a partir de un
genoma de 100 kilobases de un heterótrofo primitivo de ADN/proteínas hasta la generación de
un genoma de 7.000 genes de una cianobacteria filamentosa hubiera requerido sólo 7 millones
de años.[20]

Composició n hadeica de la atmó sfera, los océanos y la corteza terrestre

La acreción y formación de la Tierra tuvo que haber tenido lugar en algún momento hace 4.500
- 4.600 millones de año, según diferentes métodos radiométricos.[21] La diferenciación del manto
terrestre, a partir de análisis de la serie samario/neodimio en rocas de Isua, Groenlandia, pudo
haber sido bastante veloz, tal vez en menos de 100 millones de años. [22] Posteriores estudios
confirman esta formación temprana de las capas de silicatos terrestres. [23]

Morse y MacKenzie han sugerido que los océanos podrían haber aparecido en el eón Hadeico
tan temprano como 200 millones de años después de la formación de la Tierra, [24] en un
ambiente caliente (100 °C) y reductor y con un pH inicial de 5.8 que subió rápidamente hacia la
neutralidad. Esta idea ha sido apoyada por Wilde[25] quien elevó la datación de los cristales de
zircón encontrados en cuarcitas metamorfizadas del Terrane de gneis del Monte Narryer, en
Australia occidental, del que previamente se pensaba que era de 4.100 - 4.200 millones de años
a 4.402 millones de años. Otros estudios realizados más recientemente en el cinturón de basalto
de Nuvvuagittuq, al norte de Quebec, empleando neodimio-142 confirman, estudiando rocas del
tipo faux-anfibolita, la existencia muy temprana de una corteza, con una datación de 4.360
millones de años.[26] Esto significa que los océanos y la corteza continental existieron dentro de
los 150 primeros millones de años tras la formación de la Tierra. A pesar de esto, el ambiente
hadeico era enormemente hostil para la vida. Se habrían dado frecuentes colisiones con grandes
objetos cósmicos, incluso de más de 500 kilómetros de diámetro, suficientes para vaporizar el
océano durante meses tras el impacto, lo que formaría nubes de vapor de agua mezclado con
polvo de rocas elevándose a elevadas altitudes que cubrirían todo el planeta. Tras unos cuantos
meses la altitud de esas nubes comenzaría a disminuir, pero la base de la nube continuaría aún
estando elevada probablemente durante los siguientes mil años, tras lo cual comenzaría a llover
a una altitud más baja. Durante 2.000 años las lluvias consumirían lentamente las nubes,
devolviendo los océanos a su profundidad original sólo 3.000 años tras el impacto. [27] El posible
bombardeo intenso tardío provocado probablemente por los movimientos posicionales de los
planetas gaseosos gigantes, que acribillaron la Luna y otros planetas interiores (Mercurio, Marte
y posiblemente la Tierra y Venus) hace entre 3.800 y 4.100 millones de años probablemente
habrían esterilizado el planeta si la vida ya hubiera aparecido en ese periodo.
Biogénesis en ambiente cálido contra frío

Si se examinan los periodos libres de cataclismos producidos por impactos de meteoros que
impedirían el establecimiento de protoorganismos autoreplicantes, la vida pudo haberse
desarrollado en diferentes ambientes primitivos. El estudio llevado a cabo por Maher y
Stephenson[28] muestra que si los sistemas hidrotermales marinos profundos propician un lugar
aceptable para el origen de la vida, la abiogénesis pudo haber sucedido en fechas tan tempranas
como entre hace 4.000 y 4.200 millones de años, mientras que si hubiera sucedido en la
superficie de la Tierra la abiogénesis sólo podría haber ocurrido hace entre 3.700 y 4.000
millones de años.

Otros trabajos de investigación sugieren un comienzo de la vida más frío. Los trabajos de
Stanley Miller mostraron que los ingredientes de la vida adenina y guanina requieren
condiciones de congelación para su síntesis, mientras que la citosina y el uracilo precisan
temperaturas de ebullición.[29] Basándose en estas investigaciones sugirió que el origen de la
vida implicaría condiciones de congelación y meteoritos impactando. [30]

Un nuevo artículo de la publicación Discover Magazine señala hacia la investigación de Stanley


Miller indicando que se pueden formar siete aminoácidos diferentes y 11 tipos de nucleobases
en hielo, como cuando se dejó amoníaco y cianuro en el hielo antártico entre 1972 y 1997,[31] y
una investigación llevada a cabo por Hauke Trinks mostrando la formación de moléculas de
ARN de 400 bases de longitud en condiciones de congelación utilizando un molde de ARN (una
cadena sencilla de ARN que guía la formación de una nueva cadena). A medida que la nueva
cadena de ARN crecía, los nuevos nucleótidos se iban adhiriendo al molde.[32] La explicación
dada para la inusitada velocidad de estas reacciones a semejante temperatura es que se trataba
de una congelación eutéctica. A medida que se forman cristales de hielo, éste permanece puro:
sólo las moléculas de agua se unen al cristal en crecimiento, mientras que las impurezas como la
sal o el cianuro quedan excluidas. Estas impurezas acaban apiñadas en bolsillos microscópicos
de líquido entre el hielo, y es esta concentración lo que hace que las moléculas choquen entre sí
con más frecuencia.[33]
La evolución y su relación con los modelos actuales del origen de la vida

Se ha discutido si el origen de la vida y el origen del proceso de evolución surgieron a la vez. Se


ha postulado que de forma equivalente a como actúa el proceso de evolución biológica en los
seres vivos, también actuarían los mecanismos evolutivos en compuestos químicos antes de que
hubiese vida. En este sentido, científicos como Martin A. Nowak y Hisashi Ohtsuki han
postulado cómo y cuándo la cinética química pasa a convertirse en una dinámica evolutiva;
formulando una teoría matemática general para el origen de la evolución. En ella se describe la
previda como un alfabeto de activos monómeros que forman al azar polímeros; siendo un
sistema generativo que puede producir la información, en la que originalmente se presenta una
preevolutiva dinámica de selección y mutación, pero no replicación, a diferencia de la vida. A
partir de análisis matemático se concluye que las mejores y más competentes candidatas
moleculares para la vida ya habían sido seleccionadas antes incluso de que empezaran a
reproducirse. Igualmente aunque la previda es un andamiaje en que se basa la vida, existe una
fase de transición, en la que si la tasa efectiva de replicación supera un valor crítico, entonces la
vida compite con la previda; y finalmente, la vida destruye a la previda. [34]
Modelos actuales

No existe un modelo del origen de la vida generalizado. Los modelos actualmente más
aceptados se construyen de uno u otro modo sobre cierto número de descubrimientos acerca del
origen de los componentes celulares y moleculares de la vida, enumerados en el orden más o
menos aproximado en el que se postula su emergencia:
1. Las posibles condiciones prebióticas terminaron con la creación de ciertas moléculas
pequeñas básicas (monómeros) de la vida, como los aminoácidos. Esto fue
demostrado en el experimento Urey-Miller llevado a cabo por Stanley L. Miller y
Harold C. Urey en 1953.
2. Los fosfolípidos (de una longitud adecuada) pueden formar espontáneamente bicapas
lipídicas, uno de los dos componentes básicos de la membrana celular.
3. La polimerización de los nucleótidos en moléculas de ARN al azar pudo haber dado
lugar a ribozimas autorreplicantes (hipótesis del mundo de ARN).
4. Las presiones de selección para una eficiencia catalítica y una diversidad mayor
terminaron en ribozimas que catalizaban la transferencia de péptidos (y por ende la
formación de pequeñas proteínas), ya que los oligopéptidos formaban complejos con
el ARN para formar mejores catalizadores. De ese modo surgió el primer ribosoma y la
síntesis de proteínas se hizo más prevalente.
5. Las proteínas superan a las ribozimas en su capacidad catalítica y por tanto se
convierten en el biopolímero dominante. Los ácidos nucleicos quedan restringidos a un
uso predominantemente genómico.

El origen de las biomoléculas básicas, aunque aún no se ha establecido, es menos controvertido


que el significado y orden de los pasos 2 y 3. Los reactivos químicos inorgánicos básicos a
partir de los cuales se formó la vida son el metano, amoníaco, agua, sulfuro de hidrógeno (H2S),
dióxido de carbono y anión fosfato.

Aún nadie ha sintetizado una protocélula utilizando los componentes básicos que tenga las
propiedades necesarias para la vida (el llamado enfoque "de abajo a arriba"). Sin esta prueba de
principio, las explicaciones tienden a quedarse cortas. No obstante, algunos investigadores están
trabajando en este campo, en especial Jack Szostak de la Universidad Harvard. Otros autores
han argumentado que un enfoque "de arriba a abajo" sería más asequible. Uno de estos intentos
fue realizado por Craig Venter y colaboradores en el Institute for Genomic Research. Utilizaba
ingeniería genética con células procariotas existentes con una cantidad de genes
progresivamente menor, intentando discernir en qué punto se alcanzaban los requisitos mínimos
para la vida. El biólogo John Desmon Bernal acuñó el término biopoiesis para este proceso, y
sugirió que había un número de "estadios" claramente definidos que se podían reconocer a la
hora de explicar el origen de la vida:

 Estadio 1: El origen de los monómeros biológicos.


 Estadio 2: El origen de los polímeros biológicos.
 Estadio 3: La evolución desde lo molecular a la célula.

Bernal sugirió que la evolución darwiniana pudo haber comenzado temprano, en algún
momento entre el estadio 1 y 2.

Origen de las moléculas orgá nicas

El experimento de Miller y Urey intentó recrear las condiciones químicas de la Tierra primitiva
en el laboratorio y sintetizó algunos de los «ladrillos» de la vida.

Los experimentos de Miller

Artículo principal: Experimento de Miller y Urey

Los experimentos, que comenzaron en 1953, fueron llevados a cabo por Stanley Miller, bajo
condiciones simuladas que recordaban aquéllas que se pensaba que habían existido poco
después de que la Tierra comenzara su acreción a partir de la nebulosa solar primordial. Los
experimentos se llamaron "experimentos de Miller". El experimento original de 1953 fue
realizado por Miller cuando era estudiante de licenciatura y su profesor Harold Urey. El
experimento usaba una mezcla altamente reducida de gases (metano, amoníaco e hidrógeno).
No obstante la composición de la atmósfera terrestre prebiótica aún resulta materia de debate.
Otros gases menos reductores proporcionan una producción y variedad menores. En un
momento se pensó que cantidades apreciables de oxígeno molecular estaban presentes en la
atmósfera prebiótica, que habrían impedido esencialmente la formación de moléculas orgánicas.
No obstante, el consenso científico actual es que éste no era el caso. El experimento mostraba
que algunos de los monómeros orgánicos básicos (como los aminoácidos) que forman los
ladrillos de los polímeros de la vida moderna se pueden formar espontáneamente. Las moléculas
orgánicas más simples están lejos de lo que es una vida autorreplicante completamente
funcional. Pero en un ambiente sin vida preexistente estas moléculas se podrían haber
acumulado y proporcionado un ambiente rico para la evolución química (teoría de la sopa).

Por otra parte, la formación espontánea de polímeros complejos a partir de los monómeros
generados abióticamente bajo esas condiciones no es un proceso tan sencillo. Además de los
monómeros orgánicos básicos necesarios, durante los experimentos también se formaron en
altas concentraciones compuestos que podrían haber impedido la formación de la vida.

Se ha postulado otras fuentes de moléculas complejas, incluyendo fuentes de origen


extraterrestres, estelares o interestelares. Por ejemplo, a partir de análisis espectrales, se sabe
que las moléculas orgánicas están presentes en meteoritos y cometas. En el 2004, un equipo
detectó trazas de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH's) en una nebulosa, la molécula
más compleja hasta la fecha encontrada en el espacio. El uso de PAH's también ha sido
propuesto como un precursor del mundo de ARN en la hipótesis del mundo de PAH's (PAH
world).

Sidney W. Fox.

Se puede argumentar que el cambio más crucial que aún sigue sin recibir respuesta por esta
teoría es cómo estos "ladrillos" orgánicos relativamente simples polimerizan y forman
estructuras más complejas, interactuando de modo consistente para formar una protocélula. Por
ejemplo, en un ambiente acuoso, la hidrólisis de oligómeros/polímeros en sus constituyentes
monoméricos está energéticamente favorecida sobre la condensación de monómeros
individuales en polímeros. Además, el experimento de Miller produce muchas substancias que
acabarían dando reacciones cruzadas con los aminoácidos o terminando la cadena peptídica.
Experimentos de Fox

Entre las décadas de los 50 y los 60, Sidney W. Fox estudiaba la formación espontánea de
estructuras peptídicas bajo condiciones que posiblemente pudieran haber existido
tempranamente en la historia de la Tierra. Demostró que los aminoácidos podían formar
espontáneamente pequeños péptidos. Estos aminoácidos y pequeños péptidos podían haber sido
estimulados para formar membranas esféricas cerradas, llamadas microesferas. Fox describió
este tipo de formaciones como «protocélulas», esferas de proteínas que podían crecer y
reproducirse.

Experimentos de Joan Oró. Bases nitrogenadas

Joan Oró fue un español que obtuvo en sus experimentos sobre el origen de la vida bases
nitrogenadas, que son los elementos fundamentales del ADN.

En 1961 Juan Oró, añadió ácido cianhídrico al caldo primigenio y obtuvo algunas purinas. En
1962, en otro experimento, añadió formaldehído y consiguió la síntesis de dos azúcares, ribosa y
desoxirribosa, componentes de soporte de los ácidos nucléicos en el ADN y ARN.

Hipótesis de Eigen

A principios de los años 1970 se organizó una gran ofensiva al problema del origen de la vida
por un equipo de científicos reunidos en torno a Manfred Eigen del instituto Max Planck.
Intentaron examinar los estados transitorios entre el caos molecular de una sopa prebiótica y los
estados transitorios de un hiperciclo de replicación, entre el caos molecular en una sopa
prebiótica y sistemas macromoleculares autorreproductores simples.

En un hiperciclo, el sistema de almacenamiento de información (posiblemente ARN) produce


una enzima, que cataliza la formación de otro sistema de información en secuencia hasta que el
producto del último ayuda a la formación del primer sistema de información. Con un
tratamiento matemático, los hiperciclos pueden crear cuasiespecies, que a través de selección
natural entraron en una forma de evolución darwiniana. Un impulso a la teoría del hiperciclo fue
el descubrimiento de que el ARN, en ciertas circunstancias se transforma en ribozimas, una
forma de enzima de ARN.

Hipótesis de Wächstershäuser
Fumarolas negras. Algunas teorías afirman que la vida surgió en las proximidades algún tipo de
fuente hidrotermal submarina.

Artículo principal: Teoría del mundo de hierro-sulfuro

Otra posible respuesta a este misterio de la polimerización fue propuesta por Günter
Wächtershäuser en 1980, en su teoría del hierro-sulfuro. En esta teoría, postuló la evolución de
las rutas (bio) químicas como el fundamento de la evolución de la vida. Incluso presentó un
sistema consistente para rastrear las huellas de la actual bioquímica desde las reacciones
ancestrales que proporcionaban rutas alternativas para la síntesis de «ladrillos orgánicos» a
partir de componentes gaseosos simples.

Al contrario que los experimentos clásicos de Miller, que dependían de fuentes externas de
energía (como relámpagos simulados o irradiación UV), los «sistemas de Wächstershäuser»
vienen con una fuente de energía incorporada, los sulfuros de hierro y otros minerales (por
ejemplo la pirita). La energía liberada a partir de las reacciones redox de esos sulfuros
metálicos, no sólo estaba disponible para la síntesis de moléculas orgánicas, sino también para
la formación de oligómeros y polímeros. Se lanza por ello la hipótesis de que tales sistemas
podrían ser capaces de evolucionar hasta formar conjuntos autocatalíticos de entidades
autorreplicantes metabólicamente activas que serían los precursores de las actuales formas de
vida.

El experimento tal y como fue llevado a cabo rindió una producción relativamente pequeña de
dipéptidos (del 0,4% al 12,5 %) y una producción inferior de tripéptidos (0,003%) y los autores
advirtieron que «bajo estas mismas condiciones los dipéptidos se hidrolizaban rápidamente.»[35]
Otra crítica del resultado es que el experimento no incluía ninguna organomolécula que pudiera
con mayor probabilidad dar reacciones cruzadas o terminar la cadena (Huber y Wächsterhäuser,
1998).
La última modificación de la hipótesis del hierro-sulfuro fue propuesta por William Martin y
Michael Russell en 2002.[36] De acuerdo con su escenario, las primeras formas celulares de vida
pudieron haber evolucionado dentro de las llamadas «chimeneas negras» en las profundidades
donde se encuentran las zonas de expansión del fondo oceánico. Estas estructuras consisten en
cavernas a microescala que están revestidas por delgadas paredes membranosas de sulfuros
metálicos. Por tanto, estas estructuras resolverían varios puntos críticos de los sistemas de
Wächstershäuser «puros» de una sola vez:

1. Las microcavernas proporcionan medios para concentrar las moléculas recién


sintetizadas, por tanto aumentando la posibilidad de formar oligómeros.
2. Los abruptos gradientes de temperatura que se encuentran dentro de una chimenea
negra permiten establecer «zonas óptimas» de reacciones parciales en diferentes
regiones de la misma (por ejemplo la síntesis de monómeros en las zonas más
calientes, y la oligomerización en las zonas más frías).
3. El flujo de agua hidrotermal a través de la estructura proporciona una fuente
constante de «ladrillos» y energía (sulfuros metálicos recién precipitados).
4. El modelo permite una sucesión de diferentes pasos de evolución celular (química
prebiótica, síntesis de monómeros y oligómeros, síntesis de péptidos y proteínas,
mundo de ARN, ensamblaje de ribonucleoproteínas y mundo de ADN) en una única
estructura, facilitando el intercambio entre todos los estadios de desarrollo.
5. La síntesis de lípidos como medio de «aislar» las células del medio ambiente no es
necesaria hasta que básicamente estén todas las funciones celulares desarrolladas.

Este modelo sitúa al último antepasado común universal (LUCA, del inglés Last Universal
Common Ancestor) dentro de una chimenea negra, en lugar de asumir la existencia de una
forma de vida libre de LUCA. El último paso evolutivo sería la síntesis de una membrana
lipídica que finalmente permitiera al organismo abandonar el sistema en el interior de la
microcaverna de las chimeneas negras y comenzar su vida independiente. Este postulado de una
adquisición tardía de los lípidos es consistente con la presencia de tipos completamente
diferentes de lípidos de membrana en arqueobacterias y eubacterias (más los eucariotas) con una
fisiología altamente similar en todas las formas de vida en otros aspectos.

Otro asunto sin resolver en la evolución química es el origen de la homoquiralidad, por ejemplo
todos los monómeros tienen la misma "mano dominante" (los aminoácidos son zurdos y los
ácidos nucleicos y azúcares son diestros). La homoquiralidad es esencial para la formación de
ribozimas funcionales (y probablemente también de proteínas). El origen de la homoquiralidad
podría explicarse simplemente por una asimetría inicial por casualidad seguida de una
descendencia común.

Los trabajos llevados a cabo en 2003 por científicos de Purdue identificaron el aminoácido
serina como la probable raíz que provoca la homoquiralidad de las moléculas. La serina produce
enlaces particularmente fuertes con los aminoácidos de la misma quiralidad, lo cual resulta en
un grupo de ocho moléculas que podrían todas ella ser diestras o zurdas. Esta propiedad se
contrapone a la de otros aminoácidos que son capaces de formar enlaces débiles con los
aminoácidos de quiralidad opuesta. Aunque el misterio de por qué acabó siendo dominante la
serina zurda aún está sin resolver, los resultados sugieren una respuesta a la cuestión de la
transmisión quiral: el cómo las moléculas orgánicas de una quiralidad mantienen la dominancia
una vez que se establece la asimetría.

Teoría de la playa radioactiva

Zachary Adam[37] de la Universidad de Washington en Seattle afirma que procesos mareales


mayores que los actuales, producidos por una luna situada a una distancia mucho menor podrían
haber concentrado partículas radiactivas de uranio y otros elementos radiactivos en la marea alta
en las playas primordiales donde debieron haber sido los responsables de generar los
componentes elementales de la vida. De acuerdo con los modelos de computación publicados en
Astrobiology[38] un depósito de tales materiales radiactivos podría haber mostrado la misma
reacción nuclear autosostenida que se encuentra en el yacimiento de Uranio de Oklo, en Gabón.
Esta arena radiactiva proporciona suficiente energía para generar moléculas orgánicas, como
aminoácidos y azúcares a partir de acetonitrilo procedente del agua. La monazita radiactiva
también libera fosfatos solubles en las regiones que se encuentran entre los granos de arena,
haciéndolos biológicamente accesibles. Así pues los aminoácidos, azúcares y fosfatos solubles
pueden ser producidos simultáneamente, de acuerdo con Adam. Los actínidos radiactivos, que
entonces se encontraban en mayores concentraciones, pudieron haber formado parte de
complejos órgano-metálicos. Estos complejos pudieron haber sido importantes como primeros
catalizadores en los procesos de la vida.

John Parnell de la Universidad de Aberdeen sugiere que tales procesos formaron parte del
«crisol de la vida» en los comienzos de cualquier planeta rocoso hasta que éste fuera lo
suficientemente grande para generar un sistema de tectónica de placas que aportara minerales
radiactivos a la superficie. Puesto que se cree que la Tierra en sus orígenes estaba formada por
muchas «microplacas», se darían condiciones favorables para este tipo de procesos.

Homoquiralidad

Algunos procesos de la evolución química deberían explicar el origen de la homoquiralidad, es


decir, el hecho de que todos los componentes elementales de los seres vivos tienen la misma
quiralidad, siendo los aminoácidos levógiros, los azúcares ribosa y desoxirribosa de los ácidos
nucleicos son dextrógiros, así como los fosfoglicéridos quirales. Se pueden sintetizar moléculas
quirales, pero en ausencia de una fuente de quiralidad o de un catalizador quiral se forman en
una mezcla 50/50 de ambos enantiómeros, a la cual se le llama mezcla racémica. Clark sugirió
que la homoquiralidad pudo comenzar en el espacio, puesto que los estudios sobre los
aminoácidos del meteorito Murchison mostraron que la L-alanina era dos veces más frecuente
que la forma D, y el ácido L-glutámico era 3 veces más prevalente que su contrapartida
dextrógira. Se ha sugerido que la luz polarizada tuvo el poder de destruir uno de los
enantiómeros dentro del disco protoplanetario. Noyes ha demostrado que la desintegración beta
provocaba la destrucción de la D-leucina en una mezcla racémica y que la presencia de 14C,
presente en grandes cantidades en las sustancias orgánicas del ambiente temprano de la tierra,
podría haber sido la causa.[39] Robert M. Hazen ha publicado informes de experimentos
realizados en distintas superficies cristalinas quirales que actuaban como posibles lugares de
concentración y ensamblaje de monómeros quirales en macromoléculas. [40] Una vez estabilizado
el sistema, la quiralidad podría haber sido seleccionada favorablemente por la evolución. [41] Los
trabajos con compuestos orgánicos encontrados en meteoritos tienden a sugerir que la quiralidad
es una característica de la sínteis abiogénica, puesto que los aminoácidos actuales son levógiros,
mientras que los azúcares son predominantemente dextrógiros. [42]

Autoorganización y replicación

Artículo principal: Autoorganización

Si se considera, como a menudo sucede, que la autoorganización y autoreplicación son los


procesos principales que caracterizan a los sistemas vivos, hay que decir que hay muchos tipos
de moléculas abióticas que exhiben estas características en las condiciones adecuadas. Por
ejemplo, Martin y Russel mostraron que la formación de un compartimento distinto del
ambiente por membranas celulares y la autoorganización de reacciones redox autocontenidas
son los atributos más conservados entre los seres vivos, y esto les lleva a argumentar que la
materia inorgánica con estos atributos podrían estar entre los atributos más probables del
antepasado común de todos los seres vivos.[43]

De las moléculas orgá nicas a las protocélulas

La cuestión de cómo unas moléculas orgánicas simples forman una protocélula lleva mucho
tiempo sin respuesta, pero existen muchas hipótesis. Algunas de éstas postulan una temprana
aparición de los ácidos nucleicos (teorías denominadas «primero los genes») mientras que otras
postulan que primero aparecieron las reacciones bioquímicas y las rutas metabólicas (las
«primero el metabolismo»). Recientemente están apareciendo tendencias con modelos híbridos
que combinan aspectos de ambas.

Modelos «primero los genes»: el mundo de ARN

ARN con sus bases nitrogenadas a la izquierda y ADN a la derecha.

Artículo principal: hipótesis del mundo de ARN

La hipótesis del mundo de ARN fue enunciada por Walter Gilbert, de Harvard con base en los
experimentos de Thomas Cech (Universidad de Colorado) y Sidney Altman (Yale) en 1980.[44]
Sugiere que las moléculas relativamente cortas de ARN se podrían haber formado
espontáneamente de modo que fueran capaces de catalizar su propia replicación continua. Es
difícil de calibrar la probabilidad de esta formación. Se han expuesto algunas hipótesis de cómo
pudo haber sucedido. Las primeras membranas celulares pudieron haberse formado
espontáneamente a partir de proteinoides (moléculas similares a proteínas que se producen
cuando se calientan soluciones de aminoácidos). Cuando están presentes a la concentración
correcta en solución acuosa, forman microesferas que, según se ha observado, presentan una
conducta similar a los compartimentos rodeados de membrana.

Otras posibilidades incluyen sistemas de reacciones químicas que tienen lugar en el interior de
sustratos de arcilla o en la superficie de rocas piríticas. Entre los factores que apoyan un papel
importante para el ARN en la vida primitiva se incluye su habilidad para replicar (véase el
Monstruo de Spiegelman); su habilidad para actuar tanto para almacenar información y catalizar
reacciones químicas (como ribozimas); su papel extremadamente importante como
intermediario en la expresión y mantenimiento de la información genética (en forma de ADN)
en los organismos modernos y en la facilidad de su síntesis química o al menos de los
componentes de la molécula bajo las condiciones aproximadas de la Tierra primitiva. Se han
producido artificialmente en el laboratorio moléculas de ARN relativamente cortas capaces de
duplicar a otras.[45]
Un punto de vista ligeramente distinto sobre esta misma hipótesis es la de que un tipo diferente
de ácido nucleico, como los ácidos nucleicos peptídicos (ANP) o los ácidos nucleicos de treosa
(TNA) fueron los primeros en emerger como moléculas autorreproductoras para ser
reemplazadas por el ARN sólo después.[46] [47]

Aún quedan algunos problemas con la hipótesis del mundo de ARN, en particular la
inestabilidad del ARN cuando se expone a la radiación ultravioleta, la dificultad de activar y
ligar los nucleótidos y la carencia de fosfato disponible en solución requerida para construir su
columna vertebral y la inestabilidad de la base citosina (que es susceptible a la hidrólisis).
Recientes experimentos también sugieren que las estimaciones originales del tamaño de una
molécula de ARN capaz de autorreplicación eran muy probablemente ampliamente
subestimadas. Formas más modernas de la teoría del mundo de ARN proponen que una simple
molécula era capaz de autorreplicación (que otro "mundo" por tanto evolucionó con el tiempo
hasta producir el mundo de ARN). En este momento, no obstante, las distintas hipótesis tienen
insuficientes pruebas que lo apoyen. Muchas de éstas pueden ser simuladas y probadas en el
laboratorio, pero la ausencia de rocas sedimentarias sin alterar de un momento tan temprano en
la historia de la Tierra nos deja pocas oportunidades de probar robustamente esta hipótesis.

Modelos «primero el metabolismo»: el mundo de hierro-sulfuro y otros

Artículo principal: Teoría del mundo de hierro-sulfuro

Chimeneas de Tynagh (círculos oscuros) junto con burbujas. Según una teoría [48] los lugares
donde surgió el metabolismo podrían ser semejantes a estas formaciones.

Algunos modelos rechazan la idea de la autorreplicación de un «gen desnudo» y postulan la


emergencia de un metabolismo primitivo que pudo proporcionar un ambiente para la posterior
emergencia de la replicación del ARN. Una de las más tempranas encarnaciones de esta idea fue
presentada en 1924 por la noción de Alexander Oparin de primitivas vesículas autorreplicantes
que precedieron al descubrimiento de la estructura del ADN. Las variantes más recientes de los
años 1980 y 1990 incluyen la teoría del mundo de hierro-sulfuro de Günter Wächtershäuser y
modelos presentados por Christian de Duve basados en la química de los tioésteres.

Entre algunos modelos más abstractos y teóricos de la plausibilidad de la emergencia del


metabolismo sin la presencia de genes se incluye un modelo matemático presentado por
Freeman Dyson a principios de los años 1980 y la noción de Stuart Kauffman de conjuntos
colectivamente autocatalíticos, discutidos ya avanzada la década. Sin embargo, la idea de que
un ciclo metabólico cerrado, como el ciclo reductor del ácido cítrico propuesto por Günter
Wächstershäuser, pudo formarse espontáneamente, aún permanece sin pruebas. De acuerdo con
Leslie Orgel, un líder en los estudios sobre el origen de la vida durante algunas de las pasadas
décadas, hay razones para creer que la afirmación permanecerá así. En un artículo titulado Self-
Organizing Biochemichal Cycles,[49] Orgel resume su análisis de la propuesta estipulando que
«por ahora no existe razón para esperar que ciclos de múltiples pasos como el ciclo reductor
del ácido cítrico pudiera autoorganizarse en la superficie de FeS/FeS 2 o de algún otro
mineral». Es posible que otro tipo de ruta metabólica fuera usada en los comienzos de la vida.
Por ejemplo, en lugar del ciclo reductivo del ácido cítrico, la ruta abierta del acetil-CoA (otra de
las cuatro vías reconocidas de fijación de dióxido de carbono en la naturaleza actualmente)
podría ser más compatible con la idea de autoorganización en una superficie de sulfuro
metálico. La enzima clave de esta vía, monóxido de carbono deshidrogenasa/acetil-CoA tiene
anclados grupos mixtos de sulfuro de hierro y níquel en sus centros de reacción y cataliza la
formación de acetil-CoA (que podría ser recordado como una forma moderna de acetilo-tiol) en
un único paso.

Teoría de la burbuja

Las olas que rompen en las costas crean una delicada espuma compuesta por burbujas. Los
vientos que barren el océano tienen tendencia a llevar cosas a la costa, de forma similar a la
madera que se junta a la deriva en una playa. Es posible que las moléculas orgánicas se pudieran
concentrar en los bordes costeros de un modo parecido. Las aguas costeras más someras
también tienden a ser más cálidas, concentrando más tarde las moléculas orgánicas por
evaporación. Mientras las burbujas formadas mayormente por agua estallan rápidamente,
sucede que las burbujas de grasas son mucho más estables, dándole más tiempo a cada burbuja
en particular para llevar a cabo estos cruciales experimentos.

Los fosfolípidos son un buen ejemplo de un compuesto graso que se cree que fue prevalente en
los mares prebióticos. Debido a que los fosfolípidos contienen una cabeza hidrofóbica en un
extremo y una cola hidrofílica en el otro, tienen tendencia a formar espontáneamente bicapas
lipídicas en agua. Una burbuja de monocapa lipídica sólo puede contener grasa y una burbuja de
bicapa lipídica sólo puede contener agua y fue un probable precursor de las modernas
membranas celulares. Si una proteína acaba incrementando la integridad de su burbuja nodriza,
entonces la burbuja tiene una gran ventaja y acaba situándose en la cúspide de la selección
natural. La primitiva reproducción se podría visualizar cuando las burbujas estallaban, liberando
el resultado del experimento en su medio circundante. Una vez que se libera una cantidad
suficiente del "material correcto", el desarrollo de los primeros procariotas, eucariotas y
organismos multicelulares se podía lograr.[50] De modo similar, las burbujas formadas
completamente por moléculas similares a proteínas, llamadas microesferas, se formarían
espontáneamente bajo las condiciones adecuadas. Pero no hay precursores probables de las
modernas membranas celulares, puesto que las membranas celulares están compuestas
primariamente de componentes lipídicos más que de componentes aminoacídicos.

Un modelo reciente puesto a punto por Fernando y Rowe[51] sugiere que el confinamiento de un
metabolismo autocatalítico no-enzimático dentro de las protocélulas podría haber sido un modo
de evitar el problema de las reacciones colaterales que son típicas de los modelos de
"metabolismo primero".

Modelos híbridos

Una creciente comprensión de los fallos de los modelos que consideran puramente "primero los
genes" o «primero el metabolismo» está llevando a tendencias hacia modelos que incorporan
aspectos de ambos. Concretamente, y basándose en la implausibilidad logística del modelo de
mundo de ARN, Robert Griffith ha establecido un modelo de cooperación entre el ARN, los
primitivos péptidos y lípidos cuya secuencia sería como sigue: La materia orgánica generada
mediante síntesis abiótica en los océanos primitivos se separaría en fases por densidad y
solubilidad. La síntesis de monómeros complejos y también de polímeros tendría lugar en
superficies hidrofílicas y en sus proximidades (interfases) tanto con el medio acuoso como
aéreo. La replicación y la traducción encontraría su lugar idóneo en la interfase de elementos
emulsificados de caracter hidrofóbico. Los primeros ácidos nucleicos codificarían
preferentemente arginina. Estos péptidos enriquecidos en arginina servirían para secuestrar y
transferir enlaces de fosfato ricos en energía. Esto haría que los péptidos fueran esenciales para
el mantenimiento de los ácidos nucleicos, ricos en fosfato, y al mismo tiempo los mantendrían
cerca de las interfases lipídicas.[52]
Otros modelos

Autocatá lisis

El etólogo británico Richard Dawkins escribió sobre la autocatálisis como una explicación
potencial para el origen de la vida en su libro La historia del antepasado (2004). Los
autocatalizadores son substancias que catalizan su propia producción y tienen por tanto la
propiedad de ser un replicador molecular simple. En este libro, Dawkins cita experimentos
llevados a cabo por Julius Rebek y colaboradores en el Sripps Research Institute de California
en el que combinan aminoadenosina y éster de pentafluorofenilo con el autocatalizador éster
triacído de aminoadenosina (AATE). Un sistema del experimento contenía variantes de AATE
que catalizaban su propia síntesis. Este experimento demostraba la posibilidad de que la
autocatalisis podía mostrar competición entre una población de entidades con herencia, que
podía ser interpretada como una forma rudimentaria de selección natural.

Teoría de la arcilla

Graham Cairns-Smith, de la universidad de Glasgow, presentó una hipótesis sobre el origen de


la vida en 1985 basada en la arcilla y fue adoptada como una ilustración plausible por sólo unos
pocos científicos (incluyendo a Richard Dawkins). La teoría de la arcilla postula que las
moléculas orgánicas complejas crecieron gradualmente en una plataforma de replicación no
orgánica preexistente -cristales de silicato en disolución-. La complejidad de las moléculas
acompañantes que se desarrollaba como una función de las presiones de selección en tipos de
cristales de arcilla es entonces extraída para servir a la replicación de moléculas orgánicas
independientemente de su "pista de despegue" en su silicato.

Cairns-Smith es un firme crítico de otros modelos de evolución química. [53] No obstante, él


admite que, como muchos modelos del origen de la vida, el suyo también tiene defectos
(Horgan 1991). Es verdaderamente, "sacar la vida de debajo de las piedras".

Peggy Rigou del Instituto Nacional de Investigación Agronómica de EE. UU. (INRA), en Jouy-
en-Josas, Francia, publicó en la edición del 11 de febrero de Science News que los priones son
capaces de unirse a partículas de arcilla y abandonar estas partículas cuando la arcilla se carga
negativamente. Mientras no se hace ninguna referencia en el apartado de implicaciones para las
teorías del origen de la vida, esta investigación podría sugerir que los priones son una ruta
probable hacia las primeras moléculas reproductoras. En 2007, Kahr y colaboradores publicaron
sus experimentos que examinan la idea de que los cristales pueden actuar como una fuente de
información transferible, usando cristales de ftalato de potasio hidrogenado. Los cristales
"Madre" con imperfecciones fueron cortados y usados como semillas para criar cristales "hijos"
a partir de la disolución. Entonces examinaron la distribución de las imperfecciones en el
sistema cristalino y encontraron que las imperfecciones de los cristales madre realmente se
reproducían en los hijos. Los cristales hijos tenían muchas imperfecciones adicionales. Para una
conducta paragenética las imperfecciones adicionales deberían ser mucho menores que las de
los padres, y de ahí que Kahr concluya que los cristales "no eran lo suficientemente fieles como
para almacenar información de una generación a la siguiente"[54] [55]
Modelo de Gold de "Biosfera profunda y caliente"

El descubrimiento de los nanobios (estructuras filamentosas más pequeñas que las bacterias que
contienen ADN) en rocas profundas, llevó a una teoría controvertida presentada por Thomas
Gold a principios de los años 1990 en la que se exponía que la vida se desarrolló al principio no
en la superficie de la Tierra, sino varios kilómetros bajo la superficie. Ahora se sabe que la vida
microbiana es abundante a más de cinco kilómetros bajo la superficie de la Tierra en forma de
arqueobacterias, que se considera que se originaron o antes o aproximadamente al mismo
tiempo que las eubacterias, muchas de las cuales viven en la superficie (incluyendo los
océanos). Se ha afirmado que el descubrimiento de vida microbiana bajo la superficie de otro
cuerpo del Sistema Solar daría un crédito significativo a esta teoría. También decía que un
suministro de nutrientes de una fuente profunda e inalcanzable promovería la supervivencia
porque la vida que surge en un montón de materia orgánica probablemente consumiría todo su
alimento y acabaría extinguiéndose.

El mundo de lípidos

Hay una teoría que afirma que las primeras substancias autorreplicantes eran de tipo lipídico.[56]
Se sabe que los fosfolípidos forman bicapas en el agua si están sometidas a agitación. Esta
estructura es idéntica a la de las membranas celulares. Estas moléculas no se encontraban en la
tierra primigenia, aunque otras cadenas anfifílicas largas también forman membranas. Además,
estos cuerpos se pueden expandir (por inserción de lípidos adicionales) y bajo una expansión
excesiva pueden sufrir escisiones espontáneas que conservan el mismo tamaño y composición
de lípidos en ambas progenies. La idea principal de esta teoría es que la composición molecular
de los cuerpos lipídicos es la primera forma de almacenar información y la evolución conduce a
la aparición de entidades poliméricas como el ARN o el ADN que pueden almacenar
información favorablemente. Aún no se ha hablado de ningún mecanismo que apoye la teoría
del mundo de lípidos.

El modelo del polifosfato

El problema con muchos de los modelos de abiogénesis es que el equilibrio termodinámico


favorece a los aminoácidos dispersos antes que a sus polímeros, los polipéptidos; es decir, que
la polimerización es endotérmica. Lo que hace falta es una causa que promueva la
polimerización. Una solución al problema puede encontrarse en las propiedades de los
polifosfatos.[57] [58] Los polifosfatos se forman por la polimerización de los iones ordinarios de
monofosfato (PO4-3) bajo la acción de la radiación ultravioleta. Los polifosfatos pueden catalizar
la polimerización de los aminoácidos a polipéptidos, reduciendo la barrera de energía y
haciendo así factible el proceso.

Hipó tesis del mundo de HAP


Ensamblaje de un apilamiento de HAPs.

Artículo principal: Hipótesis del mundo de HAP

Se ha postulado otras fuentes de moléculas complejas, incluyendo algunas de origen


extraterrestre, estelar o interestelar. Por ejemplo, se sabe a partir de análisis espectrales y
directos que las moléculas orgánicas están presentes en cometas y meteoritos. En 2004, un
equipo de investigación detecto trazas de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs) en una
nebulosa.[59] Éstas son las moléculas más complejas encontradas en el espacio hasta el momento.
El uso de los HAP ha sido también propuesto como precursor del mundo de ARN en la
hipótesis del mundo de HAP.[60] El Telescopio espacial Spitzer ha detectado recientemente una
estrella, la HH 46-IR, que está formándose en un proceso similar al del Sol. En el disco de
material que rodea la estrella hay una gran variedad de moléculas que incluyen los compuestos
de cianuro, hidrocarburos e hidróxido de carbono. También se han encontrado HAPs por toda la
superficie de la galaxia M81, que está a 12 millones de años luz de la Tierra, confirmando su
amplia distribución en el espacio.[61]

El modelo de la ecopoiesis

El modelo de la ecopoiesis ha sido desarrollado por los científicos brasileños Félix de Sousa y
Rodrigues Lima.[62] Es un modelo que integra elementos y observaciones de varios otros. En
esta teoría es el ambiente físico (Οικος) el que promueve la aparición de la vida en los estadios
tempranos en lugar de hacerlo la aparición al azar de organismos que posteriormente
condicionan el entorno, en especial, en cuanto a la acumulación de oxígeno. Propone que los
ciclos geoquímicos de los elementos biogénicos, dirigidos por una atmósfera primordial rica en
oxígeno procedente de la fotólisis del vapor de agua evaporado de los océanos e hipercarbónica,
pudieron ser la base de un metabolismo planetario de carácter espacialmente continuo y global,
que habría precedido y condicionado la aparición gradual de una vida como la actual,
organizada en organismos discontinuos (individualizados). Algunas de sus predicciones serían
las siguientes:

 La fotólisis y posterior escape del hidrógeno acumularía una cantidad significativa de


oxígeno en la atmósfera primitiva.
 Se generaría un potencial redox entre las zonas de producción fotolítica de oxígeno y
el ambiente submarino con minerales reductores, en especial, de hierro divalente.
 Estas interacciones darían lugar a un metabolismo global de base geoquímica, el
holoplasma, con la aparición de "ciclos" (como los actuales del carbono o del fosfato)
de elementos biogénicos.
 Este «protometabolismo» debería ser congruente con las principales rutas metabólicas
que encontramos hoy en día.
 En el medio hipercarbónico aumentan los cationes divalentes y por ello la
carboxilación (fijación de CO2 a otras moléculas) es energéticamente favorable. Se
requeriría, no obstante, de ciertos hidrocarburos de la litosfera, en especial acetileno,
que podría convertirse por hidratación y carboxilación en intermediarios del ciclo de
Krebs reversible. Este sería el elemento más característico de la circulación del
carbono en la ecosfera primitiva.
 Se aplica el principio de congruencia: Se postula la existencia de una continuidad entre
los factores protobiológicos ambientales y el metabolismo actual. Éste se puede
rastrear en las coenzimas claves. Posteriormente se produciría la incorporación de
estas actividades a unidades catalíticas durante el mundo de ARN. El hecho de que
estas coenzimas estén relacionadas estructuralmente con los nucleótidos con ribosa
parece confirmar este extremo. El ambiente hipercarbónico también favorecería la
propagación quiral de uno de los enantiómeros una vez seleccionado.
 El camino hacia las protocélulas se realizaría mediante una sucesión de «hábitos». En
principio habría una agregación de materia orgánica (hábito flocular) debida a
principios sencillos como la baja actividad de agua, la coalescencia hidrófoba y la
formación de tioácidos y su extracción parcial en la fase lipídica.
 En la siguiente fase evolutiva (hábito reticular) aumenta la integración entre las fases
de los flóculos (lipídica, peptídica y de polímeros fosforilados) dando lugar a la
traducción. Se agregarían vacuolas "metabólicas" con vacuolas ácidas o respiratorias,
dando lugar a retículos que posteriormente se fusionarían en un único compartimiento
con el «hábito celular».

Exogénesis: vida primitiva extraterreste

Otra alternativa a la abiogénesis terrícola es la hipótesis de que la vida primitiva pudo haberse
formado originalmente fuera de la Tierra (adviértase que exogénesis está relacionado, pero no
es lo mismo que la noción de panspermia). Se supone que una lluvia de material procedente de
cometas que se precipitó sobre la Tierra primitiva pudo haber traído cantidades significativas de
moléculas orgánicas complejas y, quizás, la misma vida primitiva formada en el espacio fue
traída a la Tierra por material cometario o asteroides de otros sistemas estelares.

Los componentes orgánicos son relativamente comunes en el espacio, especialmente en el


Sistema Solar exterior, donde las sustancias volátiles no son evaporadas por el calentamiento
solar. En los cometas se encuentran incrustaciones de capas externas de material oscuro que, se
piensa, son sustancias bituminosas compuestas por material orgánico complejo formado por
compuestos de carbono simples tras reacciones iniciadas mayormente por irradiación por luz
ultravioleta.

Una hipótesis relacionada con ésta es que la vida se formó en primer lugar en el Marte
primigenio y fue transportada a la Tierra cuando material de su corteza fue expulsada de Marte
por un asteroide e impactos cometarios para más tarde alcanzar la Tierra. Es difícil encontrar
evidencias para ambas hipótesis y puede que haya que esperar a que se traigan muestras de
cometas y de Marte para su estudio. Ninguna de ellas responde realmente a la cuestión de cómo
se originó por primera vez la vida, sino que meramente traslada este origen a otro planeta o
cometa. No obstante, esta hipótesis extiende tremendamente el abanico de condiciones bajo el
cual se pudo haber formado la vida, desde las posibles condiciones primitivas de la Tierra a
literalmente las condiciones de todo el Universo.

Teoría de la panspermia

Formación en un meteorito marciano que se creía que era una bacteria.

Artículo principal: Panspermia


La ventaja de las hipótesis de un origen extraterrestre de la vida primitiva es que incrementa el
campo de probabilidad para que la vida se desarrolle. No se requiere que se desarrolle en cada
planeta en el cual se halle, sino más bien en una sola localización y posteriormente se extiende
por la galaxia hacia otros sistemas estelares a través del material cometario. Esta idea ha
recibido impulsos debido a recientes descubrimientos sobre microbios muy resistentes. [63] Una
alternativa a la abiogénesis terrestre es la hipótesis de la panspermia que sugiere que las
"semillas" o la esencia de la vida prevalecen diseminadas por todo el universo y que la vida
comenzó en la Tierra gracias a la llegada de tales semillas a nuestro planeta. Estas ideas tienen
su origen en algunas de las consideraciones del filósofo griego Anaxágoras. El astrónomo Sir
Fred Hoyle también apoyó la idea de la panspermia. Se basa en la comprobación de que ciertos
organismos terrestres (ciertas bacterias, cianobacterias y líquenes) son tremendamente
resistentes a condiciones adversas y que eventualmente pueden viajar por el espacio y colonizar
otros planetas.

Hipó tesis de la génesis mú ltiple

Se habría dado la aparición de diferentes formas de vida casi simultáneamente en la historia


temprana de la Tierra.[64] Dado que parece existir un único antepasado común entre todos los
seres vivos, las otras formas estarían extinguidas, dejándonos fósiles a través de su diferente
bioquímica. Por ejemplo, por el uso de otros elementos, como el arsénico en lugar del fósforo, y
sobreviviendo como extremófilas o simplemente permaneciendo ignoradas al ser análogas a los
organismos del actual árbol de la vida. Hartman, por ejemplo, combina algunas teorías
proponiendo lo siguiente:[65]
«Los primeros organismos autorreplicantes fueron arcillas ricas en hierro que fijaban dióxido
de carbono en el ácido oxálico y otros ácidos dicarboxílicos. El sistema de replicación de las
arcillas y su fenotipo metabólico evolucionó entonces hacia la región rica en sulfuro del
manantial hidrotermal, adquiriendo la capacidad de fijar nitrógeno. Finalmente se incorporó el
fosfato en el sistema en evolución que permitía la síntesis de nucleótidos y fosfolípidos. Si la
biosíntesis recapitula la biopoiesis, entonces la síntesis de los aminoácidos precedió a la
síntesis de bases púricas y pirimidínicas. Más allá de esto la polimerización de los tioésteres de
aminoácido en polipéptidos precedió la polimerización dirigida de ésteres de aminoácidos por
polinucleótidos.»

Argumentos contrarios al origen abiogénico

El moderno concepto de abiogénesis ha sufrido las críticas de los científicos a lo largo de los
años. El astrónomo Sir Fred Hoyle se pronunció en este sentido basándose en la probabilidad de
que la abiogénesis suceda por azar. El físico Hubert Yockey criticaba la abiogénesis en el
sentido de creerla más cercana a la teología que a la ciencia.

Otros científicos han propuesto contrapuntos a la abiogénesis, como Harold Urey, Stanley
Miller, Francis Crick (biólogo molecular) y también cabría alinear en este sentido la hipótesis de
la panspermia dirigida de Leslie Orgel.

Más allá de la observación trivial de que la vida existe, es difícil probar o falsibilizar la
abiogénesis; por tanto, la hipótesis tiene muchas críticas, tanto de la comunidad científica como
desde posiciones no científicas. No obstante, la investigación y la generación de hipótesis
continúan con la esperanza de desarrollar un mecanismo teórico satisfactorio de la abiogénesis.

Hoyle

Sir Fred Hoyle, junto con Chandra Wickramasinghe, fue un crítico de la abiogénesis. En
concreto Hoyle rechazaba que la evolución química pudiera explicar el origen natural de la
vida: su argumento se basaba principalmente en la improbabilidad de que los que se estima que
fueron los componentes necesarios llegaran a agregarse por la evolución química. Aunque las
teorías modernas tratan este argumento, Hoyle nunca vio la evolución química como una
explicación razonable. Hoyle prefería la panspermia como una explicación natural alternativa
del origen de la vida en la Tierra.

Yockey

El teórico de la información Hubert Yockey argumentaba que la investigación sobre la


evolución química se enfrenta a los siguientes problemas: []
La investigación del origen de la vida parece ser única en la conclusión que ha sido ya aceptada
como autorizada... lo que aún no se ha hecho es encontrar los escenarios que describen el
mecanismo detallado y los procesos por los cuales sucedió. Se debe concluir que,
contrariamente al actual, establecido y sabio escenario que describe la génesis de la vida en la
Tierra por azar y causas naturales que pueda ser aceptado con base en los hechos y no a la fe,
aún no ha sido escrito.

En un libro que escribió 15 años después, Yockey defendía la idea de que la abiogénesis había
surgido a partir de una sopa primordial es un paradigma fallido:[67]
Aunque cuando comenzó el paradigma era digno de consideración, ahora todo el esfuerzo
empleado en el primitivo paradigma de la sopa se ha tornado en decepción en la ideología de
sus campeones. (...) La historia de la ciencia muestra que un paradigma, una vez que ha
adquirido un estatus de aceptación (es incorporado en los libros de texto) y a pesar de sus
fallos, sólo es declarado inválido cuando se dispone de un paradigma para reemplazarlo. No
obstante, con objeto de generar progreso en la ciencia, es necesario hacer limpieza en los
anaqueles, por así decirlo, de paradigmas fallidos. Esto se debería hacer incluso si deja los
anaqueles completamente limpios y no sobrevive ningún paradigma. Es una característica del
verdadero creyente en la religión, filosofía e ideología de que debe tener un conjunto de
creencias pase lo que pase (Hoffer, 1951). La creencia en una sopa primitiva basándonos en
que no tenemos ningún otro paradigma es un ejemplo de la falacia lógica de la falsa
alternativa. En la ciencia es una virtud reconocer la ignorancia. Éste ha sido el caso
universalmente en la historia de la ciencia, tal y como Kuhn (1970) ha discutido en detalle. No
hay razón para que esto sea diferente en la investigación del origen de la vida.

Yockey, en general, manifiesta una actitud altamente crítica hacia los que dan crédito a los
orígenes naturales de la vida, a menudo haciendo uso de palabras como fe o ideología. Las
publicaciones de Yockey se han hecho las favoritas en manos de los creacionistas, aunque él no
se considera a sí mismo como creacionista (como aparece en un email enviado en 1995).[68]

Síntesis abiogénica de sustancias químicas clave

Aún quedan algunos problemas con la hipótesis del mundo de ARN. No hay rutas químicas
conocidas para la síntesis abiogénica de las bases nitrogenadas pirimidinas, citosina y uracilo
bajo condiciones prebióticas.[69] Otros problemas son la dificultad de la síntesis de nucleósidos,
ligarlos con fosfato para formar el esqueleto del ARN y la corta vida de las moléculas de
nucleósido, en especial la citosina que es proclive a la hidrólisis. [70] Experimentos recientes
también sugieren que las estimaciones originales del tamaño de la molécula de ARN capaz de
autorreplicación han sido probablemente altamente subestimadas. Formas más modernas de la
teoría del mundo de ARN proponen que una molécula más simple fue capaz de autorreplicación
(que otro "mundo", por tanto, evolucionó al cabo del tiempo para producir un mundo de ARN).
Hasta ahora, no obstante, las distintas hipótesis no tienen suficientes evidencias que las apoyen.
Muchas de ellas pueden ser simuladas y probadas en el laboratorio, pero la carencia de una roca
sedimentaria sin perturbar en una época tan temprana de la historia deja pocas oportunidades
para probar esta hipótesis de forma incontestable.

El problema de la homoquiralidad

Otro asunto no resuelto en la evolución química es el origen de la homoquiralidad, esto es, que
todos los monómeros tienen la misma «mano dominante» (los aminoácidos son zurdos, y los
azúcares de ácidos nucleicos, diestros). Las moléculas quirales existen en la naturaleza como
mezclas homogéneas equilibradas aproximadamente al 50%. Esto es lo que se conoce como
mezcla racémica. No obstante, la homoquiralidad es esencial para la formación de ribozimas
funcionales y proteínas. La adecuada formación de moléculas es impedida por la misma
presencia de aminoácidos diestros o azúcares zurdos que distorsionan y malforman las
estructuras.

Un trabajo llevado a cabo en 2003 por científicos de Purdue identificaron el aminoácido serina
como la probable raíz causal de la homoquiralidad de las moléculas orgánicas. [71] La serina
forma enlaces particularmente fuertes con los aminoácidos de la misma quiralidad, lo cual
resulta en un grupo de ocho moléculas que deben ser todas o bien dextrógiras o levógiras. Esta
propiedad contrasta con otros aminoácidos que son capaces de formar enlaces débiles con los
aminoácidos de la quiralidad opuesta. Aunque el misterio de por qué la serina levógira acabó
siendo la dominante aún permanece sin resolver, estos resultados sugieren una respuesta a la
cuestión de la trasmisión quiral: cómo las moléculas orgánicas de una quiralidad mantienen la
dominancia una vez que la asimetría ha sido establecida.

También podría gustarte