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VERDADES Y MENTIRAS SOBRE LA AROMATERAPIA
1999
En los últimos tiempos, vemos con frecuencia cada vez más productos etiquetados bajo la
denominación “Aromaterapia”, no siempre de forma correcta. Generalmente, y más en nuestro
país, sin una tradición ni una buena base en esta terapia alternativa, encontramos todo tipo de
preparados aromáticos, que una vez analizados, se muestran como totalmente inadecuados para la
práctica de la aromaterapia seria.
Este es otro de los errores que solemos encontrar en el campo de la aromaterapia, el exceso de
desinformación, o la información errónea dirigida a vender esencias sin la calidad necesaria, hace
que ciertas personas compren esencias baratas bajo el pretexto de que “son de 3ª prensada” o
tonterías de este tipo. Cualquier persona que tenga el mínimo conocimiento de la aromaterapia,
debe saber que los a.e. no se obtienen por prensado (al contrario que los aceites vegetales) sino por
destilación al vapor. Por prensado sólo obtenemos las esencias de las cáscaras de cítricos, como la
naranja o el limón. Otros sistemas de obtención de principios aromáticos, como la extracción por
disolventes (de la que se obtienen concretos y absolutos, no aptos para aromaterapia) o el enflorado
(en la actualidad ya no se emplea comercialmente) no tienen aplicación en aromaterapia.
Otro error que solemos encontrar en este campo es confundir aceites esenciales con aceites
vegetales. Un aceite vegetal se obtiene de la expresión de semillas oleaginosas (como el de oliva o
almendras), es graso, poco volátil y poco aromático (en comparación con un aceite esencial), y tiene
propiedades muy distintas. Es muy frecuente encontrar personas que piensan que el aceite de rosa
mosqueta, onagra o borraja es un aceite esencial, cuando no lo es, por desinformación de sus
proveedores. Los aceites vegetales también se emplean en aromaterapia como dluyentes o
portadores para facilitar el masaje o para diluir aquellos que son agresivos en estado puro
(dermocáusticos).
Es habitual encontrarnos con todo tipo de productos en el mercado que bajo el nombre de
“AROMATERAPIA”, nos dan todo tipo de especificaciones terapéuticas por el simple hecho de
olerlos. Esto constituye uno de los indicadores de la gran desinformación y fraude que existe sobre
una terapia digna y efectiva cuando se aplica adecuadamente en nuestro país. Conviene saber que
todo lo que dicen sobre estos productos es mentira por:
1) Son esencias básicamente sintéticas (podríamos encontrar alguna excepción con a.e. muy
baratos como eucaliptos, naranja, pero por su olor en estado natural es menos persistente de lo
que buscan los charlatanes que venden estos productos), por lo tanto, no tienen propiedades
terapéuticas, salvo el efecto placebo, el olor agradable que puedan desprender, y como
contrapartida, las alergias o dolores de cabeza de fórmulas químicas muy baratas y poco
conseguidas.
2) La aromaterapia por inhalación es excelente para resolver problemas respiratorios y aprovechar
los efectos sobre la mente. Pero no es la forma de aplicarla si, por ejemplo, queremos tratar un
dolor reumático (en este caso, va a ser efectivo un masaje o una compresa).
3) Si alguien cree que lo que digo es mentira, sólo tiene que analizar la esencia de cualquiera de
esos botecitos para ver su composición química. Y si se quiere ir más rápido, que se moleste en
investigar la cantidad de kg. de planta que hacen falta para conseguir un kg. de a.e. por ejemplo
de rosa , jazmín (absoluto) o azahar, el precio de mercado del kg., y la posibilidad de que un
tarrito de 50 o 80 gr. de “esencia pura” pueda costarle a una tienda entre 400 y 500 pts.
(Orientación: el precio de un kg. de aceite esencial de rosa damascena puede estar entre el
millón o millón y medio de pesetas).
Siguiendo con el tema de las adulteraciones, a veces encontramos productos que, siendo 100 %
naturales, no son 100 % auténticos, es decir, son la mezcla de varios productos naturales para
abaratar el precio del producto final. Si mezclamos naranja con terpenos de limón, obtenemos
esencias de limón más baratas que las originales. Si mezclamos lavanda con porcentajes altos de
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lavandín, tenemos una lavanda natural más barata que el original. Este tipo de preparados tampoco
son aptos para aromaterapia.
El concepto erróneo de aromaterapia hace que algunas mentes la asocien a “oler” exclusivamente,
lo que da pié a que cualquier cosa que huele es un producto de aromaterapia. Nada más lejos de la
realidad. Por ejemplo, esencias de perfumería aplicadas en las distintas formas de aromaterapia
(inhalación, vía tópica, ingestión) pueden producir todo tipo de alergias, reacciones y erupciones,
cosa que nunca hará un a.e. puro bien aplicado. Y si en ocasiones un a.e. puro produce problemas,
es más por los residuos químicos que se han usado en el cultivo o tratamiento del suelo que por su
composición en sí.
Así pues, denominar 100 % natural a un a.e. no es suficiente. También encontramos a veces a.e.
que bajo el aparente respaldo de “según la Farmacopea ...” quieren dar una imagen de calidad. Nada
más lejos de la realidad. Las farmacopeas recogen unas especificaciones técnicas tan sucintas sobre
los aceites esenciales que cualquier químico medio puede crear reconstituciones artificiales que
respondan a esos parámetros perfectamente abaratando mucho los costes. Entonces ocurre que las
personas honestas que quieren vender aceites esenciales de calidad chocan con todo ese mercado
que vende cualquier cosa a cualquier precio, saliendo perjudicado todo el mundo excepto los
sinvergüenzas que se lucran de este tipo de ventas. El terapeuta que quiere trabajar con calidad y
obtener los resultados lógicos, ve que con estos productos insuficientes no los consigue.
Otras confusiones que solemos encontrar en este campo son en los nombres de las plantas
empleadas, ya que en cada país o región se denominan las plantas de forma distinta. La
aromaterapia de calidad se sirve del NOMBRE BOTÁNICO para distinguir una SALVIA (Salvia
sclarea, Salvia officinalis, Salvia lavandulifolia...), una LAVANDA (Lavandula vera, Lavandula
spica, Lavandula stoechas, Lavandula hibrida...) o cualquier vegetal se llame como se llame en
cualquier parte del mundo. Con ello se evitan accidentes, confusiones y problemas. También hay
que definir la subespecie (ssp.) en caso de que sea relevante la diferencia en la composición del
aceite esencial . Ejemplo: HISOPO (Hyssopus officinalis L. var. decumbens Car. et Saint-Lag.) o
(Hyssopus officinalis L. ssp. officinalis), con propiedades y sobre todo, contraindicaciones distintas
(el segundo es neurotóxico y abortivo). A veces también interesa saber de qué parte de la planta se
extrae: Naranjo: flor a.e. azahar, fruto a.e. naranja, hoja a.e. petit-grain. Canela: hojas o corteza, dos
a.e. muy diferentes en aplicaciones y precio.
En la Aromaterapia científica de fin de siglo, se tiene muy en cuenta la composición química del
aceite esencial. Como quiera que las plantas sintetizan aceites esenciales en función de factores
como la cantidad de horas de sol que reciben, el clima, el régimen de lluvias o la composición del
suelo, podemos encontrar que plantas de la misma especie den aceites esenciales de propiedades
distintas. Para encajar estas diferencias, se contempla además el concepto de QUIMIOTIPO, o
familia química predominante en el a.e. Por ejemplo, el ROMERO, tiene 3 quimiotipos:
1.8 cineol (expectorante), alcanfor (neuromuscular), verbenona (mucolipolítico). El tomillo es muy
rico en quimiotiotipos (geraniol, linalol,paracimeno, tujanol-4, timol).
Los a.e. que provienen de recolección silvestre o cultivo ecológico son mucho mejores que los que
provienen de cultivos convencionales, al estar libres de los productos químicos empleados como
herbicidas o pesticidas.
Los productos obtenidos por extracción con disolventes, pueden contener trazas de los mismos, que
son muy tóxicos para el ser humano, por lo que nunca deberían ingerirse (absolutos y concretos).
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Los aceites esenciales deterpenados, no deberían usarse en aromaterapia más que en excepciones
médicas, además deben contener conservantes.
Los aceites esenciales tóxicos, no deberían emplearse nunca salvo por profesionales médicos. Es
habitual encontrar personas que buscan a.e. de ruda para rituales mágicos, es bastante peligroso.
También los de tuja, ajenjo, sabina.
BIBLIOGRAFÍA EN CASTELLANO